La muñeca y el Búho (Second Chance) - En el tintero #1

Hola de nuevo, me tardé un poco más de lo esperado por ciertos inconvenientes, además que se me ocurrió crear una historia que no tenía planeada en mis planes, pero no me quejo, es algo divertido y ya estoy trabajando en los últimos capítulos.

Y bueno, para que la espera sea menos “pesada” les traigo la primera entrada de la nueva sección llamada “En el tintero”. Una escena que puede estar muy fresca en sus memorias si es que han leído el último episodio que sea publicado de Second.

Espero que sea de su agrado.

-o-

Los monstruos de bolsillo nunca paraban de evolucionar.

Ya sea para adaptarse a un nuevo ambiente o para ser más eficientes combatiendo.

Logrando aprender ataques que su especie jamás pudo ejecutar en el pasado, desarrollando un tipo elemental secundario e incluso, logrando adaptar ataques del tipo normal a su propio elemento.

Su capacidad de mejorar, los han llevado a un punto de reemplazar su habilidad por una más efectiva.

Noctowl maldecía internamente que su especie aún se encontrara a medio camino para realizar tales hazañas.

Con el paso de los años, su especie fue capaz de aprender todo tipo de movimientos del tipo psíquico. Siempre se había sentido orgulloso de aquel logro, pero ahora desearía poder superar tales límites y que por fin el tipo psíquico reemplazara a su tipo normal.

De esa forma, podría saber que ocurría en la charla que tenía su entrenador con Juppeta.

-[Puedo detectar cuando una emoción domina al resto].- Esto le daba pistas de quién dominaba la conversación.- [Pero puedo interpretarlo de varias maneras… terminaré más confundido que al inicio].

Noctowl es inteligente y astuto, pero no puede llegar a una conclusión con pistas tan ambiguas.

Podía percibir miedo de parte de ambos, ira, odio y luego calma… para luego volver nuevamente a la ira.

-[Seguramente esa Banette involucró a Infernape en la charla].- Era un movimiento predecible, por lo que Ash ya debería estar preparado para confrontarla en ese tema.- [No… Ash no pudo haber perdido la compostura con algo tan obvio].

¿Llenarlo de inseguridades?

Probable, pero en estos días Ash había superado la mayoría de estas; incluso cuando Juppeta, dificultó más las cosas utilizando los miedos de Gary en su contra o con aquellas pesadillas que perseguían al azabache desde que abandonó el monte plateado.

Aunque la mayoría de la “culpa”, se la llevaba aquel Darkrai que enfrentaron en la liga Sinnoh.

-[Debió irse por aquel camino seguramente, añadiendo lo sucedido en el día de ay…]- Los ojos de Noctowl se llenaron de sorpresa por un instante, una idea de lo que sucedía en aquella casa comenzó a florecer en su cerebro.- [Ya veo, esto puede ser un problema en el futuro].

Juppeta quería luchar, para ello debía quedar en buenos términos con Ash; pero eso no la detendría, seguiría haciendo de las suyas con tal de llevar a su entrenador a la locura.

Vendrían ataques sutiles, plantando la semilla de duda dentro del azabache y que los miedos, conflictos e ira que ya poseía hicieran el resto.

Ash tenía varios conflictos internos, conflictos que no compartía con ninguno de ellos… ni siquiera con Pikachu.

Noctowl sabía que enterarse del movimiento de Giovanni había causado todo tipo de emociones entre los entrenadores de Pueblo Paleta. Especialmente en Ash, quién había sido el más experimentado confrontando aquella organización; tanto por los tres payasos que lo seguían por todo el país, como también, por verse involucrado en los planes de los miembros de mayor rango.

Lo sentía algo personal, sobre todo con aquel enfrentamiento con Silver en la ruta 5, lo que los llevó al monte plateado… donde obtuvieron un gran poder, pero Ash tuvo que dar algo a cambio.

-[Fuimos lastimados físicamente, pero podíamos soportarlo… está en nuestra naturaleza].- Entrecerró los ojos, recordando la mirada llena de culpa en Ash cuando tuvo que dar la orden de matar.- [Pero verte en ese estado… en el que casi pierdes la cordura, fue duro para todos].

Ash podría sonreírles, prometerles que todo estaba bien y que tras esto, los haría pasar los mejores días de su vida.

Pero mentía, no estaba bien.

Cualquier otro chico hubiera estallado al estar en los zapatos del azabache.

Justo cuando está por controlar la situación, esta empeora o aparece un nuevo problema con él que tratar.

No ha tenido un maldito descanso desde que se enteró de la invasión de los rocket.

Y ahora, esa muñeca de trapo sigue intentando dejar una herida permanente en su entrenador.

Estaba tan determinada en hundir a Ash, que no parecía importarle reducir su propia existencia con tal de hacerlo.

Convirtiéndola en una amenaza tan grande como el propio Silver.

Pero a su vez…

Noctowl sentía como la cólera crecía dentro de su pecho, normalmente se hubiera sorprendido y regañado por dejarse llevar por sus emociones, pero seguía siendo un ser vivo y le dolía ser un mero espectador.

Quería hacer más por su entrenador, no solamente un mero vigilante o un consejero nocturno.

-[Cuando salgamos de esta no podrás seguir escapando Ash]- La rabia disminuía, las imágenes de una Banette hecha añicos ayudaron bastante al búho de Johto.- [Nos dirás todo lo que estás ocultando, porque de no ser así… quizás Banette no sea la única a la que terminaremos golpeando].

Sus ojos no tardaron en captar a cierto muñeco azulado que abandonaba la habitación de Ash.

Juppeta detuvo su vuelo para mirar hacia la dirección de Noctowl.- [Estoy segura de que Ashy te ordenó a vigilar los alrededores, no a estar atento a lo que ocurría dentro de su habitación].

El pokémon volador decidió no responder, pero aquello solamente incentivó al pokémon fantasma.

-[Bueno puedo entenderte, observar el mismo entorno durante horas es bastante aburrido… en cambio].- Mientras hablaba se acercaba rápidamente a la ubicación del majestuoso Búho.- [Sentir las emociones que carga nuestro entrenador es un pasatiempo bastante divertido ¿No lo crees?].

La mirada de Noctowl se endureció, no permitiría que esa cosa siguiera burlándose de Ash.- [Será mejor que cuides tus palabras, Ash no es una de tus marionetas y jamás lo será].

Juppeta sonrió antes de responder con entusiasmo.- [¡Lo dudo! ¡Ash se convirtió en uno de mis títeres al dar un paso dentro de mis dominios!]- Se abrazó a sí misma, sintiendo un extraño placer al imaginarse al azabache siendo una marioneta, la cual ella manipulaba otorgando un gran espectáculo.- [¡Él está protagonizando una de mis mejores obras de teatro, donde el “héroe” se abre paso por un delgado camino hacia la locura!]

La muñeca de trapo podía sentir las emociones negativas surgir dentro del pokémon variocolor, lo que se asemejaba a la opera para sus oídos.

Pero de un segundo a otro la música se detuvo.

-[¿Eso es lo que crees?]

-[¿Mmm?]

-[¿Crees que esto es una obra de la cual tienes completo control?]- Noctowl cerró los ojos unos segundos, su pico hizo un gesto similar a una sonrisa.- [Yo no veo más que un monstruo desesperado por alargar su tiempo de libertad].

Libertad.

Aquella palabra se adentró en lo más profundo de aquel inestable ser.

Y Noctowl no tardó en aprovechar aquella apertura.- [Cada uno de tus intentos han sido inútiles, siendo tú la única perjudicada por tus propios actos… dime Banette ¿Realmente crees qué te saldrás con la tuya?]

Aquel tono burlesco molestó a la fantasma, que no tardó en responderle con seguridad y una dura mirada.- [¡Por supuesto, no es como si ustedes puedan detenerme!]

El otro pokémon variocolor seguía con los ojos cerrados, aunque ya se imaginaba la expresión que tenía su acompañante gracias al tono con el cual había respondido. Noctowl estaba deleitándose con aquella reacción, seguramente Juppeta ni se percataba que la tenía donde quería.- [Claro que podemos, estoy seguro que cualquiera de nosotros puede derrotarte].

Solo bastó de esa breve, pero firme respuesta para borrar la sonrisa de Banette.

-[¿De qué diablos estás hablando?]

-[Quizás eres la única que pueda ver lo que carcome a Ash, pero eres incapaz de ver cosas simples]- Noctowl abrió los ojos, encarando a la molesta muñeca con bastante satisfacción.- [Lo qué estoy diciendo no es una sorpresa, mis compañeros ya te han derrotado en el pasado].

Juppeta lo atacó, pero aquel ataque había sido bastante abierto y pudo salir ileso con bastante facilidad.

Aquella inestabilidad emocional la convertía en un terrible oponente y a la vez, uno bastante sencillo con el cual tratar.

-[Todas tus décadas de existencia junto a tu odio irracional te han otorgado habilidades y poderes increíbles].- Noctowl notó como la pokémon fantasma perdió los estribos al escuchar la palabra irracional y atacó con más ferocidad, pero siguió sin acertar ningún golpe.- [Pero como combatiente dejas mucho que desear… en resumen, potencial desperdiciado].

Dibujado por: Shiki Guren - Maelo19

Noctowl tuvo que abandonar su posición para salir ileso de los ataques de Juppeta, esta última se sorprendía de la velocidad y los reflejos que estaba demostrando el búho. Había asegurado que entre todos los pokémon voladores de Ash, el ave de Johto era la que menos velocidad poseía.

-[¿Sorprendida?]- Comentó mientras tomaba algo de distancia, debía mantenerse en un rango seguro después de todo, un movimiento en falso y estaba acabado.- [Solamente confirmas lo que dije anteriormente, no eres un verdadero luchador… ni siquiera te percataste cuando utilicé viento afín para superarte en velocidad].

Juppeta detuvo su ataque al escuchar lo último, ahora comprendía por qué de un momento a otro las ráfagas del viento se volvieron más fuertes.

-[Puedes superar a la mayoría de nosotros en fuerza, pero eso no te asegura la victoria… menos cuando Ash ya conoce tu forma de combatir].

Por un momento Juppeta pensó en protestar, pero solo le bastó recordar los encuentros del azabache con el pelirrojo para percatarse que Noctowl decía la verdad.

En otras palabras, mientras ellos tuvieran a su entrenador para cubrirlos… podían derrotarla.

Comprender esto la había lastimado, emoción que la hizo congelarse en el aire… ¿A qué se debía esa punzada de dolor?

¿Habían lastimado su orgullo?

¿Tenía orgullo en primer lugar?

“Eres un pokémon después de todo.”

Nuevamente aquella voz en su cabeza aparecía para responder a sus dudas, pero como siempre la respuesta que recibe solamente la llena de cólera.

Se negaba a creerle.

¡Ella era más que eso!

“Cálmate, estás en público y hay una imagen que cuidar”.

Juppeta sentía como la ira e indignación trataban de aferrarse a ella, recordándole cómo el azabache la había humillado en SU propio territorio.

Tuvo el descaro de mostrarle misericordia… ¡A ella!

¡No olvidaría como un maldito humano la hizo rogar por algo! ¡Se sentía asqueada al recordar cómo había actuado dentro del sistema de almacenamiento!

Y por eso…

Por eso…

-[Debo vencerle… pero no podré hacerlo pronto].- Noctowl arqueó una ceja, sin lograr entender lo que había murmurado el pokémon de tipo fantasma.

Lo que si sabía, era que las emociones negativas habían abandonado a Juppeta, permitiéndole pensar con claridad.

Noctowl endureció la mirada, no esperaba una reacción como esta y eso le estaba inquietando… no entendía el porqué, pero tenía un mal presentimiento.

-“¿Estoy en desventaja?”- Se preguntó a sí misma, recreo en su cabeza los dos combates que tuvo con Ash, como también el poder bruto que había demostrado Infernape, Pidgeot, Charizard, entre otros.- “El pajarraco no exagera… pueden acabar conmigo si se lo proponen”.

Era un hecho que se encontraba en desventaja, había pecado de ingenua al menospreciar a los pokémon del azabache, solamente había sido cuidadosa con los más poderosos o astutos. Pero ahora su prepotencia le jugó en contra y fue completamente derrotada verbalmente por Noctowl.

Pero no debía perder la calma, no se iría con las manos vacías después de todo, conoce la identidad de otro obstáculo en sus planes.

El búho variocolor quizás sea el más difícil de engañar y evadir.

Lo que lo hacía más divertido para Juppeta, jamás se había sentido tan presionada en su vida.

Ash y sus pokémon la empujaban más allá de sus límites, podía mejorar con la misma eficacia que ellos… estaba segura de ello.

Podía sentirlo ahora mismo.

Era cosa de tiempo para volver estar en la cima, al igual como lo había logrado en el monte plateado.

Con su nueva resolución la sonrisa regresó en el rostro de Juppeta.

-[Ganaste esta ronda pajarraco… no tengo como contradecirte].- Soltó con un tono jocoso, para luego darle la espalda al pokémon volador.- [En nuestra charla, Ashy también resultó ser el ganador… pero no será siempre así, volveré a tomar el control de la situación].

La mejor forma de afectar a tipos como Noctowl era con la verdad.

-[Ya lo veremos… estaré ahí para detenerte].- Internamente el búho se sorprendió de lo rápido que Juppeta aceptó la derrota, nuevamente estaba reaccionando de una forma inesperada para Noctowl.

Aun así, no permitiría que algo así lo hiciera retroceder… la mínima duda le daría ventaja a ese peligroso ser.

-[Tienes más agallas de las que esperaba pajarraco].- Juppeta se volteó un momento para encarar a Noctowl, mostrándole esa pequeña sonrisa que comenzaba a caracterizar al pokémon fantasma.

Ambos pokémon variocolor se miraron intensamente, aun habían palabras que querían decirle al otro, pero decidieron guardárselas y enfocarse en sus respectivos labores.

Juppeta abandonó el pueblo y Noctowl solamente la observó irse.

Había “ganado” el encuentro, pero internamente esto no le causaba ninguna pizca de satisfacción. Al contrario, la preocupación aumentó en el pokémon volador y comprendió que Juppeta era más peligrosa de lo que creía en un inicio.

Era inestable, su rencor la cegaba impidiéndole ver cosas que la mayoría de ellos podían ver; pero aprendía rápido cuando lo requería, notaba sus defectos y veía como acabar con estos.

-[Ash… no sé si estarás de acuerdo o no, pero voy acabar con ella].- Noctowl podía verlo claramente, en un futuro no muy lejano Juppeta estaría fuera de su alcance… al igual que del resto de sus compañeros.

Guardó aquella inquietud en lo más adentro de su mente, ya habría tiempo para tratar con ello… ahora había algo más importante con lo que debía tratar.

El equipo rocket.

-o-

Ahí lo tienen, pueden verlo como un “Qué hubiera pasado si Juppeta se hubiera detenido a confrontar a Noctowl”.

Después de todo, hago un pequeño “guiño” a esto en la versión final:

“En ningún momento el pokémon fantasma sonrió confiado, reconociendo para sí misma que Noctowl, era un oponente peligroso a su manera y solamente en silencio abandonó el pueblo”.

Aquí Juppeta lo notó, digamos que al inicio había pensado el episodio con la fantasma actuando más emocional tras su charla con Ash, donde notó que NUEVAMENTE las cosas toman un rumbo que jamás esperaba.

Y también como notarán, Noctowl posee el mismo movimiento que utilizó en la “versión clásica” de Second, viento afín fue bastante crucial para hacerle frente al Crobat de Silver.

A pesar de todo el caos que fue escribir esa batalla que duró dos capítulos enteros le terminé ganando cariño y quería dejar leves “guiños” a eso.

Volviendo a la escena en sí, decidí rehacerla porque sentí que era algo redundante con cierto tema del fic y me refiero a la “carga” de Ash, digo… ya cree el “20.5” especialmente para tratar al personaje principal como se merece. Además que otra “derrota” para Juppeta puede ser cansino ¿No? Puede ser muy toca pelotas la fantasma, pero en retrospectiva no ha ganado ninguno de sus “enfrentamientos” ya sean físicos o verbales (Salvo “debilitar” a Ash antes de la batalla, aunque aquello es más error del azabache por aceptar tal reto ignorando la OBVIA intensión detrás de Juppeta).

Pero no negaré que me gustó ese cambio “brusco” que tuvo la fantasma al final de la confrontación, pero nuevamente chocaba con la escena que protagonizaba en la ruta 1, que también es diferente al trabajo final, pero los cambios no son tan relevantes para incluirla en la entrada.

¿Qué opinan ustedes? ¿Cuál se les hizo más disfrutable de leer?

Ojalá la hayan disfrutado, quizás en Mayo traiga las ideas descartadas sobre el padre de Ash para este fic.

Sin nada más que decir, se despide este creador de contenido de pacotilla.

…

¿He? ¿De nuevo? Bien, se despide con cariño… ¡Este escritor de pacotilla!

Capítulo 21