domingo, 14 de abril de 2024

Avance del episodio 25.

 Hola mi gente, ha pasado un tiempo desde la última vez que nos leímos.

De todo corazón espero que se encuentren muy bien, que este año les llegue solo cosas bonitas y si están sufriendo por un mal momento; no se preocupen porque el sol volverá a salir.

Vaya, eso sonó bastante bonito jaja.

Y bueno, para no hacer muy larga la espera quería mostrarles un poco de lo que he escrito, así sabré si estoy bien o algo oxidado.

¡Disfruten!

-o-

-Hmmmm…

-¿May?

-Mmmm… no molestes, es mi día libre… dormiré todo lo que quiera.- Sin embargo el destino tenía planes diferentes para la joven coordinadora. Su hermano Max siguió sacudiendo hasta que finalmente su paciencia llegó al límite, abrió sus ojos que demostraban una enorme rabia por interrumpir su sueño y el causante debía pagar.- ¡Maldita sea Max, solamente pido que me dejes dormir!

Su hermano se disculpó e intentó excusarse, pero la castaña al notar que su reloj digital marcaba recién las “ 6:45” de la mañana toda intención de escucharlo se desvaneció y preparó su puño.

Sin embargo, el escuchar de manera fugaz el nombre de cierto azabache hizo que se detuviera.- ¿Ash? ¿Ese idiota se comunicó contigo y no conmigo? 

-¡No es solo Ash! ¡Todo Kanto está en peligro! 

-¿Qué?

-o-

Su cuerpo le pedía que se tomara todo con calma, pero May ignoró el dolor por el entrenamiento y bajó rápidamente las escaleras de su casa a la vez que Max le informaba de la situación.

-(Eso no es algo que está al alcance de esos tres tontos que conocemos).- Para la antigua coordinadora era difícil imaginar el equipo rocket como algo peligroso a causa de todos los encuentros que tuvo con ciertos integrantes de la organización a lo largo de su viaje por Hoenn y Kanto. No obstante, también tuvo algún que otro enfrentamiento contra otros miembros de los rocket que sí fueron oponentes complicados tanto para ella como para el resto de sus amigos.- (Incluso si son cien veces más fuertes que los que conozco… ¿Llegar a invadir toda una región? ¿¡No es eso demasiado ambicioso!?)

-Gracias hijo, ahora con May despierta puedo irme más tranquilo.- No era una sorpresa para May el ver a sus padres levantados tan temprano, pero el rostro de su padre era de seriedad total y daba a entender que no soportaría algún “pero” ni de sus hijos, ni tampoco de su amada esposa.- Dejaré algunos de mis pokémon para protegerlos, pero quién llevará la mayor carga serás tú May.

-¿Yo?- Se señaló a sí misma la bella chica, para luego apartar esa confusión y exigir respuestas.- ¡Un momento papá! ¿¡A dónde vas!? ¿¡Qué es eso de protegerlos!? ¿¡De qué!? 

-Baja la voz.- Ordenó el líder de gimnasio con un rostro frío.- Despertarás a los vecinos, no es necesario causar un caos innecesario en nuestra ciudad.

-L-lo siento…- Aun así, May no se permitió desinflarse por la autoridad de su padre y exigió respuestas.- Pero no haré un buen trabajo hasta que respondas mis dudas papá.

Ambos se miraron por un momento, fue un instante; pero realmente parecía que Norman iba a replicar y de un momento a otro simplemente suspiró.- Muy bien… Hablemos afuera y más te vale que sea rápido, tenemos el tiempo en contra.

Se despidió tanto de su esposa e hijo, mientras May afirmaba que regresaría pronto y solo por si acaso liberó a Blaziken de su poké ball.

Al estar fuera de la casa, Norman no perdió tiempo y trató de explicarle la situación que estaba sucediendo en Kanto. No es que tuviera muchos detalles y dudaba que la policía tuviera más de la que otorgaron; pero en sí le explico a May que todas las entradas a Kanto estaban restringidas por los Rocket.

-Se nos ha pedido a los líderes de gimnasio más cercanos a la costa en ayudar a la policía internacional.- El líder de gimnasio hablaba en voz baja, no quería captar la atención de los pocos habitantes que habían iniciado su día o que su familia escuchara más de lo necesario.- Crear una apertura para que se adentren será más que suficiente, ellos saben que está la posibilidad que nuestra región sea atacada también como lo está siendo Johto.

-¿He? ¿Johto también? 

-Si, pero en menor medida… Ciudad Cañadorada y Espinanegra son las que sabemos que han sido afectadas.

-Pero… ¿Enserio crees que también están aquí? 

-Es una posibilidad, pequeña pero no imposible y por eso… quiero que estés al cuidado de nuestra familia y la ciudad.

-¿La ciudad? Pero…

-May… Eres fuerte, eso lo has dejado claro desde hace años y estos meses que has estado con nosotros solamente lo has reafirmado.- Tomó a su hija de los hombros y le dio una pequeña sonrisa.- Tienes un equipo realmente poderoso, has madurado bastante como entrenadora y coordinadora.

Norman no quiso comentarlo para angustiar más a su hija, pero internamente se decía.- (Además, si llega a pasarme algo… tú serás quién se encargará del gimnasio).

La castaña soltó un suspiro y con algo de pesar asintió a las palabras de su padre.- Haré lo mejor que pueda papá, pero por tu parte… asegurate de enviar toda la ayuda a Kanto por favor.

-Lo haré hija, trata de no preocuparte por Ash… ese chico pudo barrer con pokémon singulares y legendarios, me preocupa más de lo que le hará a los rocket si estos llegan a su pueblo.

Con una pequeña sonrisa May despidió a su padre y se quedó en la puerta observando como este se alejaba en un vehículo hasta abandonar la ciudad.- No preocuparme ¿He? Eso será muy complicado papá… ya sea por ti o por ese tonto.

Permitió que su Delcatty estuviera en el tejado acompañado de Beautifly y Glaceon, mientras que junto a ella estaría su fiel Blaziken; además de tener en su arsenal tanto a Venusaur como Blastoise.

-Hija… ¿Estás bien? 

-Si mamá, solamente fue un despertar muy… intenso.- Comentó intentando sonreír, no pudo aligerar el ambiente y su madre decidió encender la televisión para tener algo con que distraer a sus hijos.

Pero al parecer el ataque realizado por los rocket era de conocimiento nacional, todos los canales hablaban del tema y buscaban alguna respuesta por el motivo de este ataque.

-No es que aquello importe…- Murmuró la castaña mientras aceptaba la taza de chocolate caliente a su madre.- Gracias mamá.

Max también agradeció, pero estaba más enfocado en buscar algo de información extra por las redes sociales. De vez en cuando comentaba algún hallazgo y que en algunos foros  usuarios provenientes de Kanto comentaban el extraño ambiente que se encontraba en ciertas ciudades.

-(¿La gente sospechaba? Eso quiere decir que Ash…)- Pronto apartó esos pensamientos de su mente, la vida de ciudad era muy distinta a la que tenían los habitantes de Pueblo Paleta y es más, el azabache se mostraba bastante alegre por sus entrenamientos y comentaba sus pequeñas “aventuras” por su pueblo natal.- (No… lo hubiera notado, ignorando la última semana que se fue a entrenar a una montaña sin señal… se veía bien).

Se imaginó al azabache llegar de su entrenamiento y encontrarse con su pueblo reducido a cenizas.

El solo imaginarse el rostro de Ash en ese momento le estrujó el corazón.

-¡Es Ash!- Exclamó Max lleno de sorpresa, rápidamente conectó su celular con la gran pantalla del hogar y pronto los tres estaban viendo el último vídeo que había sido viralizado en las redes sociales.- Es Ash… ¿Verdad?

-¿No se ve más delgado de lo normal? 

May tuvo que darle la razón a su madre, pero aquello dejó de ser importante al ver el corto e intenso intercambio que tuvo el azabache contra un chico pelirrojo. Este último había utilizado a un Kabutops para interceptar a Ash, mientras que este último había utilizado a su criatura más reciente para realizar la misma acción que su adversario.

No había ninguna duda en él, tampoco observó miedo… ni siquiera cuando la Oficial Jenny y el resto de la policía los apuntaban con armas.

-Ese rayo…- No había duda que se trataba de Pikachu, ya se le hacía raro que el roedor no estuviera junto a Ash en una situación así.- ¿He? ¿¡Piensan seguir con esto!? 

Para su alivio el azabache había decidido alejarse del lugar utilizando a Pidgeot, el vídeo finaliza cuando se muestra la silueta de un Skarmory que parecía seguir a Ash y a sus pokémon.

Aquello había sido… intenso.

May no podía ordenar sus pensamientos con claridad, su hermano gracias a los comentarios del vídeo logró obtener información de aquel entrenador; pero a la castaña realmente aquello no le importaba.

Solamente quería saber qué fue lo que vió en la mirada de Ash, esos ojos… no eran los del Ash que ella conocía.

Ni siquiera cuando el azabache se enojaba miraba así, ni siquiera cuando aquel Lucario se burló sobre el lazo que tenía con Pikachu y Ash saltó a callarlo a golpes.

Ese no era… “su Ash”.

-¿He? ¿Te marchas? ¿Qué pasó con eso de viajar a Unova en unos meses?

-Vamos, solo me iré por unos días… no seas llorona May.

-¡No estoy llorando!

-Claro, claro… lo que digas.

-Ash, ya en serio… ¿A dónde vas? 

-Solamente entrenaré para un combate que tendré en unos días, necesito un cambio de ambiente para probar algunas cosas… es todo.

-(Mentiroso).- Fue lo que pensó la castaña ignorando la punzada que estaba sintiendo en su interior.- Max… ¿En qué día fue subido aquel vídeo? 

-¿He? Fue hace dos días…

May apretó los puños, lo que no pasó desapercibido por Caroline.- (Ese día… yo lo llamé más de una vez).

-Tranquila May, serás de las primeras personas que llamaré al volver de mi entrenamiento ¡Te lo garantizo! 

-(Mentiroso).- De pronto su ánimo bajó al llegar a la conclusión de que el azabache no confía lo suficiente en ella para contarle sus problemas; pero más le dolía el saber que en todos estos días le estuviera mintiendo.- (Eres un idiota mentiroso).

Y aun así, lo que más le importaba en este momento era que estuviera bien.

Que saliera ileso de esta, como tantas veces lo había logrado en el pasado.

-(Y cuando hayas logrado ser el héroe nuevamente… seré la primera en golpearte, eso te lo aseguro Ash Ketchum).

-o-

Y es todo por hoy.

Podía traerles el inicio de un combate, también el inicio del episodio; pero esto último ya lo hice en el avance del anterior episodio y no quise ser tan repetitivo.

En este tiempo me puse a releer todos los episodios publicados en el blog, puede sonar egocéntrico lo que mencionaré; pero realmente disfrute bastante de la lectura y hubo en más de una ocasión en la que comentaba cosas como: "Jeje en esta escena si que mamé".

Mis episodios favoritos por ahora serían: 19, 20, 20,5, 22 y 23.

Volviendo a lo primero comentado, quise traer una escena algo externa como la reacción de una de las "Poké girls" porque si es algo que algunos de ustedes esperaban leer desde hace un tiempo (Así es Anbuldx, lo digo por ti) y quise empezar con May porque es una de las chicas que menos he tocado desde que comencé a escribir en el blog.

Además así se aclaran las dudas y preocupaciones que sentía desde su escena en el episodio 15, donde era incapaz de contactarse con Ash y Brock, lo cual le causaba ciertas incertidumbres.

Bueno, no quiero comentar mucho por ahora y lo haré a través de los comentarios. Quiero saber si estuvo bien o esperaban algo más, la verdad no quiero ser tan emocional con cada una de las chicas porque eso será más cuando vuelvan a encontrarse con el azabache; pero eso no quiero decir que quiero hacer escenas "frías"... no se si me explico.

Bueno, espero que nos podamos leer pronto ;) bye bye.

sábado, 21 de octubre de 2023

Pokémon XY&Z: Second Chance - Ep 24: Carmín.

Episodio anterior. 
Siguiente episodio (Próximamente).

-o-

Hola a todos, ha pasado un tiempo… un laaaargo tiempo desde que publiqué algo y lo lamento, realmente lo intenté e intenté actualizar, pero le di prioridad a otras cosas y bueno, me distraía un poco con los directos que comencé hacer a finales del año 2022.

¿Esto es una especie de publicidad? Pues digamos que si, jugamos y hablamos de temas en mi canal: "El Akai Zx".

Dejando aquello que hasta cierto punto es irrelevante, tengo muchas cosas que decir... lo más importante que voy a ser padre.

Así es, su Akai se está convirtiendo en el pilar de su propia familia y no saben lo feliz que me hace decir estas palabras.

Pude haberlo comentado en facebook, pero sentía que debía comentarlo por aquí donde todo aquel que sigue esta historia pueda leer sobre esta nueva etapa de mi vida.

¿Que sucederá con second? Pues nada, no pienso abandonar el fic ni el pasatiempo de escribir cosas en mi tiempo libre; solo que sean pacientes si aun quieren leer cosas de este escritor de pacotilla.

Seguiré aquí, apareciendo de ves en cuando para que tengan que leer en su tiempo libre.

Ahora... ¡Vamos por los comentarios!

Agradecerle a cada uno por su tiempo al reseñar el episodio anterior, como siempre agradecí y respondí cada uno de sus mensajes :D 

y ahora… ¡Los tres primeros lugares!

El tercer lugar se lo lleva: NaruashX, nuevamente apareces siendo el primer comentario y también con un escrito muy extenso, lleno de emociones y resaltando varias cosas que sucedieron en el episodio.

El segundo lugar se lo lleva… ¡Master X!, un comentario o mejor dicho comentarios bastantes largos, además de añadir un toque burlón que siempre hace único tus opiniones y realmente costó mucho decidirme por el primer/segundo puesto.

Pero bueno… Espero que vuelvas a estar en el primer lugar, porque en esta ocasión Anbludx recupera este logro. Como siempre se explaya bastante con cada escena y aunque no entrega la misma emoción con las batallas, obtiene más puntos al encontrar siempre algo más en las escenas. 

Muchas gracias a todos nuevamente :D 

Ahora sin nada más que añadir… ¡Comencemos mierda! 

-o-

Los miembros del equipo Rocket finalmente habían escapado de la primera ruta de la región, por un momento se alegraron de aquel logro, pero al haber que aquel sentimiento de inferioridad seguía con ellos la pequeña alegría se convirtió en pavor.

Jamás habían experimentado algo similar, aquella Banette dejó una herida permanente en las mentes de aquellos sujetos.

Al llegar a Pueblo Paleta ese sentimiento de inferioridad simplemente se volvió más profundo.

-¡Rapidash ve con megacuerno!

Uno a uno los monstruos de bolsillo fueron derrotados.

-¡Termínalo con puño bala!

Fue tan rápido que no tuvieron tiempo para sacar sus armas, aquel Scizor se deshizo de ellas en un instante, para luego acabar con otro pokémon de los rocket.

-¡Pikachu, usa rayo!

Ellos no tuvieron oportunidad alguna… fueron totalmente derrotados.

Ash notaba las miradas de temor en el rostro de sus enemigos, soltó un suspiro ante lo causado por Juppeta, aunque sinceramente no desaprobaba el método de la fantasma.- (Al final del día siguen estando vivos… y eso es lo que importa).

Intentó dar un paso, pero aquella acción alteró aún más a esos hombres y mujeres.- ¡No te acerques, nos rendimos!

-…

-Por favor… no nos maten.- Fue apenas un susurro de una de las chicas, varios se habían derrumbado, se habían percatado de lo insignificantes que eran para esta misión, en retrospectiva sentían que fueron enviados simplemente para ser asesinados.

El azabache se preguntó internamente si en el pasado otras personas les habrían hecho la misma pregunta a estos matones. El solo imaginar el resultado de aquel escenario despertó la cólera del entrenador de Pueblo Paleta, la idea de ordenar a Primeape dar el golpe de gracia era apetitosa y, aun así, fue incapaz de hacerlo.

Después de todo… estos sujetos estaban muertos antes de llegar al pueblo, Juppeta se había encargado de eso.

-Esto no tiene por qué terminar de esta forma.- Comentó el azabache con un tono firme, al igual que su mirada, aún tenía dudas de esta decisión, pero no permitiría que los rocket las notaran.- Pueden largarse de aquí y vivir otro día, pero ya no podrán volver con su líder y mucho menos volver a poner un pie en Kanto. Desde hoy ya no pertenecen a esa maldita organización, vivirán una vida tranquila como la mayoría de sus víctimas y más les vale que así sea, porque yo y mi querida pokémon fantasma conocemos sus rostros, si vuelvo a verlos llevando esos uniformes sus vidas acabarán en ese instante.

El azabache había soltado la última frase con mayor ferocidad, transmitiendo así lo reales que eran sus palabras. Gary silbó ante la amenaza del azabache y al igual que sus amigos estuvo atento a la respuesta de los rocket, que seguían de rodillas sin reaccionar.

-(¿El chico que peleó con Silver es el entrenador de ese monstruo?)- La idea de volver a encarar a esa Banette los llenó de temor, algunos incluso sintieron como lo último que habían digerido subían por sus gargantas.- (¡A la mierda, esto es demasiado para cualquiera! No voy a morir así… no vale la pena incluso si es por el señor Giovanni).

Uno de los rocket se levantó con dificultad, levantó sus manos dando a entender que no intentaría nada en contra los entrenadores del pueblo.- ¿Lo dices en serio? ¿Realmente podremos salir de aquí a salvo?

Ash simplemente asintió para luego señalar hacia unos árboles.- Si se adentran por esa dirección podrán encontrar otro camino que lleva a la ruta 22, estarán a salvo siempre y cuando no molesten a los pokémon del lugar.

Una chica de los rocket no lo pensó dos veces y se sacó la parte superior de su uniforme, quedando simplemente con una camiseta blanca sin mangas.- No volveré a los rocket, es más, creo que… que no volveré a pelear.

Sus compañeros no tardaron en imitarla, pronto todos habían arrojado sus chalecos simbolizando así su separación de la organización de Giovanni.

-Gracias…- Susurró la misma chica que realizó la primera acción, pero el azabache no respondió; pensó en que decir por un instante, pero cuando cierta palabra llegó a él ellos ya estaban por abandonar el lugar.

-Suerte…- Comentó el azabache, observando como el caminar de aquellos sujetos carecía de vitalidad.- No desaproveches esta oportunidad.

-¿Crees que fue lo mejor?- Kaori sentía simpatía por ellos a pesar de todo, esa expresión en sus rostros y aquel sentimiento de miedo, inquietud y hasta de vacío lo conocía muy bien, pero al final del día son personas que estaban dispuestas a herirlos, que disfrutaban del sufrimiento ajeno y que merecían pagar por sus actos.- Después de todo… estaban de acuerdo con atacar a nuestro pueblo.

-Sí, pero estos tipos no eran los mismos sujetos que salieron de la base de los rocket… aquellos murieron al encontrarse con Juppeta.

Gary estuvo de acuerdo con las palabras de Ash.- Esos tipos ya estaban muertos por dentro, no había necesidad de ir más allá… dudo que incluso puedan volver a pelear.

-Además…- Ambos castaños se enfocaron en el azabache que llevaba una pequeña sonrisa, observando con esperanza por donde los rocket se habían retirado.- Está la posibilidad que sí aprovechen esta oportunidad, solo está en ellos mismos superar aquel miedo que dejó Juppeta en sus corazones y transformarlo en algo mejor.

-Convertir el miedo en algo mejor ¿He?- Kaori sonrío ante esas palabras, aquello era posible y sus acciones en las últimas semanas son prueba de ello, una calidez reconfortante llenó su pecho y soltó una linda risa por la sensación.- Suena bien, es lindo… y esperanzador.

Gary no dijo nada, pero aquellas palabras también lo habían tocado y en silencio recordó también las palabras que le había dado Primeape anteriormente, y por sobre todo las que su abuelo le había dedicado el día anterior.

-(Esta vez el miedo no me detendrá, no quiero fallarles, no voy a fallarles).- El investigador pokémon apretó su puño derecho con resolución, el ser lastimado no debía paralizarlo, debía seguir adelante, al igual como lo hubiera hecho en el pasado.

-o-

Gary no lo sabía, pero pronto llegaría la oportunidad para demostrar su valía.

Silver, como también el resto del pelotón liderado por Katherine y el asesino de Blaine se acercaban cada vez más hacia Pueblo Paleta.

La batalla por Kanto solamente acababa de comenzar para estos entrenadores.

-o-

Pokémon XY&Z: Second Chance

Episodio 24: Carmín.

-o-

Mientras el azabache tenía un pequeño momento de paz junto a sus compañeros, seguían desarrollándose batallas por toda la región de Kanto.

Había pueblos que estaban siendo superados completamente por los hombres del antiguo líder de Ciudad Verde, como también otros que mantenían combates muy igualados. Pero a su vez, ciudades que obtienen la ventaja contra las fuerzas del equipo rocket.

Una de estas, era la ciudad habitada por Brock y su familia.

Ciudad Plateada.

-¡Retirada, estamos perdiendo a varios de nuestros hombres!

-¡Capitán, intenta comunicarte con la base principal!- La joven se puso frente a su superior, dando a entender que le conseguiría algo de tiempo.- ¡Vamos Arbok, debemos distraerlos!

Brock le lanzó una fugaz mirada a su hermano menor, quién no tardó en captar el mensaje y ambos se prepararon para interceptar a sus oponentes.

Forrest poseía la fuerza bruta de la que carecía su hermano mayor, por lo que bastó de un solo golpe de su Rhyperior para debilitar al pokémon cobra. Brock por otro lado, poseía la velocidad de la que carecían los pokémon de su familia, en un abrir y cerrar de ojos su Crobat había atacado al capitán de aquel pelotón junto al resto de sus hombres.

Se escucharon algunas quejas y maldiciones, pero pronto se acabaron al ser incapaces de mantener la consciencia.

-Otro pelotón que ha sido derrotado.- Brock soltó un suspiro de alivio para luego chocar los puños con su hermano menor.- Buena intercepción hermano.

Forrest sonrío ante el halago.- Gracias hermano mayor, pero no debemos relajarnos… aún quedan algunos merodeando por la ciudad.

El futuro doctor pokémon sabía eso y esa fue la razón por la que se habían separado en dos grupos.- Papá y mamá llevan décadas luchando codo a codo, juntos no deberían tener problemas con los pocos rocket que lograron avanzar.

Crobat se elevó por los aires para localizar batallas cercanas, tras transmitir el mensaje a su entrenador se dirigía hacia el lugar para que Brock y su hermano le siguieran.

Forrest regresó a su pokémon insignia para reemplazarlo por un Tauros que le había entregado su hermano para desplazarse por toda la ciudad.- Luego de hoy tendré que agradecerle personalmente al profesor Oak y a tu amigo, sin ellos sería imposible movernos con tanta libertad por el campo de batalla; pero aun así… ¿Estás seguro de que Ash no los necesita?

Brock iba a responder, pero el Tauros en el que estaba montado rugió con ferocidad dando a conocer la ofensa que le causaba el dudar de las habilidades de su entrenador.- Bueno… ahí tienes tu respuesta Forrest, Ash estará bien, no sabes lo fuerte que se ha vuelto en este último tiempo.

Los dos Tauros asintieron antes de acelerar el paso para llegar a combatir cuanto antes, Brock sonrió levemente en todo el recorrido confiando plenamente en las habilidades de sus mejor amigo.- En este instante, quizás sea la mayor preocupación para Giovanni.

Los pocos rocket competentes no tuvieron oportunidad contra la familia compuesta por líderes de gimnasio, ya sea por Brock, Forrest, Lola o Flint. Las fuerzas locales no tardaron en llegar para ayudar a los protectores de la ciudad, al igual que el resto de los habitantes que se llenaron de valor gracias a los líderes de gimnasio.

En poco tiempo Ciudad Plateada fue liberada totalmente de las manos de los rocket.

-o-

Por otra parte…

-Agradezco tu ayuda, pero realmente no es necesario que interfirieran.

-Tonterías, en situaciones como esta toda ayuda es bienvenida.

Misty junto a sus seguidoras lo estaban haciendo bastante bien, pero los rocket no paraban de llegar y poco a poco la fuerza local se debilitaba. Pero la aparición de un joven de Unova le dio el tiempo necesario a la líder de gimnasio para potenciar a su pokémon más poderoso.

-¡Gyarados, danza dragón!

-¡Hay que detenerla cuanto antes!

Sin embargo, varios rocket fueron interceptados por aquel pokémon tipo acero desconocido para ellos.

-Lo lamento, pero Bisharp y yo no vamos a permitir eso.- Edel sonrió ligeramente ante la frustración de los hombres de negro.- ¡Psico-corte!

-Vamos chicas, no podemos permitir que Misty haga todo el trabajo.- Las demás asintieron a las palabras de su compañera y no tardaron en unirse al rubio.- ¡Poliwhirl usa hidrobomba!

-¡Rayo de hielo Dewgong!

-¡Vaporeon potencia a los demás con danza lluvía!

Misty sonrió para luego mirar con una frialdad total a sus oponentes.- Gyarados… no te contengas, acua cola.

Lo último que vieron algunos Rocket, fue la silueta de Gyarados acercarse a ellos.

-o-

Los miembros del equipo Rocket sabían que debían ir con cuidado a Ciudad Azafrán, varios miembros de alto rango e incluso su propio jefe había advertido del enorme poder que poseía la líder de gimnasio.

No solo eso, también estaba el dojo de la ciudad especializado en pokémon de tipo lucha, así Sabrina podría cubrir su mayor debilidad: El tipo siniestro.

Así que se habían preparado bastante para el ataque, estaban en su mejor condición y llevando a pokémon de gran nivel, que va… ¡Incluso eran liderados por comandantes de gran poder!

y aun así…

Fueron totalmente superados por Sabrina.

-Realmente esperaba algo más emocionante… diría que estoy decepcionada, pero realmente lo prefiero así.- Comentó con sutileza mientras sostenía en el aire a un comandante de los rocket con sus poderes psíquicos, sus ojos brillaban con un intenso tono dorado y una poderosa energía de color rosado la envolvía al igual que al soldado de Giovanni.- De esta forma, nadie saldrá herido… salvo a ustedes.

El sujeto intentó liberarse, pero su fuerza bruta era inútil ante el poder de la líder de gimnasio, el aire abandonaba sus pulmones y su mirada era borrosa. Sabrina al notar eso cerró su puño rápidamente, los más cercanos lograron escuchar un horripilante sonido proveniente del cuerpo inerte del soldado rocket.

Aquello provocó el pavor de varios miembros de la organización, llegando a rendirse y entregarse rápidamente a las autoridades.

Otros más tercos y sin miedo a la muerte siguieron combatiendo, intentaron acercarse a la líder de gimnasio, pero fueron interceptados por la oficial Jenny y sus hombres.

-Supongo que acabamos con la primera horda.- Comentó Sabrina mientras se comunicaba telepáticamente con su Alakazam y Gengar, sonriendo levemente al enterarse de las victorias de ambos monstruos de bolsillo.- Al parecer las entradas norte y oeste fueron interceptadas por completo.

-No tengo las palabras exactas para agradecerte por el gran trabajo que estás haciendo.- La oficial Jenny le dedicó una cálida sonrisa a la líder de gimnasio.- De no ser por ti… sería imposible mantener a todos los habitantes a salvo.

Sabrina negó con la cabeza para luego sonreír levemente a la oficial.- Un gracias es más que suficiente, es más, yo debería agradecerles a todos… sin su ayuda, mi energía se hubiera reducido hace un tiempo.

Tanto oficiales, artistas marciales y entrenadores de la ciudad sonrieron ante las palabras de su protectora, notando el gran cambio positivo que tuvo la líder de gimnasio con el paso de los años.

-No obstante, la batalla continuará… Giovanni no permitirá que ningún líder de gimnasio logre ayudar a otra ciudad, quiere dividirnos para vencer, quizás algunos de mis colegas caigan este día junto a otros inocentes, pero juro frente a todos ustedes que ningún habitante de Azafrán perecerá hoy.- El tono calmado de la líder de gimnasio comenzó a cambiar a uno más apasionado mientras más hablaba, logrando llegar así a cada uno de sus habitantes.- Ya sea un simple soldado o el mismo Giovanni caerá si se atreve a dar un solo paso en mi ciudad… ¿¡Quedó claro!?

-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

-¡Esa es nuestra líder de gimnasio!

-¡Sabrina!

-¡Sabrina!

-¡Sabrina, Sabrina, Sabrina!

Alakazam sonreía a la lejanía y Gengar reía a carcajadas, feliz por ver cómo su “pequeña” había florecido por completo.

Pronto proteger a Azafrán sería algo insignificante, había algo más grande esperando por ella.

-o-

-Espera, me rind…

PAAAM

- ¡Es muy tarde para pedir piedad enclenque!- Exclamó el teniente Surge mientras derribaba a un hombre de un derechazo.- ¡Cuando vuelvas a verte en el espejo serás irreconocible!

-(Vaya… y luego dicen que yo soy sádico).- Paul no negaría que disfrutó un poco de observar cómo Raichu inmoviliza a sus oponentes, para que posteriormente Surge terminara el trabajo a base de puñetazos.- Aún queda basura por rostizar ¿No lo crees?

Electivire captó el mensaje y rápidamente se abalanzó al pokémon más cercano, agarrándolo como un trapo y lanzándolo brutalmente contra uno de los rocket. El resto de sus rivales intentaron atacar a distancia, pero gracias al movimiento protección, Electivire permanecía ileso y listo para acabar con sus oponentes.

-¡Trueno!

-¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh!

BOOOM

Cuando el humo se esparció, tal y como el entrenador esperaba se encontraban todos sus oponentes inconscientes.

Algunos más lastimados que otros, pero aquello no le importó a Paul en lo absoluto.

-Bien hecho Electivire, esos fueron los últimos.- Comentó mientras intercambiaba una pequeña mirada con su pokémon, quién asintió sonriendo sutilmente, pero Paul lo notó de todas formas y aun así… decidió no comentar nada.- Supongo que hemos terminado por aquí ¿No?

-No, aún debe haber varios rocket dentro de la ciudad. Eso explicaría el por qué no puedo contactarme con algunos marineros.- Surge frunció el ceño al escuchar solo ruidos sin sentido desde la otra parte de la llamada.- El equipo A y C no responde por mucho que intente.

Paul levantó una ceja curioso ante esto.- Extraño, dudo que sean tan incompetentes para ser derrotados por estos debiluchos.

Surge gruñó como respuesta ante las palabras de su “compañero'' .- (Imposible, yo mismo me encargué que tuvieran la fuerza suficiente para lidiar con una situación como esta).

La pequeña “charla” entre los entrenadores se vio interrumpida por unas explosiones consecutivas por los alrededores, aquello sobresaltó a Paul y a su pokémon, pero Surge junto a Raichu no parecían afectados por esto, es más, el ex soldado parecía más preocupado por el bienestar de los marineros.

-¿Aquellos fueron los rocket?

-Algo así, dejé varios Voltorb listos para estallar si algo o alguien se acercaba a su ubicación.- Volvió a gruñir al ver que todos los intentos por comunicarse con sus hombres eran un fracaso.- ¡Maldita sea, me rehúso a creer que hayan sido derrotados tan fácilmente!

Paul soltó un suspiro ante la frustración de su “colega”, en otras circunstancias no le importaría en lo más mínimo su estado, pero esas emociones podrían jugarle en contra durante la batalla.- Explotando no conseguirás nada, debemos usar esto para analizar la situación y llegar a una conclusión de cómo actuar.

Surge por un momento quiso replicar, pero el entrenador de Sinnoh tenía un punto; es más, debía reconocer que gracias a Paul había despejado la parte central de la ciudad con suma facilidad.- Tienes razón, quizás me he ablandado demasiado como líder de gimnasio… Si sigo luchando así, perderé esta batalla.

-...

-Es este momento Carmín no necesita al líder de gimnasio Surge, sino al teniente…- Exclamó con una mirada dura, Raichu podía sentir la emoción recorrer su cuerpo e inconscientemente liberó una gran cantidad de voltaje.- Bueno chico, los marineros generalmente poseen pokémon del tipo lucha y acuáticos, estos últimos tienen varios movimientos que pueden afectar a varios oponentes a la vez.

-Agregando también que están al lado del mar pueden crear olas de gran tamaño gracias al ataque surf, con todo esto pudieron librarse fácilmente de los rocket más incompetentes.- Paul negó con la cabeza, incluso en este breve tiempo derrotaron sin mucho problema a algunos capitanes y hasta a un comandante sin dificultades.- Algo no cuadra, solo puedo imaginarme que hayan sido derrotados por tener los números en contra o también…

-Qué se hayan topado con un tipo o varios más poderosos de los que hemos enfrentado.- Terminó Surge con el ceño fruncido.- Lo cual es poco probable, los rocket son débiles individualmente,  pero al igual que los Houndour atacan en conjunto, logrando debilitar lentamente a una presa mayor y devorarla al final del día.

Paul pensaba de manera similar, los rocket no se diferenciaban al resto de organizaciones con las que se había topado en sus viajes.- Aun así, hay excepciones… pocas, pero las hay.

El joven de cabello púrpura no pudo evitar pensar en uno de sus rivales; Silver. Aquel pelirrojo que lo había derrotado hace años atrás en la conferencia plateada y que desde ese momento se había convertido en uno de los objetivos del entrenador de Sinnoh.

Sin querer, su mente recordó aquel momento en que sus caminos se cruzaron.

-o-

Fue hace tres años, cuando un joven Paul tomó sus limitadas pertenencias para partir hacia la región de Johto y participar en su respectiva liga.

Ignorando a líderes como Whitney y Clair; conseguir las medallas fue sencillo al igual que las preliminares de la liga. El entrenador de Sinnoh no tardó en ser notado por el resto de los participantes, ya sea por su gran habilidad a pesar de su corta edad o por la agresividad con la que derrotaba a sus oponentes.

Algunos intentaron socializar con él, felicitarlo por su victoria incluso, pero a Paul no le importaba hablar con personas que consideraba enclenques.

-Esa no es forma de tratar a tus pokémon.- Rodó los ojos al oír lo que su hermano ya le había comentado en el pasado, iba hacer oídos sordos hasta que ese hombre mencionó algo que llamó su atención.- Si sigues así, puede que termines igual que ese chico.

-¿Ese chico?

-Mira la pantalla.- Paul obedeció y su desinterés comenzó a deshacerse lentamente al ver el combate de un joven pelirrojo.- Sabe que supera en fuerza a su contrincante, pero ni se molesta en contenerse, quiere dar a entender que su fuerza es superior al resto.

El originario de Sinnoh podía verlo claramente, el poder de ese Feraligatr se asemejaba bastante al de su pokémon más poderoso. Pero en otros atributos su Torterra era superado totalmente; velocidad, reflejos y defensa; estaba seguro que todos los presentes tenían el mismo pensamiento.

Ese tipo es fuerte.

Los ojos de Paul brillaron levemente ante la muestra de poder, ese era un posible contrincante que si había captado su atención e ignorando al resto; el chico de Sinnoh no veía ningún problema en el estilo de aquel entrenador.

Y por eso mismo, le respondió sin ninguna pizca de simpatía por aquel debilitado Exeggutor: ¿Qué tiene eso de malo? Se supone que este lugar es para que los mejores entrenadores se enfrenten para ver quién es el más fuerte ¿No?

Aquel hombre simplemente negó con la cabeza.- Es una manera muy inmadura de ver a la fuerza, dime chico… ¿Crees que ese entrenador de cabello rojo es fuerte?

-Si.- Paul ni siquiera dudó en responder, lo que provocó un enorme suspiro en el participante mayor.- (No sé por qué, pero su reaccionar me irrita).

-¿Sabes que veo yo? Un mocoso que se desahoga lastimando a otros.

-…

-Es como si buscara atención, y la forma más fácil de captarla es mediante la violencia… es triste si lo piensas.

Paul solamente bufó y se alejó de aquel “psicólogo de segunda”, sus palabras le irritaban y sentía que le estaban quitando mérito al chico.- Finalmente veo a alguien que si se empeña a entrenar bien a sus pokémon y quieren quitarle mérito por como combate, creo que quién ve esto de manera inmadura es otro. Culpo más al otro entrenador al no retirarse al verse superado… la diferencia de poder quedó demostrada desde un inicio, no deberías quitarle responsabilidad al otro entrenador.

El adulto solamente sonrío con pesar.- En eso tienes razón, quizás solamente estoy viendo cosas de más.

Al dar por finalizada la charla, Paul se acercó a los pasillos que llevaban a los campos de batalla.

Incluso hasta ahora, el entrenador de cabello purpura no sabía porque había realizado tal acción.

Quizás su última estupidez infantil, quizás se debía a las palabras de aquel participante o simplemente por sentir algo de similitud en Silver.

Quizás… simplemente fue algo manipulado por el destino.

-Fue un buen combate.- Comentó antes que el mismo se percatara, incluso si internamente se encontrara sorprendido por sus propias acciones su rostro simplemente reflejaba dureza.

Silver al contrario no ocultó su curiosidad, incluso si fue por un instante, Paul pudo observar como su frío rostro había sido reemplazado por confusión antes de volver a dar una dura mirada.

-Hump, para nada.- Comentó con calma, muy diferente a las ordenes sin emociones que comandó a lo largo de su combate.- Ni tuve oportunidad para utilizar un tercer pokémon, debí dejar a Feraligatr para el final y quizás crear una falsa esperanza a ese tonto.

-Jeh, hubiera sido un rostro divertido de ver. - Comentó con una leve sonrisa el chico de cabello púrpura, era raro, pero aquello le pareció bastante gracioso de imaginar y lo mismo podría decirse del pelirrojo.- Mi nombre es Paul por cierto.

-Paul ¿He?

Y así… Paul había conocido a su primer objetivo.

-Soy Silver, espero verte en las siguientes rondas.

Y quizás, a la primera persona que podía considerar como un camarada.

-o-

Sus caminos no tardaron en cruzarse, fueron seleccionados para enfrentarse en los octavos de final.

Paul tenía un día para prepararse, lo primero que hizo fue revisar los datos de su contrincante y no tardó en percatarse que la información llevaba un buen tiempo sin actualizarse. No se encontraban varios pokémon que el pelirrojo había utilizado a lo largo de la liga, ni siquiera de su Feraligatr, que en teoría se trataba de su inicial.

Tenía que trabajar con lo poco que tenía, era un hecho para el entrenador de Sinnoh que su oponente utilizaría al inicial de Johto y al Sneasel que siempre le acompañaba.

Pensó en sorprenderlo utilizando pokémon provenientes de Hoenn y Sinnoh, pero el factor sorpresa no le sabría de nada si es que el pelirrojo conocía de antemano la capacidad de aquellas especies.

Al final decidió utilizar un equipo equilibrado, lo suficientemente fuertes para resistir grandes ataques y con gran experiencia para adaptarse a cualquier situación.

-¡Y comiencen!

Tal como esperaba, el pelirrojo inició con Sneasel y Paul con un peculiar brillo en los ojos lanza a su Hariyama.

-(No hay sorpresa en su rostro, entonces sabe de la existencia de los pokémon de otras regiones).- Paul ya lo suponía, era imposible que alguien de ese nivel solo conozca a los pokémon de Kanto y Johto.

-Rayo de hielo.- Un movimiento ingenuo, pensó el entrenador de Sinnoh, su pokémon poseía la habilidad sebo e incluso ignorando esto, su especie destacaba por resistir bastante bien ciertos ataques. Aun así, esquivarlo podría dejarlo vulnerable ante la velocidad de Sneasel y seguramente era lo que Silver estaba esperando.

Pero Paul tenía otros planes.- ¡Sorpresa!

El pelirrojo demostró ligero asombro al ver que Hariyama interceptó rápidamente al pokémon comadreja; conectando un veloz golpe con sus palmas. La potencia del golpe fue suficiente para causarle algo de daño y hacerle perder el equilibrio por un momento.

Tiempo suficiente para conectar un golpe.

-Aun no acabo… ¡Demolición!

Hariyama lanzó el golpe lo más rápido posible, pero antes que este conectara Sneasel ya había tomado distancia de un gran salto; en el aire no perdió tiempo y lanzó un rayo congelante que el pokémon de Paul interceptó con el movimiento empujón.

El público estaba eufórico, solamente era el inicio del combate y este ya había sido más emocionante que varias rondas anteriores.

-Tks… perdimos una gran oportunidad ahí.- Paul fue honesto, realmente esperaba que aquella apertura que había creado con el ataque de prioridad sería suficiente para acabar con Sneasel.- (Además ya revelé la mayoría de los movimientos de Hariyama en poco tiempo, debo ser cuidadoso con eso).

Silver observó a su pokémon, esta le dio señales que se encontraba en perfecto estado aunque no negaría que sintió algo de pánico ante la combinación de su oponente.- (Es bueno, estuvo estudiándome y notó a los pokémon que siempre llevo en mi equipo. Además, realmente sabe cómo utilizar a sus pokémon y no solamente se confía al tener la ventaja de tipo).

No se permitiría entusiasmarse tan pronto, pero el pelirrojo ya tenía a su contrincante en mayor estima que al resto de participantes.

-Hariyama, reduce la distancia con empujón.

-Sneasel no permitas que conecte uno de sus golpes, aléjalo con rayo de hielo y si es necesario con cuchillada.

El ataque de energía era inútil ante los golpes de palma consecutivos del pokémon luchador, no obstante, tampoco era capaz de conectar un solo golpe a Sneasel; quién contraatacaba una y otra vez con el rayo congelante que Hariyama interceptaba con su ataque característico.

Las enormes manos del pokémon parecían un muro inquebrantable a los ojos de Sneasel.

-(Sé que intenta congelar a Hariyama y así reducir sus movimientos, pero acaba de crear un patrón de ataque predecible).- Habían llegado a un punto muerto, esperando que el otro cometiera un error para neutralizarlo por completo.- (Me arriesgaré, reduciré la cantidad de golpes al neutralizar el rayo de hielo y haré que Hariyama reduzca la distancia para dar el golpe decisivo).

De esta forma recibiría el daño mínimo y aseguraba conectar un golpe.

-(Un golpe, es lo único que necesito para ganar).

Nuevamente el pokémon de Hoenn se lanzó con su ataque consecutivo, dio uno, dos, tres y fingió lanzar un cuarto cuando realmente reduce la distancia con su oponente. Para sorpresa de Hariyama y su entrenador, Sneasel pensaba de manera similar y con una siniestra sonrisa se abalanzó con sus garras por debajo de las piernas del pokémon tipo lucha.

SLASH

SLASH

Fue un instante, pero las garras de Sneasel habían brillado intensamente para luego causar dos cortes que obligaron al pokémon sumo arrodillarse.

-¡!- Paul miraba sorprendido como el combate había dado un giro completamente a favor de Silver, quién llevaba una pequeña sonrisa ante el resultado esperado.- Creaste ese patrón a propósito.

-Exactamente, un ataque directo era bastante arriesgado por mucho que Sneasel fuera superior en velocidad. Primero había que estudiar las capacidades de Hariyama y crear el momento perfecto para contraatacar. - El entrenador de cabello rojo le hizo una seña a su pokémon para que tomara distancia. – Utilice mi patrón de ataque a mi favor, sé que querías hacer lo mismo lamentablemente para ti fui más rápido.

Tanto Silver como Paul sonrieron levemente ante esto, el combate recién estaba comenzando y ya estaba siendo emocionante para ambos.

-o-

Hariyama a pesar de sus heridas había logrado conectar un golpe que le consiguió la victoria, satisfecho permitió que su entrenador lo reemplazara por otro pokémon.

Silver lanzó a Hitmontop y Paul a un Dodrio, esta vez la ventaja de tipo no estuvo a su favor y el pokémon tipo lucha se llevó la victoria.

Hariyama volvió a la acción y tras una reñida batalla, esta finalizó con un doble “K.O”.

Por un momento parecía que cualquiera podría ganar la batalla, pero Silver tomó la ventaja al lanzar a su Feraligatr, consiguió debilitar sin problemas a dos pokémon de Paul y este había logrado sacárselo de encima gracias a su Torterra.

Silver durante el combate no llevaba su rostro lleno de frialdad, ni tampoco podía verse aquel odio que siempre adornaba sus ojos; lo mismo podría decirse del entrenador de Sinnoh.

El combate estaba siendo divertido, sus pokémon recibieron heridas graves claramente, pero ninguna iba con la intención de dañar permanentemente a su contrincante.

Pero el combate tenía que llegar a su fin, quién se llevó la victoria fue el entrenador de Johto con su Nidoking variocolor.

Entre los gritos el chico de Sinnoh pudo escuchar un “buen combate”.

-Hump… lo mismo digo.

-o-

Paul podría haberse retirado y volver a su región, aun así, decidió ver hasta donde llegaba el entrenador que lo había eliminado de la liga.

No llegó tan lejos, fue completamente derrotado por el entrenador que más adelante terminaría siendo el ganador de la conferencia plateada: el que en el futuro se convertiría en el campeón de Kanto y Johto.

Lance el doma dragones.

Aquel sujeto que le estaba “sermoneando” por el estilo violento de Silver.

-o-

-(Quién diría que un tipo “bonachón” fuera tan fuerte).- Una parte de Paul le decía que su hermano mayor a pesar de su “carácter débil” era fuerte, pero se negaba a escucharlo.- (El mundo es un lugar muy grande, aun me falta mucho por mejorar).

-Sí, la liga finalizó… hice todo lo que pude para empujarlo al límite, pero ni Nidoking fue capaz de derribar a su Dragonite.- Silver pasaba cerca del lugar en donde estaba reposando el entrenador de Sinnoh, ambos evitando la multitud y toda la celebración que estaban haciendo por el ganador de la liga Johto.- Además, estoy seguro que aquel ni siquiera era su Dragonite principal y era una cría nueva.

-(Con que ese es el poder de un campeón ¿He?)- Paul no demostró su sorpresa, pero internamente le era difícil que un pokémon recién criado en las manos correctas era capaz de barrer el piso con entrenadores del nivel de Silver y también de él.- (Aun así, es igual de sorprendente que haya notado las diferencias entre los dos Dragonite… quizás aprenda algún que otro dato hablando con él).

Era más fácil decirlo que hacerlo, desde que partió de Sinnoh se había sentido orgulloso de nunca depender de alguien. Así que le fue difícil ignorar aquel orgullo que le exigía que se alejara lo más posible del pelirrojo.

Pero el joven mencionado se la hizo fácil, apoyándose también en el muro en el que se encontraba Paul descansado del ruido del lugar.

No hablaron, Silver seguía en su llamada y en más de una ocasión demostró molestia, ira y hasta se atrevía decir miedo.

¿Con quién estaba hablando?

-Está bien, veré si consigo algo más de información en Kanto… si, adiós Sird.

-…- Paul quiso preguntar, pero el pelirrojo simplemente murmuró un insulto antes de abandonar el lugar.- Con que Kanto ¿He?

Quizás su viaje a Sinnoh iba a retrasarse unos meses más.

-o-

-(Realmente no entiendo porque recuerdo eso en este momento).- Paul gruñó y se maldijo así mismo por perderse en sus pensamientos en un momento como este, ya tendría tiempo para pensar en el paradero del pelirrojo aunque ya se hacía una idea hacia dónde se dirigía.- Oye Surge, ¿La policía también está aliada contigo?

-Por supuesto, pero están más enfocados en refugiar a los civiles.- Decidió guardar su poké-gear, la posibilidad de que los marineros hayan caído frente a los rocket aumentaba.- Eso no quiere decir que no estén dispuestos a combatir, pero creo que su labor actual es igual o más importante que la nuestra.

-No me metas en tu saco, yo no estoy aquí porque quiero.

-Si, si, si… Como digas mocoso.- Paul frunció el ceño para deleite de Surge, pero el teniente dejó las burlas para más tarde y se enfocó en lo importante.- Bueno, será mejor atacarlos antes que se organicen para un contraataque. Si queremos ver algo positivo a la derrota de mis hombres, es que puedo hacerme una idea del poder mínimo que poseen estos rocket en conjunto o individualmente.

Paul tuvo que darle la razón al líder de gimnasio, el quedarse sin hacer nada sería lo peor que podrían hacer al darle el tiempo necesario al enemigo para reagruparse.- Tienes razón, además combatir en el muelle nos dará más libertad para atacar que dentro de la ciudad.

Surge lo miró por un momento y alabó en silencio al entrenador.- Fácilmente podemos lanzarlos al océano y rostizarlos con un ataque eléctrico de nuestros pokémon.

-Hump… suena bien para mí.

-o-

Ash contemplaba la entrada del pueblo con inquietud, habían pasado solo unos minutos desde su último encuentro con miembros del equipo rocket y con la actitud de estos últimos, tenía la pequeña esperanza que todos los que sobrevivieron a Juppeta tiraran la toalla y se alejaran lo más lejos posibles de la zona.

-(Pero lo dudo… si algo he aprendido en los últimos meses es lo testarudo que pueden ser los seres vivos).- Internamente sonrió de manera irónica ante tales pensamientos, ya que él mismo era uno de ellos.- Pikachu, Primeape necesito que estén atento a su entorno… creo que este es el mejor momento para reposar un poco.

-¡Pika!

Kaori sacó unas botellas de agua de su bolso, entregándoles cada una a los chicos, Gary tomó un gran sorbo mientras el azabache tomó un poco antes de ofrecerles a sus pokémon.

Los castaños no tardaron en copiar la acción de Ash.

-Veamos…- La chica del grupo hizo un repaso a la cantidad de objetos que poseía, su preocupación se hizo el visible para el resto y no tardaron en preguntar sobre qué era lo que estaba mal.- Me quedan menos bayas y objetos curativos de lo que esperaba, ese Nidoking realmente me dejó bastante limitada. Ahora que lo pienso, tuve que recurrir a tres de mis pokémon para hacerle frente y de no ser por la habilidad de Rapidash… tks, debí prepararme mejor.

Ash con una pequeña sonrisa le tomó uno de sus hombros.- Oye, no seas tan dura contigo misma. El hecho de que hayas logrado resistir tanto tiempo hasta la llegada de Gary dice mucho de ti y tus pokémon.- El azabache no iba a permitir que ninguno de los dos se sintiera poca cosa, quizás no estaban a su nivel, pero eso no significara que fueran malos entrenadores.- Acabas de enfrentarte con un pokémon de uno de los tipos más fuerte de la región, no estoy exagerando al decir que tiene el nivel de un miembro del alto mando y aun así, lograste darle varios problemas.

-Es verdad, incluso juntos fue toda una tortura debilitar a ese Nidoking y creo que no deberíamos lamentarnos por eso, al contrario.- El castaño no tardó en unirse a la conversación, incluso con sus dudas Gary sabía que el acabar con un pokémon de Giovanni sin la ayuda del azabache ya era un gran logro para ellos.- Compara nuestra pequeña batalla con el resto del equipo rocket de hoy, para cualquiera de los tres fue completamente sencillo.

La castaña sonrío un poco ante las palabras de sus amigos.- Gracias chicos, pero eso no hace que recupere las bayas usadas.- Terminó de decir sacando la lengua.

El investigador pokémon simplemente se encogió de hombros.- Es mejor utilizarlas a que estén ocupando espacio para un posible uso que jamás llegue.

-¿Cómo en los videojuegos rpg?

-Exacto.- Gary sonrío de manera burlesca y golpeó con el codo al azabache.- No me esperaba una buena referencia de tu parte.

-Oh vamos, no soy un cavernícola Gary.

Siendo ignorada en ese momento, Rapidash aprovechó para acercarse a su entrenadora y lamerle la mano derecha para darle ánimos. Ante el gesto la castaña sonrío con cariño y comenzó acariciar a su pokémon que aceptaba gustosa las muestras de afecto.

-(Aun así, de no haber perdido tanto tiempo yo…)- No se permitiría sentir lastima consigo misma por mucho tiempo, sentía que aquello ya lo había superado y ahora por muy pequeña que fuera, si podía hacer una diferencia.

No obstante, aquellos pensamientos vuelven de vez en cuando a su cabeza y le es imposible no imaginar cómo serían las cosas si ella jamás se hubiera alejado del mundo de los combates.

-Chicos, más vale que estén preparados porque el siguiente podría ser Silver o Giovanni.- Las palabras de Ash la volvieron a la realidad, nuevamente se dijo así misma que no era momento para tener lastima y se enfocó totalmente en la batalla.- Si Giovanni es como su hijo, se sentirá insultado al ser derrotado por nosotros y vendrá para saldar cuentas.

-¿Estás seguro de eso? Si yo fuera Giovanni estaría monitoreando todo afuera de Kanto, en el caso de fallar así evitaría el ser atrapado por las autoridades.

Lo que decía Gary era bastante razonable, pero el investigador no estaba viendo más allá y era entendible, ignorando la batalla que tuvo por la octava medalla el castaño no había tenido más interacciones con el experto en pokémon tierra.

Pero Ash ya había tenido más de un encuentro con él y no como líder de gimnasio, sino como el líder del equipo rocket.

 -Seguramente era su plan original, pero todo cambia con el encuentro que tuvimos con Silver en la ruta 5 y todo lo que ocurrió después de eso.- Ambos castaños asintieron a las palabras del azabache, con la noticia de un posible ataque “terrorista” tanto el campeón, líderes de gimnasio y la policía; estarían muy atentos a cualquier viaje que se haría desde y hacia la región.- Giovanni es rencoroso, muy rencoroso, acabamos de arruinarle su invasión sutilmente con nuestra participación; con todo Kanto más preparado su organización ha perdido soldados, pokémon y dinero que le costó conseguir durante todos estos años.

Gary se llevó una mano al mentón pensando en todo lo que decía el azabache, podía imaginar en su mente una fila compuesta por “dominós”; cada uno más grande que el anterior y que el más pequeño de estos sea el responsable que el resto cayera. Siendo este dominó pequeño la batalla que tuvo Ash con Silver en la ruta 5 y el grande sean los planes de Giovanni.- Diablos, si lo vemos así el tipo debe tenerte bastante cólera… también tenemos el hecho que has “derrotado” a su hijo en dos ocasiones. Quizás no lo quiera como uno, pero sigue siendo su sangre y pueda ver las derrotas de Silver como suyas.

Fue en este momento que Kaori decidió unirse a la conversación echandole más “leña al fuego”.- Más importante, eres el causante que pierda 5 de sus pokémon; quizás no sea su equipo principal, pero debían ser piezas importantes para misiones y no se… cosas de mafiosos.

Ambos castaños observaron al azabache con cierta lástima y comentaron al mismo tiempo un: Estas jodido.

Ash simplemente se rascó su mejilla izquierda con algo de torpeza mientras evitaba el contacto con sus amigos.- Lo importante es que Giovanni vendrá… si o si, ignorando si Juppeta actualmente logre derrotar a Silver o no, el “final boss” vendrá aquí para hacerme pagar por meterme en su camino y es ahí cuando me encargaré de patearle el trasero.

Gary sonrío con burla.- Espero que puedas con ello, por como yo lo veo mínimo debes hacerle frente tanto a padre como hijo; no es por menospreciar a tu “pokémon psicópata”, pero tú le ganaste a ella y Silver tiene un nivel similar al tuyo.

-(Tengo eso en mente, pero un combate es impredecible hasta el último momento… espero que Juppeta gane, pero por otra parte, si Silver acaba con ella no me sentiré mal y me sentiré conforme con tal que haya debilitado a su equipo).

Incluso si sus amigos lo entendían por pensar así, no se atrevió a decirlo en voz alta.

Se sentía tan… fuera de él.

-o-

En ciudad Fucsia hubo problemas.

Janine junto al resto del clan ninja superó por completo a las primeras hordas, pero las últimas tropas invasoras demostraron tener más poder de lo que imaginaban.

No, la futura líder del clan había notado algo más en la forma de combatir de sus oponentes.

Parecían más que preparados para enfrentar el clan, conocían la forma de atacar y el cómo neutralizarlos.

Incluso llegando a causar bajas en las fuerzas del clan, pero no hubo tiempo para lamentos e internamente juraron honrar a los caídos tras finalizar la batalla.

Ahora lo primordial era proteger la ciudad.

-(Es imposible, todo aquel que ha logrado ver el verdadero estilo de nuestro clan no ha vivido para contarlo).- Janine apenas salió ilesa de los disparos, no perdió tiempo y tomó distancia rápidamente limitando la visión de los rocket con la cortina de humo creada por su Weezing.- (Es más, parecen estar capacitados físicamente también para seguirnos el ritmo hasta cierto punto).

La líder de gimnasio soltó un suspiro de alivio al ver que sus camaradas aprovecharon el movimiento de su pokémon para tomar distancia, Janine no podía desaprovechar esta oportunidad y ordenó a dos de sus Crobat atacar con movimientos de gran alcance.

El primero limitó los movimientos del enemigo con afiladas ráfagas de aire, el ataque causó leves cortes en los rocket que maldijeron en silencio y utilizaron aquel malestar como motivación para seguir combatiendo. Sin embargo, cuando el humo se había esparcido junto al ataque de aire, los rocket se encontraron a metros de una poderosa ráfaga de fuego que estaba a punto de impactar contra ellos.

BOOOM

La mayoría de sus pokémon eran del tipo acero, por lo que rápidamente fueron debilitados por la onda ígnea creada por el segundo Crobat.

-Quizás sepan el estilo de nuestro clan, pero no dependemos principalmente de eso.- Janine comentó revelando su ubicación con una pequeña sonrisa, generalmente no destacaba mucho por su habilidad como ninja, pero obtuvo el reconocimiento de su padre y el resto de su clan al mejorar como entrenadora.- Los tiempos cambian y hay que saber adaptarse, esta no es la misma guerra que lucharon nuestros ancestros.

El resto de ninjas asintieron en silencio, entendían el razonar de la hija de su líder, pero ellos destacaban por ser los protectores que permanecían en la oscuridad y evitaban generalmente combates directos.

Generalmente entrenan toda su vida junto a una limitada cantidad de monstruos de bolsillo, en batallas largas no eran los guerreros más factibles y en esta ocasión tendrían que depender de Janine junto al resto de entrenadores.

Así que varios prefirieron mantenerse ocultos, esperando el momento indicado para eliminar a los rocket uno por uno.

-¡Crobat usa viento afín, Weezing quema a los más cercanos con fuego fatuo, Ariados neutralízalos con red viscosa!

El resto de entrenadores intentaron cubrirla, pero estos oponentes estaban fuera de su alcance y en un parpadeo fueron derrotados. Momento en que los ninjas hacen su movimiento para evitar otra muerte inocente en su ciudad; pero esta estrategia no pudo mantenerse por mucho tiempo y algunos fueron interceptados por los rocket.

La líder de gimnasio logró salvar algunos, pero tras repetir esta acción más de una vez se convirtió en un blanco fácil.

Recibiendo varios ataques de los pokémon enemigos.

Aún así, siguió adelante y junto a sus pokémon le hizo frente a la amenaza con todo lo que tenía.

Pero no fue suficiente.

-Ahh… Maldita sea, yo…- Intentó ponerse de pie, pero sus heridas no se lo permitieron, había sido entrenada para soportar el dolor, pero esta vez fue incapaz y sus ojos se dirigieron a su brazo.- Ariados, necesitamos detener el sangrado.

-¿¡Enserio crees que te lo permitiré!?- Gritó uno de los rocket con una siniestra sonrisa, su cuerpo se veía igual o más lastimado que el de Janine; razón por la que se había jurado así mismo acabar con la joven ninja por todo el daño que le había provocado.- ¡Desaparece de una vez maldita perra!

Aquella fue la señal de Aggron para atacar, en poco tiempo reunió una gran cantidad de energía y lanzó un poderoso ataque desde su boca.

-¡Señorita Janine!

El Crobat que aún permanecía consciente intentó llegar hacia su entrenadora, pero fue rodeado por un grupo de Magneton que no tardaron en atacar con sus ataques eléctricos; logrando evadirlos en el último momento, tristemente ya no poseía el tiempo necesario para evitar la muerte de su entrenadora.

Rugió el nombre de Janine con impotencia, pero en un momento sintió una poderosa presencia que le causó esperanza.

-¡Giro rápido!

Todos los soldados de Giovanni miraron incrédulos como un pokémon apareció de la nada y neutralizó el foco resplandor de Aggron con suma facilidad.

Pronto dejaron la sorpresa de lado e intentaron atacar nuevamente a la líder de gimnasio, pero el pokémon recién llegado creó un campo de energía que la mantuvo a salvo del ataque combinado.

Janine mostró sorpresa genuina al ver al pokémon Forretress protegiéndola con tanta determinación.

Solo conocía a un Forretress con tal poder y le pertenecía a…

-Padre…

De un momento a otro, varios rocket comenzaron a ser atacados desde diferentes lados ya sea a través de golpes, cortes y ataques de diferentes pokémon.

-No puede ser, nos habían informado que te habían neutralizado en Johto…- El líder de aquel pelotón no se molestó en voltear, podía sentir la punta del kunai rozar su cuello y con ello su destino se encontraba sellado.- Nuestro maestro se encargó personalmente de eso.

-Lo intentó, pero al igual que en el pasado falló.- Tras esas palabras Koga degolló al tipo que había intentado asesinar a su hija, sus instintos le advirtieron del peligro y sin siquiera voltearse a encarar a su oponente utilizó el cuerpo del recién caído como escudo, lanzándolo contra el ataque eléctrico y tomando distancia en un instante.- Deberías concentrarte en tus propios oponentes, mis Crobat ya acabaron con tus compañeros.

-¡!

-¡Veneno X!

SLASH

Koga no se molestó en observar como el último rocket caía inerte al suelo, su visión se enfocó de inmediato a los miembros de su clan que habían sido gravemente lastimados en la batalla.

Sobre todo en su hija, quién ya se encontraba vendada utilizando un pedazo de su vestimenta y con algo de dificultad se acercaba a su dirección.

-Padre…

-Hiciste un buen trabajo protegiendo la ciudad en mi ausencia, estoy aliviado de poder llegar a tiempo.

La actual líder de gimnasio sonrió ante las palabras de su padre, pero aquella alegría no duró mucho al recordar las bajas que tuvo en la batalla y el cómo a pesar de todos sus esfuerzos fue incapaz de detener al equipo rocket.

-No papá, no hice un buen trabajo… de haber sido más competente…

-Eres más fuerte de lo que yo fui a tu edad, es más, si estos fueran entrenadores corrientes no hubieran tenido oportunidad contra ti y el resto de nuestro clan.- Koga puso su mano derecha en el hombro sano de su hija para consolarla, aunque internamente solamente quería atraparla entre sus brazos.- Estos tipos conocían nuestras técnicas y cómo superarlas, sólo alguien podría entregar esta información a Giovanni y encargarse especialmente de causar bajas en nuestra familia.

Janine observó con interés a su progenitor, su rostro refleja total rencor hacia el sujeto que se había aliado con los rocket.

-(Hisao, juro que haré hasta lo imposible para traer tu cabeza hasta nuestro clan).- Juró el actual líder del clan, trató de guardar su frustración y cólera hacia su antiguo hermano de armas para cuando por fin se reencontraran.- Ya habrá tiempo para explicaciones Janine, lo primordial es acabar con el movimiento de Giovanni y sus hombres. Seguramente estos no serán los últimos que vendrán a invadir nuestra ciudad, pero no te preocupes por eso, yo personalmente me encargaré de ellos con algunos miembros del clan.

La actual líder de gimnasio pensó que la estaban dejando de lado, intentó replicar, pero su padre no se lo permitió.

-Tú junto al resto de nuestra familia se encargarán de cubrir a las ciudades más cercanas, Azulona es demasiado para que Erika pueda protegerla por si sola y aun no conocemos el estado de Ciudad Verde ¿Quedó claro?

-¡Sí padre!

-Perfecto, es tiempo de recuperar nuestra ciudad.- Koga notó a uno de sus Crobat en el aire, informando que llegaban más rocket por el norte.- Se aproximan, será mejor que te vayas cuanto antes hija.

Janine asintió determinada, regresó a sus pokémon y pronto se reunió con el resto de su gente.- Ten cuidado padre.

-Lo mismo va para ti hija.

-o-

Es curioso, me he preparado toda mi vida para el combate, mentalizándome para estar listo para enfrentar cualquier adversidad.

Pero al final, siento que uno nunca está listo del todo para la guerra.

Mientras más me adentro en Ciudad Verde, tanto mi pelotón como yo notamos el desastre causado por el equipo rocket: edificios y casas destruidas, los parques y las plazas ardiendo en llamas, y lo más devastador es ver tantos pokémon, civiles y policías caídos en combate.

Cuando pensé que había perdido toda empatía gracias a los años que he estado en el ejército, nuevamente la vida me demuestra lo equivocado que estoy. Aprieto mi arma con más fuerza de lo necesario y la cólera comienza a crecer dentro de mi pecho; mi fiel Arcanine me avisa de presencias cercanas y una parte de mí espera que sean miembros del equipo rocket para poder liberarme de estos sentimientos que me invaden.

-¡Mierda, es el ejército!

-¡Muk ve con bomba lodo!

Bingo.

Mi pokémon no espera una orden y se adentra fácilmente con velocidad extrema, no le da tiempo al hombre de gritar o pedir clemencia, en un instante acaba con él con un ataque de fuego.

No hay movimientos llamativos, ni una combinación destacable, solamente ataques precisos para neutralizar o aniquilar al objetivo.

El resto del pelotón se encarga de neutralizar a los pokémon del tipo veneno, tras eso nos seguimos abriendo paso aniquilando a todo aquel que trabaje para Giovanni. Arcanine se lanza al ataque directo, mientras yo le creo aperturas a base de disparos junto al resto de mi equipo, no pasa mucho tiempo antes de que captemos la atención de más enemigos; la situación se complica, pero mis hombres lanzan a sus respectivos pokémon para equilibrar la balanza. 

-¡Avalancha Golem!

-¡Pidgeot aire afilado!

Los fuertes aleteos de Pidgeot impulsa ligeramente el ataque de Golem, causando pavor en nuestros enemigos y que se enfoquen completamente en esquivar el ataque combinado, ignorando como dos de mis compañeros lanzan a sus Electrode que paralizan en un abrir y cerrar de ojos a todos los rocket.

Seguramente el superior Surge reirá entusiasmado cuando descubra que aún se utilizan sus estrategias.

Derribamos a los pokémon, estas basuras de seres humanos piden clemencia y parecen derrumbarse al estar frente a un arma.

Es una reacción natural, pero no puedo evitar sentir asco cuando hace un momento atrás no tuvieron ninguna pizca de duda al atacarnos.

Noto que varios de mis hombres llegan a pensamientos similares, uno posee una mirada asesina y solo espera la orden para disparar.

Puedo entenderlo, algunos de nosotros no quedamos ilesos tras este encuentro y queremos desquitarnos de alguna manera.

Nuevamente me doy cuenta de lo equivocado que estaba, pensé que estaba preparado para perder a compañeros durante la batalla, pero aquí estoy, cargando con un gran ardor que no para de crecer.

Y esto solamente por ver a varios de mis hombres heridos.

Al final del día, no somos más que simples seres humanos.

Pero…

Quiero creer que somos mejores que ellos.

-Entreguen tanto sus armas como pokémon, será mejor que cooperen por su propio bienestar.

-¿O qué?

Mi respuesta fue un rápido golpe que terminó noqueando a ese idiota. ¿Enserio es incapaz de entender la situación en la que se encuentra?

Al menos mi acción dio a conocer al resto que no estoy bromeando y asienten en silencio, entregan sus pertenencias con dificultad debido a la parálisis y esperan nuestro siguiente movimiento con temor.

Me contacto con otro pelotón, solicitó también botiquín para tratar a los heridos y así que logren volver a salvo a la base. Pero mi equipo no se toma muy bien estas palabras, especialmente la más joven que le resta importancia a sus heridas e intenta levantarse, pero el dolor le impide terminar lo que inició y entre maldiciones permanece sentada junto al resto.

-Es suficiente, nuestro objetivo no es demostrar quien la tiene más grande, y tampoco es acabar con el equipo rocket.- Exclamé con un tono firme, silenciando cualquier reproche o respuesta que intentan dar.- La prioridad como equipo es el salvar vidas, rescatar a todo civil posible y alejarlos de la zona de combate. No obstante, recuerden lo que mencioné… ¡Nuestra prioridad es salvar vidas! ¡Eso también los incluye a ustedes!

-...

Arcanine se pone a mi lado y ladra para apoyarme, acaricio su pelaje para tranquilizarme y para borrar de mi mente imágenes de un duro pasado, puedo escuchar claramente los disparos y los diferentes ataques que se realizaron en aquel día; sentir el roce de la muerte y el cómo arrastra consigo las almas de compañeros como enemigos.

-¿¡Quieren que sus familias esperen un reencuentro que jamás ocurrirá!?- Quiero continuar, soltar aquellas emociones que aún están dentro de mí, pero al ver sus expresiones soy incapaz de continuar… los más jóvenes recrean un escenario así en sus mentes y sus ojos parecen llenarse de lágrimas,  mientras los que participaron en aquella batalla a mi lado simplemente cierran los ojos intentando apartar inútilmente aquellos amargos recuerdos que jamás nos abandonaran.- Veo que lo entienden ¿Verdad? No les pido que no sientan, pero les ordeno que se enfoquen en la misión y si no se encuentran en condiciones de seguir quiero que se retiren, no hay nada de malo en eso… saber cuando retirarse no es señal de debilidad.

-Sargento, yo… lo entiendo, lamento ser tan necia.- Niego con la cabeza, yo también fui joven y poseía aquella ardiente voluntad; sentía y quería hacer la diferencia durante la batalla.- Aun así, me aseguraré que Houndoom los apoye todo lo posible en este momento.

-Me parece excelente, ahora… será mejor que nos enfoquemos en aguantar.- Doy la señal para cubrirse, nuestros combates ya habían llamado la atención del enemigo y estoy seguro que mi discurso no fue la excepción. Por ahora solamente nos queda resistir hasta que llegue la ayuda; debemos ser cuidadosos con nuestros movimientos, lo único bueno que encuentro de esta situación es que los rocket se centrarán más en derrotarnos que atacar a los civiles.- ¡Aquí vienen, necesitamos aumentar nuestras defensas!

-Electrode usa pantalla luz.

-Nosotros no nos podemos quedar atrás… ¡Reflejo!

Comparto una mirada con mi fiel can de fuego, este asiente y capta de inmediato mi mensaje; se aleja de nuestra ubicación utilizando el ataque de prioridad y esparce al equipo enemigo con un poderoso ataque de fuego.

Es nuestra oportunidad.

-¡Fuego!

-o-

Fue duro, pero conseguimos aguantar hasta la llegada de los refuerzos.

El líder del pelotón recién llegado me actualiza de la situación, se les ha sido imposible comunicarse con el campeón de la región y a la vez; la batalla entre Lorelei y Agatha se sigue expandiendo por la ciudad.

Se nos acaba el tiempo, cada vez las explosiones se escuchan más cerca y no solo eso, tanto para mí como al resto ya es visible ver como más de un edificio es derribado por la batalla entre ambas entrenadoras.

A pesar de la situación me es imposible no quedarme con la boca abierta ante el poder que posee la élite de la región. Pero cuando llego esa conclusión más rabia siento hacia la vieja que estuvo cuidando el gimnasio de Ciudad Verde todo este tiempo.

De no ser por este combate… ya habríamos recuperado la ciudad y Giovanni sería historia.

Pero no es tiempo para maldecir, tenemos los minutos contados y debemos seguir buscando civiles alrededor de la zona. Todos lo entienden y es por eso que el otro pelotón se retira junto a los heridos de mi escuadrón, no sin antes desearnos la mejor de las suertes.

-Bien, aún nos queda toda esta avenida… ¡Separémonos!

-¡Sí!

Cada uno de nosotros entra en una casa junto a su pokémon, Arcanine se me adelantó y corrió hacia la casa que se encontraba en peor estado; no hay que ser un genio para descifrar que su olfato detectó a algo.- Buen chico, pero desde aquí es mejor que evites usar tu olfato. Conozco muy bien el olor de los Grimer y las toxinas de los Koffing.

Mi compañero lo entiende, su rendimiento puede disminuir al tener contacto directo con esos olores y además; viendo el estado de la vivienda no es difícil llegar a la conclusión que los rocket siguen estando cerca o en la misma casa.

Cargo mi arma y con un susurro le pregunté: ¿Listo?

Rápidamente carga hacia la puerta, Arcanine la abre fácilmente de una tacleada y sin perder tiempo me adentro a la vivienda listo para disparar al posible enemigo.

-¿Nada?- Las paredes tenían leves cortes, quemaduras y uno que otro cráter, además que gran parte del segundo piso se había derrumbado. Pero lo que me resulta más llamativo es el interior de la casa… parece casi intacto.- Al parecer los rocket no tuvieron oportunidad de explorar toda la vivienda… eso es una buena señal.

Quien sea el que estaba combatiendo, había logrado su cometido y ahuyentó a los rocket, bien hecho.

-¿Arcanine?- Mi pokémon captó mi atención, al parecer algo había llamado su atención y parecía estar entre los escombros.- No me digas que…

Se escuchaba un chillido, algo o alguien estaba atrapado ahí.

No perdemos el tiempo y empezamos a quitar los escombros, lo primero que logramos ver unas grandes alas; luego una mano y con ello la adrenalina se apoderó de mi cuerpo, quitando objetos que generalmente no podría por mi cuenta; Arcanine ladraba intentando despertar a los heridos y uno de ellos parecía reaccionar ante las acciones de mi pokémon.

Al quitar todo, tomó distancia para que los afectados puedan respirar de mejor forma; a la vez, que observó con más detalle a los que seguramente ahuyentaron a los hombres de Giovanni.

Era un joven, seguramente de una edad similar a la de mi hijo; a su lado se encontraba un mal herido Golbat que incluso inconsciente parecía intentar proteger a su entrenador.

La escena causó cierta calidez en mi corazón, ambos intentaron proteger al otro con sus brazos y alas respectivamente, incluso en una situación en la que seguramente no lograrían sobrevivir habían intentado proteger al otro.

Era conmovedor… Incluso en la guerra, nosotros podemos sacar a relucir lo mejor de nosotros.

-Chico, oye… ¿Puedes oírme?- Los ladridos de Arcanine lograron hacerlo reaccionar antes, quizás se deba porque también tiene uno o a su preevolución.- Estamos aquí para ayudar, resiste, tu pokémon te necesita… lo hicieron bien, deben levantarse y mostrarse orgullosos por proteger su casa.

Arcanine también ladra, con un volumen muy superior al de antes; quizás también fue tocado por la imagen que tenemos frente a nuestros ojos y quiere asegurarse que ambos se encontrarán bien.

Lo entiendo camarada…

-Ganaste, no… Ganaron, tienen prohibido caer ahora, no pueden entregarle esta agria victoria a su familia.

Para nuestra alegría el chico parece abrir los ojos, nos mira por un momento, confundido, desorientado y no tarda en llegar todo a su cabeza. Sus ojos se dirigen rápidamente hacia su Golbat, que también se encontraba consciente mirándole con alegría.

Los ojos de ambos brillan con más intensidad que una explosión, como si fueran a llorar en cualquier momento, pero no sale ninguna lágrima y en cambio sonríen con complicidad.

-Lo logramos Golbat… ganamos… estamos vivos.

Me es imposible no sonreír ante el intercambio, el chico con dificultad pide que saque la poké ball de su Golbat para que pudiera descansar, obedezco y tras cumplir su pedido lo tomo para levantarlo, pero este me lo impide.

-El sótano, mi familia… se encuentra en el sótano.

Arcanine no pierde tiempo y corre hacia el interior de la vivienda, yo trato de tranquilizar al chico al informarle que su familia se encuentra bien, que había hecho un gran trabajo protegiéndolos, seguí hablándole para mantenerlo consciente.

A la vez, mi escuadrón me informa que rescataron a otros civiles, cumplimos un objetivo de la misión y ahora solamente nos queda retirarnos hasta llegar al refugio.

Entre reojos observo el reencuentro entre hermanos, lo último que queda será lo más duro, tendremos que ser más precavidos si queremos evitar conflicto… actualmente somos muy vulnerables al llevar a los civiles.

También está la batalla entre las entrenadoras de élite, si tardamos lo suficiente podríamos ser alcanzados por el combate y sería nuestro fin.

Aun así, cumpliremos está misión sin fallos.

-Siganme, tenemos que retirarnos cuanto antes.

Mi determinación está restaurada, me rehusó a permitir que los rocket causen otra baja en esta ciudad.

-o-

Un edificio había sido totalmente derrumbado por la colisión de ambas esferas de energía.

BOOOM

En términos de velocidad, tanto Froslass como Gengar estaban igualados y por un breve momento, parecía que su poder también. Tristemente para Lorelei, el pokémon fantasma se liberaba de los sarcófagos de hielo con suma facilidad al hacer explotar su propia energía.

No debería sorprenderle, después de todo, Gengar era uno de los pokémon de Kanto con mayor ataque especial.

-¡Bola sombra!

Mientras se abría paso esquivando los ataques de Froslass, el pokémon sombra lanzó cinco esferas de energía limitando así la movilidad de su oponente.

-¡Rayo de hielo!

Para sorpresa y deleito de Agatha, el rayo congelante se dividió en cinco ataques de menor tamaño a medio camino. No obstante, aquella variante no disminuyó la potencia del movimiento ya que fue capaz de congelar cada una de las bolas sombras lanzadas por Gengar.

-(El pensar que logró aquel dominio del hielo en tan poco tiempo es casi inquietante).- La maestra en pokémon fantasma temía más del veloz avance que Lorelei demostró con su última captura.- (Realmente se lo tenía guardado, quien sabe… quizás la reservaba para desafiar a Lance en algún futuro).

Volviendo al combate, Gengar creó una enorme onda tóxica que amenazaba con devorar todo a su paso. Los establecimientos más cercanos no soportaron por mucho tiempo el ataque y comenzaron a descomponerse, Lorelei frunció el ceño y no perdió el tiempo ordenando a su pokémon lanzar su propio ataque de largo alcance.

-Es una lástima querida, pero esas ventiscas carecen del poder necesario para parar a Gengar.

-(Eso no será necesario por ahora, estoy tratando de limitar la destrucción causada por él… aún puede haber ciudadanos ocultos en sus hogares).- El seguir charlando con su antigua compañera era innecesario, lo realmente importante era derrotarla cuanto antes.- ¡Granizo!

-¡Eso no!- Gengar rápidamente se abalanzó hacia Froslass para sorpresa de esta, quién interrumpió su movimiento para salir ilesa de las garras del pokémon sombra.- ¡No le permitas ni pestañar!

Así se dio iniciado una especie de combate de velocidad, ambos pokémon se desvanecían antes de ser alcanzados por un ataque del otro; pero en poco tiempo se adaptaron a los movimientos del otro, logrando predecirlos hasta cierto punto.

Con la intervención de Lorelei y Agatha, ambos pokémon fantasma lograron evitar conectar ataques fulminantes al otro; el combate podría haber finalizado en más de una ocasión si no fuera por las advertencias que realizan ambas maestras pokémon.

-Debo darte créditos querida… te has vuelto muy fuerte.- La anciana sonrió con cansancio, su respiración era algo agitada por todas las órdenes, advertencias y maldiciones que había soltado a lo largo del intercambio.- De haberlo sabido, me hubiera dado la molestia de enfrentarte al menos una vez al mes.

-En otras circunstancias estaría encantada de recibir un halago de tu parte, pero ahora solamente puedo sentir asco... ¡Bola sombra!

BOOM

Ninguno de los dos pokémon esperaron que el humo se esparciera y se adentraron en este, el silencio era interrumpido por el constante choque entre ambos pokémon que intentaban conectar un ataque en el otro.

Las maestras pokémon cerraron sus ojos, intentando detectar en qué lugar se posicionaría el pokémon de la otra.

Logrando así que tanto Froslass como Gengar conectaran y recibieran golpes.

La apariencia de la fantasma de hielo era deplorable, lo que parecía ser su vestimenta estaba casi destruida por completo. Gengar se veía algo fatigado, pero no se veían heridas visibles como a la pokémon de Lorelei.

-¡Ventisca/Onda tóxica!

Esta vez la ráfaga congelante no fue suficiente para frenar el ataque de Gengar y este comenzó a destruir todo a su paso, sin caer presa del pánico; Lorelei le ordenó a su pokémon frenar la onda tóxica con rayo congelante, el cual nuevamente se dividió en varios ataques para aumentar su rango de ataque.

Lorelei evitó que la ciudad fuera más destruida, pero dejó a su pokémon vulnerable.

Gengar se encontraba frente a ella y depositó con una siniestra sonrisa una bola sombra en su abdomen.

BOOM

-¡He ganado!- Exclamó Agatha con una sonrisa, observando como el cuerpo de Froslass salía disparado hasta impactar contra el edificio más cercano.- Fue un gran combate, pero fuiste bastante ingenua al preocuparte más por los civiles que por nosotros. Hubieras salvado a más gente eliminándome del camino rápidamente que al estar pendiente de tu alrededor… es una pena.

Estaba a punto de ordenar a su pokémon darle el golpe de gracia a Lorelei, pero tanto ella como Gengar notaron un cambio drástico en la temperatura del lugar.

-¿Nieve?- Pronto su rostro se llenó de sorpresa al percatarse de lo que estaba sucediendo.- Esto no es nieve… es granizo.

De un momento a otro, Froslass se encontraba al lado de su entrenadora, bastante lastimada, pero aun capaz de seguir combatiendo. Sus dudas del cómo fue capaz de resistir un ataque directo de Gengar fueron respondidas rápidamente al ver como la fantasma de hielo terminaba de masticar algo.

-Es una baya Drasi, creo que no es necesario comentar cuál es su efecto ¿Verdad?

-¡Gengar no te contengas, ve con todo!

El pokémon sombra realmente intentó de todo para conectar un ataque, pero la evasión de Froslass en la tormenta de nieve se había duplicado y desaparecía de su vista siempre que estaba por conectar un ataque.

Es como si se hubiera hecho una con la nieve.

Gengar tomó distancia y comenzó a reunir una cantidad exagerada de energía, creando una esfera de energía del doble de su tamaño.

Cualquiera se hubiera asustado, pero Lorelei al igual que fría que la nieve dio su orden sin dudar.

-¡Ventisca!

En un instante, se había creado una poderosa ráfaga de hielo que congeló en un instante a Gengar como a su ataque.

Intentó liberarse con su aura, incluso con las toxinas de su cuerpo, pero todo fue totalmente inútil.

Y tras un tiempo… dejó de pensar.

-Ya veo…- Comentó Agatha mientras veía con un rostro sereno como su bastón comenzaba a congelarse, al igual que el resto de su cuerpo.- No solo protegías a los civiles, también creaste la oportunidad para derrotarme…

-Hablas de que estamos muy atrás en poder comparado al resto de regiones, pero es tu propia mentalidad la que te hace sentirte tan débil.- Comentó la maestra de hielo mientras se acercaba lentamente hacia la anciana, pensó que esta intentaría sacar a otro de sus pokémon para intentar liberarse, pero para su inquietud esta no opuso resistencia alguna.- Los tiempos cambian, el poder bruto no lo es todo, mira nuestro combate… si hubieras utilizado algún tipo de objeto en el combate el resultado sería distinto, pero sigues luchando al igual que en el pasado… sin intentar innovar.

-Ya veo… puede que tengas razón.- La anciana sonrió levemente, cerró los ojos y levanto un poco su cabeza hacia el cielo.- Quizás mi participación en todo esto era innecesaria… mi querida región se encuentra en buenas manos.

Lorelei solamente se permitió derrumbarse cuando Agatha fue congelada por completo.

-o-

Paul creía conocer la verdadera fuerza, el conocer a Silver solamente había reforzado la idea que tenía sobre ser fuerte.

Pero en este último tiempo, se había encontrado con todo tipo de personas que han logrado que el mismo se haya cuestionado su manera de pensar.

Cynthia, Ash Ketchum, Edel y en este instante… Surge y aquel chico del equipo rocket llamado Vincent.

Al llegar al muelle de Carmín, tanto Surge como Paul notaron a todos los miembros rocket que se encontraban inconscientes junto algunos pokémon como Raticate, Arbok, Golbat y Grimer. Ver todo esto causó cierto alivio en el líder de gimnasio, pero este sentimiento no permaneció mucho tiempo dentro de sí; ya que al adentrarse más en el muelle de la ciudad encontró a varios de los hombres que había capacitado fuera de combate.

Mientras más avanzaba, más pokémon e individuos de la marina encontraba; hasta llegar al final del muelle donde un joven de tez morena acariciaba la espalda de un debilitado marinero que era incapaz de levantarse.

Ninguno de los dos entrenadores ignoró el uniforme negro que llevaba aquel joven que parecía “animar” a aquel hombre.

-¡Vamos señor, sé que usted y su Golduck pueden seguir combatiendo!- Mientras más se acercaban notaron más detalles de aquel sujeto, era bastante joven, no sobrepasaba la edad de Paul, una cabellera salvaje que intentaba cubrir con una boina negra y sus ojos de tono verdoso que no tardaron en percatarse de la llegada de ambos.- ¡Oh! ¡Tú debes ser el teniente Surge!

Paul observó sin mucho interés el leve intercambio que tuvo el líder de gimnasio con aquel chico, la actitud de este último le parecía molesta y Surge daba señales que estaba perdiendo la paciencia. Sin embargo, ciertas palabras y acciones del moreno causaron cierta incomodad en el entrenador de Sinnoh.

-¿Por qué estoy con los rocket? Pues… estaba aburrido.- Comentó luego de soltar al marinero desmayado, anteriormente lo había utilizado para que Surge se dignara a hablar con él.- Además que necesito del dinero, estoy intentando instalarme por aquí y la región de Kanto se me hizo bastante  acogedora.

El entrenador de Sinnoh podía asegurar que no mintió al amenazar con dañar al hombre, incluso si no detectaba malicia en él; este no dudaría en quitar una vida con tal de que Surge le prestara atención.

Simplemente porque estaba… aburrido.

-¡Mocoso, no interfieras en esto!- Fue lo que exclamó Surge antes de lanzar a su Raichu al combate, el pokémon eléctrico estaba a punto de lanzar una descarga eléctrica y de la nada algo lo había golpeado a gran velocidad.- ¡No pierdas la consciencia, ataca hacia tu posición anterior!

El roedor de gran tamaño se recompuso en el aire y sin perder tiempo obedeció a su entrenador, tristemente su objetivo ya no pertenecía en el lugar y no había rastros de él por ningún lado.

-¡Vaya, no esperaba que tu Raichu soportara el ataque de mi pokémon!- Comentó el moreno con entusiasmo, emoción que parecía sacar de sus casillas a Surge.- ¡El jefe no mentía, tú eres muy fuerte!

-(Seguramente se trate de velocidad extrema).- Paul no quiso profundizar más en el breve intercambio, claro que pudo deducir varios datos del atacante al recrear el momento en su cabeza; pero estaba seguro que Surge también logró deducir de que pokémon podría tratarse.- (Lo que es más peculiar es su actuar, sus habilidades como entrenador superan a la media, ya lo dejó claro en esta ronda y derrotando a todos esos sujetos).

Para Paul el mayor problema era la actitud del chico, pareciera que una parte de ese sujeto pedía a gritos ser derrotado o recibir al menos un puñetazo.

Acaso… ¿Se debe a no tener un propósito?

Llegar a esa conclusión le hizo sentir una especie de mezcla entre enfado y… tristeza.

-¿Sabes que veo yo? Un mocoso que se desahoga lastimando a otros.

-Es como si buscara atención, y la forma más fácil de captarla es mediante la violencia… es triste si lo piensas.

Las palabras de Lance llegaron a su mente y aunque no quisiera admitirlo, Paul comenzaba a entender a qué se refería el actual campeón de Kanto.

-¡Ahora!- Exclamó Surge, quién se había anticipado al ataque del enemigo al notar el ligero cambio en la brisa del viento.- ¡No lo dejes escapar!

Impulsándose con su ataque de prioridad, Raichu saltó en el momento exacto y conectó un buen golpe con su cola cubierta de electricidad.

El voltaje que había almacenado era lo suficientemente fuerte hasta para poder paralizar a un elefante, por lo que el recién pokémon identificado como un Linoone era incapaz de mover su cuerpo con total libertad.

-Rai... ¡Chu!- La descarga eléctrica lanzada por el pokémon de Surge fue devastadora, los gritos de agonía de Linoone no se hicieron esperar y de un segundo a otro el ataque de Raichu se potenció, el grosor del ataque así como la iluminación que causaba aumentaron considerablemente.

Vicent no tardó en regresar a su pokémon, fue solo un instante, pero tanto Surge como Paul lograron notar preocupación en el rostro del joven.

-Vaya, eso ha sido la acción más sensata que has hecho desde que te conozco niño. Hubieras actuado unos segundos más tarde y tu pokémon hubiera muerto rostizado.

-Tks… mi error, no debí abusar del mismo movimiento.- Murmuro el miembro de los rocket más para sí mismo que para el resto, seguido de esto tomó algo de distancia mientras sacaba de su cinturón dos poké ball que tomó con cada mano.- Pero bueno, no volveré a repetir el mismo error contra un líder de gimnasio.

-Ese es el problema niñato, no estás luchando en este momento contra el líder Surge… lo estás haciendo con el teniente.

-¡Jeh! ¿Acaso eso hará una diferencia? -Sin perder tiempo lanzó sus dos poké ball, revelando así a un Mr.Mime y un pokémon que captó toda la atención del entrenador de Sinnoh.

Era un monstruo de bolsillo de una lejana región de la cual él no tenía ningún conocimiento, pero Surge sí.

-Con que Seismitoad ¿He?- Surge no se burló, su rostro era frío y simplemente ordenó a su pokémon que fuera cuidadoso.- Es tipo agua y tierra, eso nos limita bastante así que se precavido.

Paul observa cómo se desarrolla el combate en completo silencio.

Ese tipo no parecía diferenciar entre el bien y el mal, mejor dicho; no le importa con tal que él y sus pokémon se vean beneficiados.

-(Una persona con una mentalidad así es peligrosa).- Fue lo primero que le llegó a la cabeza, pero tras pensarlo un poco, Paul llegó a otra conclusión gracias a lo dicho por Lance años atrás.- (Realmente tenía un punto ahí ¿No?)

Con aquel pensamiento le fue imposible no comparar a este chico con Silver, del primero no sabía absolutamente nada y solamente podía teorizar por el actuar que ha demostrado a lo largo de la lucha. Por otra parte, con el pelirrojo desarrolló una especie de “amistad” a lo largo de los años, lo suficiente para tener algunas breves charlas hablando sutilmente de la vida de ambos.

Aprendiendo de estas que Silver tiene un pasado trágico que lo persigue hasta el día de hoy, por mismas palabras del chico es uno del cual solo podrá escapar en el día de su muerte. Aun así, no se permitió derrumbar del todo; se abrió un camino a base de fuerza bruta hasta hacerse con una reputación en las ligas regiones y también en el “sub-mundo”.

El entrenador de Johto para los ojos de Paul era fuerte, sentía cierta empatía y respeto por él; aunque eso no quiere decir que no es capaz de ver los defectos del tipo, quizás fue porque comenzó ablandarse con el paso de los años, pero si era capaz de ver como desahogaba su frustración con ciertos tipos de oponentes.

Pero incluso con eso, le era incapaz de ver a Silver como un “buscador de atención” a diferencia del tipo que tenía en frente.

-¡Espacio raro!

El combate para Surge se complicaba, antes había logrado conectar algunos golpes gracias a la ventaja que poseía Raichu en velocidad, pero con la intervención del pokémon psíquico ahora es el roedor quién carecía de rapidez.

Aun así, logró estar fuera del alcance de Seismitoad gracias al ataque de prioridad que tenía en su arsenal, solamente debía hacer tiempo hasta que el efecto de espacio raro se desvaneciera.

Surge también era fuerte a los ojos de Paul, tenía un carácter fuerte, pero también era amable y mostraba preocupación tanto por sus pokémon como por los habitantes de la ciudad.

El entrenador de Sinnoh no podía seguir negando lo innegable, aquellos sentimientos no eran una debilidad… al contrario.

Sin embargo, Paul era incapaz de tirar a la basura sus bases luego de todos estos años, fue lo que lo ayudó a mejorar drásticamente como entrenador, incluso su hermano reconocía que su avance era más rápido que el suyo.

-Aun así…- Pensó en todos los pokémon que había abandonado solo por no cumplir sus expectativas, tratándolos como si de un objeto se tratasen y se dio cuenta que ni Silver hacia eso con los pokémon.- (Es deber del entrenador sacar lo mejor del pokémon y no al revés ¿No?)

Podía imaginar fácilmente a cierto azabache observarlo con burla diciendo: “Ya era hora que lo comprendieras”.

-(Buscaré un equilibrio, al igual que ese tonto…)- Sutilmente tomó una de sus poké ball, no fue ajeno a la mirada que Mr.Mime le había dado a su entrenador y como este último asintió.- (Bueno, ya tendremos tiempo para aplicarlo en el futuro… lo importante ahora es terminar con esto).

-¿Qué?- Surge estuvo tan centrado en mantenerse alejado de Seismitoad que se había olvidado por completo del otro pokémon.- ¡Maldito cobarde, Raichu neutraliza el psíquico con unos 100.000 voltios!

-¡Como si Seismitoad le diera tiempo para eso! ¡Vamos, acabalo con agua lodosa!

-¡Aggron usa doble filo!- El pokémon de Unova sintió el peligro y sin esperar una orden creó un campo de energía que lo protegió del devastador ataque.- Perfecto, ahora ve por el verdadero objetivo.

-El verdadero…- Vincent llegó a la respuesta demasiado tarde, no tuvo tiempo para advertir a su otro pokémon del peligro, ya que Aggron se encontraba frente de Mr.Mime en un abrir y cerrar de ojos.- ¡Mr.Mime!

PAAAM

En unos segundos, el monstruo de acero derribó a su oponente con su poderosa cola que había sido potenciada por el movimiento cola férrea.

-Con ese son dos Surge, ahora solo queda uno.- Comentó el entrenador de cabello purpura observando con dureza al miembro del equipo rocket, no fue ajeno a la pequeña sonrisa de agradecimiento que le dio el líder de gimnasio, pero decidió restarle importancia a aquello.- No iba a interferir, pero me pareció patético que utilizara dos pokémon cuando anteriormente se jactaba que te vencería fácilmente.

Internamente Paul sonrío al ver la molestia que invadió en el rostro de su oponente.- Miserable… ya verás.

-¡Aggron doble filo!

-¡Protección!

Surge observó como la capa de energía que cubrió la zona comenzaba a dispersarse.- El espacio raro ha terminado, se cuidado mocoso.

-Descuida, supera la velocidad de Aggron ligeramente o al menos eso puedo intuir con lo visto hoy.

Seismitoad aprovechó la corta distancia que poseía con su enemigo y lanzó su ataque de agua de gran alcance, el cual Aggron recibió de lleno y comenzó a ser arrastrado ligeramente por el corriente de agua.

-Perfecto, Seismitoad… ¡Danza lluvia!

Paul maldijo, Surge en cambio decidió retirar a su Raichu del combate para luego mirar hacia su compañero.- Te sugiero que cambies de pokémon, conozco las habilidades de aquella especie y estoy seguro que este posee nado rápido como habilidad.

-Aun no, quiero saber de qué es capaz antes de utilizar otro pokémon, además… estaremos indefensos por un momento, suficiente para que esa cosa nos ataque.

Surge asintió, retrocedió unos pasos y permitió que Paul siguiera combatiendo por ahora.

-¡Ahora lo pagarán, Seismitoad puño de hielo!

-¡Detenlo con Roca afilada!

Para sorpresa de Aggron como de su entrenador, el pokémon tipo agua había potenciado su velocidad suficiente para abrirse paso antes que las rocas emergieran por completo del suelo.

PAAAM

PAAAM

PAAAM

-(Incluso si es ineficaz por el tipo, con toda el agua que recorre el cuerpo de Aggron es más fácil para Seismitoad el congelarlo).- Fue lo que pensó Surge mientras observaba el intercambio con seriedad.- (Quiere incapacitarlo por completo antes de acabarlo… ¿Qué harás Paul?)

Paul sabía que su pokémon no podría resistir por mucho tiempo, ya gran parte de su cuerpo se encontraba atrapado entre las capas de hielo creadas por los golpes de su adversario.

Era arriesgado, pero le daría tiempo suficiente para contraatacar.- ¡Eco metálico Aggron!

-¡Groaaaaaaaaaaargh!

 El grito del monstruo de metálico afectó a todos los presentes, especialmente a Seismitoad que fue incapaz de seguir con su lluvia de golpes.

-¡Cola férrea!

PAAAM

Seismitoad retrocedió unos pasos por el golpe, pero a diferencia de su compañero derrotado su resistencia era muy superior y con un rugido reanudó su ataque con su movimiento a distancia.

La ola de agua era mayor a las anteriores, Aggron creó un muro con el movimiento roca afilada, pero esto no fue suficiente para detener el ataque por completo y terminó recibiendo un gran daño.

-¡Bien hecho Seismitoad, sigue así y venceremos!

-Tks…- Paul tomó la poké ball de Drapion, con sus brazos sería más sencillo incapacitar a su oponente.- (Además, ya demostró todo su arsenal y no posee ningún ataque de tierra para incapacitar a Drapion).

El sonido de una poké ball captó la atención de Paul y de Vincent, el causante de esto había sido Surge que había decidido unirse nuevamente a la batalla con un pokémon que habitaba por la zona.

-¿Un Pelipper?- Preguntó curioso el miembro del equipo rocket.- No esperaba que tuvieras un pokémon que no fuera del tipo eléctrico.

-Hmm ¿Qué puedo decir? Amo esta ciudad, cuando veo uno de esta especie donde sea que esté me es imposible no pensar en la melodía creada por el mar, los pokémon y las personas que componen todo lo que es Carmín.

Paul y el rocket se mantuvieron en silencio, había una especie de vibra que les advertía del peligro.

Ese peligro era Surge junto a su Pelipper.

-Eres fuerte chico, puedo reconocerlo sin lastimar mi orgullo y has dado más de un problema a pesar de estar en completa desventaja.- El moreno sonrió levemente mientras una gota de sudor recorre su rostro.- Tienes más de un método para potenciar la velocidad de tu pokémon más fuerte por si llegan a neutralizar una de ellas, es inteligente, pero no deja de ser ingenuo el utilizar la lluvia contra un experto en pokémon eléctricos como yo.

Vincent quiso burlarse de eso, pero algo en dentro de él, pidió que cerrara la boca y decidió escucharlo, al no ver respuesta Surge continuó.

-Puedo utilizar la lluvia en más de una manera a mi favor… ¡Pelipper!

El pokémon pelicano se elevó en el aire, Seismitoad era incapaz de lastimarlo en aquella altura.

Aggron por instinto se acercó a su entrenador para protegerlo.

-¡Vendaval!

Pelipper extendió lo máximo sus alas para luego lanzarlas hacia adelante con todas sus fuerzas seguido de un fuerte chillido. Las nubes comenzaron a oscurecerse más de lo que ya estaban por el clima lluvioso, parecía que en cualquier momento comenzaría una tormenta por como el viento comenzó a aumentar su ferocidad.

En un abrir y cerrar de ojos todas las ráfagas fueron hacia Seismitoad, quién terminó atrapado en un poderoso tornado que lo lastimaba gravemente por cada segundo que permanecía dentro de él.

-¡Seismitoad!

El tornado lo elevó hasta el cielo, el pokémon había perdido la conciencia casi al instante de recibir el devastador ataque.

Vicent sabía que la caída terminaría con la vida de su pokémon y sin perder tiempo lo regresó a su poké ball.- Perdí…

-Así es. - Fue lo único que dijo Surge antes de regresar a su Pelipper y caminar hacia el temeroso joven.

-Fui totalmente derrotado…- Comentó mientras retrocedía un paso cada vez que Surge daba uno hacia él.- Yo… ¿Realmente tuve una oportunidad?

-Quién sabe, quizás con una buena razón o con la suficiente determinación podrías haberme derrotado.

Paul observó por un momento a su pokémon, asintiendo hacía él como muestra de agradecimiento por protegerlo y tras eso lo regresó a su poké ball.

Pudo jurar que vio a su Aggron sonreír levemente y aquello lo hizo sentir… bien.

-¡Ahí se encuentra Surge!

-¡Vaya, parece que ese mocoso bocón si pudo mantenerlo ocupado por un tiempo!

-¡Demos el golpe de gracia!

-Mocoso…

-¿Sí?

-¿Puedes encargarte de ellos? Necesito darle una lección a este niño.

-Claro, pero después de esto quedas a tu suerte ¿Entendido?

-Fuerte y claro.

-Hump…- Paul lanzó a su Torterra al combate y rápidamente interceptó a los rocket con el movimiento planta feroz.- Bien, ahora demos el golpe de gracia Torterra.

El entrenador de Sinnoh escuchó poco de la charla, por la distancia y por los insultos de los rocket le fue complicado, lo último que escuchó fue un golpe por parte de Surge que lo hizo sonreír levemente.

Parte de él esperaba que aquello beneficiara positivamente a ese chico, aunque sea algo tarde la planta puede enderezarse levemente con el cuidado adecuado.

-(Aunque para las plantas torcidas como nosotros… es una buena paliza que nos haga volver a la realidad ¿No es así Silver?)

Silver tuvo a Lance y el propio Paul tuvo más de una humillación en su viaje por su región natal.

Y podía asegurar que eso lo ayudó a ser mejor.

Quizás ahora… si había encontrado su propio camino.

No uno similar a su hermano, ni como Silver.

Y aquello lo hizo sentir… bien.

-o-

Y bien, aquí es donde lo dejamos por hoy.

Hasta la fecha este ha sido el episodio que más complicado se me ha hecho de escribir, créanme… esta es como la cuarta vez que rehago este capítulo y si han leído el segundo avance, se habrán percatado de como la escena de Paul y Surge cambió drásticamente. Si lo comparo con las versiones anteriores, me quedo con la actual obviamente, quizás las otras versiones había más acción no manejaba tanto al personaje de Paul como en las escenas actuales e incluso me atrevo a decir que todo esto me hizo apreciar más al personaje que personalmente… lo encontraba bastante soso como individuo y solamente destacaba por la rivalidad tan buena que llevaba con el azabache.

Dibujado por: Bboy Son Goku.

Pero quiero creer que ahora el chico va por un mejor camino, siento que se asemejará más a lo que vimos en la serie “viajes”.

Bueno quizás aquí esté equivocado, solamente vi escenas de esa serie y actualmente no tengo intenciones de ponerme al día con el anime de pokémon.

En sí, lo peor de este episodio y del arco en sí, es que como afecta a toda la región si o si debo darle momento de protagonismo a los personajes que son relevantes en Kanto, ya sea los líderes de gimnasio, élite y a los personajes relevantes del anime. El problema que como no son “relevantes” para la historia principal del fic no es muy “apetecible” crear escenas con ellos de protagonistas.

Que va, la escena del pelotón militar la disfrute un montón y hasta pensé en cosas como: “oye, esto vendría mejor en una historia propia” , pero necesitaba mostrar otros puntos de vista sobre la invasión de los rocket.

Además de dar guiños a la teoría de la guerra, aunque no sé si considerarla como una teoría si Surge la menciona en los juegos.

Me desvío, volviendo al capítulo en sí… hubo escenas que no sabía cómo continuar, porque el personaje en cual estaba enfocado no me motivaba, pero cierta frase que encontré en su momento me hizo darme cuenta que estaba teniendo un problema. “Escribe cada escena como si fuera el momento más importante de tu historia” Aquello me ayudó bastante y me hizo escribir con mayor facilidad, tanto que la escena de Ciudad Fucsia se me hizo muy disfrutable y para que decir todo lo de Paul.

Quería tocar si o si la “amistad” que creó con el pelirrojo, al inicio de second tenía pensado que fuera más una rivalidad más. Pero con el paso del tiempo sentía que debía darle algo más de profundidad y aunque aquí no se dieron todos los detalles, quiero creer que mostró algo de la relación entre ambos “entrenadores edgys”.

Silver encontró a un chico que no lo juzga ni pide explicaciones de porque es así y Paul a alguien que si se toma en serio lo de ser entrenado. Pero de vez en cuando tenían un momento de tranquilidad en donde charlaban y ambos hablaban sobre el pasado sin dar muchos detalles.

Y bueno, así con la vida jaja.

El siguiente será más enfocado en el azabache y en Silver, en sus respectivos combates más que nada.

¿Agatha y Lorelei? Lamento si los decepcioné ahí, pero de nuevo, no quería perder tanto tiempo en una batalla con personajes que en sí no son tan relevantes para la historia, o sea tienen y tendrán sus momentos, pero hasta ahí.

En fin, espero sus comentarios e intentaré responderlos de inmediato.

¡Se cuidan!

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