jueves, 10 de junio de 2021

Desahogo - Episodio 5: Quiebre.

Episodio anterior.

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Hola de nuevo, espero que estén teniendo una buena semana.

Llegamos al final de este pequeño viaje, me siento muy a gusto con este pequeño “logro”, no es la gran cosa y lo sé muy bien, pero de todas maneras sigue siendo la primera historia que finalizo.

Es cierto que tengo planeado una especie de secuela, pero siento que puede sostenerse por su cuenta a pesar de los errores que posee como “Producto propio”.

Dejando mi divagación para el final… disfruten del episodio.

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Desahogo.

Episodio 5: Quiebre

Una historia de Ranma 1/2

By: FireAkai15

Dibujado por: Matsu Hirami.

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-¿Puedes dejar de hacer esa cara?

-¿Hmm? ¿Qué cara?

-Pues esa, pareces un perro rabioso… ¿Tanto odias la escuela?

Ranma volteó hacia Akane con una mezcla entre sorpresa y curiosidad.- ¿Tú no?

La chica se quedó observando en silencio a su prometido por un momento antes de responder.- Me molestan ciertos idiotas, es todo.- Caminaron a un paso lento, hoy era de esos extraños días en donde habían salido a tiempo e incluso, le arrebataron a Nabiki las últimas fotografías que había tomado para Kuno.- Paso tiempo con mis amigas, he obtenido lindo recuerdos junto a ellas y eso también incluye algunas de las locuras que vivimos dentro de la escuela.

-Mmmm… supongo que tienes razón, no todas esas tonterías fueron malas.- Él mismo tenía sus propios momentos especiales dentro del área escolar, conoció otras facetas de Akane, se reencontró y reconcilió con viejos conocidos, más de un buen combate ocurrió en las canchas de la escuela y todos los estudiantes han sido testigo de su poder.- Creo que tienes un punto.

-Por supuesto.- Una pequeña sonrisa parecía formarse en el rostro de Akane, estaban a punto de llegar a la escuela y podía ver claramente a cierto estudiante de Kendo esperando la llegada de Ranma.- Además desde que llegaste, comenzaste a obtener la atención de todos los locos de la ciudad y bueno… es más fácil disfrutar de la escuela desde entonces.

Ranma no sabía cómo sentirse ante ese último comentario y le fue imposible no preguntar.- ¿Eso fue un cumplido?

-Tómalo como quieras.- Tomó algo de distancia, sabiendo que en cualquier momento Kuno se lanzaría contra el chico de coleta.- Hola Kuno.

-Akane Tendo luces tan hermosa como siempre.- Esta vez la chica decidió no molestarse y simplemente mantuvo distancia.- Vaya que considerada, esperando que termine con este plebeyo para celebrar mi victoria en una romántica salida.

-Di eso cuando puedas cumplirlo Kuno.- Ranma iba a terminar con esto rápidamente, el director Kuno parecía planear algo desde el inicio de semana y era mejor arruinar su movimiento por el bien de todos.- A las chicas no le gustan los fanfarrones.

-Y como siempre arruinas los momentos perfectos… ¿Acaso tu familia jamás te enseñó algo de modales?

Por algún motivo escuchar aquello le molestó y sin perder tiempo se abalanzó contra su superior.

PAAAM

Kuno cayó lentamente al suelo, con el zapato de Ranma marcado en su rostro.

-Eso fue rápido… más de lo normal.

-Te dije que no estaba de muy buen humor.- Observó hacia la entrada de la escuela, sin evitar hacer una mueca al hacerse una idea de lo que le esperaría dentro.- Realmente no quiero estar aquí.

-¡Oh, vamos Ranma! ¡Deja de actuar como un niño!- A pesar de su tono elevado, Akane lo decía con una pequeña sonrisa.- ¿Qué es lo peor que podría pasar?

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¿Qué es lo peor que podría pasar?

Como me gustaría ver la expresión de Akane en este momento.

¡Tenía razón, ese viejo sin vida preparó todo un espectáculo!

Profesores, estudiantes y hasta el conserje se vio obligado a participar.

Es realmente increíble lo que hace alguien por obtener una semana libre ¿He?

Realmente es tentador, pero… ¿No es demasiado bueno para ser cierto?

Y nuevamente tuve razón, decidí no participar al ver que toda una clase estalló al escoger el cupón equivocado.

También recibieron un corte gratis, no gracias.

Y recién estamos en la primera clase del día, simplemente genial.

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-¡Y no regrese!- La patada de Ranma lanzó al director de la escuela por los cielos, poco a poco los gritos del hombre se perdieron en la distancia.- Vaya inicio de mierda.

De alguna manera se vio atrapado en una explosión, aquello lo hizo perder los estribos y rápidamente inició un movimiento en contra del director de la escuela.

Inició con poco apoyo, siendo más precisos de Ukyo, Akane, sus amigas y Hiroshi, pronto toda su clase se unió a su causa y al final del pasillo tenía hasta el propio Kuno unido a sus filas.

Ahora tanto estudiantes y maestros podrían respirar aliviados, la mayoría de ellos con su ropa hecha un desastre al igual que su cabello, pero era un costo necesario para conseguir la libertad.

-Supongo que nos libramos de él por un tiempo.- Murmuró la cocinera del grupo aun molesta por verse alcanzada por un ataque tan simple.- Tks… sigo pensando que deberíamos terminar el trabajo.

A veces Ranma olvidaba lo rencorosa que podía ser Ukyo.- Nada de matar Ucchan, ya rompimos unas costillas eso es más que suficiente.

-Claro, si es que la caída no lo mata.- Comentó un estudiante al azar, pero ni Ranma, ni Ukyo le dieron importancia, de algún lado Kuno tuvo que sacar su resistencia ¿No?

-Como sea, vamos a comer o algo.- Curioso notó como varios de sus “hombres” comenzaron a alejarse con temor del lugar.- ¿Mmmm? ¿Qué sucede chicos?

-¡Ranma, Ukyo, salgan de ahí!

El aviso de Akane llegó bastante tarde para ambos, de un momento a otro tanto Ranma como Ukyo se encontraban en el suelo sin ser capaces de mover un musculo.

Solamente había alguien que podía dejarlos en ese estado.

-Maldita perra.- Murmuró Ukyo boca abajo maldiciendo por más de un minuto a su candente maestra.

-Debimos lanzarla junto al director.

-¡Los delincuentes como ustedes merecen ser castigados!- Hinako en su forma adulta observó al resto de estudiantes que se refugiaban en la escuela.- ¡Ustedes no escaparán, voy a enderezar a cada uno de ustedes!

-¿Hiroshi?

-¿Akane-chan?

-¿Kuno?

-¿Yuka?

Ranma y Ukyo siguieron nombrando a sus conocidos con la esperanza de que uno estuviera cerca para ayudarles.

No tuvieron mucho éxito.

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-¿Seguro que estarás bien?

-Descuida, puedo llegar al dojo por mi cuenta.- Se alejó del edificio escolar apoyándose de las paredes del lugar, su recuperación era superior a la mayoría de personas y solo era cuestión de tiempo que pudiera caminar sin problemas.- Tu asegúrate de llevar a Ucchan a su casa.

Akane aún no estaba segura de dejar a Ranma por su cuenta, considerando su suerte, podría terminar encontrándose con Mousse y este no dudaría en atacarle al notarlo debilitado.

O quién sabe qué haría Shampoo con esta oportunidad.

-Akane-chan, mientras más rápido me lleves, más tiempo tendrás para alcanzarlo.- A diferencia de Ranma, Ukyo apenas podía mantenerse en pie y era gracias a la chica Tendo que no se había derrumbado.- Y no quisiera admitirlo, pero realmente necesito de tu ayuda.

Al escuchar eso la chica dejó de dudar, Akane podría tener varios defectos, pero se ganó la admiración y cariño de la escuela por su gran corazón.

-De acuerdo Ukyo, cuenta conmigo.- Le dio una última mirada a Ranma antes de caminar cargando a la cocinera.- Nos vemos en casa Ranma.

El mencionado solamente se despidió con la mano y con algo de torpeza se encaminaba hacia el hogar Tendo.

-Te ves patético Saotome.

Al escuchar esa voz Ranma solamente pudo gemir.- ¿Qué quieres Nabiki?

-Nada, solamente me dirigía a mi casa antes de encontrarme con este divertido espectáculo.- El heredero de la escuela Saotome realmente comenzaba a detestar esa sonrisa presumida.- Podría ayudarte, aunque esto te costa…

-No me interesa.- La interrumpió y se alejó lo más rápido que pudo del lugar, realmente no quería lidiar con la Tendo del medio en este momento.- Llegaré por mi cuenta.

Ranma fue ajeno al ceño fruncido de Nabiki, la castaña debería estar complacida por toda la locura que había ocurrido en la vida del chico maldito, pero en el último tiempo fue incapaz de beneficiarse de todo el caos y eso le frustraba.

Ni siquiera fue capaz de hacer algunas apuestas en sus últimas batallas, porque el chico las había llevado a un lugar apartado de la ciudad y actualmente Kuno no contaba como algo rentable.

Excepto para comprar las fotos que le tomaba a la forma femenina de Ranma claro está.

-Y últimamente no sé cómo consiguen quitármelas.- Aquello fue la gota que derramó el vaso, una cosa era que Ranma arruinara sus planes de manera inconsciente, pero Nabiki no toleraría que robara sus fotografías.

¿Cómo sabía dónde las guardaba de todos modos?

Algo molesta siguió de cerca al chico, tenía una idea de sacarle algo de dinero y vengarse de Ranma al mismo tiempo.

Solamente necesitaría contactarse con cierta individua y tendría la oportunidad perfecta para chantajearlo.

Nabiki quería actualizar su vestuario y Ranma la ayudaría con ello quiera o no.

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-Bueno, ya estamos por llegar Ukyo ¿Cómo te sientes?

-Algo mejor, gracias por el aventón Akane-chan.

La mencionada sonrió un poco.- Al final terminaste llamándome así ¿He?

-Así me aseguro que Ranchan no lo haga.

Akane estuvo tentada a soltarla, pero no lo hizo.

El camino fue tranquilo, no hablaron mucho, pero no fue incómodo para ambas chicas.- Oye Akane…

-¿Sí?

-Había otra razón por la que quería que me acompañaras.

La menor de los Tendo arqueó la ceja y no negaría estar curiosa por las palabras de Ukyo, aunque una parte de ella ya se hacía una idea de que se podría tratar.- ¿De qué trata? ¿Algo malo está sucediendo en tu restaurante?

-A mi restaurante le va de maravilla, es otra cosa la que me tiene pensativa…

-…

-Akane ¿Has notado algo raro en Ranchan?

Akane realmente no estaba segura de querer tener esta conversación.- ¿A qué te refieres?

-Bueno, me refiero que en ocasiones no parecer estar ahí ¿Me entiendes?

-No realmente.- Mintió descaradamente, realmente no se sentía muy a gusto de hablar sobre esto con alguien, sobre todo con otras de las “prometidas” de Ranma.- Lo que hay en la mente de ese idiota es todo un enigma.

-Akane, estoy hablando enserio…

-Yo también.- Al sentir la intensa mirada de Ukyo decidió dejar las bromas a un lado, al parecer no podía escapar de esa conversación.- Bueno, el asunto de las nuevas prometidas hizo que todos reaccionáramos mal ¿Sabes? Tanto Ranma como yo tuvimos algunos “encuentros” con Shampoo y su bisabuela.

Ukyo no parecía sorprendida por esa información, algo que no pasó desapercibido por la chica de cabello corto, normalmente la castaña era la primera en perder los estribos cuando la amazona se acercaba a Ranma.- ¿Ukyo?

-Eso ya lo sabía, Ranchan me lo contó el otro día.- Por un instante Akane había endurecido la mirada, pero la chica de espátula fue totalmente ajena a esa reacción.

-¿Es así? Me pregunto que más te ha habrá mencionado.- Intentó no enojarse, realmente estaba tratando de controlar cierta emoción que estaba emergiendo, pero le parecía “injusto” que Ranma fuera más abierto con Ukyo que con ella, realmente pensaba que se habían acercado un poco más tras aquel “entrenamiento”.- Tu deberías saberlo mejor que nadie ¿No lo crees? Si tanto confía en ti.

-Akane-chan.- La castaña cortó de inmediato aquel pensamiento de la chica, no era el momento de estar compitiendo por quién era la mejor amiga o prometida del chico.- Esto no es una competencia, no importa si a mí me dice “esto” y a ti lo “otro”, es mejor unir lo que sabemos y llegar a una conclusión… estoy segura que tú sabes más cosas que yo.

-¿Sí? ¿Por qué crees eso?

-Vives con él, eres la que más tiempo pasa con él y aunque él no lo diga… es obvio que eres la persona en la que más confía.- Lo último le había costado decirlo, era doloroso admitirlo para Ukyo, pero Akane era alguien constante en la vida de Ranma a diferencia del resto y aquello era una gran ventaja que era difícil de igualar.

Las mejillas de la chica Tendo adquirieron un tono rosado, no esperaba algo así de parte de la castaña y le tomó algo de tiempo agregar algo en la conversación.

Akane era egoísta, se había acostumbrado a tenerlo todo y le era bastante extraño que Ranma no se lo diera, aquello junto a su gran habilidad captaron su atención y aunque jamás lo admitiera ni a ella misma; Akane quería ser todo en la vida de Ranma.

Quería ser su mejor amiga, su única prometida incluso si no quería casarse con el chico y también, ser la persona en la que más confiara.

Pero tampoco era ingenua, sabía que por su cuenta era imposible saber lo que le estaba ocurriendo a Ranma, ella tenía un límite y lo conoció esa tarde en el dojo… no podía avanzar más de ahí.

Pero con Ukyo, quizás podrían ir más allá.

-Bueno… he notado cosas.- Inició algo insegura, siendo ajena a la sonrisa que aparecía en Ukyo por su pequeña “victoria” y en silencio escuchó cada palabra de Akane.- Antes pensaba que fue a causa de su derrota contra Ryoga, pero no parecía estar molesto por haber perdido.

Aquello era extraño y también lo había notado, Ranma era terco como mula y tenía miles de excusas para restarle importancia a una derrota, pero en esa ocasión aceptó de manera “madura” la superioridad de Ryoga en ese combate e intentó acabar con el tema rápidamente asegurando que la próxima vez iba a ganar.

-También está la distancia que está tomando con la tía Nodoka.

-¿Con su madre?

-Sí… es extraño, pero cada vez que ella se une a nuestras disputas o cuando Ranma está discutiendo con el tío Saotome, todo se vuelve incomodo… al menos yo me siento así al verlos.

Ukyo trató de recordar algunas conversaciones que tuvo Ranma en las últimas semanas, se quejaba de algo, no, mejor dicho se quejaba de alguien, pero cuando ella le pedía detalles o el nombre de la persona este se rehusaba a decirlo.

¿Quizás se trataba de su madre? O acaso… ¿Se refería a todos en general?

-(No, debe haber algo más).- Encarar directamente a su prometido no llevaría a nada, de hecho sería lo peor que podrían hacer ya que este comenzaría distanciarse y Ukyo no permitiría que eso sucediera, había costado bastante ganar este nivel de confianza con Ranma y no quería perderlo.- Akane… ¿Qué tipo de discusiones ha tenido Ranchan en tu casa?

-Pues verás…

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-¡Aléjate de mí!- Su energía regresó en el mejor momento, logrando quitarse a Kodachi de encima y alejándose rápidamente de la chica.- ¡No tengo tiempo ni humor para lidiar contigo!

Ignoró sus llamados y gritos, esquivó los ataques de su listón, pero pronto tuvo que esquivar todo tipo de artículos de gimnasia, ya irritado atrapó uno de los balones y lo lanzó hacia la chica sin ninguna pizca de tacto.

La sorpresa adornó los rostros de ambos, Kodachi no estaba preparada para un contraataque y recibió de lleno aquel pelotazo que la llevó a la inconciencia.

Ranma no creía lo que había hecho, pero por un extraño motivo no sintió ningún tipo de culpa al golpear a la chica-Tks… no tuve elección.

Aun así, golpear y dejarla inconsciente eran cosas completamente distintas, no quería lastimarla a ese grado, solamente quería que lo dejara en paz y últimamente parecía imposible, la escuela de Kodachi finalizó los exámenes, dándole a la chica Kuno tiempo de sobra para buscarlo e intentar arrastrarlo a su mansión.- Tú te lo buscaste.

De todas maneras, sería algo cruel dejarla tirada a su suerte y con algo de pereza la tomó entre sus brazos.

-¿?- Justo en ese momento un ruido captó su atención, era un sonido que se le hacía demasiado familiar y comenzó a observar a su alrededor, rezando quién sea que lo haya hecho no fuera Nabiki.

Tristemente, Dios parecía odiarlo y la molesta hermana de Akane salió de su escondite con una cámara en sus manos.

-Vaya, no esperaba que fueras tan audaz Ranma.- Su sonrisa aumentó al oírlo gruñir como si de un animal salvaje se tratara.- Supongo que ya te haces una idea de lo que tengo aquí ¿No?

Ranma estaba a punto de arrebatarle la cámara, pero un gesto de Nabiki lo hizo detenerse.- Vamos bebé ¿Realmente crees que será tan sencillo? Te he tenido en la mira desde que la loca hizo su aparición.

En otras palabras, tenía fotos mucho más comprometedoras que la última que tomó.

-¿Cómo sabías qué Kodachi vendría por mí?

-Yo la llamé.- Nabiki se burló en frente del sorprendido Ranma, sin importarle mucho su reacción.- Considéralo un castigo por todas las ventas que me has arruinado estos días Saotome.

Ranma frunció el ceño, como si se tratara de un saco de papas cargó a la inconsciente Kodachi en su hombro derecho.- Fotos que me sacaste sin mi consentimiento.

-De alguna manera debes pagar por quedarte en mi casa ¿No lo crees?- La mirada de Ranma se endureció más, parecía intentar quemar a la chica Tendo con sus ojos.- Esa mirada es algo intimidante ¿Sabes?

-Tks… realmente no estoy de humor para esto Nabiki.

-(Como si me importara).- Había límites y la chica lo sabía, en los últimos días Ranma había demostrado que podía explotar con la misma facilidad que Akane, por ende, Nabiki no iba a arriesgarse a recibir algún tipo de daño por hablar de más.- Bueno podemos terminar con esto rápidamente, me das lo que quiero y todas estas fotos desaparecen.

Ranma se rehusaba a darle el triunfo a la chica, quería borrar esa maldita sonrisa de su rostro y realmente, realmente se le estaba haciendo apetitosa la idea de golpearla.

Pero tenía límites, no iba a golpear a quienes no supieran defenderse… uno de los pocos buenos valores que Genma le había enseñado durante su niñez.

Mientras controlaba su respiración, Nabiki continuó presionando, asegurándose de que el chico no tuviera tiempo para pensar en otra salida excepto pagarle por su silencio.- No quieres que Akane vea esto ¿Verdad? Estoy segura que reaccionaría muy mal al verte tan “amoroso” con alguien como Kodachi.

-…- Recordó los últimos días con la chica, ignorando algunos insultos y golpes, se estaban llevando bastante bien.

-No solamente tendrías que tratar con una molesta Akane, nuestros padres no dudaran en ir por tu cabeza.

-…- Pensó un poco, ignorando aquel movimiento del padre de las chicas, no había mucho que podrían hacerle si se ponía serio.- (Papá se molestaría en escucharme, si me echan también terminarían arrojándolo a la calle, así que trataría de hacer entrar en razón al viejo Tendo).

Al imaginarse una posible discusión que podría durar una hora, su cabeza comenzó a dolerle un poco, no quería lidiar con algo así.

-Y no olvidemos como se pondrá tu madre.

Ranma apretó su puño libre, apretando también sus dientes al notar como Nabiki disfrutaba de su frustración y su mente no dejó de preguntarse cosas que no hacían nada para calmarlo, al contrario, solamente empeoraban su temperamento.

¿Es esta la única forma en que Nabiki lo ve?

¿Solo como un método de hacer dinero fácil?

¿Realmente cree que tiene un control sobre él?

Volvió a ver esa sonrisa y aquello parecía darle la respuesta.

No había duda, ella creía que tenía un dominio completo en él.

Normalmente insultaría, se quejaría y terminaría accediendo por las malas ante el chantaje de Nabiki, pero hoy no sería así, aquellas preguntas lo hicieron percatarse de que la chica frente a él, no es diferente de todos esos idiotas que creían tener un control total en él.

El director y sus hijos, las amazonas, sus rivales, Soun Tendo e incluso sus padres.

¿Qué pasa con lo que él quiere? ¿Acaso no importa?

-Tks... Hazlo si tanto quieres hacerlo.

-Bien hecho, no serías tan ton… espera ¿Qué dijiste?

-Dije que lo hicieras.- Ranma la miró con rabia, casi mirándola con la misma intensidad con la que encaró a sus oponentes más temibles.- Pero no obtendrás ni siquiera una moneda de mi bolsillo Nabiki.

La Tendo del medio no esperaba una respuesta como esa, normalmente el prometido de su hermana pequeña no dudaría en evitar el conflicto y ahora parecía no importarle en lo más mínimo.

-¿Te das cuenta de lo que dices? ¿Sabes lo que pasará cuando des un paso dentro de nuestra casa?

Ranma la encaró, sin siquiera tener una pizca de duda.- Lo sé y estoy de acuerdo con lidiar con eso, no hice nada malo, no tengo porque esconderme.

Nabiki frunció el ceño.- (Este no es el momento para que te crezcan un par de pelotas Saotome).- Ya había hecho varias cosas durante el día y no estaría satisfecha hasta hacerse algo de dinero a través de su inquilino “favorito”.- ¿Sí? ¿Y quién va a creerte Ranma?

-…- Al ver que no tenía respuesta, Nabiki continuó atacando y hacerle entender que su valentía no lo llevaría a ningún lado.

-¿Tus padres? ¿Mi hermanita? ¿Sabes lo sencillo que es para mí hacer que su juicio se nuble?

Sin embargo, olvidó lo terco que podría ser el chico cuando se decidía por algo.

No era culpa de Nabiki, es más, casi todos habían olvidado la última vez en la que Ranma actuó de esa forma.

-Haz lo que quieras, no pienso darte el gusto de salirte con la tuya.- Dándose la vuelta se alejó de un gran salto, tendría tiempo para pensar en lo que diría en el camino, primero se aseguraría de dejar a Kodachi cerca de su mansión.- Nos vemos en la cena.

-Conste que te advertí Saotome.- Frustrada se mordió uno de sus dedos, intento tomar una última foto que se pudiera malinterpretar, pero Ranma se movía a gran velocidad y no tardó en desaparecer de su vista.- No me hago responsable de lo que pase en nuestra casa.

En su mente solamente tenía pensando en lastimar al chico, en el pasado tuvo a su merced incluso a los artistas marciales más fuertes de la ciudad y Ranma no era la excepción.

Nabiki tenía siempre el control y no permitiría que un idiota intentara quitárselo.

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-¡Estoy en casa!

-Bienvenida a casa Akane.- Le fue imposible no sonreír ante el dulce recibimiento que le daba su hermana mayor.- ¿Ranma llegó a casa?

Con su habitual sonrisa Kasume le respondió.- Aun no, pero Nabiki dijo que estaba en “buenas manos”

-¿Buenas manos?

-No quiso dar más detalles, dijo que esperaría a que estuvieras en casa para decirlo.

-¿Dónde está?- Akane tenía un mal presentimiento, esperaba que el idiota no se haya metido en algún problema.- (Me aparto un momento y ya le ocurre algo).

Con un suspiro pesado se dirigió hacia la cocina por un vaso con agua, la charla con Ukyo duró más de lo esperado, pero había servido para tener ideas más claras sobre lo que le sucedía a Ranma.

Por eso quería hacerle algunas preguntas, pero al parecer tendría que esperar hasta que Nibiki le informara sobre la ubicación de su prometido.

-Bueno, espero que no sea grave.

-Seguramente estará bien, vamos Akane, Papá y los demás están reunidos en la mesa.

La menor de las Tendo frunció el ceño al ver el rostro de Nibiki, que la chica estuviera molesta no era una buena señal.

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Luego de dejar a Kodachi tuvo un encuentro errante con Mousse, su pelea no duró mucho, pero lo suficiente para que Ranma desquitara su rabia en su rival miope.

Con la ira fuera de su sistema, el chico recién fue capaz de asimilar de manera racional su encuentro con Nabiki.

-Mierda…- Su tranquilidad no duró mucho, con algo de pánico pensó si valía la pena desaparecer por unos días y esperar que todos en casa se calmaran.- ¡No, le dije que no huiría! ¡No me tragaré mis palabras!

Aunque claro, era más sencillo decirlo que hacerlo.

Busco pretextos para llegar más tarde a su destino, quizás cuando todos se encontraran durmiendo, pero tampoco quería lidiar con otro problema.

Se disculpó con Mousse, pero no se arriesgaría a dejarlo cerca del restaurante de Cologne.- Podría ir con Ucchan…

Negó con algo de molestia, quizás seguía agotada a causa de la técnica de Hinako.- Supongo que solamente queda enfrentarlos…

A pesar de sus palabras, caminó a paso lento hacia los Tendos, descansando de vez en cuando en los tejados y observando como poco a poco el sol se alejaba de la ciudad.

Abrió su cuaderno, leyendo algún que otro escrito del pasado donde se sintió igual como ahora; en ellos se quejaba por el reaccionar del resto, pero también de él mismo por no ser capaz de defenderse apropiadamente.

No solamente eso, fue incapaz de abrirse con Akane en aquella tarde, era un buen momento, pero simplemente no pudo, como si aquellas palabras no quisieran salir de su garganta.

-Pero ahora que lo pienso… ¿Qué hubiera dicho?- Sinceramente no lo sabía, ni siquiera sabía cómo sentirse con todo eso, ya que como le dijo a Akane, se sentía bien generalmente, pero en ocasiones…- Tks, que frustrante.

Buscó el lápiz que le había robado a Hiroshi, escribió un resumen de su día, se detenía un poco para caminar y volvía a los tejados al primer ruido que oía a su alrededor.

Como si de un gato asustado se tratase.

Estoy muerto, bien, pero bien muerto.

Hoy no ha sido el mejor de los días, con todo el caos que hubo en la escuela debo añadir mi encuentro con Kodachi. Me atrapó desprevenido y quedamos atrapados en una posición bastante… peculiar, pero lo peor de todo, es que de todas, TODAS las personas que podrían atraparme en esa situación; tuvo que ser la más malnacida de todas, Nabiki Tendo.

Ya tiene una foto del momento, ya me amenazó con mostrarla en la casa si no pagaba y esta vez… la reté a que lo hiciera.

¡Hubieran visto la cara que puso!

Pero mi “triunfo” fue fugaz, a esta hora seguramente todos en la casa saben de esa foto y agregando la “historia” que inventó Nabiki, actualmente deben verme como algo peor que al viejo degenerado.

No quiero ir, no quiero entrar a “mi” casa.

Tengo miedo.

Cada vez que ocurre algo así, siento que se confirma que a nadie le importa lo que puede salir de mi boca.

¿Realmente soy tan cobarde?

Últimamente es así, ni en la escuela, ni con los Tendos me siento cómodo.

Como si no debería estar ahí.

Es decir, es “mi” casa y aun así… no quiero entrar.

Ranma cerró el cuaderno tras escribir esa oración, sintiendo una punzada en su orgullo y aferrándose a ese “dolor” se dirigió hacia el hogar de los Tendos.

Solo aferrándose a ese malestar, fue capaz de apartar aquel miedo que tenía por llegar con su “familia”.

Al igual como sucedió con Nabiki, su cerebro no paraba de mandarle preguntas que lo hacían sentirse aún más confundido.

¿Qué le estaba sucediendo?

¿Acaso el “caballo salvaje” está siendo domesticado?

¿Nerima lo estaba haciendo débil?

-Mi muchacho… ¿Dónde fue toda esa ambición? ¿Quién apagó esa llama en ti?

-No.- Murmuró frente la puerta de los Tendo, aferrando una de sus manos a su pecho, como si aquello lograra calmar su angustia.- No es así, estoy bien.

Ranma Saotome siempre está bien.

Abrió la puerta, encontrándose con todos los habitantes de la casa exceptuando a Happosai.

Su corazón latía a mil, todos esos ojos se dirigieron hacia él y su nerviosismo aumentó.- (No he hecho nada malo, cálmate, tú no estás mal).

Kasumi le dio una “dulce” bienvenida como siempre, pero pronto fue opacada por los rugidos llenos de indignación por parte de Genma y Soun.

-(Si son solo ellos puedo manejarlos).- Fueron los pensamientos del joven Saotome, pero como ya había sucedido en el pasado su bocota le traicionó, liberando la ira de una angustiada Akane que no tardó en unirse a la discusión.

Parecía traicionada, dolida y otras emociones que Ranma fue incapaz de descifrar.

No lo entendía y Akane tampoco tenía intenciones de explicárselo.

Intentó hablar con calma, pero los gritos del resto silenciaban sus palabras, subió el tono e incluso llegó a empujar a uno de los adultos que había invadido su especio personal, acción que solamente molestó y confundió algunos, pero Ranma ni se molestó en girar a verlos.

Se sentía agobiado, arrinconado al igual que un perro callejero.

Cuando pensó que tenía suficiente la notó, esa sutil sonrisa que le estaba dando la Tendo del medio disfrutando del espectáculo.

De pronto todo se nubló y aquel “perro” ladró, ladró como nunca lo había hecho en el pasado.

Desde ahí todo fue confuso para Ranma… hasta que se encontró frente a frente con su madre.

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-Bienve… ¡Ranchan!

Ranma dio un breve saludo con su mano derecha, tratando de ignorar la alegría que causaba en Ukyo su mera presencia.- Yo ¿Te sientes mejor?

-Como nueva, también debo agradecer que hoy no hubieron tantos clientes.- Comentó mientras preparaba un okonomiyaki para un cliente.- Después de los dos últimos días, solamente quiero tomarme un descanso.

Ranma le dio una débil sonrisa, como si realmente entendiera el agotamiento de su amiga.- Me puedo hacer una idea, pero no te preocupes Ucchan, no molestaré mucho.- Señaló una de las mesas que se encontraban disponibles, curiosamente la más apartada del lugar.- Solamente quiero sentarme y recuperarme un poco ¿Puedo?

Ukyo no fue ajena a la expresión llena de cansancio en su prometido, es más, sus ojos no poseían ese peculiar brillo que tanto adoraba. Algo le había sucedido y por mucho que quisiera saber que era, la joven tenía un restaurante que manejar y también, conocía muy bien la terquedad de su Ranma.

-(No lo presiones Ukyo, ya tendrás tiempo para hablar seriamente con él).- Ranma era como un animal salvaje, el arrinconarlo para obtener algo de él es lo peor que podrías hacer, ella lo había aprendido por la mala.- Por supuesto Ranchan, te atenderé cuando esté por cerrar.

-Gracias Ucchan.- Ranma no se molestó en darle una sonrisa, ni siquiera una mirada, lo único que quería en este momento era escribir y soltar aquella molestia en su pecho.

Fue ajeno a las miradas de Ukyo, quién comenzó a preocuparse más al notar como escribía, tachaba y arrancabas hojas de ese cuaderno con una pasión similar a la que mostraba por las artes marciales.

Y eso la estaba inquietando un poco.- (¿Qué le habrá pasado?)- Dudaba que Akane tuviera algo que ver en eso, sobre todo por la charla que habían tenido horas antes.

Con algo de frustración se enfocó en su trabajo, ya quedaba poco para cerrar y ahí le daría toda la atención posible a Ranma.

No sé qué me obligó hacerlo, pero terminé gritando, grité como nunca lo había hecho antes.

¿No lo sé? ¿Qué no lo sé?

A QUIÉN ENGAÑO, ME SENTÍA ACORRALADO, INSULTADO Y CANSADO.

¡Se estaba burlando de mí! ¡Lo estaba haciendo en mi propia cara! ¿Cómo diablos querían que reaccionara?

¡Llevo meses lidiando con esto! ¡No necesitaba pasar por algo como eso! ¡Todo ese avance se fue al diablo por culpa de Nabiki!

¡No me importaba absolutamente nada en ese momento! ¡Ni la sorpresa en Akane, ni el miedo en nuestros padres o la preocupación de Kasumi! ¡Solamente quería sacar eso de mi pecho!

¡Me sentía listo, preparado para gritarle a cada uno de ellos sus verdades! ¡Hacer que la ligera mueca de molestia en Nabiki solamente empeorara!

Pero luego.

Pero luego…

Vi esa mirada, esa maldita mirada llena de desaprobación que me dejó helado.

Incluso al recordarlo me duele, mamá se acercó con lentitud mientras los demás se alejaban instintivamente y no podía culparlos, yo mismo comencé a retroceder por cada paso que ella daba.

-Un hombre no tiene ese tipo de arrebatos, un hombre… no, un buen hijo no le eleva la voz a sus padres.

El tono de mamá era helado, igual que su mirada y todo intento de defenderme quedó en mi garganta, no me atreví hablar y solamente desvié la mirada.

Pero aquello no le gustó y comenzó a recriminarme aquello también.

¿Por qué solo a mí?

¿Por qué a mí no me ayudas?

¿Acaso no ves al viejo Tendo? Será un hombre patético, pero cuando se trata de sus hijas salta de inmediato a su rescate.

¿Por qué tú no? ¿Para qué querías verme entonces?

No soy un buen hombre… tampoco soy un buen hijo ¿He?

¡Entonces enséñame, dime lo que tengo que hacer para complacerte!

Akane, Ucchan, Cologne y hasta el imbécil de Kuno se han dado cuenta que algo sucede ¿Y tú? ¿Realmente harás la vista gorda? ¿No te importa en lo más mínimo?

¡Dime mamá! ¡Dime como acabo con este malestar que siento! ¡Con estas dudas, con las preguntas y con esta maldita sensación de estar desperdiciando mi día a día!

¿Sabes cómo matar el impulso que siento de huir de la escuela?

¿Cómo evitar que mi confianza se debilite cada día? ¡Ni siquiera puedo utilizar el Mōko Takabisha en este momento!

¿¡Por qué siento que un día estoy en la sima y en el siguiente en lo más profundo del abismo!?

¡Dime mamá! ¿Por qué ya no disfruto de ganar?

¿Por qué me siento tan vacío?

-Dime…- Murmuró el joven lleno de dolor y frustración, ignorando por completo a la chica que se había sentado a su lado con delicadeza.

-Ranchan…- Ranma se alarmó, pero no tenía intenciones de voltearse y encontrarse con el rostro de Ukyo.

No quería que lo viera así, no quería que nadie lo viera en este estado tan patético.

-¿Estas bien?- Pronto se maldijo por soltar aquella idiotez.- (¡Por supuesto que no está bien!)- Ukyo lo sabía, Akane lo sabía y aunque habían hablado de aquello en ausencia del Saotome, no le estaban dando la importancia que requería.- Ranchan, no sé qué es lo que te sucede, pero lo he notado… desde hace tiempo, y nada bueno debe ser si te tiene así por tanto tiempo.

-…

La joven cocinera se mordió el labio por la frustración, nuevamente Ranma creaba un muro para que nadie lo alcanzara, solamente Akane era capaz de crear grietas en aquellas defensas.

Pero Ukyo estaba cansada de observar mientras la chica Tendo hacia todo el trabajo.

Utilizando aquellos pensamientos como motivación cubrió las manos de Ranma con las suyas, notó la reacción del chico, pero esta vez no iba a retroceder por la timidez de su prometido.- Ranchan, puedes decírmelo… un poco por lo menos, quizás no soy la persona con la que esperabas hablar de esto, pero créeme cuando digo que puedes contar conmigo, como tu prome… no, como tu amiga estaré para ti.

Ranma lentamente dirigió su mirada hacia Ukyo, no notó algún rasgo de malicia o que buscara ventaja de esta situación. Además aquellas palabras habían tocado un nervio y realmente quería tomarlas como verdaderas, pero ahí estaba ese miedo, le asustaba mucho dar a conocer esa parte de él y que lo vieran como algo insignificante.

Las palabras de su madre se reprodujeron en su mente, sintiendo esta vez que algo aparte del miedo crecía dentro de él, y esto lo asustaba aún más.

-Yo…- Balbuceó con torpeza, al darse cuenta de su acción se arrepintió enseguida, tenía mucho que decir y ni siquiera sabía cómo hacerlo, es más, todavía no estaba seguro de confiar en Ukyo.

Recordó sucesos del pasado, donde la castaña junto a Shampoo lo metieron en varios aprietos, pero también estaban las ocasiones que no dudó en ayudarlo.

Sobre todo cuando perdió su fuerza.

-Tranquilo Ranchan, soy la única persona aquí… tomate tú tiempo.- Ukyo en este momento también estaba haciendo un esfuerzo, incluso alguien como Ranma pudo notarlo y debía responder a ese gesto ¿Verdad?

-Si…- El miedo seguía ahí, pero si no hablaba aquel sentimiento seguiría con él, ignorarlo no había funcionado, solamente empeoró con el paso del tiempo.- (Si no hablo, nunca tendré esas respuesta que ando buscando).

Debía correr el riesgo.

-Uu-Ucchan…- Sentía que sus piernas temblaban ligeramente, una de sus manos nuevamente se aferró a su pecho y su mirada se dirigió a la mesa.- Yo, yo… no estoy bien.

Tragó duró, esperó un momento por si Ukyo diría algo, pero pronto el silencio le dio a entender que continuara.

-Estoy cansado… aburrido de la rutina, en ocasiones… cuando voy de camino a la escuela quiero dar media vuelta y correr.- Al no recibir ninguna respuesta le inquietaba, su inseguridad aumentaba con cada palabra que salía de su boca.- Escapar de todo…  siento que todos han escrito un futuro para mí, pero a nadie le interesa lo que yo deseo.

Ukyo no pudo evitar hacer una mueca ante eso, admitiendo que ella podía permanecer a ese conjunto de personas.

-Y lo peor de todo… es que ni siquiera sé que quiero, amo el arte, pero últimamente no me llena, no sé lo que me sucede… cuando escribo sobre esto parece tan grave y ahora, que lo digo en voz alta… me parece tan estúpido.

La chica quería  protestar, pero Ranma no lo permitió, algo se había activado y no quería detenerse.

-Pensé que era fuerte, que todo podía solucionar siempre que pudiera luchar, pero estaba equivocado… me siento débil, soy incapaz de confrontar a mamá y a los demás, siento que estoy solo contra esto y no creo poder ganarle.

Había muchas cosas que decir, ese miedo irracional que le tenía a su madre, el fallar las expectativas de todos y otras que ni el propio Ranma comprendía.

Pero su boca se había secado, se sintió hasta agotado tras confesar esas cosas y ahora se sentía tonto, como si se estuviera quejando por ridiculeces.

-(Ukyo se enfadará).- Ranma cerró los ojos, preparándose para el golpe y posteriormente los insultos que recibiría de la chica.

Pero lo único que sintió fue un leve toque en su mejilla, al abrir sus ojos se encontró con una pequeña sonrisa que trasmitía calidez.

La misma calidez que sentía cuando Akane se veía feliz.

-No hay nada de malo en sentirse perdido Ranchan.

-Un hombre entre hombres no se derrumba.- Murmuró inconscientemente las palabras que su madre le había dicho una vez, a la mínima pizca de malestar Nodoka  le decía aquella frase que se quedó pegada dentro de él.

-¿Y? ¿El hacerlo te hace menos humano?

-No, no lo hace.

-Exacto, no eres el único que se ha sentido así, creo que  la mayoría de personas pasa por algo así por lo menos una vez.- Pensó un momento sus palabras, se estaría arriesgando un poco al decir la palabra “miedo”, pero Ukyo quería hacer un punto con esto.- Lo mismo se puede decir del temor al futuro, a lo desconocido… yo misma viví con ese miedo por varios años.

-¿Lo hiciste?

-Sí, no fue muy bonito… especialmente si agrego todo lo demás.- Terminó de decir con una pequeña sonrisa, recordando aquellos años en los que se había aferrado al odio para seguir adelante, aun así, no negaría que también tuvo que hacerle frente a varias emociones, una de ellas era el miedo… a cómo reaccionaría al ver a Ranma.

Incluso ahora temía a varias cosas, la más obvia es haber llegado tarde a la vida de Ranma, que este nuevamente se alejara para siempre sin dejar rastro o que jamás la viera como una chica.

Pero hoy no se trataba de ella, no… no se trataba de ella.

-Ucchan…

-¿Sí?

-¿Puedes decírmelo?- Con algo de timidez preguntó, aquello parecía realmente afectar a Ukyo y aun así, parecía poder lidiar con eso y seguir adelante.- Todo eso que te afectó…

Ukyo no se esperaba esa petición, se quedó observando al chico que realmente parecía querer saber lo que sentía.- No lo sé… es mucho que decir ¿Sabes?

Una débil sonrisa apareció en Ranma.- Tengo toda la noche para escuchar… si te parece, yo también… diré cosas.

No sabía hasta donde podría decir, ni siquiera tenía idea de lo que podría decirle a Ukyo, pero trataría de ser honesto, liberar aquello por muy tonto que sea.

Ella no se burló, no le restó importancia a su malestar y Ranma realmente se sentía agradecido por ello.

Ukyo no podía quejarse por el resultado, con una pequeña sonrisa volvió acariciar la mejilla de su prometido y este, no la apartó, si era porque se sentía a gusto o simplemente por la falta de energía no lo sabía.

Se permitió disfrutar del pequeño momento antes de iniciar con su historia.- Pues, todo empieza luego de que Genma se fuera con nuestro dote.

-o-

-Recibí muchas burlas ¿Sabes? No solamente en la escuela, en el barrio en donde vivía… de mi familia.

-Siempre pensé que Ryoga era mi amigo, me parecía un hecho por todo lo que hemos vivido, nuestros combates y que gracias al otro seguimos superándonos,  pero me equivoqué… esa batalla me lo hizo entender.

No había continuidad en sus historias, en ocasiones sacaban lo primero que se les venía a la cabeza, en otras… lo que sentían que el otro debería saber.

-No sé qué hacer… la anciana quizás me esté dando una pista de lo que necesite.

-¿Nuevas técnicas?

-Más que eso.- Comentó antes de darle un mordisco a los bocadillos que había traído la castaña.- Dijo que perdí mi ambición, supongo que a mi salvajismo por buscar un buen combate… yo había llegado a una idea similar.

-Entonces… ¿Qué harás?

-Me iré.- Al notar la mirada abatida de la chica no tardó en aclarar las cosas.- Solo será por un tiempo, quiero iniciar un viaje de entrenamiento… quizás recuperar aquel deseo por batallas, encontrar más rivales y quién sabe, puede que encuentre aquella respuesta que estoy buscando.

Suspiró aliviada por eso, aun así, parecía que aquel viaje tomaría bastante tiempo.- ¿Te irás pronto?

-No lo creo Ucchan, tengo que arreglar las cosas por aquí… no quiero irme en malos términos ¿Entiendes?

Ukyo asintió tras darle un sorbo al té que había preparado, era una noche helada y el cansancio se había apoderado de ella, pero estaba a gusto a pesar de todo, últimamente la amistad entre ambos había mejorado, bromeaban y hablaban más seguido, pero nunca llegaron a algo como lo que estaba sucediendo actualmente.

Y puede que no vuelva a ocurrir.

-Supongo, también está la escuela y lo que dirá tu madre.

-Aun así, ya tomé mi decisión… si te soy sincero, mientras Akane y tú lo entiendan me iré tranquilo.

Ambos se dieron una pequeña sonrisa tras esas palabras, Ukyo quería decir algo más, pero Ranma se levantó y aquello solo significaba una cosa.

-Ucchan… gracias, no olvidaré esto.

-Ranchan… ¿Realmente te irás?

-Ya es tarde y creo que ya te molesté lo suficiente.

-No lo haces, nunca lo haces…

-Aun así, me siento bien… debo regresar en algún momento, no quiero que las cosas empeoren más.

La propuesta de que usara la habitación del ausente Konatsu se esfumó rápidamente al escucharlo, lo entendía… aun así, Ukyo se sentía un poco desilusionada.

-Entiendo… te deseo suerte.

Ranma simplemente asintió antes de dirigirse hacia la salida del lugar, la castaña lo acompañó y se quedaron en silencio por un momento.

-Regresarás… ¿Verdad?- El artista marcial no sabía si Ukyo se refería a su futuro viaje o si volvería a su restaurante para charlar.

Quizás ambas.

Salió del restaurante y con una pequeña sonrisa le respondió.- Si, lo haré… aún no escucho como Tsubasa descubrió que eras una chica.

La castaña se permitió sonreír ante eso.- Bueno, tú también puedes venir hablar de lo que sea cuando quieras… ya lo dije, puedes contar conmigo Ranchan.

-Gracias, tú también puedes venir a mí ¿Sabes?

De un momento a otro el chico desapareció de su vista, con un suspiro Ukyo cerró el restaurante y se dirigió a su habitación.

-Vaya día…- Murmuró al acostarse en su cama, ni siquiera tenía energías para ir a lavarse los dientes.- Me pregunto… ¿Qué es lo que hará ahora?

Tenía muchas dudas, mucho en que pensar a causa de la visita de Ranma.

Había ganado algo este día, la verdadera confianza de Ranma y podía asegurar que era una de las dos personas más importante en la vida del chico.

Aquello la llenaba de alegría, pero ya habría tiempo para chillar emocionada.

Ahora solamente quería descansar un poco y ya lidiaría con toda esta información el día de mañana.

-Buenas noches, Ranchan…

-o-

Ranma observó la casa Tendo, ninguna de las habitaciones estaba iluminada y eso lo había aliviado.

Con bastante facilidad saltó hacia la ventana de la habitación que compartía junto a su padre, actualmente su progenitor dormía en su forma maldita, seguramente para lidiar mejor con el frío de la noche.

Pensó en entrar, pero notó a su madre durmiendo al lado del panda y aquello acabó con toda idea de entrar a la habitación.

Subió al tejado y se quedó observando las estrellas en silencio, tratando de asimilar todo lo que había sucedido.

Las cosas no cambiarían, no al menos que hiciera realmente un esfuerzo para acabar con la monotonía de Nerima.

Habría cosas que estaban afuera de su alcance, personas que quizás jamás podrán entenderle y viceversa.

-Es mejor que nada…- Ahora sabía que tenía un problema, carecía de un objetivo claro y estaba estresado por los últimos sucesos de su vida.- Si, es mejor…

No tenía un plan claro, ni siquiera tenía pensado en lo que diría o haría al día siguiente, pero simplemente el pensamiento de poder hacer algo lo hizo sentirse mejor consigo mismo.

Quizás tardaría en recuperar su pasión, pero lo haría, de una manera u otra encontraría algo que volviera a llenarlo.

Con aquel pensamiento y una mirada llena de esperanza, Ranma cerró los ojos dejándose caer en los mundos de los sueños.

-o-

Y así es como finaliza este pequeño escrito llamado "desahogo".

Espero que haya sido de su agrado, antes de seguir comentando quisiera dejarles el enlace de mis compañeros/amigos:

 Shiro

Maelo19

Ray

Matsu

Esto inició como una pequeña idea para un “one-shot”, el primer episodio sería la primera escena y realmente no tuvo cambios, salvo que algunos diálogos y detalles extras, aunque me era llamativo el formato de “diario”, limitaba bastante el solo ver el punto de vista de Ranma y por ende desde el segundo episodio me enfoque en llevar la historia en “primera” y en “tercera” persona.

Cada episodio quise enfocarlo en un personaje “importante”, siendo los dos primeros para entender un poco más a Ranma y luego su interacción con las tres personas que consideraba “amigos”.

Ryoga, Akane y Ukyo, sabía que debía terminar la historia con el protagonista admitiendo que no se encontraba bien y que con quién lo hiciera fuera con la castaña, tengo debilidad por Ukyo, pero por la personalidad y lo que vemos en la serie (como he comentado antes, el manga siento que los flanderiza bastante y aquello les juega en contra a cada personaje) era la más indicada para comprender a Ranma.

La propia serie no se toma enserio, lo sé muy bien y de hecho, son contadas las ocasiones que se toma con seriedad un problema/conflicto/suceso de algún personaje, aun así, he querido siempre darle un toque algo más “realista” a este anime/manga, siento que es cuando más puede brillar.

Ya lo dije en “rompiendo las cadenas” y vuelvo a decirlo aquí.

Yendo a algo más personal, en aquel momento no me sentía  bien, tampoco mal, pero me sentía insatisfecho y hasta un poco frustrado por situaciones que estaban fuera de mi alcance, añadiendo mi fatiga por estar escribiendo las batallas de Second Chance, quise desahogarme escribiendo algo distinto y es cuando salió esto.

Podría haber utilizado la propia franquicia de pokémon, quizás otras que estoy ansioso por escribir, pero no tardé en decidirme por Ranma, de alguna forma sentí que era perfecto.

Mientras escribía pensaba: Esto es tanto un desahogo para mí y para el propio Ranma.

Gracias a quienes se dieron la molestia de leer toda esta historia y las notas, agradezco de todo corazón su seguimiento y palabras de apoyo en estos años.

He conocido todo tipo de personas desde que inicié a escribir Second, hice amistades, conocí más sobre mí mismo y hasta he logrado a cambiar la vida de algunos según sus propias palabras… men, aun en este momento no sé cómo reaccionar a ese mensaje.

Espero traerle más contenido por mucho tiempo y que sigan disfrutándolo.

Se despide de ustedes… un escritor de pacotilla.

-o-

Episodio anterior.

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