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Siguiente episodio.
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Hola a todos, ha pasado un tiempo… un laaaargo tiempo desde que publiqué algo y lo lamento, realmente lo intenté e intenté actualizar, pero le di prioridad a otras cosas y bueno, me distraía un poco con los directos que comencé hacer a finales del año 2022.
¿Esto es una especie de publicidad? Pues digamos que si, jugamos y hablamos de temas en mi canal: "El Akai Zx".
Dejando aquello que hasta cierto punto es irrelevante, tengo muchas cosas que decir... lo más importante que voy a ser padre.
Así es, su Akai se está convirtiendo en el pilar de su propia familia y no saben lo feliz que me hace decir estas palabras.
Pude haberlo comentado en facebook, pero sentía que debía comentarlo por aquí donde todo aquel que sigue esta historia pueda leer sobre esta nueva etapa de mi vida.
¿Que sucederá con second? Pues nada, no pienso abandonar el fic ni el pasatiempo de escribir cosas en mi tiempo libre; solo que sean pacientes si aun quieren leer cosas de este escritor de pacotilla.
Seguiré aquí, apareciendo de ves en cuando para que tengan que leer en su tiempo libre.
Ahora... ¡Vamos por los comentarios!
Agradecerle a cada uno por su tiempo al reseñar el episodio anterior, como siempre agradecí y respondí cada uno de sus mensajes :D
y ahora… ¡Los tres primeros lugares!
El tercer lugar se lo lleva: NaruashX, nuevamente apareces siendo el primer comentario y también con un escrito muy extenso, lleno de emociones y resaltando varias cosas que sucedieron en el episodio.
El segundo lugar se lo lleva… ¡Master X!, un comentario o mejor dicho comentarios bastantes largos, además de añadir un toque burlón que siempre hace único tus opiniones y realmente costó mucho decidirme por el primer/segundo puesto.
Pero bueno… Espero que vuelvas a estar en el primer lugar, porque en esta ocasión Anbludx recupera este logro. Como siempre se explaya bastante con cada escena y aunque no entrega la misma emoción con las batallas, obtiene más puntos al encontrar siempre algo más en las escenas.
Muchas gracias a todos nuevamente :D
Ahora sin nada más que añadir… ¡Comencemos mierda!
-o-
Los miembros del equipo Rocket
finalmente habían escapado de la primera ruta de la región, por un momento se
alegraron de aquel logro, pero al haber que aquel sentimiento de inferioridad
seguía con ellos la pequeña alegría se convirtió en pavor.
Jamás habían experimentado algo
similar, aquella Banette dejó una herida permanente en las mentes de aquellos
sujetos.
Al llegar a Pueblo Paleta ese
sentimiento de inferioridad simplemente se volvió más profundo.
-¡Rapidash ve con megacuerno!
Uno a uno los monstruos de bolsillo
fueron derrotados.
-¡Termínalo con puño bala!
Fue tan rápido que no tuvieron
tiempo para sacar sus armas, aquel Scizor se deshizo de ellas en un instante,
para luego acabar con otro pokémon de los rocket.
-¡Pikachu, usa rayo!
Ellos no tuvieron oportunidad
alguna… fueron totalmente derrotados.
Ash notaba las miradas de temor en
el rostro de sus enemigos, soltó un suspiro ante lo causado por Juppeta, aunque
sinceramente no desaprobaba el método de la fantasma.- (Al final del día siguen
estando vivos… y eso es lo que importa).
Intentó dar un paso, pero aquella
acción alteró aún más a esos hombres y mujeres.- ¡No te acerques, nos rendimos!
-…
-Por favor… no nos maten.- Fue
apenas un susurro de una de las chicas, varios se habían derrumbado, se habían
percatado de lo insignificantes que eran para esta misión, en retrospectiva
sentían que fueron enviados simplemente para ser asesinados.
El azabache se preguntó internamente
si en el pasado otras personas les habrían hecho la misma pregunta a estos
matones. El solo imaginar el resultado de aquel escenario despertó la cólera
del entrenador de Pueblo Paleta, la idea de ordenar a Primeape dar el golpe de
gracia era apetitosa y, aun así, fue incapaz de hacerlo.
Después de todo… estos sujetos
estaban muertos antes de llegar al pueblo, Juppeta se había encargado de eso.
-Esto no tiene por qué terminar de
esta forma.- Comentó el azabache con un tono firme, al igual que su mirada, aún
tenía dudas de esta decisión, pero no permitiría que los rocket las notaran.-
Pueden largarse de aquí y vivir otro día, pero ya no podrán volver con su líder
y mucho menos volver a poner un pie en Kanto. Desde hoy ya no pertenecen a esa
maldita organización, vivirán una vida tranquila como la mayoría de sus
víctimas y más les vale que así sea, porque yo y mi querida pokémon fantasma conocemos sus rostros, si vuelvo a verlos
llevando esos uniformes sus vidas acabarán
en ese instante.
El azabache había soltado la última
frase con mayor ferocidad, transmitiendo así lo reales que eran sus palabras.
Gary silbó ante la amenaza del azabache y al igual que sus amigos estuvo atento
a la respuesta de los rocket, que seguían de rodillas sin reaccionar.
-(¿El chico que peleó con Silver es
el entrenador de ese monstruo?)- La idea de volver a encarar a esa Banette los
llenó de temor, algunos incluso sintieron como lo último que habían digerido
subían por sus gargantas.- (¡A la mierda, esto es demasiado para cualquiera! No
voy a morir así… no vale la pena incluso si es por el señor Giovanni).
Uno de los rocket se levantó con
dificultad, levantó sus manos dando a entender que no intentaría nada en contra
los entrenadores del pueblo.- ¿Lo dices en serio? ¿Realmente podremos salir de
aquí a salvo?
Ash simplemente asintió para luego
señalar hacia unos árboles.- Si se adentran por esa dirección podrán encontrar
otro camino que lleva a la ruta 22, estarán a salvo siempre y cuando no
molesten a los pokémon del lugar.
Una chica de los rocket no lo pensó
dos veces y se sacó la parte superior de su uniforme, quedando simplemente con
una camiseta blanca sin mangas.- No volveré a los rocket, es más, creo que… que
no volveré a pelear.
Sus compañeros no tardaron en
imitarla, pronto todos habían arrojado sus chalecos simbolizando así su
separación de la organización de Giovanni.
-Gracias…- Susurró la misma chica
que realizó la primera acción, pero el azabache no respondió; pensó en que
decir por un instante, pero cuando cierta palabra llegó a él ellos ya estaban
por abandonar el lugar.
-Suerte…- Comentó el azabache,
observando como el caminar de aquellos sujetos carecía de vitalidad.- No
desaproveches esta oportunidad.
-¿Crees que fue lo mejor?- Kaori
sentía simpatía por ellos a pesar de todo, esa expresión en sus rostros y aquel
sentimiento de miedo, inquietud y hasta de vacío lo conocía muy bien, pero al
final del día son personas que estaban dispuestas a herirlos, que disfrutaban
del sufrimiento ajeno y que merecían pagar por sus actos.- Después de todo…
estaban de acuerdo con atacar a nuestro pueblo.
-Sí, pero estos tipos no eran los
mismos sujetos que salieron de la base de los rocket… aquellos murieron al
encontrarse con Juppeta.
Gary estuvo de acuerdo con las
palabras de Ash.- Esos tipos ya estaban muertos por dentro, no había necesidad
de ir más allá… dudo que incluso puedan volver a pelear.
-Además…- Ambos castaños se
enfocaron en el azabache que llevaba una pequeña sonrisa, observando con
esperanza por donde los rocket se habían retirado.- Está la posibilidad que sí aprovechen
esta oportunidad, solo está en ellos mismos superar aquel miedo que dejó
Juppeta en sus corazones y transformarlo en algo mejor.
-Convertir el miedo en algo mejor
¿He?- Kaori sonrío ante esas palabras, aquello era posible y sus acciones en
las últimas semanas son prueba de ello, una calidez reconfortante llenó su
pecho y soltó una linda risa por la sensación.- Suena bien, es lindo… y
esperanzador.
Gary no dijo nada, pero aquellas
palabras también lo habían tocado y en silencio recordó también las palabras
que le había dado Primeape anteriormente, y por sobre todo las que su abuelo le
había dedicado el día anterior.
-(Esta vez el miedo no me detendrá,
no quiero fallarles, no voy a fallarles).- El investigador pokémon apretó su
puño derecho con resolución, el ser lastimado no debía paralizarlo, debía
seguir adelante, al igual como lo hubiera hecho en el pasado.
-o-
Gary no lo sabía, pero pronto
llegaría la oportunidad para demostrar su valía.
Silver, como también el resto del
pelotón liderado por Katherine y el asesino de Blaine se acercaban cada vez más
hacia Pueblo Paleta.
La batalla por Kanto solamente
acababa de comenzar para estos entrenadores.
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Pokémon XY&Z: Second Chance
Episodio 24: Carmín.
-o-
Mientras el azabache tenía un
pequeño momento de paz junto a sus compañeros, seguían desarrollándose batallas
por toda la región de Kanto.
Había pueblos que estaban siendo
superados completamente por los hombres del antiguo líder de Ciudad Verde, como
también otros que mantenían combates muy igualados. Pero a su vez, ciudades que
obtienen la ventaja contra las fuerzas del equipo rocket.
Una de estas, era la ciudad habitada
por Brock y su familia.
Ciudad Plateada.
-¡Retirada, estamos perdiendo a
varios de nuestros hombres!
-¡Capitán, intenta comunicarte con
la base principal!- La joven se puso frente a su superior, dando a entender que
le conseguiría algo de tiempo.- ¡Vamos Arbok, debemos distraerlos!
Brock le lanzó una fugaz mirada a su
hermano menor, quién no tardó en captar el mensaje y ambos se prepararon para
interceptar a sus oponentes.
Forrest poseía la fuerza bruta de la
que carecía su hermano mayor, por lo que bastó de un solo golpe de su Rhyperior
para debilitar al pokémon cobra. Brock por otro lado, poseía la velocidad de la
que carecían los pokémon de su familia, en un abrir y cerrar de ojos su Crobat
había atacado al capitán de aquel pelotón junto al resto de sus hombres.
Se escucharon algunas quejas y
maldiciones, pero pronto se acabaron al ser incapaces de mantener la
consciencia.
-Otro pelotón que ha sido
derrotado.- Brock soltó un suspiro de alivio para luego chocar los puños con su
hermano menor.- Buena intercepción hermano.
Forrest sonrío ante el halago.-
Gracias hermano mayor, pero no debemos relajarnos… aún quedan algunos
merodeando por la ciudad.
El futuro doctor pokémon sabía eso y
esa fue la razón por la que se habían separado en dos grupos.- Papá y mamá
llevan décadas luchando codo a codo, juntos no deberían tener problemas con los
pocos rocket que lograron avanzar.
Crobat se elevó por los aires para
localizar batallas cercanas, tras transmitir el mensaje a su entrenador se
dirigía hacia el lugar para que Brock y su hermano le siguieran.
Forrest regresó a su pokémon
insignia para reemplazarlo por un Tauros que le había entregado su hermano para
desplazarse por toda la ciudad.- Luego de hoy tendré que agradecerle
personalmente al profesor Oak y a tu amigo, sin ellos sería imposible movernos
con tanta libertad por el campo de batalla; pero aun así… ¿Estás seguro de que
Ash no los necesita?
Brock iba a responder, pero el
Tauros en el que estaba montado rugió con ferocidad dando a conocer la ofensa
que le causaba el dudar de las habilidades de su entrenador.- Bueno… ahí tienes
tu respuesta Forrest, Ash estará bien, no sabes lo fuerte que se ha vuelto en
este último tiempo.
Los dos Tauros asintieron antes de
acelerar el paso para llegar a combatir cuanto antes, Brock sonrió levemente en
todo el recorrido confiando plenamente en las habilidades de sus mejor amigo.-
En este instante, quizás sea la mayor preocupación para Giovanni.
Los pocos rocket competentes no
tuvieron oportunidad contra la familia compuesta por líderes de gimnasio, ya
sea por Brock, Forrest, Lola o Flint. Las fuerzas locales no tardaron en llegar
para ayudar a los protectores de la ciudad, al igual que el resto de los
habitantes que se llenaron de valor gracias a los líderes de gimnasio.
En poco tiempo Ciudad Plateada fue
liberada totalmente de las manos de los rocket.
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Por otra parte…
-Agradezco tu ayuda, pero realmente
no es necesario que interfirieran.
-Tonterías, en situaciones como esta
toda ayuda es bienvenida.
Misty junto a sus seguidoras lo
estaban haciendo bastante bien, pero los rocket no paraban de llegar y poco a
poco la fuerza local se debilitaba. Pero la aparición de un joven de Unova le
dio el tiempo necesario a la líder de gimnasio para potenciar a su pokémon más
poderoso.
-¡Gyarados, danza dragón!
-¡Hay que detenerla cuanto antes!
Sin embargo, varios rocket fueron
interceptados por aquel pokémon tipo acero desconocido para ellos.
-Lo lamento, pero Bisharp y yo no
vamos a permitir eso.- Edel sonrió ligeramente ante la frustración de los
hombres de negro.- ¡Psico-corte!
-Vamos chicas, no podemos permitir
que Misty haga todo el trabajo.- Las demás asintieron a las palabras de su
compañera y no tardaron en unirse al rubio.- ¡Poliwhirl usa hidrobomba!
-¡Rayo de hielo Dewgong!
-¡Vaporeon potencia a los demás con
danza lluvía!
Misty sonrió para luego mirar con
una frialdad total a sus oponentes.- Gyarados… no te contengas, acua cola.
Lo último que vieron algunos Rocket,
fue la silueta de Gyarados acercarse a ellos.
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Los miembros del equipo Rocket
sabían que debían ir con cuidado a Ciudad Azafrán, varios miembros de alto
rango e incluso su propio jefe había advertido del enorme poder que poseía la
líder de gimnasio.
No solo eso, también estaba el dojo
de la ciudad especializado en pokémon de tipo lucha, así Sabrina podría cubrir
su mayor debilidad: El tipo siniestro.
Así que se habían preparado bastante
para el ataque, estaban en su mejor condición y llevando a pokémon de gran
nivel, que va… ¡Incluso eran liderados por comandantes de gran poder!
y aun así…
Fueron totalmente superados por
Sabrina.
-Realmente esperaba algo más
emocionante… diría que estoy decepcionada, pero realmente lo prefiero así.-
Comentó con sutileza mientras sostenía en el aire a un comandante de los rocket
con sus poderes psíquicos, sus ojos brillaban con un intenso tono dorado y una
poderosa energía de color rosado la envolvía al igual que al soldado de
Giovanni.- De esta forma, nadie saldrá herido… salvo a ustedes.
El sujeto intentó liberarse, pero su
fuerza bruta era inútil ante el poder de la líder de gimnasio, el aire
abandonaba sus pulmones y su mirada era borrosa. Sabrina al notar eso cerró su
puño rápidamente, los más cercanos lograron escuchar un horripilante sonido
proveniente del cuerpo inerte del soldado rocket.
Aquello provocó el pavor de varios
miembros de la organización, llegando a rendirse y entregarse rápidamente a las
autoridades.
Otros más tercos y sin miedo a la
muerte siguieron combatiendo, intentaron acercarse a la líder de gimnasio, pero
fueron interceptados por la oficial Jenny y sus hombres.
-Supongo que acabamos con la primera
horda.- Comentó Sabrina mientras se comunicaba telepáticamente con su Alakazam
y Gengar, sonriendo levemente al enterarse de las victorias de ambos monstruos
de bolsillo.- Al parecer las entradas norte y oeste fueron interceptadas por
completo.
-No tengo las palabras exactas para
agradecerte por el gran trabajo que estás haciendo.- La oficial Jenny le dedicó
una cálida sonrisa a la líder de gimnasio.- De no ser por ti… sería imposible
mantener a todos los habitantes a salvo.
Sabrina negó con la cabeza para
luego sonreír levemente a la oficial.- Un gracias es más que suficiente, es
más, yo debería agradecerles a todos… sin su ayuda, mi energía se hubiera
reducido hace un tiempo.
Tanto oficiales, artistas marciales
y entrenadores de la ciudad sonrieron ante las palabras de su protectora,
notando el gran cambio positivo que tuvo la líder de gimnasio con el paso de
los años.
-No obstante, la batalla continuará…
Giovanni no permitirá que ningún líder de gimnasio logre ayudar a otra ciudad,
quiere dividirnos para vencer, quizás algunos de mis colegas caigan este día junto
a otros inocentes, pero juro frente a todos ustedes que ningún habitante de
Azafrán perecerá hoy.- El tono calmado de la líder de gimnasio comenzó a
cambiar a uno más apasionado mientras más hablaba, logrando llegar así a cada
uno de sus habitantes.- Ya sea un simple soldado o el mismo Giovanni caerá si
se atreve a dar un solo paso en mi ciudad… ¿¡Quedó claro!?
-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
-¡Esa es nuestra líder de gimnasio!
-¡Sabrina!
-¡Sabrina!
-¡Sabrina, Sabrina, Sabrina!
Alakazam sonreía a la lejanía y
Gengar reía a carcajadas, feliz por ver cómo su “pequeña” había florecido por
completo.
Pronto proteger a Azafrán sería algo
insignificante, había algo más grande esperando por ella.
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-Espera, me rind…
PAAAM
- ¡Es muy tarde para pedir piedad
enclenque!- Exclamó el teniente Surge mientras derribaba a un hombre de un
derechazo.- ¡Cuando vuelvas a verte en el espejo serás irreconocible!
-(Vaya… y luego dicen que yo soy
sádico).- Paul no negaría que disfrutó un poco de observar cómo Raichu
inmoviliza a sus oponentes, para que posteriormente Surge terminara el trabajo
a base de puñetazos.- Aún queda basura por rostizar ¿No lo crees?
Electivire captó el mensaje y
rápidamente se abalanzó al pokémon más cercano, agarrándolo como un trapo y
lanzándolo brutalmente contra uno de los rocket. El resto de sus rivales
intentaron atacar a distancia, pero gracias al movimiento protección, Electivire permanecía ileso
y listo para acabar con sus oponentes.
-¡Trueno!
-¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh!
BOOOM
Cuando el humo se esparció, tal y
como el entrenador esperaba se encontraban todos sus oponentes inconscientes.
Algunos más lastimados que otros,
pero aquello no le importó a Paul en lo absoluto.
-Bien hecho Electivire, esos fueron
los últimos.- Comentó mientras intercambiaba una pequeña mirada con su pokémon,
quién asintió sonriendo sutilmente, pero Paul lo notó de todas formas y aun
así… decidió no comentar nada.- Supongo que hemos terminado por aquí ¿No?
-No, aún debe haber varios rocket
dentro de la ciudad. Eso explicaría el por qué no puedo contactarme con algunos
marineros.- Surge frunció el ceño al escuchar solo ruidos sin sentido desde la
otra parte de la llamada.- El equipo A y C no responde por mucho que intente.
Paul levantó una ceja curioso ante
esto.- Extraño, dudo que sean tan incompetentes para ser derrotados por estos
debiluchos.
Surge gruñó como respuesta ante las
palabras de su “compañero'' .- (Imposible, yo mismo me encargué que tuvieran la
fuerza suficiente para lidiar con una situación como esta).
La pequeña “charla” entre los
entrenadores se vio interrumpida por unas explosiones consecutivas por los
alrededores, aquello sobresaltó a Paul y a su pokémon, pero Surge junto a
Raichu no parecían afectados por esto, es más, el ex soldado parecía más
preocupado por el bienestar de los marineros.
-¿Aquellos fueron los rocket?
-Algo así, dejé varios Voltorb
listos para estallar si algo o alguien se acercaba a su ubicación.- Volvió a
gruñir al ver que todos los intentos por comunicarse con sus hombres eran un
fracaso.- ¡Maldita sea, me rehúso a creer que hayan sido derrotados tan
fácilmente!
Paul soltó un suspiro ante la
frustración de su “colega”, en otras circunstancias no le importaría en lo más
mínimo su estado, pero esas emociones podrían jugarle en contra durante la
batalla.- Explotando no conseguirás nada, debemos usar esto para analizar la
situación y llegar a una conclusión de cómo actuar.
Surge por un momento quiso replicar,
pero el entrenador de Sinnoh tenía un punto; es más, debía reconocer que
gracias a Paul había despejado la parte central de la ciudad con suma
facilidad.- Tienes razón, quizás me he ablandado demasiado como líder de
gimnasio… Si sigo luchando así, perderé esta batalla.
-...
-Es este momento Carmín no necesita
al líder de gimnasio Surge, sino al teniente…- Exclamó con una mirada dura,
Raichu podía sentir la emoción recorrer su cuerpo e inconscientemente liberó
una gran cantidad de voltaje.- Bueno chico, los marineros generalmente poseen
pokémon del tipo lucha y acuáticos, estos últimos tienen varios movimientos que
pueden afectar a varios oponentes a la vez.
-Agregando también que están al lado
del mar pueden crear olas de gran tamaño gracias al ataque surf, con todo esto pudieron librarse fácilmente de los rocket más
incompetentes.- Paul negó con la cabeza, incluso en este breve tiempo
derrotaron sin mucho problema a algunos capitanes y hasta a un comandante sin dificultades.-
Algo no cuadra, solo puedo imaginarme que hayan sido derrotados por tener los
números en contra o también…
-Qué se hayan topado con un tipo o
varios más poderosos de los que hemos enfrentado.- Terminó Surge con el ceño
fruncido.- Lo cual es poco probable, los rocket son débiles individualmente, pero al igual que los Houndour atacan en
conjunto, logrando debilitar lentamente a una presa mayor y devorarla al final
del día.
Paul pensaba de manera similar, los
rocket no se diferenciaban al resto de organizaciones con las que se había
topado en sus viajes.- Aun así, hay excepciones… pocas, pero las hay.
El joven de cabello púrpura no pudo
evitar pensar en uno de sus rivales; Silver. Aquel pelirrojo que lo había
derrotado hace años atrás en la conferencia plateada y que desde ese momento se
había convertido en uno de los objetivos del entrenador de Sinnoh.
Sin querer, su mente recordó aquel
momento en que sus caminos se cruzaron.
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Fue
hace tres años, cuando un joven Paul tomó sus limitadas pertenencias para
partir hacia la región de Johto y participar en su respectiva liga.
Ignorando
a líderes como Whitney y Clair; conseguir las medallas fue sencillo al igual
que las preliminares de la liga. El entrenador de Sinnoh no tardó en ser notado
por el resto de los participantes, ya sea por su gran habilidad a pesar de su
corta edad o por la agresividad con la que derrotaba a sus oponentes.
Algunos
intentaron socializar con él, felicitarlo por su victoria incluso, pero a Paul
no le importaba hablar con personas que consideraba enclenques.
-Esa
no es forma de tratar a tus pokémon.- Rodó los ojos al oír lo que su hermano ya
le había comentado en el pasado, iba hacer oídos sordos hasta que ese hombre
mencionó algo que llamó su atención.- Si sigues así, puede que termines igual
que ese chico.
-¿Ese
chico?
-Mira
la pantalla.- Paul obedeció y su desinterés comenzó a deshacerse lentamente al
ver el combate de un joven pelirrojo.- Sabe que supera en fuerza a su
contrincante, pero ni se molesta en contenerse, quiere dar a entender que su
fuerza es superior al resto.
El
originario de Sinnoh podía verlo claramente, el poder de ese Feraligatr se
asemejaba bastante al de su pokémon más poderoso. Pero en otros atributos su
Torterra era superado totalmente; velocidad, reflejos y defensa; estaba seguro
que todos los presentes tenían el mismo pensamiento.
Ese tipo es fuerte.
Los
ojos de Paul brillaron levemente ante la muestra de poder, ese era un posible
contrincante que si había captado su atención e ignorando al resto; el chico de
Sinnoh no veía ningún problema en el estilo de aquel entrenador.
Y
por eso mismo, le respondió sin ninguna pizca de simpatía por aquel debilitado
Exeggutor: ¿Qué tiene eso de malo? Se supone que este lugar es para que los
mejores entrenadores se enfrenten para ver quién es el más fuerte ¿No?
Aquel
hombre simplemente negó con la cabeza.- Es una manera muy inmadura de ver a la fuerza, dime chico… ¿Crees que ese
entrenador de cabello rojo es fuerte?
-Si.-
Paul ni siquiera dudó en responder, lo que provocó un enorme suspiro en el
participante mayor.- (No sé por qué, pero su reaccionar me irrita).
-¿Sabes
que veo yo? Un mocoso que se
desahoga lastimando a otros.
-…
-Es
como si buscara atención, y la forma más fácil de captarla es mediante la
violencia… es triste si lo piensas.
Paul
solamente bufó y se alejó de aquel “psicólogo de segunda”, sus palabras le
irritaban y sentía que le estaban quitando mérito al chico.- Finalmente veo a
alguien que si se empeña a entrenar bien a sus pokémon y quieren quitarle
mérito por como combate, creo que quién ve esto de manera inmadura es otro.
Culpo más al otro entrenador al no retirarse al verse superado… la diferencia
de poder quedó demostrada desde un inicio, no deberías quitarle responsabilidad
al otro entrenador.
El
adulto solamente sonrío con pesar.- En eso tienes razón, quizás solamente estoy
viendo cosas de más.
Al
dar por finalizada la charla, Paul se acercó a los pasillos que llevaban a los
campos de batalla.
Incluso
hasta ahora, el entrenador de cabello purpura no sabía porque había realizado
tal acción.
Quizás
su última estupidez infantil, quizás se debía a las palabras de aquel
participante o simplemente por sentir algo de similitud en Silver.
Quizás…
simplemente fue algo manipulado por el destino.
-Fue
un buen combate.- Comentó antes que el mismo se percatara, incluso si
internamente se encontrara sorprendido por sus propias acciones su rostro
simplemente reflejaba dureza.
Silver
al contrario no ocultó su curiosidad, incluso si fue por un instante, Paul pudo
observar como su frío rostro había sido reemplazado por confusión antes de
volver a dar una dura mirada.
-Hump,
para nada.- Comentó con calma, muy diferente a las ordenes sin emociones que
comandó a lo largo de su combate.- Ni tuve oportunidad para utilizar un tercer
pokémon, debí dejar a Feraligatr para el final y quizás crear una falsa
esperanza a ese tonto.
-Jeh,
hubiera sido un rostro divertido de ver. - Comentó con una leve sonrisa el
chico de cabello púrpura, era raro, pero aquello le pareció bastante gracioso
de imaginar y lo mismo podría decirse del pelirrojo.- Mi nombre es Paul por
cierto.
-Paul
¿He?
Y
así… Paul había conocido a su primer objetivo.
-Soy
Silver, espero verte en las siguientes rondas.
Y
quizás, a la primera persona que podía considerar como un camarada.
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Sus
caminos no tardaron en cruzarse, fueron seleccionados para enfrentarse en los
octavos de final.
Paul
tenía un día para prepararse, lo primero que hizo fue revisar los datos de su
contrincante y no tardó en percatarse que la información llevaba un buen tiempo
sin actualizarse. No se encontraban varios pokémon que el pelirrojo había
utilizado a lo largo de la liga, ni siquiera de su Feraligatr, que en teoría se
trataba de su inicial.
Tenía
que trabajar con lo poco que tenía, era un hecho para el entrenador de Sinnoh
que su oponente utilizaría al inicial de Johto y al Sneasel que siempre le
acompañaba.
Pensó
en sorprenderlo utilizando pokémon provenientes de Hoenn y Sinnoh, pero el
factor sorpresa no le sabría de nada si es que el pelirrojo conocía de antemano
la capacidad de aquellas especies.
Al
final decidió utilizar un equipo equilibrado, lo suficientemente fuertes para
resistir grandes ataques y con gran experiencia para adaptarse a cualquier
situación.
-¡Y
comiencen!
Tal
como esperaba, el pelirrojo inició con Sneasel y Paul con un peculiar brillo en
los ojos lanza a su Hariyama.
-(No
hay sorpresa en su rostro, entonces sabe de la existencia de los pokémon de
otras regiones).- Paul ya lo suponía, era imposible que alguien de ese nivel
solo conozca a los pokémon de Kanto y Johto.
-Rayo
de hielo.- Un movimiento ingenuo, pensó el entrenador de Sinnoh, su pokémon
poseía la habilidad sebo e incluso
ignorando esto, su especie destacaba por resistir bastante bien ciertos
ataques. Aun así, esquivarlo podría dejarlo vulnerable ante la velocidad de
Sneasel y seguramente era lo que Silver estaba esperando.
Pero
Paul tenía otros planes.- ¡Sorpresa!
El
pelirrojo demostró ligero asombro al ver que Hariyama interceptó rápidamente al
pokémon comadreja; conectando un veloz golpe con sus palmas. La potencia del
golpe fue suficiente para causarle algo de daño y hacerle perder el equilibrio
por un momento.
Tiempo
suficiente para conectar un golpe.
-Aun
no acabo… ¡Demolición!
Hariyama
lanzó el golpe lo más rápido posible, pero antes que este conectara Sneasel ya
había tomado distancia de un gran salto; en el aire no perdió tiempo y lanzó un
rayo congelante que el pokémon de Paul interceptó con el movimiento empujón.
El
público estaba eufórico, solamente era el inicio del combate y este ya había
sido más emocionante que varias rondas anteriores.
-Tks…
perdimos una gran oportunidad ahí.- Paul fue honesto, realmente esperaba que
aquella apertura que había creado con el ataque de prioridad sería suficiente
para acabar con Sneasel.- (Además ya revelé la mayoría de los movimientos de
Hariyama en poco tiempo, debo ser cuidadoso con eso).
Silver
observó a su pokémon, esta le dio señales que se encontraba en perfecto estado
aunque no negaría que sintió algo de pánico ante la combinación de su
oponente.- (Es bueno, estuvo estudiándome y notó a los pokémon que siempre
llevo en mi equipo. Además, realmente sabe cómo utilizar a sus pokémon y no
solamente se confía al tener la ventaja de tipo).
No
se permitiría entusiasmarse tan pronto, pero el pelirrojo ya tenía a su
contrincante en mayor estima que al resto de participantes.
-Hariyama,
reduce la distancia con empujón.
-Sneasel
no permitas que conecte uno de sus golpes, aléjalo con rayo de hielo y si es
necesario con cuchillada.
El
ataque de energía era inútil ante los golpes de palma consecutivos del pokémon
luchador, no obstante, tampoco era capaz de conectar un solo golpe a Sneasel;
quién contraatacaba una y otra vez con el rayo congelante que Hariyama
interceptaba con su ataque característico.
Las
enormes manos del pokémon parecían un muro inquebrantable a los ojos de
Sneasel.
-(Sé
que intenta congelar a Hariyama y así reducir sus movimientos, pero acaba de
crear un patrón de ataque predecible).- Habían llegado a un punto muerto, esperando
que el otro cometiera un error para neutralizarlo por completo.- (Me
arriesgaré, reduciré la cantidad de golpes al neutralizar el rayo de hielo y
haré que Hariyama reduzca la distancia para dar el golpe decisivo).
De
esta forma recibiría el daño mínimo y aseguraba conectar un golpe.
-(Un
golpe, es lo único que necesito para ganar).
Nuevamente
el pokémon de Hoenn se lanzó con su ataque consecutivo, dio uno, dos, tres y
fingió lanzar un cuarto cuando realmente reduce la distancia con su oponente.
Para sorpresa de Hariyama y su entrenador, Sneasel pensaba de manera similar y
con una siniestra sonrisa se abalanzó con sus garras por debajo de las piernas
del pokémon tipo lucha.
SLASH
SLASH
Fue
un instante, pero las garras de Sneasel habían brillado intensamente para luego
causar dos cortes que obligaron al pokémon sumo arrodillarse.
-¡!-
Paul miraba sorprendido como el combate había dado un giro completamente a
favor de Silver, quién llevaba una pequeña sonrisa ante el resultado esperado.-
Creaste ese patrón a propósito.
-Exactamente,
un ataque directo era bastante arriesgado por mucho que Sneasel fuera superior
en velocidad. Primero había que estudiar las capacidades de Hariyama y crear el
momento perfecto para contraatacar. - El entrenador de cabello rojo le hizo una
seña a su pokémon para que tomara distancia. – Utilice mi patrón de ataque a mi
favor, sé que querías hacer lo mismo lamentablemente para ti fui más rápido.
Tanto
Silver como Paul sonrieron levemente ante esto, el combate recién estaba
comenzando y ya estaba siendo emocionante para ambos.
-o-
Hariyama
a pesar de sus heridas había logrado conectar un golpe que le consiguió la
victoria, satisfecho permitió que su entrenador lo reemplazara por otro
pokémon.
Silver
lanzó a Hitmontop y Paul a un Dodrio, esta vez la ventaja de tipo no estuvo a su
favor y el pokémon tipo lucha se llevó la victoria.
Hariyama
volvió a la acción y tras una reñida batalla, esta finalizó con un doble “K.O”.
Por
un momento parecía que cualquiera podría ganar la batalla, pero Silver tomó la
ventaja al lanzar a su Feraligatr, consiguió debilitar sin problemas a dos
pokémon de Paul y este había logrado sacárselo de encima gracias a su Torterra.
Silver
durante el combate no llevaba su rostro lleno de frialdad, ni tampoco podía
verse aquel odio que siempre adornaba sus ojos; lo mismo podría decirse del
entrenador de Sinnoh.
El
combate estaba siendo divertido, sus pokémon recibieron heridas graves
claramente, pero ninguna iba con la intención de dañar permanentemente a su
contrincante.
Pero
el combate tenía que llegar a su fin, quién se llevó la victoria fue el
entrenador de Johto con su Nidoking variocolor.
Entre
los gritos el chico de Sinnoh pudo escuchar un “buen combate”.
-Hump…
lo mismo digo.
-o-
Paul
podría haberse retirado y volver a su región, aun así, decidió ver hasta donde llegaba
el entrenador que lo había eliminado de la liga.
No
llegó tan lejos, fue completamente derrotado por el entrenador que más adelante
terminaría siendo el ganador de la conferencia plateada: el que en el futuro se
convertiría en el campeón de Kanto y Johto.
Lance
el doma dragones.
Aquel
sujeto que le estaba “sermoneando” por el estilo violento de Silver.
-o-
-(Quién
diría que un tipo “bonachón” fuera tan fuerte).- Una parte de Paul le decía que
su hermano mayor a pesar de su “carácter débil” era fuerte, pero se negaba a
escucharlo.- (El mundo es un lugar muy grande, aun me falta mucho por mejorar).
-Sí,
la liga finalizó… hice todo lo que pude para empujarlo al límite, pero ni
Nidoking fue capaz de derribar a su Dragonite.- Silver pasaba cerca del lugar
en donde estaba reposando el entrenador de Sinnoh, ambos evitando la multitud y
toda la celebración que estaban haciendo por el ganador de la liga Johto.-
Además, estoy seguro que aquel ni siquiera era su Dragonite principal y era una
cría nueva.
-(Con
que ese es el poder de un campeón ¿He?)- Paul no demostró su sorpresa, pero
internamente le era difícil que un pokémon recién criado en las manos correctas
era capaz de barrer el piso con entrenadores del nivel de Silver y también de
él.- (Aun así, es igual de sorprendente que haya notado las diferencias entre
los dos Dragonite… quizás aprenda algún que otro dato hablando con él).
Era
más fácil decirlo que hacerlo, desde que partió de Sinnoh se había sentido
orgulloso de nunca depender de alguien. Así que le fue difícil ignorar aquel
orgullo que le exigía que se alejara lo más posible del pelirrojo.
Pero
el joven mencionado se la hizo fácil, apoyándose también en el muro en el que
se encontraba Paul descansado del ruido del lugar.
No
hablaron, Silver seguía en su llamada y en más de una ocasión demostró
molestia, ira y hasta se atrevía decir miedo.
¿Con
quién estaba hablando?
-Está
bien, veré si consigo algo más de información en Kanto… si, adiós Sird.
-…-
Paul quiso preguntar, pero el pelirrojo simplemente murmuró un insulto antes de
abandonar el lugar.- Con que Kanto ¿He?
Quizás
su viaje a Sinnoh iba a retrasarse unos meses más.
-o-
-(Realmente no entiendo porque
recuerdo eso en este momento).- Paul gruñó y se maldijo así mismo por perderse
en sus pensamientos en un momento como este, ya tendría tiempo para pensar en
el paradero del pelirrojo aunque ya se hacía una idea hacia dónde se dirigía.-
Oye Surge, ¿La policía también está aliada contigo?
-Por supuesto, pero están más
enfocados en refugiar a los civiles.- Decidió guardar su poké-gear, la
posibilidad de que los marineros hayan caído frente a los rocket aumentaba.-
Eso no quiere decir que no estén dispuestos a combatir, pero creo que su labor
actual es igual o más importante que la nuestra.
-No me metas en tu saco, yo no estoy
aquí porque quiero.
-Si, si, si… Como digas mocoso.-
Paul frunció el ceño para deleite de Surge, pero el teniente dejó las burlas
para más tarde y se enfocó en lo importante.- Bueno, será mejor atacarlos antes
que se organicen para un contraataque. Si queremos ver algo positivo a la
derrota de mis hombres, es que puedo hacerme una idea del poder mínimo que
poseen estos rocket en conjunto o individualmente.
Paul tuvo que darle la razón al
líder de gimnasio, el quedarse sin hacer nada sería lo peor que podrían hacer
al darle el tiempo necesario al enemigo para reagruparse.- Tienes razón, además
combatir en el muelle nos dará más libertad para atacar que dentro de la ciudad.
Surge lo miró por un momento y alabó
en silencio al entrenador.- Fácilmente podemos lanzarlos al océano y rostizarlos
con un ataque eléctrico de nuestros pokémon.
-Hump… suena bien para mí.
-o-
Ash contemplaba la entrada del
pueblo con inquietud, habían pasado solo unos minutos desde su último encuentro
con miembros del equipo rocket y con la actitud de estos últimos, tenía la
pequeña esperanza que todos los que sobrevivieron a Juppeta tiraran la toalla y
se alejaran lo más lejos posibles de la zona.
-(Pero lo dudo… si algo he aprendido
en los últimos meses es lo testarudo que pueden ser los seres vivos).-
Internamente sonrió de manera irónica ante tales pensamientos, ya que él mismo
era uno de ellos.- Pikachu, Primeape necesito que estén atento a su entorno…
creo que este es el mejor momento para reposar un poco.
-¡Pika!
Kaori sacó unas botellas de agua de
su bolso, entregándoles cada una a los chicos, Gary tomó un gran sorbo mientras
el azabache tomó un poco antes de ofrecerles a sus pokémon.
Los castaños no tardaron en copiar
la acción de Ash.
-Veamos…- La chica del grupo hizo un
repaso a la cantidad de objetos que poseía, su preocupación se hizo el visible
para el resto y no tardaron en preguntar sobre qué era lo que estaba mal.- Me
quedan menos bayas y objetos curativos de lo que esperaba, ese Nidoking
realmente me dejó bastante limitada. Ahora que lo pienso, tuve que recurrir a
tres de mis pokémon para hacerle frente y de no ser por la habilidad de
Rapidash… tks, debí prepararme mejor.
Ash con una pequeña sonrisa le tomó
uno de sus hombros.- Oye, no seas tan dura contigo misma. El hecho de que hayas
logrado resistir tanto tiempo hasta la llegada de Gary dice mucho de ti y tus
pokémon.- El azabache no iba a permitir que ninguno de los dos se sintiera poca
cosa, quizás no estaban a su nivel, pero eso no significara que fueran malos
entrenadores.- Acabas de enfrentarte con un pokémon de uno de los tipos más
fuerte de la región, no estoy exagerando al decir que tiene el nivel de un
miembro del alto mando y aun así, lograste darle varios problemas.
-Es verdad, incluso juntos fue toda
una tortura debilitar a ese Nidoking y creo que no deberíamos lamentarnos por
eso, al contrario.- El castaño no tardó en unirse a la conversación, incluso
con sus dudas Gary sabía que el acabar con un pokémon de Giovanni sin la ayuda
del azabache ya era un gran logro para ellos.- Compara nuestra pequeña batalla
con el resto del equipo rocket de hoy, para cualquiera de los tres fue
completamente sencillo.
La castaña sonrío un poco ante las
palabras de sus amigos.- Gracias chicos, pero eso no hace que recupere las
bayas usadas.- Terminó de decir sacando la lengua.
El investigador pokémon simplemente
se encogió de hombros.- Es mejor utilizarlas a que estén ocupando espacio para
un posible uso que jamás llegue.
-¿Cómo en los videojuegos rpg?
-Exacto.- Gary sonrío de manera
burlesca y golpeó con el codo al azabache.- No me esperaba una buena referencia
de tu parte.
-Oh vamos, no soy un cavernícola
Gary.
Siendo ignorada en ese momento,
Rapidash aprovechó para acercarse a su entrenadora y lamerle la mano derecha
para darle ánimos. Ante el gesto la castaña sonrío con cariño y comenzó
acariciar a su pokémon que aceptaba gustosa las muestras de afecto.
-(Aun así, de no haber perdido tanto
tiempo yo…)- No se permitiría sentir lastima consigo misma por mucho tiempo,
sentía que aquello ya lo había superado y ahora por muy pequeña que fuera, si
podía hacer una diferencia.
No obstante, aquellos pensamientos
vuelven de vez en cuando a su cabeza y le es imposible no imaginar cómo serían
las cosas si ella jamás se hubiera alejado del mundo de los combates.
-Chicos, más vale que estén
preparados porque el siguiente podría ser Silver o Giovanni.- Las palabras de
Ash la volvieron a la realidad, nuevamente se dijo así misma que no era momento
para tener lastima y se enfocó totalmente en la batalla.- Si Giovanni es como
su hijo, se sentirá insultado al ser derrotado por nosotros y vendrá para
saldar cuentas.
-¿Estás seguro de eso? Si yo fuera
Giovanni estaría monitoreando todo afuera de Kanto, en el caso de fallar así
evitaría el ser atrapado por las autoridades.
Lo que decía Gary era bastante
razonable, pero el investigador no estaba viendo más allá y era entendible,
ignorando la batalla que tuvo por la octava medalla el castaño no había tenido
más interacciones con el experto en pokémon tierra.
Pero Ash ya había tenido más de un
encuentro con él y no como líder de gimnasio, sino como el líder del equipo
rocket.
-Seguramente era su plan original, pero todo
cambia con el encuentro que tuvimos con Silver en la ruta 5 y todo lo que
ocurrió después de eso.- Ambos castaños asintieron a las palabras del azabache,
con la noticia de un posible ataque “terrorista” tanto el campeón, líderes de
gimnasio y la policía; estarían muy atentos a cualquier viaje que se haría
desde y hacia la región.- Giovanni es rencoroso, muy rencoroso, acabamos de
arruinarle su invasión sutilmente con nuestra participación; con todo Kanto más
preparado su organización ha perdido soldados, pokémon y dinero que le costó
conseguir durante todos estos años.
Gary se llevó una mano al mentón
pensando en todo lo que decía el azabache, podía imaginar en su mente una fila
compuesta por “dominós”; cada uno más grande que el anterior y que el más
pequeño de estos sea el responsable que el resto cayera. Siendo este dominó
pequeño la batalla que tuvo Ash con Silver en la ruta 5 y el grande sean los
planes de Giovanni.- Diablos, si lo vemos así el tipo debe tenerte bastante
cólera… también tenemos el hecho que has “derrotado” a su hijo en dos
ocasiones. Quizás no lo quiera como uno, pero sigue siendo su sangre y pueda
ver las derrotas de Silver como suyas.
Fue en este momento que Kaori
decidió unirse a la conversación echandole más “leña al fuego”.- Más
importante, eres el causante que pierda 5 de sus pokémon; quizás no sea su
equipo principal, pero debían ser piezas importantes para misiones y no se…
cosas de mafiosos.
Ambos castaños observaron al
azabache con cierta lástima y comentaron al mismo tiempo un: Estas jodido.
Ash simplemente se rascó su mejilla
izquierda con algo de torpeza mientras evitaba el contacto con sus amigos.- Lo
importante es que Giovanni vendrá… si o si, ignorando si Juppeta actualmente
logre derrotar a Silver o no, el “final boss” vendrá aquí para hacerme pagar
por meterme en su camino y es ahí cuando me encargaré de patearle el trasero.
Gary sonrío con burla.- Espero que
puedas con ello, por como yo lo veo mínimo debes hacerle frente tanto a padre
como hijo; no es por menospreciar a tu “pokémon psicópata”, pero tú le ganaste
a ella y Silver tiene un nivel similar al tuyo.
-(Tengo eso en mente, pero un
combate es impredecible hasta el último momento… espero que Juppeta gane, pero
por otra parte, si Silver acaba con ella no me sentiré mal y me sentiré
conforme con tal que haya debilitado a su equipo).
Incluso si sus amigos lo entendían
por pensar así, no se atrevió a decirlo en voz alta.
Se sentía tan… fuera de él.
-o-
En ciudad Fucsia hubo problemas.
Janine junto al resto del clan ninja
superó por completo a las primeras hordas, pero las últimas tropas invasoras
demostraron tener más poder de lo que imaginaban.
No, la futura líder del clan había
notado algo más en la forma de combatir de sus oponentes.
Parecían más que preparados para
enfrentar el clan, conocían la forma de atacar y el cómo neutralizarlos.
Incluso llegando a causar bajas en
las fuerzas del clan, pero no hubo tiempo para lamentos e internamente juraron
honrar a los caídos tras finalizar la batalla.
Ahora lo primordial era proteger la
ciudad.
-(Es imposible, todo aquel que ha
logrado ver el verdadero estilo de nuestro clan no ha vivido para contarlo).-
Janine apenas salió ilesa de los disparos, no perdió tiempo y tomó distancia
rápidamente limitando la visión de los rocket con la cortina de humo creada por
su Weezing.- (Es más, parecen estar capacitados físicamente también para
seguirnos el ritmo hasta cierto punto).
La líder de gimnasio soltó un
suspiro de alivio al ver que sus camaradas aprovecharon el movimiento de su
pokémon para tomar distancia, Janine no podía desaprovechar esta oportunidad y
ordenó a dos de sus Crobat atacar con movimientos de gran alcance.
El primero limitó los movimientos
del enemigo con afiladas ráfagas de aire, el ataque causó leves cortes en los
rocket que maldijeron en silencio y utilizaron aquel malestar como motivación
para seguir combatiendo. Sin embargo, cuando el humo se había esparcido junto
al ataque de aire, los rocket se encontraron a metros de una poderosa ráfaga de
fuego que estaba a punto de impactar contra ellos.
BOOOM
La mayoría de sus pokémon eran del
tipo acero, por lo que rápidamente fueron debilitados por la onda ígnea creada por el segundo
Crobat.
-Quizás sepan el estilo de nuestro
clan, pero no dependemos principalmente de eso.- Janine comentó revelando su
ubicación con una pequeña sonrisa, generalmente no destacaba mucho por su
habilidad como ninja, pero obtuvo el reconocimiento de su padre y el resto de
su clan al mejorar como entrenadora.- Los tiempos cambian y hay que saber
adaptarse, esta no es la misma guerra que lucharon nuestros ancestros.
El resto de ninjas asintieron en
silencio, entendían el razonar de la hija de su líder, pero ellos destacaban
por ser los protectores que permanecían en la oscuridad y evitaban generalmente
combates directos.
Generalmente entrenan toda su vida
junto a una limitada cantidad de monstruos de bolsillo, en batallas largas no
eran los guerreros más factibles y en esta ocasión tendrían que depender de
Janine junto al resto de entrenadores.
Así que varios prefirieron
mantenerse ocultos, esperando el momento indicado para eliminar a los rocket
uno por uno.
-¡Crobat usa viento afín, Weezing
quema a los más cercanos con fuego fatuo, Ariados neutralízalos con red
viscosa!
El resto de entrenadores intentaron
cubrirla, pero estos oponentes estaban fuera de su alcance y en un parpadeo
fueron derrotados. Momento en que los ninjas hacen su movimiento para evitar
otra muerte inocente en su ciudad; pero esta estrategia no pudo mantenerse por
mucho tiempo y algunos fueron interceptados por los rocket.
La líder de gimnasio logró salvar
algunos, pero tras repetir esta acción más de una vez se convirtió en un blanco
fácil.
Recibiendo varios ataques de los
pokémon enemigos.
Aún así, siguió adelante y junto a
sus pokémon le hizo frente a la amenaza con todo lo que tenía.
Pero no fue suficiente.
-Ahh… Maldita sea, yo…- Intentó
ponerse de pie, pero sus heridas no se lo permitieron, había sido entrenada
para soportar el dolor, pero esta vez fue incapaz y sus ojos se dirigieron a su
brazo.- Ariados, necesitamos detener el sangrado.
-¿¡Enserio crees que te lo
permitiré!?- Gritó uno de los rocket con una siniestra sonrisa, su cuerpo se
veía igual o más lastimado que el de Janine; razón por la que se había jurado
así mismo acabar con la joven ninja por todo el daño que le había provocado.-
¡Desaparece de una vez maldita perra!
Aquella fue la señal de Aggron para
atacar, en poco tiempo reunió una gran cantidad de energía y lanzó un poderoso
ataque desde su boca.
-¡Señorita Janine!
El Crobat que aún permanecía
consciente intentó llegar hacia su entrenadora, pero fue rodeado por un grupo
de Magneton que no tardaron en atacar con sus ataques eléctricos; logrando
evadirlos en el último momento, tristemente ya no poseía el tiempo necesario
para evitar la muerte de su entrenadora.
Rugió el nombre de Janine con
impotencia, pero en un momento sintió una poderosa presencia que le causó
esperanza.
-¡Giro rápido!
Todos los soldados de Giovanni
miraron incrédulos como un pokémon apareció de la nada y neutralizó el foco
resplandor de Aggron con suma facilidad.
Pronto dejaron la sorpresa de lado e
intentaron atacar nuevamente a la líder de gimnasio, pero el pokémon recién
llegado creó un campo de energía que la mantuvo a salvo del ataque combinado.
Janine mostró sorpresa genuina al
ver al pokémon Forretress protegiéndola con tanta determinación.
Solo conocía a un Forretress con tal
poder y le pertenecía a…
-Padre…
De un momento a otro, varios rocket
comenzaron a ser atacados desde diferentes lados ya sea a través de golpes, cortes
y ataques de diferentes pokémon.
-No puede ser, nos habían informado
que te habían neutralizado en Johto…- El líder de aquel pelotón no se molestó
en voltear, podía sentir la punta del kunai rozar su cuello y con ello su
destino se encontraba sellado.- Nuestro maestro se encargó personalmente de
eso.
-Lo intentó, pero al igual que en el
pasado falló.- Tras esas palabras Koga degolló al tipo que había intentado
asesinar a su hija, sus instintos le advirtieron del peligro y sin siquiera
voltearse a encarar a su oponente utilizó el cuerpo del recién caído como
escudo, lanzándolo contra el ataque eléctrico y tomando distancia en un instante.-
Deberías concentrarte en tus propios oponentes, mis Crobat ya acabaron con tus
compañeros.
-¡!
-¡Veneno X!
SLASH
Koga no se molestó en observar como
el último rocket caía inerte al suelo, su visión se enfocó de inmediato a los
miembros de su clan que habían sido gravemente lastimados en la batalla.
Sobre todo en su hija, quién ya se
encontraba vendada utilizando un pedazo de su vestimenta y con algo de
dificultad se acercaba a su dirección.
-Padre…
-Hiciste un buen trabajo protegiendo
la ciudad en mi ausencia, estoy aliviado de poder llegar a tiempo.
La actual líder de gimnasio sonrió
ante las palabras de su padre, pero aquella alegría no duró mucho al recordar
las bajas que tuvo en la batalla y el cómo a pesar de todos sus esfuerzos fue
incapaz de detener al equipo rocket.
-No papá, no hice un buen trabajo…
de haber sido más competente…
-Eres más fuerte de lo que yo fui a
tu edad, es más, si estos fueran entrenadores corrientes no hubieran tenido
oportunidad contra ti y el resto de nuestro clan.- Koga puso su mano derecha en
el hombro sano de su hija para consolarla, aunque internamente solamente quería
atraparla entre sus brazos.- Estos tipos conocían nuestras técnicas y cómo
superarlas, sólo alguien podría entregar esta información a Giovanni y encargarse
especialmente de causar bajas en nuestra familia.
Janine observó con interés a su
progenitor, su rostro refleja total rencor hacia el sujeto que se había aliado
con los rocket.
-(Hisao, juro que haré hasta lo
imposible para traer tu cabeza hasta nuestro clan).- Juró el actual líder del
clan, trató de guardar su frustración y cólera hacia su antiguo hermano de
armas para cuando por fin se reencontraran.- Ya habrá tiempo para explicaciones
Janine, lo primordial es acabar con el movimiento de Giovanni y sus hombres.
Seguramente estos no serán los últimos que vendrán a invadir nuestra ciudad,
pero no te preocupes por eso, yo personalmente me encargaré de ellos con
algunos miembros del clan.
La actual líder de gimnasio pensó
que la estaban dejando de lado, intentó replicar, pero su padre no se lo
permitió.
-Tú junto al resto de nuestra
familia se encargarán de cubrir a las ciudades más cercanas, Azulona es
demasiado para que Erika pueda protegerla por si sola y aun no conocemos el
estado de Ciudad Verde ¿Quedó claro?
-¡Sí padre!
-Perfecto, es tiempo de recuperar
nuestra ciudad.- Koga notó a uno de sus Crobat en el aire, informando que
llegaban más rocket por el norte.- Se aproximan, será mejor que te vayas cuanto
antes hija.
Janine asintió determinada, regresó
a sus pokémon y pronto se reunió con el resto de su gente.- Ten cuidado padre.
-Lo mismo va para ti hija.
-o-
Es curioso, me he preparado toda mi
vida para el combate, mentalizándome para estar listo para enfrentar cualquier
adversidad.
Pero al final, siento que uno nunca
está listo del todo para la guerra.
Mientras más me adentro en Ciudad
Verde, tanto mi pelotón como yo notamos el desastre causado por el equipo
rocket: edificios y casas destruidas, los parques y las plazas ardiendo en
llamas, y lo más devastador es ver tantos pokémon, civiles y policías caídos en
combate.
Cuando pensé que había perdido toda
empatía gracias a los años que he estado en el ejército, nuevamente la vida me
demuestra lo equivocado que estoy. Aprieto mi arma con más fuerza de lo
necesario y la cólera comienza a crecer dentro de mi pecho; mi fiel Arcanine me
avisa de presencias cercanas y una parte de mí espera que sean miembros del
equipo rocket para poder liberarme de estos sentimientos que me invaden.
-¡Mierda, es el ejército!
-¡Muk ve con bomba lodo!
Bingo.
Mi pokémon no espera una orden y se
adentra fácilmente con velocidad extrema, no le da tiempo al hombre de gritar o
pedir clemencia, en un instante acaba con él con un ataque de fuego.
No hay movimientos llamativos, ni
una combinación destacable, solamente ataques precisos para neutralizar o
aniquilar al objetivo.
El resto del pelotón se encarga de
neutralizar a los pokémon del tipo veneno, tras eso nos seguimos abriendo paso
aniquilando a todo aquel que trabaje para Giovanni. Arcanine se lanza al ataque
directo, mientras yo le creo aperturas a base de disparos junto al resto de mi
equipo, no pasa mucho tiempo antes de que captemos la atención de más enemigos;
la situación se complica, pero mis hombres lanzan a sus respectivos pokémon
para equilibrar la balanza.
-¡Avalancha Golem!
-¡Pidgeot aire afilado!
Los fuertes aleteos de Pidgeot
impulsa ligeramente el ataque de Golem, causando pavor en nuestros enemigos y
que se enfoquen completamente en esquivar el ataque combinado, ignorando como
dos de mis compañeros lanzan a sus Electrode que paralizan en un abrir y cerrar
de ojos a todos los rocket.
Seguramente el superior Surge reirá
entusiasmado cuando descubra que aún se utilizan sus estrategias.
Derribamos a los pokémon, estas
basuras de seres humanos piden clemencia y parecen derrumbarse al estar frente
a un arma.
Es una reacción natural, pero no
puedo evitar sentir asco cuando hace un momento atrás no tuvieron ninguna pizca
de duda al atacarnos.
Noto que varios de mis hombres
llegan a pensamientos similares, uno posee una mirada asesina y solo espera la
orden para disparar.
Puedo entenderlo, algunos de
nosotros no quedamos ilesos tras este encuentro y queremos desquitarnos de
alguna manera.
Nuevamente me doy cuenta de lo
equivocado que estaba, pensé que estaba preparado para perder a compañeros
durante la batalla, pero aquí estoy, cargando con un gran ardor que no para de
crecer.
Y esto solamente por ver a varios de
mis hombres heridos.
Al final del día, no somos más que
simples seres humanos.
Pero…
Quiero creer que somos mejores que
ellos.
-Entreguen tanto sus armas como
pokémon, será mejor que cooperen por su propio bienestar.
-¿O qué?
Mi respuesta fue un rápido golpe que
terminó noqueando a ese idiota. ¿Enserio es incapaz de entender la situación en
la que se encuentra?
Al menos mi acción dio a conocer al
resto que no estoy bromeando y asienten en silencio, entregan sus pertenencias
con dificultad debido a la parálisis y esperan nuestro siguiente movimiento con
temor.
Me contacto con otro pelotón,
solicitó también botiquín para tratar a los heridos y así que logren volver a
salvo a la base. Pero mi equipo no se toma muy bien estas palabras,
especialmente la más joven que le resta importancia a sus heridas e intenta
levantarse, pero el dolor le impide terminar lo que inició y entre maldiciones
permanece sentada junto al resto.
-Es suficiente, nuestro objetivo no
es demostrar quien la tiene más grande, y tampoco es acabar con el equipo rocket.-
Exclamé con un tono firme, silenciando cualquier reproche o respuesta que
intentan dar.- La prioridad como equipo es el salvar vidas, rescatar a todo
civil posible y alejarlos de la zona de combate. No obstante, recuerden lo que
mencioné… ¡Nuestra prioridad es salvar vidas! ¡Eso también los incluye a
ustedes!
-...
Arcanine se pone a mi lado y ladra
para apoyarme, acaricio su pelaje para tranquilizarme y para borrar de mi mente
imágenes de un duro pasado, puedo escuchar claramente los disparos y los
diferentes ataques que se realizaron en aquel día; sentir el roce de la muerte
y el cómo arrastra consigo las almas de compañeros como enemigos.
-¿¡Quieren que sus familias esperen
un reencuentro que jamás ocurrirá!?- Quiero continuar, soltar aquellas emociones
que aún están dentro de mí, pero al ver sus expresiones soy incapaz de
continuar… los más jóvenes recrean un escenario así en sus mentes y sus ojos
parecen llenarse de lágrimas, mientras
los que participaron en aquella batalla a mi lado simplemente cierran los ojos
intentando apartar inútilmente aquellos amargos recuerdos que jamás nos
abandonaran.- Veo que lo entienden ¿Verdad? No les pido que no sientan, pero
les ordeno que se enfoquen en la misión y si no se encuentran en condiciones de
seguir quiero que se retiren, no hay nada de malo en eso… saber cuando
retirarse no es señal de debilidad.
-Sargento, yo… lo entiendo, lamento
ser tan necia.- Niego con la cabeza, yo también fui joven y poseía aquella
ardiente voluntad; sentía y quería hacer la diferencia durante la batalla.- Aun
así, me aseguraré que Houndoom los apoye todo lo posible en este momento.
-Me parece excelente, ahora… será
mejor que nos enfoquemos en aguantar.- Doy la señal para cubrirse, nuestros
combates ya habían llamado la atención del enemigo y estoy seguro que mi
discurso no fue la excepción. Por ahora solamente nos queda resistir hasta que
llegue la ayuda; debemos ser cuidadosos con nuestros movimientos, lo único
bueno que encuentro de esta situación es que los rocket se centrarán más en
derrotarnos que atacar a los civiles.- ¡Aquí vienen, necesitamos aumentar
nuestras defensas!
-Electrode usa pantalla luz.
-Nosotros no nos podemos quedar
atrás… ¡Reflejo!
Comparto una mirada con mi fiel can
de fuego, este asiente y capta de inmediato mi mensaje; se aleja de nuestra
ubicación utilizando el ataque de prioridad y esparce al equipo enemigo con un
poderoso ataque de fuego.
Es nuestra oportunidad.
-¡Fuego!
-o-
Fue duro, pero conseguimos aguantar
hasta la llegada de los refuerzos.
El líder del pelotón recién llegado
me actualiza de la situación, se les ha sido imposible comunicarse con el
campeón de la región y a la vez; la batalla entre Lorelei y Agatha se sigue
expandiendo por la ciudad.
Se nos acaba el tiempo, cada vez las
explosiones se escuchan más cerca y no solo eso, tanto para mí como al resto ya
es visible ver como más de un edificio es derribado por la batalla entre ambas
entrenadoras.
A pesar de la situación me es
imposible no quedarme con la boca abierta ante el poder que posee la élite de
la región. Pero cuando llego esa conclusión más rabia siento hacia la vieja que
estuvo cuidando el gimnasio de Ciudad Verde todo este tiempo.
De no ser por este combate… ya
habríamos recuperado la ciudad y Giovanni sería historia.
Pero no es tiempo para maldecir,
tenemos los minutos contados y debemos seguir buscando civiles alrededor de la
zona. Todos lo entienden y es por eso que el otro pelotón se retira junto a los
heridos de mi escuadrón, no sin antes desearnos la mejor de las suertes.
-Bien, aún nos queda toda esta
avenida… ¡Separémonos!
-¡Sí!
Cada uno de nosotros entra en una
casa junto a su pokémon, Arcanine se me adelantó y corrió hacia la casa que se
encontraba en peor estado; no hay que ser un genio para descifrar que su olfato
detectó a algo.- Buen chico, pero desde aquí es mejor que evites usar tu
olfato. Conozco muy bien el olor de los Grimer y las toxinas de los Koffing.
Mi compañero lo entiende, su
rendimiento puede disminuir al tener contacto directo con esos olores y además;
viendo el estado de la vivienda no es difícil llegar a la conclusión que los
rocket siguen estando cerca o en la misma casa.
Cargo mi arma y con un susurro le
pregunté: ¿Listo?
Rápidamente carga hacia la puerta,
Arcanine la abre fácilmente de una tacleada y sin perder tiempo me adentro a la
vivienda listo para disparar al posible enemigo.
-¿Nada?- Las paredes tenían leves
cortes, quemaduras y uno que otro cráter, además que gran parte del segundo
piso se había derrumbado. Pero lo que me resulta más llamativo es el interior
de la casa… parece casi intacto.- Al parecer los rocket no tuvieron oportunidad
de explorar toda la vivienda… eso es una buena señal.
Quien sea el que estaba combatiendo,
había logrado su cometido y ahuyentó a los rocket, bien hecho.
-¿Arcanine?- Mi pokémon captó mi atención,
al parecer algo había llamado su atención y parecía estar entre los escombros.-
No me digas que…
Se escuchaba un chillido, algo o
alguien estaba atrapado ahí.
No perdemos el tiempo y empezamos a
quitar los escombros, lo primero que logramos ver unas grandes alas; luego una
mano y con ello la adrenalina se apoderó de mi cuerpo, quitando objetos que
generalmente no podría por mi cuenta; Arcanine ladraba intentando despertar a
los heridos y uno de ellos parecía reaccionar ante las acciones de mi pokémon.
Al quitar todo, tomó distancia para
que los afectados puedan respirar de mejor forma; a la vez, que observó con más
detalle a los que seguramente ahuyentaron a los hombres de Giovanni.
Era un joven, seguramente de una
edad similar a la de mi hijo; a su lado se encontraba un mal herido Golbat que
incluso inconsciente parecía intentar proteger a su entrenador.
La escena causó cierta calidez en mi
corazón, ambos intentaron proteger al otro con sus brazos y alas respectivamente,
incluso en una situación en la que seguramente no lograrían sobrevivir habían
intentado proteger al otro.
Era conmovedor… Incluso en la
guerra, nosotros podemos sacar a relucir lo mejor de nosotros.
-Chico, oye… ¿Puedes oírme?- Los
ladridos de Arcanine lograron hacerlo reaccionar antes, quizás se deba porque
también tiene uno o a su preevolución.- Estamos aquí para ayudar, resiste, tu
pokémon te necesita… lo hicieron bien, deben levantarse y mostrarse orgullosos
por proteger su casa.
Arcanine también ladra, con un
volumen muy superior al de antes; quizás también fue tocado por la imagen que
tenemos frente a nuestros ojos y quiere asegurarse que ambos se encontrarán
bien.
Lo entiendo camarada…
-Ganaste, no… Ganaron, tienen
prohibido caer ahora, no pueden entregarle esta agria victoria a su familia.
Para nuestra alegría el chico parece
abrir los ojos, nos mira por un momento, confundido, desorientado y no tarda en
llegar todo a su cabeza. Sus ojos se dirigen rápidamente hacia su Golbat, que
también se encontraba consciente mirándole con alegría.
Los ojos de ambos brillan con más
intensidad que una explosión, como si fueran a llorar en cualquier momento,
pero no sale ninguna lágrima y en cambio sonríen con complicidad.
-Lo logramos Golbat… ganamos… estamos
vivos.
Me es imposible no sonreír ante el
intercambio, el chico con dificultad pide que saque la poké ball de su Golbat
para que pudiera descansar, obedezco y tras cumplir su pedido lo tomo para
levantarlo, pero este me lo impide.
-El sótano, mi familia… se encuentra
en el sótano.
Arcanine no pierde tiempo y corre
hacia el interior de la vivienda, yo trato de tranquilizar al chico al
informarle que su familia se encuentra bien, que había hecho un gran trabajo protegiéndolos,
seguí hablándole para mantenerlo consciente.
A la vez, mi escuadrón me informa
que rescataron a otros civiles, cumplimos un objetivo de la misión y ahora
solamente nos queda retirarnos hasta llegar al refugio.
Entre reojos observo el reencuentro
entre hermanos, lo último que queda será lo más duro, tendremos que ser más
precavidos si queremos evitar conflicto… actualmente somos muy vulnerables al
llevar a los civiles.
También está la batalla entre las
entrenadoras de élite, si tardamos lo suficiente podríamos ser alcanzados por
el combate y sería nuestro fin.
Aun así, cumpliremos está misión sin
fallos.
-Siganme, tenemos que retirarnos
cuanto antes.
Mi determinación está restaurada, me
rehusó a permitir que los rocket causen otra baja en esta ciudad.
-o-
Un edificio había sido totalmente
derrumbado por la colisión de ambas esferas de energía.
BOOOM
En términos de velocidad, tanto
Froslass como Gengar estaban igualados y por un breve momento, parecía que su
poder también. Tristemente para Lorelei, el pokémon fantasma se liberaba de los
sarcófagos de hielo con suma facilidad al hacer explotar su propia energía.
No debería sorprenderle, después de
todo, Gengar era uno de los pokémon de Kanto con mayor ataque especial.
-¡Bola sombra!
Mientras se abría paso esquivando
los ataques de Froslass, el pokémon sombra lanzó cinco esferas de energía
limitando así la movilidad de su oponente.
-¡Rayo de hielo!
Para sorpresa y deleito de Agatha,
el rayo congelante se dividió en cinco ataques de menor tamaño a medio camino.
No obstante, aquella variante no disminuyó la potencia del movimiento ya que
fue capaz de congelar cada una de las bolas sombras lanzadas por Gengar.
-(El pensar que logró aquel dominio
del hielo en tan poco tiempo es casi inquietante).- La maestra en pokémon
fantasma temía más del veloz avance que Lorelei demostró con su última
captura.- (Realmente se lo tenía guardado, quien sabe… quizás la reservaba para
desafiar a Lance en algún futuro).
Volviendo al combate, Gengar creó
una enorme onda tóxica que amenazaba con devorar todo a su paso. Los
establecimientos más cercanos no soportaron por mucho tiempo el ataque y
comenzaron a descomponerse, Lorelei frunció el ceño y no perdió el tiempo
ordenando a su pokémon lanzar su propio ataque de largo alcance.
-Es una lástima querida, pero esas
ventiscas carecen del poder necesario para parar a Gengar.
-(Eso no será necesario por ahora,
estoy tratando de limitar la destrucción causada por él… aún puede haber
ciudadanos ocultos en sus hogares).- El seguir charlando con su antigua
compañera era innecesario, lo realmente importante era derrotarla cuanto
antes.- ¡Granizo!
-¡Eso no!- Gengar rápidamente se
abalanzó hacia Froslass para sorpresa de esta, quién interrumpió su movimiento
para salir ilesa de las garras del pokémon sombra.- ¡No le permitas ni
pestañar!
Así se dio iniciado una especie de
combate de velocidad, ambos pokémon se desvanecían antes de ser alcanzados por
un ataque del otro; pero en poco tiempo se adaptaron a los movimientos del
otro, logrando predecirlos hasta cierto punto.
Con la intervención de Lorelei y
Agatha, ambos pokémon fantasma lograron evitar conectar ataques fulminantes al
otro; el combate podría haber finalizado en más de una ocasión si no fuera por
las advertencias que realizan ambas maestras pokémon.
-Debo darte créditos querida… te has
vuelto muy fuerte.- La anciana sonrió con cansancio, su respiración era algo
agitada por todas las órdenes, advertencias y maldiciones que había soltado a
lo largo del intercambio.- De haberlo sabido, me hubiera dado la molestia de enfrentarte
al menos una vez al mes.
-En otras circunstancias estaría
encantada de recibir un halago de tu parte, pero ahora solamente puedo sentir
asco... ¡Bola sombra!
BOOM
Ninguno de los dos pokémon esperaron
que el humo se esparciera y se adentraron en este, el silencio era interrumpido
por el constante choque entre ambos pokémon que intentaban conectar un ataque
en el otro.
Las maestras pokémon cerraron sus
ojos, intentando detectar en qué lugar se posicionaría el pokémon de la otra.
Logrando así que tanto Froslass como
Gengar conectaran y recibieran golpes.
La apariencia de la fantasma de
hielo era deplorable, lo que parecía ser su vestimenta estaba casi destruida
por completo. Gengar se veía algo fatigado, pero no se veían heridas visibles
como a la pokémon de Lorelei.
-¡Ventisca/Onda tóxica!
Esta vez la ráfaga congelante no fue
suficiente para frenar el ataque de Gengar y este comenzó a destruir todo a su
paso, sin caer presa del pánico; Lorelei le ordenó a su pokémon frenar la onda
tóxica con rayo congelante, el cual nuevamente se dividió en varios ataques
para aumentar su rango de ataque.
Lorelei evitó que la ciudad fuera
más destruida, pero dejó a su pokémon vulnerable.
Gengar se encontraba frente a ella y
depositó con una siniestra sonrisa una bola sombra en su abdomen.
BOOM
-¡He ganado!- Exclamó Agatha con una sonrisa, observando como
el cuerpo de Froslass salía disparado hasta impactar contra el edificio más
cercano.- Fue un gran combate, pero fuiste bastante ingenua al preocuparte más
por los civiles que por nosotros. Hubieras salvado a más gente eliminándome del
camino rápidamente que al estar pendiente de tu alrededor… es una pena.
Estaba a punto de ordenar a su
pokémon darle el golpe de gracia a Lorelei, pero tanto ella como Gengar notaron
un cambio drástico en la temperatura del lugar.
-¿Nieve?- Pronto su rostro se llenó
de sorpresa al percatarse de lo que estaba sucediendo.- Esto no es nieve… es
granizo.
De un momento a otro, Froslass se
encontraba al lado de su entrenadora, bastante lastimada, pero aun capaz de
seguir combatiendo. Sus dudas del cómo fue capaz de resistir un ataque directo
de Gengar fueron respondidas rápidamente al ver como la fantasma de hielo
terminaba de masticar algo.
-Es una baya Drasi, creo que no es
necesario comentar cuál es su efecto ¿Verdad?
-¡Gengar no te contengas, ve con
todo!
El pokémon sombra realmente intentó
de todo para conectar un ataque, pero la evasión de Froslass en la tormenta de nieve
se había duplicado y desaparecía de su vista siempre que estaba por conectar un
ataque.
Es como si se hubiera hecho una con
la nieve.
Gengar tomó distancia y comenzó a
reunir una cantidad exagerada de energía, creando una esfera de energía del
doble de su tamaño.
Cualquiera se hubiera asustado, pero
Lorelei al igual que fría que la nieve dio su orden sin dudar.
-¡Ventisca!
En un instante, se había creado una
poderosa ráfaga de hielo que congeló en un instante a Gengar como a su ataque.
Intentó liberarse con su aura, incluso
con las toxinas de su cuerpo, pero todo fue totalmente inútil.
Y tras un tiempo… dejó de pensar.
-Ya veo…- Comentó Agatha mientras
veía con un rostro sereno como su bastón comenzaba a congelarse, al igual que
el resto de su cuerpo.- No solo protegías a los civiles, también creaste la
oportunidad para derrotarme…
-Hablas de que estamos muy atrás en
poder comparado al resto de regiones, pero es tu propia mentalidad la que te
hace sentirte tan débil.- Comentó la maestra de hielo mientras se acercaba
lentamente hacia la anciana, pensó que esta intentaría sacar a otro de sus
pokémon para intentar liberarse, pero para su inquietud esta no opuso
resistencia alguna.- Los tiempos cambian, el poder bruto no lo es todo, mira
nuestro combate… si hubieras utilizado algún tipo de objeto en el combate el
resultado sería distinto, pero sigues luchando al igual que en el pasado… sin
intentar innovar.
-Ya veo… puede que tengas razón.- La
anciana sonrió levemente, cerró los ojos y levanto un poco su cabeza hacia el
cielo.- Quizás mi participación en todo esto era innecesaria… mi querida región
se encuentra en buenas manos.
Lorelei solamente se permitió
derrumbarse cuando Agatha fue congelada por completo.
-o-
Paul creía conocer la verdadera
fuerza, el conocer a Silver solamente había reforzado la idea que tenía sobre
ser fuerte.
Pero en este último tiempo, se había
encontrado con todo tipo de personas que han logrado que el mismo se haya
cuestionado su manera de pensar.
Cynthia, Ash Ketchum, Edel y en este
instante… Surge y aquel chico del equipo rocket llamado Vincent.
Al llegar al muelle de Carmín, tanto
Surge como Paul notaron a todos los miembros rocket que se encontraban
inconscientes junto algunos pokémon como Raticate, Arbok, Golbat y Grimer. Ver
todo esto causó cierto alivio en el líder de gimnasio, pero este sentimiento no
permaneció mucho tiempo dentro de sí; ya que al adentrarse más en el muelle de
la ciudad encontró a varios de los hombres que había capacitado fuera de
combate.
Mientras más avanzaba, más pokémon e
individuos de la marina encontraba; hasta llegar al final del muelle donde un
joven de tez morena acariciaba la espalda de un debilitado marinero que era
incapaz de levantarse.
Ninguno de los dos entrenadores
ignoró el uniforme negro que llevaba aquel joven que parecía “animar” a aquel
hombre.
-¡Vamos señor, sé que usted y su Golduck
pueden seguir combatiendo!- Mientras más se acercaban notaron más detalles de
aquel sujeto, era bastante joven, no sobrepasaba la edad de Paul, una cabellera
salvaje que intentaba cubrir con una boina negra y sus ojos de tono verdoso que
no tardaron en percatarse de la llegada de ambos.- ¡Oh! ¡Tú debes ser el
teniente Surge!
Paul observó sin mucho interés el
leve intercambio que tuvo el líder de gimnasio con aquel chico, la actitud de
este último le parecía molesta y Surge daba señales que estaba perdiendo la
paciencia. Sin embargo, ciertas palabras y acciones del moreno causaron cierta
incomodad en el entrenador de Sinnoh.
-¿Por qué estoy con los rocket?
Pues… estaba aburrido.- Comentó luego de soltar al marinero desmayado,
anteriormente lo había utilizado para que Surge se dignara a hablar con él.-
Además que necesito del dinero, estoy intentando instalarme por aquí y la
región de Kanto se me hizo bastante
acogedora.
El entrenador de Sinnoh podía
asegurar que no mintió al amenazar con dañar al hombre, incluso si no detectaba
malicia en él; este no dudaría en quitar una vida con tal de que Surge le
prestara atención.
Simplemente porque estaba… aburrido.
-¡Mocoso, no interfieras en esto!-
Fue lo que exclamó Surge antes de lanzar a su Raichu al combate, el pokémon
eléctrico estaba a punto de lanzar una descarga eléctrica y de la nada algo lo
había golpeado a gran velocidad.- ¡No pierdas la consciencia, ataca hacia tu
posición anterior!
El roedor de gran tamaño se
recompuso en el aire y sin perder tiempo obedeció a su entrenador, tristemente
su objetivo ya no pertenecía en el lugar y no había rastros de él por ningún
lado.
-¡Vaya, no esperaba que tu Raichu
soportara el ataque de mi pokémon!- Comentó el moreno con entusiasmo, emoción
que parecía sacar de sus casillas a Surge.- ¡El jefe no mentía, tú eres muy
fuerte!
-(Seguramente se trate de velocidad
extrema).- Paul no quiso profundizar más en el breve intercambio, claro que
pudo deducir varios datos del atacante al recrear el momento en su cabeza; pero
estaba seguro que Surge también logró deducir de que pokémon podría tratarse.-
(Lo que es más peculiar es su actuar, sus habilidades como entrenador superan a
la media, ya lo dejó claro en esta ronda y derrotando a todos esos sujetos).
Para Paul el mayor problema era la
actitud del chico, pareciera que una parte de ese sujeto pedía a gritos ser
derrotado o recibir al menos un puñetazo.
Acaso… ¿Se debe a no tener un
propósito?
Llegar a esa conclusión le hizo
sentir una especie de mezcla entre enfado y… tristeza.
-¿Sabes
que veo yo? Un mocoso que se
desahoga lastimando a otros.
-Es
como si buscara atención, y la forma más fácil de captarla es mediante la
violencia… es triste si lo piensas.
Las palabras de Lance llegaron a su
mente y aunque no quisiera admitirlo, Paul comenzaba a entender a qué se
refería el actual campeón de Kanto.
-¡Ahora!- Exclamó Surge, quién se
había anticipado al ataque del enemigo al notar el ligero cambio en la brisa
del viento.- ¡No lo dejes escapar!
Impulsándose con su ataque de
prioridad, Raichu saltó en el momento exacto y conectó un buen golpe con su
cola cubierta de electricidad.
El voltaje que había almacenado era
lo suficientemente fuerte hasta para poder paralizar a un elefante, por lo que
el recién pokémon identificado como un Linoone era incapaz de mover su cuerpo
con total libertad.
-Rai... ¡Chu!- La descarga eléctrica
lanzada por el pokémon de Surge fue devastadora, los gritos de agonía de
Linoone no se hicieron esperar y de un segundo a otro el ataque de Raichu se
potenció, el grosor del ataque así como la iluminación que causaba aumentaron
considerablemente.
Vicent no tardó en regresar a su
pokémon, fue solo un instante, pero tanto Surge como Paul lograron notar
preocupación en el rostro del joven.
-Vaya, eso ha sido la acción más
sensata que has hecho desde que te conozco niño. Hubieras actuado unos segundos
más tarde y tu pokémon hubiera muerto rostizado.
-Tks… mi error, no debí abusar del
mismo movimiento.- Murmuro el miembro de los rocket más para sí mismo que para
el resto, seguido de esto tomó algo de distancia mientras sacaba de su cinturón
dos poké ball que tomó con cada mano.- Pero bueno, no volveré a repetir el
mismo error contra un líder de gimnasio.
-Ese es el problema niñato, no estás
luchando en este momento contra el líder Surge… lo estás haciendo con el
teniente.
-¡Jeh! ¿Acaso eso hará una
diferencia? -Sin perder tiempo lanzó sus dos poké ball, revelando así a un
Mr.Mime y un pokémon que captó toda la atención del entrenador de Sinnoh.
Era un monstruo de bolsillo de una
lejana región de la cual él no tenía ningún conocimiento, pero Surge sí.
-Con que Seismitoad ¿He?- Surge no
se burló, su rostro era frío y simplemente ordenó a su pokémon que fuera
cuidadoso.- Es tipo agua y tierra, eso nos limita bastante así que se
precavido.
Paul observa cómo se desarrolla el
combate en completo silencio.
Ese tipo no parecía diferenciar
entre el bien y el mal, mejor dicho; no le importa con tal que él y sus pokémon
se vean beneficiados.
-(Una persona con una mentalidad así
es peligrosa).- Fue lo primero que le llegó a la cabeza, pero tras pensarlo un
poco, Paul llegó a otra conclusión gracias a lo dicho por Lance años atrás.-
(Realmente tenía un punto ahí ¿No?)
Con aquel pensamiento le fue imposible
no comparar a este chico con Silver, del primero no sabía absolutamente nada y
solamente podía teorizar por el actuar que ha demostrado a lo largo de la
lucha. Por otra parte, con el pelirrojo desarrolló una especie de “amistad” a
lo largo de los años, lo suficiente para tener algunas breves charlas hablando
sutilmente de la vida de ambos.
Aprendiendo de estas que Silver
tiene un pasado trágico que lo persigue hasta el día de hoy, por mismas
palabras del chico es uno del cual solo podrá escapar en el día de su muerte.
Aun así, no se permitió derrumbar del todo; se abrió un camino a base de fuerza
bruta hasta hacerse con una reputación en las ligas regiones y también en el
“sub-mundo”.
El entrenador de Johto para los ojos
de Paul era fuerte, sentía cierta empatía y respeto por él; aunque eso no
quiere decir que no es capaz de ver los defectos del tipo, quizás fue porque
comenzó ablandarse con el paso de los años, pero si era capaz de ver como
desahogaba su frustración con ciertos tipos de oponentes.
Pero incluso con eso, le era incapaz
de ver a Silver como un “buscador de atención” a diferencia del tipo que tenía
en frente.
-¡Espacio raro!
El combate para Surge se complicaba,
antes había logrado conectar algunos golpes gracias a la ventaja que poseía
Raichu en velocidad, pero con la intervención del pokémon psíquico ahora es el
roedor quién carecía de rapidez.
Aun así, logró estar fuera del
alcance de Seismitoad gracias al ataque de prioridad que tenía en su arsenal,
solamente debía hacer tiempo hasta que el efecto de espacio raro se
desvaneciera.
Surge también era fuerte a los ojos
de Paul, tenía un carácter fuerte, pero también era amable y mostraba
preocupación tanto por sus pokémon como por los habitantes de la ciudad.
El entrenador de Sinnoh no podía
seguir negando lo innegable, aquellos sentimientos no eran una debilidad… al
contrario.
Sin embargo, Paul era incapaz de
tirar a la basura sus bases luego de todos estos años, fue lo que lo ayudó a
mejorar drásticamente como entrenador, incluso su hermano reconocía que su
avance era más rápido que el suyo.
-Aun así…- Pensó en todos los
pokémon que había abandonado solo por no cumplir sus expectativas, tratándolos
como si de un objeto se tratasen y se dio cuenta que ni Silver hacia eso con
los pokémon.- (Es deber del entrenador sacar lo mejor del pokémon y no al revés
¿No?)
Podía imaginar fácilmente a cierto
azabache observarlo con burla diciendo: “Ya
era hora que lo comprendieras”.
-(Buscaré un equilibrio, al igual
que ese tonto…)- Sutilmente tomó una de sus poké ball, no fue ajeno a la mirada
que Mr.Mime le había dado a su entrenador y como este último asintió.- (Bueno,
ya tendremos tiempo para aplicarlo en el futuro… lo importante ahora es
terminar con esto).
-¿Qué?- Surge estuvo tan centrado en
mantenerse alejado de Seismitoad que se había olvidado por completo del otro
pokémon.- ¡Maldito cobarde, Raichu neutraliza el psíquico con unos 100.000
voltios!
-¡Como si Seismitoad le diera tiempo
para eso! ¡Vamos, acabalo con agua lodosa!
-¡Aggron usa doble filo!- El pokémon
de Unova sintió el peligro y sin esperar una orden creó un campo de energía que
lo protegió del devastador ataque.- Perfecto, ahora ve por el verdadero
objetivo.
-El verdadero…- Vincent llegó a la
respuesta demasiado tarde, no tuvo tiempo para advertir a su otro pokémon del
peligro, ya que Aggron se encontraba frente de Mr.Mime en un abrir y cerrar de
ojos.- ¡Mr.Mime!
PAAAM
En unos segundos, el monstruo de
acero derribó a su oponente con su poderosa cola que había sido potenciada por
el movimiento cola férrea.
-Con ese son dos Surge, ahora solo
queda uno.- Comentó el entrenador de cabello purpura observando con dureza al
miembro del equipo rocket, no fue ajeno a la pequeña sonrisa de agradecimiento
que le dio el líder de gimnasio, pero decidió restarle importancia a aquello.-
No iba a interferir, pero me pareció patético que utilizara dos pokémon cuando
anteriormente se jactaba que te vencería fácilmente.
Internamente Paul sonrío al ver la
molestia que invadió en el rostro de su oponente.- Miserable… ya verás.
-¡Aggron doble filo!
-¡Protección!
Surge observó como la capa de
energía que cubrió la zona comenzaba a dispersarse.- El espacio raro ha
terminado, se cuidado mocoso.
-Descuida, supera la velocidad de
Aggron ligeramente o al menos eso puedo intuir con lo visto hoy.
Seismitoad aprovechó la corta
distancia que poseía con su enemigo y lanzó su ataque de agua de gran alcance,
el cual Aggron recibió de lleno y comenzó a ser arrastrado ligeramente por el
corriente de agua.
-Perfecto, Seismitoad… ¡Danza
lluvia!
Paul maldijo, Surge en cambio
decidió retirar a su Raichu del combate para luego mirar hacia su compañero.-
Te sugiero que cambies de pokémon, conozco las habilidades de aquella especie y
estoy seguro que este posee nado rápido como habilidad.
-Aun no, quiero saber de qué es
capaz antes de utilizar otro pokémon, además… estaremos indefensos por un
momento, suficiente para que esa cosa nos ataque.
Surge asintió, retrocedió unos pasos
y permitió que Paul siguiera combatiendo por ahora.
-¡Ahora lo pagarán, Seismitoad puño
de hielo!
-¡Detenlo con Roca afilada!
Para sorpresa de Aggron como de su
entrenador, el pokémon tipo agua había potenciado su velocidad suficiente para
abrirse paso antes que las rocas emergieran por completo del suelo.
PAAAM
PAAAM
PAAAM
-(Incluso si es ineficaz por el
tipo, con toda el agua que recorre el cuerpo de Aggron es más fácil para
Seismitoad el congelarlo).- Fue lo que pensó Surge mientras observaba el
intercambio con seriedad.- (Quiere incapacitarlo por completo antes de
acabarlo… ¿Qué harás Paul?)
Paul sabía que su pokémon no podría
resistir por mucho tiempo, ya gran parte de su cuerpo se encontraba atrapado
entre las capas de hielo creadas por los golpes de su adversario.
Era arriesgado, pero le daría tiempo
suficiente para contraatacar.- ¡Eco metálico Aggron!
-¡Groaaaaaaaaaaargh!
El grito del monstruo de metálico afectó a
todos los presentes, especialmente a Seismitoad que fue incapaz de seguir con
su lluvia de golpes.
-¡Cola férrea!
PAAAM
Seismitoad retrocedió unos pasos por
el golpe, pero a diferencia de su compañero derrotado su resistencia era muy
superior y con un rugido reanudó su ataque con su movimiento a distancia.
La ola de agua era mayor a las
anteriores, Aggron creó un muro con el movimiento roca afilada, pero esto no
fue suficiente para detener el ataque por completo y terminó recibiendo un gran
daño.
-¡Bien hecho Seismitoad, sigue así y
venceremos!
-Tks…- Paul tomó la poké ball de
Drapion, con sus brazos sería más sencillo incapacitar a su oponente.- (Además,
ya demostró todo su arsenal y no posee ningún ataque de tierra para incapacitar
a Drapion).
El sonido de una poké ball captó la
atención de Paul y de Vincent, el causante de esto había sido Surge que había
decidido unirse nuevamente a la batalla con un pokémon que habitaba por la
zona.
-¿Un Pelipper?- Preguntó curioso el
miembro del equipo rocket.- No esperaba que tuvieras un pokémon que no fuera
del tipo eléctrico.
-Hmm ¿Qué puedo decir? Amo esta
ciudad, cuando veo uno de esta especie donde sea que esté me es imposible no
pensar en la melodía creada por el mar, los pokémon y las personas que componen
todo lo que es Carmín.
Paul y el rocket se mantuvieron en
silencio, había una especie de vibra que les advertía del peligro.
Ese peligro era Surge junto a su
Pelipper.
-Eres fuerte chico, puedo
reconocerlo sin lastimar mi orgullo y has dado más de un problema a pesar de
estar en completa desventaja.- El moreno sonrió levemente mientras una gota de
sudor recorre su rostro.- Tienes más de un método para potenciar la velocidad
de tu pokémon más fuerte por si llegan a neutralizar una de ellas, es
inteligente, pero no deja de ser ingenuo el utilizar la lluvia contra un
experto en pokémon eléctricos como yo.
Vincent quiso burlarse de eso, pero
algo en dentro de él, pidió que cerrara la boca y decidió escucharlo, al no ver
respuesta Surge continuó.
-Puedo utilizar la lluvia en más de
una manera a mi favor… ¡Pelipper!
El pokémon pelicano se elevó en el
aire, Seismitoad era incapaz de lastimarlo en aquella altura.
Aggron por instinto se acercó a su
entrenador para protegerlo.
-¡Vendaval!
Pelipper extendió lo máximo sus alas
para luego lanzarlas hacia adelante con todas sus fuerzas seguido de un fuerte
chillido. Las nubes comenzaron a oscurecerse más de lo que ya estaban por el clima
lluvioso, parecía que en cualquier momento comenzaría una tormenta por como el
viento comenzó a aumentar su ferocidad.
En un abrir y cerrar de ojos todas
las ráfagas fueron hacia Seismitoad, quién terminó atrapado en un poderoso
tornado que lo lastimaba gravemente por cada segundo que permanecía dentro de
él.
-¡Seismitoad!
El tornado lo elevó hasta el cielo,
el pokémon había perdido la conciencia casi al instante de recibir el
devastador ataque.
Vicent sabía que la caída terminaría
con la vida de su pokémon y sin perder tiempo lo regresó a su poké ball.-
Perdí…
-Así es. - Fue lo único que dijo
Surge antes de regresar a su Pelipper y caminar hacia el temeroso joven.
-Fui totalmente derrotado…- Comentó
mientras retrocedía un paso cada vez que Surge daba uno hacia él.- Yo…
¿Realmente tuve una oportunidad?
-Quién sabe, quizás con una buena
razón o con la suficiente determinación podrías haberme derrotado.
Paul observó por un momento a su
pokémon, asintiendo hacía él como muestra de agradecimiento por protegerlo y
tras eso lo regresó a su poké ball.
Pudo jurar que vio a su Aggron
sonreír levemente y aquello lo hizo sentir… bien.
-¡Ahí se encuentra Surge!
-¡Vaya, parece que ese mocoso bocón
si pudo mantenerlo ocupado por un tiempo!
-¡Demos el golpe de gracia!
-Mocoso…
-¿Sí?
-¿Puedes encargarte de ellos?
Necesito darle una lección a este niño.
-Claro, pero después de esto quedas
a tu suerte ¿Entendido?
-Fuerte y claro.
-Hump…- Paul lanzó a su Torterra al
combate y rápidamente interceptó a los rocket con el movimiento planta feroz.- Bien, ahora demos el
golpe de gracia Torterra.
El entrenador de Sinnoh escuchó poco
de la charla, por la distancia y por los insultos de los rocket le fue
complicado, lo último que escuchó fue un golpe por parte de Surge que lo hizo
sonreír levemente.
Parte de él esperaba que aquello
beneficiara positivamente a ese chico, aunque sea algo tarde la planta puede
enderezarse levemente con el cuidado adecuado.
-(Aunque para las plantas torcidas
como nosotros… es una buena paliza que nos haga volver a la realidad ¿No es así
Silver?)
Silver tuvo a Lance y el propio Paul
tuvo más de una humillación en su viaje por su región natal.
Y podía asegurar que eso lo ayudó a
ser mejor.
Quizás ahora… si había encontrado su
propio camino.
No uno similar a su hermano, ni como
Silver.
Y aquello lo hizo sentir… bien.
-o-
Y bien, aquí es donde lo dejamos por hoy.
Hasta la fecha este ha sido el
episodio que más complicado se me ha hecho de escribir, créanme… esta es como
la cuarta vez que rehago este capítulo y si han leído el segundo avance, se
habrán percatado de como la escena de Paul y Surge cambió drásticamente. Si lo
comparo con las versiones anteriores, me quedo con la actual obviamente, quizás
las otras versiones había más acción no manejaba tanto al personaje de Paul como
en las escenas actuales e incluso me atrevo a decir que todo esto me hizo
apreciar más al personaje que personalmente… lo encontraba bastante soso como
individuo y solamente destacaba por la rivalidad tan buena que llevaba con el
azabache.
![]() |
Dibujado por: Bboy Son Goku. |
Pero quiero creer que ahora el chico
va por un mejor camino, siento que se asemejará más a lo que vimos en la serie “viajes”.
Bueno quizás aquí esté equivocado,
solamente vi escenas de esa serie y actualmente no tengo intenciones de ponerme
al día con el anime de pokémon.
En sí, lo peor de este episodio y
del arco en sí, es que como afecta a toda la región si o si debo darle momento
de protagonismo a los personajes que son relevantes en Kanto, ya sea los
líderes de gimnasio, élite y a los personajes relevantes del anime. El problema
que como no son “relevantes” para la historia principal del fic no es muy “apetecible”
crear escenas con ellos de protagonistas.
Que va, la escena del pelotón
militar la disfrute un montón y hasta pensé en cosas como: “oye, esto vendría
mejor en una historia propia” , pero necesitaba mostrar otros puntos de vista
sobre la invasión de los rocket.
Además de dar guiños a la teoría de
la guerra, aunque no sé si considerarla como una teoría si Surge la menciona en
los juegos.
Me desvío, volviendo al capítulo en
sí… hubo escenas que no sabía cómo continuar, porque el personaje en cual
estaba enfocado no me motivaba, pero cierta frase que encontré en su momento me
hizo darme cuenta que estaba teniendo un problema. “Escribe cada escena como si
fuera el momento más importante de tu historia” Aquello me ayudó bastante y me
hizo escribir con mayor facilidad, tanto que la escena de Ciudad Fucsia se me
hizo muy disfrutable y para que decir todo lo de Paul.
Quería tocar si o si la “amistad”
que creó con el pelirrojo, al inicio de second tenía pensado que fuera más una
rivalidad más. Pero con el paso del tiempo sentía que debía darle algo más de
profundidad y aunque aquí no se dieron todos los detalles, quiero creer que
mostró algo de la relación entre ambos “entrenadores edgys”.
Silver encontró a un chico que no lo
juzga ni pide explicaciones de porque es así y Paul a alguien que si se toma en
serio lo de ser entrenado. Pero de vez en cuando tenían un momento de tranquilidad
en donde charlaban y ambos hablaban sobre el pasado sin dar muchos detalles.
Y bueno, así con la vida jaja.
El siguiente será más enfocado en el
azabache y en Silver, en sus respectivos combates más que nada.
¿Agatha y Lorelei? Lamento si los
decepcioné ahí, pero de nuevo, no quería perder tanto tiempo en una batalla con
personajes que en sí no son tan relevantes para la historia, o sea tienen y
tendrán sus momentos, pero hasta ahí.
En fin, espero sus comentarios e
intentaré responderlos de inmediato.
¡Se cuidan!
-o-
Episodio anterior.
Siguiente episodio.