Episodio anterior.
Episodio siguiente.
-o-
Volví de mi viaje, así que estoy más que dispuesto a
continuar con esta historia.
Esta vez no traigo un dibujo con el cual acompañar el
episodio xD no voy abusar del pobre Shiro, pero de todas formas espero que
disfruten de esta lectura, cada vez se hacen más y más largos.
Sin mucho que añadir… ¡Comencemos!
Desahogo.
-Kuno.
-Saotome.
Ambos
asintieron ante su leve saludo, el resto de estudiantes siguió su camino
ignorando por completo la “batalla” que estaba por iniciar.
Todos ya
sabían el resultado y había perdido la gracia ver golpeado a Kuno.
-¡Liberaré
a hermosa Akane Tendo y a la linda pelirroja de tus garras!
-(Me
pregunto cuál sería su reacción al saber lo de la maldición).- Intentó
explicarlo en el pasado, dudaba que ahora el practicante de kendo lo
escuchara.- (Bueno… podría obligarlo ¿No?).
-No te tardes mucho.- Sutilmente observó a su
prometida que siguió caminando.- La profesora Hinako no reaccionará muy bien a
otra falla tuya.
¿Akane
volvió a hablarle? ¡Dios bendiga a Yuka y a Suyari!
No pudo
evitar sonreír un poco ante la “preocupación” de la chica, escuchó el grito
indignado de Kuno por haberle ignorado, pero ni siquiera necesitó mirar para
esquivar sin problemas su ataque.
Izquierda,
derecha, abajo, derecha y un golpe fuerte.
Siempre
iniciaba con ese patrón, lo único que había cambiado era el aumento de
velocidad y fuerza.
-¡Ya ni
sirves para el calentamiento Kuno!
-Qué
descaro de tu parte decir algo tan arrogante.- A pesar de su tono calmado, el
estudiante de mayor grado estaba realmente molesto y nuevamente se lanzó al
ataque.- ¡Cae ante mi furia Saotome!
Era un
buen discurso, una lástima que tras soltar tales palabras fuera totalmente
superado.
Bastó de
una contra y varios golpes consecutivos en el pecho para derribarlo.
-¡Nos
vemos mañana Kuno!- Exclamó ya con un mejor humor, quizás en el descanso podría
charlar con Akane y quedar en buenos términos.- ¡Ten dulces sueños!
-o-
Estaba
ansioso porque llegara el receso, pero como siempre sucedía en estos casos, el
tiempo parecía andar más y más lento con tal de irritarte.
Fingió
estar atento a la clase, normalmente así evitaba que Hinako le preguntara cosas
o que lo mandara a la pizarra.
De vez
en cuando sentía miradas de distintos lugares, Akane parecía querer hablar con
él y eso era buena señal, lo que lo llevaba a estar más inquieto y desear que
la clase terminara de una vez.
También
notó la mirada de Ukyo, quizás para preguntarle sobre lo que habían hablado ese
día o para invitarlo nuevamente a la sala de juegos.
Y esta
vez, si daría una respuesta clara.
-(Aunque
no estoy seguro de quién es la otra persona).- Voltear sería arriesgado, Hinako
no dudaría en drenarle la energía ante esa apertura.- (Veamos… estoy seguro que
no hice enojar a nadie la semana pasada).
Ignorando
a Akane, Ukyo y Ryoga claro está.
No pudo
seguir pensando en aquello al sentir como algo caía a su escritorio, para ser
más precisos era una pequeña bola de papel. Curioso la abrió rápidamente y rezó
que su profesora no haya notado su movimiento, al leer un poco no tardó en
conocer la letra y le fue inevitable sonreír.
-Te noto acelerado, pareces una bomba a punto
de estallar :P
Observó
hacia la pizarra, su “pequeña” maestra parecía ocupada escribiendo más datos
que Ranma ni entendía y tampoco le importaban, aprovechando su oportunidad dio
una respuesta rápida y la lanzó hacia Ukyo.
Su
espera dejó de ser agobiante luego de eso, terminó intercambiando mensajes con
la chica por el resto de la clase.
Y si era
sincero, no le molestaría hacerlo nuevamente.
-o-
No le
costó mucho encontrar a Akane, normalmente se quedaba junto a sus amigas cerca
de las canchas de la escuela, descansando en el césped o comiendo en él.
Yuka y
Sayuri le sonrieron a su amiga, deseándole suerte y no tardaron de salir de la
vista de ambos combatientes.
También
para asegurarse de que nadie los fuera a interrumpir.
-Tienes
muy buenas amigas.
Akane
asintió, estando totalmente de acuerdo con el comentario de su prometido.- No
podría pedir mejores amigas que ellas.
Ranma
envidiaba un poco aquel lazo que tenía Akane con esas chicas.
Solo un
poco, se dijo más de una vez en su mente.
-Así
que… ¿Todo bien?- Se rascó la nuca con torpeza, desviando la vista de su
prometida y tratando de enfocar su atención a otra cosa.- Me refiero a tu fin
de semana.
Akane
sonrío un poco, le parecía divertido lo nervioso que estaba y hasta lo encontró
un poco adorable.- Fue divertido, quedamos en que saldríamos más seguido.
Asintió
sin saber que responderle, la chica notando eso e impacientándose un poco
continuó la conversación.- ¿El tuyo?
-Pues lo
único importante fue que me encontré con Ryoga.- Podía notar la mirada de
Akane, exigiéndole en silencio más detalles.- Tuvimos otra pelea, fue bastante
buena para serte sincero y como era de esperarse… gane.
Akane
rodó los ojos ante eso último.- ¡Hump! No sabes cuánto espero que alguien borre
esa tonta sonrisa de tu cara.
Ranma
sonrío y la encaró con seguridad.- Quiero ver que lo intentes.- Al verla
sonreír de manera competitiva, su propia sonrisa se agrandó.
-Quizás
lo haga en el dojo, hace tiempo que no entrenamos juntos.
Tras eso
no dijeron mucho, algunas miradas de vez en cuando, hasta que Ranma decidió
acabar con aquel tranquilo silencio.
-Akane,
en verdad lamento lo de esa noche.
La mencionada
solamente negó con la cabeza antes de añadir.- Descuida, también tenemos algo
de culpa… supongo que te presionamos demasiado ¿No?
Ranma
estaba a punto de responder, pero logró morderse la lengua al percatarse que su
respuesta podría arruinar todo el avance que estaban teniendo.- Fue un día raro
para todos.
Akane
sonrío y le dio un ligero golpe en el pecho.- Bueno, más te vale que no suceda
algo así de nuevo, porque la próxima vez juro que te mando a la misma luna.
-Trataré.-
Comentó con una sonrisa burlesca.- Aunque será algo difícil, te digo hola y ya
quieres golpearme.
-Es que
eres realmente irritante.- Comentó ella con la misma sonrisa, poniendo sus
manos en sus caderas continuó.- Tu sola presencia puede arruinarle el día a las
personas.
-Bueno,
seguramente todos ellos se lo merezcan.
-Idiota.
-Odiosa.
-Bravucón.
-Inepta.
Y así
siguieron por un buen rato.
-o-
Hoy fue un buen día, no puedo
quejarme mucho.
Fue divertido entregar y recibir
mensajes con Ucchan, incluso hubo ocasiones en las que casi fuimos descubiertos
y aquello solamente nos incitó a seguir con el juego.
La adrenalina es adictiva ¿Qué puedo decir? Incluso puedo
verlo como un tipo de entrenamiento, mejorando los sentidos y a la vez me
divierto con ello.
Pero más importante ¡Akane y yo
hicimos las paces!
Incluso nos insultamos y no
ocurrió nada malo, ni ella ni yo lo tomamos mal… ¡Fue genial, espero que siga
siendo así!
En verdad extrañaba hablarle.
Practicamos también, quería
decirle que nuevamente estaba siendo muy predecible y que utiliza siempre el
mismo patrón de ataque, pero no quise tentar a mi suerte.
No quiero incitar una discusión
nuevamente, debo pensar una forma de mostrarle estos puntos sin arriesgar mi
cuerpo.
¿Quizás utilizando a Kuno de
ejemplo?
Mmmmmm… quizás necesite algo de
ayuda aquí.
Como sea, solucionaré eso en los
siguientes días, supongo que tarde o temprano debe notar que será incapaz de
dañarme así.
Pero, en todos estos meses…
solamente ha mejorado su fuerza y algo de su velocidad.
Akane me vio hacer el entrenamiento
de las castañas calientes, también aquel que la vieja bruja le dio a Ryoga para
ese “truco de la explosión”.
¿No debería por lo menos hacer
uno de esos entrenamientos? ¿Cómo espera mejorar con la misma rutina?
Como sea, quizás estoy divagando…
no todos harían ese tipo de entrenamiento, si fuera por mi… haría todo lo
posible para no ser arrastrado a ese maldito pozo.
Lleno de oscuridad, con ese
fuerte olor a pescado nublando mi olfato y con esos afilados ojos que me vigilaban
desde todos los ángulos posibles.
Sus maúllos.
Sus garras.
Sus dientes.
-Ranma
¿Estas bien?
-¡Epp!-
La actual pelirroja se sobresaltó al escuchar la voz de Akane de un momento a
otro.- ¿¡He!? ¿¡Por qué no lo estaría!?
La menor
de los Tendo levantó su ceja derecha ante esa reacción.- Pues, estabas
temblando Ranma y solamente te pones así cuando ves a un ga…
-¡No los
menciones!- Chilló ocultando su rostro en su cuaderno, aquel arrebato podía
captar la atención del resto de la familia y sobre todo, a cierta mujer que no
reaccionaría muy bien al ver a su “hijo” en aquel estado.- Mierda… aquí vienen.
Akane
llegó a una conclusión parecida, rápidamente tomó a la pequeña pelirroja de la
mano y la llevó hacia el dojo.- ¡Rápido, es mejor que crean que fue por un
golpe y no por tu estúpido miedo!
-¡No es
miedo!
-Sí, sí,
sí… como digas.
-o-
-¿Llevas
ese cuaderno a todas partes?
-Algo
así.
-¿No es muy
raro? Parece que no puedes separarte de él.
-No
quiero escuchar eso de la tipa que duerme con su espátula.
-¡Es
diferente!
-¡Claro
que no!
Akane
luego de su pregunta comió en silencio, observando curiosa el ligero
“intercambio” entre Ranma y Ukyo.- (Extraño, nunca han discutido, ni siquiera
cuando Ukyo llegó con intenciones de pelear).
Internamente
también le era raro no ser ella la que estuviera peleando con Ranma.
-¡Vamos
Ranchan, déjame leer un poco!
-No, lo
mancharas con tus manos grasosas.
-¡Grasosa
será tu abuela!
Akane
escupió un poco de arroz ante lo último y terminó riéndose sutilmente, mientras
tanto Ukyo perseguía a Ranma por toda la cancha de la escuela.
-¡Déjame
leer!
-¡Primero
muerto!
-o-
Puede que Ryoga y yo no seamos
amigos… aun.
Pero tengo a Akane y Ukyo, eso es
más que suficiente para mí.
-o-
-¿Puedo
decirte Akane-chan?
El
rostro de Akane adquirió un tono rojizo, especialmente por la cercanía que
tenía actualmente la pelirroja con ella.
Tampoco
ayudaba el ligero tono rosa en las mejillas de su “prometido”, estando igual o
más avergonzado por su movimiento audaz.
-¡D…de
donde vino eso!- Ahora entendía mejor como Ranma siendo chica conseguía tantas
cosas gratis.- (¡Esos ojos de cachorro son muy peligrosos!)
El
“ataque” de Ranma fue interceptado por un coscorrón por parte de Ukyo.- Vamos
Ranchan, si sigues así vas hacer que la pobre explote.
-¡Jeh!
¡Pero conste que no vuelva a dudar de mi encanto!- Enfatizó sus palabras
elevando su busto, la castaña rodó los ojos ante eso y volvió a darle un leve
golpe.- ¿¡Y ese!? ¿¡Por qué fue!?
Desvió
la mirada con un leve sonrojo.- S…s-solo a mí puedes ponerme ese tipo de apodos.
Incluso
Ranma sintió un ligero ardor al verla actuar así.- (Mierda… es linda, no debo
bajar la guardia).
Quizás
no debería hacer esto nuevamente, podría complicar las cosas más de lo que ya
están.
-o-
No lo creo, realmente no puede
ser posible.
¿¡Cómo pude haber perdido en ese
juego de luchas!? ¡Seguramente Ucchan hizo trampa!
¡Quiero la revancha!
-o-
Las
cosas no podrían estar bien para siempre, aquella inquietud volvía de vez en
cuando a Ranma y lo llevaba a preguntarse varias cosas.
Cuestionar
sus propias acciones y la de los demás para ser más exactos.
Tampoco
tenía mucho tiempo para unir sus ideas y menos para comprender sus propias emociones,
últimamente el caos de Nerima era más difícil de evitar y de una forma u otra
era arrastrado por el resto de sus conocidos.
Y no
solamente eso, el pasado de su padre nuevamente venía para atormentarlo; desde
enemigos que querían acabar con su linaje, hasta nuevas chicas que decían ser
su prometida.
Aquello
último no fue tomado muy bien por ciertas tipas que él conocía, sobre todo
Shampoo y Kodachi, que se volvieron bastantes territoriales con él.
A veces
Akane y Ukyo estaban para ayudarle, en otras los celos las cegaban y lo dejaban
a su suerte.
O peor,
con un golpe que lo dejaba tumbado por bastante tiempo.
Y luego
con Mousse, Kuno y Happosai…
-Maldita
sea…- Murmuró tocando con delicadeza su mejilla izquierda, la cual estaba
hinchada por el último golpe que recibió de cierto anciano.- Ese viejo ya me
las pagará.
-¡Quédate
quieto!- Le ordenó Akane con un tono feroz, frustrada también por todo lo
sucedido, pero principalmente por tener problemas con el vendaje.- ¡No puedo
hacerlo si te sigues moviendo!
-¡Llevo
así por más de diez minutos!- Exclamó también ya cansado, su mirada molesta
chocó con la de Akane, por un segundo parecía que iniciarían otra discusión.-
Solo… pone algo de hielo y vamos a entrenar.
Pero
logró calmarse, Akane no tenía la culpa y sería realmente un cretino si se
desquitara con ella.- ¿Te parece?
-¿Estás
seguro? No hace mucho estuviste metido en una pelea.- Agradeció la
preocupación, pero si seguía así, la frustración se podría apoderar de él.-
Podemos entrenar mañana.
-¡Nah!
Creo que ambos necesitamos desquitarnos en un combate.- Su subconsciente le
recordó que aquello no era muy sano, la última batalla con Ryoga volvió a su
mente y su confianza se desinfló un poco.- Aunque claro, solamente si quieres.
Con un
suspiro la linda chica se levantó de su asiento.- Voy por el hielo, más te vale
que no seas un estorbo en el dojo.
Akane no
le dio tiempo a Ranma para responder, viajó rápidamente a la cocina dejando a
un joven solo con sus pensamientos.
O eso
pensaba hasta que oyó a los hombres del hogar.
-¿Ves
que como mi hija cuida a Ranma señor Saotome?
-Lo veo
Tendo, Akane realmente es una buena chica.
Siguieron
divagando sobre la unión de las escuelas, matrimonio e incluso hijos.
Ranma
rodó los ojos y estaba muy tentado a destruir aquella burbuja de esperanza en
ambos ancianos.
Pero la
voz de su madre lo detuvo.
-Cariño,
es bueno ver tu dedicación por el arte, pero no te sobre esfuerces ¿Sí? Akane
es una chica muy dulce, no sería nada varonil preocuparla ¿Entiendes?
-(Akane…)-
Asintió en silencio, su atención se enfocó en la cocina donde podía ver a la menor de los Tendo juntar
hielo en un plato hondo.- (¿Y yo qué?)
Su
progenitora no parecía muy molesta por las acciones de su padre, como si
estuviera de acuerdo con que Ranma tendría que lidiar y arreglar los problemas
de aquel irresponsable hombre.
A veces…
realmente creía que su madre estaba ahí solamente para presionarle a él.
Frunció
el ceño de manera inconsciente, apretando los puños para calmar aquel ardor en
su pecho.
Al
regresar, Akane notó la molestia en su prometido y estaba a punto de preguntar, pero el sentir
la atenta mirada de sus padres la hizo contenerse.
Ya
habría tiempo para hablar con calma en el dojo.
-o-
Los días
pasaron y con ello más problemas que se agregaban en la rutina de Ranma.
En
retrospectiva, antes no tenía motivo para quejarse, ignorando un mal rato,
seguía teniendo tiempo para entrenar, comer y esconderse en el vertedero para
escribir sin interrupciones.
Que va, ahora
ni siquiera podía pasar el rato con Akane y Ukyo, algo que realmente comenzaba
a extrañar.
El
negocio de Ukyo seguía creciendo, se alegraba que el restaurante de la chica
fuera un completo éxito e incluso se permitió hacer unas mejoras al lugar,
añadiendo mesas, mejores asientos y hasta un pequeño televisor.
Pero
realmente quería acercarse a charlar un poco sin tener que escuchar un “lo
siento, estoy un poco ocupada Ranchan ¿Puedes volver más tarde? ¡Te lo
recompensaré!”
-Bueno,
sigue siendo mejor que las otras respuestas que me ha dado.- Otra razón para
maldecir y golpear a su padre.- ¿De dónde salieron esas prometidas de todos
modos?
Bufó
molesto recordando los últimos sucesos de su vida, esperaba no saber más de
aquellas chicas y que el resto se calmara con el tiempo.
-Después
de todo… ¿Qué es lo peor que podría pasar?- Siguió caminando sin ninguna prisa
hacia el hogar Tendo, el ambiente seguía siendo algo pesado y si era sincero,
no quiera estar ahí, pero tampoco quería más problemas.- (Lo peor ya pasó
¿Verdad?)
Si solo
supiera.
-o-
En ocasiones tengo ganas de tomar
a Kodachi de la garganta y ahorcarla.
Ni siquiera
se molestó en tachar eso, era algo que una vez a la semana llegaba a su mente.
-¡Hohoho!
-Me cago
en papá.- Ranma comenzaba a irritarse, la chica lo había logrado encontrar
incluso en su “santuario”.- ¿Qué haces aquí Kodachi?
Arriba
de todos los neumáticos en mal estado, se encontraba la chica Kuno con su ya
característico traje de gimnasta.- Querido Ranma, de no ser por el gran amor
que tenemos jamás visitaría un lugar tan vulgar como este… ¿Esto no me
convierte en la mejor novia?
Ranma
frunció el ceño ante ese comentario, no solamente molesto porque la chica
nuevamente distorsionaba la realidad, sino también acababa de insultar uno de
los pocos lugares en los que podía estar en paz.
Sin que
un Ryoga errante lo encontrara claro.
-Debí
haberme transformado en chica.- Murmuró tomando su cuaderno y salir disparado
del lugar, ni siquiera se molestó en decir una excusa para Kodachi, últimamente
le importaba muy poco lastimar los sentimientos de la gimnasta.- ¡Aléjate de
mí!
Esquivó
el listón, las rosas y uno que otro artefacto de gimnasta en el camino, en más
de una ocasión tuvo el impulso de lanzar algo contra el rostro de la chica.
Pero se
contuvo, pudo perderla al sumergirse en una fuente de agua y al ser una chica,
solamente recibió el desprecio e insultos por parte de Kodachi.
-El
sentimiento es mutuo.- Comentó sin descaro y con grandes pasos se alejó del
lugar, no siendo ajeno a la mirada que recibía de algunos hombres en el
camino.- Tks… vaya día de mierda.
Y aun no
acababa.
-o-
-¡Ranma!
-¿Hmm?
-¡Deja
de perder el tiempo y vamos al dojo!- Aquello era una orden y Ranma lo sabía, todo
lo que estaba sucediendo no solamente le estaba afectando a él, Akane había
vuelto a su antiguo “yo”, volviendo a perder los estribos fácilmente,
especialmente cuando no escuchaba lo que quería.
Como
ahora, ella no aceptaría un no como
respuesta.
Nuevamente
culpó a Shampoo de todo esto.
No era
la primera vez que la amazona se burlaba de las habilidades de Akane, pero
aquello podía verse como algo “inocente” comparado a las últimas cosas que le
había dicho a la menor de los Tendos.
O eso
debía creer, Ranma no estaba en aquel momento, pero pocas veces había visto a
Akane tan molesta con la chica de China.
-¡No puedo dejar que se salga con la suya!
¡Se burló de mi Ranma, me menospreció por completo y ni siquiera me vio como
algo digno de atacar!
Aquellas
palabras estaban tan llenas de sentimientos, podía sentir la frustración, rabia
y la angustia de Akane.
Por un
momento se alarmó al creer que podía romper en llanto.
Estaba
molesto, no solamente con Shampoo y Kodachi, también con Cologne que
seguramente fue la que incitó a su nieta a realizar tal movimiento, aunque
Akane tampoco se salvaba de su enojo; podía simpatizar con ella y ayudarla
durante los primeros días, pero ahora lo único que hacían era entrenar y Dios,
pobre de él si se negara a una de las peticiones de la chica.
-Voy,
voy…- Gruñó levantándose molesto, esto ya se transformó en su nueva rutina y se
estaba cansado de esto, Akane hacia oído sordos a sus consejos y criticas ¿Cómo
diablos iba a mejorar así?
La falta
de tacto de Ranma era un gran problema, quizás sus comentarios no tendrían
malicia, pero cualquiera podría interpretar sus palabras como burlas hacia la
chica, la que ya tenía suficiente con las palabras de Shampoo que se habían
grabado en su mente.
Llevándolos
a discutir más de una vez y hoy puede que no sea la excepción.
-¿Lista?
-¡Lista!-
Akane no tardó en ir hacia Ranma, quién reconocía en silencio la mejora en su
velocidad.- ¡Aquí voy!
Akane
estaba mejorando a su ritmo, el aumento en su velocidad y fuerza era prueba de
aquello.- Es un buen inicio, pero necesitas más que eso para tocarme.
La chica
se mordió la lengua, evitando así que aquel insulto saliera de su boca, al
final lo que decía el cretino de su prometido era cierto y fue incapaz de
conectar un golpe.- Tks… ¡Aun no acabo!
Y era
cierto, su ataque no se detuvo y lanzó varias combinaciones hacia el chico,
recordando las que su padre le había enseñado en su niñez, como también
aquellas que desarrolló por su cuenta.
Ranma
desvió y bloqueó cada golpe de Akane con facilidad, había mejorado la velocidad
de estos y algo de su precisión, pero seguían el mismo patrón de siempre.
Nada
cambiaba, el mismo estilo de Akane, las mismas discusiones y la misma rutina
diaria.
Sentía
la misma sensación que lo acompañó cuando obtuvo aquel cuaderno rojizo.
-¿Sabes?
Creo que deberíamos parar.- Comentó el Saotome con calma, saliendo del rango de
Akane al notar el poder del último puñetazo lanzado.- Tus golpe se están
volviendo lentos.
-¡Puedo
seguir!- Ranma conectó un pequeño “golpe” que la hizo perder el equilibrio, dio
algunos pasos con torpeza hasta que pudo mantener el equilibro, al notar la
distancia entre ambos aprovechó para quitarse el sudor de su rostro.- Recién
estamos comenzando Ranma.
-Akane,
llevamos días así… estás sobre exigiéndote.
La chica
se permitió dar una pequeña sonrisa, le parecía gracioso que justo alguien como
él dijera eso y también, las palabras de Ranma podrían interpretarse como
preocupación.- No quiero escuchar eso de alguien como tú.
El
Saotome rodó los ojos, realmente quería terminar con esto al sentir esa leve
punzada en su interior, generalmente lo hacía reaccionar de maneras que lo
harían arrepentirse después, pero tampoco quería que Akane conociera aquella
molestia que aparecía de vez en cuando en él.
Podría
malinterpretarlo como si tuviera un problema o algo peor.
Él
estaba bien.
Solo un
poco cansado, algo molesto… es todo.
-Yo
también estoy algo cansado, antes de llegar aquí tuve que perder a cierta
lunática por toda la ciudad.- Quizás mencionar a Kodachi no fue algo muy
brillante, ya que la pequeña sonrisa de su prometida se borró y cierto fuego
comenzó arder en sus ojos.- Desearía que su escuela siguiera en exámenes.
Akane se
reincorporó rápidamente y se lanzó hacia Ranma con una patada voladora, el
ataque llevaba bastante fuerza según el joven combatiente, pero como la mayoría
de ataques de su prometida, estaba lleno de aberturas y era muy sencillo
esquivarlo para alguien como él.
Podía
haber contraatacado, pero como siempre no quería lastimar a Akane, sería
bastante abusivo por la diferencia de niveles entre ambos.
-¿No vamos
a parar?
-Nunca
dije que lo haría.- Ranma notó el aumento de fuerza en los golpes de Akane,
sería bastante arriesgado bloquearlos, se mantuvo esquivando aquellos ataques,
podrían ser peligrosos, pero carecían de técnica y velocidad para que conectarán
en él.- ¡Tks!
-No te
dejes llevar.- De un salto tomó distancia, no duraría mucho, pero esperaba que
Akane utilizara ese tiempo para recuperarse y no lanzarse contra él sin ningún
tipo de plan.- Por cierto ¿Hasta cuándo haremos esto?
La
heredera del dojo Tendo aprovechó este tiempo para recuperarse, sus brazos
pesaban un poco y necesitaba que el aire llegara a sus pulmones.- ¿No es obvio?
Hasta que sea capaz de acabar con Shampoo.
-Sigues
con eso ¿He?
-¿Qué
tratas decir?- Akane lo fulminó con la mirada, pero el chico no daba señales de
retractarse y menos de verse intimidado.- ¡Sabes lo que me dijo, ni siquiera me
ve como un artista marcial! ¡Creo que estoy en todo mi derecho en hacer que se
trague sus palabras!
Ranma
decidió tragarse su propia opinión sobre la dedicación de Akane al arte,
Shampoo no era la más indicada en decirle aquello a la chica, en eso el chico
estaba de acuerdo, la nieta de Cologne dejó de enfocarse completamente al
entrenamiento, en cambio parecía más centrada en mantener el restaurante y
sobre todo en “enamorar” al chico de coleta.
Pero a
pesar de eso, Shampoo había sido criada en un pueblo guerrero que guardaba
miles de técnicas increíbles, es más, los movimientos más poderosos de Ranma
venían de la propia bisabuela de la chica China. No tenía pruebas, pero
apostaba su coleta a que esos niños aprendían primero a utilizar un arma que aprender
a caminar.
Y Akane
parecía olvidar el pequeño encuentro que tuvo con la amazona, donde terminó
perdiendo la memoria temporalmente con suma facilidad por UN movimiento de
Shampoo.
-Te
estás haciendo fuerte, has mejorado un poco en estos días Akane.- Odiaba en
parte ser quién tenga que acabar con la determinación de Akane, pero no
permitiría que la chica saliera lastimada en un combate con alguien que le es
imposible derrotar.- Pero no podrás ganarle a Shampoo, recuerda con quién vive,
quién la crío.
-¡Eso no
significa nada Ranma! ¡He estado entrenando, tú has sido testigo de ello!-
Exclamó realmente molesta, incluso dolida al ver que no tenía el apoyo ni la
confianza de Ranma.- ¿¡Qué ha hecho ella aparte de querer meterse en tu cama!?
Ranma no
respondió a tiempo, Akane nuevamente reanudó su ataque y Ranma se vio obligado
a retroceder por la intensidad con la que estaba combatiendo su prometida.- Sé
que puedo hacerlo, con el entrenamiento y apoyo indicado sé que puedo lograrlo,
pero resulta que mi supuesto prometido ni siquiera es capaz de tener fe en mí.
-Decirte
palabras bonitas no cambiará la realidad.- Murmuró al sentir un gran ardor en
su brazo derecho, apenas logró bloquear ese último golpe y con algo de molestia
añadió.- Shampoo tiene una mejor base que tú, antes de conocerme comía, jugaba
y dormía pensando en las artes marciales.
-Pero
tus palabras me harían sentir mejor… quizás incluso a mejorar de otras manera.
-Si
animaras a Kuno y este entrenara como nunca lo hizo en su vida por dos semanas…
¿Crees que sería capaz de vencerme?
-¡No me
compares con Kuno!
-¡Entonces
piensa un poco Akane! ¿¡No te das cuenta de lo que tratan de hacer!?
Shampoo
no haría algo así, la chica era directa y siempre era el propio Ranma el
objetivo de sus planes, por eso el heredero de la escuela Saotome no tardó en
ir a confrontar a Cologne y obtener algunas respuestas.
Pero
aquello parecía ser también parte de su plan, ya que al igual que Akane,
terminó cayendo en las provocaciones de una amazona.
¿O la
anciana solamente le había dicho la verdad?
-Entonces… ¿Estás conforme con tu nivel
actual?
-¡Eso no importa en este momento! ¡Vengo por
algo más importante que eso!
-¿Oh? Pensé que las artes marciales era lo
más importante para ti Yerno.
-Abuela,
estoy hablando enserio aquí.
-Yo también Ranma, no aclararé tus dudas
antes que tu aclares las mías.
Para su
sorpresa Akane aprovechó de su distracción para arremeter contra él,
obligándolo incluso a retroceder algunos pasos por la presión.
Aun así,
las palabras de Cologne se reprodujeron en su cabeza.
-Vamos yerno, me tienes cerca para hacerte
con algunos movimientos ¿Qué te detiene? ¿Esperas que yo misma vaya a ti? No
recordaba que fueras tan cómodo.
-¡Acabo de desarrollar el “Kachū Tenshin
Amaguriken” utilizando mis piernas! ¿Qué dices de eso abuela?
-¿Eso es todo? Sigue siendo algo increíble,
pero esperaba algo más de tu parte muchacho.
Ahora
que Ranma lo recordaba, la anciana había dejado de utilizar aquel tono burlesco
a lo largo de la charla, de hecho, parecía analizar cada una de sus reacciones,
como si estuviera buscando una respuesta en sus expresiones y no en sus
palabras.
-¿Así será ahora? ¿Trabajar solamente con lo
que se te ha enseñado? ¿No piensas salir de aquella zona de confort?
-Mi muchacho… ¿Dónde fue toda esa ambición? ¿Quién
apagó esa llama en ti?
Akane
era ajena al estado de prometido, sus movimientos eran automáticos y carecían
de la vitalidad que caracterizaban a Ranma, en cambio estos parecían robóticos
y en más de una ocasión, logró destruir la defensa de su prometido.
En otras
circunstancias estaría atesorando tal logro, pero ahora seguía siendo
controlada por ciertas emociones y siguió arremetiendo, tanto físicamente como
con palabras llenas de resentimiento.
-¡No lo
sé! ¡Sé que traman algo y por eso recurro a ti, trato de explicarte lo sucedido
y también decir cómo me hace sentir esto!
Las palabras
de Akane junto a las de Cologne estaban causando cierto malestar dentro de
Ranma, similar a cuando estás agobiado de tanto comer, si la chica lograba
conectar un golpe en su estómago, podría asegurar que terminaría devolviendo lo
último que comió.
-¡A
diferencia de ti, trato de confiar en otros!- Quizás llegó a su límite, una
parte de Akane quería callar, no quería sacar este tema hasta que estuviera
completamente segura, pero nuevamente… ya no soportaba contener más de sus
emociones.- ¡No estoy huyendo de algo, mientras preocupo a todos los demás!
-¿Dé qué
estás hablando?- Ranma volvió en sí tras esa acusación, reaccionando más
ansioso de lo que esperaba y con algo de violencia apartó el puño de Akane.-
¡Yo nunca huyo de algo!
-Por
favor…- Murmuró la chica lanzando una patada que Ranma atrapó, la levantó
obligando a Akane caer, pero aprovechó ese ángulo para golpear las piernas de
su oponente, pero este dio un ligero salto para salir ileso del ataque.- Hace
tiempo que noto algo raro en ti, te alejas, te enojas y arremetes contra el
primero que se cruza en tu camino.
-¡No
hago nada de eso!
-¿¡Ya se
te olvidó la discusión de hace dos semanas!?- Ya sin importarle nada, incluso
si estaba siendo injusta tocando cosas que supuestamente habían dejado en el
paso, Akane continuó.- ¿¡No quieres que desafié a Shampoo!? ¡Entonces dime qué
diablos te sucede!
Ranma
seguía perdiendo terreno, sus brazos dolían al bloquear tantos golpes
consecutivos, debería sentirse presionado o hasta alegre por lo que Akane
estaba logrando, pero estaba más consumido por las palabras de la chica y su
límite llegó tras escuchar la última frase.
Al igual
que ella… explotó.
-¡No lo
sé!- Tomó el puño izquierdo de Akane, jalándola hacía él y con un movimiento de
judo se quitó a la chica de encima.- ¡No sé qué es lo que me sucede!
El ruido
del golpe, los hizo volver a ambos a la realidad.
Los dos
estaban sorprendidos por el giro de acontecimientos y simplemente se observaron
en silencio, sin saber que decir y asimilando las últimas palabras que salieron
de sus bocas.
La
sorpresa seguía estando en sus rostros, lentamente se calmaron y trataron de
unir sus pensamientos, sea lo que sea que dirían a continuación sería crucial
para continuar o acabar con esta conversación.
-Me
atacaste…
-Sí, lo
hice…- Ranma solamente retrocedió un paso cuando ella se levantó, no parecía
lastimada, aquello solamente fue un lanzamiento básico de judo, aun así, se
sentía incrédulo por haber tenido que contraatacar.- Me presionaste demasiado…
Con algo
de torpeza se acercó a un temeroso Ranma, sus fuerzas le habían abandonado hace
mucho y se había aferrado a la ira para seguir atacando al chico de coleta.- No
estoy enojada… al menos ahora no.
-Oh…
-¿Ranma?
Lo último que dijis…
-Olvídalo.-
La interrumpió rápidamente, el solamente decir aquello lo hizo sentir extraño y
actualmente, no sabía si considerar aquello como algo bueno o malo.
Akane no
iba a permitir que escapara, no esta vez.- Eso mismo dijiste antes en la escuela…
parecía que ibas a decir algo y de pronto te arrepentiste.
-…
-Ranma…
¿Qué ocurre?
-Realmente…
no lo sé Akane.
-¿Ranma?
¿Es por lo de Shampoo?
Lentamente
se acercaron al otro, se sentían cómodos de alguna extraña manera, pero también
temerosos, temían que un movimiento en falso arruinara este frágil momento de
sinceridad.
Ranma
pensó en la pregunta de Akane por un momento.
¿Era por
Shampoo? En parte sí, pero esto lo acompañaba desde hace un tiempo ¿No?
¿Qué era
lo que no veía?
Akane,
Ukyo, Cologne, que va… incluso Ryoga parecía sospechar que algo le estaba
sucediendo.
-A
veces.
-¿A
veces?
-A
veces… siento que estoy en la cima, que nadie puede sacarme de ahí y que puedo
hacer todo lo que me proponga.- Levantó su mano derecha y no tardó en convertirla
en un puño.- En otras, simplemente creo que soy un pez grande en una pecera
pequeña… qué nos estamos perdiendo de algo.
-¿Perdiéndonos
de algo? ¿Qué cosa?- Quería acercarse, tomar su mano, pero aquello era
completamente nuevo para ella; es más, incluso esta conversación ya se sentía
demasiado para su corazón.
Algo de
miedo se infiltró en su voz y la joven no entendía el porqué de esto, con cada
palabra que salía de Ranma el pánico comenzaba a entrar en Akane.
El
heredero de la escuela todo vale susurró algo, pero aquello fue incapaz de
llegar a los oídos de su compañera.
Ninguno
de los dos intentó decir algo a continuación, no eran sordos, podían oír cómo
corrían hacia el dojo.
Las
puertas del lugar no tardaron en ser abiertas por Soun, Kasumi y Genma.
-¿Qué
sucede aquí?
-¿Ambos
están bien?- Kasumi se acercó a su hermanita, tratando de encontrar algún
moretón o cualquier señal de una herida.- Escuchamos gritos y varios golpes.
Genma
observó a su hijo, notando como su brazo izquierdo temblaba de vez en cuando.-
Ranma… ¿Qué le pasó a tu brazo?
Akane
intentó hablar, pero el hijo de Genma fue más rápido.- Estábamos entrenando, le
dije algunas cosas para enfadarla ya que necesitaba que fuera con todo… digamos
que la subestimé un poco.
Aun
molesto, su padre simplemente asintió al igual que Soun, por un instante estaba
a punto de utilizar su movimiento para intimidar al muchacho de Genma, pero al
parecer su hija ya le había dado suficiente castigo.- Akane… ¿Es cierto eso?
La hija
de Soun tardó un poco en responder, pero pronto confirmo las palabras de
Ranma.- Si es cierto, me tomé algo mal sus palabras… pero ya aclaramos todo
papá.
Ambos
padres se miraron por un momento, cualquier cosa que iban a decir fue
interrumpida por Kasumi, que rápidamente les prohibió seguir entrenando de esta
forma.
-Si
Shampoo te sigue molestando iré hablar con ella.- No sería una sorpresa que el
ángel Kasumi lograra solucionar todo con sus dulces palabras, en más de una
ocasión, Ranma fue testigo de cómo liberaba a Akane de todo tipo de hechizos
solamente hablándole.
Tras las
palabras de Kasumi, el chico ignoró las siguientes; su atención estaba centrada
en la mujer que estaba en la entrada del dojo sin decir alguna palabra.
Simplemente
le frunció el ceño, hizo algún gesto con su katana y se retiró del lugar.
Akane
notó la mirada de Ranma, pero al dirigir su mirada hacia la entrada la madre
del chico se había retirado.
-o-
La cena
había finalizado, Kasumi le pidió a Ranma y a Akane que si podían ayudarla con
los platos, ambos no dudaron en aceptar y realizaron su trabajo en silencio,
ignorando las risas que compartían sus padres.
-Ranma.
-¿Sí?-
Actualmente se encontraba en su forma maldita, a causa de su padre que lo lanzó
al estanque cuando se encontraba distraído.- ¿Sucede algo?
-Sobre
lo de antes…- Preguntó con algo de temor, Akane desvió su mirada de inmediato
al notar que la pelirroja giraba a verle.- Bueno, yo…
-Tus
movimientos son repetitivos Akane, ya habíamos hablado de eso, la fuerza bruta
no lo es todo.
No
esperaba una respuesta tan pronto y mucho menos con un tono tan ¿Tranquilo?
Le fue
imposible no suspirar, soltando algo de su decepción al percatarse que quizás
Ranma no vuelva hablar de aquel “otro tema”, pero por otra parte, estaba bien
con eso… aliviada de que sacara un tema más “familiar” entre ellos.
No
estaba lista y seguramente, no lo estaría pronto.
Ella
misma debía ordenar sus propias emociones e ideas, antes de siquiera poder
entender a Ranma.
Aun así,
intentaría cambiar… a su ritmo.
-Bueno,
intentaría cosas nuevas si me tomaras enserio… quizás como hoy.
Ranma no
fue ajeno al nerviosismo de Akane, entendía él porque y también del esfuerzo
que estaba haciendo para tomarse aquel comentario con madurez.
Lo
agradeció en silencio, realmente apreciaba su esfuerzo y aun así…
-Supongo
que puedo lanzarte de vez en cuando.- Se rascó la nuca con torpeza, sin
percatarse que llevaba algo de espuma a su cabello.- Digo, hoy me demostraste
que puedo salir muy mal parado si te subestimo.
Aun así,
era lo máximo a lo que Ranma podía llegar con ella.
De
alguna forma, sentían que habían fortalecido aquel lazo tan frágil que
compartían… a su manera claro.
Era un
resultado algo agridulce, pero lo tomarían con gusto, seguía siendo un
resultado mucho mejor a seguir con aquella pesada rutina.
-¿Qué
opinas? ¿Estás bien con eso?
Akane le
dio una pequeña sonrisa, con un movimiento algo brusco le quitó la espuma del
cabello a su “compañero”.- Es un avance.
-o-
-¡Ahora
si date por muerto imbécil!
-¡Espera!
¡Bromeaba, BROMEABA!
A la
semana siguiente volvieron a su habitual rutina de insultos y golpes, aunque a
veces se les podía ver una pequeña sonrisa en sus rostros.
Más en
Akane que en el lastimado bocón.
-o-
Cada publicación es más larga ¿A qué no?
Especialmente
de Ranma junto a Akane y Ukyo, pero sobre todo con la primera.
Personalmente
siempre he pensado que ambas son el “peso pesado” entre las prometidas del
protagonista, ya que ambas comparten algo especial con Ranma (Ya sea en el
presente o en el pasado) y destacan más allá de ser una “molestia” (Ranma
cuando va al restaurante va por Cologne y no por Shampoo).
Estaba
tentado a crear las escenas de Akane/Shampoo y Ranma/Cologne, pero ya el
episodio era lo bastante “tenso” con las últimas escenas entre Akane/Ranma,
aunque sabía que debía incluir a las amazonas tarde o temprano, usualmente son
quienes más problemas causan alrededor del dojo Tendo.
Al igual
que el episodio anterior, fue complicado ya que por un momento me dije: Mierda,
la están pasando feliz y no me gustaría arruinarles el momento xD
Pero más
importante, es por los eventos que causarían el conflicto en este episodio y
bueno… pensé en situaciones que podrían ocurrir en la serie, que serían
solucionadas en el mismo episodio, ya sea una prometida (Tal como lo fue Kaori
en un episodio de relleno) o payasadas causadas por Genma, solo que esta vez
causaría más “caos” en la vida de todos.
Aunque
eso sí, al final el movimiento de Cologne fue el que más tensión causó en la
vida de Ranma; la vieja es astuta y si somos realistas, la anciana ya hubiera
arrastrado a Ranma a China si quisiera.
Supongo
que quiere que Shampoo lo consiga por su cuenta, tras el “arco” de las píldoras
fénix, Cologne dejó de ser “activa” y se concentró en sus propios asuntos, es
más, los siguientes casos son planes de Shampoo y la anciana es más un apoyo
que otra cosa.
Pero
dejando mi divagación, Ranma ya está demostrando más grietas, pero su orgullo y
miedo fue superior nuevamente… aunque parece que podrá seguir así por mucho
tiempo.
Bueno,
el miércoles traeré el quinto y el último episodio, espero que tengan una gran
semana.
Se
despide con cariño y cansancio… este escritor de pacotilla.
-o-
Episodio anterior.
Episodio siguiente.
También te puede interesar: ¡Rompiendo las cadenas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario