jueves, 10 de junio de 2021

Desahogo - Episodio 5: Quiebre.

Episodio anterior.

-o-

Hola de nuevo, espero que estén teniendo una buena semana.

Llegamos al final de este pequeño viaje, me siento muy a gusto con este pequeño “logro”, no es la gran cosa y lo sé muy bien, pero de todas maneras sigue siendo la primera historia que finalizo.

Es cierto que tengo planeado una especie de secuela, pero siento que puede sostenerse por su cuenta a pesar de los errores que posee como “Producto propio”.

Dejando mi divagación para el final… disfruten del episodio.

-o-

Desahogo.

Episodio 5: Quiebre

Una historia de Ranma 1/2

By: FireAkai15

Dibujado por: Matsu Hirami.

-o-

-¿Puedes dejar de hacer esa cara?

-¿Hmm? ¿Qué cara?

-Pues esa, pareces un perro rabioso… ¿Tanto odias la escuela?

Ranma volteó hacia Akane con una mezcla entre sorpresa y curiosidad.- ¿Tú no?

La chica se quedó observando en silencio a su prometido por un momento antes de responder.- Me molestan ciertos idiotas, es todo.- Caminaron a un paso lento, hoy era de esos extraños días en donde habían salido a tiempo e incluso, le arrebataron a Nabiki las últimas fotografías que había tomado para Kuno.- Paso tiempo con mis amigas, he obtenido lindo recuerdos junto a ellas y eso también incluye algunas de las locuras que vivimos dentro de la escuela.

-Mmmm… supongo que tienes razón, no todas esas tonterías fueron malas.- Él mismo tenía sus propios momentos especiales dentro del área escolar, conoció otras facetas de Akane, se reencontró y reconcilió con viejos conocidos, más de un buen combate ocurrió en las canchas de la escuela y todos los estudiantes han sido testigo de su poder.- Creo que tienes un punto.

-Por supuesto.- Una pequeña sonrisa parecía formarse en el rostro de Akane, estaban a punto de llegar a la escuela y podía ver claramente a cierto estudiante de Kendo esperando la llegada de Ranma.- Además desde que llegaste, comenzaste a obtener la atención de todos los locos de la ciudad y bueno… es más fácil disfrutar de la escuela desde entonces.

Ranma no sabía cómo sentirse ante ese último comentario y le fue imposible no preguntar.- ¿Eso fue un cumplido?

-Tómalo como quieras.- Tomó algo de distancia, sabiendo que en cualquier momento Kuno se lanzaría contra el chico de coleta.- Hola Kuno.

-Akane Tendo luces tan hermosa como siempre.- Esta vez la chica decidió no molestarse y simplemente mantuvo distancia.- Vaya que considerada, esperando que termine con este plebeyo para celebrar mi victoria en una romántica salida.

-Di eso cuando puedas cumplirlo Kuno.- Ranma iba a terminar con esto rápidamente, el director Kuno parecía planear algo desde el inicio de semana y era mejor arruinar su movimiento por el bien de todos.- A las chicas no le gustan los fanfarrones.

-Y como siempre arruinas los momentos perfectos… ¿Acaso tu familia jamás te enseñó algo de modales?

Por algún motivo escuchar aquello le molestó y sin perder tiempo se abalanzó contra su superior.

PAAAM

Kuno cayó lentamente al suelo, con el zapato de Ranma marcado en su rostro.

-Eso fue rápido… más de lo normal.

-Te dije que no estaba de muy buen humor.- Observó hacia la entrada de la escuela, sin evitar hacer una mueca al hacerse una idea de lo que le esperaría dentro.- Realmente no quiero estar aquí.

-¡Oh, vamos Ranma! ¡Deja de actuar como un niño!- A pesar de su tono elevado, Akane lo decía con una pequeña sonrisa.- ¿Qué es lo peor que podría pasar?

-o-

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Como me gustaría ver la expresión de Akane en este momento.

¡Tenía razón, ese viejo sin vida preparó todo un espectáculo!

Profesores, estudiantes y hasta el conserje se vio obligado a participar.

Es realmente increíble lo que hace alguien por obtener una semana libre ¿He?

Realmente es tentador, pero… ¿No es demasiado bueno para ser cierto?

Y nuevamente tuve razón, decidí no participar al ver que toda una clase estalló al escoger el cupón equivocado.

También recibieron un corte gratis, no gracias.

Y recién estamos en la primera clase del día, simplemente genial.

-o-

-¡Y no regrese!- La patada de Ranma lanzó al director de la escuela por los cielos, poco a poco los gritos del hombre se perdieron en la distancia.- Vaya inicio de mierda.

De alguna manera se vio atrapado en una explosión, aquello lo hizo perder los estribos y rápidamente inició un movimiento en contra del director de la escuela.

Inició con poco apoyo, siendo más precisos de Ukyo, Akane, sus amigas y Hiroshi, pronto toda su clase se unió a su causa y al final del pasillo tenía hasta el propio Kuno unido a sus filas.

Ahora tanto estudiantes y maestros podrían respirar aliviados, la mayoría de ellos con su ropa hecha un desastre al igual que su cabello, pero era un costo necesario para conseguir la libertad.

-Supongo que nos libramos de él por un tiempo.- Murmuró la cocinera del grupo aun molesta por verse alcanzada por un ataque tan simple.- Tks… sigo pensando que deberíamos terminar el trabajo.

A veces Ranma olvidaba lo rencorosa que podía ser Ukyo.- Nada de matar Ucchan, ya rompimos unas costillas eso es más que suficiente.

-Claro, si es que la caída no lo mata.- Comentó un estudiante al azar, pero ni Ranma, ni Ukyo le dieron importancia, de algún lado Kuno tuvo que sacar su resistencia ¿No?

-Como sea, vamos a comer o algo.- Curioso notó como varios de sus “hombres” comenzaron a alejarse con temor del lugar.- ¿Mmmm? ¿Qué sucede chicos?

-¡Ranma, Ukyo, salgan de ahí!

El aviso de Akane llegó bastante tarde para ambos, de un momento a otro tanto Ranma como Ukyo se encontraban en el suelo sin ser capaces de mover un musculo.

Solamente había alguien que podía dejarlos en ese estado.

-Maldita perra.- Murmuró Ukyo boca abajo maldiciendo por más de un minuto a su candente maestra.

-Debimos lanzarla junto al director.

-¡Los delincuentes como ustedes merecen ser castigados!- Hinako en su forma adulta observó al resto de estudiantes que se refugiaban en la escuela.- ¡Ustedes no escaparán, voy a enderezar a cada uno de ustedes!

-¿Hiroshi?

-¿Akane-chan?

-¿Kuno?

-¿Yuka?

Ranma y Ukyo siguieron nombrando a sus conocidos con la esperanza de que uno estuviera cerca para ayudarles.

No tuvieron mucho éxito.

-o-

-¿Seguro que estarás bien?

-Descuida, puedo llegar al dojo por mi cuenta.- Se alejó del edificio escolar apoyándose de las paredes del lugar, su recuperación era superior a la mayoría de personas y solo era cuestión de tiempo que pudiera caminar sin problemas.- Tu asegúrate de llevar a Ucchan a su casa.

Akane aún no estaba segura de dejar a Ranma por su cuenta, considerando su suerte, podría terminar encontrándose con Mousse y este no dudaría en atacarle al notarlo debilitado.

O quién sabe qué haría Shampoo con esta oportunidad.

-Akane-chan, mientras más rápido me lleves, más tiempo tendrás para alcanzarlo.- A diferencia de Ranma, Ukyo apenas podía mantenerse en pie y era gracias a la chica Tendo que no se había derrumbado.- Y no quisiera admitirlo, pero realmente necesito de tu ayuda.

Al escuchar eso la chica dejó de dudar, Akane podría tener varios defectos, pero se ganó la admiración y cariño de la escuela por su gran corazón.

-De acuerdo Ukyo, cuenta conmigo.- Le dio una última mirada a Ranma antes de caminar cargando a la cocinera.- Nos vemos en casa Ranma.

El mencionado solamente se despidió con la mano y con algo de torpeza se encaminaba hacia el hogar Tendo.

-Te ves patético Saotome.

Al escuchar esa voz Ranma solamente pudo gemir.- ¿Qué quieres Nabiki?

-Nada, solamente me dirigía a mi casa antes de encontrarme con este divertido espectáculo.- El heredero de la escuela Saotome realmente comenzaba a detestar esa sonrisa presumida.- Podría ayudarte, aunque esto te costa…

-No me interesa.- La interrumpió y se alejó lo más rápido que pudo del lugar, realmente no quería lidiar con la Tendo del medio en este momento.- Llegaré por mi cuenta.

Ranma fue ajeno al ceño fruncido de Nabiki, la castaña debería estar complacida por toda la locura que había ocurrido en la vida del chico maldito, pero en el último tiempo fue incapaz de beneficiarse de todo el caos y eso le frustraba.

Ni siquiera fue capaz de hacer algunas apuestas en sus últimas batallas, porque el chico las había llevado a un lugar apartado de la ciudad y actualmente Kuno no contaba como algo rentable.

Excepto para comprar las fotos que le tomaba a la forma femenina de Ranma claro está.

-Y últimamente no sé cómo consiguen quitármelas.- Aquello fue la gota que derramó el vaso, una cosa era que Ranma arruinara sus planes de manera inconsciente, pero Nabiki no toleraría que robara sus fotografías.

¿Cómo sabía dónde las guardaba de todos modos?

Algo molesta siguió de cerca al chico, tenía una idea de sacarle algo de dinero y vengarse de Ranma al mismo tiempo.

Solamente necesitaría contactarse con cierta individua y tendría la oportunidad perfecta para chantajearlo.

Nabiki quería actualizar su vestuario y Ranma la ayudaría con ello quiera o no.

-o-

-Bueno, ya estamos por llegar Ukyo ¿Cómo te sientes?

-Algo mejor, gracias por el aventón Akane-chan.

La mencionada sonrió un poco.- Al final terminaste llamándome así ¿He?

-Así me aseguro que Ranchan no lo haga.

Akane estuvo tentada a soltarla, pero no lo hizo.

El camino fue tranquilo, no hablaron mucho, pero no fue incómodo para ambas chicas.- Oye Akane…

-¿Sí?

-Había otra razón por la que quería que me acompañaras.

La menor de los Tendo arqueó la ceja y no negaría estar curiosa por las palabras de Ukyo, aunque una parte de ella ya se hacía una idea de que se podría tratar.- ¿De qué trata? ¿Algo malo está sucediendo en tu restaurante?

-A mi restaurante le va de maravilla, es otra cosa la que me tiene pensativa…

-…

-Akane ¿Has notado algo raro en Ranchan?

Akane realmente no estaba segura de querer tener esta conversación.- ¿A qué te refieres?

-Bueno, me refiero que en ocasiones no parecer estar ahí ¿Me entiendes?

-No realmente.- Mintió descaradamente, realmente no se sentía muy a gusto de hablar sobre esto con alguien, sobre todo con otras de las “prometidas” de Ranma.- Lo que hay en la mente de ese idiota es todo un enigma.

-Akane, estoy hablando enserio…

-Yo también.- Al sentir la intensa mirada de Ukyo decidió dejar las bromas a un lado, al parecer no podía escapar de esa conversación.- Bueno, el asunto de las nuevas prometidas hizo que todos reaccionáramos mal ¿Sabes? Tanto Ranma como yo tuvimos algunos “encuentros” con Shampoo y su bisabuela.

Ukyo no parecía sorprendida por esa información, algo que no pasó desapercibido por la chica de cabello corto, normalmente la castaña era la primera en perder los estribos cuando la amazona se acercaba a Ranma.- ¿Ukyo?

-Eso ya lo sabía, Ranchan me lo contó el otro día.- Por un instante Akane había endurecido la mirada, pero la chica de espátula fue totalmente ajena a esa reacción.

-¿Es así? Me pregunto que más te ha habrá mencionado.- Intentó no enojarse, realmente estaba tratando de controlar cierta emoción que estaba emergiendo, pero le parecía “injusto” que Ranma fuera más abierto con Ukyo que con ella, realmente pensaba que se habían acercado un poco más tras aquel “entrenamiento”.- Tu deberías saberlo mejor que nadie ¿No lo crees? Si tanto confía en ti.

-Akane-chan.- La castaña cortó de inmediato aquel pensamiento de la chica, no era el momento de estar compitiendo por quién era la mejor amiga o prometida del chico.- Esto no es una competencia, no importa si a mí me dice “esto” y a ti lo “otro”, es mejor unir lo que sabemos y llegar a una conclusión… estoy segura que tú sabes más cosas que yo.

-¿Sí? ¿Por qué crees eso?

-Vives con él, eres la que más tiempo pasa con él y aunque él no lo diga… es obvio que eres la persona en la que más confía.- Lo último le había costado decirlo, era doloroso admitirlo para Ukyo, pero Akane era alguien constante en la vida de Ranma a diferencia del resto y aquello era una gran ventaja que era difícil de igualar.

Las mejillas de la chica Tendo adquirieron un tono rosado, no esperaba algo así de parte de la castaña y le tomó algo de tiempo agregar algo en la conversación.

Akane era egoísta, se había acostumbrado a tenerlo todo y le era bastante extraño que Ranma no se lo diera, aquello junto a su gran habilidad captaron su atención y aunque jamás lo admitiera ni a ella misma; Akane quería ser todo en la vida de Ranma.

Quería ser su mejor amiga, su única prometida incluso si no quería casarse con el chico y también, ser la persona en la que más confiara.

Pero tampoco era ingenua, sabía que por su cuenta era imposible saber lo que le estaba ocurriendo a Ranma, ella tenía un límite y lo conoció esa tarde en el dojo… no podía avanzar más de ahí.

Pero con Ukyo, quizás podrían ir más allá.

-Bueno… he notado cosas.- Inició algo insegura, siendo ajena a la sonrisa que aparecía en Ukyo por su pequeña “victoria” y en silencio escuchó cada palabra de Akane.- Antes pensaba que fue a causa de su derrota contra Ryoga, pero no parecía estar molesto por haber perdido.

Aquello era extraño y también lo había notado, Ranma era terco como mula y tenía miles de excusas para restarle importancia a una derrota, pero en esa ocasión aceptó de manera “madura” la superioridad de Ryoga en ese combate e intentó acabar con el tema rápidamente asegurando que la próxima vez iba a ganar.

-También está la distancia que está tomando con la tía Nodoka.

-¿Con su madre?

-Sí… es extraño, pero cada vez que ella se une a nuestras disputas o cuando Ranma está discutiendo con el tío Saotome, todo se vuelve incomodo… al menos yo me siento así al verlos.

Ukyo trató de recordar algunas conversaciones que tuvo Ranma en las últimas semanas, se quejaba de algo, no, mejor dicho se quejaba de alguien, pero cuando ella le pedía detalles o el nombre de la persona este se rehusaba a decirlo.

¿Quizás se trataba de su madre? O acaso… ¿Se refería a todos en general?

-(No, debe haber algo más).- Encarar directamente a su prometido no llevaría a nada, de hecho sería lo peor que podrían hacer ya que este comenzaría distanciarse y Ukyo no permitiría que eso sucediera, había costado bastante ganar este nivel de confianza con Ranma y no quería perderlo.- Akane… ¿Qué tipo de discusiones ha tenido Ranchan en tu casa?

-Pues verás…

-o-

-¡Aléjate de mí!- Su energía regresó en el mejor momento, logrando quitarse a Kodachi de encima y alejándose rápidamente de la chica.- ¡No tengo tiempo ni humor para lidiar contigo!

Ignoró sus llamados y gritos, esquivó los ataques de su listón, pero pronto tuvo que esquivar todo tipo de artículos de gimnasia, ya irritado atrapó uno de los balones y lo lanzó hacia la chica sin ninguna pizca de tacto.

La sorpresa adornó los rostros de ambos, Kodachi no estaba preparada para un contraataque y recibió de lleno aquel pelotazo que la llevó a la inconciencia.

Ranma no creía lo que había hecho, pero por un extraño motivo no sintió ningún tipo de culpa al golpear a la chica-Tks… no tuve elección.

Aun así, golpear y dejarla inconsciente eran cosas completamente distintas, no quería lastimarla a ese grado, solamente quería que lo dejara en paz y últimamente parecía imposible, la escuela de Kodachi finalizó los exámenes, dándole a la chica Kuno tiempo de sobra para buscarlo e intentar arrastrarlo a su mansión.- Tú te lo buscaste.

De todas maneras, sería algo cruel dejarla tirada a su suerte y con algo de pereza la tomó entre sus brazos.

-¿?- Justo en ese momento un ruido captó su atención, era un sonido que se le hacía demasiado familiar y comenzó a observar a su alrededor, rezando quién sea que lo haya hecho no fuera Nabiki.

Tristemente, Dios parecía odiarlo y la molesta hermana de Akane salió de su escondite con una cámara en sus manos.

-Vaya, no esperaba que fueras tan audaz Ranma.- Su sonrisa aumentó al oírlo gruñir como si de un animal salvaje se tratara.- Supongo que ya te haces una idea de lo que tengo aquí ¿No?

Ranma estaba a punto de arrebatarle la cámara, pero un gesto de Nabiki lo hizo detenerse.- Vamos bebé ¿Realmente crees que será tan sencillo? Te he tenido en la mira desde que la loca hizo su aparición.

En otras palabras, tenía fotos mucho más comprometedoras que la última que tomó.

-¿Cómo sabías qué Kodachi vendría por mí?

-Yo la llamé.- Nabiki se burló en frente del sorprendido Ranma, sin importarle mucho su reacción.- Considéralo un castigo por todas las ventas que me has arruinado estos días Saotome.

Ranma frunció el ceño, como si se tratara de un saco de papas cargó a la inconsciente Kodachi en su hombro derecho.- Fotos que me sacaste sin mi consentimiento.

-De alguna manera debes pagar por quedarte en mi casa ¿No lo crees?- La mirada de Ranma se endureció más, parecía intentar quemar a la chica Tendo con sus ojos.- Esa mirada es algo intimidante ¿Sabes?

-Tks… realmente no estoy de humor para esto Nabiki.

-(Como si me importara).- Había límites y la chica lo sabía, en los últimos días Ranma había demostrado que podía explotar con la misma facilidad que Akane, por ende, Nabiki no iba a arriesgarse a recibir algún tipo de daño por hablar de más.- Bueno podemos terminar con esto rápidamente, me das lo que quiero y todas estas fotos desaparecen.

Ranma se rehusaba a darle el triunfo a la chica, quería borrar esa maldita sonrisa de su rostro y realmente, realmente se le estaba haciendo apetitosa la idea de golpearla.

Pero tenía límites, no iba a golpear a quienes no supieran defenderse… uno de los pocos buenos valores que Genma le había enseñado durante su niñez.

Mientras controlaba su respiración, Nabiki continuó presionando, asegurándose de que el chico no tuviera tiempo para pensar en otra salida excepto pagarle por su silencio.- No quieres que Akane vea esto ¿Verdad? Estoy segura que reaccionaría muy mal al verte tan “amoroso” con alguien como Kodachi.

-…- Recordó los últimos días con la chica, ignorando algunos insultos y golpes, se estaban llevando bastante bien.

-No solamente tendrías que tratar con una molesta Akane, nuestros padres no dudaran en ir por tu cabeza.

-…- Pensó un poco, ignorando aquel movimiento del padre de las chicas, no había mucho que podrían hacerle si se ponía serio.- (Papá se molestaría en escucharme, si me echan también terminarían arrojándolo a la calle, así que trataría de hacer entrar en razón al viejo Tendo).

Al imaginarse una posible discusión que podría durar una hora, su cabeza comenzó a dolerle un poco, no quería lidiar con algo así.

-Y no olvidemos como se pondrá tu madre.

Ranma apretó su puño libre, apretando también sus dientes al notar como Nabiki disfrutaba de su frustración y su mente no dejó de preguntarse cosas que no hacían nada para calmarlo, al contrario, solamente empeoraban su temperamento.

¿Es esta la única forma en que Nabiki lo ve?

¿Solo como un método de hacer dinero fácil?

¿Realmente cree que tiene un control sobre él?

Volvió a ver esa sonrisa y aquello parecía darle la respuesta.

No había duda, ella creía que tenía un dominio completo en él.

Normalmente insultaría, se quejaría y terminaría accediendo por las malas ante el chantaje de Nabiki, pero hoy no sería así, aquellas preguntas lo hicieron percatarse de que la chica frente a él, no es diferente de todos esos idiotas que creían tener un control total en él.

El director y sus hijos, las amazonas, sus rivales, Soun Tendo e incluso sus padres.

¿Qué pasa con lo que él quiere? ¿Acaso no importa?

-Tks... Hazlo si tanto quieres hacerlo.

-Bien hecho, no serías tan ton… espera ¿Qué dijiste?

-Dije que lo hicieras.- Ranma la miró con rabia, casi mirándola con la misma intensidad con la que encaró a sus oponentes más temibles.- Pero no obtendrás ni siquiera una moneda de mi bolsillo Nabiki.

La Tendo del medio no esperaba una respuesta como esa, normalmente el prometido de su hermana pequeña no dudaría en evitar el conflicto y ahora parecía no importarle en lo más mínimo.

-¿Te das cuenta de lo que dices? ¿Sabes lo que pasará cuando des un paso dentro de nuestra casa?

Ranma la encaró, sin siquiera tener una pizca de duda.- Lo sé y estoy de acuerdo con lidiar con eso, no hice nada malo, no tengo porque esconderme.

Nabiki frunció el ceño.- (Este no es el momento para que te crezcan un par de pelotas Saotome).- Ya había hecho varias cosas durante el día y no estaría satisfecha hasta hacerse algo de dinero a través de su inquilino “favorito”.- ¿Sí? ¿Y quién va a creerte Ranma?

-…- Al ver que no tenía respuesta, Nabiki continuó atacando y hacerle entender que su valentía no lo llevaría a ningún lado.

-¿Tus padres? ¿Mi hermanita? ¿Sabes lo sencillo que es para mí hacer que su juicio se nuble?

Sin embargo, olvidó lo terco que podría ser el chico cuando se decidía por algo.

No era culpa de Nabiki, es más, casi todos habían olvidado la última vez en la que Ranma actuó de esa forma.

-Haz lo que quieras, no pienso darte el gusto de salirte con la tuya.- Dándose la vuelta se alejó de un gran salto, tendría tiempo para pensar en lo que diría en el camino, primero se aseguraría de dejar a Kodachi cerca de su mansión.- Nos vemos en la cena.

-Conste que te advertí Saotome.- Frustrada se mordió uno de sus dedos, intento tomar una última foto que se pudiera malinterpretar, pero Ranma se movía a gran velocidad y no tardó en desaparecer de su vista.- No me hago responsable de lo que pase en nuestra casa.

En su mente solamente tenía pensando en lastimar al chico, en el pasado tuvo a su merced incluso a los artistas marciales más fuertes de la ciudad y Ranma no era la excepción.

Nabiki tenía siempre el control y no permitiría que un idiota intentara quitárselo.

-o-

-¡Estoy en casa!

-Bienvenida a casa Akane.- Le fue imposible no sonreír ante el dulce recibimiento que le daba su hermana mayor.- ¿Ranma llegó a casa?

Con su habitual sonrisa Kasume le respondió.- Aun no, pero Nabiki dijo que estaba en “buenas manos”

-¿Buenas manos?

-No quiso dar más detalles, dijo que esperaría a que estuvieras en casa para decirlo.

-¿Dónde está?- Akane tenía un mal presentimiento, esperaba que el idiota no se haya metido en algún problema.- (Me aparto un momento y ya le ocurre algo).

Con un suspiro pesado se dirigió hacia la cocina por un vaso con agua, la charla con Ukyo duró más de lo esperado, pero había servido para tener ideas más claras sobre lo que le sucedía a Ranma.

Por eso quería hacerle algunas preguntas, pero al parecer tendría que esperar hasta que Nibiki le informara sobre la ubicación de su prometido.

-Bueno, espero que no sea grave.

-Seguramente estará bien, vamos Akane, Papá y los demás están reunidos en la mesa.

La menor de las Tendo frunció el ceño al ver el rostro de Nibiki, que la chica estuviera molesta no era una buena señal.

-o-

Luego de dejar a Kodachi tuvo un encuentro errante con Mousse, su pelea no duró mucho, pero lo suficiente para que Ranma desquitara su rabia en su rival miope.

Con la ira fuera de su sistema, el chico recién fue capaz de asimilar de manera racional su encuentro con Nabiki.

-Mierda…- Su tranquilidad no duró mucho, con algo de pánico pensó si valía la pena desaparecer por unos días y esperar que todos en casa se calmaran.- ¡No, le dije que no huiría! ¡No me tragaré mis palabras!

Aunque claro, era más sencillo decirlo que hacerlo.

Busco pretextos para llegar más tarde a su destino, quizás cuando todos se encontraran durmiendo, pero tampoco quería lidiar con otro problema.

Se disculpó con Mousse, pero no se arriesgaría a dejarlo cerca del restaurante de Cologne.- Podría ir con Ucchan…

Negó con algo de molestia, quizás seguía agotada a causa de la técnica de Hinako.- Supongo que solamente queda enfrentarlos…

A pesar de sus palabras, caminó a paso lento hacia los Tendos, descansando de vez en cuando en los tejados y observando como poco a poco el sol se alejaba de la ciudad.

Abrió su cuaderno, leyendo algún que otro escrito del pasado donde se sintió igual como ahora; en ellos se quejaba por el reaccionar del resto, pero también de él mismo por no ser capaz de defenderse apropiadamente.

No solamente eso, fue incapaz de abrirse con Akane en aquella tarde, era un buen momento, pero simplemente no pudo, como si aquellas palabras no quisieran salir de su garganta.

-Pero ahora que lo pienso… ¿Qué hubiera dicho?- Sinceramente no lo sabía, ni siquiera sabía cómo sentirse con todo eso, ya que como le dijo a Akane, se sentía bien generalmente, pero en ocasiones…- Tks, que frustrante.

Buscó el lápiz que le había robado a Hiroshi, escribió un resumen de su día, se detenía un poco para caminar y volvía a los tejados al primer ruido que oía a su alrededor.

Como si de un gato asustado se tratase.

Estoy muerto, bien, pero bien muerto.

Hoy no ha sido el mejor de los días, con todo el caos que hubo en la escuela debo añadir mi encuentro con Kodachi. Me atrapó desprevenido y quedamos atrapados en una posición bastante… peculiar, pero lo peor de todo, es que de todas, TODAS las personas que podrían atraparme en esa situación; tuvo que ser la más malnacida de todas, Nabiki Tendo.

Ya tiene una foto del momento, ya me amenazó con mostrarla en la casa si no pagaba y esta vez… la reté a que lo hiciera.

¡Hubieran visto la cara que puso!

Pero mi “triunfo” fue fugaz, a esta hora seguramente todos en la casa saben de esa foto y agregando la “historia” que inventó Nabiki, actualmente deben verme como algo peor que al viejo degenerado.

No quiero ir, no quiero entrar a “mi” casa.

Tengo miedo.

Cada vez que ocurre algo así, siento que se confirma que a nadie le importa lo que puede salir de mi boca.

¿Realmente soy tan cobarde?

Últimamente es así, ni en la escuela, ni con los Tendos me siento cómodo.

Como si no debería estar ahí.

Es decir, es “mi” casa y aun así… no quiero entrar.

Ranma cerró el cuaderno tras escribir esa oración, sintiendo una punzada en su orgullo y aferrándose a ese “dolor” se dirigió hacia el hogar de los Tendos.

Solo aferrándose a ese malestar, fue capaz de apartar aquel miedo que tenía por llegar con su “familia”.

Al igual como sucedió con Nabiki, su cerebro no paraba de mandarle preguntas que lo hacían sentirse aún más confundido.

¿Qué le estaba sucediendo?

¿Acaso el “caballo salvaje” está siendo domesticado?

¿Nerima lo estaba haciendo débil?

-Mi muchacho… ¿Dónde fue toda esa ambición? ¿Quién apagó esa llama en ti?

-No.- Murmuró frente la puerta de los Tendo, aferrando una de sus manos a su pecho, como si aquello lograra calmar su angustia.- No es así, estoy bien.

Ranma Saotome siempre está bien.

Abrió la puerta, encontrándose con todos los habitantes de la casa exceptuando a Happosai.

Su corazón latía a mil, todos esos ojos se dirigieron hacia él y su nerviosismo aumentó.- (No he hecho nada malo, cálmate, tú no estás mal).

Kasumi le dio una “dulce” bienvenida como siempre, pero pronto fue opacada por los rugidos llenos de indignación por parte de Genma y Soun.

-(Si son solo ellos puedo manejarlos).- Fueron los pensamientos del joven Saotome, pero como ya había sucedido en el pasado su bocota le traicionó, liberando la ira de una angustiada Akane que no tardó en unirse a la discusión.

Parecía traicionada, dolida y otras emociones que Ranma fue incapaz de descifrar.

No lo entendía y Akane tampoco tenía intenciones de explicárselo.

Intentó hablar con calma, pero los gritos del resto silenciaban sus palabras, subió el tono e incluso llegó a empujar a uno de los adultos que había invadido su especio personal, acción que solamente molestó y confundió algunos, pero Ranma ni se molestó en girar a verlos.

Se sentía agobiado, arrinconado al igual que un perro callejero.

Cuando pensó que tenía suficiente la notó, esa sutil sonrisa que le estaba dando la Tendo del medio disfrutando del espectáculo.

De pronto todo se nubló y aquel “perro” ladró, ladró como nunca lo había hecho en el pasado.

Desde ahí todo fue confuso para Ranma… hasta que se encontró frente a frente con su madre.

-o-

-Bienve… ¡Ranchan!

Ranma dio un breve saludo con su mano derecha, tratando de ignorar la alegría que causaba en Ukyo su mera presencia.- Yo ¿Te sientes mejor?

-Como nueva, también debo agradecer que hoy no hubieron tantos clientes.- Comentó mientras preparaba un okonomiyaki para un cliente.- Después de los dos últimos días, solamente quiero tomarme un descanso.

Ranma le dio una débil sonrisa, como si realmente entendiera el agotamiento de su amiga.- Me puedo hacer una idea, pero no te preocupes Ucchan, no molestaré mucho.- Señaló una de las mesas que se encontraban disponibles, curiosamente la más apartada del lugar.- Solamente quiero sentarme y recuperarme un poco ¿Puedo?

Ukyo no fue ajena a la expresión llena de cansancio en su prometido, es más, sus ojos no poseían ese peculiar brillo que tanto adoraba. Algo le había sucedido y por mucho que quisiera saber que era, la joven tenía un restaurante que manejar y también, conocía muy bien la terquedad de su Ranma.

-(No lo presiones Ukyo, ya tendrás tiempo para hablar seriamente con él).- Ranma era como un animal salvaje, el arrinconarlo para obtener algo de él es lo peor que podrías hacer, ella lo había aprendido por la mala.- Por supuesto Ranchan, te atenderé cuando esté por cerrar.

-Gracias Ucchan.- Ranma no se molestó en darle una sonrisa, ni siquiera una mirada, lo único que quería en este momento era escribir y soltar aquella molestia en su pecho.

Fue ajeno a las miradas de Ukyo, quién comenzó a preocuparse más al notar como escribía, tachaba y arrancabas hojas de ese cuaderno con una pasión similar a la que mostraba por las artes marciales.

Y eso la estaba inquietando un poco.- (¿Qué le habrá pasado?)- Dudaba que Akane tuviera algo que ver en eso, sobre todo por la charla que habían tenido horas antes.

Con algo de frustración se enfocó en su trabajo, ya quedaba poco para cerrar y ahí le daría toda la atención posible a Ranma.

No sé qué me obligó hacerlo, pero terminé gritando, grité como nunca lo había hecho antes.

¿No lo sé? ¿Qué no lo sé?

A QUIÉN ENGAÑO, ME SENTÍA ACORRALADO, INSULTADO Y CANSADO.

¡Se estaba burlando de mí! ¡Lo estaba haciendo en mi propia cara! ¿Cómo diablos querían que reaccionara?

¡Llevo meses lidiando con esto! ¡No necesitaba pasar por algo como eso! ¡Todo ese avance se fue al diablo por culpa de Nabiki!

¡No me importaba absolutamente nada en ese momento! ¡Ni la sorpresa en Akane, ni el miedo en nuestros padres o la preocupación de Kasumi! ¡Solamente quería sacar eso de mi pecho!

¡Me sentía listo, preparado para gritarle a cada uno de ellos sus verdades! ¡Hacer que la ligera mueca de molestia en Nabiki solamente empeorara!

Pero luego.

Pero luego…

Vi esa mirada, esa maldita mirada llena de desaprobación que me dejó helado.

Incluso al recordarlo me duele, mamá se acercó con lentitud mientras los demás se alejaban instintivamente y no podía culparlos, yo mismo comencé a retroceder por cada paso que ella daba.

-Un hombre no tiene ese tipo de arrebatos, un hombre… no, un buen hijo no le eleva la voz a sus padres.

El tono de mamá era helado, igual que su mirada y todo intento de defenderme quedó en mi garganta, no me atreví hablar y solamente desvié la mirada.

Pero aquello no le gustó y comenzó a recriminarme aquello también.

¿Por qué solo a mí?

¿Por qué a mí no me ayudas?

¿Acaso no ves al viejo Tendo? Será un hombre patético, pero cuando se trata de sus hijas salta de inmediato a su rescate.

¿Por qué tú no? ¿Para qué querías verme entonces?

No soy un buen hombre… tampoco soy un buen hijo ¿He?

¡Entonces enséñame, dime lo que tengo que hacer para complacerte!

Akane, Ucchan, Cologne y hasta el imbécil de Kuno se han dado cuenta que algo sucede ¿Y tú? ¿Realmente harás la vista gorda? ¿No te importa en lo más mínimo?

¡Dime mamá! ¡Dime como acabo con este malestar que siento! ¡Con estas dudas, con las preguntas y con esta maldita sensación de estar desperdiciando mi día a día!

¿Sabes cómo matar el impulso que siento de huir de la escuela?

¿Cómo evitar que mi confianza se debilite cada día? ¡Ni siquiera puedo utilizar el Mōko Takabisha en este momento!

¿¡Por qué siento que un día estoy en la sima y en el siguiente en lo más profundo del abismo!?

¡Dime mamá! ¿Por qué ya no disfruto de ganar?

¿Por qué me siento tan vacío?

-Dime…- Murmuró el joven lleno de dolor y frustración, ignorando por completo a la chica que se había sentado a su lado con delicadeza.

-Ranchan…- Ranma se alarmó, pero no tenía intenciones de voltearse y encontrarse con el rostro de Ukyo.

No quería que lo viera así, no quería que nadie lo viera en este estado tan patético.

-¿Estas bien?- Pronto se maldijo por soltar aquella idiotez.- (¡Por supuesto que no está bien!)- Ukyo lo sabía, Akane lo sabía y aunque habían hablado de aquello en ausencia del Saotome, no le estaban dando la importancia que requería.- Ranchan, no sé qué es lo que te sucede, pero lo he notado… desde hace tiempo, y nada bueno debe ser si te tiene así por tanto tiempo.

-…

La joven cocinera se mordió el labio por la frustración, nuevamente Ranma creaba un muro para que nadie lo alcanzara, solamente Akane era capaz de crear grietas en aquellas defensas.

Pero Ukyo estaba cansada de observar mientras la chica Tendo hacia todo el trabajo.

Utilizando aquellos pensamientos como motivación cubrió las manos de Ranma con las suyas, notó la reacción del chico, pero esta vez no iba a retroceder por la timidez de su prometido.- Ranchan, puedes decírmelo… un poco por lo menos, quizás no soy la persona con la que esperabas hablar de esto, pero créeme cuando digo que puedes contar conmigo, como tu prome… no, como tu amiga estaré para ti.

Ranma lentamente dirigió su mirada hacia Ukyo, no notó algún rasgo de malicia o que buscara ventaja de esta situación. Además aquellas palabras habían tocado un nervio y realmente quería tomarlas como verdaderas, pero ahí estaba ese miedo, le asustaba mucho dar a conocer esa parte de él y que lo vieran como algo insignificante.

Las palabras de su madre se reprodujeron en su mente, sintiendo esta vez que algo aparte del miedo crecía dentro de él, y esto lo asustaba aún más.

-Yo…- Balbuceó con torpeza, al darse cuenta de su acción se arrepintió enseguida, tenía mucho que decir y ni siquiera sabía cómo hacerlo, es más, todavía no estaba seguro de confiar en Ukyo.

Recordó sucesos del pasado, donde la castaña junto a Shampoo lo metieron en varios aprietos, pero también estaban las ocasiones que no dudó en ayudarlo.

Sobre todo cuando perdió su fuerza.

-Tranquilo Ranchan, soy la única persona aquí… tomate tú tiempo.- Ukyo en este momento también estaba haciendo un esfuerzo, incluso alguien como Ranma pudo notarlo y debía responder a ese gesto ¿Verdad?

-Si…- El miedo seguía ahí, pero si no hablaba aquel sentimiento seguiría con él, ignorarlo no había funcionado, solamente empeoró con el paso del tiempo.- (Si no hablo, nunca tendré esas respuesta que ando buscando).

Debía correr el riesgo.

-Uu-Ucchan…- Sentía que sus piernas temblaban ligeramente, una de sus manos nuevamente se aferró a su pecho y su mirada se dirigió a la mesa.- Yo, yo… no estoy bien.

Tragó duró, esperó un momento por si Ukyo diría algo, pero pronto el silencio le dio a entender que continuara.

-Estoy cansado… aburrido de la rutina, en ocasiones… cuando voy de camino a la escuela quiero dar media vuelta y correr.- Al no recibir ninguna respuesta le inquietaba, su inseguridad aumentaba con cada palabra que salía de su boca.- Escapar de todo…  siento que todos han escrito un futuro para mí, pero a nadie le interesa lo que yo deseo.

Ukyo no pudo evitar hacer una mueca ante eso, admitiendo que ella podía permanecer a ese conjunto de personas.

-Y lo peor de todo… es que ni siquiera sé que quiero, amo el arte, pero últimamente no me llena, no sé lo que me sucede… cuando escribo sobre esto parece tan grave y ahora, que lo digo en voz alta… me parece tan estúpido.

La chica quería  protestar, pero Ranma no lo permitió, algo se había activado y no quería detenerse.

-Pensé que era fuerte, que todo podía solucionar siempre que pudiera luchar, pero estaba equivocado… me siento débil, soy incapaz de confrontar a mamá y a los demás, siento que estoy solo contra esto y no creo poder ganarle.

Había muchas cosas que decir, ese miedo irracional que le tenía a su madre, el fallar las expectativas de todos y otras que ni el propio Ranma comprendía.

Pero su boca se había secado, se sintió hasta agotado tras confesar esas cosas y ahora se sentía tonto, como si se estuviera quejando por ridiculeces.

-(Ukyo se enfadará).- Ranma cerró los ojos, preparándose para el golpe y posteriormente los insultos que recibiría de la chica.

Pero lo único que sintió fue un leve toque en su mejilla, al abrir sus ojos se encontró con una pequeña sonrisa que trasmitía calidez.

La misma calidez que sentía cuando Akane se veía feliz.

-No hay nada de malo en sentirse perdido Ranchan.

-Un hombre entre hombres no se derrumba.- Murmuró inconscientemente las palabras que su madre le había dicho una vez, a la mínima pizca de malestar Nodoka  le decía aquella frase que se quedó pegada dentro de él.

-¿Y? ¿El hacerlo te hace menos humano?

-No, no lo hace.

-Exacto, no eres el único que se ha sentido así, creo que  la mayoría de personas pasa por algo así por lo menos una vez.- Pensó un momento sus palabras, se estaría arriesgando un poco al decir la palabra “miedo”, pero Ukyo quería hacer un punto con esto.- Lo mismo se puede decir del temor al futuro, a lo desconocido… yo misma viví con ese miedo por varios años.

-¿Lo hiciste?

-Sí, no fue muy bonito… especialmente si agrego todo lo demás.- Terminó de decir con una pequeña sonrisa, recordando aquellos años en los que se había aferrado al odio para seguir adelante, aun así, no negaría que también tuvo que hacerle frente a varias emociones, una de ellas era el miedo… a cómo reaccionaría al ver a Ranma.

Incluso ahora temía a varias cosas, la más obvia es haber llegado tarde a la vida de Ranma, que este nuevamente se alejara para siempre sin dejar rastro o que jamás la viera como una chica.

Pero hoy no se trataba de ella, no… no se trataba de ella.

-Ucchan…

-¿Sí?

-¿Puedes decírmelo?- Con algo de timidez preguntó, aquello parecía realmente afectar a Ukyo y aun así, parecía poder lidiar con eso y seguir adelante.- Todo eso que te afectó…

Ukyo no se esperaba esa petición, se quedó observando al chico que realmente parecía querer saber lo que sentía.- No lo sé… es mucho que decir ¿Sabes?

Una débil sonrisa apareció en Ranma.- Tengo toda la noche para escuchar… si te parece, yo también… diré cosas.

No sabía hasta donde podría decir, ni siquiera tenía idea de lo que podría decirle a Ukyo, pero trataría de ser honesto, liberar aquello por muy tonto que sea.

Ella no se burló, no le restó importancia a su malestar y Ranma realmente se sentía agradecido por ello.

Ukyo no podía quejarse por el resultado, con una pequeña sonrisa volvió acariciar la mejilla de su prometido y este, no la apartó, si era porque se sentía a gusto o simplemente por la falta de energía no lo sabía.

Se permitió disfrutar del pequeño momento antes de iniciar con su historia.- Pues, todo empieza luego de que Genma se fuera con nuestro dote.

-o-

-Recibí muchas burlas ¿Sabes? No solamente en la escuela, en el barrio en donde vivía… de mi familia.

-Siempre pensé que Ryoga era mi amigo, me parecía un hecho por todo lo que hemos vivido, nuestros combates y que gracias al otro seguimos superándonos,  pero me equivoqué… esa batalla me lo hizo entender.

No había continuidad en sus historias, en ocasiones sacaban lo primero que se les venía a la cabeza, en otras… lo que sentían que el otro debería saber.

-No sé qué hacer… la anciana quizás me esté dando una pista de lo que necesite.

-¿Nuevas técnicas?

-Más que eso.- Comentó antes de darle un mordisco a los bocadillos que había traído la castaña.- Dijo que perdí mi ambición, supongo que a mi salvajismo por buscar un buen combate… yo había llegado a una idea similar.

-Entonces… ¿Qué harás?

-Me iré.- Al notar la mirada abatida de la chica no tardó en aclarar las cosas.- Solo será por un tiempo, quiero iniciar un viaje de entrenamiento… quizás recuperar aquel deseo por batallas, encontrar más rivales y quién sabe, puede que encuentre aquella respuesta que estoy buscando.

Suspiró aliviada por eso, aun así, parecía que aquel viaje tomaría bastante tiempo.- ¿Te irás pronto?

-No lo creo Ucchan, tengo que arreglar las cosas por aquí… no quiero irme en malos términos ¿Entiendes?

Ukyo asintió tras darle un sorbo al té que había preparado, era una noche helada y el cansancio se había apoderado de ella, pero estaba a gusto a pesar de todo, últimamente la amistad entre ambos había mejorado, bromeaban y hablaban más seguido, pero nunca llegaron a algo como lo que estaba sucediendo actualmente.

Y puede que no vuelva a ocurrir.

-Supongo, también está la escuela y lo que dirá tu madre.

-Aun así, ya tomé mi decisión… si te soy sincero, mientras Akane y tú lo entiendan me iré tranquilo.

Ambos se dieron una pequeña sonrisa tras esas palabras, Ukyo quería decir algo más, pero Ranma se levantó y aquello solo significaba una cosa.

-Ucchan… gracias, no olvidaré esto.

-Ranchan… ¿Realmente te irás?

-Ya es tarde y creo que ya te molesté lo suficiente.

-No lo haces, nunca lo haces…

-Aun así, me siento bien… debo regresar en algún momento, no quiero que las cosas empeoren más.

La propuesta de que usara la habitación del ausente Konatsu se esfumó rápidamente al escucharlo, lo entendía… aun así, Ukyo se sentía un poco desilusionada.

-Entiendo… te deseo suerte.

Ranma simplemente asintió antes de dirigirse hacia la salida del lugar, la castaña lo acompañó y se quedaron en silencio por un momento.

-Regresarás… ¿Verdad?- El artista marcial no sabía si Ukyo se refería a su futuro viaje o si volvería a su restaurante para charlar.

Quizás ambas.

Salió del restaurante y con una pequeña sonrisa le respondió.- Si, lo haré… aún no escucho como Tsubasa descubrió que eras una chica.

La castaña se permitió sonreír ante eso.- Bueno, tú también puedes venir hablar de lo que sea cuando quieras… ya lo dije, puedes contar conmigo Ranchan.

-Gracias, tú también puedes venir a mí ¿Sabes?

De un momento a otro el chico desapareció de su vista, con un suspiro Ukyo cerró el restaurante y se dirigió a su habitación.

-Vaya día…- Murmuró al acostarse en su cama, ni siquiera tenía energías para ir a lavarse los dientes.- Me pregunto… ¿Qué es lo que hará ahora?

Tenía muchas dudas, mucho en que pensar a causa de la visita de Ranma.

Había ganado algo este día, la verdadera confianza de Ranma y podía asegurar que era una de las dos personas más importante en la vida del chico.

Aquello la llenaba de alegría, pero ya habría tiempo para chillar emocionada.

Ahora solamente quería descansar un poco y ya lidiaría con toda esta información el día de mañana.

-Buenas noches, Ranchan…

-o-

Ranma observó la casa Tendo, ninguna de las habitaciones estaba iluminada y eso lo había aliviado.

Con bastante facilidad saltó hacia la ventana de la habitación que compartía junto a su padre, actualmente su progenitor dormía en su forma maldita, seguramente para lidiar mejor con el frío de la noche.

Pensó en entrar, pero notó a su madre durmiendo al lado del panda y aquello acabó con toda idea de entrar a la habitación.

Subió al tejado y se quedó observando las estrellas en silencio, tratando de asimilar todo lo que había sucedido.

Las cosas no cambiarían, no al menos que hiciera realmente un esfuerzo para acabar con la monotonía de Nerima.

Habría cosas que estaban afuera de su alcance, personas que quizás jamás podrán entenderle y viceversa.

-Es mejor que nada…- Ahora sabía que tenía un problema, carecía de un objetivo claro y estaba estresado por los últimos sucesos de su vida.- Si, es mejor…

No tenía un plan claro, ni siquiera tenía pensado en lo que diría o haría al día siguiente, pero simplemente el pensamiento de poder hacer algo lo hizo sentirse mejor consigo mismo.

Quizás tardaría en recuperar su pasión, pero lo haría, de una manera u otra encontraría algo que volviera a llenarlo.

Con aquel pensamiento y una mirada llena de esperanza, Ranma cerró los ojos dejándose caer en los mundos de los sueños.

-o-

Y así es como finaliza este pequeño escrito llamado "desahogo".

Espero que haya sido de su agrado, antes de seguir comentando quisiera dejarles el enlace de mis compañeros/amigos:

 Shiro

Maelo19

Ray

Matsu

Esto inició como una pequeña idea para un “one-shot”, el primer episodio sería la primera escena y realmente no tuvo cambios, salvo que algunos diálogos y detalles extras, aunque me era llamativo el formato de “diario”, limitaba bastante el solo ver el punto de vista de Ranma y por ende desde el segundo episodio me enfoque en llevar la historia en “primera” y en “tercera” persona.

Cada episodio quise enfocarlo en un personaje “importante”, siendo los dos primeros para entender un poco más a Ranma y luego su interacción con las tres personas que consideraba “amigos”.

Ryoga, Akane y Ukyo, sabía que debía terminar la historia con el protagonista admitiendo que no se encontraba bien y que con quién lo hiciera fuera con la castaña, tengo debilidad por Ukyo, pero por la personalidad y lo que vemos en la serie (como he comentado antes, el manga siento que los flanderiza bastante y aquello les juega en contra a cada personaje) era la más indicada para comprender a Ranma.

La propia serie no se toma enserio, lo sé muy bien y de hecho, son contadas las ocasiones que se toma con seriedad un problema/conflicto/suceso de algún personaje, aun así, he querido siempre darle un toque algo más “realista” a este anime/manga, siento que es cuando más puede brillar.

Ya lo dije en “rompiendo las cadenas” y vuelvo a decirlo aquí.

Yendo a algo más personal, en aquel momento no me sentía  bien, tampoco mal, pero me sentía insatisfecho y hasta un poco frustrado por situaciones que estaban fuera de mi alcance, añadiendo mi fatiga por estar escribiendo las batallas de Second Chance, quise desahogarme escribiendo algo distinto y es cuando salió esto.

Podría haber utilizado la propia franquicia de pokémon, quizás otras que estoy ansioso por escribir, pero no tardé en decidirme por Ranma, de alguna forma sentí que era perfecto.

Mientras escribía pensaba: Esto es tanto un desahogo para mí y para el propio Ranma.

Gracias a quienes se dieron la molestia de leer toda esta historia y las notas, agradezco de todo corazón su seguimiento y palabras de apoyo en estos años.

He conocido todo tipo de personas desde que inicié a escribir Second, hice amistades, conocí más sobre mí mismo y hasta he logrado a cambiar la vida de algunos según sus propias palabras… men, aun en este momento no sé cómo reaccionar a ese mensaje.

Espero traerle más contenido por mucho tiempo y que sigan disfrutándolo.

Se despide de ustedes… un escritor de pacotilla.

-o-

Episodio anterior.

También te puede interesar: ¡Rompiendo las cadenas!


lunes, 7 de junio de 2021

Desahogo - Episodio 4: Alivio.

Episodio anterior. 
Episodio siguiente.

-o-

Volví de mi viaje, así que estoy más que dispuesto a continuar con esta historia.

Esta vez no traigo un dibujo con el cual acompañar el episodio xD no voy abusar del pobre Shiro, pero de todas formas espero que disfruten de esta lectura, cada vez se hacen más y más largos.

Sin mucho que añadir… ¡Comencemos!

-o-

Desahogo.

Episodio 4: Alivio.

Una historia de Ranma 1/2

By: FireAkai15

Dibujado por: Azure Shiro.

-o-

El fin de semana había llegado a su fin y con ello, también la tranquilidad de cierto dúo icónico de Furinkan.

-Kuno.

-Saotome.

Ambos asintieron ante su leve saludo, el resto de estudiantes siguió su camino ignorando por completo la “batalla” que estaba por iniciar.

Todos ya sabían el resultado y había perdido la gracia ver golpeado a Kuno.

-¡Liberaré a hermosa Akane Tendo y a la linda pelirroja de tus garras!

-(Me pregunto cuál sería su reacción al saber lo de la maldición).- Intentó explicarlo en el pasado, dudaba que ahora el practicante de kendo lo escuchara.- (Bueno… podría obligarlo ¿No?).

 -No te tardes mucho.- Sutilmente observó a su prometida que siguió caminando.- La profesora Hinako no reaccionará muy bien a otra falla tuya.

¿Akane volvió a hablarle? ¡Dios bendiga a Yuka y a Suyari!

No pudo evitar sonreír un poco ante la “preocupación” de la chica, escuchó el grito indignado de Kuno por haberle ignorado, pero ni siquiera necesitó mirar para esquivar sin problemas su ataque.

Izquierda, derecha, abajo, derecha y un golpe fuerte.

Siempre iniciaba con ese patrón, lo único que había cambiado era el aumento de velocidad y fuerza.

-¡Ya ni sirves para el calentamiento Kuno!

-Qué descaro de tu parte decir algo tan arrogante.- A pesar de su tono calmado, el estudiante de mayor grado estaba realmente molesto y nuevamente se lanzó al ataque.- ¡Cae ante mi furia Saotome!

Era un buen discurso, una lástima que tras soltar tales palabras fuera totalmente superado.

Bastó de una contra y varios golpes consecutivos en el pecho para derribarlo.

-¡Nos vemos mañana Kuno!- Exclamó ya con un mejor humor, quizás en el descanso podría charlar con Akane y quedar en buenos términos.- ¡Ten dulces sueños!

-o-

Estaba ansioso porque llegara el receso, pero como siempre sucedía en estos casos, el tiempo parecía andar más y más lento con tal de irritarte.

Fingió estar atento a la clase, normalmente así evitaba que Hinako le preguntara cosas o que lo mandara a la pizarra.

De vez en cuando sentía miradas de distintos lugares, Akane parecía querer hablar con él y eso era buena señal, lo que lo llevaba a estar más inquieto y desear que la clase terminara de una vez.

También notó la mirada de Ukyo, quizás para preguntarle sobre lo que habían hablado ese día o para invitarlo nuevamente a la sala de juegos.

Y esta vez, si daría una respuesta clara.

-(Aunque no estoy seguro de quién es la otra persona).- Voltear sería arriesgado, Hinako no dudaría en drenarle la energía ante esa apertura.- (Veamos… estoy seguro que no hice enojar a nadie la semana pasada).

Ignorando a Akane, Ukyo y Ryoga claro está.

No pudo seguir pensando en aquello al sentir como algo caía a su escritorio, para ser más precisos era una pequeña bola de papel. Curioso la abrió rápidamente y rezó que su profesora no haya notado su movimiento, al leer un poco no tardó en conocer la letra y le fue inevitable sonreír.

-Te noto acelerado, pareces una bomba a punto de estallar :P

Observó hacia la pizarra, su “pequeña” maestra parecía ocupada escribiendo más datos que Ranma ni entendía y tampoco le importaban, aprovechando su oportunidad dio una respuesta rápida y la lanzó hacia Ukyo.

Su espera dejó de ser agobiante luego de eso, terminó intercambiando mensajes con la chica por el resto de la clase.

Y si era sincero, no le molestaría hacerlo nuevamente.

-o-

No le costó mucho encontrar a Akane, normalmente se quedaba junto a sus amigas cerca de las canchas de la escuela, descansando en el césped o comiendo en él.

Yuka y Sayuri le sonrieron a su amiga, deseándole suerte y no tardaron de salir de la vista de ambos combatientes.

También para asegurarse de que nadie los fuera a interrumpir.

-Tienes muy buenas amigas.

Akane asintió, estando totalmente de acuerdo con el comentario de su prometido.- No podría pedir mejores amigas que ellas.

Ranma envidiaba un poco aquel lazo que tenía Akane con esas chicas.

Solo un poco, se dijo más de una vez en su mente.

-Así que… ¿Todo bien?- Se rascó la nuca con torpeza, desviando la vista de su prometida y tratando de enfocar su atención a otra cosa.- Me refiero a tu fin de semana.

Akane sonrío un poco, le parecía divertido lo nervioso que estaba y hasta lo encontró un poco adorable.- Fue divertido, quedamos en que saldríamos más seguido.

Asintió sin saber que responderle, la chica notando eso e impacientándose un poco continuó la conversación.- ¿El tuyo?

-Pues lo único importante fue que me encontré con Ryoga.- Podía notar la mirada de Akane, exigiéndole en silencio más detalles.- Tuvimos otra pelea, fue bastante buena para serte sincero y como era de esperarse… gane.

Akane rodó los ojos ante eso último.- ¡Hump! No sabes cuánto espero que alguien borre esa tonta sonrisa de tu cara.

Ranma sonrío y la encaró con seguridad.- Quiero ver que lo intentes.- Al verla sonreír de manera competitiva, su propia sonrisa se agrandó.

-Quizás lo haga en el dojo, hace tiempo que no entrenamos juntos.

Tras eso no dijeron mucho, algunas miradas de vez en cuando, hasta que Ranma decidió acabar con aquel tranquilo silencio.

-Akane, en verdad lamento lo de esa noche.

La mencionada solamente negó con la cabeza antes de añadir.- Descuida, también tenemos algo de culpa… supongo que te presionamos demasiado ¿No?

Ranma estaba a punto de responder, pero logró morderse la lengua al percatarse que su respuesta podría arruinar todo el avance que estaban teniendo.- Fue un día raro para todos.

Akane sonrío y le dio un ligero golpe en el pecho.- Bueno, más te vale que no suceda algo así de nuevo, porque la próxima vez juro que te mando a la misma luna.

-Trataré.- Comentó con una sonrisa burlesca.- Aunque será algo difícil, te digo hola y ya quieres golpearme.

-Es que eres realmente irritante.- Comentó ella con la misma sonrisa, poniendo sus manos en sus caderas continuó.- Tu sola presencia puede arruinarle el día a las personas.

-Bueno, seguramente todos ellos se lo merezcan.

-Idiota.

-Odiosa.

-Bravucón.

-Inepta.

Y así siguieron por un buen rato.

-o-

Hoy fue un buen día, no puedo quejarme mucho.

Fue divertido entregar y recibir mensajes con Ucchan, incluso hubo ocasiones en las que casi fuimos descubiertos y aquello solamente nos incitó a seguir con el juego.

La adrenalina  es adictiva ¿Qué puedo decir? Incluso puedo verlo como un tipo de entrenamiento, mejorando los sentidos y a la vez me divierto con ello.

Pero más importante ¡Akane y yo hicimos las paces!

Incluso nos insultamos y no ocurrió nada malo, ni ella ni yo lo tomamos mal… ¡Fue genial, espero que siga siendo así!

En verdad extrañaba hablarle.

Practicamos también, quería decirle que nuevamente estaba siendo muy predecible y que utiliza siempre el mismo patrón de ataque, pero no quise tentar a mi suerte.

No quiero incitar una discusión nuevamente, debo pensar una forma de mostrarle estos puntos sin arriesgar mi cuerpo.

¿Quizás utilizando a Kuno de ejemplo?

Mmmmmm… quizás necesite algo de ayuda aquí.

Como sea, solucionaré eso en los siguientes días, supongo que tarde o temprano debe notar que será incapaz de dañarme así.

Pero, en todos estos meses… solamente ha mejorado su fuerza y algo de su velocidad.

Akane me vio hacer el entrenamiento de las castañas calientes, también aquel que la vieja bruja le dio a Ryoga para ese “truco de la explosión”.

¿No debería por lo menos hacer uno de esos entrenamientos? ¿Cómo espera mejorar con la misma rutina?

Como sea, quizás estoy divagando… no todos harían ese tipo de entrenamiento, si fuera por mi… haría todo lo posible para no ser arrastrado a ese maldito pozo.

Lleno de oscuridad, con ese fuerte olor a pescado nublando mi olfato y con esos afilados ojos que me vigilaban desde todos los ángulos posibles.

Sus maúllos.

Sus garras.

Sus dientes.

-Ranma ¿Estas bien?

-¡Epp!- La actual pelirroja se sobresaltó al escuchar la voz de Akane de un momento a otro.- ¿¡He!? ¿¡Por qué no lo estaría!?

La menor de los Tendo levantó su ceja derecha ante esa reacción.- Pues, estabas temblando Ranma y solamente te pones así cuando ves a un ga…

-¡No los menciones!- Chilló ocultando su rostro en su cuaderno, aquel arrebato podía captar la atención del resto de la familia y sobre todo, a cierta mujer que no reaccionaría muy bien al ver a su “hijo” en aquel estado.- Mierda… aquí vienen.

Akane llegó a una conclusión parecida, rápidamente tomó a la pequeña pelirroja de la mano y la llevó hacia el dojo.- ¡Rápido, es mejor que crean que fue por un golpe y no por tu estúpido miedo!

-¡No es miedo!

-Sí, sí, sí… como digas.

-o-

-¿Llevas ese cuaderno a todas partes?

-Algo así.

-¿No es muy raro? Parece que no puedes separarte de él.

-No quiero escuchar eso de la tipa que duerme con su espátula.

-¡Es diferente!

-¡Claro que no!

Akane luego de su pregunta comió en silencio, observando curiosa el ligero “intercambio” entre Ranma y Ukyo.- (Extraño, nunca han discutido, ni siquiera cuando Ukyo llegó con intenciones de pelear).

Internamente también le era raro no ser ella la que estuviera peleando con Ranma.

-¡Vamos Ranchan, déjame leer un poco!

-No, lo mancharas con tus manos grasosas.

-¡Grasosa será tu abuela!

Akane escupió un poco de arroz ante lo último y terminó riéndose sutilmente, mientras tanto Ukyo perseguía a Ranma por toda la cancha de la escuela. 

-¡Déjame leer!

-¡Primero muerto!

-o-

Puede que Ryoga y yo no seamos amigos… aun.

Pero tengo a Akane y Ukyo, eso es más que suficiente para mí.

-o-

-¿Puedo decirte Akane-chan?

El rostro de Akane adquirió un tono rojizo, especialmente por la cercanía que tenía actualmente la pelirroja con ella.

Tampoco ayudaba el ligero tono rosa en las mejillas de su “prometido”, estando igual o más avergonzado por su movimiento audaz.

-¡D…de donde vino eso!- Ahora entendía mejor como Ranma siendo chica conseguía tantas cosas gratis.- (¡Esos ojos de cachorro son muy peligrosos!)

El “ataque” de Ranma fue interceptado por un coscorrón por parte de Ukyo.- Vamos Ranchan, si sigues así vas hacer que la pobre explote.

-¡Jeh! ¡Pero conste que no vuelva a dudar de mi encanto!- Enfatizó sus palabras elevando su busto, la castaña rodó los ojos ante eso y volvió a darle un leve golpe.- ¿¡Y ese!? ¿¡Por qué fue!?

Desvió la mirada con un leve sonrojo.- S…s-solo a mí puedes ponerme ese tipo de apodos.

Incluso Ranma sintió un ligero ardor al verla actuar así.- (Mierda… es linda, no debo bajar la guardia).

Quizás no debería hacer esto nuevamente, podría complicar las cosas más de lo que ya están.

-o-

No lo creo, realmente no puede ser posible.

¿¡Cómo pude haber perdido en ese juego de luchas!? ¡Seguramente Ucchan hizo trampa!

¡Quiero la revancha!

-o-

Las cosas no podrían estar bien para siempre, aquella inquietud volvía de vez en cuando a Ranma y lo llevaba a preguntarse varias cosas.

Cuestionar sus propias acciones y la de los demás para ser más exactos.

Tampoco tenía mucho tiempo para unir sus ideas y menos para comprender sus propias emociones, últimamente el caos de Nerima era más difícil de evitar y de una forma u otra era arrastrado por el resto de sus conocidos.

Y no solamente eso, el pasado de su padre nuevamente venía para atormentarlo; desde enemigos que querían acabar con su linaje, hasta nuevas chicas que decían ser su prometida.

Aquello último no fue tomado muy bien por ciertas tipas que él conocía, sobre todo Shampoo y Kodachi, que se volvieron bastantes territoriales con él.

A veces Akane y Ukyo estaban para ayudarle, en otras los celos las cegaban y lo dejaban a su suerte.

O peor, con un golpe que lo dejaba tumbado por bastante tiempo.

Y luego con Mousse, Kuno y Happosai…

-Maldita sea…- Murmuró tocando con delicadeza su mejilla izquierda, la cual estaba hinchada por el último golpe que recibió de cierto anciano.- Ese viejo ya me las pagará.

-¡Quédate quieto!- Le ordenó Akane con un tono feroz, frustrada también por todo lo sucedido, pero principalmente por tener problemas con el vendaje.- ¡No puedo hacerlo si te sigues moviendo!

-¡Llevo así por más de diez minutos!- Exclamó también ya cansado, su mirada molesta chocó con la de Akane, por un segundo parecía que iniciarían otra discusión.- Solo… pone algo de hielo y vamos a entrenar.

Pero logró calmarse, Akane no tenía la culpa y sería realmente un cretino si se desquitara con ella.- ¿Te parece?

-¿Estás seguro? No hace mucho estuviste metido en una pelea.- Agradeció la preocupación, pero si seguía así, la frustración se podría apoderar de él.- Podemos entrenar mañana.

-¡Nah! Creo que ambos necesitamos desquitarnos en un combate.- Su subconsciente le recordó que aquello no era muy sano, la última batalla con Ryoga volvió a su mente y su confianza se desinfló un poco.- Aunque claro, solamente si quieres.

Con un suspiro la linda chica se levantó de su asiento.- Voy por el hielo, más te vale que no seas un estorbo en el dojo.

Akane no le dio tiempo a Ranma para responder, viajó rápidamente a la cocina dejando a un joven solo con sus pensamientos.

O eso pensaba hasta que oyó a los hombres del hogar.

-¿Ves que como mi hija cuida a Ranma señor Saotome?

-Lo veo Tendo, Akane realmente es una buena chica.

Siguieron divagando sobre la unión de las escuelas, matrimonio e incluso hijos.

Ranma rodó los ojos y estaba muy tentado a destruir aquella burbuja de esperanza en ambos ancianos.

Pero la voz de su madre lo detuvo.

-Cariño, es bueno ver tu dedicación por el arte, pero no te sobre esfuerces ¿Sí? Akane es una chica muy dulce, no sería nada varonil preocuparla ¿Entiendes?

-(Akane…)- Asintió en silencio, su atención se enfocó en la cocina donde  podía ver a la menor de los Tendo juntar hielo en un plato hondo.- (¿Y yo qué?)

Su progenitora no parecía muy molesta por las acciones de su padre, como si estuviera de acuerdo con que Ranma tendría que lidiar y arreglar los problemas de aquel irresponsable hombre.

A veces… realmente creía que su madre estaba ahí solamente para presionarle a él.

Frunció el ceño de manera inconsciente, apretando los puños para calmar aquel ardor en su pecho.

Al regresar, Akane notó la molestia en su prometido  y estaba a punto de preguntar, pero el sentir la atenta mirada de sus padres la hizo contenerse.

Ya habría tiempo para hablar con calma en el dojo.

-o-

Los días pasaron y con ello más problemas que se agregaban en la rutina de Ranma.

En retrospectiva, antes no tenía motivo para quejarse, ignorando un mal rato, seguía teniendo tiempo para entrenar, comer y esconderse en el vertedero para escribir sin interrupciones.

Que va, ahora ni siquiera podía pasar el rato con Akane y Ukyo, algo que realmente comenzaba a extrañar.

El negocio de Ukyo seguía creciendo, se alegraba que el restaurante de la chica fuera un completo éxito e incluso se permitió hacer unas mejoras al lugar, añadiendo mesas, mejores asientos y hasta un pequeño televisor.

Pero realmente quería acercarse a charlar un poco sin tener que escuchar un “lo siento, estoy un poco ocupada Ranchan ¿Puedes volver más tarde? ¡Te lo recompensaré!”

-Bueno, sigue siendo mejor que las otras respuestas que me ha dado.- Otra razón para maldecir y golpear a su padre.- ¿De dónde salieron esas prometidas de todos modos?

Bufó molesto recordando los últimos sucesos de su vida, esperaba no saber más de aquellas chicas y que el resto se calmara con el tiempo.

-Después de todo… ¿Qué es lo peor que podría pasar?- Siguió caminando sin ninguna prisa hacia el hogar Tendo, el ambiente seguía siendo algo pesado y si era sincero, no quiera estar ahí, pero tampoco quería más problemas.- (Lo peor ya pasó ¿Verdad?)

Si solo supiera.

-o-

En ocasiones tengo ganas de tomar a Kodachi de la garganta y ahorcarla.

Ni siquiera se molestó en tachar eso, era algo que una vez a la semana llegaba a su mente.

-¡Hohoho!

-Me cago en papá.- Ranma comenzaba a irritarse, la chica lo había logrado encontrar incluso en su “santuario”.- ¿Qué haces aquí Kodachi?

Arriba de todos los neumáticos en mal estado, se encontraba la chica Kuno con su ya característico traje de gimnasta.- Querido Ranma, de no ser por el gran amor que tenemos jamás visitaría un lugar tan vulgar como este… ¿Esto no me convierte en la mejor novia?

Ranma frunció el ceño ante ese comentario, no solamente molesto porque la chica nuevamente distorsionaba la realidad, sino también acababa de insultar uno de los pocos lugares en los que podía estar en paz.

Sin que un Ryoga errante lo encontrara claro.

-Debí haberme transformado en chica.- Murmuró tomando su cuaderno y salir disparado del lugar, ni siquiera se molestó en decir una excusa para Kodachi, últimamente le importaba muy poco lastimar los sentimientos de la gimnasta.- ¡Aléjate de mí!

Esquivó el listón, las rosas y uno que otro artefacto de gimnasta en el camino, en más de una ocasión tuvo el impulso de lanzar algo contra el rostro de la chica.

Pero se contuvo, pudo perderla al sumergirse en una fuente de agua y al ser una chica, solamente recibió el desprecio e insultos por parte de Kodachi.

-El sentimiento es mutuo.- Comentó sin descaro y con grandes pasos se alejó del lugar, no siendo ajeno a la mirada que recibía de algunos hombres en el camino.- Tks… vaya día de mierda.

Y aun no acababa.

-o-

-¡Ranma!

-¿Hmm?

-¡Deja de perder el tiempo y vamos al dojo!- Aquello era una orden y Ranma lo sabía, todo lo que estaba sucediendo no solamente le estaba afectando a él, Akane había vuelto a su antiguo “yo”, volviendo a perder los estribos fácilmente, especialmente cuando no escuchaba lo que quería.

Como ahora, ella no aceptaría un no como respuesta.

Nuevamente culpó a Shampoo de todo esto.

No era la primera vez que la amazona se burlaba de las habilidades de Akane, pero aquello podía verse como algo “inocente” comparado a las últimas cosas que le había dicho a la menor de los Tendos.

O eso debía creer, Ranma no estaba en aquel momento, pero pocas veces había visto a Akane tan molesta con la chica de China.

-¡No puedo dejar que se salga con la suya! ¡Se burló de mi Ranma, me menospreció por completo y ni siquiera me vio como algo digno de atacar!

Aquellas palabras estaban tan llenas de sentimientos, podía sentir la frustración, rabia y la angustia de Akane.

Por un momento se alarmó al creer que podía romper en llanto.

Estaba molesto, no solamente con Shampoo y Kodachi, también con Cologne que seguramente fue la que incitó a su nieta a realizar tal movimiento, aunque Akane tampoco se salvaba de su enojo; podía simpatizar con ella y ayudarla durante los primeros días, pero ahora lo único que hacían era entrenar y Dios, pobre de él si se negara a una de las peticiones de la chica.

-Voy, voy…- Gruñó levantándose molesto, esto ya se transformó en su nueva rutina y se estaba cansado de esto, Akane hacia oído sordos a sus consejos y criticas ¿Cómo diablos iba a mejorar así?

La falta de tacto de Ranma era un gran problema, quizás sus comentarios no tendrían malicia, pero cualquiera podría interpretar sus palabras como burlas hacia la chica, la que ya tenía suficiente con las palabras de Shampoo que se habían grabado en su mente.

Llevándolos a discutir más de una vez y hoy puede que no sea la excepción.

-¿Lista?

-¡Lista!- Akane no tardó en ir hacia Ranma, quién reconocía en silencio la mejora en su velocidad.- ¡Aquí voy!

Akane estaba mejorando a su ritmo, el aumento en su velocidad y fuerza era prueba de aquello.- Es un buen inicio, pero necesitas más que eso para tocarme.

La chica se mordió la lengua, evitando así que aquel insulto saliera de su boca, al final lo que decía el cretino de su prometido era cierto y fue incapaz de conectar un golpe.- Tks… ¡Aun no acabo!

Y era cierto, su ataque no se detuvo y lanzó varias combinaciones hacia el chico, recordando las que su padre le había enseñado en su niñez, como también aquellas que desarrolló por su cuenta.

Ranma desvió y bloqueó cada golpe de Akane con facilidad, había mejorado la velocidad de estos y algo de su precisión, pero seguían el mismo patrón de siempre.

Nada cambiaba, el mismo estilo de Akane, las mismas discusiones y la misma rutina diaria.

Sentía la misma sensación que lo acompañó cuando obtuvo aquel cuaderno rojizo.

-¿Sabes? Creo que deberíamos parar.- Comentó el Saotome con calma, saliendo del rango de Akane al notar el poder del último puñetazo lanzado.- Tus golpe se están volviendo lentos.

-¡Puedo seguir!- Ranma conectó un pequeño “golpe” que la hizo perder el equilibrio, dio algunos pasos con torpeza hasta que pudo mantener el equilibro, al notar la distancia entre ambos aprovechó para quitarse el sudor de su rostro.- Recién estamos comenzando Ranma.

-Akane, llevamos días así… estás sobre exigiéndote.

La chica se permitió dar una pequeña sonrisa, le parecía gracioso que justo alguien como él dijera eso y también, las palabras de Ranma podrían interpretarse como preocupación.- No quiero escuchar eso de alguien como tú.

El Saotome rodó los ojos, realmente quería terminar con esto al sentir esa leve punzada en su interior, generalmente lo hacía reaccionar de maneras que lo harían arrepentirse después, pero tampoco quería que Akane conociera aquella molestia que aparecía de vez en cuando en él.

Podría malinterpretarlo como si tuviera un problema o algo peor.

Él estaba bien.

Solo un poco cansado, algo molesto… es todo.

-Yo también estoy algo cansado, antes de llegar aquí tuve que perder a cierta lunática por toda la ciudad.- Quizás mencionar a Kodachi no fue algo muy brillante, ya que la pequeña sonrisa de su prometida se borró y cierto fuego comenzó arder en sus ojos.- Desearía que su escuela siguiera en exámenes.

Akane se reincorporó rápidamente y se lanzó hacia Ranma con una patada voladora, el ataque llevaba bastante fuerza según el joven combatiente, pero como la mayoría de ataques de su prometida, estaba lleno de aberturas y era muy sencillo esquivarlo para alguien como él.

Podía haber contraatacado, pero como siempre no quería lastimar a Akane, sería bastante abusivo por la diferencia de niveles entre ambos.

-¿No vamos a parar?

-Nunca dije que lo haría.- Ranma notó el aumento de fuerza en los golpes de Akane, sería bastante arriesgado bloquearlos, se mantuvo esquivando aquellos ataques, podrían ser peligrosos, pero carecían de técnica y velocidad para que conectarán en él.- ¡Tks!

-No te dejes llevar.- De un salto tomó distancia, no duraría mucho, pero esperaba que Akane utilizara ese tiempo para recuperarse y no lanzarse contra él sin ningún tipo de plan.- Por cierto ¿Hasta cuándo haremos esto?

La heredera del dojo Tendo aprovechó este tiempo para recuperarse, sus brazos pesaban un poco y necesitaba que el aire llegara a sus pulmones.- ¿No es obvio? Hasta que sea capaz de acabar con Shampoo.

-Sigues con eso ¿He?

-¿Qué tratas decir?- Akane lo fulminó con la mirada, pero el chico no daba señales de retractarse y menos de verse intimidado.- ¡Sabes lo que me dijo, ni siquiera me ve como un artista marcial! ¡Creo que estoy en todo mi derecho en hacer que se trague sus palabras!

Ranma decidió tragarse su propia opinión sobre la dedicación de Akane al arte, Shampoo no era la más indicada en decirle aquello a la chica, en eso el chico estaba de acuerdo, la nieta de Cologne dejó de enfocarse completamente al entrenamiento, en cambio parecía más centrada en mantener el restaurante y sobre todo en “enamorar” al chico de coleta.

Pero a pesar de eso, Shampoo había sido criada en un pueblo guerrero que guardaba miles de técnicas increíbles, es más, los movimientos más poderosos de Ranma venían de la propia bisabuela de la chica China. No tenía pruebas, pero apostaba su coleta a que esos niños aprendían primero a utilizar un arma que aprender a caminar.

Y Akane parecía olvidar el pequeño encuentro que tuvo con la amazona, donde terminó perdiendo la memoria temporalmente con suma facilidad por UN movimiento de Shampoo.

-Te estás haciendo fuerte, has mejorado un poco en estos días Akane.- Odiaba en parte ser quién tenga que acabar con la determinación de Akane, pero no permitiría que la chica saliera lastimada en un combate con alguien que le es imposible derrotar.- Pero no podrás ganarle a Shampoo, recuerda con quién vive, quién la crío.

-¡Eso no significa nada Ranma! ¡He estado entrenando, tú has sido testigo de ello!- Exclamó realmente molesta, incluso dolida al ver que no tenía el apoyo ni la confianza de Ranma.- ¿¡Qué ha hecho ella aparte de querer meterse en tu cama!?

Ranma no respondió a tiempo, Akane nuevamente reanudó su ataque y Ranma se vio obligado a retroceder por la intensidad con la que estaba combatiendo su prometida.- Sé que puedo hacerlo, con el entrenamiento y apoyo indicado sé que puedo lograrlo, pero resulta que mi supuesto prometido ni siquiera es capaz de tener fe en mí.

-Decirte palabras bonitas no cambiará la realidad.- Murmuró al sentir un gran ardor en su brazo derecho, apenas logró bloquear ese último golpe y con algo de molestia añadió.- Shampoo tiene una mejor base que tú, antes de conocerme comía, jugaba y dormía pensando en las artes marciales.

-Pero tus palabras me harían sentir mejor… quizás incluso a mejorar de otras manera.

-Si animaras a Kuno y este entrenara como nunca lo hizo en su vida por dos semanas… ¿Crees que sería capaz de vencerme?

-¡No me compares con Kuno!

-¡Entonces piensa un poco Akane! ¿¡No te das cuenta de lo que tratan de hacer!?

Shampoo no haría algo así, la chica era directa y siempre era el propio Ranma el objetivo de sus planes, por eso el heredero de la escuela Saotome no tardó en ir a confrontar a Cologne y obtener algunas respuestas.

Pero aquello parecía ser también parte de su plan, ya que al igual que Akane, terminó cayendo en las provocaciones de una amazona.

¿O la anciana solamente le había dicho la verdad?

-Entonces… ¿Estás conforme con tu nivel actual?

-¡Eso no importa en este momento! ¡Vengo por algo más importante que eso!

-¿Oh? Pensé que las artes marciales era lo más importante para ti Yerno.

 -Abuela, estoy hablando enserio aquí.

-Yo también Ranma, no aclararé tus dudas antes que tu aclares las mías.

Para su sorpresa Akane aprovechó de su distracción para arremeter contra él, obligándolo incluso a retroceder algunos pasos por la presión.

Aun así, las palabras de Cologne se reprodujeron en su cabeza.

-Vamos yerno, me tienes cerca para hacerte con algunos movimientos ¿Qué te detiene? ¿Esperas que yo misma vaya a ti? No recordaba que fueras tan cómodo.

-¡Acabo de desarrollar el “Kachū Tenshin Amaguriken” utilizando mis piernas! ¿Qué dices de eso abuela?

-¿Eso es todo? Sigue siendo algo increíble, pero esperaba algo más de tu parte muchacho.

Ahora que Ranma lo recordaba, la anciana había dejado de utilizar aquel tono burlesco a lo largo de la charla, de hecho, parecía analizar cada una de sus reacciones, como si estuviera buscando una respuesta en sus expresiones y no en sus palabras.

-¿Así será ahora? ¿Trabajar solamente con lo que se te ha enseñado? ¿No piensas salir de aquella zona de confort?

-Mi muchacho… ¿Dónde fue toda esa ambición? ¿Quién apagó esa llama en ti?

Akane era ajena al estado de prometido, sus movimientos eran automáticos y carecían de la vitalidad que caracterizaban a Ranma, en cambio estos parecían robóticos y en más de una ocasión, logró destruir la defensa de su prometido.

En otras circunstancias estaría atesorando tal logro, pero ahora seguía siendo controlada por ciertas emociones y siguió arremetiendo, tanto físicamente como con palabras llenas de resentimiento.

-¡No lo sé! ¡Sé que traman algo y por eso recurro a ti, trato de explicarte lo sucedido y también decir cómo me hace sentir esto!

Las palabras de Akane junto a las de Cologne estaban causando cierto malestar dentro de Ranma, similar a cuando estás agobiado de tanto comer, si la chica lograba conectar un golpe en su estómago, podría asegurar que terminaría devolviendo lo último que comió.

-¡A diferencia de ti, trato de confiar en otros!- Quizás llegó a su límite, una parte de Akane quería callar, no quería sacar este tema hasta que estuviera completamente segura, pero nuevamente… ya no soportaba contener más de sus emociones.- ¡No estoy huyendo de algo, mientras preocupo a todos los demás!

-¿Dé qué estás hablando?- Ranma volvió en sí tras esa acusación, reaccionando más ansioso de lo que esperaba y con algo de violencia apartó el puño de Akane.- ¡Yo nunca huyo de algo!

-Por favor…- Murmuró la chica lanzando una patada que Ranma atrapó, la levantó obligando a Akane caer, pero aprovechó ese ángulo para golpear las piernas de su oponente, pero este dio un ligero salto para salir ileso del ataque.- Hace tiempo que noto algo raro en ti, te alejas, te enojas y arremetes contra el primero que se cruza en tu camino.

-¡No hago nada de eso!

-¿¡Ya se te olvidó la discusión de hace dos semanas!?- Ya sin importarle nada, incluso si estaba siendo injusta tocando cosas que supuestamente habían dejado en el paso, Akane continuó.- ¿¡No quieres que desafié a Shampoo!? ¡Entonces dime qué diablos te sucede!

Ranma seguía perdiendo terreno, sus brazos dolían al bloquear tantos golpes consecutivos, debería sentirse presionado o hasta alegre por lo que Akane estaba logrando, pero estaba más consumido por las palabras de la chica y su límite llegó tras escuchar la última frase.

Al igual que ella… explotó.

-¡No lo sé!- Tomó el puño izquierdo de Akane, jalándola hacía él y con un movimiento de judo se quitó a la chica de encima.- ¡No sé qué es lo que me sucede!

El ruido del golpe, los hizo volver a ambos a la realidad.

Los dos estaban sorprendidos por el giro de acontecimientos y simplemente se observaron en silencio, sin saber que decir y asimilando las últimas palabras que salieron de sus bocas.

La sorpresa seguía estando en sus rostros, lentamente se calmaron y trataron de unir sus pensamientos, sea lo que sea que dirían a continuación sería crucial para continuar o acabar con esta conversación.

-Me atacaste…

-Sí, lo hice…- Ranma solamente retrocedió un paso cuando ella se levantó, no parecía lastimada, aquello solamente fue un lanzamiento básico de judo, aun así, se sentía incrédulo por haber tenido que contraatacar.- Me presionaste demasiado…

Con algo de torpeza se acercó a un temeroso Ranma, sus fuerzas le habían abandonado hace mucho y se había aferrado a la ira para seguir atacando al chico de coleta.- No estoy enojada… al menos ahora no.

-Oh…

-¿Ranma? Lo último que dijis…

-Olvídalo.- La interrumpió rápidamente, el solamente decir aquello lo hizo sentir extraño y actualmente, no sabía si considerar aquello como algo bueno o malo.

Akane no iba a permitir que escapara, no esta vez.- Eso mismo dijiste antes en la escuela… parecía que ibas a decir algo y de pronto te arrepentiste.

-…

-Ranma… ¿Qué ocurre?

-Realmente… no lo sé Akane.

-¿Ranma? ¿Es por lo de Shampoo?

Lentamente se acercaron al otro, se sentían cómodos de alguna extraña manera, pero también temerosos, temían que un movimiento en falso arruinara este frágil momento de sinceridad.

Ranma pensó en la pregunta de Akane por un momento.

¿Era por Shampoo? En parte sí, pero esto lo acompañaba desde hace un tiempo ¿No?

¿Qué era lo que no veía?

Akane, Ukyo, Cologne, que va… incluso Ryoga parecía sospechar que algo le estaba sucediendo.

-A veces.

-¿A veces?

-A veces… siento que estoy en la cima, que nadie puede sacarme de ahí y que puedo hacer todo lo que me proponga.- Levantó su mano derecha y no tardó en convertirla en un puño.- En otras, simplemente creo que soy un pez grande en una pecera pequeña… qué nos estamos perdiendo de algo.

-¿Perdiéndonos de algo? ¿Qué cosa?- Quería acercarse, tomar su mano, pero aquello era completamente nuevo para ella; es más, incluso esta conversación ya se sentía demasiado para su corazón.

Algo de miedo se infiltró en su voz y la joven no entendía el porqué de esto, con cada palabra que salía de Ranma el pánico comenzaba a entrar en Akane.

El heredero de la escuela todo vale susurró algo, pero aquello fue incapaz de llegar a los oídos de su compañera.

Ninguno de los dos intentó decir algo a continuación, no eran sordos, podían oír cómo corrían hacia el dojo.

Las puertas del lugar no tardaron en ser abiertas por Soun, Kasumi y Genma.

-¿Qué sucede aquí?

-¿Ambos están bien?- Kasumi se acercó a su hermanita, tratando de encontrar algún moretón o cualquier señal de una herida.- Escuchamos gritos y varios golpes.

Genma observó a su hijo, notando como su brazo izquierdo temblaba de vez en cuando.- Ranma… ¿Qué le pasó a tu brazo?

Akane intentó hablar, pero el hijo de Genma fue más rápido.- Estábamos entrenando, le dije algunas cosas para enfadarla ya que necesitaba que fuera con todo… digamos que la subestimé un poco.

Aun molesto, su padre simplemente asintió al igual que Soun, por un instante estaba a punto de utilizar su movimiento para intimidar al muchacho de Genma, pero al parecer su hija ya le había dado suficiente castigo.- Akane… ¿Es cierto eso?

La hija de Soun tardó un poco en responder, pero pronto confirmo las palabras de Ranma.- Si es cierto, me tomé algo mal sus palabras… pero ya aclaramos todo papá.

Ambos padres se miraron por un momento, cualquier cosa que iban a decir fue interrumpida por Kasumi, que rápidamente les prohibió seguir entrenando de esta forma.

-Si Shampoo te sigue molestando iré hablar con ella.- No sería una sorpresa que el ángel Kasumi lograra solucionar todo con sus dulces palabras, en más de una ocasión, Ranma fue testigo de cómo liberaba a Akane de todo tipo de hechizos solamente hablándole.

Tras las palabras de Kasumi, el chico ignoró las siguientes; su atención estaba centrada en la mujer que estaba en la entrada del dojo sin decir alguna palabra.

Simplemente le frunció el ceño, hizo algún gesto con su katana y se retiró del lugar.

Akane notó la mirada de Ranma, pero al dirigir su mirada hacia la entrada la madre del chico se había retirado.

-o-

La cena había finalizado, Kasumi le pidió a Ranma y a Akane que si podían ayudarla con los platos, ambos no dudaron en aceptar y realizaron su trabajo en silencio, ignorando las risas que compartían sus padres.

-Ranma.

-¿Sí?- Actualmente se encontraba en su forma maldita, a causa de su padre que lo lanzó al estanque cuando se encontraba distraído.- ¿Sucede algo?

-Sobre lo de antes…- Preguntó con algo de temor, Akane desvió su mirada de inmediato al notar que la pelirroja giraba a verle.- Bueno, yo…

-Tus movimientos son repetitivos Akane, ya habíamos hablado de eso, la fuerza bruta no lo es todo.

No esperaba una respuesta tan pronto y mucho menos con un tono tan ¿Tranquilo?

Le fue imposible no suspirar, soltando algo de su decepción al percatarse que quizás Ranma no vuelva hablar de aquel “otro tema”, pero por otra parte, estaba bien con eso… aliviada de que sacara un tema más “familiar” entre ellos.

No estaba lista y seguramente, no lo estaría pronto.

Ella misma debía ordenar sus propias emociones e ideas, antes de siquiera poder entender a Ranma.

Aun así, intentaría cambiar… a su ritmo.

-Bueno, intentaría cosas nuevas si me tomaras enserio… quizás como hoy.

Ranma no fue ajeno al nerviosismo de Akane, entendía él porque y también del esfuerzo que estaba haciendo para tomarse aquel comentario con madurez.

Lo agradeció en silencio, realmente apreciaba su esfuerzo y aun así…

-Supongo que puedo lanzarte de vez en cuando.- Se rascó la nuca con torpeza, sin percatarse que llevaba algo de espuma a su cabello.- Digo, hoy me demostraste que puedo salir muy mal parado si te subestimo.

Aun así, era lo máximo a lo que Ranma podía llegar con ella.

De alguna forma, sentían que habían fortalecido aquel lazo tan frágil que compartían… a su manera claro.

Era un resultado algo agridulce, pero lo tomarían con gusto, seguía siendo un resultado mucho mejor a seguir con aquella pesada rutina.

-¿Qué opinas? ¿Estás bien con eso?

Akane le dio una pequeña sonrisa, con un movimiento algo brusco le quitó la espuma del cabello a su “compañero”.- Es un avance.

-o-

-¡Ahora si date por muerto imbécil!

-¡Espera! ¡Bromeaba, BROMEABA!

A la semana siguiente volvieron a su habitual rutina de insultos y golpes, aunque a veces se les podía ver una pequeña sonrisa en sus rostros.

Más en Akane que en el lastimado bocón.

-o-

Cada publicación es más larga ¿A qué no?

Página de Shiro: Azure Shiro

Quizás este sea mi episodio favorito hasta la fecha, ocurren varias cosas y se puede ver más interacción entre los personajes.

Especialmente de Ranma junto a Akane y Ukyo, pero sobre todo con la primera.

Personalmente siempre he pensado que ambas son el “peso pesado” entre las prometidas del protagonista, ya que ambas comparten algo especial con Ranma (Ya sea en el presente o en el pasado) y destacan más allá de ser una “molestia” (Ranma cuando va al restaurante va por Cologne y no por Shampoo).

Estaba tentado a crear las escenas de Akane/Shampoo y Ranma/Cologne, pero ya el episodio era lo bastante “tenso” con las últimas escenas entre Akane/Ranma, aunque sabía que debía incluir a las amazonas tarde o temprano, usualmente son quienes más problemas causan alrededor del dojo Tendo.

Al igual que el episodio anterior, fue complicado ya que por un momento me dije: Mierda, la están pasando feliz y no me gustaría arruinarles el momento xD

Pero más importante, es por los eventos que causarían el conflicto en este episodio y bueno… pensé en situaciones que podrían ocurrir en la serie, que serían solucionadas en el mismo episodio, ya sea una prometida (Tal como lo fue Kaori en un episodio de relleno) o payasadas causadas por Genma, solo que esta vez causaría más “caos” en la vida de todos.

Aunque eso sí, al final el movimiento de Cologne fue el que más tensión causó en la vida de Ranma; la vieja es astuta y si somos realistas, la anciana ya hubiera arrastrado a Ranma a China si quisiera.

Supongo que quiere que Shampoo lo consiga por su cuenta, tras el “arco” de las píldoras fénix, Cologne dejó de ser “activa” y se concentró en sus propios asuntos, es más, los siguientes casos son planes de Shampoo y la anciana es más un apoyo que otra cosa.

Pero dejando mi divagación, Ranma ya está demostrando más grietas, pero su orgullo y miedo fue superior nuevamente… aunque parece que podrá seguir así por mucho tiempo.

Bueno, el miércoles traeré el quinto y el último episodio, espero que tengan una gran semana.

Se despide con cariño y cansancio… este escritor de pacotilla.

-o-

Episodio anterior. 
Episodio siguiente.

También te puede interesar: ¡Rompiendo las cadenas!