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-o-
Antes de nada quisiera agradecer sus comentarios especialmente los
de Ismael Sabino, Giuliano y
Miguelzero24, enserio que me encanta el cómo se percatan o destacan ciertas
escenas.
Eso no quiere decir que no les daré un saludo a Master X, nicolas
baez1, Fénix 19 y Horakthy Barca.
También a los nuevos y antiguos lectores que vienen desde
Fanfiction, espero que pueda leerlos también por estos lados jaja.
Sin nada más que añadir además de disculparme por la tardanza...
¡Comencemos!
-o-
-¡Será mejor que regresen a sus pokémon en este instante!
En tan solo unos instantes la sorpresa, la inquietud y el miedo
invadieron los corazones de las personas que recorrían la calle principal de
Ciudad Azafrán.
Las madres tomaron a sus hijos y se alejaron lo más pronto
posible, al ver que un enorme pokémon prehistórico estaba a punto de decapitar
al joven azabache.
Pero antes que lograra su cometido el Pokémon conocido como
Kabutops, notó que su entrenador se encontraba en una situación similar.
Un movimiento más y esa Beedrill, acabaría con el pelirrojo.
Los adultos no tardaron en alejarse del lugar, no sin antes
comunicarse con la policía y avisarles de la situación.
Mientras que los adolescentes sin ningún respeto o aprecio por la
vida, sacaron sus dispositivos móviles para grabar lo sucedido para ser el
centro de atención en las redes sociales... al menos por unos segundos.
Cabe destacar que ambos entrenadores no se habían percatado de
todo lo que sucedía a su alrededor, hasta que la voz llena de autoridad de la
oficial Jenny llegó a sus oídos.
Para su sorpresa se encontraban rodeados por un escuadrón
policial, apuntándolos con sus armas de fuego y acompañados de Pokémon caninos.
Era la primera vez que a Ash lo apuntaban con un arma y
seguramente en otras circunstancias estaría aterrado, pero su mente solamente
buscaba una forma de liberarse del agarre del Pokémon prehistórico.
-Tks…- No era el único frustrado, el temperamento de Silver ya se
vio afectado por la charla que tuvo con Tara y estaba haciendo todo lo posible
para controlar sus emociones.
-¡Acaso no me oyeron!
Una gota de sudor recorrió por el rostro del azabache al
percatarse de cómo los oficiales se preparaban para disparar.
Silver frunció el ceño al darse cuenta que todos estos eventos
llegarían a su padre tarde o temprano.
O peor aún, a las tres bestias.
-(Una apertura...)- Fueron los pensamientos de cierto pelirrojo
mientras observaba de reojo el afilado aguijón de Beedrill.- (Es todo lo que
necesito para neutralizar a la policía y acabar con este enclenque).
Sin embargo la apertura que buscaba jamás apareció, el pokémon
insecto lo tenía bastante vigilado y podía asegurar que no dudaría en acabar
con su vida si tuviera la oportunidad.
-(Quizás Ketchum no tenga intenciones asesinas pero sus pokémon
son otra historia).
Al observar al entrenador de Pueblo Paleta notó como este
observaba a su alrededor... como si tratará de localizar algo.
O mejor dicho a alguien.
-No será que...- Antes de llegar a una conclusión notó como un
poderoso ataque eléctrico se dirigía a su ubicación a gran velocidad.-
(¡Mierda!).
El pokémon prehistórico se olvidó de Ash y neutralizó el ataque
clavando sus navajas en el suelo, creando así un muro compuesto por el
movimiento roca afilada.
Mientras eso sucedía cierto azabache no desperdicio ningún segundo
y tomó distancia rápidamente de un salto, al notar que la policía se había
enfocado completamente en Silver y en Kabutops, Ash decidió alejarse del lugar
con Pidgeot.
-¡Espera!- Exclamó la oficial pero una fuerte ráfaga de aire
creada por el aleteo de la majestuosa ave, le había obligado a cubrir su
vista.- Grrr.
Y no solamente ella, tanto su pokémon como su pelotón se
encontraban en la misma situación.
 |
Dibujado: Gold Shiki "Maelo". |
Al bajar sus brazos no había rastro de ambos entrenadores ni de sus
pokémon.
-¿Qué fue lo que sucedió?
Quería ir por ellos, pero se había visto completamente superada.
-o-
Pokémon XY&Z Second Chance.
Episodio 16: El límite.
-o-
-¿Enserio? ¿Ash se dirige para acá?
El joven investigador simplemente asintió a las palabras de su
vieja amiga mientras le daba un mordisco a su emparedado, al ver que el castaño
se tomaba su tiempo con su aperitivo la bella castaña simplemente bufó molesta.
-¿Puedes culparme? ¡Solamente me alimente con sopas instantáneas
por más de diez días!
-Eres un exagerado Gary.
-Cierra la boca Kaori.- Murmuró el castaño para luego darle otro
mordico a su emparedado.
La chica pudo notar el tono fastidiado de su amigo y decidió
dejarle en paz, seguramente tuvo que pasarla bastante mal para que se tomara su
tiempo degustando su bocadillo.
Gary la vio dirigirse hacia el salón principal del centro pokémon
seguramente para ver el estado de sus monstruos de bolsillo.
¿Habría sonado rudo?
Lo dudaba y era imposible que la castaña se hubiera molestado por
algo como eso, seguramente debería decirle lo que ella quisiera saber del
azabache cuando esta vuelva al casino del centro pokémon.
Le sorprendía y le preocupaba el rápido cariño que habían desarrollado
sus dos amigos de la infancia por el otro, temía que ese nuevo lazo entre ellos
terminaría siendo doloroso para ambos.
-(Creo que ella tiene razón, estoy siendo muy exagerado
últimamente).- Una pequeña sonrisa apareció en su rostro para luego acabar de
un bocado con su aperitivo.- (Debería centrarme en lo que se avecina y no en
estupideces).
-En media hora nuestros pokémon estarán listos.- Mencionó la
recién llegada para luego volver a tomar asiento frente de Gary.- ¿Qué tal
estuvo?
-Excelente.- Mencionó el investigador para luego mirarla con
diversión.- Ahora si tienes toda mi atención.
Kaori sonrío de la misma forma que él.- ¿Debería sentirme
halagada?
-Claro, no todos tienen el honor de tener una charla con el gran
Gary Oak.- La castaña negó divertida, quizás unos hábitos del castaño jamás
cambiarán.
Especialmente su enorme bocota.
-¿Cómo se encuentra?
-Se ve horrible.- Dijo el castaño mientras le daba un sorbo a su
refresco.- Agotado y desnutrido... pero se le notaba calmado.
Miró disimuladamente las reacciones de la chica, notó preocupación
pero nada destacable ¿Es por qué sabía que se encontraba bien al fin y al cabo?
o ¿Es que al verle tan tranquilo sabía que no debía preocuparse?
-¿Lo encuentras diferente?
-No charlamos por mucho tiempo pero no noté algo distinto en él.-
Se llevó una mano a su mentón tratando de recordar cada detalle de la
vídeo-llamada que tuvo con el azabache.- Excepto...
-¿Excepto?
-Su mirada... estaba algo apagada.
Kaori hizo una mueca ante lo mencionado por el castaño, mientras
viajaba por Kanto escuchó bastantes historias sobre el monte plateado y ninguna
de ellas terminaba bien.
Los pocos valientes que lograron volver de esa enorme montaña
jamás volvieron hacer los mismos, su tenacidad había sido aplastada al igual
que sus sueños.
Se habían convertido en muertos vivientes.
Pero por otra parte, mientras más batallas tenía con diferentes
entrenadores de la región, más comprendía el gran nivel que tenía el azabache.
Ni siquiera sus enfrentamientos más complicados como lo fueron
contra Sabrina y Blaine, podrían compararse a la fuerza que poseían los pokémon
de Ash.
-Supongo que lo sabremos al verlo.- Mencionó la chica mientras se
ponía su sombrero blanco, acción que no fue desapercibida por Gary.
-¿Irás a luchar contra Misty?
-Nop, quisiera que Ash estuviera presente en el combate.- Exclamó
con alegría esperando que ambos chicos notarán lo mucho que había mejorado.
Especialmente el chico ausente, quería que alabara las habilidades
de sus pokémon y demostrarle que la semana que dedicó en entrenarla había
valido la pena.
No negaría que estaba ansiosa.
-¿Vamos a recorrer la ciudad?
-Claro, no hay mucho que hacer de todos modos.
Ambos castaños agradecieron la hospitalidad y salieron del centro
pokémon,
Fueron a distintas tiendas para comprar algunos objetos para
utilizarlos en los combates, desde cosas tan simples como bayas hasta otros que
eran muy difíciles de encontrar.
-¿Deberíamos comprarles algunos a Ash?
El castaño asintió con una pequeña sonrisa, quizás tenían suerte y
conseguían una bola-luminosa para su Pikachu.- (Seguramente ya no habría forma
de parar a ese par).
Mientras Kaori compraba el mineral evolutivo y otros objetos
potenciadores, Gary había recibido una llamada y al ver de quién trataba no
tardó en contestar.
-¿Gary? ¿Me escuchas?
Era difícil para el castaño escuchar al azabache por todo el ruido
del viento.- Algo... ¿Acaso me estás llamando mientras vuelas en Pidgeot?
-No creo tener tiempo para hacerlo después.
-¿Pasó algo?- El castaño se alarmó al escuchar el ruido de una
explosión y no tardó en llegar a una conclusión de lo que estaba sucediendo del
otro lado.- ¿Contra quién estás luchando?
-Tenías razón.
-¿He?- Tras eso la llamada había finalizado abruptamente.- ¡Oye,
idiota responde!
Algunos clientes voltearon a verle y entre ellos la castaña, la
cual rápidamente se dirigió hacia Gary quién se veía bastante irritado.
-¿Qué te ocurrió?
Gary la ignoró y trató de comunicarse con su amigo sin éxito
alguno y, no podía ir en su ayuda al no saber su ubicación exacta.
-Tenías razón.
¿A qué se refería?
-¡Oh vamos Gary! ¿Cuál es la posibilidad que él y yo nos dirijamos
a la misma ciudad?
-¡Oh mierda!
-o-
Tras lo sucedido en Ciudad Azafrán, Ash se había adentrado en la
ruta más cercana para reencontrarse con sus pokémon.
Agradeció la ayuda de sus tres compañeros y no tardó en regresar a
su Beedrill a su poké ball.
-Pikachu, Pidgeot.- Mencionó el entrenador con seriedad mientras
guardaba la poké ball de su pokémon insecto.- ¿Creen que nos habrá
seguido?
El roedor eléctrico miraba hacia distintas direcciones pero no
logró encontrar nada fuera de lo común y algo similar ocurría con Pidgeot, Ash
seguía tenso y dudaba que el pelirrojo lo dejara en paz tan fácilmente.
Pero si se quedaba por mucho tiempo cerca de la ciudad, serían
rastreados por los pokémon de la policía.
-(Lo mejor sería mandar a Pidgeot a inspeccionar la zona por el
aire).- Ash se llevó una de sus manos a su mentón pensando seriamente en su
siguiente movimiento.- (Si es atacada, Pikachu neutralizaría los ataques y
descubriremos la ubicación de Silver).
Solo tuvo que dedicarle una mirada a sus pokémon para que
comprendieran su plan pero antes que Pidgeot emprendiera vuelo, notaron como la
temperatura comenzó a descender en un instante.
-¡Pikachu!- Exclamó el entrenador de Pueblo Paleta al notar como
un rayo de hielo se dirigía hacia ellos a gran velocidad.
El roedor eléctrico no tardó en lanzar una descarga eléctrica lo
suficientemente fuerte para neutralizar el ataque de hielo y también causando
una pequeña explosión de energía que alertó a varios pokémon del lugar.
Pidgeot observaba a su alrededor tratando de descifrar de donde
vendría el siguiente movimiento, quizás ese ataque solamente era una
distracción y otro pokémon los atacaría por la espalda.
Sin embargo Ash no apartó la mirada de la cortina de humo que
había creado el choque de ambos ataques.
Cierto pokémon fantasma disfrutaba del espectáculo dentro de su
ultra ball, quería chillar de la emoción cuando ambos entrenadores tenían
acorralado al otro y ahora aplaudía por la sincronización que tenía Ash con
Pidgeot.
Ella sabía que vendría a continuación, su especie podía detectar
las emociones negativas a kilómetros y sin embargo no diría nada.
Quería ver como terminaría todo esto.
Los arbustos del lugar fueron sacudidos por una criatura que se
movía a gran velocidad, las orejas de Pikachu se levantaron y trató de seguir
el movimiento de ese pokémon con su mirada.
Pero solamente podía seguirlo por unos segundos para luego
perderlo de vista.
-Nos quiere distraer... ¡Pidgeot!
La mencionada había comprendido la orden y abrió sus enormes alas
para poder dispersar el humo.
-¡Roaaaarh!- Tras oír ese rugido el azabache pudo observar por un
instante como una veloz roca afilada se diría hacia ellos.
Pidgeot envolvió a Ash con sus alas, las cuales se habían vuelto
tan fuertes como el acero y cuando el ataque tipo roca impactó en ellas fue
destruido, aun así por la potencia del ataque Pidgeot retrocedió algunos
metros.
-Ese rugido...- Murmuró el azabache mientras varias emociones
recorrían su cuerpo.- Nidoking.
El humo se había esparcido por completo dando una vista completa
del pelirrojo acompañado de su pokémon variocolor.
-Vaya... es increíble que ese Pidgeot haya superado el ataque de
Nidoking.
-Ella.- Corrigió el azabache frunciendo el ceño.- Pensé que
volveríamos a luchar en Pueblo Paleta.
-Y así lo tenía planeado.- Mencionó el pelirrojo mientras
observaba de reojo como Sneasel esquivaba con extrema facilidad las descargas
eléctricas de Pikachu.- Culpa al destino o a tu mala suerte por encontrarnos
antes de lo previsto.
-Mierda… lo que me faltaba.- No pudo evitar soltar sus
frustraciones, sentía que una fuerza mayor disfrutaba en ponerlo en situaciones
así.- ¡Ataque rápido!
En tan solos unos instantes, Pidgeot se había convertido en un
proyectil que salió disparado hacia el pokémon del pelirrojo.
Silver sonrió al ver que el azabache no se molestaría en charlar
con el.- Nidoking.
El mencionado dio un pisotón invocando varias rocas puntiagudas de
gran tamaño, sin embargo Pidgeot se abrió paso entre el ataque de su adversario
con bastante elegancia.
En las afueras de Ciudad Azafrán pudo escucharse un fuerte
impacto.
Pidgeot emprendió vuelo tras conectar su golpe sabiendo que un
ataque rápido no bastaría para acabar con su adversario, el cual había
retrocedido varios pasos tras recibir el impacto.
No era ninguna sorpresa para Silver ni Ash, ver como Nidoking se
recuperó rápidamente del ataque.
-(Esa ave puede ser igual de problemática que su Charizard, debo
ser bastante cauteloso con cada movimiento que haga Nidoking).- Era un
combatiente mucho más veloz y con mejores reflejos que el inicial de fuego,
aunque la elegante ave no destacaba por tener ataques destacables o por su
habilidad de combate cuerpo a cuerpo, por lo que Silver debería usar eso a su favor.
Por otra parte.
PAAAM
Pikachu se había estrellado contra un árbol tras recibir un
puñetazo.
Sentía su mejilla derecha igual de fría que el mismo hielo, ni
siquiera tuvo tiempo para recuperarse y recibió de lleno el rayo congelante de
Sneasel.
La pokémon siniestro sonrío complacida al ver como poco a poco el
roedor eléctrico era cubierto por el hielo.
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Dibujado por: Azure Shiro. |
Al comprobar que su contrincante se hallaba completamente
congelado, su garra derecha había sido cubierta por una siniestra energía de
tono purpura y con una mueca de diversión se acercaba a su objetivo.
Sin embargo antes que lograra conectar su ataque el bloque de
hielo había sido destruido y antes que se diera cuenta de esto, había salido
disparada tras recibir de lleno el ataque más devastador de Pikachu.
Placaje eléctrico.
Sneasel escupió una gran cantidad de saliva tras el ataque, sentía
una enorme cantidad de voltaje que trataba por todos los medios destruir su
cuerpo y apenas lograba tener pensamientos coherentes.
Tras aterrizar en el terreno Pikachu sintió una leve descarga por
todo su cuerpo, normalmente esto no le afectaba demasiado pero anteriormente
había recibido dos ataques directos de su oponente, lo cuales le habían
afectado más de lo que quería admitir.
Para sorpresa del roedor, Sneasel había logrado reincorporarse
antes de lo esperado y había enterrado sus garras en la tierra para evitar
que la distancia entre ambos fuera más grande. Trató de levantarse pero sus
piernas comenzaron a temblar y tuvo que apoyarse con una de sus garras… maldijo
en silencio al convertirse en una presa fácil para Pikachu.
Ambos pokémon trataban de recuperar el aliento sin perder la vista
en el otro.
Sneasel reconoció la enorme fuerza de Pikachu y sabía muy bien que
si recibía otro ataque como ese sería su fin.
El roedor por otra parte agradecía haberse cubierto con
electricidad para poder realizar su movimiento característico, de no ser así ni
siquiera se encontraría respirando actualmente.
Y eso le atemorizaba, ni siquiera en su batalla contra Moltres en
el monte plateado se había sentido tan cercano a la muerte.
Ahora se hacía una idea del porque Infernape, Sceptile y Heracross
querían mejorar a toda costa, ellos ya habían experimentado esta sensación al
luchar anteriormente con los pokémon más poderosos del pelirrojo.
Sneasel había logrado mantenerse en pie, sus piernas aun no
reaccionaban del todo pero mantendría la distancia utilizando su rayo de hielo.
Pikachu notó como lo fulminaba con la mirada y no tardo en
almacenar electricidad en sus mejillas, debía ganar rápidamente para volver con
Ash y Pidgeot.
Pero antes que logrará lanzar su ataque eléctrico sus orejas se
levantaron, alertándole que algo se acercaba.
La pokémon siniestro en otras circunstancias hubiera aprovecha esa
apertura para acabar con su oponente, pero su mirada se dirigió a la misma
dirección en la que miraba Pikachu.
Un Arcanine seguido de un grupo de Growlithe, se dirigían a su
ubicación y no tardarían más de dos minutos en llegar.
Dejando completamente de lado su batalla, ambos salieron
disparados hacia sus entrenadores para advertirles de la policía.
Sneasel vio de reojo al roedor eléctrico que corría a su lado,
sonrío engreídamente al darse cuenta que Pikachu necesitaba del ataque rápido
para igualar su velocidad.
Pikachu no le dio importancia sin embargo también observaba de
reojo a su acompañante, no le sorprendería que en cualquier momento tratará de
atacarle.
Y así fue.
Pikachu dio un pequeño brinco para esquivar sin problemas el tajo
umbrío de Sneasel, quién gruño molesta al sentir la fría mirada del roedor que
decía:
-Este no es el momento para
tus sucios trucos... y de todas formas no funcionaran.
Ambos se olvidaron del otro al escuchar un fuerte estruendo a más
de un kilómetro de distancia, los dos pokémon maldijeron a sus entrenadores por
llamar tanto la atención.
Y el hecho que ambos maldijeran al mismo tiempo… los hizo sentir
bastante incomodos con el otro.
-o-
A Silver no le costó mucho darse cuenta que a Nidoking le sería
bastante complicado derrotar a esa ave.
En el aire era un objetivo bastante difícil de atinar y la mayoría
de ataques especiales eran neutralizados por las ráfagas de aire que creaba
Pidgeot.
Tenía que obligarle a bajar y él sabía muy bien cómo hacerlo.
-Espero que tengas buenas defensas contra las bacterias Ketchum.-
Para el pelirrojo era bastante reconfortante ver como la confusión en Ash se
convertía en sorpresa.- ¡Onda tóxica!
Pidgeot miraba con preocupación cómo la onda de energía tóxica se
extendía por la zona, sabía que era una trampa para que ella bajara para
auxiliar a su entrenador y por la fugaz mirada que este le dio; sabía que no
debía interferir.
Ash sin perder ni un segundo, lanzó rápidamente una poké ball de
la cual salía una gigantesca serpiente de acero; que interfirió como una especie
de muralla e impidiendo que el ataque de Nidoking se siguiera expandiendo.
-Beedrill y ahora un Steelix.- Murmuró Silver mientras veía como
Steelix volvía a su poké ball.- Veo que en estas semanas te has hecho con
nuevas capturas.
El azabache simplemente sonrío tras escuchar al entrenador del
equipo rocket, Silver lo había estado investigando y eso le tranquilizaba por
muy bizarro que fuera.
Silver le temía o por lo menos lo reconocía como futuro peligro.
-¡Tajo aéreo!
-¡Roca afilada!
Las ráfagas de aires creadas por Pidgeot fueron incapaces de
atravesar la enorme roca que había invocado Nidoking.
Ash había predicho esa orden de Silver y con una pequeña sonrisa
observaba como Pidgeot combinó el ataque rápido con el movimiento alas de
acero, para así acabar con su rival que estaría vulnerable por unos instantes
tras retirar su ataque anterior.
Pero cuándo eso sucedió, el azabache logró escuchar la orden del
pelirrojo.- ¡Ahora!
El entrenador de Pueblo Paleta pudo sentir un escalofrío recorrer
toda su espalda.- ¡Pidgeot, elévate!
Se había percatado demasiado tarde de su error.
Nidoking había bloqueado sin problemas el ataque del ave de Kanto,
la fuerza de su agarre aumentó al notar las leves señas de dolor que daba
Pidgeot.
Estaba completamente ilesa.
PAAAM
Y con una gran brutalidad Nidoking la estrelló contra el suelo
para luego conectar una gran cantidad de golpes, los cuales creaban poderosas
ráfagas de vientos tras impactar en su objetivo.
Una pequeña sonrisa apareció en Silver al ver la frustración en el
rostro del azabache, había predicho la forma en que atacaría su oponente luego
de que Nidoking usará su ataque.
Pero no era lo único que ya había recreado a su mente.
Antes de que Ash lograra sacar la poké ball de Infernape de su
cinturón, fue cubierto por una energía de tono rosado que le impidió mover cada
parte de su cuerpo.
-¿Qué le sucede a mi cuerpo?- Silver no respondió a sus dudas pero
la descarada risa de Banette llegó a su mente.- (¿De qué mierda te ríes?)
-[De la incompetencia tuya y la de tus pokémon].- Mencionó la tipo fantasma mientras disfrutaba
de toda la rabia e impotencia que se acumulaba dentro del azabache.- [¿Enserio
no fueron capaces de detectar la presencia de ese Abra?].
Cerca suyo se había materializado el pokémon mencionado, el cual
extendía sus brazos hacía Ash tratando de mantenerlo atrapado por todo el
tiempo que sea necesario.
-Termina con ella.- Mencionó Silver con sorna al ver el rostro
incrédulo del azabache.
Nidoking conectó una potente patada en el rostro de Pidgeot, quien
había salido disparaba tras el golpe.
Parecía inconsciente pero eso no parecía importarle al pokémon
variocolor.
Cuando Nidoking abrió la boca, Ash pudo notar la poderosa esfera
de fuego que estaba cargando.- (Quiere terminar con el siguiente ataque, por
eso sigue acumulando energía… ¡Perfecto!).
Los ojos de Pidgeot se abrieron para sorpresa de Silver y su
pokémon, reincorporándose en tan solo unos instantes para lanzar una gran
cantidad de ráfagas de aire que tenían intención de cortar todo a su paso.
-¡Nidoking!- Su pokémon se encontraba vulnerable y tampoco tenía
el tiempo suficiente para lanzar la llamarada que había preparado.
Varios cortes comenzaban aparecer por el cuerpo del monstruo de
bolsillo, algunos eran tan profundos que lo obligaron arrodillarse para
soportar el dolor.
Pero Pidgeot ni siquiera estaba interesada en el estado de su
oponente y en unos instantes apareció detrás de un sorprendido Abra.
PAAAM
Tras un golpe con su ala de acero, el pokémon psíquico salía
disparado hasta estrellarse con el árbol más cercano.
Quedando inconsciente tras el impacto.
Silver quedo sin habla al darse cuenta que Ash y su pokemon, habían vuelto a cambiar el resultado del
combate a su favor en tan solo unos instantes.
-Bien hecho Pidgeot, pero es imposible que eso sea suficiente para
acabar con Nidoking.- La mencionada simplemente asintió, para luego lanzarse
como un proyectil contra el pokémon variocolor.
-Tratará de confundirte con su velocidad.- Nidoking asintió a las
palabras de su entrenador, quién regresaba al pequeño Abra a su pokéball.-
Trata de descifrar su siguiente ubicación.
-No abuses de tu velocidad Pidgeot, solamente crea una apertura
para realizar un ataque más potente y vencerás.
Ese tono tan seguro estaba sacando de quicio al pelirrojo, pero no
podía abalanzarse contra el azabache mientras estuviera esa Pidgeot cerca.
Debía reconocer que el ave era tan fuerte como su pokémon.
Ash no se molestó en mirar al pelirrojo, su visión se enfocaba en
Nidoking que trataba de conectar un golpe sin ningún éxito.- ¡Pidgeot ahora!
Pidgeot había conectado un veloz ataque en el estómago de su
contrincante, quién se recuperó en tan solo unos instantes y estuvo a punto de
impactar un puño trueno en el pokémon volador.
-(Tiene una defensa increíble… necesitaremos arriesgarnos un poco
más para tomar por completo la ventaja).- Sabía que Pidgeot podría verse muy
afectada por su siguiente orden, pero si el combate se seguía alargando se
encontrarían en más de un problema.- ¡Pidgeot, devuélvele cada golpe que te dio
con ataque rápido!
Nuevamente Nidoking había perdido de vista a su objetivo, cuando
lograba detectar su presencia esta ya se encontraba en otra posición.
Silver sabía que en cualquier momento, Pidgeot comenzaría atacar
desde distintos ángulos a su pokémon y era su deber impedir que eso ocurriera.-
Solamente debemos pararle… ¡Roca afilada!
Bingo, con algo de dificultad Pidgeot logró esquivar la enorme
roca que había invocado Nidoking pero su velocidad había disminuido
considerablemente.
PAAAM
Suficiente para que su pokémon lograra conectar un puñetazo.- ¡Es
nuestra, roca afilada!
-¡Ala de acero!
Pidgeot se había reincorporado lo suficiente rápido para cubrirse
con sus alas, ya había esperado que la roca afilada lograra hacerle retroceder.
Ash y Silver esperaban que
ocurriera algo como esto, les daba el tiempo suficiente a sus pokémon para
lanzar un poderoso ataque.
-¡Onda Tóxica/Ígnea!- Exclamaron ambos entrenadores al mismo
tiempo.
Cuando ambos movimientos chocaron habían creado una poderosa
explosión, atrapando así a ambos pokémon.
Los entrenadores tuvieron que cubrir sus rostros por las intensas
ráfagas de aire que se crearon tras el impacto de ambos ataques.
Poco a poco toda la tierra, césped y polvo comenzaron a esparcirse;
dándoles la visión suficiente a ambos entrenadores para ver el estado de ambos
pokémon.
Ash sonrió orgulloso al ver a su Pidgeot casi ileso salvo por los
moretones que habían provocado los golpes de Nidoking.
Silver esperaba a su pokémon en buen estado, aunque seguramente se
sentiría algo fatigado por todos los ataques que había lanzado durante el
combate.
Pero retirarse no era una opción para ambos bandos.
-Pidgeot…
-Nidoking…
-¡Ve con todo!- Exclamaron ambos dejándose llevar más de lo
esperado.
Sin embargo los dos pokémon no lograron ni avanzar más de un metro
ya que tuvieron que retroceder para salir ilesos de un ataque eléctrico.
Nidoking se sorprendió al ver frente suyo a Sneasel, quién
extendía su brazo derecho diciéndole disimuladamente.- Es suficiente.
-¡Pika pi!
-¿Pikachu?
-¿Sneasel?
Tanto Ash como Silver habían enfocado toda su atención a los
recién llegados, los cuales no tardaron en advertirles sobre los canes
policiacos.
Ash hizo una mueca de disgusto mientras que Silver simplemente
frunció el ceño, la batalla de Nidoking y Pidgeot termino siendo bastante
llamativa.
Sin embargo había algo más importante en ese momento.
Ambos notaron los rapones y moretones que tenían sus pokémon más
queridos, por lo que todo lo demás dejó de ser relevante.
-¿Estás bien?- Preguntó Ash mientras tomaba a Pikachu como si de
un pequeño niño se tratase.
-¿No te duele?- El pelirrojo acaricio con bastante delicadeza el
rostro de su pokémon, para luego ver con más detalle las lesiones que tenía en
su cuerpo.
Sneasel se sintió algo avergonzada por la atención que le daba el
pelirrojo en público, mientras Pikachu solamente asintió con una sonrisa
indicándole a su entrenador que todo estaba bien.
Pidgeot cruzó la mirada con Nidoking, analizándose mutuamente y pensando
que decirse, aunque al final ambos no soltaron ninguna palabra.
Solamente esperan el momento de actuar tras la decisión que tomen sus entrenadores.
-Supongo que no me dejarás ir tan fácilmente… ¿Verdad?- Ash mencionó
mientras posicionaba a Pikachu en su hombro derecho.- ¿Te parece que
continuemos nuestro combate en otro lugar?
Aunque haya dicho esas palabras, el corazón del entrenador de
Kanto se había ablandado al ver como el pelirrojo acariciaba con bastante
delicadeza la cabeza de Sneasel; era una escena que contrastaba bastante con la
imagen que se había hecho del chico.
¿Acaso esté era el mismo chico que había jurado reducir su pueblo
a cenizas?
-[Si un asesino en serie resulta ser un buen padre, no significa
que sea buena persona].- Mencionó ligeramente molesta Juppeta, podía sentir
como la tensión que había en el ambiente desde el inicio del combate, comenzaba
a desaparecer finalizando así con su diversión.- [No seas estúpido Ashy, me
rehusó que creas que puedas “evangelizarlo” o algo similar ¿No aprendiste nada
conmigo?]
-(Ni siquiera se me había pasado por la cabeza).- Mencionó
telepáticamente molesto al escuchar como su última captura le reprochaba
descaradamente.- (Es solo que no me esperaba algo así de él… es todo).
-[Si tú lo dices].
Dejó de darle importancia al pokémon fantasma al sentir la mirada
del pelirrojo, con una ceja levantada.
-Llegó la excusa perfecta para que escaparas… ¿Y en vez de eso,
sugieres luchar en otro lado?
-[Acostúmbrate rojito, es así de estúpido es este chico].- Era
imposible que Silver la oyera, pero de todas formas lo dijo en voz alta para
molestar al azabache.
-Como dije, dudo que nos dejes ir tan fácilmente y seguramente ya
has tenido experiencia tratando con policías ¿Verdad?
-¿Por qué insinúas eso?
-Si no supieras librarte de situaciones así, serías incapaz de
participar en una liga.- Ash estaba en lo correcto, si la policía realmente
conociera su historial se le sería imposible participar en algún evento como
entrenador.
Quería acabar con el combate entre ellos cuanto antes, pero no por
eso se arriesgaría a tener más problemas jurídicos o con los rocket. Aunque con
lo sucedido en Ciudad Azafrán, era cosa de tiempo para que su padre o peor aún;
un miembro de las tres bestias se contactara con él.
-Hay varias cosas de por medio, una de ellas es que mi padre sabe
de nuestro combate.
-¡!
-Dejaré a tu imaginación las consecuencias que nos traerá esto a
ambos.- Tras esas palabras, el pelirrojo regresó a sus pokémon a sus
respectivas poké ball.- La próxima vez…
Ash simplemente asintió a que se refería el pelirrojo.- Lo sé,
acabaremos con esto en Pueblo Paleta.
-El luchar contigo me ha traído bastante problemas.- Tras esas
palabras Silver lanzó una súper ball, de la cual salió un Skarmory.- Será mejor
que no me decepciones.
-Lo mismo digo.- El cabello del azabache se movía violentamente
por las ráfagas de aire que había creado el pokémon volador al despegar, Ash
simplemente se quedó mirando como Skarmory se alejaba rápidamente de su vista.
Sería mejor seguir su ejemplo.
-Pikachu, Pidgeot… vámonos.- Pudo sentir como su poké-gear comenzó
a vibrar, dándose cuenta de quien se podría tratar prefirió apagarlo.
-o-
-El número que está marcando
se encuentra temporalmente fuera de servicio.
-¡Maldita sea!- Exclamó cierta coordinadora de cabello azulado
mientras golpeaba con bastante frustración una almohada.
Su pokémon inicial Piplup, había abandonado rápidamente la
habitación para no ser víctima de la furia de la chica.
-Ha pasado más de una semana…- Murmuraba la coordinadora mientras
volvía marcar el número del azabache sin éxito alguno.- Y ni siquiera he
recibido un mensaje de Ash.
Quería insultarlo, golpearlo, patearlo, lanzarle piedras y
atacarlo con todo lo que tuviera a su alcance; las ganas de tomar un barco a
Kanto para encontrarse con el azabache sobraban.
-Céntrate en tu
entrenamiento, yo estaré bien ¡Es una promesa!
Le había prometido que se centraría en su entrenamiento, además
Ash le había mencionado sobre el intenso entrenamiento que estaba realizando
May durante el último mes.
Podía recordar el tono orgulloso con que decía tales palabras, lo
que le había molestado bastante en su momento.
Soltó un largo suspiro para después abrazar su almohada que
anteriormente había servido como saco de boxeo.
Una horrible sensación volvía acumularse en su garganta, tratando
de que suelte palabras amargas llenas de resentimiento.
La causa de esto… envidia.
Se sentía horrible por tener tales emociones, Ash era un gran
amigo y a la coordinadora de Hoenn le había agarrado bastante aprecio en los días
que habían convivido juntas.
-(¿Qué me está pasando? ¿Desde cuándo estoy siendo tan
desagradable?)
Ella no tenía ningún control en Ash y es más… ¡Ni debería tenerlo!
Solo había sido su compañero de viaje durante un año y en ningún
momento había sentido algo más que una fuerte amistad.
Pero desde la batalla que tuvo el azabache contra Tobias…
.
.
-¿Desde cuándo eres tan
cariñoso con mi hija?- El tono autoritario de la mujer le había sorprendido
en su momento, pero le llamo más la atención la calma que había demostrado el
semi-finalista de la liga Sinnoh.
Mayormente, el chico se pondría nervioso y se disculparía por su
atrevimiento.
O simplemente no hubiera entendido lo que sucedía, era lo más
probable para Dawn.
-¿Aun no le has dicho?- Ash
había puesto una mueca de disgusto y ambas mujeres no tardaron en comprender
que trataba de decir el chico.
-¿DECIR QUÉ?- El azabache fue incapaz de
seguir con su broma tras el grito de ambas, soltando una gran carcajada.
-¡Hahahaha! Lo siento, lo siento… algo me
impulso hacerlo.
.
.
El día siguiente habían disfrutado de la compañía del otro.
-Claro que encuentro linda a
tu madre.- El chico se rehúso a mirarla a sus ojos pero su tono era
bastante calmado, como si no fuera la gran cosa.- Me hace pensar en lo hermosa que te pondrás con los años...
No fue capaz de articular alguna palabra tras eso.
Y cuando se habían despedido, había quedado incrédula al ver como
el azabache saltaba del barco solamente para decirle adiós de una forma más
intimida.
-Yo también te extrañare
Dawn… te quiero.
-¡!- Se sobresaltó al sentir cierto hormigueo en su estómago.
-¡Hahaha!- Y en todas
las video-llamadas que tuvieron, el chico siempre terminaba burlándose de
ella.- Ay Dawn… eres adorable.
-¿Cómo está mi chica favorita?
-¿Quieres conocer el
festival de año nuevo de Kanto? ¡Vamos juntos!
Una cálida sensación crecía dentro de su pecho, provocándole
cosquillas y a su vez era bastante agradable… algo que no le molestaría seguir
sintiendo.
Se tocó el pecho y podía oír el latido acelerado de su corazón,
sus mejillas sonrojadas solamente afirmaban la conclusión a la que había
llegado.
-Me gusta...- Anteriormente le había admitido a su madre sentirse
atraída por la nueva faceta del chico, pero esto era algo mucho más difícil de
decirle a su madre y principalmente al chico.- Me gusta mucho…
Había escuchado a su madre gritarle pero no le dio importancia, su
mente solamente buscaba formas de lidiar con esta nueva revelación.
-o-
Ciudad Verde era considerada la ciudad más tranquila y por ende,
la más segura de la región de Kanto.
Los niños pequeños salían a jugar durante todo el día en los
parques de la ciudad, de vez en cuando eran acompañados por un adulto o un
pokémon de estos.
Los ancianos disfrutaban del hermoso paisaje, ver como su ciudad
seguía siendo una con la naturaleza después de varias décadas.
Y los entrenadores entrenaban en las afueras de la ciudad,
esperando poder encontrarse con un pokémon lo suficientemente fuerte para
hacerle frente a la actual líder de gimnasio.
Por mucho que la anciana se contuviera, eran muy escasos las veces
en que un retador consiguiera la victoria.
Actualmente la líder sustituta se encontraba afuera de las puertas
del gimnasio, apoyándose con su bastón y observaba con un rostro sereno que
llegara un nuevo retador.
Tras Silver, no había sido capaz de divertirse y esperaba ansiosa
que alguien de su calibre volviera aparecer por muy improbable que fuera.
Su vista se encontró con algo que le llamó bastante la atención,
un hombre de negocios que se dirigía al gimnasio.
-Veo que por fin te dignas a volver.
-Agradezco que hayas cuidado del gimnasio por mi durante todos
estos años.- Las palabras del hombre eran sinceras, quizás demasiadas para
alguien con su reputación.
-Ha sido un placer, de hecho hasta fue divertido.
-¿Oh? ¿Encontraste algún chico con potencial?
-Tu hijo tiene gran habilidad, pudo derrotarme sin la necesidad de
su pokémon más fuerte.- El recién llegado frunció el ceño.
-No salí de mi base para hablar sobre familia, sino de negocios.
-Soy toda oídos.
Sin más palabras ambos entrenadores entraron al establecimiento,
Agatha estaba interesada en saber que propuesta iba a darle su acompañante; era
bastante pronto para asegurar si aceptaría o no.
De lo que si estaba segura, es que el líder gimnasio de Ciudad
Verde ha vuelto.
-o-
Y luego de varios acontecimientos Ash logró llegar a Ciudad
Celeste.
Se le notaba cansado, había pasado por varias emociones desde que
había despertado y rogaba que no
sucediera nada afuera de lo común.
-[Me partiría de la risa si Silver también se haya dirigido aquí].
-Debes conseguirte un pasatiempo.
-[Mmm veamos… dentro de mi poké ball solamente puede ser escuchada
por ti y tus pokémon].- Podía escuchar claramente los murmullos del entrenador
pero no le dio importancia.- [Tus pokémon solamente quieren verme muerta, por
ende solamente puedo divertirme contigo… y es lo que más disfruto para ser
sincero].
-¿Debería sentirme halagado?
-[Obviamente].- El azabache soltó una ligera carcajada, acción que
había confundido a Jupetta pero prefirió mantenerse en silencio por ahora.
Mientras recorría la ciudad pudo notar como la gente se giraba a
verle, nuevamente murmurando sobre su condición y otras sandeces.
Decidió acelerar su paso y mientras lo hacía volvía a encender su
poké-gear, soltó un suspiro de alivio al ver que la coordinadora de Sinnoh
había dejado de intentar contactarse con él.
No tardó en encontrar el número de su antiguo rival.- ¿Gary?
¿Puedes escucharme?
-¿Ash? ¿Estas vivo?- El entrenador simplemente rodó los ojos ante
las dudas del castaño ¿Tan poca fe le tenía?
-Vivito y coleando, te doy detalles cuando nos reunamos.
-Claro… ¿Dónde vienes?
-Ya estoy en la ciudad, me dirijo al centro pokémon para sanar a
Pikachu y a Pidgeot.
-Perfecto vamos para all…
-No, reunámonos con Misty en su gimnasio… ve avisarle de
inmediato.- El castaño algo inseguro acepto la petición de su amigo y dio por
finalizada la llamada.
-¿Pi?
-Es necesario, sabes bien que todo Kanto se verá afectado por
esto.- Pikachu asintió a las palabras de su amigo pero en ningún momento dejo
de mirar su rostro.- Estoy bien amigo, no te preocupes.
-Pika…
-Gracias, pero creo que comeré algunas frutas y ya.
Ash sonrío al escuchar las quejas del roedor, quién le insistía que debía
ignorar un poco las indicaciones de la enfermera Joy.
-Ya comeré algo de carne más tarde, además aún tengo el obsequio
de Blissey para más tarde.- El chico quería asegurar de no tener otra pesadilla
como la de hoy y estaba seguro que el “huevo de la felicidad” también le
aliviaría del estrés.
Al menos temporalmente.
-o-
-Descuida, Tranquill se recuperará en cuanto consigamos las bayas
necesarias.
-Lo siento señor, de no ser
por mi descuido…
-No es tu culpa, era algo que les superaba y aun así lograron
volver.- El joven observó con una pequeña sonrisa al hombre vestido por un
uniforme blanco.- Hicieron un gran trabajo.
-Señor N…
-Yo me encargaré del resto.- Mencionó el joven para luego abandonar
la habitación con un rostro sereno.
Estaban perdiendo bastante terreno.
La cantidad y la calidad de los entrenadores le jugaban en contra.
Solamente el 10% del antiguo equipo plasma se había unido a su
revelación contra Ghetsis, le había conmovido la determinación de sus antiguos
seguidores pero muy pocos tenían la fuerza necesaria para hacerle frente a los
soldados del nuevo equipo plasma.
Ruga era su compañero más fuerte pero a su edad no podía pedirle
más que entrenar a los miembros más jóvenes.
La policía al igual que los líderes de gimnasio lo veían como otro
criminal, varios de sus soldados fueron llevados a la justicia y el haría todo
lo posible para sacarlos de sus celdas.
-Al final tuvimos que recurrir a la fuerza.- Sabía que era la
única alternativa, las palabras jamás serían suficientes para traer la paz y la
armonía, eso se ganaba a base de intensas luchas y varios sacrificios.
Durante los últimos meses se había dado cuenta de lo equivocado
que estaba.
Para frenar los verdaderos planes de Ghetsis, debería usar la
fuerza y no se sentiría satisfecho volviendo al status quo.
Quería realizar un cambio verdadero y para eso debería llegar a la cima,
coronándose como el campeón de la región.
Solamente en ese momento la gente le obedecería y se encargaría de
educarlos, enseñarles todo lo que se necesario para que lucharan por sus
derechos, por sus hijos, por sus pokémon y por su nación.
En papel suena perfecto pero… ¿Podrá aplicar una buena ejecución
en su objetivo?
-Estás muy pensativo.- Se detuvo al escuchar un tono sereno pero
cansado, volteó para encontrarse a un ex miembro de los “siete sabios”.-
¿Piensas la forma de acabar con el problema de raíz?
-Algo así.- Hizo un gesto con la cabeza indicándole al anciano que
le siguiera al salón principal.- Nos han arrinconado.
-Es innegable… será cosa de tiempo que encuentren nuestra base.
-No menosprecies las ilusiones de Zoroark.- Ambos tomaron asiento
en los sofá de la sala, N miraba con una pequeña sonrisa como los pokémon que
habían sido liberados comenzaban abrirse a ciertos miembros de la
organización.- Y de ser el caso, será poco probable que puedan pasar mientras
Darmanitan proteja los alrededores.
Ruga solamente asintió a las palabras de su líder, debía reconocer
que el joven tenía un talento innato para las batallas y en tan solo unas
semanas; había convertido a sus pokémon en temibles adversarios para
cualquiera.
Ghetsis había perdido una pieza importante para su plan.
-Aun así, es imposible que nos hagamos con la victoria en nuestras
condiciones actuales joven N.
El mencionado suspiro tras escuchar al anciano.- Lo sé muy bien
Ruga, es por eso que requiero de ayuda extra.
-¿En serio crees que esa persona te ayudará? - El anciano no aprobaba la idea de recibir ayuda de gente externa.- Ni siquiera le
conoces.
-Solo me bastó con ver el corazón de sus pokémon durante la
batalla, tenían un amor y una enorme confianza en su entrenador.- N encaró a su
mano derecha con una pequeña sonrisa.- Solamente eso me basta.
-Le entiendo pero no apruebo ese razonamiento, usted tiene una
gran y única habilidad pero es incapaz de comprender el corazón humano.- Eran
palabras duras pero Ruga lo había dicho con un tono bastante suave.- Su
relación con su padre es un claro ejemplo de esto.
-Mi padre ¿He?- N sabía que ese hombre no se merecía ser nombrado
de esa forma, pero el joven le seguía agradeciendo por haberle “criado” o mejor
dicho hacerle conocer a dos jovencitas que adoraba con todo su corazón.- Pero
tampoco seré capaz de confiar y entender a las personas, si no me arriesgo.
-Joven N…
-Y voy arriesgarme con el joven Ketchum, espero que él sea capaz
de ponerse en contacto con él.
-Espero de todo corazón que así sea.- Mencionó el anciano para
luego pensar en cómo traer cierto tema a la conversación.- Es nuestro hombre
más fuerte y desde que llegó a Kanto, no se ha contactado con nosotros.
El joven tuvo que darle la razón al anciano, estaba un poco
preocupado por el paradero del entrenador que había enviado a Japón pero también
confiaba en sus habilidades de combate.
-Por cierto joven N…
Las palabras de Ruga lo sacaron de sus pensamientos y algo curioso
se centró en el anciano.- ¿Sí?
-Si el joven de Pueblo Paleta acepta su petición… ¿Cuál será su
siguiente movimiento?
-¿Cuál esperas que sea Ruga?
-Temo que crea que con la fuerza de sus pokémon unidos, sea suficiente para derrotar a Ghetsis y sus
hombres.
N simplemente negó con la cabeza.- Claro que no, su fuerza me será
de utilidad pero tampoco soy ingenuo… el Neo equipo plasma ha aumentado su
fuerza considerablemente en las últimas semanas.
Se hicieron con avanzada tecnología que era incapaz de encontrarse
en la región, sus pokémon también se habían fortalecido de un segundo a otro y
también habían conseguido monstruos de bolsillo originarios de distintas
regiones.
Alguien o algo se habían unido con Ghetsis.
Y era deber de N descubrirlo.
-¿Entonces?- Una pequeña sonrisa había aparecido en el rostro de
Ruga, ya se hacía una idea de lo que tenía planeado su joven líder.- ¿Tienes
pensado invocarlo?
-Así es, despertaré a Reshiram y me convertiré en su compañero.
Un chillido proveniente de cierto pokémon había captado la
atención de ambos, Ruga pudo notar como una mancha anaranjada se abalanzó
rápidamente hacia su líder.
N soltó una pequeña carcajada al ver la gran alegría de la
criatura.- ¡Hahaha! ¿Te has recuperado de tus heridas?
Había respondido con un chillido que solamente el joven de pelo
verde pude entender perfectamente.- Es un alivio ¿Quieres acompañarme a buscar
algunas bayas para los demás?
El pokémon aceptó gusto mientras se alejaba un poco del chico, dándole el espacio suficiente para que pudiera levantarse.
Ruga miró levemente sorprendido como Zoroark había aparecido
detrás de N ¿Acaso se encontraba ahí todo este tiempo?
-Vamos Zoroark.- N se dirigía a la salida sin siquiera voltear a
ver a ambos pokémon que le seguían.- No te alejes mucho de nosotros ¿Entendido
Tepig?
 |
Dibujado: Gold Shiki "Maelo". |
El susodicho respondió con gran alegría.
-o-
Continuará.
Quería alargarlo pero
prefiero dejarlo aquí por varias razones, lamento mucho la tardanza.
El siguiente episodio ya
está en proceso, pero ahora me centraré más en explicarles a los dibujantes
principales los rasgos físicos de ciertos personajes propios.
No creo tardarme tanto como
en este episodio, porque ya llevo un mejor control de mi tiempo (Ahora mi único
problema es el cambio de hora que se hizo en mi país).
Nuevamente agradecerles a
Shiro y Maelo por su ayuda, en un días subiré la versión final de ciertos
dibujos.
Como siempre espero sus
comentarios aquí abajo, cualquier duda trataré de responderlas salvo si la
respuesta es muy reveladora (Ya deben saber porque).
Ciertos lectores sugieren
que me haga un patreon, para dejar ciertas actividades de lado y tenga más
tiempo para escribir ¿Qué dicen ustedes?
Bueno y sin nada más que
decir se despide de ustedes: Un escritor de pacotilla.