-o-
Hola de nuevo, espero que estén teniendo una buena semana.
Llegamos al final de este pequeño viaje, me siento muy a
gusto con este pequeño “logro”, no es la gran cosa y lo sé muy bien, pero de
todas maneras sigue siendo la primera historia que finalizo.
Es cierto que tengo planeado una especie de secuela, pero
siento que puede sostenerse por su cuenta a pesar de los errores que posee como
“Producto propio”.
Dejando mi divagación para el final… disfruten del episodio.
-o-
Desahogo.
Episodio 5: Quiebre
Una historia de Ranma 1/2
By: FireAkai15
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Dibujado por: Matsu Hirami. |
-o-
-¿Puedes
dejar de hacer esa cara?
-¿Hmm?
¿Qué cara?
-Pues
esa, pareces un perro rabioso… ¿Tanto odias la escuela?
Ranma
volteó hacia Akane con una mezcla entre sorpresa y curiosidad.- ¿Tú no?
La chica
se quedó observando en silencio a su prometido por un momento antes de
responder.- Me molestan ciertos idiotas, es todo.- Caminaron a un paso lento,
hoy era de esos extraños días en donde habían salido a tiempo e incluso, le
arrebataron a Nabiki las últimas fotografías que había tomado para Kuno.- Paso
tiempo con mis amigas, he obtenido lindo recuerdos junto a ellas y eso también
incluye algunas de las locuras que vivimos dentro de la escuela.
-Mmmm…
supongo que tienes razón, no todas esas tonterías fueron malas.- Él mismo tenía
sus propios momentos especiales dentro del área escolar, conoció otras facetas
de Akane, se reencontró y reconcilió con viejos conocidos, más de un buen combate
ocurrió en las canchas de la escuela y todos los estudiantes han sido testigo
de su poder.- Creo que tienes un punto.
-Por
supuesto.- Una pequeña sonrisa parecía formarse en el rostro de Akane, estaban
a punto de llegar a la escuela y podía ver claramente a cierto estudiante de
Kendo esperando la llegada de Ranma.- Además desde que llegaste, comenzaste a
obtener la atención de todos los locos de la ciudad y bueno… es más fácil
disfrutar de la escuela desde entonces.
Ranma no
sabía cómo sentirse ante ese último comentario y le fue imposible no
preguntar.- ¿Eso fue un cumplido?
-Tómalo
como quieras.- Tomó algo de distancia, sabiendo que en cualquier momento Kuno
se lanzaría contra el chico de coleta.- Hola Kuno.
-Akane
Tendo luces tan hermosa como siempre.- Esta vez la chica decidió no molestarse
y simplemente mantuvo distancia.- Vaya que considerada, esperando que termine
con este plebeyo para celebrar mi victoria en una romántica salida.
-Di eso
cuando puedas cumplirlo Kuno.- Ranma iba a terminar con esto rápidamente, el
director Kuno parecía planear algo desde el inicio de semana y era mejor arruinar
su movimiento por el bien de todos.- A las chicas no le gustan los fanfarrones.
-Y como
siempre arruinas los momentos perfectos… ¿Acaso tu familia jamás te enseñó algo
de modales?
Por
algún motivo escuchar aquello le molestó y sin perder tiempo se abalanzó contra
su superior.
PAAAM
Kuno
cayó lentamente al suelo, con el zapato de Ranma marcado en su rostro.
-Eso fue
rápido… más de lo normal.
-Te dije
que no estaba de muy buen humor.- Observó hacia la entrada de la escuela, sin
evitar hacer una mueca al hacerse una idea de lo que le esperaría dentro.-
Realmente no quiero estar aquí.
-¡Oh,
vamos Ranma! ¡Deja de actuar como un niño!- A pesar de su tono elevado, Akane
lo decía con una pequeña sonrisa.- ¿Qué es lo peor que podría pasar?
-o-
¿Qué es lo peor que podría pasar?
Como me gustaría ver la expresión
de Akane en este momento.
¡Tenía razón, ese viejo sin vida
preparó todo un espectáculo!
Profesores, estudiantes y hasta
el conserje se vio obligado a participar.
Es realmente increíble lo que
hace alguien por obtener una semana libre ¿He?
Realmente es tentador, pero… ¿No
es demasiado bueno para ser cierto?
Y nuevamente tuve razón, decidí
no participar al ver que toda una clase estalló al escoger el cupón equivocado.
También recibieron un corte
gratis, no gracias.
Y recién estamos en la primera
clase del día, simplemente genial.
-o-
-¡Y no
regrese!- La patada de Ranma lanzó al director de la escuela por los cielos,
poco a poco los gritos del hombre se perdieron en la distancia.- Vaya inicio de
mierda.
De
alguna manera se vio atrapado en una explosión, aquello lo hizo perder los
estribos y rápidamente inició un movimiento en contra del director de la
escuela.
Inició
con poco apoyo, siendo más precisos de Ukyo, Akane, sus amigas y Hiroshi,
pronto toda su clase se unió a su causa y al final del pasillo tenía hasta el
propio Kuno unido a sus filas.
Ahora
tanto estudiantes y maestros podrían respirar aliviados, la mayoría de ellos
con su ropa hecha un desastre al igual que su cabello, pero era un costo
necesario para conseguir la libertad.
-Supongo
que nos libramos de él por un tiempo.- Murmuró la cocinera del grupo aun molesta
por verse alcanzada por un ataque tan simple.- Tks… sigo pensando que
deberíamos terminar el trabajo.
A veces Ranma
olvidaba lo rencorosa que podía ser Ukyo.- Nada de matar Ucchan, ya rompimos
unas costillas eso es más que suficiente.
-Claro,
si es que la caída no lo mata.- Comentó un estudiante al azar, pero ni Ranma,
ni Ukyo le dieron importancia, de algún lado Kuno tuvo que sacar su resistencia
¿No?
-Como
sea, vamos a comer o algo.- Curioso notó como varios de sus “hombres”
comenzaron a alejarse con temor del lugar.- ¿Mmmm? ¿Qué sucede chicos?
-¡Ranma,
Ukyo, salgan de ahí!
El aviso
de Akane llegó bastante tarde para ambos, de un momento a otro tanto Ranma como
Ukyo se encontraban en el suelo sin ser capaces de mover un musculo.
Solamente
había alguien que podía dejarlos en ese estado.
-Maldita
perra.- Murmuró Ukyo boca abajo maldiciendo por más de un minuto a su candente
maestra.
-Debimos
lanzarla junto al director.
-¡Los
delincuentes como ustedes merecen ser castigados!- Hinako en su forma adulta
observó al resto de estudiantes que se refugiaban en la escuela.- ¡Ustedes no
escaparán, voy a enderezar a cada uno de ustedes!
-¿Hiroshi?
-¿Akane-chan?
-¿Kuno?
-¿Yuka?
Ranma y
Ukyo siguieron nombrando a sus conocidos con la esperanza de que uno estuviera
cerca para ayudarles.
No
tuvieron mucho éxito.
-o-
-¿Seguro
que estarás bien?
-Descuida,
puedo llegar al dojo por mi cuenta.- Se alejó del edificio escolar apoyándose
de las paredes del lugar, su recuperación era superior a la mayoría de personas
y solo era cuestión de tiempo que pudiera caminar sin problemas.- Tu asegúrate
de llevar a Ucchan a su casa.
Akane
aún no estaba segura de dejar a Ranma por su cuenta, considerando su suerte,
podría terminar encontrándose con Mousse y este no dudaría en atacarle al notarlo
debilitado.
O quién
sabe qué haría Shampoo con esta oportunidad.
-Akane-chan,
mientras más rápido me lleves, más tiempo tendrás para alcanzarlo.- A
diferencia de Ranma, Ukyo apenas podía mantenerse en pie y era gracias a la
chica Tendo que no se había derrumbado.- Y no quisiera admitirlo, pero
realmente necesito de tu ayuda.
Al
escuchar eso la chica dejó de dudar, Akane podría tener varios defectos, pero
se ganó la admiración y cariño de la escuela por su gran corazón.
-De
acuerdo Ukyo, cuenta conmigo.- Le dio una última mirada a Ranma antes de
caminar cargando a la cocinera.- Nos vemos en casa Ranma.
El
mencionado solamente se despidió con la mano y con algo de torpeza se
encaminaba hacia el hogar Tendo.
-Te ves
patético Saotome.
Al escuchar
esa voz Ranma solamente pudo gemir.- ¿Qué quieres Nabiki?
-Nada,
solamente me dirigía a mi casa antes de encontrarme con este divertido
espectáculo.- El heredero de la escuela Saotome realmente comenzaba a detestar
esa sonrisa presumida.- Podría ayudarte, aunque esto te costa…
-No me
interesa.- La interrumpió y se alejó lo más rápido que pudo del lugar,
realmente no quería lidiar con la Tendo del medio en este momento.- Llegaré por
mi cuenta.
Ranma
fue ajeno al ceño fruncido de Nabiki, la castaña debería estar complacida por
toda la locura que había ocurrido en la vida del chico maldito, pero en el
último tiempo fue incapaz de beneficiarse de todo el caos y eso le frustraba.
Ni
siquiera fue capaz de hacer algunas apuestas en sus últimas batallas, porque el
chico las había llevado a un lugar apartado de la ciudad y actualmente Kuno no
contaba como algo rentable.
Excepto
para comprar las fotos que le tomaba a la forma femenina de Ranma claro está.
-Y
últimamente no sé cómo consiguen quitármelas.- Aquello fue la gota que derramó
el vaso, una cosa era que Ranma arruinara sus planes de manera inconsciente,
pero Nabiki no toleraría que robara sus fotografías.
¿Cómo
sabía dónde las guardaba de todos modos?
Algo
molesta siguió de cerca al chico, tenía una idea de sacarle algo de dinero y
vengarse de Ranma al mismo tiempo.
Solamente
necesitaría contactarse con cierta individua y tendría la oportunidad perfecta
para chantajearlo.
Nabiki quería
actualizar su vestuario y Ranma la ayudaría con ello quiera o no.
-o-
-Bueno,
ya estamos por llegar Ukyo ¿Cómo te sientes?
-Algo
mejor, gracias por el aventón Akane-chan.
La mencionada
sonrió un poco.- Al final terminaste llamándome así ¿He?
-Así me
aseguro que Ranchan no lo haga.
Akane
estuvo tentada a soltarla, pero no lo hizo.
El
camino fue tranquilo, no hablaron mucho, pero no fue incómodo para ambas
chicas.- Oye Akane…
-¿Sí?
-Había
otra razón por la que quería que me acompañaras.
La menor
de los Tendo arqueó la ceja y no negaría estar curiosa por las palabras de
Ukyo, aunque una parte de ella ya se hacía una idea de que se podría tratar.-
¿De qué trata? ¿Algo malo está sucediendo en tu restaurante?
-A mi
restaurante le va de maravilla, es otra cosa la que me tiene pensativa…
-…
-Akane
¿Has notado algo raro en Ranchan?
Akane
realmente no estaba segura de querer tener esta conversación.- ¿A qué te
refieres?
-Bueno,
me refiero que en ocasiones no parecer estar ahí ¿Me entiendes?
-No
realmente.- Mintió descaradamente, realmente no se sentía muy a gusto de hablar
sobre esto con alguien, sobre todo con otras de las “prometidas” de Ranma.- Lo
que hay en la mente de ese idiota es todo un enigma.
-Akane, estoy
hablando enserio…
-Yo
también.- Al sentir la intensa mirada de Ukyo decidió dejar las bromas a un
lado, al parecer no podía escapar de esa conversación.- Bueno, el asunto de las
nuevas prometidas hizo que todos reaccionáramos mal ¿Sabes? Tanto Ranma como yo
tuvimos algunos “encuentros” con Shampoo y su bisabuela.
Ukyo no
parecía sorprendida por esa información, algo que no pasó desapercibido por la
chica de cabello corto, normalmente la castaña era la primera en perder los
estribos cuando la amazona se acercaba a Ranma.- ¿Ukyo?
-Eso ya
lo sabía, Ranchan me lo contó el otro día.- Por un instante Akane había
endurecido la mirada, pero la chica de espátula fue totalmente ajena a esa
reacción.
-¿Es
así? Me pregunto que más te ha habrá mencionado.- Intentó no enojarse,
realmente estaba tratando de controlar cierta emoción que estaba emergiendo,
pero le parecía “injusto” que Ranma fuera más abierto con Ukyo que con ella,
realmente pensaba que se habían acercado un poco más tras aquel “entrenamiento”.-
Tu deberías saberlo mejor que nadie ¿No lo crees? Si tanto confía en ti.
-Akane-chan.-
La castaña cortó de inmediato aquel pensamiento de la chica, no era el momento
de estar compitiendo por quién era la mejor amiga o prometida del chico.- Esto
no es una competencia, no importa si a mí me dice “esto” y a ti lo “otro”, es
mejor unir lo que sabemos y llegar a una conclusión… estoy segura que tú sabes
más cosas que yo.
-¿Sí?
¿Por qué crees eso?
-Vives
con él, eres la que más tiempo pasa con él y aunque él no lo diga… es obvio que
eres la persona en la que más confía.- Lo último le había costado decirlo, era
doloroso admitirlo para Ukyo, pero Akane era alguien constante en la vida de
Ranma a diferencia del resto y aquello era una gran ventaja que era difícil de
igualar.
Las
mejillas de la chica Tendo adquirieron un tono rosado, no esperaba algo así de
parte de la castaña y le tomó algo de tiempo agregar algo en la conversación.
Akane
era egoísta, se había acostumbrado a tenerlo todo y le era bastante extraño que
Ranma no se lo diera, aquello junto a su gran habilidad captaron su atención y
aunque jamás lo admitiera ni a ella misma; Akane quería ser todo en la vida de
Ranma.
Quería
ser su mejor amiga, su única prometida incluso si no quería casarse con el
chico y también, ser la persona en la que más confiara.
Pero
tampoco era ingenua, sabía que por su cuenta era imposible saber lo que le
estaba ocurriendo a Ranma, ella tenía un límite y lo conoció esa tarde en el
dojo… no podía avanzar más de ahí.
Pero con
Ukyo, quizás podrían ir más allá.
-Bueno…
he notado cosas.- Inició algo insegura, siendo ajena a la sonrisa que aparecía
en Ukyo por su pequeña “victoria” y en silencio escuchó cada palabra de Akane.-
Antes pensaba que fue a causa de su derrota contra Ryoga, pero no parecía estar
molesto por haber perdido.
Aquello
era extraño y también lo había notado, Ranma era terco como mula y tenía miles
de excusas para restarle importancia a una derrota, pero en esa ocasión aceptó
de manera “madura” la superioridad de Ryoga en ese combate e intentó acabar con
el tema rápidamente asegurando que la próxima vez iba a ganar.
-También
está la distancia que está tomando con la tía Nodoka.
-¿Con su
madre?
-Sí… es
extraño, pero cada vez que ella se une a nuestras disputas o cuando Ranma está
discutiendo con el tío Saotome, todo se vuelve incomodo… al menos yo me siento
así al verlos.
Ukyo
trató de recordar algunas conversaciones que tuvo Ranma en las últimas semanas,
se quejaba de algo, no, mejor dicho se quejaba de alguien, pero cuando ella le
pedía detalles o el nombre de la persona este se rehusaba a decirlo.
¿Quizás
se trataba de su madre? O acaso… ¿Se refería a todos en general?
-(No,
debe haber algo más).- Encarar directamente a su prometido no llevaría a nada,
de hecho sería lo peor que podrían hacer ya que este comenzaría distanciarse y
Ukyo no permitiría que eso sucediera, había costado bastante ganar este nivel
de confianza con Ranma y no quería perderlo.- Akane… ¿Qué tipo de discusiones
ha tenido Ranchan en tu casa?
-Pues
verás…
-o-
-¡Aléjate
de mí!- Su energía regresó en el mejor momento, logrando quitarse a Kodachi de
encima y alejándose rápidamente de la chica.- ¡No tengo tiempo ni humor para
lidiar contigo!
Ignoró
sus llamados y gritos, esquivó los ataques de su listón, pero pronto tuvo que
esquivar todo tipo de artículos de gimnasia, ya irritado atrapó uno de los balones
y lo lanzó hacia la chica sin ninguna pizca de tacto.
La
sorpresa adornó los rostros de ambos, Kodachi no estaba preparada para un
contraataque y recibió de lleno aquel pelotazo que la llevó a la inconciencia.
Ranma no
creía lo que había hecho, pero por un extraño motivo no sintió ningún tipo de
culpa al golpear a la chica-Tks… no tuve elección.
Aun así,
golpear y dejarla inconsciente eran cosas completamente distintas, no quería
lastimarla a ese grado, solamente quería que lo dejara en paz y últimamente
parecía imposible, la escuela de Kodachi finalizó los exámenes, dándole a la
chica Kuno tiempo de sobra para buscarlo e intentar arrastrarlo a su mansión.- Tú
te lo buscaste.
De todas
maneras, sería algo cruel dejarla tirada a su suerte y con algo de pereza la
tomó entre sus brazos.
-¿?-
Justo en ese momento un ruido captó su atención, era un sonido que se le hacía
demasiado familiar y comenzó a observar a su alrededor, rezando quién sea que
lo haya hecho no fuera Nabiki.
Tristemente,
Dios parecía odiarlo y la molesta hermana de Akane salió de su escondite con
una cámara en sus manos.
-Vaya,
no esperaba que fueras tan audaz Ranma.- Su sonrisa aumentó al oírlo gruñir
como si de un animal salvaje se tratara.- Supongo que ya te haces una idea de
lo que tengo aquí ¿No?
Ranma
estaba a punto de arrebatarle la cámara, pero un gesto de Nabiki lo hizo
detenerse.- Vamos bebé ¿Realmente crees que será tan sencillo? Te he tenido en
la mira desde que la loca hizo su aparición.
En otras
palabras, tenía fotos mucho más comprometedoras que la última que tomó.
-¿Cómo
sabías qué Kodachi vendría por mí?
-Yo la
llamé.- Nabiki se burló en frente del sorprendido Ranma, sin importarle mucho
su reacción.- Considéralo un castigo por todas las ventas que me has arruinado
estos días Saotome.
Ranma
frunció el ceño, como si se tratara de un saco de papas cargó a la inconsciente
Kodachi en su hombro derecho.- Fotos que me sacaste sin mi consentimiento.
-De
alguna manera debes pagar por quedarte en mi casa ¿No lo crees?- La mirada de
Ranma se endureció más, parecía intentar quemar a la chica Tendo con sus ojos.-
Esa mirada es algo intimidante ¿Sabes?
-Tks…
realmente no estoy de humor para esto Nabiki.
-(Como
si me importara).- Había límites y la chica lo sabía, en los últimos días Ranma
había demostrado que podía explotar con la misma facilidad que Akane, por ende,
Nabiki no iba a arriesgarse a recibir algún tipo de daño por hablar de más.-
Bueno podemos terminar con esto rápidamente, me das lo que quiero y todas estas
fotos desaparecen.
Ranma se
rehusaba a darle el triunfo a la chica, quería borrar esa maldita sonrisa de su
rostro y realmente, realmente se le
estaba haciendo apetitosa la idea de golpearla.
Pero
tenía límites, no iba a golpear a quienes no supieran defenderse… uno de los
pocos buenos valores que Genma le había enseñado durante su niñez.
Mientras
controlaba su respiración, Nabiki continuó presionando, asegurándose de que el
chico no tuviera tiempo para pensar en otra salida excepto pagarle por su
silencio.- No quieres que Akane vea esto ¿Verdad? Estoy segura que reaccionaría
muy mal al verte tan “amoroso” con alguien como Kodachi.
-…-
Recordó los últimos días con la chica, ignorando algunos insultos y golpes, se
estaban llevando bastante bien.
-No
solamente tendrías que tratar con una molesta Akane, nuestros padres no dudaran
en ir por tu cabeza.
-…-
Pensó un poco, ignorando aquel movimiento del padre de las chicas, no había
mucho que podrían hacerle si se ponía serio.- (Papá se molestaría en
escucharme, si me echan también terminarían arrojándolo a la calle, así que
trataría de hacer entrar en razón al viejo Tendo).
Al
imaginarse una posible discusión que podría durar una hora, su cabeza comenzó a
dolerle un poco, no quería lidiar con algo así.
-Y no
olvidemos como se pondrá tu madre.
Ranma
apretó su puño libre, apretando también sus dientes al notar como Nabiki
disfrutaba de su frustración y su mente no dejó de preguntarse cosas que no
hacían nada para calmarlo, al contrario, solamente empeoraban su temperamento.
¿Es esta
la única forma en que Nabiki lo ve?
¿Solo
como un método de hacer dinero fácil?
¿Realmente
cree que tiene un control sobre él?
Volvió a
ver esa sonrisa y aquello parecía darle la respuesta.
No había
duda, ella creía que tenía un dominio completo en él.
Normalmente
insultaría, se quejaría y terminaría accediendo por las malas ante el chantaje
de Nabiki, pero hoy no sería así, aquellas preguntas lo hicieron percatarse de
que la chica frente a él, no es diferente de todos esos idiotas que creían
tener un control total en él.
El
director y sus hijos, las amazonas, sus rivales, Soun Tendo e incluso sus
padres.
¿Qué
pasa con lo que él quiere? ¿Acaso no importa?
-Tks...
Hazlo si tanto quieres hacerlo.
-Bien
hecho, no serías tan ton… espera ¿Qué dijiste?
-Dije
que lo hicieras.- Ranma la miró con rabia, casi mirándola con la misma
intensidad con la que encaró a sus oponentes más temibles.- Pero no obtendrás
ni siquiera una moneda de mi bolsillo Nabiki.
La Tendo
del medio no esperaba una respuesta como esa, normalmente el prometido de su
hermana pequeña no dudaría en evitar el conflicto y ahora parecía no importarle
en lo más mínimo.
-¿Te das
cuenta de lo que dices? ¿Sabes lo que pasará cuando des un paso dentro de
nuestra casa?
Ranma la
encaró, sin siquiera tener una pizca de duda.- Lo sé y estoy de acuerdo con
lidiar con eso, no hice nada malo, no tengo porque esconderme.
Nabiki
frunció el ceño.- (Este no es el momento para que te crezcan un par de pelotas
Saotome).- Ya había hecho varias cosas durante el día y no estaría satisfecha
hasta hacerse algo de dinero a través de su inquilino “favorito”.- ¿Sí? ¿Y
quién va a creerte Ranma?
-…- Al
ver que no tenía respuesta, Nabiki continuó atacando y hacerle entender que su
valentía no lo llevaría a ningún lado.
-¿Tus
padres? ¿Mi hermanita? ¿Sabes lo sencillo que es para mí hacer que su juicio se
nuble?
Sin
embargo, olvidó lo terco que podría ser el chico cuando se decidía por algo.
No era
culpa de Nabiki, es más, casi todos habían olvidado la última vez en la que
Ranma actuó de esa forma.
-Haz lo
que quieras, no pienso darte el gusto de salirte con la tuya.- Dándose la
vuelta se alejó de un gran salto, tendría tiempo para pensar en lo que diría en
el camino, primero se aseguraría de dejar a Kodachi cerca de su mansión.- Nos
vemos en la cena.
-Conste
que te advertí Saotome.- Frustrada se mordió uno de sus dedos, intento tomar
una última foto que se pudiera malinterpretar, pero Ranma se movía a gran
velocidad y no tardó en desaparecer de su vista.- No me hago responsable de lo
que pase en nuestra casa.
En su
mente solamente tenía pensando en lastimar al chico, en el pasado tuvo a su
merced incluso a los artistas marciales más fuertes de la ciudad y Ranma no era
la excepción.
Nabiki
tenía siempre el control y no permitiría que un idiota intentara quitárselo.
-o-
-¡Estoy
en casa!
-Bienvenida
a casa Akane.- Le fue imposible no sonreír ante el dulce recibimiento que le
daba su hermana mayor.- ¿Ranma llegó a casa?
Con su
habitual sonrisa Kasume le respondió.- Aun no, pero Nabiki dijo que estaba en
“buenas manos”
-¿Buenas
manos?
-No
quiso dar más detalles, dijo que esperaría a que estuvieras en casa para
decirlo.
-¿Dónde
está?- Akane tenía un mal presentimiento, esperaba que el idiota no se haya
metido en algún problema.- (Me aparto un momento y ya le ocurre algo).
Con un
suspiro pesado se dirigió hacia la cocina por un vaso con agua, la charla con
Ukyo duró más de lo esperado, pero había servido para tener ideas más claras
sobre lo que le sucedía a Ranma.
Por eso
quería hacerle algunas preguntas, pero al parecer tendría que esperar hasta que
Nibiki le informara sobre la ubicación de su prometido.
-Bueno,
espero que no sea grave.
-Seguramente
estará bien, vamos Akane, Papá y los demás están reunidos en la mesa.
La menor
de las Tendo frunció el ceño al ver el rostro de Nibiki, que la chica estuviera
molesta no era una buena señal.
-o-
Luego de
dejar a Kodachi tuvo un encuentro errante con Mousse, su pelea no duró mucho,
pero lo suficiente para que Ranma desquitara su rabia en su rival miope.
Con la
ira fuera de su sistema, el chico recién fue capaz de asimilar de manera
racional su encuentro con Nabiki.
-Mierda…-
Su tranquilidad no duró mucho, con algo de pánico pensó si valía la pena
desaparecer por unos días y esperar que todos en casa se calmaran.- ¡No, le
dije que no huiría! ¡No me tragaré mis palabras!
Aunque
claro, era más sencillo decirlo que hacerlo.
Busco
pretextos para llegar más tarde a su destino, quizás cuando todos se
encontraran durmiendo, pero tampoco quería lidiar con otro problema.
Se
disculpó con Mousse, pero no se arriesgaría a dejarlo cerca del restaurante de
Cologne.- Podría ir con Ucchan…
Negó con
algo de molestia, quizás seguía agotada a causa de la técnica de Hinako.-
Supongo que solamente queda enfrentarlos…
A pesar
de sus palabras, caminó a paso lento hacia los Tendos, descansando de vez en
cuando en los tejados y observando como poco a poco el sol se alejaba de la
ciudad.
Abrió su
cuaderno, leyendo algún que otro escrito del pasado donde se sintió igual como
ahora; en ellos se quejaba por el reaccionar del resto, pero también de él
mismo por no ser capaz de defenderse apropiadamente.
No
solamente eso, fue incapaz de abrirse con Akane en aquella tarde, era un buen
momento, pero simplemente no pudo, como si aquellas palabras no quisieran salir
de su garganta.
-Pero
ahora que lo pienso… ¿Qué hubiera dicho?- Sinceramente no lo sabía, ni siquiera
sabía cómo sentirse con todo eso, ya que como le dijo a Akane, se sentía bien
generalmente, pero en ocasiones…- Tks, que frustrante.
Buscó el
lápiz que le había robado a Hiroshi, escribió un resumen de su día, se detenía
un poco para caminar y volvía a los tejados al primer ruido que oía a su
alrededor.
Como si
de un gato asustado se tratase.
Estoy muerto, bien, pero bien
muerto.
Hoy no ha sido el mejor de los
días, con todo el caos que hubo en la escuela debo añadir mi encuentro con
Kodachi. Me atrapó desprevenido y quedamos atrapados en una posición bastante…
peculiar, pero lo peor de todo, es que de todas, TODAS las personas que podrían
atraparme en esa situación; tuvo que ser la más malnacida de todas, Nabiki
Tendo.
Ya tiene una foto del momento, ya
me amenazó con mostrarla en la casa si no pagaba y esta vez… la reté a que lo
hiciera.
¡Hubieran visto la cara que puso!
Pero mi “triunfo” fue fugaz, a
esta hora seguramente todos en la casa saben de esa foto y agregando la
“historia” que inventó Nabiki, actualmente deben verme como algo peor que al
viejo degenerado.
No quiero ir, no quiero entrar a
“mi” casa.
Tengo miedo.
Cada vez que ocurre algo así,
siento que se confirma que a nadie le importa lo que puede salir de mi boca.
¿Realmente soy tan cobarde?
Últimamente es así, ni en la
escuela, ni con los Tendos me siento cómodo.
Como si no debería estar ahí.
Es decir, es “mi” casa y aun así…
no quiero entrar.
Ranma
cerró el cuaderno tras escribir esa oración, sintiendo una punzada en su
orgullo y aferrándose a ese “dolor” se dirigió hacia el hogar de los Tendos.
Solo
aferrándose a ese malestar, fue capaz de apartar aquel miedo que tenía por
llegar con su “familia”.
Al igual
como sucedió con Nabiki, su cerebro no paraba de mandarle preguntas que lo
hacían sentirse aún más confundido.
¿Qué le
estaba sucediendo?
¿Acaso
el “caballo salvaje” está siendo domesticado?
¿Nerima
lo estaba haciendo débil?
-Mi muchacho… ¿Dónde fue toda esa ambición? ¿Quién
apagó esa llama en ti?
-No.-
Murmuró frente la puerta de los Tendo, aferrando una de sus manos a su pecho,
como si aquello lograra calmar su angustia.- No es así, estoy bien.
Ranma
Saotome siempre está bien.
Abrió la
puerta, encontrándose con todos los habitantes de la casa exceptuando a
Happosai.
Su
corazón latía a mil, todos esos ojos se dirigieron hacia él y su nerviosismo
aumentó.- (No he hecho nada malo, cálmate, tú no estás mal).
Kasumi
le dio una “dulce” bienvenida como siempre, pero pronto fue opacada por los
rugidos llenos de indignación por parte de Genma y Soun.
-(Si son
solo ellos puedo manejarlos).- Fueron los pensamientos del joven Saotome, pero
como ya había sucedido en el pasado su bocota le traicionó, liberando la ira de
una angustiada Akane que no tardó en unirse a la discusión.
Parecía
traicionada, dolida y otras emociones que Ranma fue incapaz de descifrar.
No lo
entendía y Akane tampoco tenía intenciones de explicárselo.
Intentó
hablar con calma, pero los gritos del resto silenciaban sus palabras, subió el
tono e incluso llegó a empujar a uno de los adultos que había invadido su
especio personal, acción que solamente molestó y confundió algunos, pero Ranma
ni se molestó en girar a verlos.
Se
sentía agobiado, arrinconado al igual que un perro callejero.
Cuando
pensó que tenía suficiente la notó, esa sutil sonrisa que le estaba dando la
Tendo del medio disfrutando del espectáculo.
De
pronto todo se nubló y aquel “perro” ladró, ladró como nunca lo había hecho en
el pasado.
Desde
ahí todo fue confuso para Ranma… hasta que se encontró frente a frente con su
madre.
-o-
-Bienve…
¡Ranchan!
Ranma
dio un breve saludo con su mano derecha, tratando de ignorar la alegría que
causaba en Ukyo su mera presencia.- Yo ¿Te sientes mejor?
-Como
nueva, también debo agradecer que hoy no hubieron tantos clientes.- Comentó
mientras preparaba un okonomiyaki para un cliente.- Después de los dos últimos
días, solamente quiero tomarme un descanso.
Ranma le
dio una débil sonrisa, como si realmente entendiera el agotamiento de su amiga.-
Me puedo hacer una idea, pero no te preocupes Ucchan, no molestaré mucho.-
Señaló una de las mesas que se encontraban disponibles, curiosamente la más
apartada del lugar.- Solamente quiero sentarme y recuperarme un poco ¿Puedo?
Ukyo no
fue ajena a la expresión llena de cansancio en su prometido, es más, sus ojos
no poseían ese peculiar brillo que tanto adoraba. Algo le había sucedido y por
mucho que quisiera saber que era, la joven tenía un restaurante que manejar y
también, conocía muy bien la terquedad de su Ranma.
-(No lo
presiones Ukyo, ya tendrás tiempo para hablar seriamente con él).- Ranma era
como un animal salvaje, el arrinconarlo para obtener algo de él es lo peor que
podrías hacer, ella lo había aprendido por la mala.- Por supuesto Ranchan, te
atenderé cuando esté por cerrar.
-Gracias
Ucchan.- Ranma no se molestó en darle una sonrisa, ni siquiera una mirada, lo
único que quería en este momento era escribir y soltar aquella molestia en su
pecho.
Fue
ajeno a las miradas de Ukyo, quién comenzó a preocuparse más al notar como
escribía, tachaba y arrancabas hojas de ese cuaderno con una pasión similar a
la que mostraba por las artes marciales.
Y eso la
estaba inquietando un poco.- (¿Qué le habrá pasado?)- Dudaba que Akane tuviera
algo que ver en eso, sobre todo por la charla que habían tenido horas antes.
Con algo
de frustración se enfocó en su trabajo, ya quedaba poco para cerrar y ahí le
daría toda la atención posible a Ranma.
No sé qué me obligó hacerlo, pero
terminé gritando, grité como nunca lo había hecho antes.
¿No lo sé? ¿Qué no lo sé?
A QUIÉN ENGAÑO, ME SENTÍA
ACORRALADO, INSULTADO Y CANSADO.
¡Se estaba burlando de mí! ¡Lo
estaba haciendo en mi propia cara! ¿Cómo diablos querían que reaccionara?
¡Llevo meses lidiando con esto!
¡No necesitaba pasar por algo como eso! ¡Todo ese avance se fue al diablo por
culpa de Nabiki!
¡No me importaba absolutamente
nada en ese momento! ¡Ni la sorpresa en Akane, ni el miedo en nuestros padres o
la preocupación de Kasumi! ¡Solamente quería sacar eso de mi pecho!
¡Me sentía listo, preparado para
gritarle a cada uno de ellos sus verdades! ¡Hacer que la ligera mueca de
molestia en Nabiki solamente empeorara!
Pero luego.
Pero luego…
Vi esa mirada, esa maldita mirada
llena de desaprobación que me dejó helado.
Incluso al recordarlo me duele,
mamá se acercó con lentitud mientras los demás se alejaban instintivamente y no
podía culparlos, yo mismo comencé a retroceder por cada paso que ella daba.
-Un hombre no tiene ese tipo de
arrebatos, un hombre… no, un buen hijo no le eleva la voz a sus padres.
El tono de mamá era helado, igual
que su mirada y todo intento de defenderme quedó en mi garganta, no me atreví
hablar y solamente desvié la mirada.
Pero aquello no le gustó y
comenzó a recriminarme aquello también.
¿Por qué solo a mí?
¿Por qué a mí no me ayudas?
¿Acaso no ves al viejo Tendo?
Será un hombre patético, pero cuando se trata de sus hijas salta de inmediato a
su rescate.
¿Por qué tú no? ¿Para qué querías
verme entonces?
No soy un buen hombre… tampoco
soy un buen hijo ¿He?
¡Entonces enséñame, dime lo que
tengo que hacer para complacerte!
Akane, Ucchan, Cologne y hasta el
imbécil de Kuno se han dado cuenta que algo sucede ¿Y tú? ¿Realmente harás la
vista gorda? ¿No te importa en lo más mínimo?
¡Dime mamá! ¡Dime como acabo con
este malestar que siento! ¡Con estas dudas, con las preguntas y con esta
maldita sensación de estar desperdiciando mi día a día!
¿Sabes cómo matar el impulso que
siento de huir de la escuela?
¿Cómo evitar que mi confianza se
debilite cada día? ¡Ni siquiera puedo utilizar el Mōko Takabisha en este
momento!
¿¡Por qué siento que un día estoy
en la sima y en el siguiente en lo más profundo del abismo!?
¡Dime mamá! ¿Por qué ya no
disfruto de ganar?
¿Por qué me siento tan vacío?
-Dime…-
Murmuró el joven lleno de dolor y frustración, ignorando por completo a la
chica que se había sentado a su lado con delicadeza.
-Ranchan…-
Ranma se alarmó, pero no tenía intenciones de voltearse y encontrarse con el
rostro de Ukyo.
No
quería que lo viera así, no quería que nadie lo viera en este estado tan
patético.
-¿Estas
bien?- Pronto se maldijo por soltar aquella idiotez.- (¡Por supuesto que no
está bien!)- Ukyo lo sabía, Akane lo sabía y aunque habían hablado de aquello
en ausencia del Saotome, no le estaban dando la importancia que requería.- Ranchan,
no sé qué es lo que te sucede, pero lo he notado… desde hace tiempo, y nada
bueno debe ser si te tiene así por tanto tiempo.
-…
La joven
cocinera se mordió el labio por la frustración, nuevamente Ranma creaba un muro
para que nadie lo alcanzara, solamente Akane era capaz de crear grietas en
aquellas defensas.
Pero
Ukyo estaba cansada de observar mientras la chica Tendo hacia todo el trabajo.
Utilizando
aquellos pensamientos como motivación cubrió las manos de Ranma con las suyas,
notó la reacción del chico, pero esta vez no iba a retroceder por la timidez de
su prometido.- Ranchan, puedes decírmelo… un poco por lo menos, quizás no soy
la persona con la que esperabas hablar de esto, pero créeme cuando digo que
puedes contar conmigo, como tu prome… no, como tu amiga estaré para ti.
Ranma
lentamente dirigió su mirada hacia Ukyo, no notó algún rasgo de malicia o que
buscara ventaja de esta situación. Además aquellas palabras habían tocado un
nervio y realmente quería tomarlas como verdaderas, pero ahí estaba ese miedo,
le asustaba mucho dar a conocer esa parte de él y que lo vieran como algo
insignificante.
Las
palabras de su madre se reprodujeron en su mente, sintiendo esta vez que algo
aparte del miedo crecía dentro de él, y esto lo asustaba aún más.
-Yo…-
Balbuceó con torpeza, al darse cuenta de su acción se arrepintió enseguida,
tenía mucho que decir y ni siquiera sabía cómo hacerlo, es más, todavía no
estaba seguro de confiar en Ukyo.
Recordó
sucesos del pasado, donde la castaña junto a Shampoo lo metieron en varios
aprietos, pero también estaban las ocasiones que no dudó en ayudarlo.
Sobre
todo cuando perdió su fuerza.
-Tranquilo
Ranchan, soy la única persona aquí… tomate tú tiempo.- Ukyo en este momento
también estaba haciendo un esfuerzo, incluso alguien como Ranma pudo notarlo y
debía responder a ese gesto ¿Verdad?
-Si…- El
miedo seguía ahí, pero si no hablaba aquel sentimiento seguiría con él,
ignorarlo no había funcionado, solamente empeoró con el paso del tiempo.- (Si
no hablo, nunca tendré esas respuesta que ando buscando).
Debía
correr el riesgo.
-Uu-Ucchan…-
Sentía que sus piernas temblaban ligeramente, una de sus manos nuevamente se
aferró a su pecho y su mirada se dirigió a la mesa.- Yo, yo… no estoy bien.
Tragó
duró, esperó un momento por si Ukyo diría algo, pero pronto el silencio le dio
a entender que continuara.
-Estoy
cansado… aburrido de la rutina, en ocasiones… cuando voy de camino a la escuela
quiero dar media vuelta y correr.- Al no recibir ninguna respuesta le
inquietaba, su inseguridad aumentaba con cada palabra que salía de su boca.-
Escapar de todo… siento que todos han
escrito un futuro para mí, pero a nadie le interesa lo que yo deseo.
Ukyo no
pudo evitar hacer una mueca ante eso, admitiendo que ella podía permanecer a
ese conjunto de personas.
-Y lo
peor de todo… es que ni siquiera sé que quiero, amo el arte, pero últimamente
no me llena, no sé lo que me sucede… cuando escribo sobre esto parece tan grave
y ahora, que lo digo en voz alta… me parece tan estúpido.
La chica
quería protestar, pero Ranma no lo
permitió, algo se había activado y no quería detenerse.
-Pensé
que era fuerte, que todo podía solucionar siempre que pudiera luchar, pero
estaba equivocado… me siento débil, soy incapaz de confrontar a mamá y a los
demás, siento que estoy solo contra esto y no creo poder ganarle.
Había
muchas cosas que decir, ese miedo irracional que le tenía a su madre, el fallar
las expectativas de todos y otras que ni el propio Ranma comprendía.
Pero su
boca se había secado, se sintió hasta agotado tras confesar esas cosas y ahora
se sentía tonto, como si se estuviera quejando por ridiculeces.
-(Ukyo
se enfadará).- Ranma cerró los ojos, preparándose para el golpe y
posteriormente los insultos que recibiría de la chica.
Pero lo
único que sintió fue un leve toque en su mejilla, al abrir sus ojos se encontró
con una pequeña sonrisa que trasmitía calidez.
La misma
calidez que sentía cuando Akane se veía feliz.
-No hay
nada de malo en sentirse perdido Ranchan.
-Un
hombre entre hombres no se derrumba.- Murmuró inconscientemente las palabras
que su madre le había dicho una vez, a la mínima pizca de malestar Nodoka le decía aquella frase que se quedó pegada
dentro de él.
-¿Y? ¿El
hacerlo te hace menos humano?
-No, no
lo hace.
-Exacto,
no eres el único que se ha sentido así, creo que la mayoría de personas pasa por algo así por
lo menos una vez.- Pensó un momento sus palabras, se estaría arriesgando un
poco al decir la palabra “miedo”, pero Ukyo quería hacer un punto con esto.- Lo
mismo se puede decir del temor al futuro, a lo desconocido… yo misma viví con
ese miedo por varios años.
-¿Lo
hiciste?
-Sí, no
fue muy bonito… especialmente si agrego todo lo demás.- Terminó de decir con
una pequeña sonrisa, recordando aquellos años en los que se había aferrado al
odio para seguir adelante, aun así, no negaría que también tuvo que hacerle
frente a varias emociones, una de ellas era el miedo… a cómo reaccionaría al
ver a Ranma.
Incluso
ahora temía a varias cosas, la más obvia es haber llegado tarde a la vida de
Ranma, que este nuevamente se alejara para siempre sin dejar rastro o que jamás
la viera como una chica.
Pero hoy
no se trataba de ella, no… no se trataba de ella.
-Ucchan…
-¿Sí?
-¿Puedes
decírmelo?- Con algo de timidez preguntó, aquello parecía realmente afectar a
Ukyo y aun así, parecía poder lidiar con eso y seguir adelante.- Todo eso que
te afectó…
Ukyo no
se esperaba esa petición, se quedó observando al chico que realmente parecía
querer saber lo que sentía.- No lo sé… es mucho que decir ¿Sabes?
Una
débil sonrisa apareció en Ranma.- Tengo toda la noche para escuchar… si te
parece, yo también… diré cosas.
No sabía
hasta donde podría decir, ni siquiera tenía idea de lo que podría decirle a
Ukyo, pero trataría de ser honesto, liberar aquello por muy tonto que sea.
Ella no
se burló, no le restó importancia a su malestar y Ranma realmente se sentía
agradecido por ello.
Ukyo no
podía quejarse por el resultado, con una pequeña sonrisa volvió acariciar la
mejilla de su prometido y este, no la apartó, si era porque se sentía a gusto o
simplemente por la falta de energía no lo sabía.
Se
permitió disfrutar del pequeño momento antes de iniciar con su historia.- Pues,
todo empieza luego de que Genma se fuera con nuestro dote.
-o-
-Recibí
muchas burlas ¿Sabes? No solamente en la escuela, en el barrio en donde vivía…
de mi familia.
-Siempre
pensé que Ryoga era mi amigo, me parecía un hecho por todo lo que hemos vivido,
nuestros combates y que gracias al otro seguimos superándonos, pero me equivoqué… esa batalla me lo hizo
entender.
No había
continuidad en sus historias, en ocasiones sacaban lo primero que se les venía
a la cabeza, en otras… lo que sentían que el otro debería saber.
-No sé
qué hacer… la anciana quizás me esté dando una pista de lo que necesite.
-¿Nuevas
técnicas?
-Más que
eso.- Comentó antes de darle un mordisco a los bocadillos que había traído la
castaña.- Dijo que perdí mi ambición, supongo que a mi salvajismo por buscar un
buen combate… yo había llegado a una idea similar.
-Entonces…
¿Qué harás?
-Me
iré.- Al notar la mirada abatida de la chica no tardó en aclarar las cosas.-
Solo será por un tiempo, quiero iniciar un viaje de entrenamiento… quizás
recuperar aquel deseo por batallas, encontrar más rivales y quién sabe, puede
que encuentre aquella respuesta que estoy buscando.
Suspiró
aliviada por eso, aun así, parecía que aquel viaje tomaría bastante tiempo.-
¿Te irás pronto?
-No lo
creo Ucchan, tengo que arreglar las cosas por aquí… no quiero irme en malos
términos ¿Entiendes?
Ukyo
asintió tras darle un sorbo al té que había preparado, era una noche helada y
el cansancio se había apoderado de ella, pero estaba a gusto a pesar de todo,
últimamente la amistad entre ambos había mejorado, bromeaban y hablaban más
seguido, pero nunca llegaron a algo como lo que estaba sucediendo actualmente.
Y puede
que no vuelva a ocurrir.
-Supongo,
también está la escuela y lo que dirá tu madre.
-Aun
así, ya tomé mi decisión… si te soy sincero, mientras Akane y tú lo entiendan
me iré tranquilo.
Ambos se
dieron una pequeña sonrisa tras esas palabras, Ukyo quería decir algo más, pero
Ranma se levantó y aquello solo significaba una cosa.
-Ucchan…
gracias, no olvidaré esto.
-Ranchan…
¿Realmente te irás?
-Ya es
tarde y creo que ya te molesté lo suficiente.
-No lo
haces, nunca lo haces…
-Aun
así, me siento bien… debo regresar en algún momento, no quiero que las cosas
empeoren más.
La
propuesta de que usara la habitación del ausente Konatsu se esfumó rápidamente
al escucharlo, lo entendía… aun así, Ukyo se sentía un poco desilusionada.
-Entiendo…
te deseo suerte.
Ranma
simplemente asintió antes de dirigirse hacia la salida del lugar, la castaña lo
acompañó y se quedaron en silencio por un momento.
-Regresarás…
¿Verdad?- El artista marcial no sabía si Ukyo se refería a su futuro viaje o si
volvería a su restaurante para charlar.
Quizás
ambas.
Salió
del restaurante y con una pequeña sonrisa le respondió.- Si, lo haré… aún no
escucho como Tsubasa descubrió que eras una chica.
La
castaña se permitió sonreír ante eso.- Bueno, tú también puedes venir hablar de
lo que sea cuando quieras… ya lo dije, puedes contar conmigo Ranchan.
-Gracias,
tú también puedes venir a mí ¿Sabes?
De un
momento a otro el chico desapareció de su vista, con un suspiro Ukyo cerró el
restaurante y se dirigió a su habitación.
-Vaya
día…- Murmuró al acostarse en su cama, ni siquiera tenía energías para ir a
lavarse los dientes.- Me pregunto… ¿Qué es lo que hará ahora?
Tenía
muchas dudas, mucho en que pensar a causa de la visita de Ranma.
Había
ganado algo este día, la verdadera confianza de Ranma y podía asegurar que era
una de las dos personas más importante en la vida del chico.
Aquello
la llenaba de alegría, pero ya habría tiempo para chillar emocionada.
Ahora
solamente quería descansar un poco y ya lidiaría con toda esta información el
día de mañana.
-Buenas
noches, Ranchan…
-o-
Ranma
observó la casa Tendo, ninguna de las habitaciones estaba iluminada y eso lo
había aliviado.
Con
bastante facilidad saltó hacia la ventana de la habitación que compartía junto
a su padre, actualmente su progenitor dormía en su forma maldita, seguramente
para lidiar mejor con el frío de la noche.
Pensó en
entrar, pero notó a su madre durmiendo al lado del panda y aquello acabó con
toda idea de entrar a la habitación.
Subió al
tejado y se quedó observando las estrellas en silencio, tratando de asimilar
todo lo que había sucedido.
Las
cosas no cambiarían, no al menos que hiciera realmente un esfuerzo para acabar
con la monotonía de Nerima.
Habría
cosas que estaban afuera de su alcance, personas que quizás jamás podrán
entenderle y viceversa.
-Es
mejor que nada…- Ahora sabía que tenía un problema, carecía de un objetivo
claro y estaba estresado por los últimos sucesos de su vida.- Si, es mejor…
No tenía
un plan claro, ni siquiera tenía pensado en lo que diría o haría al día
siguiente, pero simplemente el pensamiento de poder hacer algo lo hizo sentirse mejor consigo mismo.
Quizás
tardaría en recuperar su pasión, pero lo haría, de una manera u otra
encontraría algo que volviera a llenarlo.
Con aquel pensamiento y una mirada llena de esperanza, Ranma cerró los ojos dejándose caer en los mundos de los sueños.
-o-
Y así es como finaliza este pequeño escrito llamado "desahogo".
Espero que haya sido de su agrado, antes de seguir
comentando quisiera dejarles el enlace de mis compañeros/amigos:
Esto inició como una pequeña idea para un “one-shot”, el
primer episodio sería la primera escena y realmente no tuvo cambios, salvo que
algunos diálogos y detalles extras, aunque me era llamativo el formato de “diario”,
limitaba bastante el solo ver el punto de vista de Ranma y por ende desde el
segundo episodio me enfoque en llevar la historia en “primera” y en “tercera”
persona.
Cada episodio quise enfocarlo en un personaje “importante”,
siendo los dos primeros para entender un poco más a Ranma y luego su
interacción con las tres personas que consideraba “amigos”.
Ryoga, Akane y Ukyo, sabía que debía terminar la historia
con el protagonista admitiendo que no se encontraba bien y que con quién lo
hiciera fuera con la castaña, tengo debilidad por Ukyo, pero por la
personalidad y lo que vemos en la serie (como he comentado antes, el manga
siento que los flanderiza bastante y aquello les juega en contra a cada
personaje) era la más indicada para comprender a Ranma.
La propia serie no se toma enserio, lo sé muy bien y de
hecho, son contadas las ocasiones que se toma con seriedad un
problema/conflicto/suceso de algún personaje, aun así, he querido siempre darle
un toque algo más “realista” a este anime/manga, siento que es cuando más puede
brillar.
Ya lo dije en “rompiendo las cadenas” y vuelvo a decirlo
aquí.
Yendo a algo más personal, en aquel momento no me
sentía bien, tampoco mal, pero me sentía
insatisfecho y hasta un poco frustrado por situaciones que estaban fuera de mi
alcance, añadiendo mi fatiga por estar escribiendo las batallas de Second
Chance, quise desahogarme escribiendo algo distinto y es cuando salió esto.
Podría haber utilizado la propia franquicia de pokémon,
quizás otras que estoy ansioso por escribir, pero no tardé en decidirme por
Ranma, de alguna forma sentí que era perfecto.
Mientras escribía pensaba: Esto es tanto un desahogo para mí
y para el propio Ranma.
Gracias a quienes se dieron la molestia de leer toda esta
historia y las notas, agradezco de todo corazón su seguimiento y palabras de apoyo
en estos años.
He conocido todo tipo de personas desde que inicié a
escribir Second, hice amistades, conocí más sobre mí mismo y hasta he logrado a
cambiar la vida de algunos según sus propias palabras… men, aun en este momento
no sé cómo reaccionar a ese mensaje.
Espero traerle más contenido por mucho tiempo y que sigan disfrutándolo.
Se despide de ustedes… un escritor de pacotilla.
-o-
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