viernes, 17 de diciembre de 2021

Pokémon XY&Z : Second Chance - Ep 23: Masacre en la ruta 1

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Hola a todos, ha pasado bastante tiempo desde la última vez, ya saben cómo es la vida y no todo saldrá como queremos; mi objetivo era terminar de una vez este maldito arco al finalizar el año, pero al final solamente fue un sueño jajaja.

Tampoco es que me queje, han sucedido cosas en mi vida tanto como negativas y positivas, más de la segunda y estoy bastante feliz por eso.

Iremos lentos, pero seguro ¡Eso si lo puedo prometer!

Agradecer también a todos los que comentaron el episodio anterior, sus palabras siempre es un gran apoyo que impulsa a seguir escribiendo con entusiasmo.

Y por eso… ¡vamos a mencionar a los tres mejores!

El tercer puesto y con medalla de bronce se la lleva “NaruashX”, siendo el primer comentario del episodio 22 y también la primera vez que se expande tanto al comentar; algo que fue muy disfrutable para mí a decir verdad.

Además de mencionar a Totodile con su apodo, ¡Y eso siempre da puntos! ¡Te quiero mucho Naru!

La medalla de plata es para el buen “Giuliano” con su comentario “incompleto”, quizás hasta hubiera obtenido el primer lugar de no haber tenido tan mala suerte :C

Menciona varias cosas interesantes, incluso llega a tocar temas que podrán verse en este episodio y al igual que él, siento que Lance la tendrá jodida al salir de esta jaja… si sale claro.

¡Gracias por notar el detalle de los pokés! Hago lo mejor que puedo para que no queden solamente como armas para vencer al malo de turno, a ver cómo me sigue saliendo jajaja

Y el primer lugar es… ¡Master X! ¡Felicidades viejo!

¿Qué puedo decir? Adoro todo el sentimiento que pone en sus comentarios, pero en este último fue donde más se ha lucido y hasta daban ganas de responderle mientras lo leía jaja; una muy buena estructura, en más de una ocasión los releía para simplemente sonreír de manera engreída o simplemente para sentirme mejor.

¡Muchas gracias! ¡Gracias a todos!

Y ahora sin nada más que decir… ¡Inicia el último episodio de este año!

-o-

-¡Detente en este mismo instante!

-¡Un movimiento más y te vuelo los sesos!

-¿Oh? ¿Así es como tratan a sus invitados? Que lamentable… Lance no les ha enseñado como tratar a una dama.

La calle victoria era la prueba final para todo entrenador que quisiera enfrentarse a la elite, Sird se abrió paso por aquel peligroso lugar como si se tratara de la primera ruta de la región. Todo pokémon que tuvo el descaro de enfrentarla pereció ante su Drapion, actualmente la mujer había reemplazado a su pokémon más fuerte por una Girafarig que la llevó rápidamente hasta la entrada de la liga, donde los guardias no tardaron en enfrentarla.

Sird mantenía su pequeña sonrisa, le parecía sumamente divertido que estos hombres intentaran detenerla, esperaba que pudieran mantener aquel coraje hasta el final de sus vidas.

Avanzó un paso ignorando las advertencias de los hombres, quienes bajaron el gatillo y dispararon hacia Sird, pero antes que las balas impactaran en su objetivo; Girafarig las detuvo con sus poderes psíquicos y las redirigió hacia los guardias, no recibieron un daño letal, pero podrían fallecer por la pérdida de sangre.

-Vaya, no veo miedo en sus ojos… estoy impresionada.- Se acercó a uno de los hombres y depositó un pequeño beso en su frente.- De todo corazón espero que sobrevivan.

Los disparos alertaron al resto de sujetos que protegían la entrada del lugar, algunos dispararon, otros lanzaron a sus pokémon para neutralizar a Girafarig, incluso hubieron otros que la enfrentaron a cuerpo a cuerpo.

Pero todo esfuerzo fue inútil.

El monstruo de bolsillo creó una barrera psíquica frente a su entrenadora, las balas cayeron al suelo tras no traspasar el muro de energía, con una pequeña sonrisa Girafarig esquivaba los ataques de sus oponentes y en cada oportunidad que tenía, impactaba una descarga eléctrica que debilitaba a los pokémon.

Por otra parte, Sird sacó unos cuchillos de su pantalón y con una cara llena de satisfacción realizó pequeños cortes hacia el guardia, lo debilitó lo suficiente para rematarlo con un golpe, simplemente para dar a entender que era superior a cada uno de ellos.

-¿Nuevamente apuntándome? ¿Acaso no se dan cuenta que aquello no funcionará?- Lanzó un cuchillo contra el arma que le apuntaba, el segundo impactó de lleno en la garganta del hombre.

-¡Necesitamos refuerzos!

-El resultado será el mismo querido.- Murmuró la mujer recuperando su cuchillo lleno de sangre, notando el miedo en la mayoría de sujetos.- (Una lástima, no veo ni una pizca de resistencia…)

No veía razón para alargar esto, estaba a punto de darle la orden a su pokémon de acabar con todos cuando una voz resonó por todo el pasillo.

-¡Suficiente! ¡No permitiré más muertes en este lugar!

Sird se vio levemente sorprendida por la voz del campeón, aunque aquello no duró mucho y volvió a su rostro sereno.- Lance, querido… ¿Ya sabías de mi presencia y no viniste a recibirme? Que grosero.

No hubo respuesta por un tiempo, al menos no por parte del campeón de manera directa.

-¿?- El sonido de las puertas abriéndose llamó la atención de Sird, se permitió sonreír un poco y comenzó a caminar hacia la puerta.- Ya veo, con gusto acepto tu invitación para bailar.

Los guardias intentaron detenerla, pero nuevamente la voz de Lance detuvo sus acciones.- Es suficiente, encárguense de los caídos y los heridos, realmente valoro su valentía, pero esto les supera ¡Retírense!

Sird regresó a su pokémon, les dio una última mirada a los guardias y se despidió con unas palabras.- Hasta la próxima caballeros, será mejor que sean veloces… puede que sus vidas aún se encuentre en peligro.

-o-

Abrió las puertas y no tardó en localizar al campeón sentado en su majestuoso trono, el doma dragones definitivo, el mejor entrenador de Kanto y Johto… Lance.

Lo que le parecía más curioso era como estaba sentado, se le veía bastante “casual”, su pierna derecha encima de la otra y apoyando su rostro en su mano izquierda.

-Se te ve aburrido campeón… ¿Mal día?

Dibujado por: Azure Shiro

Lance mantuvo su expresión serena, aunque el aura que emitía contrastaba bastante a lo que mostraba.

El entrenador de dragones estaba furioso.

-Tomaré esta presión en el ambiente como un sí.- A pesar de sus respuestas, Sird estaba siendo cautelosa, un mal movimiento y todo acabaría.- ¿Sabes? Esperaba algunos miembros del clan dragón como protectores del lugar, pero en cambio me encontré con un pequeño grupo mediocre… deberías mejorar la seguridad del lugar ¿No lo crees?

-…

Sird tomó lentamente la poké ball de su Drapion.- No… seguramente quisiste evitar muertes innecesarias, por eso fue tan sencillo llegar hasta aquí ¿Tan ansioso estas por vernos?

-Ni te imaginas Sird.- El campeón salió de su trono con una pequeña sonrisa, quería acabar con esa sonrisa, había perdido contacto con Lorelei y Bruno, no sabía del estado del resto de ciudades y pueblos, mucho menos si Johto también fue alcanzada por los planes de Giovanni.- He estado anhelando nuestro encuentro desde que inició todo esto.

Si sus colegas no respondían era por estar enfrentando a un adversario poderoso, la mera presencia de Sird le decía con quién luchaba contra Bruno, lo que dejaba a Agatha como la oponente de Lorelei.

Con las piezas más fuertes de Giovanni ocupadas, este quedaba expuesto a un ataque… Lance ya no veía una razón para ser un mero espectador, ahora atacaría, vencería e iría de una vez por todas a  acabar con el líder del equipo rocket.

-Qué halagador.- Sird sentía la “sed de sangre” del campeón, cualquiera temblaría de pavor ante la mera presencia dominante de Lance, pero ella estaba fascinada y con un veloz movimiento sacó a su Drapion.- ¡Eres mío!

El pokémon escorpión se abalanzó de manera casi instantánea hacia el campeón, pero antes de que sus pinzas pudieran aplastar al hombre fue interceptado sin problemas por un dragón. La sorpresa en Drapion no tardó en aparecer, de un momento a otro Lance había sacado a su fiel Dragonite a la batalla y de un puñetazo el escorpión salió disparado hacia la pared detrás de Sird.

-(Cuanto poder).- Sird se alejó por mero instinto, pero su espalda había tenido contacto con algo.- ¡!

-Acabala.

Sird abrió los ojos como platos al darse cuenta que Dragonite ya se encontraba detrás de ella, podía sentir como la muerte venía por ella y no podía hacer nada para evitarla.

Pero su pokémon vino a su rescate, con el movimiento pin misil que atacó desde varias direcciones al poderoso dragón.

BOOOM

Dándole la oportunidad a Sird para alejarse rápidamente y lanzar a otro de sus pokémon.- ¡Girafarig usa reflejo!

Lance no perdió de vista a Drapion, era el verdadero problema y de manera “casual” comentó.- ¿Sabes algo? Durante mis entrenamientos descubrí algo bastante increíble…

Todo esto lo decía mientras Dragonite aparecía frente a Girafarig, quien ya había rodeado el lugar con su energía psíquica y preparaba un ataque eléctrico para detener al dragón.

El pokémon de Lance formó un puño a la vez que este terminaba su frase.-  No importa que sea, energía psíquica, aura, tecnología, todo aquello puede superarse con puro poder bruto.

PAAAM

-Solo necesitas ser más, y más fuerte que el resto.

El puñetazo no solamente derribó al pokémon, fue incluso capaz de destruir el efecto del movimiento reflejo y la barrera invisible se rompió en miles de fragmentos de energía.

La poké ball de Girafarig se apagó, confirmando así la muerte del monstruo de bolsillo.

Pero Sird no le dio importancia a eso y aprovechó estos segundos.- ¡Danza espada!

-No lo harás.- Exclamó el campeón con pasión, Dragonite respondió a los sentimientos de su compañero y lanzó una poderosa ráfaga de fuego hacia Drapion.

El pokémon escarabajo dejó de lado la danza y tomó el cuerpo sin vida de su compañero, lanzándolo contra el lanzallamas y así disminuir la potencia del ataque.- ¡No será suficiente, ataca con tijera x!

Lance observó como el fuego redujo a cenizas el cuerpo de Girafarig, los cortes de energía chocaban contra el lanzallamas, disminuyendo su poder hasta casi no afectar a Drapion.

Casi.

BOOOM

Sird lanzó una baya para que su pokémon se recuperara, rodó, saltó y se mantuvo en movimiento.- Sigue presionando, mamá se encargará de fortalecerte.

Lanzó un cuchillo hacia Lance, pero este lo evadió simplemente ladeando su cabeza hacia un lado.- Ya pareces algo desesperada…

-Para nada cariño, estoy pasándola en grande aquí.- Unas pequeñas gotas de sudor comenzaban a recorrer el rostro de Sird, pero no le daría el placer al campeón de verla llena de frustración.- Esto recién empieza, ¡Pin misil!

Dragonite se abrió paso entre los ataques de energía, estaba a punto de conectar un golpe cuando fue interceptado por la enorme cola de Drapion, pero no duró mucho tiempo atrapado y con su  gran fuerza tomó la cola y lanzó a su oponente hacia el aire.

Tras un segundo, el dragón fue por el escorpión.

-¡Tijera x!

Los ataques consecutivos de Drapion simplemente retrasaron lo inevitable, Dragonite ya se encontraba frente a él y conectó un poderoso golpe que lo mandó a estrellarse contra el suelo.

-¡Lanzallamas!

Sird no necesitaba darle órdenes a su pokémon, este se reincorporó rápidamente y logró esquivar sin problemas el ataque de fuego, furioso por los golpes y la humillación que estaba recibiendo, se lanzó hacia el campeón.

Lance se impulsaba rápidamente hacia atrás, ganando tiempo suficiente para que Dragonite interceptara a Drapion.

-¡Ahora!- Exclamó Sird a todo pulmón, su pokémon mientras era empujado por el dragón logró envolverlo con sus pinzas, lamentablemente no fue lo suficientemente rápido para envenenarle y Dragonite se liberó de su agarre con una explosión de energía.- Cuanto poder… realmente verte en acción es algo gratificante.

Dragonite preparaba otro golpe, pero la voz de su entrenador le advirtió del peligro y cubriendo su pecho, logró bloquear una roca afilada que emergía debajo de su posición.

Sird sonrió ligeramente, ocultando la sorpresa por los instintos tan agudos del campeón, sabía que era fuerte, apenas había sobrevivido a él tiempo atrás, pero realmente creía que en estos meses había reducido la diferencia de poder entre ambos.

Pero ya eso no importaba, había llegado la caballería y con ello la posibilidad de sobrevivir había aumentado.

-Como se esperaba del campeón, tu nivel es muy superior incluso entre los miembros de la elite.

Orm entró a la sala del campeón con una pequeña sonrisa, su rostro era un desastre, al igual que su vestimenta; reveló a su Ursaring que parecía ansioso por medirse contra el poderoso dragón de Lance. Por otra parte, Carr se encontraba en mejor estado que su compañero, no obstante poseía uno que otro moretón y se le veía molesto al quedarle solamente uno de sus Steelix.

Lance frunció el ceño ante la nueva voz que resonó en el lugar, su aparición solo llevaba a dos escenarios y ninguno de ellos era gratificante.

Lo que si era un hecho, es que su viejo camarada había sido derrotado.

-Bruno…- Murmuró para sí mismo, tragándose aquellos sentimientos que podrían ser muy perjudiciales en esta batalla.- Dragonite… prepárate.

-o-

Entre las colinas de la ruta 22 se encontraba el cuerpo de hombre bañado en sangre.

Los pocos pokémon que aún se encontraban en la zona no tenían el coraje para confirmar si se mantenía con vida o no.

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Pokémon XY&Z: Second Chance.

Episodio 23: Masacre en la ruta 1

-o-

La batalla en Isla Canela nuevamente tuvo un giro inesperado.

Hisao, un ex ninja del clan Fucsia había tomado control total de la situación y lo peor de todo, es que le bastó de unos instantes para conseguirlo.

Wartortle observaba con cautela a los rocket, pero también tenía bien vigilado a su colega Buizel que actualmente apretaba su mandíbula debido a la frustración. Temía que a la mínima provocación la nutria se abalanzara contra el nuevo enemigo, pero tal acción causaría una muerta segura en la “familia”. Entendía la cólera de su compañero, es más, el mismo quería moler a golpes tanto a Hisao como a ese presumido Weavile, pero Wartortle no arriesgaría el bienestar de Totodile por culpa de sus emociones.

-(Mierda, nos vendría de perlas que Staraptor o Gliscor realizaran un ataque sorpresa para liberar a Toto. Pero eso sería demasiado conveniente… ¿Qué puedo hacer?)

Ha sido el líder del escuadrón Squirtle desde hace años, en más de una ocasión sus órdenes y acciones fueron cruciales para salvar vidas. La situación actual no es diferente a ciertos encuentros que tuvo contra varios delincuentes.

Pero ahora el rehén era un “hermano”, por mucho que Wartortle quisiera negarlo, aquello no le permitiría actuar de la misma manera que en el pasado.

Hisao observó tanto a Blaine como al resto de pokémon, internamente esperaba algo de resistencia por parte del líder de gimnasio; quizás un actuar más frío o mejor dicho “racional”.

¿Realmente vale la pena sacrificar la ventaja por proteger la vida de un mero individuo?

-(Supongo que esa anciana tiene razón, nuestra región se ha vuelto muy débil).- Por un momento Hisao pensó en burlarse de la misericordia que estaba demostrando Blaine, pero aquello no le beneficiaría en lo más mínimo, es más, quizás lo haría despertar y sacrificaría a ese Totodile con tal de mantener segura su isla.- (Eso es lo que haría un buen líder).

Por otra parte los rocket sonreían confiados a excepción del líder de aquel escuadrón, Adlai entrecerró los ojos y no apartó la mirada del recién llegado, las pocas palabras que el shinobi le había dirigido seguían repitiéndose en su mente.

-Tú… dijiste que el señor Giovanni te encomendó proteger a quienes destacaran en la invasión ¿Verdad?

Hisao le respondió con indiferencia, sin siquiera en molestarse en mirarlo.- Correcto.

-¿Has estado aquí todo este tiempo?

-¿Tú que crees muchacho?

El castaño frunció el ceño, conocía su lugar en la organización y que le sucedería al levantarle la voz a un superior, pero eso no significaba que se sentía molesto por aquella respuesta.

Hisao pudo haber evitado bajas a la organización desde un principio y no lo hizo por mero capricho.

-(No, lo escuché bien… fueron órdenes directas del señor Giovanni el cuidar solamente de los fuertes).- Adlai debía enfocarse en el combate, pero estos pensamientos no se apartaban de su mente.- (¿No es esto un trato similar al que recibimos de niños?)

-¿Adlai? ¿Debemos atacar?

-Lo siento, me distraje…- Su mirada volvió hacia Hisao, quién seguía atento a cualquier movimiento realizado por los pokémon acuáticos.- Actualmente ya no soy el que está a cargo en el ataque, Hisao es quién tiene el control y el decide cómo actuar desde ahora.

-Muchacho astuto.- El ninja se permitió sonreír debajo de sus vendas antes de dar a conocer sus intenciones.- Aun así, estas equivocado en algo… yo solo estoy aquí de pasada, tengo asuntos más importantes que tratar junto a joven entrenador de Pueblo Paleta, según mis informantes es igual o más poderoso que la mayoría de los líderes de la región.

Buizel y Wartortle se sobresaltaron, incluso Totodile abrió un poco los ojos al escuchar a Hisao; el ninja se estaba refiriendo a Ash.

-Hisao suelta a ese pokémon.

-¿Qué me harás si no lo hago Blaine? ¿Esconderte en tu volcán y esperar que el tiempo lo solucione? Aquello no sirvió mucho la última vez.- Hisao le dio una mirada al Tentacruel de Adlai, el pokémon de agua comprendió el mensaje y con gusto arremetió contra Buizel, quién detuvo su esquivar al percatarse que Weavile causó otro corte en Totodile.

PAAAM

PAAAM

Buizel salió disparado y chocó contra los restos de un mercado, el impacto fue suficiente para derribar lo poco que quedaba del establecimiento terminando así por aplastar al pokémon de Ash.

Wartortle quería gritar por su colega, pero sabía que el silencio en estas situaciones era más beneficioso.- (Será mejor que sigas consiente nutria, ahora que estas fuera de la visión de ese imbécil puedes actuar con libertad).

-Uno menos y quedan dos, ahora me pregunto… ¿Quién debería ser el siguiente?

-Hisao… es suficiente.

-Blaine, realmente me está molestando que quieras asegurar el bienestar de este enclenque.

-Es lo mínimo que puedo hacer, después de todo… estos pequeños vinieron de tan lejos solamente para ayudarme, no puedo fallarles a ellos y menos a su entrenador.

Wartortle entendía un poco lo que trataba de hacer Blaine, quería causar una reacción con esa pequeña “revelación” y darle así algo de tiempo a Buizel para recuperarse.- (Distraerle para que baje la guardia es complicado, pero no imposible… no, que su atención se centré más en nosotros que en Toto es suficiente para actuar).

Lentamente se quitó sus gafas para encarar a Hisao y a su pokémon, agregó también una ligera amenaza de lo que le haría Ash si seguía lastimando a Totodile y que incluso si la lluvia ocultara sus huellas, el azabache terminaría por encontrarlo y asesinarlo en el acto.

Aquella frase terminó sacándole una pequeña y fría carcajada al ninja, quién parecía sonreír a través de sus ojos y terminó dando una respuesta más ingeniosa que la del inicial de Kanto.

Pero aquello no importaba, lo realmente crucial era que Totodile haya captado el mensaje oculto en esa frase.

-(Es arriesgado, pero es la única forma de tomar por sorpresa a este desgraciado… Toto, si no lo entendiste y logramos salir de esta te juro que te ahorco).

-Bueno, ahora estoy ansioso por ver a tu entrenador molesto. Y no te preocupes, pronto todos acompañarán a este Totodile al otro mundo.

Mientras Hisao daba aquellas palabras, Adlai notó como los ojos del pokémon de Johto se iluminaron por un instante… como si hubiera realizado algún movimiento, pero no encontró la necesidad de comentarlo al no poseer pruebas de aquello.

-(No, simplemente no quiero decírselo).- En silencio observó cómo las nubes nuevamente se escurecían.- (Es tonto, pero siento algo de resentimiento contra este tipo).

Las nubes no tardaron en captar la atención de Hisao, había visto como se formaba el movimiento durante toda la batalla, por lo que no tardó en percatarse de quién había sido el causante.

-Danza lluvia ¿He? Admito que tienes agallas…- Le dio una mirada a su pokémon, quien recibió el mensaje de inmediato, aun así, Hisao exclamó la orden simplemente para que el resto supiera de sus intenciones.- Weavile acabalo.

Blaine gritó, pero su voz fue opacada por el ruido que causó el golpe que recibió Weavile por parte de Buizel, y como si estuvieran en perfecta sincronía, Wartortle lanzó una poderosa hidrobomba hacia Hisao, quién no tuvo más opción que soltar a su rehén mientras esquivaba el ataque.

Adlai espabiló al ver como los pokémon acuáticos volvían a tener el control, reanudando así su participación en la batalla.- ¡Marowak usa huesomerang contra Totodile!

El pokémon de tierra había recuperado su arma mientras todo esto transcurría, lanzándola con todas sus fuerzas contra el debilitado pokémon de agua, quién a pesar de sus heridas logró neutralizar el ataque con un potente chorro de agua y no tardó en posicionarse cerca de Wartortle.

-¡Bien hecho Toto, lo hiciste muy bien!

Totodile sentía como sus fuerzas le abandonaban, por lo que simplemente asintió con una pequeña sonrisa y se permitió relajarse cerca de su compañero.

-Eso es, trata de recuperarte un poco y déjame el resto.- Tras esas palabras el inicial de Kanto lanzó varios chorros de agua hacia el ninja, no lograba atinarle debido a la gran agilidad del hombre, pero al menos de esta forma no le daba tiempo para atacar o alinearse con Weavile.

-¡Magmortar ve con rayo!- Blaine se encargó del resto de soldados, todo iba bien hasta que nuevamente Adlai se centró en él y gracias al clima lluvioso le era más sencillo para Tentacruel lidiar con el pokémon de fuego.

Por otro lado se encontraba Buizel, quién había tomado por sorpresa a Weavile y ahora desahogaba su furia conectando puñetazos en el rostro del pokémon siniestro. Pero aquello no duró mucho y la evolución de Sneasel tomó a la nutria de ambos puños y conectó dos rodillazos en su cuerpo.

PAAAM

Seguido de otro gancho que lo despegó del suelo, para luego conectar un puñetazo que lo hizo retroceder una corta distancia. Sin embargo, Buizel era conocido por su terquedad y se reincorporó rápidamente, iniciando así una batalla de velocidad que se expandió por varias zonas de la isla.

PAAAM

SLASH

PAAAM

SLASH

Buizel había conectado buenos golpes, pero era él quién había recibido más castigo entre los dos pokémon, todo debido a la mayor experiencia que poseía Weavile, quién bloqueaba y contraatacaba la mayoría de ataques que lanzaba el pokémon nutria.

-Tks… (No seré más rápido que el por mucho tiempo e incluso si la lluvia sigue cayendo sigo siendo incapaz de golpearle).

Lanzó una hidrobomba que fue fácilmente congelada por los elegantes movimientos de Weavile, el ataque se había desecho antes de tener contacto con él. El que su ataque más poderoso haya sido neutralizado con tanta facilidad le impactó por unos segundos, pero utilizó aquella frustración como motivante y se abalanzó impulsándose con aqua jet hacia Weavile, este con una sonrisa maliciosa lanzó un rayo de hielo con el objetivo de congelarlo, pero para sorpresa del pokémon siniestro, Buizel seguía avanzando a pesar de ser congelado, golpeando de lleno a Weavile con el movimiento que había desarrollado con su primera entrenadora.

-(Gracias Dawn, cuando vuelva a verte voy agradecerte por todos estos trucos que me enseñaste).- Sin desaprovechar esta oportunidad, atacó directamente con una hidrobomba que arrastró a su oponente hasta estrellarse con un pilar de la isla.- ¡Eso fue por Totodile!

Pero al mirar bien su contrincante no parecía muy lastimado, percatándose así que había logrado cubrirse para disminuir el impacto.- Eso estuvo cerca, eres un mocoso hábil.

Buizel apretó los dientes por verse menospreciado por su oponente, creó dos esferas de aguas y las lanzó contra Weavile, pero este las partió en dos fácilmente con su tajo umbrío.

-Pero no lo suficiente.

-¡!- Buizel quedó sin habla al estar frente a frente contra Weavile, sino fuera por su aqua jet hubiera sido alcanzado por esas filosas garras.- (¿Igualó mi velocidad?)

No podía ganar por su cuenta, debía pillarlo desprevenido y sería más sencillo junto a Wartortle, con su aqua jet se abrió paso por la isla, esquivando de vez en cuando algún que otro pokémon y los rayos de hielo lanzados por Weavile.

Fue complicado, pero por fin había llegado junto al resto, notando también como un nuevo pokémon estaba junto a Hisao.

Un Shiftry.

Buizel tenía un mal presentimiento, pero trató de acabar con ese sentimiento y se alineó junto a sus dos compañeros.

Compartió una pequeña mirada con Wartortle, asintieron y se prepararon para detener a este habilidoso oponente.

-o-

Pinsir y Scizor demostraron tener gran química, causando más de una molestia al poderoso Nidoking, agregando también los ataques psíquicos de Umbreon y las poderosas llamaradas de Rapidash; el pokémon de Giovanni fue puesto entre las cuerdas en más de una ocasión.

Sin embargo, la diferencia de poder seguía estando ahí, por lo que a pesar de la pequeña ventaja de Gary y Kaori, seguían teniendo ese miedo de perder a algunos de sus pokémon al primer error.

El rey de las bestias había dejado de contenerse, por lo que dio a conocer todo su arsenal y llegó acabar con el ataque frenético de los pokémon de Kanto con bastante facilidad.

-¡Cae de una maldita vez!- Exclamó el joven investigador ya frustrado por la terquedad de aquel Nidoking.- ¡Ya perdiste, no podrás contra todos nosotros!

Nidoking solamente dio una mirada que daba a entender lo opuesto, según él podía hacerlo cuando quisiera.

-¡Gary cúbreme, necesito curar a Nidoqueen!

-Cuenta con ello, ¡Umbreon doble equipo! ¡Scizor ataca con viento plata!

Mientras el rey de las bestias intentaba golpear al verdadero Umbreon, Kaori corrió hacia su pokémon lastimado y roció una poción en ella.- Lo has hecho muy bien linda, pero por ahora quiero que descanses ¿Si?

Nidoqueen obedeció sin protestar, deseándole suerte al resto en silencio mientras era succionada por su poké ball.

-¡Psíquico! ¡Ve con puño de bala!- Kaori notó como Umbreon logró detener por un instante a Nidoking, antes que lograra liberarse haciendo explotar su aura recibió de lleno el puñetazo de Scizor, golpe que realmente había afectado a su oponente, dejándolo completamente vulnerable.- ¡Kaori!

La castaña no necesitó más palabras y exclamó a todo pulmón.- ¡Llamarada! 

-¡Umbreon refuerzo!

La llamarada que ya había sido potenciada gracias a las propias llamas de Nidoking, se fortaleció aún más con el movimiento de Umbreon, aumentando así también la velocidad y el tamaño de la estrella de fuego.

BOOOM

Scizor y Pinsir tomaron distancia, pero seguían en posición de combate ya preparados para atacar al mínimo movimiento que captaran; por otra parte los castaños cubrían sus rostros debido a la potencia de la explosión.

-¡Groaaaaaaaaaaaaaaarg!- Nidoking gritó eufórico debido a las poderosas llamas que intentaban consumir su cuerpo, no podía creer que aquellos enclenques le hayan causado tanto daño y su cabeza trataba de hallar la respuesta.

Sus piernas no reaccionaban, intentó apoyarse con sus manos, pero las quemaduras que tenía eran graves y terminó cayendo de todos modos. Su respiración era entrecortada y su mirada se enfocó en aquellos que lograron dejarlo en este estado.

Seguía preguntándose por qué perdió; ¿Fue por combatir con varios a la vez? Aquello ya lo había hecho en el pasado y aun así había salido vencedor, pensó que quizás se debía a los lazos entre esos entrenadores y sus pokémon, pero nuevamente, había acabado ya con oponentes con esas cualidades.

Pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos pasos, su mirada se enfocó en aquel pokémon que había acabado con dos de sus compañeros: Primeape.

-Supongo que vienes a terminar el trabajo.

-…

-Me parece bien, de todas formas si mi entrenador me ve en este estado acabará conmigo… prefiero morir ahora, sería más honorable.

Primeape no fue ajeno a esas palabras, Krookodile también había preferido morir en combate que hacerle frente a Giovanni.

¿Tan temible era? ¿Qué les hacía a sus pokémon que perdían? ¿Realmente el morir era una mejor opción que el seguir con Giovanni?

Pero de ser así… ¿Por qué no aceptar la oferta de Ash?

-Oye, antes de que lo hagas… ¿Puedes cumplirme una petición?

-…

-Necesito saberlo, quiero entender cómo fue que esos insectos lograron dejarme en este estado.

Primeape pensó en si debía cumplir su petición o no, después de todo, Nidoking llegó con la intención de acabar con el pueblo que se convirtió en su hogar en estas últimas semanas. No tenía razón para ser amable con este tipo, pero aun así, ver a monstruos de bolsillo con tanto poder caer de esta forma causaba cierto malestar en el pokémon luchador.

¿Por qué sujetos tan fuertes caerían tan bajo?

-Hay muchos factores, tu arrogancia fue una de ellas, no peleaste en serio hasta que fue demasiado tarde… y al igual que tú, estos chicos se adaptaron  en el transcurso de la batalla, los tiempos están cambiando, no puedes ganar simplemente con fuerza bruta… ellos lograron realizar ataques de tu misma potencia gracias a las habilidades de sus pokémon y por trabajar en conjunto.

Nidoking gruñó como respuesta, reconociendo que aquel golpe de Scizor le había dolido bastante, había notado anteriormente como el pokémon acero se había fortalecido gracias al movimiento danza espada en su combate como Nidoqueen.

También estaba la potencia que le daba su habilidad experto.

Y por último, la habilidad de absorber fuego por parte de Rapidash.

-Por último y más importante… fue la cantidad.

-Entiendo, luchar contra cinco oponentes a la vez es agotador.- Primeape negó con la cabeza, dando a entender que el rey de las bestias se equivocaba.

-No fueron cinco, estabas luchando contra siete contrincantes a la vez… si tu entrenador hubiera estado a tu lado, ellos jamás hubieran ganado.

Nidoking no respondió, se imaginó la imagen de su entrenador dedicándole una fría sonrisa lo que provocó cierta gracia en él.

-Hazlo.

Primeape no soltó alguna palabra, preparó su puño y conectó el golpe de gracia.

-o-

-¡Hemos perdido a tres de nuestros hombres!

-¡Capitán, ayuda!

Juppeta no pudo evitarlo, se dio a conocer antes de lo que tenía planeado y comenzó atacar directamente a los miembros más débiles de aquel pelotón.

SLASH

 -[¡Y con este son cuatro!]- Chilló la Banette variocolor con alegría, tarareando una linda pero inquietante melodía mientras esquivaba los distintos ataques lanzados por los rocket.

-¡Está hablando!

-Es… imposible.

-¡Miserable! ¿¡Qué hiciste con los otros!?

-Olvídate de ellos.- El capitán del pelotón frunció el ceño, sacando a un Houndoom para combatir contra el pokémon siniestro.- Solo mira como quedaron esos pokémon, es imposible que esos idiotas hayan sobrevivido a esos ataques.

De un momento a otro, todos los pokémon debilitados fueron consumidos por el fuego fatuo de Juppeta, quién “alagó” al capitán por su rápido análisis.- [¡Así se hace cap! ¡Al igual que estos pokémon tus hombres ya son historia!]

El capitán detuvo el atacar de sus hombres, atacar a lo loco no serviría contra este oponente, soltó un suspiro e intentaría hacer algo de tiempo hasta que el resto de equipos llegaran a su ubicación.- (Ese maldito de Silver sería perfecto para lidiar con ella, nunca pensé que odiaría a Katherine por mantenerlo “controlado”).

-[¿Qué sucede? ¿Piensas rendirte?]- La muñeca de trapo pareció sonreír, extendiendo su mano derecha hacia el cielo. Rápidamente se formó una pequeña esfera de energía negativa, la cual comenzó a crecer con cada segundo que transcurría.- [Lo siento cap, solo hay una forma de que salgas vivo de aquí… y es matándome].

-Tks, que problemático.- Nuevamente detuvo a sus hombres de actuar y con un tono molesto intentó sacarle información a Juppeta.- Es imposible que seas un pokémon salvaje, así que dime Banette… ¿Eres un pokémon de algún entrenador de Pueblo Paleta? ¿Quizás de un tal Ash Ketchum?

-[Quizás sí, quizás no… depende de mí humor]

-¿Cuál es tu objetivo?

-[Oh, eso es bastante simple… quiero divertirme].

-¿Divertirte?

-[Sip, solamente quiero eso].- Ash le había permitido asesinar a los rocket en ciertas condiciones, ella podría ignorar aquello y comenzar un masacre sin dejar sobrevivientes, aunque aquello era tentador y hasta algo apetitoso para ella… le faltaba algo.

Aquello no molestaría realmente a su entrenador.

No del todo al menos.

-[Masacrarlos sería fácil… quiero que juguemos a algo].

-¡¿Quién mierda te crees que eres!?- Exclamó un soldado furioso ante el prepotente fantasma.- ¡No eres más que un maldito pokémon, podríamos encerrarte en un abrir y cerrar de ojos!

-Espero que sigas teniendo esa expresión cuando te llevemos a nuestro jefe.

El líder de aquel pelotón frunció el ceño, ya se hacía una idea de lo que sucedería con sus hombres y no sería algo agradable de ver.- Houndoom… esa bola sombra no deja de crecer.

-[Yo pienso algo similar ¿Saben?]- Su mirada por un instante se centró en el can de fuego, había sentido una enorme cantidad de emociones negativas… emociones que se sentían realmente apetitosas para la fantasma.- [Con que maquinación ¿He? Buen jugado cap, espero que sea suficiente para detener esto].

De un momento a otro, la esfera de energía duplicó su tamaño; atrayendo hojas, ramas e incluso pequeñas piedras hacia ella. Juppeta mostró una sonrisa radiante al ver como esa confianza en los rocket fue convertido en sorpresa, para luego pasar a la expresión que más le encanta ver en los humanos… desesperación.

-[¡¿Qué sucede chicos!? ¡¿Es demasiado para ustedes!?]- El líder del escuadrón había ordenado a su pokémon potenciarse nuevamente, pero Juppeta no parecía importarle aquello, como si el resultado no cambiase por mucho que se fortaleciera aquel Houndoom.- [¡Pues se joden!]

-¡Pulso umbrío!- El rayo de energía oscura era fuerte, pero no lograba que la enorme bola sombra se detuviera.- ¡No se queden ahí mirando estúpidos, todos juntos!

-¡Lanzallamas!

-¡Rayo!

-¡Hojas navaja!

-¡Hiperrayo!

-¡Rayo de hielo!

-¡Pistola de agua!

Lentamente la esfera de energía comenzaba a detenerse hasta lograr que retrocediera lentamente, aquello causó que Juppeta suelte un silbido, les dio algo de crédito por su esfuerzo combinado.- [¡Muy bien, pero no es suficiente!]

Su cuerpo fue envuelto con energía de color morada, pronto todo el terreno que habían ganado fue arrebatado y nuevamente se encontraban en peligro.

-¡No se rindan, sigan atacando!

-[¡Ya escucharon a su capitán, si no lo hacen morirán!]- Cantó con alegría antes de empujar su ataque con más fuerza.

Aplicó tanta fuerza que no fue incapaz de mantener la forma de su ataque.

BOOOM

Se escucharon varios gritos, los más afortunados salieron disparados debido a las ráfagas de aire que causó la explosión, otros no tuvieron tanta suerte y fueron consumidos por esta.

-[Cinco, seis, siete… ¡Trece!]- Aplaudió con alegría, pero no pudo celebrar por mucho tiempo al esquivar un pulso umbrío por parte de aquel Houndoom.- [Vaya, sigues en pie… ¡Estás aprobando!]

En el aire era un blanco casi imposible, se movía demasiado rápido para que aquel Houndoom conectara un ataque, el resto de soldados que seguían consciente intentaron frenarla utilizando a varios Victreebel con látigo cepa. Sin embargo, solamente los lanzaron a su muerte; Juppeta cortaba aquellos látigos con suma facilidad con sus garras, provocando que estos pokémon soltaran un horrible chillido de dolor que causaba malestar en los oídos de sus entrenadores.

-[¡Diecisiete!]- A dos los decapitó, otro lo lanzó dentro de su propio pokémon y a los últimos los consumió con su fuego fatuo.- [Solo quedan tres… ¿Te rindes cap?]

El líder del escuadrón no estaba en sus cinco sentidos, en la explosión se había golpeado con una roca. Aun así, fue capaz de oírlo todo y por un momento deseó que aquel golpe hubiera acabado con él.

-M-miserable… ¡Magmar lanzallamas!

-¡Electabuzz ve con rayo!

El ataque de fuego venía por la izquierda, mientras el eléctrico se acercaba rápidamente por la derecha; Juppeta nuevamente se cubrió con energía y extendió sus manos hacia los lados, deteniendo ambos ataques como si nada.

-N-no, no puedes ser…

-¡Electabuzz, no te detengas!

A pesar del miedo, el otro soldado imitó la acción de su compañero y le ordenó a su pokémon seguir atacando, pero el resultado no parecía cambiar.

Juppeta habló sobre lo patético que eran sus ataques, iba a dar por finalizado el “examen” hasta que un rayo de energía oscura se dirigía hacia ella a gran velocidad.- [¡Mierda!]

Dirigió los ataques de fuego y electricidad contra el pulso umbrío, causando una explosión de la que no pudo escapar.

-¡Toma eso perra!

El capitán caminó lentamente hacia sus hombres, quienes a notar el cómo cojeaba su líder no tardaron en ayudarle.- Capitán ¿Se encuentra bien?

-Estoy vivo, es suficiente para mí.

-¡Bien hecho capitán, de no ser por usted hubiéramos muerto!

-Ahórrate la lamida y contacta con el resto, necesitamos refuerzos… ya sea con los pueblerinos o contra esa cosa.

-¿He? ¿Qué estás diciendo? ¡¿Esa cosa está viva?!

-Es imposible que haya caído por un mero ataque.- Estuvo atento a su alrededor, todo el polvo que había levantado el ataque de su pokémon ya se había esfumado, y tal como lo esperaba no había rastros de aquel Banette.- Se los dije, ahora no pierdan el tiempo y comuníquense con el res…

SLASH

-[Lo siento cap, créeme que lamento hacerte esto tras todo tu esfuerzo].- El fantasma en un abrir y cerrar de ojos se abrió paso entre los rocket, atravesando el pecho de aquel hombre como si fuera papel.- [Aprobaste, te hubiera permitido llegar hacia mi “querido” entrenador si no hubieras acabado tan lastimado… error mío supongo].

Intentó hablar, pero solamente pudo toser algo de sangre y observar el rostro de su asesina, la expresión que llevaba aquel pokémon era muy complicada para entenderle, quizás si tuviera más tiempo lo entendería.

-¡Capitán!

-¡Magmar, ve con lanzallamas!

Con un mano libre bloqueó el ataque sin muchos problemas, su atención seguía enfocada en el líder del pelotón que intentaba aferrarse a la vida, al menos por unos segundos más.

-[¿Unas últimas palabras? Digo… te las has ganado].

-Houn…

-[¿Houn? ¿Te refieres a tu Houndoom?]

-Tsss… déjalo… de… vi…

Juppeta se quedó observando como la vida en los ojos de ese sujeto se desvanecía, recibió un ataque eléctrico  y otro lanzallamas, pero no parecían afectarle tanto como las palabras que intentó decir aquel rocket.

-[Vaya… no me esperaba algo así].

Que alguien en los rocket tuviera más corazón que varias personas que conoció en el pasado… le causaba cierta gracia a la pokémon fantasma.

Por mero instinto acabó con el resto de los rocket, lo hizo rápido y sin alguna burla, ni siquiera aquel temeroso hombre que suplicaba por su vida le sacó una carcajada.

-[Entonces… ¿Qué hacemos?]- Las palabras de Juppeta eran dirigidas al único sobreviviente de aquel pelotón; Houndoom, quién daba una ardiente mirada al fantasma.- [Una vida a cambio de otra, suena justo. Pero tú no quieres irte así como así ¿Verdad?

Dibujado por: Breakersongoku_saiyanbeatcrew
-…

-[Sabes que no tienes oportunidad ¿Verdad?]

-…

-[Y aun así, vas hacerlo ¿No?]- Juppeta parecía molesta, quizás si estuviera en su forma humanoide estaría mordiéndose el labio debido a la frustración.- [Vengarlo no lo traerá de vuelta].

La ilusa muñeca no se percató de lo hipócrita que eran sus palabras.

Houndoom se engrifó, la temperatura aumentó y aquello le dio una respuesta a Juppeta.

-[Bien, como quieras…]

SLASH

-o-

-¡Muy bien Sceptile, sigue presionando así!

Tal como lo había ordenado anteriormente el azabache, sus pokémon intercambiaron oponentes y aquello trajo tanto ventajas como desventajas.

Sceptile no tenía tanta fuerza como Infernape, pero era más rápido; tanto que incluso con su velocidad aumentada Rhydon era incapaz de igualarle.

Además que la ventaja de tipo le jugaba muy en contra al pokémon de Giovanni.

Sin embargo, a la inicial de fuego no le iba muy bien, aquel Garchomp era un monstruo y no parecía muy afectado por los golpes que Infernape había conectado, ahora que el azabache lo veía bien, no se le hacía raro que Sceptile ni Primeape lograran derrotarle.

-(Quizás sea el más temible del grupo, se aseguró de luchar a la distancia para que me sea incapaz de captar algún patrón en su ataque).- Era un dragón astuto, incluso estuvo a punto de acabar con el azabache de no ser por Sceptile.- (Solo me queda creer en Infernape por ahora y asegurarme de terminar rápido con Rhydon, a pesar de su resistencia todos los golpes que dio Infer debieron afectar sus piernas).

-Tks… debo admitir que esto dejó de ser divertido.- La confianza que había mostrado Rhydon anteriormente se ha desvanecido, nunca le había molestado estar en desventaja de tipo, pero en esta ocasión no existía una diferencia abismal con su rival, al contrario… quizás estaban a la par.- ¡Garchomp, pido de nuevo a la chica de fuego!

Sceptile soltó un bufido, le parecía gracioso que su oponente pensara que le daría una oportunidad de escapar. Acabó con la distancia entre ambos en un abrir y cerrar de ojos, Rhydon se notó sorprendido e intentó conectar un golpe, pero el inicial de Hoenn lo esquivó con una pequeña sonrisa.

-Muy lento.- Las hojas en sus brazos aumentaron de tamaño y obtuvieron un gran brillo, el instinto de Rhydon le advertía del peligro e intentó alejarse.- No escaparás.

SLASH

Rhydon evitó un golpe letal para sorpresa de Sceptile, pero pudo notar que su ataque causó quemaduras en el brazo derecho de su oponente como si se tratase de un tipo de ácido para su cuerpo.

-Con que esa es la reacción de un tipo roca y tierra a un ataque tipo planta sin restricciones.- Apartó su curiosidad ante lo que estaba viendo y se enfocó en lo importante.- ¡Sceptile termínalo con rayo solar!

PAAAM

Garchomp sonrío dando a conocer la sangre que cubría sus dientes, no tardó en devolver el golpe a su contrincante, retomando así el intenso intercambio en el que ambos recibían, esquivan y bloquean golpes.

PAAAM

La cabeza de Infernape salió disparada hacia atrás por un cabezazo del dragón, pero el pokémon de Ash aprovechó esto para impulsarse completamente hacia atrás y conectar una patada en la mandíbula de su oponente. Tras esa acción la inicial retrocedió a base de volteretas, deteniéndose  una distancia segura y se preparó para la siguiente indicación de su entrenador.

-¡Lanzallamas!

Garchomp se cubrió con una enorme cantidad de energía, atravesando sin problemas la ráfaga de fuego con su poderosa carga dragón.

-¡Aun tienes tiempo Infer, excavar YA!

PAAAM

Al esparcirse  todo el polvo causado por el ataque, Ash fue testigo del enorme cráter que había causado Garchomp, pero aquello no le afectó e incluso se atrevió sonreír al ver que no había rastro de su Infernape.

Algo que no le agradó para nada al dragón.- Grr… realmente me estoy cansando de ti mocoso.

-¡Jeh! Lo mismo puedo decir de ustedes, deberían irse ahora que tienen la oportunidad.- Ash lo encaró con aquella sonrisa competitiva, reafirmando que en medio del combate sus miedos y dudas quedaban de lado. O quizás, simplemente las escondía tras una falsa seguridad.- No volveré a repetirlo.

Garchomp soltó un gruñido, menospreciando las palabras del joven y le dio una fugaz mirada que el azabache interpretó como un: “Como si fuera así de sencillo esto mocoso”.

Aquello tomó desprevenido al azabache, pero como lo había hecho con Krookodile anteriormente, apartó aquellos pensamientos y se enfocó completamente en la batalla.

Garchomp también se metió bajo tierra, aquello no le agradó para nada al azabache y podía imaginarse que se había iniciado otro intercambio de golpes.- Mierda, está en su terreno… ¡Infernape, a la primera oportunidad sales de ahí!

Apretó su puño derecho tratando de acabar con aquel sentimiento de pánico que comenzaba a invadirlo, su mirada se dirigió hacia la otra batalla en la que Sceptile parecía tener el dominio completo.

Rhydon invocó una enorme roca para bloquear el rayo de energía, sin perder tiempo su cola se volvió tan dura como el acero y destruyó con esta su propio ataque en miles de trozos que se dirigieron hacia el inicial de planta.

Esquivarlas todas era imposible, Sceptile utilizó tanto sus brazos, cola e incluso boca para bloquear la lluvia de rocas. No era ajeno que su rival utilizó aquella distracción para acercarse, así que mientras bloqueaba y esquivaba reunía energía en sus esporas para lanzar un devastador rayo solar.

Rhydon sentía el peligro, podía olerlo incluso, la adrenalina era adictiva, pero en esta ocasión sabía muy bien que un golpe bien dado sería su perdición. No esperaba tomar a Sceptile con una distracción tan obvia, su objetivo era el entrenador de Pueblo Paleta.

De un momento a otro, los ojos de Ash y Rhydon se encontraron… solamente eso se necesitó para cambiar la atmosfera.

-¡!- Sceptile permitió que algunas trozos chocaran en él, ignoró el dolor y se lanzó hacia Rhydon que se dirigía rápidamente hacia su entrenador.- ¡Ash aléjate, trata de conseguirme tiempo para alcanzarlo!

El azabache sentía las vibraciones debajo tierra,  Garchomp e Infernape estaban cerca, quizás luchando debajo de él.

Un movimiento en falso y quizás el dragón tomaría su vida.

-(¿Este fue su plan todo el tiempo?)- Podía sentir que sudaba por los nervios, aquellos ojos rojos eran inquietantes… casi igual como los de Juppeta.- (Si no puedo estar en tierra, entonces…)

-o-

Gary y Kaori observaban el combate del azabache desde la distancia, intentaron intervenir cuando notaron que Rhydon se lanzó como un lunático hacia Ash, pero Primeape se los había impedido y les pidió que siguieran observando.

El azabache parecía estar preparándose para el impacto para sorpresa de los castaños, Sceptile gruñó y tuvo que abrirse paso entre las rocas afiladas que había creado Rhydon… no llegaría a tiempo.

Ash siguió mirando hacia su atacante, concentró un poco de aura en sus piernas y calculó el momento indicado para actuar.

-Tres…

-¡Adoro tu valentía mocoso, es así como debe vivirse, sin temerle a la muerte!

-Dos…

-Ash…

-Ese idiota… ¿Qué tiene pensado hacer?

-¡Ya!- Exclamó a todo pulmón dando un poderoso salto hacia atrás y sin perder tiempo sacó la súper ball que tenía como colgante.- ¡Pidgeot!

Rhydon notó como la energía vital del azabache se potenció por un instante, se impulsó lo suficiente para escapar del primer golpe e incluso su salto creó pequeñas ráfagas de aire. El pokémon de Giovanni intentó atacar nuevamente, pero su puño solamente conectó con unas majestuosas alas que eran igual de duras que el acero.

Aquellas alas habían protegido al azabache.

-(Mierda, realmente es fuerte si resiste mi golpe como si nada).- Retrocedió de inmediato, la gran ave no le quitaba la mirada de encima, parecía una madre protegiendo a sus polluelos.- (Si esto sigue así perderemos).

Pidgeot solamente comentó con frialdad.- Acabalo.

-¡!- Rhydon se puso helado, sentía que una fuerza mayor venía por él y al voltear se encontró frente a frente con un furioso Sceptile.- Mier…

No tuvo tiempo para huir, apenas lo tuvo para rugir de dolor antes de ser consumido por completo por el rayo de energía.

-o-

Pidgeot no se apartó de su entrenador hasta que el ataque de Sceptile se desvaneciera por completo, cuando el ataque acabó ella lentamente quitó sus alas y buscó alguna herida en Ash.

-Estoy bien… solamente algo exhausto.- El azabache no exageraba, sudaba y le era difícil mantenerse en pie.- Lo importante es que acabamos con ese lunático.

-No debes sobre exigirte, sabes que en tu estado actual apenas puedes usar tu aura.- Intentó no regañarlo, pero Pidgeot ya había conversado con el azabache en más de una ocasión sobre no depender de aquella energía, especialmente ahora que no poseía de la mayoría de nutriente que necesitaba su cuerpo, la falta de sueño y añadiendo también el poco o nulo dominio que tenía del aura; la convertía más una desventaja que algo a favor.- ¡Sceptile, no te dejes llevar por el combate eso podrá jugarnos en contra1!

Tanto Ash como Sceptile asintieron ante “el regaño” de Pidgeot, al final la “guardiana del Bosque Verde” tenía razón.

-Solo la usaré cuando realmente sea necesario, gracias por tu preocupación y por la ayuda… de no ser por ti estaría jodido.- Pidgeot asintió y les advirtió por última vez que tuvieran cuidado antes de volver a su poké ball.- Bien, solamente queda uno y es el más complicado.

Sceptile asintió a su lado, se aseguraría de que no fueran tomados por sorpresa nuevamente y comentó.- ¿Cómo crees que les irá a los demás?

-Estarán bien… siguen siendo seis contra uno, además Ivysaur es uno de ellos.

El inicial de Hoenn frunció el ceño ligeramente, en ocasiones parecía que el azabache veía al inicial de Kanto como su tipo planta más fuerte. Sin embargo, no era el momento para pensar en algo como eso y como si la vida misma le diera la razón, Seceptile sintió un enorme peligro y rápidamente tomó a Ash para salir disparado de ahí.

CRACK

Del suelo salió un enorme dragón de energía que se elevó hasta el cielo, al desvanecerse pudieron ver a Garchomp en el aire y también a Infernape que descendía rápidamente.

-¡Infer, debes atraparla Sceptile!

El mencionado asintió, dejó al azabache en un lugar seguro para luego dar un enorme salto y así atrapar a su compañera, notó los moretones y cortes que el dragón le había causado, haciendo que Sceptile odiara aún más al siniestro Garchomp. Mientras descendía encaró a su oponente, la grieta en su pecho había empeorado a causa de su batalla contra Infernape, también notó algunos moretones en su rostro, pero lo más llamativo para el inicial fue el esfuerzo que hacía el dragón para recuperar el aliento.

-(Y aun así puede seguir luchando, realmente es un tipo monstruoso).- Sceptile reafirmaba su pensamiento anterior; Garchomp ha sido el oponente más temible que ha tenido a lo largo de su vida, el dragón intercambió golpes con Infernape, Primeape y él, pero aun así se veía capaz de combatir durante horas.- (Su resistencia es bestial, pero sigue siendo vulnerable a los ataques de energía… de no ser así, no hubiera escapado de nosotros tras recibir mi rayo solar).

Volvió rápidamente con su entrenador, para su sorpresa Garchomp no intentó atacarlo, es más, aprovechó estos segundos para recuperarse y observar a su entorno, quizás buscando algún rastro de Rhydon o tratando de encontrar una forma de escapar nuevamente.

-Infer ¿Puedes oírme?- Ash fue incapaz de ocultar la sonrisa llena de alivio al escuchar el gruñido de Infernape, sin perder más tiempo utilizó una poción para sanar a su pokémon.- Sceptile yo me encargaré de ella, tú solo mantén ocupado a ese bastardo.

-Lo haré con gusto.- Se lanzó hacia Garchomp con su ataque característico, el dragón maldijo antes de comenzar otro intercambio con Sceptile.

-o-

-¡No! ¡Esper…!

SLASH

-[Y con ese fueron veintiséis].- La muñeca poseída sonreía bastante conforme por seguir causando bajas en los rocket, observó a los pocos que habían destacado durante la batalla y les permitió seguir adelanten.- [Ustedes pasan, su nivel es lo suficiente para causarle algunas molestias a mi Ashy].

Los pocos rocket que quedaban no soltaron palabras algunas, ya habían sido testigo de lo que sucedió con sus colegas que se habían pasado de listos con aquella Banette. Ni siquiera el líder del grupo replicó, simplemente regresó a su pokémon y lentamente caminó hacia el frente, tratando de ocultar su miedo al pasar al lado de Juppeta pero aquello fue totalmente inútil.

El miedo que estaba sintiendo jamás le abandonaría, volvería a él cada noche recordándole que en cualquier momento Banette iría para terminar la masacre que inició en la ruta 1.

-[Espero que tengan como curar a sus pokémon, mi entrenador quizás no sea “juguetón” como yo, pero lamentablemente sigue siendo superior a cada uno de ustedes].- Le regaló una “tierna” sonrisa al hombre que simplemente se sobresaltó y aceleró el paso, los otros “seleccionados” imitaron la acción de su superior y no tardaron en perderse en la lejanía.- [Entonces… ¿Qué haré con ustedes?]

-No…

-Por favor, solo seguíamos órdenes.

-No queríamos hacerlo, por favor… déjanos ir, no le haremos daño a tu entrenador.

Banette hizo una mueca mientras sus garras aumentaban de tamaño, el filo de estas provocó un escalofrío en los rocket que esperaban lo peor.- [Es una lástima eso último, quiero verlo sufrir, quiero ver su desesperación… y ustedes no sirven para causar eso. No le sirven a su líder, mucho menos me servirán a mí ¡Adiós!]

-¡No!

SLASH

El césped de la ruta 1 seguía tiñéndose de rojo.

-o-

Gary trató de no perderse ningún movimiento de la batalla, tanto de los pokémon como del propio azabache.

Cada movimiento, palabra e incluso mirada era un mensaje para los monstruos de bolsillo. Ash era tan dedicado que no le importaba arriesgarse con tal de asegurar que uno de sus pokémon acertara un golpe.

-Ahora lo entiendo…- Murmuró mientras veía como Infernape se alejaba en el momento exacto para salir ileso de la bomba de humo lanzada por Ash.- Es por eso que Nidoqueen siguió siendo superior en nuestra batalla…

Kaori no logró escuchar las palabras de su amigo de la infancia, incluso si las hubiera escuchado las hubiera ignorado con tal de no perderse ningún movimiento de la batalla. Los pokémon de Ash se estaban arriesgando con tal de que ellos aprendieran algo de este combate; había visto distintas formas de interceptar un ataque e incluso de inmovilizar a tu objetivo, lo importante de las contras y por supuesto… el trabajo de equipo.

Infernape limitaba la visión de Garchomp al adentrarse con tanta ferocidad, el dragón tuvo que enfocarse completamente en la inicial de fuego dando la oportunidad perfecta a Sceptile de cargar su rayo solar.

-¡Ahora!- El azabache exclamó a todo pulmón, Garchomp sentía el peligro, pero al igual que Rhydon la adrenalina era adictiva y no tenía intenciones de huir.

Infernape se apartó en el momento exacto con una sonrisa confiada, dando una vista completa del rayo de energía que estaba a punto de impactar en el dragón.

BOOOM

-¡No será suficiente, remátalo con garra dragón!- Sceptile se adentró en la cortina de humo, guiándose por sus instintos y la limitada visión, atacó al resistente dragón que se había mentalizado para recibir el ataque, comenzando así el último intercambio entre ambos contrincante.

SLASH

SLASH

-(Maldita sea, estoy llegando a mi límite).- El dragón apretó los dientes al sentir las quemaduras que causaban las garras de su oponente, aferrándose a la ira y especialmente a su orgullo, se adentró antes que Sceptile y conectó un devastador cabezazo.- ¡Se acabó bastar…!

PAAAM

Infernape aprovechó la oportunidad para posicionarse detrás de Garchomp y conectar un ultrapuño en la cien del dragón.

-Eres nuestro.- Murmuró el azabache al ver que Garchomp era incapaz de mantenerse en pie, recibir un golpe inesperado puede ser fatal, el dragón no estaba preparado para tal ataque y por ende su sufrió las consecuencias.- ¡Lanzallamas y rayo solar!

Los dos pokémon dieron un gran salto, dándole una última mirada al poderoso adversario que habían enfrentado.

Por otra parte, Kaori vio la oportunidad para ayudar y no dudó en tomarla.- ¡Rapidash!

Gary captó de inmediato lo que tenía pensado la castaña y no tardó en seguirla.- ¡Umbreon!

-¡Día soleado/Refuerzo!

Primeape sonrío tras su pelaje, viendo como los ataques de sus compañeros duplicaron su poder con la intervención de ambos castaños. Los dos ataques de energía se unieron en uno solo, el cual conectó a gran velocidad destruyendo incluso el terreno bajo Garchomp.

BOOOM

No hubo gritos, Ash y sus pokémon solamente vieron el cuerpo inerte de Garchomp dentro de un gran cráter. El azabache para asegurarse lanzó algunas piedras hacia el cadáver del dragón, suspirando aliviado al no recibir ningún tipo de respuesta.- Finalmente cayó, realmente fueron tipos testarudos.- Dió una fuerte palmada en la espalda de Infernape y Sceptile, causando una sonrisa en la primera y ligera molestia en el segundo.- Buen trabajo chicos, en un segundo los curaré y los dejaré como nuevo.

-Nosotros no somos los únicos que deben recuperar energías Ash.- Infernape comentó golpeando levemente el pecho de azabache.- Aprovecha estos segundos y come algo, se mejor que nadie como el aura te drena por completo tu energía.

Sceptile rodó los ojos y comentó.- Tks… supongo que es otra cualidad que te otorga esa transformación regalada.

Infernape le dio una mirada burlesca, pero decidió no comentar ya que no era el mejor momento para iniciar un pleito con Sceptile. Ash pensó algo similar y por ende, regañó a ambos antes de responderle a la inicial de fuego.- Les sonará raro, pero realmente no tengo hambre… jeh, creo que ni alcanzaría a dar un segundo bocado ya que vomitaría de inmediato por los nervios.

-Asco.

-Nenaza.- El azabache ignoró la respuesta de Sceptile al captar como Primeape y los los castaños junto asus pokémon se acercaban a su ubicación.- Lo hicieron excelente con Nidoking.

Gary le devolvió la sonrisa al azabache, el buen humor del moreno siempre fue contagioso.- Era lo menos que podíamos hacer, digo, tus pokémon acabaron con casi todos.

-(Bueno… Primeape acabó con casi todos).- La castaña no se atrevía decir aquello frente a los pokémon más orgullosos y competitivos de Ash.- ¿Te sientes bien?

-No puedo quejarme la verdad, algunos moretones y algo fatigado- El azabache aprovechó de mirar el cuerpo de sus amigos, no habían rastros de alguna clase de herida, salvo algunos raspones y la tierra en sus vestimentas.- ¿Ustedes?

-Algo cansada, por un momento tuve que correr como loca para que no me alcanzara una roca afilada.- El solo recordarlo la hizo estremecerse, aunque también fue algo emocionante que no le molestaría volver a vivir en menor escala.- Ahora entiendo porque nos hacías correr tanto.

-Retiro todos los insultos que te dediqué en esas semanas.

Ash soltó una leve carcajada ante el comentario del Gary, se permitió sonreír aliviado al verlos en buen estado.

-o-

Giovanni lanzó su escritorio al ver como otra de sus ultra ball dejaba de funcionar, rompiendo en su accionar la copa y la botella de vino, derramando así el líquido por toda la alfombra.- ¡Ese maldito mocoso, incluso ha derrotado a Garchomp!

Aquello era peligroso, quizás sus “juguetes” causaron bajas en el arsenal de azabache, pero aun así, no esperaba que fueran asesinados en tan poco tiempo.

-…- La mirada del hombre se centró en el suelo, observando como el vino había llegado hasta sus zapatos. Al ver sus zapatos manchados por el líquido recuperó la compostura y con elegancia tomó un pañuelo para limpiar su calzado.- Me estoy precipitando, un hombre de negocios no se rompe tan fácilmente…

Controló su respiración por unos segundos, pensó en todos los escenarios en los que el azabache pudo hacerle frente a sus pokémon y cuales utilizó para derrotarlos.- Por el accionar de Silver pudo actualizar su equipo, también está la posibilidad que con el conocimiento de la invasión inició un entrenamiento infernal. Aun así, es casi imposible que se fortaleciera tanto en tan poco tiempo, al menos que… recibiera ayuda de un miembro del alto mando o un líder de gimnasio.

El líder del equipo rocket pensó en los líderes de Johto, quizás uno de ellos había ayudado al azabache, uno que también fuera cercano a Lance.

-Clair… ella también tiene acceso a todas las zonas prohibidas de ambas regiones, incluso del monte plate…- Solo fue por un instante, pero el rostro sereno de Giovanni fue reemplazado por una expresión llena de incredulidad. Nuevamente pensó en las posibilidades de sobrevivir a la fría montaña, nadie en la historia de kanto había logrado salir cuerdo de aquella montaña, dudaba que el azabache fuera la excepción a la regla.- De todas maneras, sigue siendo probable que la prima del campeón influyera en la mejora abismal del chico. Lance no es tonto, seguramente se movía en las sombras al igual como lo ha hecho mi organización; es por eso que me vi “obligado” a ir también por el clan dragón.

Giovanni no había atacado a Johto por completo, dos regiones a la vez sería algo bastante ambicioso incluso para él. Sabía muy bien que ya se estaba arriesgando bastante al atacar Kanto antes de lo previsto. Quería utilizar el factor sorpresa a su favor, pero su hijo nuevamente fue un obstáculo en sus planes; por ende se vio obligado a actuar rápido, bloqueando todas las entradas de Kanto, evitando así cualquier tipo ayuda externa principalmente del molesto clan que había formado a los entrenadores más poderosos de ambas regiones.

Ordenó a dos de sus ejecutivos crear un poderoso pelotón para ir y destruir Ciudad Espinanegra, para así acabar de una vez por todas con el clan de “doma-dragones” y más importante, hacerse con los nidos de dragón que protegían en lo más profundo de la ciudad.

-Espero que Atenea esté haciendo un buen trabajo lidiando con la entrometida de Clair.- Conocía a su fiel seguidora mejor que nadie, comunicarse con ella en este momento sería una pérdida de tiempo, ya que, ella misma se contactaría con Giovanni al cumplir con su misión.- Por ahora contactaré con mis hombres que lograron traspasar a Lorelei, en este momento ya deben estar en Pueblo Paleta y lo mismo puedo decir de Hisao.

El antiguo ninja era igual o más poderoso que el propio Koga, por lo que estaba seguro que por mucho entrenamiento que haya tenido Ash no sería capaz de ganarle.

Pero pasó otro inconveniente en los planes de Giovanni, la mayoría de capitanes y comandantes no contestaban, ni si quiera el propio Hisao. El líder del equipo rocket frunció el ceño, pero no permitió que la furia volviera a dominarle, intentó contactarse con Silver y Katherine, permitiéndose sonreír levemente cunado esta última le contestó de inmediato.- ¿Señor Giovanni?

-Katherine, ¿Ya se encuentran en Pueblo Paleta?

-Negativo señor.

-¿A qué se debe su tardanza?

-Otro inconveniente señor, esta vez en la ruta 1… como decirlo, ella ha acabado ya con tres pelotones enteros.

-¿Ella?- Giovanni no le preocupaba perder a sus hombres, lo que le inquietaba era perder tantos en tan poco tiempo y sin ser capaces de llegar al Pueblo.

-Teorizamos que es un pokémon proveniente de Pueblo Paleta, su nivel es increíble, la mayoría de nuestros hombres son superados por ella. Es más… hay algo extraño en ella, es inquietante y me atrevo decir que incluso atrapante señor.

-¿Captó tu atención? Interesante, quizás todas esas pérdidas puedan ser recompensadas con su captura.- Giovanni tenía curiosidad, con cada detalle que otorgaba la chica más fascinación sentía por aquella Banette variocolor. Realmente le encantaría tener un encuentro con la fantasma, pero ahora tenía una guerra que ganar y tras su victoria se permitiría cumplir sus caprichos.- Los Banette se originan a través del odio, lo más sensato sería utilizar aquellas emociones a tu favor, pero sean precavidos, ella podría hacer lo mismo al sentirse arrinconada.

-Recibido señor, entonces haré lo posible para capturarla en el mejor estado.

-No te sobre esfuerces pequeña, estamos en medio de algo más grande, lo primordial es acabar con los rebeldes, incluso si al hacerlo perdemos piezas importantes para la organización.

-Comprendo, acabaremos rápido aquí para lidiar con Ash Ketchum.

Al terminar la comunicación Giovanni fue por su maletín más valioso, lo abrió rápidamente y tomó las poké ball que almacenaban a su verdadero equipo pokémon.

-Swampert es el único que sigue en pie, quizá aún me sea útil si es que se mantiene con vida hasta mi llegada.

Se dirigió al cuadro detrás de su asiento, al quitar el marco había un dispositivo que activaba un pasadizo secreto que llevaba a distintas salidas hacia los alrededores de Ciudad Verde. Giovanni tecleó la combinación correcta revelando así la puerta secreta que lo llevaba a un camino subterráneo.- Curioso, creé estos caminos para escapar de la policía y de Lance, pero al final los estaré usando para acabar con la molestia que me está causando ese chico.

Pronto las palabras dichas por su hijo en el día anterior llegaron a su mente, no tardó en fruncir el ceño al recordar la seguridad con la que Silver soltaba tales patrañas.

-Pensaste que solo Lance podría frenarte, pero ya hay dos entrenadores que son un peligro para tu preciada organización.

-Tks… ya quisieras Silver, tanto tú como el chico Ketchum conocerán el verdadero significado de fuerza.

Ya era tiempo de que Kanto recordara al líder de gimnasio más poderoso de la historia.

-o-

-¿Estás seguro?

-Lo estoy, el hecho que Giovanni nos atacara con sus pokémon da a entender que nos teme.- Ash observó hacia la ruta 1 con un rostro serio.- Sería mejor enfrentarlo cuanto antes, iré con Infernape, Sceptile y Pikachu de frente, en el aire Pidgeot y Charizard serán mis ojos, por tierra Steelix podrá intervenir cualquier otro ataque sorpresa como los que intentaron Garchomp y los otros.

-Derrotar a estos cinco fue complicado, si sales del pueblo no solo tendrás que enfrentarte a Giovanni, también tendrás que lidiar con todos sus hombres.- Gary endureció la mirada, negándose de inmediato a la idea del azabache de querer ir directamente hacia Giovanni.- Es muy arriesgado, especialmente con Silver en los alrededores.

-Lo sé, pero debemos aprovechar el factor sorpresa Gary; solo Giovanni debió enterarse de la muerte de sus pokémon.- El azabache se detuvo por un breve instante al asimilar su oración y el como la soltó con tanta naturalidad, apartando aquellos pensamientos se centró en lo importante y reanudó su charla con el castaño.- No creo que le informe a sus hombres de esto, de hacerlo quizás no pondrían resistencia y me permitirían seguir adelante… necesito pillarlos con sorpresa y que mejor manera que atacándolos desde diferentes lados.

-¿Realmente crees que es lo mejor?- Preguntó la castaña con inquietud.- Entiendo tu idea, pero no sabes quienes se quedaron en la ciudad protegiendo a su líder, seguramente sean tipos fuertes y hasta pueden usar a los ciudadanos en tu contra.

La sorpresa en el rostro de Ash era evidente, también como aquella emoción fue reemplazada por la culpa; en ningún momento se había detenido a pensar en los habitantes de Ciudad Verde y el cómo su llegada podía complicar aún más las cosas.

Ash no quería más muertes en su consciencia, ya con los pokémon de Giovanni era suficiente tormento para el joven entrenador.

-Yo…

Gary soltó un suspiro antes de agarrar el hombro derecho del azabache.- Vamos, entiendo que quieras acabar con esto cuando antes… mientras más pasa el tiempo más vidas están en juego, pero por esto mismo debemos ser precavidos, tal como nos dijiste antes un movimiento en falso puede ser fatal.

Kaori tomó la mano izquierda del azabache, apretándola con fuerza para captar su atención.- Vamos hacerlo Ash, vencerás a ese tipo y nosotros te cubriremos, pero para eso debes estar bien, si tratas de apresurar las cosas no podrás ayudarlos.

Los pokémon de Ash se miraron entre sí, habían pensado intervenir y tener algunas palabras con su entrenador, pero tanto Gary como Kaori estaban haciendo un buen trabajo y por ende, simplemente observaban como transcurría el pequeño momento entre ellos.

-Cielos… cuando lo dices así me haces sentir como alguien muy importante.- Observó a ambos con una pequeña sonrisa, agradeciendo internamente como ambos lograron frenarlo con tanta facilidad.-  Bueno, por ahora dejen solo a uno de sus pokémon libre, preferible que sea el que se haya potenciado durante la batalla.

Kaori asintió, regresando a su Pinsir no sin antes agradecerle por todo el esfuerzo que había hecho contra Nidoking.- Bien Rapidash, con las llamas de Nidoking y tu día soleado podremos llevarnos a varios rocket con pocos ataques.

Gary regresó a Umbreon, al igual que la castaña le agradeció por su participación.- Por un momento me pregunté por qué no lo habías utilizado el día soleado durante la batalla, pero luego de ver que ambos “Nido” poseían ataques de fuegos rezaba para que siguiera así.

Mientras ambos castaños interactuaban, el azabache sacó las poké ball de ambos iniciales quienes intentaron replicar, pero Ash fue más rápido y los regresó a cada uno a su respectiva poké ball.- ¿Qué les había dicho de ser testarudos? Maldita sea, solo descansen ¿Sí? Pikachu y los demás se encargaran de los otros rocket.

Quería usar a sus pokémon más resistentes contra Giovanni, claro que había otros factores a tener en cuenta, pero Ash sabía que la participación de Sceptile e Infernape era crucial para derrotar al maestro del tipo tierra.

-[Ash se acerca un pequeño grupo].- La voz de Noctowl captó rápidamente la atención del azabache, quién no tardó en pedir más detalles a su pokémon variocolor.- [Llegarán en unos minutos, no parecen tener prisa de llegar… es más, es como si ni siquiera quisieran estar aquí].

-Tú y yo sabemos quién fue la causante de eso Noctowl.- Ash no tardó en informar a sus amigos, sin evitar pensar en la fantasma y en sus acciones.- (Seguramente ni posean deseos de luchar… quizás pueda llegar a un acuerdo con ellos, se en carne propia lo jodido que es el primer encuentro con Juppeta).

-o-

¿Cómo pude equivocarme tanto?

¿En qué momento me alejé tanto de mi objetivo?

Había iniciado los acertijos para fomentar el arte de la observación, de detenerse un momento y observar su entorno, admirar la belleza del lugar, mejorar la memoria y hasta para aumentar la economía de la isla.

Al final esto último fue lo único que pude lograr.

Mirando al pasado… solamente veo a un hombre sin propósito, un sujeto que buscó y creó una excusa para escapar de sus responsabilidades.

Dejé a la isla a su suerte, permití que los entrenadores de mi tierra natal se fueran desilusionados de la isla, intentando alcanzar al resto de su generación sin éxito alguno.

¿Han escuchado de un entrenador fuerte proveniente de Isla Canela?

Sí, yo tampoco… jeh.

Es gracioso, cuando las semanas se convirtieron en meses, para luego pasar a ser años… me quejé, comencé a dar pistas más sencillas, pero ni así logré que un retador llegara a mi gimnasio. Hubiera sido tan fácil revelarme ante ellos como el líder de gimnasio, dar un combate para que tanto mis vecinos, colegas y los propios turistas observaran la batalla; demostrarle al mundo que el maestro de fuego aún tenía mucho que ofrecer a los entrenadores.

Pero no lo hice… no tuve el valor para encarar a mi tierra natal.

En un momento era conocido como uno de los tres líderes de gimnasio más fuertes de la región, pero con el paso del tiempo, fui superado por algunos de mis colegas… Koga incluso se convirtió en miembro de la elite.

Y ahora… estoy en frente de un tipo que puede rivalizar con él.

Solamente observando a los pokémon de Ash puedo saber que soy incapaz de enfrentarme a él.

Yo causé mi propia caída, pero la isla no tiene la culpa, mucho menos los pokémon de ese chico.

Si esto sigue así… no sobrevivirán, debo hacer algo, tengo que… vamos piernas, levántense… solo les pido que resistan un poco más.

-o-

-Admito que son buenos, han dado más problemas de lo que había imaginado.- Hisao observó a los pokémon acuáticos intentando levantarse a tiempo, pero su esfuerzo fue inútil y fueron alcanzados por la tormenta de hojas de Shiftry.- Es una lástima que mi estilo de combate sea tan efectivo para pokémon de su categoría.

La combinación entre Weavile y Shiftry era simple, pero muy efectiva, el tipo planta creaba fuertes corrientes de aire con el movimiento viento afín duplicando la velocidad de Weavile, el pokémon siniestro se volvió un objetivo casi intocable, comenzando atacar por todos lados a Wartortle y al resto.

Tras debilitarlos, Shiftry entraba en escena nuevamente con sus ataques tipo planta, Wartortle creó campos de energía para protegerse a él y a sus compañeros, creando tiempo para que Buizel lograra escabullirse y derribar a Weavile, pero la nutria carecía de la fuerza necesaria para derrotarlo de un golpe.

-Quizás el resultado sería diferente si estuvieran en su etapa final.- El ninja observó con diversión a la tortuga que volvía a levantarse a pesar de sus heridas.- Posees tanto ataque como defensa, pero sin velocidad eres incapaz de tocarnos.- Su mirada pasó a Buizel, que intentaba levantarse sin éxito alguno, apretó sus dientes debido a la frustración acción que causó deleite en Hisao.- En cambio tu posees la velocidad, pero tu poder es un chiste frente al de mis pokémon.- Por último se enfocó en el lastimado Totodile, era un misterio para el ninja como aquel monstruo de bolsillo seguía consciente.- En cambio tu careces de los tres.

-Bastardo…

-No me maldigan a mí, maldigan a su entrenador que fue tan ingenuo de mandarlos a su muerte.

El efecto del viento afín había terminado, pero los protectores de la isla no se encontraban en condiciones para combatir. Los rocket sonrían confiados ahora, querían acabar con los tres pokémon que tantos problemas le habían causado, pero el shinobi fue claro con su orden; el acababa todo lo que iniciaba, estos pokémon no eran la excepción.

Nadie se quejó, Adlai solamente observaba al anciano que anteriormente había arrinconado, para su sorpresa no encontraba satisfacción en su rostro lleno de culpa, ni siquiera una pizca de placer al ver su frustración.

-(¿Por qué?)- Era lo único que se preguntaba el joven comandante.- (¿Por qué no me siento bien con esto?)

Imaginó este momento varias veces cuando entrenaba, le hacía sonreír, lo hacía empujar más allá de sus límites, pero ahora sentía que su objetivo era algo insignificante, que sería incapaz de llenarle por mucho que Blaine sufriera.

-¿?- Magmortar volvió a entrar en escena, intercambiando una sutil mirada con su entrenador antes de preparar su cañón para disparar.- Hisao, Magmor…

-Lo sé, no es difícil detectar toda la energía que está reuniendo.- El antiguo compañero de Koga ordenó a sus pokémon acabar con el tipo fuego.- Aquí viene el último ataque del líder de gimnasio Blaine… ¡Vamos, sorpréndenos!

Blaine entrecerró los ojos, su mirada ardiendo tanto como los ataques de su pokémon y exclamó a todo pulmón.- ¡Magmortar, llamarada ahora!

Weavile y Shiftry intentaron llegar antes de que Magmortar lanzara su ataque, pero su instinto de sobrevivencia fue mayor al deber cuando se percataron del enorme poder que había acumulado el pokémon de fuego. Saltaron hacia distintas direcciones a tiempo, saliendo ilesos de la enorme esfera de fuego que se dirigía al sereno Hisao.

-¿Oh? Esto es muy peligroso.- No tenía mucho tiempo, pero antes de que la llamarada impactara en él, creó un sustituto compuesto por los dos rocket más cercanos, quienes no comprendieron su situación hasta que fue demasiado tarde.

BOOOM

-Eso estuvo cerca.- Ignoró los gritos de los soldados que gritaban los nombres de los caídos, incluso podía sentir la intensa mirada que le dirigía el líder de aquel pelotón.- Quién diría que aun podías llegar a ese nive…

Para sorpresa de Hisao, Blaine había salido de la capa de humo y se aferró a su cuerpo como si su vida dependiera de ello.

-¿¡Blaine!? ¿¡Cómo!?

-¡Magmortar, lo tengo!- El ninja por primera vez demostró sorpresa, intentó liberarse, pero el anciano supo cómo neutralizarle.- ¡Es ahora o nunca!

-¡Anciano bastardo!

-¡Blaine no!- Exclamó Wartortle intentando moverse, pero Weavile se interpuso en su camino.- ¡Muévete idiota, tu entrenador también se encuentra en peligro!

Weavile simplemente sonrío.- La misión y la paga es lo primordial, eso es lo que nos enseñó.

-¡Bastardo!

Magmortar no dudó y disparó nuevamente, observando como su ataque se dirigía rápidamente hacia ambos hombres.- (Blaine, agradezco de todo corazón todos los años que me permitiste estar a tu lado, te prometo que acabaré con el resto incluso si tengo que dar mi vida por ello).

-Tienes agallas anciano.- Comentó Hisao con un rostro serio, no… el hombre se veía furioso.- Pero no creas que te daré el gusto de irte como un héroe.

-Puedes decir lo que quieras Hisao, pero estos viejos brazos no te soltarán mientras estén atados a mi cuerpo impulsado por una ardiente voluntad.

-¿Oh? ¿Enserio?

SLASH

-¿?

-¡!

-¡Blaine!

-No…

Shiftry llegó a tiempo, en un abrir y cerrar de ojos había atacado los brazos de Blaine con su hoja aguda, la sangre no tardó en salpicarlos y con ello la fuerza en el agarre del anciano acabó. El pokémon tipo planta no tenía tiempo para escapar del ataque y por ende, tacleó a su entrenador para que saliera del rango de la llamarada.

BOOOM

El silenció se apoderó de la isla, todos atentos a que el humo se esparciera y ver como todo había terminado.

- Shiftry…- Mientras el humo se desvanecía, era visible la silueta de Hisao que revisaba el estado de su pokémon.- (Sigue vivo, pero su estado es crítico… requiere de un revivir para seguir combatiendo).

Las llamas no lograron afectarle, pero sí había alcanzado a calcinar sus objetos y con ello la oportunidad de curar a sus pokémon.

-Aun lo tenías ¿He?- Le habló al cuerpo calcinado del anciano, se aseguró de conectar unas patadas para liberar su frustración.- No es una muerta digna, pero al menos caíste en combate y eso siempre será honorable.

Hisao regresó a su pokémon, se enfocó en la batalla de Weavile contra el inicial de Kanto, para su sorpresa este último estaba repeliendo el ataque congelante de su pokémon girando a gran velocidad.

-Weavile detente, ya hicimos más que suficiente en este lugar.- En un abrir y cerrar de ojos su pokémon se encontraba a su lado, su mirada se enfocó en Wartortle que no tardó en revisar el estado de Blaine.- Es innecesario, su muerte fue casi instantánea.

-Blaine…- Los pasos de Hisao y el resto de los rocket captaron la atención del inicial, para su sorpresa se dirigían hacia la ruta 21.- (¿No seguirán combatiendo? No, actualmente si vivimos o no es irrelevante para ellos, acabaron con un líder de gimnasio y eso es lo importante… el pilar de la isla fue totalmente derrumbado).

Wartortle decidió estar en silencio y asegurar el bienestar de los habitantes de la isla, los refugios fueron alcanzados por las olas creadas por Tentacruel y los terremotos que logró crear Marowak, se lo debían a Blaine, salvarían a todos los que estuvieran a su alcance y más.

Pero Buizel no tenía las experiencias de Wartortle, no había vivido tanto y mucho menos situaciones como las que vivió el inicial junto a la policía de la región.

Y por esto estalló.

-¡Deténganse en este mismo instante! ¡Van a pagar por esto!

-¡Cierra la boca Buizel! -Ni siquiera soltó el apodo “cariñoso” para su colega, lo que menos necesitaba era que el ninja perdiera los estribos y acabara con ellos.- ¡Respeta la voluntad de Blaine, él dio su vida por su isla y por nosotros!

-¡Prefiero seguir su ejemplo y caer en combate!- Gritó lleno de cólera la nutria de Sinnoh, logrando captar la atención de los rocket.- ¡Prefiero eso en vez de encarar a Ash por permitir esto!

-Das un solo paso y me olvidaré de respetar la última voluntad del anciano.- Comentó el ninja sin siquiera girarse hacia los pokémon acuáticos.- Ni siquiera eres uno de sus pokémon, no tienes el derecho de reaccionar así.

Buizel gruñó y por un instante parecía que iba a dar un paso, pero el cambio de temperatura lo detuvo, captando así el vapor que salía de Magmortar, apretando su mandíbula con tanta fuerza que pareciera que iba a quebrarla en cualquier instante.

-Magmortar lo entiende, luchar es nuestro estado es un suicidio… hemos perdido por completo.

Buizel no podía calmarse, quería replicar, pero no encontraba las palabras indicadas para hacerlo, las emociones dentro de él llegaron a tal nivel que terminó mordiendo uno de sus brazos para intentar tranquilizarse.

No obstante, no podía hacerlo por su cuenta, fue en ese momento que un cabizbajo Totodile se acercó a él.- Ash estará triste, pero lo estará más si no logramos regresar con los demás... aún podemos ayudar a otras personas.

Buizel cerró los ojos para frenar las lágrimas que intentaban recorrer su rostro.- Pero… pero, no…

Hisao no fue ajeno al intercambio entre los tres pokémon, aun así, no se burló y se centró en su misión.- Sigamos, hay un pueblo con el que debemos acabar.

-Sí señor.- Exclamaron los rocket salvo un miembro, aquel era el antiguo líder de aquel escuadrón que seguía observando los tres cuerpos.

El ninja lo notó, deteniéndose para preguntar.- ¿Colegas tuyos?

-Sí, crecimos en esta isla…

-Ya veo.- Comentó tras un pequeño lapso de tiempo, mirando sutilmente como la tortuga intentaba consolar a sus compañeros por fracasar.- ¿Esperas una disculpa?

-No, claro que no… sé muy bien lo que somos para el señor Giovanni, ellos también lo sabían.

El ninja asintió complacido, no esperó que el castaño lo siguiera, el joven había destacado a lo largo de la batalla, conocía su lugar, comprendía cómo funcionaba la organización y por ende no vio la necesidad de obligarle a seguir combatiendo.- Has destacado, demostraste que no eres una herramienta fácil de reemplazar, pero ahora solo estorbarías, vuelve a una de las bases y prepárate para el próximo movimiento.

-Entiendo…

En unos segundos los rocket abandonaron la isla, algunos de estos observaron por última vez a su líder antes de seguir al shinobi.

Adlai lentamente se acercó a los cuerpos, captando la atención de Magmortar que había tomado a su difunto entrenador en sus brazos.

Teniendo un pequeño intercambio de miradas por unos segundos.

Wartortle y el resto lo notó, pero decidieron dejarlo en manos del pokémon de fuego y fueron a ver el estado de los habitantes de la isla.

Dejando al líder de escuadrón y al pokémon de fuego en completo silencio, mirándose hasta que el castaño hizo el primer movimiento hacia uno de sus hombres.

-Él era quién más entusiasmo ponía a encontrar a Blaine.- Murmuró más para sí mismo, recordando como su viejo amigo sobre pensaba los acertijos que habían descifrado para llegar a nuevas pistas. Acarició con cuidado el rostro de su colega caído antes de suspirar.- Fue quién más insistió en que no dejáramos la isla.

Magmortar lo observó con cuidado, controlando el impulso de sacar todas sus emociones golpeando al joven.- ¿Por qué sigues aquí? ¿No crees que ya hiciste suficiente?

Adlai pensó en muchas formas de responder aquella pregunta, más de una aseguraba que fuera consumido por las llamas del pokémon. Suspiró y con cuidado apartó su mano de lo que antes fue un buen camarada para él.- Tú mismo lo dijiste, ya fue suficiente… muchas vidas se perdieron, habrán más si se tardan en liberar a las personas de los escombros.

Magmortar frunció el ceño, queriendo bajar el cuerpo de su entrenador solamente para dispararle a Adlai.- ¿Y dejarte merodeando por aquí como si de tu casa se tratara? ¡Lárgate, lárgate ante que decida convertirte en cenizas!

El castaño tomó una de sus poké ball y con una mirada seria encaró al pokémon de fuego.- Marowak y Tentacruel no son mis únicos pokémon, me quedaré por un tiempo quieras o no.

La voz del pokémon de fuego se agravó, su temperatura corporal aumentó y se acercó al castaño con una mirada asesina.- Inténtalo mocoso, te quemaré a ti y a tus pokémon incluso si mi corazón deba derretirse para lograrlo.

El silencio volvió a invadir el lugar, hasta que Adlai bajó la mirada y susurró algunas palabras que Magmortar apenas fue capaz de escuchar.

-Solamente quiero que tengan un entierro digno…

No levantó la mirada, pero el castaño sintió que tras un tiempo el pokémon de fuego se había marchado en silencio cargando el cuerpo de Blaine permitiendo así que Adlai sepultara a sus camaradas caídos.

-o-

Staraptor y Gliscor llegaron demasiado tarde, al enterarse de la situación se lamentaron por ser incapaces de ayudar a sus camaradas. Aun así, entendían la situación y se enfocaron en la seguridad de los habitantes de la isla.

Hubo varias bajas, los pokémon de Ash debieron actuar rápido ignorando sus propias heridas para evitar más muertes y su tenacidad fue recompensada al final del día, con el amargo sentimiento del fracaso desvaneciéndose con las palabras llenas de gratitud de las personas del lugar.

La gente lamentó la muerte de su líder de gimnasio, cada uno dando su pesar a la tumba que había creado el Magmortar del difunto maestro de fuego, también notaron que el pokémon se había dado la molestia para enterrar a otros caídos.

Wartortle y el resto observaban a los habitantes de la isla desde cierta distancia junto a los pokémon de Blaine, apoyando en silencio a estos últimos que lamentaban la pérdida de su entrenador. El inicial de agua notó una chaqueta de los rocket quemándose lentamente entre las brasas, se hacía una idea a cuál tipo pertenecía, pero no buscó respuestas en Magmortar, simplemente se unió a la oración que le dedicaban al entrenador veterano y se dio el tiempo para rezar por sus compañeros.

Esperando que el apoyo policial llegara pronto para unirse a Pikachu y al resto.

Los demás imitaron la acción del pokémon tortuga, perdiéndose por completo de como cierta figura abandonaba la isla con paradero desconocido.

-o-

-[Es inútil ocultarse].- Juppeta comentó con burla, preparando una bola sombra hacia uno de los rocket que se ocultaban entre los arbustos.- [Puedo percibir su a kilómetros esos horribles sentimientos que los carcomen].

BOOOM

-[Cual es la gracia de oírlos gritar si soy incapaz de ver sus rostros].- Hizo una especie de mueca, tratando de hacer que uno de los hombres de Giovanni reaccionara de mala manera, pero ninguno se había atrevido en morder el anzuelo.- [Vaya, ignorando al primer cap ustedes son los más astutos que he enfrentado hoy].

Esperó una respuesta, ya sea verbal o como un ataque, pero no recibió nada y con un gruñido se preparado para consumir toda la ruta en llamas.- [Sí así lo quieren… ¡Me saludan al capi en el infierno!]

-Eres realmente molesta.

Juppeta detuvo su accionar de inmediato al escuchar esa voz, le era conocida, fue ese encuentro fugaz que tuvo el azabache en Ciudad Azafrán.- [¿Oh? Veo que hay alguien suficientemente hombre entre ustedes ¡Me gusta!].

La fantasma tomó distancia con alegría, frente a ella se había manifestado aquel pelirrojo que tanto malestar había causado a su “querido” entrenador.

-Sneasel se precavida, esta cosa es más fuerte que el último oponente que enfrentaste.- El pokémon de Silver asintió con seriedad, sus garras se afilaron y dedicó una fría mirada a Juppeta.- Veo que te has tomado muy en serio tu papel como guardiana del pueblo.

-[¿Eso es un cumplido? ¡Vaya, no suelo recibir mucho de esos!, Pero debo discrepar… permití que algunos pasarán para que causen algo de molestias, no quiero darle ningún segundo de descanso a cierta persona].

Silver levantó una ceja levemente curioso por aquellas palabras, pero como siempre se mantuvo silencio y le restó importancia.- ¿Me dejarás pasar entonces? Puedo asegurar que soy diez veces más fuerte que cualquier tipo que has enfrentado hoy.

Juppeta fingió estar pensando por unos segundos antes de soltar una pequeña carcajada.- [Lo siento, tú serás una excepción, todas esas emociones que intentar ocultar… son demasiado apetitosas ¡Apenas puedo contenerme!]

El pelirrojo sonrío ante esa respuesta, feliz que tuviera una oportunidad para que sus pokémon se fortalecieran antes de hacerle frente al azabache.- (Perfecto, por lo poco que he visto de ella es perfecta para superar mi límite actual).

No hubo más palabras, Sneasel se abalanzó rápidamente hacia Juppeta, quién gustosa imitó su acción iniciando así un brutal intercambio que solo los rocket ocultos eran capaces de admirar.

Entre ellos Katherine y su equipo, atenta a cada movimiento de los tres participantes de la batalla.

-Esto es un deleite.- Susurró complacida, le fue inevitable sonreír gustosa al ser capaz de ver al pelirrojo combatiendo.- Vamos Silver, danos la apertura que necesitamos para acabar con ella.

SLASH

SLASH

-¡Tajo umbrío!

-[¡Eso es peligroso!]- Chilló la fantasma feliz, repeliendo con dificultad los precisos ataques de su oponente.- [¡Pero yo lo soy más!]

-o-

-En este momento ya deben estar en Pueblo Paleta.

-Tks…

-Mi querida Lorelei, fuiste muy ingenua al pensar que podrías llegar hasta él sin dificultades.- Agatha se apoyó en su bastón, disfrutando de la frustración en su compañera que a pesar de sus esfuerzos era incapaz de liberarse.- De no ser yo serían las tres bestias, su hijo, tal vez hasta su antigua compañera y bueno… la lista sigue.

-¿Por qué? Dime porque haces todo esto.- Intentó forcejear, pero Gengar ocasionó un fuerte ardor en todo su cuerpo que la detuvo de golpe.- ¿Realmente vale la pena todo ese dinero que Giovanni te dió? ¿Qué hay de las vidas que se están perdiendo? ¿No te importa que Kanto llegue a su ruina?

Agatha solamente la observó por un momento, ordenando a Gengar que atacara tanto a Lorelei como a su pokémon.- Es por la región que estoy ayudando en todo esto, si seguimos así en menos de una década seremos historia. Unova, Kalos, Galar… todos ellos son potenciales enemigos, el pasado jamás se olvida por completo, ellos siguen fortaleciéndose y poseen acceso a poderes desconocidos para nuestra población, así que dime Lorelei… ¿Qué haremos cuando ellos hagan el primer movimiento? ¿Qué sucederá con nosotros cuando un lunático tenga acceso a estos poderes? ¡Dime! ¿¡Cómo puedo proteger nuestra región contra algo que nos supera a todos!?

-Eso… no responde del todo… mi pregunta.- Contestó con dificultad, la maestra de hielo apretó los dientes para silenciar su dolor, no le permitiría ese placer a su antigua camarada.- Aun así, sacrificar miles de personas para salvar a millones…

-Cargaré con esa carga hasta el día de mi muerte, cuando mis propios pokémon se aseguren que mi alma sufra en las profundidades del infierno.- Gengar captó el mensaje de su entrenadora y apretó su agarre en su presa, acabando con el poco aire que llegaba a los pulmones de Lorelei.- Incluso con la tuya querida… lo siento, pero con Lance y los entrenadores actuales seremos incapaces de protegernos de esos enfermos.

En su ataque, Gengar cubría casi por completo a la pelirroja y Cloyster no tardó en notar esto, por lo que de un veloz movimiento creó fuertes ventiscas que impactaron de lleno en el pokémon fantasma.

-¡Gengar!

El pokémon fantasma se vio obligado a soltar a su presa para proteger a su entrenadora, recibiendo de lleno el segundo ataque de Cloyster que sonrío levemente al ver que su entrenadora volvía a respirar, ahora no tenía razón para contenerse y lanzó una poderosa hidrobomba. Para su sorpresa su objetivo había desaparecido junto a su entrenadora, observó hacia sus alrededores, pero no había rastro del pokémon sombra; Lorelei le ordenó que saltara y ella obedeció automáticamente la orden de su entrenadora, saliendo ilesa de las garras que salieron del suelo.

-¡Ventisca!

-¡Onda tóxica!

Los dos ataques colisionaron creando así una gran explosión, Lorelei a pesar de sus heridas se mantenía alerta a cualquier movimiento, especialmente de su sombra, temerosa de volver a quedar en manos del pokemon fantasma.- ¡Cloyster, ve con carámbano!

-Adoro tu tenacidad, pero ya fuiste presa del miedo… tu esfuerzo es totalmente inútil.- Fiel a las palabras de su entrenadora, Gengar abandonó su forma física y se transformó en una especie de líquido negro que se abría paso entre cada trozo de hielo puntiagudo, la velocidad y reflejos de aquel pokémon era sorprendente.- Carecen de la velocidad necesaria para detenernos, tampoco te daré el tiempo necesario para congelarlos y mucho menos para que potencies a tu Cloyster.

-Tks…- Lorelei se mordió el labio, a pesar de tener todo en contra se rehusaba a perder de una manera tan lamentable.- ¡Ventisca!

El líquido tóxico detuvo su recorrido hacia el pokémon de hielo y se abalanzó sobre su entrenadora, protegiéndola del ataque congelante al recuperar su forma y recibir por completo el movimiento de hielo; terminando congelado por completo para sorpresa de Agatha.

-Me sorprende lo rápida que te has vuelto para congelar a tus oponentes.- Agatha nuevamente golpeó el suelo con su bastón, provocando que los ojos de su pokémon brillaran con un intenso color rojo; tras esto el sarcófago de hielo comenzó a derretirse rápidamente por las tóxicas de Gengar.- Pero contra mis pokémon es completamente inútil.

Lorelei no se molestó en contestarle, en cambio aprovechó estos segundos para regresar a su pokémon y sustituirlo por otro que tenía mayores posibilidades contra Agatha.

El monstruo de bolsillo conocido como la reina de las nieves: Froslass.

Agatha mostró ligera sorpresa ante la contraparte evolutiva de Glalie, no esperaba que la maestra de hielo hubiera agregado nuevas adiciones a su equipo.- (Eso explicaría su ausencia por tanto tiempo, vaya… es bueno saber que aún se tome en serio su profesión).

-Giovanni no es la respuesta para ese Kanto que buscas.

-Lo sé muy bien, pero su accionar puede crear el camino para que los sobrevivientes lo recorran.

-Agatha…

La anciana sonrío, su pokémon se posicionó a su lado haciendo explotar su energía simplemente para demostrar su gran poder.- Supongo que ya te haces una idea querida, si gana Giovanni o no me es irrelevante; al final de este día Kanta cambiará y con ello el accionar de cada uno de ustedes.

Lorelei frunció el ceño, su alrededor se congeló y tanto ella como su pokémon mataban con la mirada a sus oponentes.- Llegar tan lejos por algo como eso… ¡Es imperdonable!

-Ven querida, muéstrame que puedes ser una diferencia.

-¡Froslass!

-¡Gengar!

-¡Bola sombra!- Exclamaron ambas maestras al unísono.

BOOOM

-o-

Noticias de último minuto: La región de Kanto se encuentra bajo ataque, los responsables de tal acto es la organización criminal conocida como el equipo rocket.

Nuestra información es escasa, cada intento por adentrarnos ha sido destruido por los pokémon pertenecientes a estos terroristas; pero si sabemos que ninguna ciudad o pueblo se ha salvado de este cruel ataque. La zona más perjudicada hasta la fecha es Isla Canela siendo presa de movimientos sísmicos que causaron derrumbes y fuertes olas que afectaron la isla; es muy probable que varios habitantes hayan perdido la vida en estos últimos acontecimientos.

Se les recomienda a los habitantes de las regiones vecinas que sean cuidados, Johto también ha sido víctima de los rocket y no sabemos si el resto de regiones serán los siguientes objetivos.

La policía internacional ha comenzado a moverse, pero aun no recibimos respuesta oficial de algún comandante del departamento de justicia; lo mismo se puede decir del campeón y protector de la región de Kanto: El maestro de dragones Lance.

Los mantendremos informados con cualquier acontecimiento, de corazón esperamos que la gente de Kanto puedan ver el sol por un día más.

-o-

¡Hola de nuevo! ¿Cansados por la lectura? ¡Descanse un poco, hidrátese y de ahí vuelva a leer esto!

¿Listo? Bien, entonces unas palabritas… ¿Qué les pareció?

Personalmente unas partes del capítulo no me convencen, es más, varias cambiaron en el transcurso del tiempo y sucedió algo similar al episodio 21 con la escena de Noctowl interactuando con Juppeta. La batalla contra Hisao sería más duradera e incluso se unirían Staraptor y Gliscor, pero decidí descartarlo al no aportar mucho y me sería más complicado crear una oportunidad para que el ninja acabara con Blaine.

Podría decirse lo mismo con los pokémon de Giovanni, ya se habían lucido en el episodio anterior y en este estaban en mayor desventaja… aunque eso tuvieron que notarlo porque son listos ¡tkm!

Aunque no negaré que disfrute de escribir el inicio del episodio, la escena de Ash reaccionando a tiempo con Pidgeot, el diálogo de Lorelei y Agatha, el desenlace de la batalla en Isla Canela e incluso las escenas de Juppeta me fueron disfrutables de hacer.

Dejé muchas cosas en el tintero, seguramente las suba más adelante; cuando este de buen humor para recrear las escenas originales xD jaja

Tenía pensado subirlo más adelante, pero sinceramente ya han esperado bastante y yo también andaba algo ansioso por publicar algo, también estaba el hecho de que Shiro, Maelo y Ray se encuentran ocupados por asuntos personales, lo que es entendible y realmente lo prefiero así, que sigan enfocándose en ellos mismos y crear su caminito para el éxito.

Como siempre me quedan muchas cosas que decir, al llegar a esta parte uno está agotado de la vista y tanto ustedes como yo xP

¡Gracias a Shiro y a BboySonGoku por su ayuda! Como siempre dejaré los enlaces aquí abajo: 

BboySonGoku

Shiro

Para el siguiente episodio por fin veremos al sexto pokémon enviado por Giovanni, aunque este ya lo reveló en su dialogo, no veía razón para seguir ocultándolo cuando el “Boss” ya hizo otro movimiento para controlar al azabache.

También veremos que sucede en las otras ciudades, más batallas, el desenlace de varias batallas, el inicio de otras y quizás… solo quizás la reacción de ciertos personajes al enterarse de lo sucedido con Kanto.

Y recuerden… ¡Akai les desea unas felices fiestas! ¡Abracen a sus padres, insulten a sus hermanos y agradezcan a mamá coco!

¡Se me cuidan!  

-o-

Episodio anterior. 
Siguiente episodio.