Episodio anterior.
Siguiente episodio.
-o-
Quisiera darles un
saludo a “Miguelzero24” y también a Ismael Sabino por sus comentarios en la
primera parte de este episodio, realmente es gratificante volver a leer sus
opiniones.
También les sugiero
que pulsen la opción de seguir el blog, para que les llegue un correo
avisándoles de las futuras entradas.
Sin nada más que
añadir… comencemos.
-o-
-¡Estoy Exhausta!
Desde muy temprano
la castaña no había parado de entrenar junto a sus pokémon, para sorpresa de su
familia ella había desarrollado ese extraño habito desde hace un mes.
Todo por ciertas
llamadas que recibía en la tarde por parte de cierto joven de Pueblo Paleta,
quién le daba ideas para mejorar los puntos débiles de su equipo y
especialmente uno que le costó la eliminación del torneo anterior.
Sus pokémon que
recientemente habían evolucionado no se acostumbraban al peso extra que
recibieron, restándoles agilidad y perdiendo la habilidad de realizar ciertas
combinaciones para la competencia.
Ahora tenía
solucionado ese problema con su Venusaur pero durante esta semana su Wartortle
también había alcanzado su etapa final.
-Realmente sería
gran problema que Munchlax evolucione…- La linda coordinadora soltó una
carcajada al imaginarse al pokémon tipo normal devorando su refrigerador.-
Sobretodo económico.
Pero de lo que si
estaba segura, es que el siguiente concurso lo ganaría.
No había duda de
aquello.
Ni Drew o Solidad
podrían pararla ahora.
Sin embargo había
algo que comenzaba a preocupar a la castaña.
Últimamente sus
amigos y conocidos de la región de Kanto estaban actuando de una forma
peculiar, al principio la energética castaña no le dio mucha importancia pero
mientras los días pasaban comenzó a notar ciertos patrones en todos ellos.
Todos se
encontraban ocupados.
-Me iré a entrenar muy lejos, hay ciertos
traseros que debo patear… yo te llamaré para ponerte al corriente cuando vuelva
a mi casa.
Que Ash se metiera
en problemas con otros sujetos no era algo nuevo pero si le había sorprendido
la forma en que se había expresado.
May era algo ingenua pero
no era imbécil.
Era obvio asegurar
que no iba a enfrentarse a un viejo conocido o a un nuevo rival.
Y el hecho que ni
Brock o Misty contesten sus llamadas le da más motivos para sospechar.
Descartó
rápidamente la idea de llamar a Solidad y a Tracey, especialmente al último con
el cual nunca hablo mucho.
-¡May alguien te
busca!
Pero la castaña no
parecía tener ganas de salir de su cama.- ¡Voy en un momento Mamá! ¡Estoy
meditando!
Su madre como
siempre no le dio mucha importancia al actuar de su hija y atendió con
amabilidad al recién llegado.
-Ya ha pasado una
semana… me pregunto si Ash ya terminó con su entrenamiento.- Con algo de pereza
la castaña se levantó de su cama para tomar el poké-gear del escritorio.- Bueno
será mejor comprobarlo.
Soltó un ligero
gruñido al ver que no recibía respuesta alguna.
Trató de contactar
con Brock pero tuvo el mismo resultado.
-(Tranquila May,
Ash se encuentra entrenando y Brock está estudiando para el examen de
admisión).- Con esos pensamientos la castaña trataba de tranquilizarse pero no
lo estaba consiguiendo.- (Solo estás siendo paranoica).
Sentía una
sensación de molestia muy similar a la que tuvo durante su último encuentro con
el equipo Magma y Aqua.
-¿Hasta cuándo me
tendrás esperando?
May se sobresaltó
al escuchar esa voz muy familiar y al dirigir su mirada a la entrada de su
habitación, se encontró con un chico que la observaba con algo de molestia
mientras se apoyaba en la puerta de brazos cruzados.
-¿He? ¿Qué haces
aquí?
-¿Qué clase de
pregunta es esa?- Al ver que la castaña no parecía entender el joven solamente
suspiró.- Habíamos quedado con que saldríamos hoy ¿Enserio eres incapaz de
recordar algo tan simple?
La coordinadora abrió los ojos como platos al
recordar la fecha de hoy y no tardó en juntar las manos en señal de perdón.-
Perdóname Drew, he estado tan centrada en entrenar que pierdo la noción del
tiempo.
El mencionado
frunció el ceño al mirar con más detalle la apariencia de la chica: Sin su
pañuelo verde y logró notar ciertos raspones en sus piernas.
Por no mencionar
las pequeñas gotas de sudor que aún recorrían por su lindo rostro.
-(Está realizando
un entrenamiento muy intenso… demasiado para un coordinador).- Pronto la idea
de que ella decidiera convertirse en una entrenadora apareció en la mente de
Drew y no le gustaba para nada.- ¿Y cuál es la razón para entrenar sin
descanso?
-¿Para qué más?
Para vencerlos sin ningún problema.- Esa respuesta lo volvió a tranquilizar.-
Bueno ¡Será mejor que salgamos de inmediato!
El joven
coordinador frunció el ceño ante el entusiasmo de la chica, no es que le
desagrade pero se estaba olvidando de algo muy importante.
Andaba muy
distraída… más de lo normal.
Algo le estaba
pasando.
-Es bueno saber que
te estés esforzando May, pero eso no es excusa para descuidar tu higiene ¿No lo
crees?
La castaña se rasco
la nuca avergonzada al recordar cómo se encontraba.- Lo siento… I-iré a darme
una ducha.
-Hump… Te espero
afuera de tu casa.- Drew la observó con una pequeña sonrisa para mostrarle a la
chica que no le molestaba la situación anterior.- Realmente quisiera evitar
encontrarme con tu padre.
May sonrío ante
eso.- ¡No demoró!
-o-
-¡Rizo defensa!
Geodude cubriéndose
con sus brazos formando una “X” fortaleció
bastante su defensa, el pokémon tipo roca y tierra podía sentir la nueva
energía recorriendo su pequeño cuerpo.
Brock estaba
complacido por las órdenes que indicaba su hermano, estaba siendo precavido
desde el inicio del combate al atacar solamente cuando era necesario.
Reservando así la
energía de su pokémon a la vez que descubre el estilo de lucha de su
contrincante.
Pero también… le
estaba dando el tiempo necesario para potenciar las habilidades de Geodude.
-Graveler usa poder
pasado.- El criador pokémon frunció el ceño al ver que la forma evolucionada de
su pokémon se cubría con una extraña aura morada.
Al igual que varias
rocas aparecieron flotando alrededor de Graveler.- (Debo ser precavido… hay
posibilidades de que aumente todas sus características).
Las rocas se cubrieron con esa extraña aura
antes de salir disparadas hacia Geodude, que dudaba bastante el poder
esquivarlas todas a la vez.
Pero Brock le
trasmitía seguridad por lo que no había razón para temer.- ¡Geodude usa
desenrollar!
Forrest no pudo ocultar su sorpresa al ver como el
Geodude convertido en una especie de esfera destruyó todas las rocas sin ningún
problema.- ¡Graveler esquivalo!
Su hermano mayor sonrío ante esa orden cosa que lo
perturbó un poco.
-(Fue lo peor que pudiste hacer Forrest, mientras
más tiempo mantenga el ataque más fuerte se hace).
Graveler dio un salto hacia atrás pero su forma
pre-evolucionada no tardó en dirigirse a su nueva ubicación.
Tanto entrenador como pokémon entendieron que su
adversario no se detendrá hasta impactar en algo.
-¡Llamarada!
Brock no se esperaba ese movimiento en el arsenal
de su hermano, pero esperaba que la combinación realizada por rizo defensa y
desenrollar diera la fuerza necesaria para neutralizar el ataque de fuego.
O por lo menos resistirlo.
El pokémon de Forrest formó una esfera de fuego en
cada una de sus manos y al lanzarlas estas se combinaron para formar una
poderosa estrella de fuego que se impactó con Geodude que rodaba a gran
velocidad.
Al impactar se formó una pequeña explosión
provocando que toda la familia se impacientara para saber el resultado.
-¿Geodude perdió?
-¡Estamos hablando del Geodude de Brock! ¡Eso no
sucederá!
-Pero… el Graveler del hermano Forrest también es
fuerte.
-Y es un Geodude evolucionado.
-Chicos… silencio por favor.- Indico el padre de
todos los jóvenes con una pequeña sonrisa.- La cortina de humo ya se está
esparciendo así ya podemos ver el resultado.
Los niños
volvieron a mirar al campo de batalla para notar que Geodude se mantenía en pie
sin ningún daño a simple vista.
Aunque el vapor que salía de su cuerpo indicaba que
fue expuesto a temperaturas que su cuerpo no podía soportar del todo.
Forrest y Brock se observaban con una sonrisa al
igual que sus pokémon.
-No me esperaba un ataque de tipo fuego.
-Hay que estar preparados para contrarrestar a los
pokémon del tipo planta hermano.- Forrest comenzaba a emocionarse al ver como
su hermano buscaba la más mínima oportunidad para atacar.- Pero lo mío no es
muy impresionante, en cambio tu Geodude estuvo espectacular… me tardé mucho en
darme cuenta que rizo defensa había potenciado el movimiento desenrollar.
Brock le dio una fugaz mirada a su pokémon para
asegurar que no sufrió algún daño grave y luego de comprobarlo contestó.- Una
estrategia simple pero muy efectiva, fui testigo de lo peligrosa que puede ser
mientras viajaba por la región de Johto.
Y como no hacerlo, la líder de gimnasio Whitney
acabó fácilmente con el equipo de Ash utilizando solamente a su Miltank con
desenrollar.
Seguramente en la revancha hubiera sido el mismo
resultado si no fuera por la creatividad de su amigo.
Y también él lo experimentó en carne propia cuándo
tuvo que enfrentarse al equipo de la pequeña Molly que fue creado por los
misteriosos Unown.
Ni siquiera su Onix logró resistir esos ataques.
-Ya veo… mi visión es muy pequeña comparada a la
tuya hermano.- Brock pudo notar un peculiar brillo en los ojos de su hermano.-
¡Pero eso no será suficiente para hacerte con la victoria!
-Lo sé muy bien Forrest… ¡Demuestra la fuerza que
tendría si me hubiera dedicado por completo al gimnasio!
Tras los gritos llenos de emoción de sus
entrenadores ambos pokémon reanudaron su combate.
Graveler golpeó el suelo con mucha potencia
provocando así una avalancha y a su vez, Geodude comenzaba ascender entre las
rocas utilizando el movimiento anterior.
Sin embargo en el aire era un objetivo muy
vulnerable y ambos entrenadores lo sabían.
-¡Llamarada!
-¡Geodude utiliza la roca más cercana como escudo!
BOOM
El pokémon de Brock logró aterrizar sin ningún daño
gracias al escudo improvisado que había creado, sin embargo sabía que debía ser
más precavido de ahora en adelante.
Los pequeñon chillaban emocionados al igual que su
madre, en cambio el padre de ambos solamente sonreía de brazos cruzados.
Algo estaba buscando Brock con esta batalla.
¿Qué es lo que era?
-¡Pulimento!
-(¡Maldición! ¡La llamarada no se creará a
tiempo!).- Forrest ordenó a Graveler atacar con poder pasado pero ya era demasiado tarde.
El cuerpo de Geodude brilló por unos segundos para
luego desaparecer de la vista de su evolución y de Forrest.
-¡Woah! ¡Es realmente rápido!
-¡Ahora es imparable!
-Pero… mientras nuestro Brock no pueda acercarse a
Forrest no podrá ganar.
-Así es querida.
Forrest logró localizar a Geoude quién nuevamente
se lanzaba hacia su pokémon con desenrollar, la velocidad era el doble que
antes pero aun así era insuficiente para superar el ataque de fuego.-
¡Llamarada!
Nuevamente Graveler lanzó cuatro esferas de fuego
que formaron una poderosa estrella de fuego y al igual como sucedió
anteriormente, cuando la llamarada impactó en su objetivo se creó una pequeña
explosión.
Pero para sorpresa de todos salvo Brock, Geodude
salió de ella con el impulso suficiente para golpear a Graveler.
El padre de Brock y Forrest pudo notar que el
cuerpo del pokémon tenía ligeras quemaduras a causa del ataque pero no mencionó
nada.
-(Perdió defensa a cambio de velocidad entiendo).-
Sabía muy bien que pulimento hacía al usuario mucho más frágil a cambio de más
rapidez por lo que no dudo en contraatacar.- ¡Espéralo con demolición!
-¡No te servirá Forrest!- Geodude comenzó a girar
en el aire de una forma muy diferente a las anteriores.- ¡Giro bola!
PAAAM
Graveler retrocedió varios pasos por el impacto y
para evitar caer tuvo que apoyarse con tres de sus brazos, mientras con el
restante se tocaba la zona lastimada.
El ataque fue lo suficientemente fuerte para crear
pequeñas grietas en su cuerpo.
-Ya veo… la diferencia de velocidad.- Forrest
sonrío un poco ante el resultado y estaba a punto de regresar a su pokémon
cuando la voz de su hermano mayor lo detuvo.- ¿Qué sucede Brock?
-Graveler aún puede luchar.
Forrest frunció el ceño ante lo comentado por su
hermano.- Aun así el daño que recibió es grave y no permitiré que reciba daño
innecesario.
-Una batalla es impredecible hasta el último
segundo Forrest… no seas ingenuo.- El tono de voz utilizado por Brock había
sorprendido a todos, pareciera como si estuviera realmente enfadado.- Nuestros
pokémon lucharan hasta que pierdan la conciencia.
El actual líder de gimnasio apretó los puños
realmente molesto mientras que las dudas del padre de ambos comenzaban
aclararse.
Flint descubrió lo que buscaba su hijo mayor y
realmente el orgullo recorrió dentro de él.
Esperaba de todo corazón que Forrest logrará
comprender las acciones de su hermano.
Mientras que Lola solamente observaba con algo de
preocupación la tensión que comenzaba a crecer entre sus hijos mayores,
realmente quisiera decir algo pero aún vivía con el temor de recibir una
respuesta lleno de resentimiento por parte de ellos.
No tenía por qué juzgar el actuar de ellos cuando
ella los había dejado a su suerte.
Su esposo captó de inmediato el cómo se sentía Lola
y no tardó en acercarla a él para otorgarle apoyo.
-Tranquila… nuestros hijos son mejores que nosotros en todo sentido, solamente veamos en silencio como avanza todo.
Ella solamente asentía mientras seguía viéndolos
con preocupación.
Forrest no entendía el actuar de su hermano mayor
¿Acaso quería sacar su frustración mediante la batalla?
Negó de inmediato esa idea… su hermano no era
alguien tan bruto para hacer algo como eso.
Había determinación en su mirada.
Lo estaba poniendo a prueba.
Quería decirle algo sin palabras, sin preocupar al
resto de su familia.
-No volveré a repetirlo Forrest… continuemos con la
batalla, demuestra que eres capaz de proteger el gimnasio y a nuestra familia.
Proteger.
Familia.
Imágenes sobre una complicada infancia habían
vuelto aparecer en los recuerdos de Forrest, siempre había sido la mano derecha
de su hermano mayor.
Siempre velando primero por sus otros hermanos.
Siempre buscando lo mejor para ellos
.
Protegiéndolos.
Brock le estaba pidiendo nuevamente ayuda para
protegerlos de algo que seguramente lo superaba por mucho.
-Graveler…- Su pokémon observo a su entrenador,
pudo notar el mismo brillo que tenía Brock en sus ojos lo cual lo motivó a
levantarse.- Vamos a detener ese giro bola sin importa cuánto cueste.
El criador pokémon sonrío ante esto.- Así me gusta.
-(No te defraudaré Brock, tal y como lo hicimos
cuando niños… seguiremos adelante).
-(Gracias Forrest, eres el mejor hermano que se
puede tener).
-(Eso debería decirlo yo).
Flint no podía sentir nada más que orgullo por sus
hijos, ni siquiera sus pokémon tenían una sincronización tan buena como Brock y
Forrest.
-¡Llamarada!
-¡Neutralízalo con giro bola!
-o-
La serenidad que sentía Sabrina fue reemplazada por curiosidad al sentir como un pokémon de gran poder se acercaba a gran velocidad hacia su gimnasio.
Curiosidad que cambió pronto a preocupación al darse cuenta que ese monstruo de bolsillo era muy superior a la mayoría de sus pokémon.
Aun así no sacó a ninguno de sus compañeros al no sentir hostilidad de parte de su próximo invitado.
La puerta de su gimnasio se había abierto y la energía que había captado fue reemplazada por dos energías que no lograba sentir antes.
Una era fuerte, casi comparable a su Gengar.
Quizás más.
-Solamente viendo el estado de tu gimnasio, puedo saber que has tenido todo tipo de combates.
Sabrina se mostró ligeramente sorprendida al ver el estado del recién llegado pero no tardó en recomponerse, la líder de Ciudad Celeste ya le había comentado que el joven de Pueblo Paleta se dirigía a una de las zonas más peligrosas del país.
-(Más sorprendente es verlo con vida).- La hermosa líder siguió observando al chico, quién al no recibir respuesta se rascó la cabeza sin saber que más decir.- Eres Ash de Pueblo Paleta ¿Verdad?
Ash se sentía más seguro al recibir una respuesta y no tardó en continuar con la charla.- Así es y apuesto que también recuerdas a Pikachu.
-¡Pika!
Sabrina sonrío un poco.- Si lo recuerdo… gracias a ustedes conocí a un gran amigo.
Los recuerdos invadieron al joven entrenador junto a su pokémon, incluso en la revancha fue incapaz de lastimar de gravedad a los monstruos de bolsillo de Sabrina y si no fuera por cierto Haunter lleno de alegría, Ash dudaba si hubieran salido ilesos de aquel gimnasio.
Hasta el día de hoy se decía así mismo que no merecía aquella medalla.
Pero hoy no era el día de buscar revanchas por frustraciones pasadas.
Habían cosas más importantes de por medio.
-¿Cómo se encuentra?
-Mejor velo por ti mismo.
La líder de gimnasio lanzó una poké ball de la cual salió cierto pokémon fantasma ya en su forma final, cosa que alegró bastante al entrenador al igual que a su Pikachu.
Gengar mostró una gran sonrisa al ver caras conocidas, no le dio mucha importancia a la ropa desastrosa del chico o su apariencia y corrió abrazarlo.
-¡Hahahaha! ¡Me alegro que aún nos recuerdes!
-[Es difícil olvidar a tipos como ustedes].- Ash parpadeó varias veces al escuchar una voz llena de alegría dentro de su cabeza, suponía que se trataba de su viejo acompañante.
Sabrina solamente observó como el joven socializaba con su pokémon, se veía bastante feliz y hablaba con mucha confianza… como si conociera a Gengar de toda la vida.
Pero la experta en pokémon psíquicos podía ver detrás de esa alegría, tenía acceso a las preocupaciones y también a los demonios internos que atormentaban al joven.
Muchos no los comprendía y le sorprendía que alguien de su edad cargara con ese tipo de cosas.
Sin embargo no quiso mencionar nada… no era de su incumbencia de todos modos.
-Seguramente tu visita no es para charlar con viejos conocidos ¿Verdad?
Ash se separó del pokémon sombra y se rascó la mejilla derecha algo nervioso, solamente la presencia de la bella mujer fundía respeto al entrenador.
Pikachu volvió a su hombro izquierdo, tratando de darle apoyo para que continuara y Ash le agradeció en silencio.
Realmente ayudaba.
-Supongo que al igual que los demás líderes sabe lo que se avecina ¿Cierto?
-Naturalmente.
-Perfecto así no malgasto saliva… quisiera que me entregara su movimiento más característico por favor.- El chico junto ambas manos en señal de suplica pero a la líder de gimnasio no parecía importarle.
-¿Te refieres a la Máquina técnica del gimnasio?
-Así es… pero de no ser el caso, ya estaría agradecido con tal de le que enseñara algún movimiento a mi Noctowl.
-No creo que tengamos el tiempo necesario para tu segunda petición.
-Es una lástima.- Ash observó el cómo la líder se dirigía al campo de batalla lo que le generaba muchas dudas.- (¿Quiere combatir ahora?)
-Misty me puso al tanto de tu situación y sinceramente yo ya te había dado por muerto.- De la mano de la líder de gimnasio apareció una poké ball.- Han pasado décadas desde la última vez que alguien logró salir del monte plateado con vida.
Ash frunció el ceño al saber a donde quería llegar Sabrina y realmente no tenía tiempo para esto.- Pero lo logré y ya debe hacerse idea de la fuerza de mis pokémon.
Gengar observó a ambos humanos para luego teles-transportarse al lado de su entrenadora.- Me hago una idea pero quiero asegurarme de tu fuerza actual.
-No creo que tengamos tiempo.
-Si quieres los movimientos tendrás que ganártelos.- Ambos intercambiaron serias miradas.- Te recuerdo que la medalla que te di fue más por tus acciones que por tu habilidad.
Ash temía que sacará ese tema y solamente se mantuvo en silencio por unos segundos.
Pikachu lo miraba preocupado y realmente esperaba que no cayera en las provocaciones de la líder de gimnasio.
Para su alegría el chico solamente sacó algo de su chaqueta, Sabrina se sorprendió al ver como el joven dejaba la medalla de su gimnasio en el suelo y se dirigía a la entrada del gimnasio.
-Se la devuelvo, vendré por ella cuando todo esto acabe… tenga un buen día.
Sin embargo las puertas del gimnasio se cerraron violentamente por una energía de tono purpura.
Ash volteó molesto pero Sabrina no parecía inmutarse.- No saldrás de aquí hasta que me derrotes.
El joven solamente soltó suspiro para después añadir.- Supongo que es inevitable.
La energía que producía la líder de gimnasio se desvaneció.- Descuida será un combate corto… usaremos solamente un pokémon.
-Esto será injusto.- Murmuró el azabache al ver como su oponente regresaba a Gengar para lanzar a su Alakazam.
-Descuida… no usaré mis poderes psíquicos en este combate.- Sabrina observaba como el entrenador sacaba de cinturón una poké ball de la cual salió un Infernape.- Al menos… por ahora.
Ash solamente junto las palmas de sus manos provocando que unas intensas llamas envolvieran a Infernape, la temperatura había aumentado tanto que Sabrina tuvo que protegerse con una barrera.
-Será Injusto… para ti.
Antes de que Sabrina y su pokémon pudieran reaccionar Infernape ya se encontraba detrás de un sorprendido Alakazam, trató de protegerse creando una barrera pero el puñetazo del inicial de fuego la destruyó como si nada.
-¡Alakazam!- La líder de gimnasio quedo sin habla al ver como su pokémon había quedado inconsciente antes de impactar con el muro del gimnasio.
¿Esa era la energía que había sentido anteriormente?
No… esta era muy superior.
Pero… ¿Cómo se hizo tan poderoso?.
Fue recién en ese momento cuándo recordó la extraña apariencia que había adquirido el pokémon de Ash y el cómo las llamas que normalmente son de un tono rojizo había cambiado a un hermoso color azulado.
Pero al volver a ver a Infernape esta no se diferenciaba de otro de su especie.
¿Se lo habrá imaginado?
-Supongo que esto será suficiente ¿No?- Al volver la vista hacia Ash pudo notar como pequeñas gotas de sudor caían por su rostro, lo cual generaba más dudas a Sabrina.
-Ash… ¿Qué fue lo que hiciste?
El mencionado soltó un suspiro sin saber que responderle a continuación.
Podría irse y dirigirse al restaurante más cercano para callar momentáneamente el hambre que tenía, dudaba que la líder tratara de detenerle tras verse completamente superada por el pokémon luchador.
Y por otra parte no quería ser grosero, al final Sabrina solamente estaba poniéndolo aprueba.
-Aunque fuera en contra de mi voluntad.- Murmuró mientras regresaba a su Infernape.- Es complicado de explicar…
-o-
-¿Quieres una tasa de té?
-Si, me encantaría.
-Iré a prepararlo, ponte cómodo.
-G-gracias.
La líder de gimnasio le dio una pequeña sonrisa y se dirigió a la cocina.
Pikachu no apartaba la mirada de Ash, seguramente para que este le diera respuestas pero el azabache no las tenía.- Estoy igual que tu amigo, no se como llegamos a esta situación.
-¡Pika!
-Pues claro que no me voy a quejar, tendré la MT y además algunos bocadillos ¡Todos ganamos!
El roedor negaba con la cabeza divertido y solamente añadió algo que le soltó una pequeña carcajada al entrenador.- ¿Pika pi?
-Realmente me está preocupando la imagen que están teniendo de mí.- Mencionó divertido mientras observaba el comedor.
Era uno bastante clásico, pocas veces veía uno de este tipo en sus viajes.
-No se si es por los recuerdos borrosos, pero creo que nunca nos dimos el tiempo de observar cada habitación de este gimnasio ¿Verdad Pikachu?
-¡Pika!
-¡Hahaha! ¡Es cierto, era más importante correr por nuestras vidas!
El roedor eléctrico se alegraba de ver al muchacho de mejor humor, seguramente al derrotar a un oponente como Sabrina de una forma tan sencilla le había dado más seguridad.
-Además Brock y Misty no eran de mucha ayuda… siempre me ha parecido extraño que en esos tiempos los líderes de gimnasio no se conocían entre sí.
-Pika.
El chico tomó el maquina técnica que le había dado Sabrina: Paz mental.
-Creo que solo Koga, el teniente Surge, Blaine y Giovanni son líderes de la misma generación.
-Efectivamente… años posteriores nosotros heredamos los gimnasios.- Sabrina había vuelto con una bandeja que dejó cerca del entrenador.- También traje algunos bocadillos.
-No debiste molestarte.
-Es una forma de compensar mi manera de actuar.
-Tranquila, puedo hacerme una idea de porque lo hiciste.- Tras eso se propuso a beber el té verde.- Mmmm... ¡Woah! ¡Está bueno!
-Es bueno saberlo.- La líder de gimnasio tomó asiento al lado del joven, quién estaba muy concentrado en su té para darle importancia a la nueva cercanía entre ambos.- Aunque también noto sorpresa en ti... ¿Me crees incapaz de hacer cosas sin mis poderes psíquicos?
Ash desvió la mirada mientras daba otro sorbo a la taza.- No te conozco lo suficiente para pensar en algo como eso.
-Tu forma de actuar dice otra cosa.- Ash se rió nervioso para luego rascarse la mejilla.
-Bueno no soy quién para juzgar, hasta hace poco era un inútil incapaz de hacerme unos huevos revueltos.
El azabache volvió a mirar a la líder cuándo la escuchó soltar una linda carcajada, no tanto como la que vio hace cinco años causadas por Haunter pero seguían siendo igual de adorable.- ¿Tan así?
Aunque Ash recién fue capaz de notar eso.
-Si... digo, si no fuera por Brock ya hubiera muerto de hambre como la vez en que...
Sabrina se acomodo un poco y escucho con una pequeña sonrisa las anécdotas del muchacho, podía notar como esa energía negativa que lo rodeaba se desvanecía mientras transcurría los minutos.
Seguramente por el resultado de su batalla.
-(Aunque eso no puede considerarse un combate).- Admitió mientras tomaba un poco de té.
-Por cierto Sabrina ¿Has tenido retadores interesantes?
-Sola una y seguramente debes conocerla.
El chico sonrío al pensar en cierta chica de cabello castaño.- ¿Kaori de Pueblo Paleta?
-Exactamente... fue una batalla bastante peculiar.- La hermosa mujer miró al chico con una pequeña sonrisa.- Veo bastante potencial en ella.
-¿Puedes contarme un poco del combate?
-Claro, pero te advierto que no soy muy detallista.
-¡Hahaha! Ya me hice esa idea.
-o-
Pueblo Vaniville se había vuelto muy animado últimamente.
La razón principal de esto es causa del gran espectáculo que traía diariamente Grace junto a su hija.
Esta última había demostrado un gran talento en las carreras de Rhyhorn y en más de una ocasión había puesto en un aprieto a su madre.
Ya era habitual ver como se reunían los habitantes del bello pueblo para disfrutar de aquellas emocionantes carreras.
Incluso en algunas ocasiones venían personas de otros pueblos.
-¡Vamos Serena falta poco!
-¡Grace, demuestra que nuestra generación es la mejor!
-¡Rápido, más rápido Rhyhorn!
Ambos pokémon se encontraban muy igualados en velocidad y ya solo faltaban 500 metros para llegar a la meta.
Hace mucho tiempo que Grace no se dejaba llevar por la adrenalina.
Era quién más estaba disfrutando de esta actividad, se notaba en su hermoso rostro.
Llevaba la delantera solamente por unos centímetros.
No había forma que su hija pudiera superar la velocidad de su pokémon.
-¡Nuevamente la victoria será mía Serena!- La mencionada mantenía su sonrisa llena de confianza.
-(Mamá sigues siendo muy buena a pesar de no entrenar como antes).- Serena hizo un brusco movimiento a su pokémon indicándole que ya era hora de utilizar toda la energía restante.- (Pero te has quedado estancada).
Su forma de entrenar era buena y gracias aquello su pokémon obtuvo una gran resistencia en poco tiempo.
Pero Grace no contaba con que su hija estaba recibiendo entrenamiento de alguien más.
El Rhyhorn de Serena comenzó a superar a su contrincante para sorpresa de todos.
-¿Cómo es posible?- Exclamó la bella mujer mientras veía como su hija tomaba más y más distancia.
No iba a poder alcanzarla en los pocos metros que quedaban.
Al llegar a la meta Serena gritó de alegría y gustosa recibió los aplausos de la multitud.
Realmente comenzaba a gustarle bastante esta atención que recibía.
-¡Lo logramos Rhyhorn!- La joven abrazaba con mucho afecto al tipo roca tierra.
Luego de unos minutos de mimos a su pokémon, Serena miro con una sonrisa a su madre.- ¿Vas a cumplir tu palabra mamá?
Grace simplemente suspiró derrotada, su hija realmente podía llegar hacer imposibles con tal de tener lo que quería.
Estaba segura que por mucho que insistiera Serena no se dedicaría a las carreras de Rhyhorn, por mucho talento que tuviera esta profesión no le hacía hervir la sangre de la emoción.
Los habitantes del pueblo comenzaron a irse a sus hogares, sentían que ambas necesitaban un tiempo a sola y no querían interrumpir.
Grace observaba a su hija.
Ya no tenía que mandar a Fletchling a despertarla, ya era un hábito para la chica levantarse temprano para alimentar a su Rhyhorn que ella le había obsequiado.
Se notaba a leguas que apreciaba bastante a su primer pokémon.
Soportaba el dolor de las caídas y ya no reclamaba por los sermones que daba al contrario, escuchaba atenta para no cometer el mismo error al día siguiente.
Estaba lista para abandonar el nido.
Pero ella no estaba preparada para verla ir.
-Mamá.- Volvió en sí al ver como la chica se sentaba en la hierba con una pequeña sonrisa.- No te preocupes, aun no me voy alejar de tu lado.
Grace se sentó a su lado y depositó un beso en la frente de su hija, quién no demostró molestia ante la muestra de cariño.
Seguramente porque no había público.
-Estuviste increíble querida.
-Lo sé.- Serena sonreía para sus adentros, feliz por todos los consejos que había recibido de su nuevo “maestro”- Todo gracias a los consejos que me dio Ash.
-(Me lo suponía).- Debía reconocer que un entrenador experimentado debería tener un mejor método de entrenamiento que ella, seguramente el azabache se centró en mejorar la velocidad de Rhyhorn.- ¿Entonces él sabe de nuestra apuesta?
Serena desvió la mirada.- Solamente que había un premio de por medio.
Grace soltó una carcajada al notar los nervios de su hija.- ¿Quieres que sea sorpresa?
-Pienso avisarle cuánto esté por viajar a Kanto… así no podrá decir que no.
-¿Enserio no quieres que te acompañe?
-Tengo a Rhyhorn para que me proteja mamá y además Kanto es de lo más tranquilo que hay.
La madre de la chica suspiró resignada.- Muy bien… mañana mismo compraremos todo lo necesario para tu viaje.
Serena no pudo evitar chilla de alegría.
La siguiente semana vería a Ash.
-o-
-Ya veo... con que pudo hacerle frente a sus demonios.
-Me sorprende que una persona tan frágil haya saco una voluntad tan grande.
-¿Frágil?- El azabache solamente la observaba confundido ¿La chica llena de confianza era frágil? Era poco creíble.
Pero no era la primera vez que se metía en un aprieto por no percatarse de los sentimientos de sus amigos.
Así había destruido el lazo que tenía con Dawn y May en su “vida pasada”.
Y mientras le hacía frente al equipo Flare tuvo más de un conflicto con Serena.
No quisiera decir algo que realmente afectará el corazón de la castaña.
-Aun te falta ser más observador con tu alrededor Ash.
-Hago lo que puedo.
-A veces eso no es suficiente.
-Palabras bastante ciertas...
-Veo que te afectaron bastante esas palabras... lo lamento.
-Tranquila, se que no fue tu intensión.- El chico se levantó y Pikachu no tardó en seguirle.- Aún debes mejorar el como comunicarte con las personas.
-Supongo.
Ambos comenzaron a caminar de vuelta al gimnasio con distintos pensamientos.
Sabrina trataba de predecir las acciones del chico pero no lo lograba.... podía hacerse una idea de como se sentía gracias a sus poderes psíquicos pero aún así no llegaba a comprenderlo.
Seguía sin poder ponerse en el lugar de los demás.
Mientras con nuestro joven protagonista.... había vuelto a ser cubierto por los nervios.
El miedo de que en este nuevo combate terminará con el mismo resultado con Kalos le aterraba.
Cada segundo que transcurría lo acercaba más a la respuesta que buscaba.
¿Había aprovechado su tiempo al máximo?
¿Realmente se ha tomado en serio sus objetivos?
Estaba ansioso por averiguarlo.
De lo que estaba seguro es que era más fuerte de lo que jamás había sido, a pesar del estado tan deplorable que estaba su cuerpo.
-(Cálmate Ash, puedes hacerlo.... nunca habías dado tanto de ti como en esta ocasión).- El sentir la mirada fija de Sabrina en él no lo ayudaba para nada.
Pikachu volvió a su hombro derecho para darle ánimos y nuevamente funcionaba.
-Gracias...- Murmuró el chico para luego depositar un beso en la mejilla de su pokémon, sintió una leve descarga pero ya estaba más que acostumbrado.
Sabrina sonrío ante ese gesto.- Realmente lamento que estés en esta situación.
-Aunque suene masoquista.... prefiero ser yo antes que un conocido.
La líder de gimnasio se detuvo en el campo de batalla pero Ash no parecía querer detenerse.
¿Quería que se fuera? No lo sabía realmente, pero no negaría que tenía mucha curiosidad por todo lo que guardaba el muchacho
Especialmente por esa fuerza que demostró su pokémon.
-Eres alguien bastante curioso Ash Ketchum, espero que más adelante podamos seguir charlando.
Ash se detuvo tras escuchar eso, no se encontraba sorprendido por lo que había mencionado la mujer pero si sentía halagado.
Era algo extraño si era sincero consigo mismo.
-No puedo comprender lo que te atormenta por completo pero al menos puedo entender un poco.
El entrenador solamente volteó a observarla y la hermosa mujer continuó hablando tras esa acción.
-En esta batalla que se avecinaba vamos a comprobar si en verdad estamos capacitados para nuestros puestos.- El joven entrenador pudo observar en la mirada de Sabrina algo que no esperaba de ella… empatía.- Tú aparte de querer proteger quieres comprobar algo ¿Verdad?
Ash se quedó observándola por un momento, se encontraba sin habla pero la líder de gimnasio no le permitió articular palabra alguna.
-Pero no viniste hablar sobre tu tormento y yo no soy nadie para entrometerme en tu vida, pero... si quieres puedes venir hablar cuando quieras.
El joven entrenador no pudo negar lo innegable, Sabrina realmente había cambiado para bien y no pudo evitar sonreír.
Quizás en el futuro podría llegar a ser alguien de confianza para él.
Al menos sabía que se podía contar con ella.
-Gracias Sabrina, ten por seguro que volveré por nuestra revancha.
La psíquica no comprendía lo dicho por el joven.- Pero ganaste.
-Nos falta el desempate.- El chico reanudó su caminar mientras su sonrisa aumenta de tamaño.- Pelearemos utilizando tres pokémon… seguramente en el futuro me encuentre con entrenadores que posean habilidades similares y quisiera estar preparado.
Sabrina le dio una pequeña sonrisa al chico.- Entiendo… espero verte cuando todo esto termine.
-Tenlo por seguro que regresaré por nuestro combate.
-La próxima vez no me atraparas sorprendida Ash... te derrotaré.
-¡Jah! ¡Lo veremos!
-o-
-¡Graveler ya no puede continuar!- Exclamó Flint al ver que el pokémon evolucionado caía tras recibir otro ataque combinado.
Forrest regresó a su pokémon con una pequeña sonrisa.- Diste una gran batalla, ahora déjanos la victoria a nosotros.
El criador pokémon ya sabía muy bien cuál era el siguiente pokémon que lanzaría su hermano.
-¡Rhyperior! ¡Sal y trame la victoria!
Tan solo al tocar el campo de batalla, la forma final de Rhyhorn soltó un gran rugido que llegó a emocionar a los más pequeños.
Una gota de sudor caía por el rostro de Brock, tenerlo en frente de él era una experiencia completamente distinta a verlo combatir contra los retadores.
-(Supera por mucho a Geodude y la mayoría de mis pokémon).- Le dio una rápidamente mirada a su pokémon, a pesar de la batalla anterior tenía energías de sobras para seguir combatiendo.- (Pero debo aprovechar el aumento en la defensa y sobretodo en la velocidad de Geodude).
-¡Desenrrollar!
Sin perder ningún segundo el pokémon de Brock rodó a gran velocidad hacia su objetivo, de vez en cuando iba en zigzag para confundir a su oponente.
Pero Forrest ya había visto muchas veces ese movimiento.
Solo debía hallar el momento exacto para contraatacar.
Que se acercara al rango de ataque de su pokémon.
-¡Ahora!
PAAAM
Toda la familia había quedado helada tras ver como Rhyperior invocó una enorme roca puntiaguda justo en la posición actual de su oponente, Geodude tras el impacto había salido disparado a gran velocidad y apenas se mantenía consciente.
-¡Acabalo!
La forma evolucionado de Rhydon dio un enorme salto para conectar un golpe martillo en su oponente.
Brock había regresado a su pokémon antes que impactara contra el campo de batalla.- Diste lo mejor de ti... Déjanos el resto a nosotros.
Antes de continuar con la batalla ambos hermanos se miraron fijamente.
-Ya me había acostumbrado a la nueva velocidad de Geodude, debo agradecer que Graveler aguantó más de lo que me imaginaba.
El mayor solamente lo observaba con una sonrisa.- Vuelvo a decírtelo... las batallas son impredecibles hasta el último momento.
Forrest simplemente asintió, se sentía algo regañado por Brock pero entendía la razón de su comportamiento actual.
O mejor dicho... se hacía una idea.
-¡Ahora te mostraré que incluso tu poderoso Rhyperior puede caer ante mi Steelix!
Los miembros más pequeños de la familia gritaron emocionados al ver a la enorme serpiente de acero en el campo de batalla.
![]() |
Dibujado por: Azure Exia (Shiro). |
Nadie dudaba que a continuación comenzaría un gran combate.
-¡Foco resplandor!
-¡Romperrocas!
Steelix lanzó un rayo de energía plateado el cual fue superado fácilmente por la roca cubierta por una poderosa energía de tono carmesí que había lanzado Rhyperior.
Sin perder tiempo el pokémon de Brock se sumergió debajo del campo de batalla para salir ileso del poderoso ataque.
Forrest frunció al ceño al tener a su pokémon vulnerable por unos segundos.- (Tiempo suficiente para que Steelix ataque con excavar).
Tal como lo esperaba el actual líder de gimnasio, el pokémon de su hermano mayor salió frente de un sorprendido Rhyperior que trató de bloquear sin mucho éxito la cola férrea de Steelix.
Fue un golpe directo que provocó una gran ráfaga de viento.
Para sorpresa de todos salvo Forrest, su pokémon se reincorporó rápidamente y no tardó en lanzarse contra su oponente.
Brock no tardó en notar como las garras de Rhyperior se habían cubierto con fuego.- (Con que puño fuego ¿He?)
Steelix lanzó nuevamente un foco resplandor pero fue interceptado por su objetivo, quién por ordenes de su entrenador conectó su puño derecho contra la ráfaga de energía.
-¿Qué?- Fue una gran sorpresa para el criador pokémon ver como Rhyperior se abría paso poco a poco hacia su pokémon.- (Se que Steelix no destaca por su ataque especial pero esto es demasiado).
Flint observaba curioso el como transcurría el combate.- (¿Cómo saldrás de esta Brock?)
Forrest sonrío para sus adentros, el conocía muy bien al Steelix de su hermano ya que el lo había estado entrenando en su ausencia.
Sabía en que destacaba y sus limitaciones.
El hecho que Brock haya actualizado el set de movimientos de su pokémon no le complicaba en absoluto.
El líder de gimnasio también sabía que su hermano no permitiría que Rhyperior conectara el ataque de fuego.
Solo quedaba esperar con cautela su siguiente movimiento.
-¡Steelix toma distancia y contraataca con cola férrea!
Lo que estaba esperando Forrest.- ¡Ahora Rhyperior!
Cuando Steelix detuvo su ataque y trató de tomar distancia de un pequeño salto, Rhyperior golpeó el terreno invocando una roca afilada que impactó en la serpiente de acero que termino por perder el equilibrio.
-¡Steelix!
-¡Ya es tarde Brock! ¡Terremoto!
-Mierd...- Exclamó tanto Brock como sus padres.
El pokémon de Forrest se abalanzó contra su adversario e impactó un devastador golpe martillo, provocando así grietas por todo el campo de batalla a la vez que Steelix soltaba un rugido de dolor.
Ambos entrenadores tomaron algo de distancia para no ser afectados por el devastador movimiento a su vez, Flint había sacado a su Golem para que utilizará protección y así mantener seguros a sus hijos.
Tras varios segundos el movimiento de Rhyperior había terminado.
-Este combate ha terminado.- Mencionó Forrest mientras veía como su pokémon comprobaba el estado de su oponente.- He ganado hermano.
Brock solamente suspiró.- Fue una gran combinación Forrest pero... ¿No crees que estás olvidando la gran defensa que poseen los Steelix?
-¡!- Rhyperior no tuvo tiempo para reaccionar y recibió de lleno un foco resplandor que lo hizo retroceder algunos metros.- (Es imposible... Rhyperior creo el terremoto con la suficiente fuerza para derrotar a Steelix).
Era imposible que su hermano haya mejorado su defensa en tan poco tiempo.
Al menos que...
Brock solamente lo observaba con una gran sonrisa.- ¡Hierro!
Nuevamente Steelix lanzó una ráfaga de energía pero en esta ocasión Rhyperior salió ileso gracias a las rocas que había invocado a su alrededor.
-(Estas atrapado Forrest).
-Por arriba o por abajo...- Mencionó el líder de gimnasio mientras una pequeña sonrisa apareció en su rostro.- Crees que tengo solamente dos opciones ¿Verdad?
El criador pokémon solamente se quedó en silencio mientras trataba de re-cifrar el siguiente movimiento de su hermano pequeño.
-(Aún no deshace las rocas, eso significa que no quiere que sepa el movimiento que utilizará Rhyperior).- El moreno no tuvo que pensar mucho para descifrar el posterior ataque de Forrest.- (¡Oh no! Seguramente será terremoto).
Brock ordenó a su pokémon atacar y acto seguido las rocas que protegían a Rhyperior habían desaparecido, revelando así la roca cubierta por energía que estaba preparando el pokémon rinoceronte.
-(¡Me ha vuelto a engañar!)- Pero esta vez el pokémon del criador no se vería afectado por el contra-ataque de Forrest.
-¡Romperrocas!
-¡Cabeza de hierro!
La cabeza de Steelix se había cubierto por una poderosa energía plateada, fortaleciendo suficiente a su usuario para contrarrestar el poderoso ataque de Rhyperior.
-¡Muévete Rhyperior!- Sabía que la orden era inútil, su pokémon había quedado muy agotado tras realizar su movimiento más poderoso.
Los niños juraron a ver visto como Steelix había devorado a Rhyperior antes que la embestida de la serpiente de acero haya levantado una gran cantidad de polvo.
Forrest apretaba los dientes... seguramente con cada segundo que transcurría más dañado se encontraba su pokémon.
-Es todo o nada.... ¡Rhyperior Terremoto!
.
Brock sonrió complacido ante esta orden.- (Bien hecho Forrest, aún sin salir victorioso...)
-(Eres capaz de inmovilizar y hasta de derrotar a tu oponente).- Flint había tenido el mismo pensamiento que su hijo mayor.
El gimnasio fue sacudido violentamente por unos cinco segundos, suficiente tiempo para destruir lo que quedaba del campo de batalla.
Aún con el polvo que limitaba la visión de todos los miembros de la familia notaron como ambos monstruos de bolsillo habían vuelto a tierra firme.
O lo que quedaba de ella.
Sin ninguna palabra ambos entrenadores sacaban sus respectivas poké ball y regresaron a sus pokémon antes que cayeran al suelo.
-Ambos pokémon quedan fuera de combate... es un empate.- Flint mencionó lo obvio con una pequeña sonrisa mientras observaba como sus hijos se acercaron para darse la mano.
Con una sonrisa llena de orgullo.
-Tu y Rhyperior estuvieron increíbles.- Brock le dio una radiante sonrisa a su hermano pequeño, realmente estaba impresionado de la mejora que tuvo esté ultimo tiempo.- Dominaste la batalla en todo momento.
Forrest se rascó la nuca levemente avergonzado por los elogios de su hermano.- ¡Hahaha! ¡No es para tanto hermano!
Brock negó con la cabeza.- Claro que si Forrest, incluso supiste como neutralizar las ocasiones en donde Steelex llegó a sorprenderte.
-Pero a pesar de todo pudiste debilitar a Rhyperior, aún me falta mucho que mejorar.
El moreno simplemente le dio una palmada en la espalda para luego caminar hacia la salida.- Es normal a tu edad, pero si te enfrentaras a mi yo del pasado no tendría ninguna oportunidad de vencerte.
Forrest notó la mirada de su hermano indicándole que lo siguiera.- Brock...
-Créeme hermanito... tu serás el líder de gimnasio más fuerte que haya tenido y tendrá esta ciudad.
Flint solamente los veía irse pero antes que salieran del gimnasio pudo haber jurado que su hijo mayor le había dado una mirada.
¿Quería charlar con él también?
-(Supongo que tendré que verlo durante la tarde).
-¿A Dónde van? ¡Acaban de destrozar el gimnasio! ¡Vengan aquí!
El padre de familia sonrío nervioso y tomó a su esposa de los hombros.- Déjalos cariño, ellos tienen mucho de que hablar.
-Pero...
-Tranquila, yo y Golem solucionaremos esto de inmediato.- El antiguo líder de gimnasio observó a sus retoños.- ¿Quieren ayudarme?
-¡Sí!
-o-
-Considérate afortunado chico, ninguna parte de tu cuerpo fue dañada gravemente.- La especialista observaba como su paciente comenzaba a vestirse sin ninguna emoción en su rostro.- Aunque dudo que en la próxima vez tengas tanta suerte contra Articuno.
-No habrá próxima vez...
-¿Fue difícil?
El pelirrojo miró a la mujer sentada en su escritorio, sus ojos celestes tan cristalinos como un lago mostraban gran interés en el y no sabía muy bien como reaccionar ante eso.
Muy dentro de él agradecía esa atención que estaba recibiendo pero luego venían fugaces recuerdos.
Amargos recuerdos.
-¿Sé puede saber en dónde estabas?
-¿Porqué tardaste tantos días en esa misión? ¿Crees que solo por ser hijo de Giovanni tendrás privilegios?
-Al parecer no entiendes tu situación.- Recordaba cada frase y cuántas ocasiones le elevaban la voz.- ¿Dónde demonios está el ADN de Mew?
Las preguntas se convertían en interrogatorios.
Los interrogatorios rápidamente se convertían en horas de encarcelamientos.
Encarcelamientos en donde su odio aumentaba noche tras noche.
Silver simplemente ocultó su mirada lo que llamó la atención de la mujer.
-Mi pokémon controló la batalla en todo momento pero no negaré que el combate duró más de lo esperado.
-Tú mismo lo dijiste... controlaste la batalla de principio a fin, me imagino que simplemente estabas midiendo la fuerza de tu pokémon.
-Que perspicaz.
-Ya me conoces chico.
Las emociones que estaban acechando al pelirrojo poco a poco comenzaron a desaparecer y no pudo evitar sonreír un poco ante ese hecho.
La mujer frente a él era de las pocas personas a las cuales le otorgaba algo que siempre busco durante su infancia.
Paz.
Su cabello poco a poco comenzaba a teñirse blanco y en su rostro se llenaba de arrugas.
Recordandole al pelirrojo que los años pasaban y todo seguía igual.
Nada había cambiado salvo su fuerza.
Fuerza que no era suficiente para detenerlos.
-Me alegra que me visites Silver pero se muy bien que no viniste solamente para un chequeo médico ¿Verdad?
Esa deducción había sacado al pelirrojo de sus pensamientos.
-Algo así...- Mencionó casi sin interés observando detenidamente la nueva apariencia de la mujer.- Te queda bien la cola de caballo.
-¿Me visitas y me halagas? Esto ya es preocupante.- Silver rodó los ojos al escuchar el tono burlesco de la mujer.- ¿Qué es lo que quieres decirme?
El pelirrojo caminó con la mano en los bolsillos hasta la ventana de la habitación, viendo el como la personas y algunos pokémon caminaban de un lugar a otro.
Aunque realmente no le daba mucha importancia a esto y solamente quería evitar mirar a la mujer a los ojos.
Nada había cambiado salvo su fuerza.
Fuerza que no era suficiente para detenerlos.
-Me alegra que me visites Silver pero se muy bien que no viniste solamente para un chequeo médico ¿Verdad?
Esa deducción había sacado al pelirrojo de sus pensamientos.
-Algo así...- Mencionó casi sin interés observando detenidamente la nueva apariencia de la mujer.- Te queda bien la cola de caballo.
-¿Me visitas y me halagas? Esto ya es preocupante.- Silver rodó los ojos al escuchar el tono burlesco de la mujer.- ¿Qué es lo que quieres decirme?
El pelirrojo caminó con la mano en los bolsillos hasta la ventana de la habitación, viendo el como la personas y algunos pokémon caminaban de un lugar a otro.
Aunque realmente no le daba mucha importancia a esto y solamente quería evitar mirar a la mujer a los ojos.
-Será mejor que salgas de la región por un tiempo.
-¿Perdón?
No hubo respuesta.
Pasaron minutos y ninguna palabra había soltado la acompañante del entrenador.
Silver no se molestó en absoluto.
Paciente esperó que la mujer haya asimilado la información recibida.
-¿Cuándo?
-Pasado mañana.
-¿Pueblo Primavera se verá afectado?
-No... ya me encargue de eso.- Silver volteó a mirarle y se encontró con una mirada serena, seguramente aliviada por lo último que había mencionado.- Tú familia estará bien.
-Es bueno saberlo.
-¿Algo más que quisieras saber?
-Tú... ¿Serás parte de esto?
-El hecho de que participe o no en esto no cambiaría nada Tara.
La mujer simplemente suspiró.- Tomaré eso como un si.
Nuevamente la habitación quedó en silencio.
-¿Por qué?
-No hay una razón.
-Siempre la hay por muy estúpida que sea.
-Tú la sabes... quiero ser más fuerte.
-¿A cambio de arruinarle la vida a personas inocentes? Hay otras formas de fortalecerse.
Silver frunció el ceño al no encontrar forma de rebatirle pero el silencio hablo por él.
No parecía importarle la vida de los demás salvo algunas excepciones, solo le importaba cumplir con sus objetivos.
-Actuando así no te diferencias de tu padre pero no debería sorprenderme.- Sentenció la mujer elevando la voz.
Pero no fue la única.
-¡No me compares con ese hombre!
-Es inevitable.- Continuó Tara sin verse afectada por la mirada llena de rabia de Silver.- Eres descendiente de esa horrenda familia que lo único que ha logrado es causarle daño a nuestra región.
Madame Boss fundó el equipo rocket.
Giovanni lo expandió.
-Todo por esa enferma ambición el ecosistema se ha dañado, especies han desaparecido al igual que docenas de personas... nuestras familias también se han visto dañadas.
Silver apretó sus puños con gran fuerza, todo lo que mencionaba Tara era verdad.
El solo hecho de compartir los mismos genes que Giovanni lo hacía enfurecer.
-Tu padre usa a los humanos y pokémon como simples peones para conseguir lo que quiere... cuándo ya no son inútiles simplemente los reemplaza por unos nuevos.- Observó que desviaba la mirada hacia la ventana molesto.- Realmente no me sorprendería que también lo hiciera con su hijo.
-lo se... ya lo hizo anteriormente con su mujer.
-Silver... tu eres mejor que eso.
-¿Quién lo dice?- Decir que era alguien bueno sería una estupidez y Silver lo sabía, disfrutaba de ver el pánico en el rostro de sus adversarios.
-Yo, Elm...- Se detuvo por unos instantes y un escalofrío recorrió por la espalda del pelirrojo.- y también ella.
Ambos parecieron quebrarse tras recordar a una jovencita con una radiante sonrisa.
La conversación se había pausado durante un breve momento hasta que Tara volvió hablar.- Hay otros caminos Silver... el que has tomado no tiene salida.
-...
-La fuerza de tus pokémon supera con creces a los de otros de la mayoría de entrenadores de Kanto y Johto.
-No es suficiente para derrotarlos.
Pudo notar algo de frustración en el tono del chico lo que la impulsó a seguir hablando.- Pero suficiente para poder alejarte de ellos.
-Me encontrarán tarde o temprano... y de ser así moriría sin haber logrado lo que prometí hace años.
-¿Crees que estás a salvo en esa organización?
-Tara... solo vine por una revisión y para avisarte lo que sucedería, te daré lo suficiente para que partas ahora mismo.
La mencionada soltó un suspiro, se notaba cansada y decepcionada del chico frente a él.- El fin justifica los medios ¿He?
-Creo que es lo único bueno que aprendí de mi padre.- Mencionó mientras se dirigía hacia la puerta de la habitación.- Cuídate.
-¿Sabes que tendrás que pagar por tus acciones tarde o temprano?
El caminar de Silver se detuvo tras escuchar eso.
-Sí... y por eso me rehusó a cambiar de camino.- Tara maldecía no poder ver la expresión del pelirrojo, quién ni se había molestado en voltear a verla.- He sido el causante de terminar con varias vidas y sería un insulto para estas que cambie de parecer a mitad de camino.
Los ojos plateados del pelirrojo brillaban con gran intensidad.- Llegaré a la cima con mis propios medios.
-¿Y luego qué? ¿El mundo cambiará mágicamente por convertirte en campeón?
Tara sabía que el único que cambiaría sería él.
-Eso lo veremos cuándo todo eso ocurra.
Ella volvió a suspirar y solamente pudo observarlo con tristeza por unos momentos.
No veía forma de hacerle entrar en razón.
¿Será porqué no tenía suficientemente tacto?
No... era un adolescente lleno de traumas y cargas que deberían atormentarlo cada momento de su vida.
Sin contar todo ese odio que ha estado reuniendo con el paso de los años a todo el mundo.
Era una pobre victima de ser otra pieza más en los movimientos de Giovanni.
-(Pero...)- Por mucho que le doliera el solo hecho de pensar en esa idea, Tara sabía que era la verdad.- (Eso no lo hace menos responsable de sus acciones).
-Alguien va a detenerte.
Silver se giró a verla detenidamente.- ¿Eso crees?
-No lo creo... lo aseguro.- Mencionó Tara mientras lo encaraba con seriedad.- Al igual que todos los otros serás detenido por un grupo de personas con una voluntad inquebrantable pero sobre todo con una tenacidad de la que muchos de ustedes escasean.
El pelirrojo frunció el ceño.- ¿Que quieres decir?
-Dudo que alguien de tu calaña pueda comprenderlo... solamente cuando llegue el momento comprenderás el porque aún estás tan lejos de derrotar a tu padre.
Nunca le habían irritado tanto los insultos como ahora.- ¡Hump! ¡Es imposible que aparezcan tipos así y si así fuera yo mismo me encargaría de ellos!
Ver como su frágil moral es destruida en un instante es realmente glorioso para el pelirrojo.
Le hacía recordar la mirada de un tipo que despreciaba con todo su ser.
Y sin decir nada más abandonó la habitación.
Ni siquiera se percató de la mirada incomoda y hasta de miedo de los demás pacientes que esperaban en la sala de espera.
Tara simplemente observó la puerta para luego cubrir su rostro con sus manos.- Es lo mejor... esto iba a suceder tarde o temprano.
Dudaba que nuevamente el chico pasara por aquí.
Mientras se daba ánimos para atender a su próximo paciente un simple pensamiento pasó por su mente.
-No mueras, con eso me conformo.
-o-
-¡Está delicioso!
Drew simplemente observaba con una pequeña sonrisa a May que comía con gran entusiasmo su helado.
Tenía que reconocer que la irritante y soñadora niña se había convertido en una joven hermosa.
Y aunque no lo diría en voz alta estaba aliviado de haber acabado con la preocupación que tenía la coordinadora por sus amigos.
Sentimiento absurdo según el chico pero tampoco quisiera discutir y provocar la ira de la castaña.
-(Me ha ablandado demasiado).- Pensó mientras negaba con la cabeza divertido, acción que no fue desapercibida por la castaña.
-¿Qué se te hace tan gracioso?
-El que comas como cerda.
May se sintió realmente ofendida al escuchar eso.- ¿A quién le dices cerda, rosita?
-¿Qué se te hace tan gracioso?
-El que comas como cerda.
May se sintió realmente ofendida al escuchar eso.- ¿A quién le dices cerda, rosita?
-A la que come y huele como una.- No negaría que se había molestado por el "amoroso" apodo que le había dado la chica.
-Estoy entrenando tarado, algo que deberías hacer tu delicado.
-¡Jah! Me dice delicado la que se pone a llorar cada vez que pierde.
-¡No estuve llorando!
-Pero estabas por hacerlo.
-¡Voy a desfigurarte niño flor!
Nuevamente estaba creando una escena que no pasaba desapercibido por las personas que se encontraban en el local, algunos miraban entre divertidos e incómodos la discusión que tenía la hija del líder de gimnasio de la ciudad.
-Disculpen pero están incomodando a los clientes.
Ambos voltearon hacia el mesero y no tardaron en disculparse con un rostro tan rojo como el de un tómate.
Pagaron la cuenta y con una reverencia salieron del local.
-Tks... ni siquiera fui capaz de terminar mi helado.
-Eso te pasa por nunca cerrar tu horrible boca.- Mencionó la castaña mirándolo con burla pero Drew simplemente desvió la mirada levemente molesto.
No caería en su juego.
La castaña al ver que el chico la ignoraba sonrío complacida.
Estaba siendo un día bastante divertido y todo gracias a él.
Drew se sobresaltó al sentir que una mano tocaba la suya y rápidamente miró a su acompañante.
Quién le regalaba una dulce sonrisa.- Gracias Drew, la he pasado muy bien hoy.
El chico simplemente le dio una pequeña sonrisa y trató de ocultar su sonrojo sin mucho éxito.- No hay porque agradecerlo May, yo también me la he pasado muy bien.
-¡Me parece bien! ¡Aún falta mucho que hacer!
La chica siguió caminando con mucho entusiasmo mientras arrastraba al coordinador, quién en ningún momento se quejo; después de todo sentir la suave y cálida piel de la castaña con la suya era realmente placentero.
Drew no podía quejarse de esta tarde.
-Oye… ¿No es el chico que participó en la liga Sinnoh?
-Es el que derrotó a los legendarios de ese tal Tobias.
-Pobrecito… ¿Qué le habrá pasado?
-Está en un estado lamentable
.
-¿Sera uno de esos entrenamientos extremos?
Hombres y mujeres de todas las edades no paraban de murmurar cosas sobre él.
Cuando observaba a los habitantes de Ciudad Azafrán estos no tardaban en desviar la mirada con algo de nerviosismo, como cuándo descubres a un niño hacer una travesura y ellos tratan de no mirarte a los ojos porque saben que lo que hicieron está mal.
-Realmente me estoy aburriendo de esa reacción.
-Pika...
-Lo sé, pero aún así es molesto.
No tardó en llegar a la calle principal de Ciudad Azafrán y realmente se sorprendió de la cantidad de personas que caminaban por el lugar, para su sorpresa ninguna parecía interesada en su apariencia ya que no sintió ninguna mirada ni escuchó algún comentario.
Cada persona estaba tan centrada en llegar a su destino que no le daban importancia a un desconocido.
-(Mejor para mi).
Siguió caminando sin prisa hasta encontrar un lugar despejado para lanzar a Pidgeot y dirigirse hacia su siguiente destino.
No se había percatado que cierto conocido suyo también estaba caminando por esa calle.
Los dos voltearon rápidamente y pudo escucharse el como dos poké ball se abrían.
-Estoy entrenando tarado, algo que deberías hacer tu delicado.
-¡Jah! Me dice delicado la que se pone a llorar cada vez que pierde.
-¡No estuve llorando!
-Pero estabas por hacerlo.
-¡Voy a desfigurarte niño flor!
Nuevamente estaba creando una escena que no pasaba desapercibido por las personas que se encontraban en el local, algunos miraban entre divertidos e incómodos la discusión que tenía la hija del líder de gimnasio de la ciudad.
-Disculpen pero están incomodando a los clientes.
Ambos voltearon hacia el mesero y no tardaron en disculparse con un rostro tan rojo como el de un tómate.
Pagaron la cuenta y con una reverencia salieron del local.
-Tks... ni siquiera fui capaz de terminar mi helado.
-Eso te pasa por nunca cerrar tu horrible boca.- Mencionó la castaña mirándolo con burla pero Drew simplemente desvió la mirada levemente molesto.
No caería en su juego.
La castaña al ver que el chico la ignoraba sonrío complacida.
Estaba siendo un día bastante divertido y todo gracias a él.
Drew se sobresaltó al sentir que una mano tocaba la suya y rápidamente miró a su acompañante.
Quién le regalaba una dulce sonrisa.- Gracias Drew, la he pasado muy bien hoy.
El chico simplemente le dio una pequeña sonrisa y trató de ocultar su sonrojo sin mucho éxito.- No hay porque agradecerlo May, yo también me la he pasado muy bien.
-¡Me parece bien! ¡Aún falta mucho que hacer!
La chica siguió caminando con mucho entusiasmo mientras arrastraba al coordinador, quién en ningún momento se quejo; después de todo sentir la suave y cálida piel de la castaña con la suya era realmente placentero.
Drew no podía quejarse de esta tarde.
-o-
-Es el que derrotó a los legendarios de ese tal Tobias.
-Pobrecito… ¿Qué le habrá pasado?
-Está en un estado lamentable
.
-¿Sera uno de esos entrenamientos extremos?
Hombres y mujeres de todas las edades no paraban de murmurar cosas sobre él.
Cuando observaba a los habitantes de Ciudad Azafrán estos no tardaban en desviar la mirada con algo de nerviosismo, como cuándo descubres a un niño hacer una travesura y ellos tratan de no mirarte a los ojos porque saben que lo que hicieron está mal.
-Realmente me estoy aburriendo de esa reacción.
-Pika...
-Lo sé, pero aún así es molesto.
No tardó en llegar a la calle principal de Ciudad Azafrán y realmente se sorprendió de la cantidad de personas que caminaban por el lugar, para su sorpresa ninguna parecía interesada en su apariencia ya que no sintió ninguna mirada ni escuchó algún comentario.
Cada persona estaba tan centrada en llegar a su destino que no le daban importancia a un desconocido.
-(Mejor para mi).
Siguió caminando sin prisa hasta encontrar un lugar despejado para lanzar a Pidgeot y dirigirse hacia su siguiente destino.
No se había percatado que cierto conocido suyo también estaba caminando por esa calle.
-o-
-Tks...
Cierto pelirrojo no podía dejar de pensar en su conversación con Tara.
Su mente le daba varias respuestas contra varias cosas mencionadas por la mujer mayor.
Pero actualmente no le servirían en nada.
Había cierta molestia dentro de él, pudo hablar con más sinceridad para que ella lograra comprenderlo.
Quizás debió haber escuchado todo lo que ella quisiera decirle.
-¿Acaso siento culpa?- Susurró incrédulo.
Temía haber acabado con el "lazo" que había desarrollado con ella.
Pero luego recordaba las palabras que mencionaba Tara y le hervía la sangre.
Lo acusó de ser del mismo calibre que su padre.
Le trató de darle clases de moralidad a él... ¡A él!
¡Ella sabe varias cosas que ha vivido!
¡Las situaciones que ha tenido que enfrentar a una corta edad!
Se sintió regañado.
-Regañado.- Repitió para lugar negar con la cabeza.- Ha sido un día bastante peculiar... estoy sobrepensando las cosas.
¿Alguna vez fue regañado por sus padres?
El sabía la respuesta y simplemente suspiró.
-Supongo que así se debe sentir...
-o-
Las orejas de Pikachu se habían levantado y eso había alertado a su entrenador.
-¿Qué pasa Pikachu?
Algo andaba mal.
-Pika pi.
Tras dar un chillido el roedor eléctrico había saltado del hombro de Ash para luego perderse entre la multitud.
El azabache no tuvo tiempo para aclarar sus dudas porque tuvo su respuesta al notar cierta cabellera roja.
Tenía una mirada seria, estaba perdido en sus propios pensamientos.
Pero ya era cosa de tiempo que lo notara.
Pikachu seguramente estaba observando desde una distancia segura y actuaría de inmediato si el se encontrara en peligro.
-(Una descarga eléctrica será suficiente para dejarlo fuera de combate).
Sintió su mirada, notó la leve sorpresa en el rostro del chico de piel clara.
Y tras eso el caminar de Silver se había acelerado levemente.
-(Viene hacia mí).- El rostro de Ash era sereno, aunque por dentro le estaba inquietando bastante la fría mirada del pelirrojo.- (Sus intenciones son bastantes claras).
El azabache había imitado la acción de Silver y su caminar se había acelerado.
-o-
Silver no esperaba tener este encuentro.
Pudo notar cierto cambio en el chico con el que se había enfrentado hace semanas y debía reconocer que había aprovechado el tiempo que le había otorgado para fortalecerse.
Quizás demasiado...
Algo estaba inquietando bastante a Silver y la mirada tan serena que tenía el chico no hacía más que molestar al pelirrojo.
Tras su charla con Tara era más fácil de provocar y eso seria un gran problema.
-¡!- Su rostro no lo mostraba pero estaba realmente sorprendido al darse cuenta que ya había tomado una de sus poké ball.- (¿Acaso le temo?)
-(Acaso yo, Silver... ¡Estoy temiendo de este enclenque!)
Le daría desenlace a su combate en un instante.
-o-
Una gota de sudor había recorrido por el rostro del azabache al sentir las intenciones de Silver.
-(No está jugando... en verdad quiere destrozarme).- Esto arruinaba completamente sus planes y creaba más dudas en nuestro joven entrenador.- (¿Quiere pelear aquí? ¿Alrededor de todas estas personas?)
No parecía importarle que sucedería con ellas y eso desvaneció toda duda en Ash.
En cambio, ese odio que tenía por el pelirrojo volvía a él.
En cambio, ese odio que tenía por el pelirrojo volvía a él.
-(Pues bien... ¡Que así sea!)- Exclamo en su mente mientras tomaba disimuladamente una de sus poké ball.
-[¡Esto se pondrá muy bueno!]- Chilló emocionada Banette mientras se preparaba para el espectáculo.
-o-
Ambos chicos estaban ya frente del otro pero en ningún momento se detuvieron.
Siguieron caminando y cuando le estaban dando la espalda al otro.
Inició...
![]() |
Dibujado: Gold Shiki "Maelo". |
Los dos voltearon rápidamente y pudo escucharse el como dos poké ball se abrían.
y tras eso los gritos de pánico provenientes de la multitud.
-o-
Me tardé más de lo que tenía pensado y realmente lamento esto.
Fueron algunos meses llenos de situaciones peculiares.
Pero de todas maneras quisiera agradecerles a quienes dibujaron las escenas de esta actualización: Shiro y Maelo.
Me ha gustado mucho escribir ciertas escenas sobre todo las de Silver, espero que sus opiniones aquí abajo.
Les sugiero que sigan el blog para que les avise cada publicación nueva.
Se despide de ustedes, el escritor de pacotilla.