miércoles, 2 de junio de 2021

Desahogo - Episodio 2: Estancado.

Episodio anterior. 
Episodio siguiente 

-o-

Estoy de vuelta, esta vez no mentí jajaja.

Aquí traigo el segundo episodio, quizás el más débil de todos, más enfocado en entregar un poco de contexto a lo que se mostró en el primer capítulo.

Sigue siendo relevante por supuesto, ya que también da a entender el “estilo” o mejor dicho el “formato” de esta pequeña historia; son más “fragmentos” de la vida de Ranma… al menos hasta este episodio, los siguientes evolucionaron por así decirlo, pero ya al final daré más detalles.

Sin más relleno… espero que disfruten de esta actualización.

-o-

Desahogo

Episodio 2: Estancado.

Una historia de Ranma 1/2

By: FireAkai15

-o-

Luchar con papá, llevar el combate a la mesa, ser regañado por Akane, alzar la voz, Nabiki se escabulle para ir la escuela, Kasumi nos entrega el almuerzo, se nos hace tarde y al final Akane acelera el ritmo ignorando completamente mis llamados.

La rutina de siempre.

Trato de acercarme, acelera el paso, hago lo mismo y me grita que me mantenga alejado.

Dibujado por: Maelo19 (Shiki Guren)
Aquello me molestó, pero esta vez decidí cumplir su capricho y me detuve.

Si lo notó o no, no lo sé… siguió corriendo murmurando cosas que no logré captar.

Estúpida marimacho.

-Tks…- Tachó rápidamente lo último escrito, la molestia lo estaba abandonando y ahora podía entender mejor la reacción de Akane.- Seguramente no soy el único cansado de esto…

Por muy cabeza dura que fuera la chica Tendo, ella tuvo que llegar a una conclusión similar; en la que todo sigue igual, es más, es como si el propio mundo forzara el “status quo” dentro de Nerima.

El subconsciente de Ranma sabe que el mismo tiene la culpa de esto, evitó por mucho tiempo tomar decisiones que cambiarían su día a día, estaba conforme con la comodidad que tenía junto a Akane y el resto de su familia. Lo mismo podía decir sobre el trato que recibía del resto de chicas que conocía, disfrutaba de esa atención a pesar de sus infantiles intentos por “llevarlo al altar” y al final del día, usualmente era él mismo quién terminaba lastimado por culpa de sus propias acciones.

Pero ahora… solamente quería escapar de la monotonía de Nerima.

Si bien tenía intenciones de hacerlo, cada intento fue arruinado por las personas que vivían junto a él.

¿Ir en busca de una cura para su maldición? Tenía que llevar a Akane consigo, lo que terminaba atrayendo a Ryoga, Shampoo y por último a Mousse.

Al recordar el último fracaso de hacerse con una cura su enfado regresó, llegó a maldecir a sus “amigos” por volver arruinar una oportunidad única por sus payasadas.- Nuevamente estuvimos tan cerca…

Con pereza guardó sus cosas en su viejo morral y abandonó el tejado en que estaba reposando, las clases seguramente habían iniciado y eso significaba que no le esperaba nada bueno en la escuela.

La maestra Hinako, El director Kuno y su hijo, además de añadir a Akane y una curiosa Ukyo por su ausencia.

-…- Ranma detuvo su caminar, si era honesto consigo mismo la idea de ir a Furinkan se le hacía terrible.- Pero si no me presento habrá más problemas.

Hizo una mueca al pensar en lo que dirán los adultos de la casa Tendo, pero lo que más le preocupaba o afectaba al artista marcial eran las palabras de su madre, especialmente si llevaba esa mirada.

Ese rostro lleno de desaprobación y decepción se había grabado en la mente de Ranma.

-Tks… como sea, estoy en un aprieto sin importar lo que haga.- Internamente se maldijo por no resistir el impulso de escribir.- ¿Saben qué? ¡Al diablo con esto, voy a disfrutar lo que me quede de tranquilidad!

SPLASH

En unos instantes, la maldición se había activado, presentando así a una pequeña pelirroja que mataba con la mirada a la persona que le había salpicado por “accidente”.

-Maldita anciana, estoy seguro que lo haces a propósito.- Murmuró Ranma antes de moverse a gran velocidad por la ciudad, asegurándose de no encontrarse con cierta amazona y su molesta bicicleta, evitando también la preparatoria de Kodachi y cualquier encuentro errante con alguno de sus conocidos.

La suerte por fin le sonrío, actualmente se encontraba en las afueras de la ciudad y caminó sin rumbo hasta encontrarse con un pequeño vertedero de neumáticos que llamó su atención.

-Mmmm… seguramente es aquí donde papá consigue sus neumáticos.

Por más de media hora la pequeña pelirroja se distrajo pateando, lanzando y golpeando neumáticos, había pensado en utilizar su característico ataque de ki, pero aquello podía captar la atención de alguien y se conformó con un entrenamiento físico.

Finalmente se sintió satisfecho y con una pequeña sonrisa se permitió tumbarse en los restos de un vehículo,  abrió su cuaderno y buscó la última página que había escrito.

Ignorando su horrible letra y su limitada ortografía, Ranma sentía una ligera pizca de satisfacción por cada uno de sus escritos.- Quizás esto es a lo que se refería el Doctor Tofu.

El joven de coleta terminó recordando cómo se había hecho con el hábito de escribir, todo había sucedido hace unas semanas atrás.

-o-

-Pues no noto ningún problema en ti.

-¿Está seguro de eso doctor? ¿No hay nada extraño, como un punto de presión o algo?

-Créeme, estás en plena forma Ranma.- Tofu trató de trasmitirle seguridad con una sonrisa, pero el joven Saotome seguía dudando del veredicto del doctor y este, no fue ajeno a esto.- Sigues desconfiando ¿He? ¿Qué te generó esa duda de todos modos?

-En los últimos combates… me he sentido más ¿Débil?- Pronto lo negó, como si aquello fuera imposible que ocurriera.- No sabría cómo explicarlo Doctor, pero he necesitado de más golpes de lo habitual para derribar a Kuno. Con Mousse es más raro aún, es el mismo patrón y velocidad, pero ha sido más complicado esquivar sus ataques.

Tofu dirigió su vista al pequeño corte que adornaba el brazo derecho de Ranma, no era nada grave especialmente para el historial del chico, pero seguía siendo bastante peculiar que fuera alcanzado por un ataque “predecible”.

-¿No crees que los estás subestimando? No eres el único que se fortalece en esta ciudad Ranma, quizás ellos se están fortaleciendo a su propio ritmo.

-¡Puff!- El solo pensamiento era gracioso para Ranma, era imposible que esos dos alcanzaran su nivel con el tipo de entrenamiento que hacían diariamente.- Lo dudo, de todos los rivales que tengo, Ryoga es el único que realmente se toma enserio su entrenamiento y por eso, no me sorprende que ayer me haya derrotado.

Nuevamente su bocota lo traicionó, aquello no tenía pensado revelárselo a alguien y ahora que sentía la analítica mirada de Tofu, solamente podía maldecirse en silencio.

-(Con qué esa debe ser la verdadera razón por la que viene).- Ranma no era un mal chico, pero era un pésimo perdedor y agregando su enorme orgullo, generalmente terminaba en problemas que fácilmente se podrían evitar.- (Lo que es extraño aquí es que haya admitido la derrota con tanta tranquilidad).

Necesitaba más información y esperaba que Ranma no se la negara.- ¿Cómo fuiste derrotado?

-…

El chico parecía dudar, así que Tofu siguió insistiendo.- ¿Una nueva técnica?

-No, nuevamente fui presa de su ataque de ki.- Al pensarlo un poco, Ranma no encontró una razón para no decirle al doctor, aunque seguía temiendo de que llegará a una conclusión equivocada.

La respuesta del artista marcial confundió al doctor, gracias a Akane, sabía de la existencia de los ataque de ki que consistían de ciertas emociones; Ryoga usaba los sentimientos negativos a su favor en cambio Ranma, utilizaba su confianza y buen humor para crear su propia versión de aquella técnica.

-¿No tenías una variante para hacerle frente a ese ataque?

El chico dudó en responder por un tiempo, pero la intensa mirada del doctor comenzaba a presionarle y de mala gana contestó.- Me fallaron los nervios, el “Shi Shi Hokodan” genera mucha presión ¿Es tan difícil de creer? ¡Tks! Incluso Ryoga dudó,  no parecía satisfecho con su victoria.

-(Bastante extraño).- Ranma ya había tenido arrebatos, era usual cuando se encontraba frente a su padre o Akane, pero esta vez parecía incomodo por algo y el hecho que evitara mirarlo directamente solamente fortalecía sus sospechas.- Dime Ranma ¿Cómo has estado últimamente?

-¿He? ¿A qué se refiere?

-¿Te has sentido bien? ¿Algo te está preocupando? O quizás, algo te esté molestando últimamente.

Ranma frunció el ceño, como si no estuviera contento por el rumbo que estaba tomando la conversación.- ¿Qué está tratando de decir doctor?

-Quizás tu problema no esté en tu físico.- Tras decir eso, el doctor dio un pequeño toque en su cabeza.- Quizás esté aquí o también…- Su mano se dirigió a su pecho, nuevamente dando ligeros toques en su cuerpo.- En esta parte.

Ranma se levantó de su asiento rápidamente, el doctor no parecía alarmado por eso y quizás, había encontrado el verdadero problema del chico.

Ambos se miraron por un tiempo, el chico parecía querer recriminarle su hipótesis, pero por una extraña razón se mantuvo gruñendo sin decir algo coherente. De todos los adultos que conocía, Tofu era uno de los que más respetaba y por eso, trataba de no decir algo de lo que se arrepentiría después.

Tofu pudo entenderlo y una parte de él se sintió halagado por el esfuerzo del chico.- Mi especialidad no es la psicología, así que no me tomes tan enserio, pero quisiera darte esto.

-¿?- Ranma miraba confundido como el doctor se dirigió a su escritorio, no tardó en encontrar lo que tanto buscaba; un cuaderno rojizo que no parecía tener ningún tipo de contenido en él.- ¿He? ¿Qué quiere que haga con esto?

Decir que lo usara como un diario sería una tontería, Ranma seguramente vería aquello como algo “femenino” y lo rechazaría inmediatamente, así que Tofu tuvo que ser creativo y utilizar su gran vocabulario para convencer al chico.

-Okey, puedo intentarlo aunque no estoy seguro de como solucionará mi problema.

-Míralo más como un descanso de los demás ¿No eres tú quién se queja de que no escuchen tus explicaciones? Aquí podrás decir lo que piensas de tu día a día, sin temer a que alguien se moleste por lo que dices de él.

-Esto parece un…

-Para nada, créeme que yo mismo he tenido que recurrir a esto en ocasiones, como también varios guerreros de Japón.

Ranma parecía dudar, pero pronto se encogió de hombros y tomó el cuaderno.- No prometo nada, pero voy a intentarlo.

-Bien, créeme que te ayudará más de lo que crees.- Terminó de decir con una pequeña sonrisa.

-o-

-Supongo que debo agradecerle cuando lo vea.- La actual pelirroja mordió con vergüenza el lápiz que siempre llevaba con ella, volvió a una de las primeras páginas que había escrito y añadió algunas líneas cuando mencionaba al Doctor Tofu.

Siempre cuando no esté Kasumi cerca, Tofu es el hombre más confiable de Nerima.

Fuente: Ranma Saotome.

-Ahora… ¿Qué podría escribir?- Pensó en la escuela, pero pronto descartó la idea al sentirse como los nervios volvían a él, como si su cuerpo le indicara que debería irse lejos, lo más lejos de ese lugar y no volver.- Incluso ahora me está dando problemas ¡Grrrr!

Ranma trató de pensar en cosas que lo hacían feliz; la comida de Kasumi, la de Ukyo, la de Shampoo y por supuesto, la de su madre.

Aquellos pensamientos despertaron a su estómago, pero prefería convivir con el hambre y no con aquella “ansiedad” que lo invadía de vez en cuando.

-¿Qué hice hoy?- Pronto sonrío al recordar el entrenamiento con los neumáticos, hace tiempo que no hablaba de su entrenamiento o sobre las técnicas que estaba creando.- ¡Lo tengo!

Recientemente terminé de entrenar, no fue algo tan exigente como los entrenamientos de papá o de la abuela, pero fue suficiente para calmar esas ganas de arremeter contra el mundo.

Desde hace un tiempo he estado pensado en hacer un viaje de entrenamiento, quizás un mes o más entrenando en solitario sea un buen cambio para mí, desarrollando variantes de mis técnicas actuales como el “Kachū Tenshin Amaguriken” pero utilizando mis pies ¡Tendría más rango de alcance incluso siendo una chica!

Y quizás, hasta pueda encontrar una pista para una cura aunque eso es secundario, solamente quiero desaparecer un tiempo de Nerima.

Mientras se trate de las artes marciales sé que tendré a papá de mi lado… espero.

El problema será mamá y el resto, pero principalmente mamá que no tomará muy bien la idea de “faltar a clases”.

Seguramente dirá algo relacionado a la hombría, que un hombre esto y que bla, bla y bla.

Si me voy por un tiempo habrá problemas, pero… ¿Cuándo no ha habido problemas?

¡Que valga la pena el castigo entonces! ¡Ya tome mi decisión!

-Vaya…- Murmuró con una pequeña sonrisa mientras releía la página.- Realmente sirve.

Anteriormente Ranma se hubiera quedado pensando en las consecuencias de “escaparse por un tiempo”, siempre que se imaginaba las consecuencias decidía no hacer ningún viaje y rezar que a su padre se le ocurriera arrastrarlo a uno.

Pero desde que Tofu le entregó aquel cuaderno pudo notar cierto patrón, que habían personas que se molestarían con el incluso por un vaso de agua.

¿Enserio dejaría de hacer cosas por ese tipo de personas?

-¡Que se pudran!- Exclamó con alegría, tomando su lápiz continuó con su escrito.- ¡Haré ese viaje de entrenamiento les guste o no!

La artes marciales puede que no solucionen mis problemas actuales, eso ya lo sé muy bien, pero es lo único que tengo para defenderme del resto, de todo lo que no entiendo.

Es a lo único que puedo  aferrarme, sé muy bien que las artes marciales jamás me fallarán.

¡El arte es mi vida! ¡Por eso, es que debo dedicarle más tiempo!

Siento que debería estar haciendo más, más y mucho más… ¿Lo has sentido alguna vez? ¿Qué tu habilidad esté siendo desperdiciada de una manera u otra?

Dios, ignorando a esas dos momias ¡Soy el más fuerte de este lugar!

¡Quizás de los mejores de todo Japón!

Pero luego aparecen esos pensamientos fugaces, que en el momento que me relaje seré superado por Ryoga, Taro o cualquier fenómeno que llegue desde China.

¡No puedo soportar esa idea! ¡Necesito seguir mejorando, pero me siento limitado!

Antes el mundo era mi “dojo”, entrenaba donde sea y cuando se me diera la gana… ya no tengo nada de eso.

De hecho lo extraño un poco.

Como sea, he estado pensando en lo que otros tienen y yo no, yo poseo el mayor potencial de mi generación, pero mi falta de una meta fija quizás sea mi punto más débil.

Digo, Kuno tiene a Akane… y a mi forma de chica, suerte con eso maldito bastardo.

Mousse tiene a Shampoo y mi cabeza, jeh… ¡Ya quisieras chico pato!

Yo soy el objetivo de Ryoga, aunque también puedo incluir a Akane como uno de sus objetivos.

Entonces… ¿Cuál es el mío?

Disfruto de un buen combate, sobre todo si soy yo quién se luce, pero debe haber algo más ¿No?

¿Ser el más fuerte? Tentador, pero eso puede llevarme toda la vida, el mundo es un lugar muy grande y además, es un objetivo poco propio al final del día ya que, todo artista marcial busca ser el mejor.

Papá desde que tengo memoria me ha dicho que debo llevar nuestra escuela a la cima.

Mamá quiere que sea un hombre entre hombres.

Y el viejo degenerado quiere que YO resurja su escuela de las cenizas.

Esas tres cosas siento que puedo cumplirlas al convertirme en el más fuerte, pero nuevamente… no me satisface.

Quizás debí prestarle más atención a ese profesor sustituto que hablaba sobre las metas de la juventud.

¿Qué me espera en el futuro? ¿Confrontar a nuevas prometidas? ¿Luchar contra extraños tipos de China? ¿Otra boda fallida? ¿Un dojo sin estudiantes?

Pensar en ello es…

¿Deprimente?

Traté de hablar con mamá sobre esto, pero solamente recibí una ligera amenaza con su katana y un discurso sobre la hombría.

Un hombre esto, un hombre aquello… solamente hay eso en su cabeza.

¿Qué es ser un hombre entre hombres al final del día?

¿Ser fuerte? Lo soy, pero no parece satisfecha con mi nivel actual… ¡Entonces déjame ir a entrenar mujer!

¿Guapo? ¡Lo soy, Kodachi y Shampoo pueden confirmar eso!

¡Ni siquiera sé que debo cambiar o mejorar!

Mamá, el conocerte ha sido de las cosas más especiales de mi vida, pero últimamente… has sido más problemas que algún tipo de apoyo.

Como si siguieras siendo una desconocida… ni se cómo llegar a ti, es más, me está molestando bastante que una desconocida trate de manejar mi vida a su antojo.

Ranma apretó los dientes y tachó rápidamente la última línea, incluso si nunca tuviera el valor para decirlo en voz alta, el solo pensarlo lo hizo sentir culpable.

-Creo que… fue suficiente por hoy.- Su voz sonó bastante débil para su sorpresa, pero trató de restarle importancia por el hambre que tenía.- Quizás deba pasar primero a comer algo.

No sabía la hora exacta, pero seguramente las clases debieron haber finalizado y las chicas Tendo ya deberían estar camino a su casa.

En teoría, tenía tiempo de sobra para ir al restaurante de Ukyo.

-Y quizás recompensarla por lo de antes.- Susurró mientras se rascaba la nuca con torpeza, tras ese día, Ranma no intentó acercarse a su amiga y pronto aquella “culpa” se intensificó en su interior.- Si, es lo mínimo que se merece Ucchan.

Que tardara una o dos horas más no cambiaría el mal “desenlace” de su día.

De hecho, Ranma aceptaba gustoso los golpes de Akane si lograba reconciliarse con Ukyo.

-o-

Técnicas: 

Shi Shi Hokodan: Rugido del león. 

Mōko Takabisha: Huracán de tigre.

Kachū Tenshin Amaguriken: El truco de las castañas calientes.

Y aquí lo dejamos hasta el viernes, como dije,  es más para entender un poco lo que le está afectando al chico y ligeras pistas de quién es la persona que más presión le trasmite.

Los siguientes episodios ya son más largos, además de tener más contenido, no solamente los escritos de Ranma para comprenderlo, ya que veremos el punto de vista de otros personajes y diferentes interacciones.

En retrospectiva puedo hacer algo mejor de este episodio, sobre todo si me guío de lo realizado en los siguientes, pero aquello arruinaría la “nota final” cuando finalice la publicación de esta historia, quizás no sea la gran cosa, pero sigue siendo la primera historia que finalicé así que… bueno, está el sentimentalismo para luego releerla y decir; jeh ahora puedo hacerlo mejor o cosas como, ese día sí que me mamé, debo dejar de escribir mientras bebo o cosas así.

Divago de nuevo, lo siento, lo siento… ¡Espero que les haya gustado!

PD: No tenía dibujo para esta historia, así que utilicé uno de mi otra historia de Ranma (Hay que reciclar).

Aquí dejaré el enlace al Instagram de mi colega y amigo: Maelo19.

¡Tengan un gran día!

Se despide relajado… un escritor de pacotilla.

Si, lo volví a decir jaja.

-o-

Episodio anterior. 
Episodio siguiente.

También te puede interesar: ¡Rompiendo las cadenas!


No hay comentarios:

Publicar un comentario