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También te pueden interesar mis otras historias, ya sean de Pokémon o Ranma 1/2 que están en la sección de "one-shot".
-o-
¡Hola muchachos! ¿Qué tal?
Hace un tiempo que no nos leemos, lamento eso en parte, porque si les soy sincero... me he enfocado más en mi cuando me sobra el tiempo, cosa que me ha servido bastante para no salir tan molido del trabajo o simplemente que mi humor no decaiga.
¿Algo interesante que contar? No tengan miedo de hablar los que tengo en Facebook, puedo parecer un tipo desagradable (Que lo soy en parte) pero ustedes se merecen solamente dulzura por apoyarme en estas cosas y por su paciencia.
He estado pensando en hacerme un Discord, digo es más de "chavos" y me sería más sencillo comunicarles cuando se haya publicado xD ya veré como lo hago. Por otra parte, me gustaría pedirles que quién aun no siguen el blog lo hagan, al menos quiero llegar a los 20 o 30, si llegamos a eso prometo publicación si o si cada 90 días mínimo.
¡Y me estoy arriesgando! (Que no se note mi buen humor ¿He?)
Bueno antes de pasar a la mención de los comentarios, quisiera explicarles la "cronología" de estos últimos episodios. No es tan complicado, pero mejor que quede claro y evitas futuras dudas; la cosa es que casi todo lo que sucede aquí transcurre casi en el mismo tiempo de los eventos del último episodio, tanto como la mayoría que muestre en posteriores episodios.
La batalla por Kanto no creo que dure más de unas tres a cinco horas, tiempo suficiente para que todo se vaya a la ñonga, de todas maneras... obviamente habrán eventos que sucedan posteriores a otros, suena redundante pero quiero asegurarme que quede claro(?)
Bueno se que son inteligentes y seguramente se hubieran percatado de esto solamente con las dos primeras escenas de esta actualización.
Ahora... ¡Prosigamos con los comentarios!
Gracias a cada una de sus palabras muchachos, pero desde ahora pienso recalcar a los "top 3" solamente (De todas maneras, siempre trato de responder cada comentario que dejan en los episodios).
Así que... la medalla de bronce se la lleva "Master X", resalta varias cosas como siempre y aprovecha de recalcarme lo que quiere ver en el futuro con las chicas xD (Marrano).
El segundo lugar es para "Barkra" , un veterano que llevaba tiempo sin comentar y volvió bien chingón, resaltando varios puntos, lo que le gustaría ver o teoriza lo que puede suceder en un futuro, pero más importante... ¡Darse el tiempo para comentar sobre cada uno de los integrantes del akaiverse!
Todos mis amigos y yo, te lo agradecemos men.
Y la medalla de oro por más de seis meses, sigue siendo para "Anbludx" ¡Alguien por favor quítele el trono!
Como siempre se da tiempo para hablar de varios personajes, se percata de algo bastante pequeño pero particular que ocurre y casi acierta en lo que puede suceder en el futuro... casi.
Además de hacer comparación con otros "trabajos" del blog, cosa que no negaré... me hace inflar el pecho de manera engreída.
¡Gracias a todos!
¿Humm? ¿Qué pasa?
¿Dicen que hago esto solamente para incitar la competencia sana? ¿Pero principalmente para inflar mi ego y que me sienta bien?
N-no te voy a decir que si... pero tampoco te voy a decir que no xD
¡Hahahaha! Ya dejando el relleno y la payasada... ¡Disfruten del episodio!
PD: ¡Lean las notas finales!
-o-
-Mmmm…-
Estoy bastante desorientado, algo normal si tomo en cuenta que acabo de
despertar y con movimientos torpes, deslizo mi mano derecha en busca de mi
poké-gear.
¡Bingo!
Al
encender la pantalla me lastima un poco los ojos, aunque no tardé en adaptarme al
brillo de la pantalla y pude ver la hora sin problemas.
Y no
tardo en quejarme… ¿Cómo mierda terminé despertándome a las cinco de la mañana?
-Golbat…
¿Tienes algo que ver con esto?- No es la primera vez que lo hace, usualmente es
ella quién me despierta para ir a mi trabajo en Ciudad Carmín.- Golbat.
Enciendo
la lámpara con forma de Bellsprout, lo que inevitablemente me recuerda que no
me encuentro en mi habitación y en los últimos sucesos de mi vida.
Días
libres, aprovechar de ponerme en forma junto a mis pokémon y visitar a uno de
mis hermanos pequeños en Ciudad Verde.
No me
quejo, me han recibido bien y esta ciudad es bastante tranquila… con gente algo
paranoica, pero eso es todo.
En fin,
con el aumento de iluminación logro notar a mi compañera observando hacia la
ventana.
-¿Sucede
algo?- No recibo respuesta, es más, mi pokémon ni se molesta en girar hacia mí.
En otras
palabras me está diciendo que lo vea por mí mismo y entre bostezos me acerco a
su lado.
Cuando
estoy a punto de abrir las cortinas, Golbat me regaña y entre gestos me
advierte que sea cuidadoso ¿A qué se refiere?
-¿El
cambio de temperatura te afectó?- Intento bromear, pero solo me frunce el ceño
y dicen que yo soy el amargado.- Bueno… lo haré a tu manera.
Al
deslizar la cortina mi sonrisa no tarda en desaparecer.
¿He?
-Eesos…
n-no son…- Apenas me salen las palabras, seguramente por la sorpresa que pronto
se convertirá en miedo.
¿Qué
hace el equipo rocket deambulando por esta ciudad?
Ver a
esos tipos en sí no me asusta si no, todos los pokémon veneno que los
acompañan.
Bueno
ellos y las armas que poseen cada miembro de esa maldita organización.
-¿Es un
sueño verdad?- Miró a mi pokémon que solamente me otorga una mirada seria,
acabando así con todas mis esperanzas que esto esté ocurriendo solamente en mi
cabeza.- Golbat…
Y por un
buen tiempo, no hago más que observar por la ventana, tragándome mi temor para
no afectar a mi compañera.
Podía
hacer una llamada a la policía, advertir a los vecinos e incluso crear una
estrategia para llamar la atención de toda la ciudad utilizando a mis escasos
pokémon.
Pero no
hago nada de eso, mi cerebro se congela y se cuestiona varias cosas.
Puedo
ver como los Raticate se adentran en los departamentos por las tuberías, los
Golbat acechaban por el cielo con cautela y los Grimer se adentraban a la casa
por cualquier orificio sin ningún problema.
Esto
último me deja un amargo peso dentro de mi estómago.
¿La
policía? ¿El líder de gimnasio?
¿Dónde
están?
¿Por qué
está ocurriendo esto en primer lugar? ¡Cosas así solo pasan en la ficción!
¡Esto es demasiado irreal!
Golbat
me aparta de la ventana, acabando así con aquellos pensamientos que crecían en
mi cabeza.
Me
encara, molesta de verme perder el control tan fácilmente…
Si…
incluso yo me siento patético.
-Yo… lo
siento…- No sé qué más decir, estas cosas siempre las veo desde la perspectiva
de un observador, nunca piensas que estarás en una situación como esta.- Voy a…
Con
torpeza me visto con algo cómodo y tomó mis poké ball, al igual que el cuchillo
que compre hace unos meses.
Soy un
hombre, debo darle prioridad a la seguridad de los demás.
PAAAM
Me
golpeó repetidamente en mis mejillas, para apartar por un tiempo cualquier
pensamiento negativo que crece dentro de mí.
-Bien
Golbat, despertaré a los demás y les diré que vayan al hatico.- Tomó la poké
ball de mi Persian y lo libero de esta, como era esperarse de ella, ya está al
tanto de la situación.- Quiero que tú y Persian protejan la puerta principal.
Si
aparece cualquier inconveniente a un tengo a Growlithe para defenderme, aunque
quisiera no hacerlo, no solamente porque estoy al tanto de que no poseo la
habilidad que tenía cuando era un entrenador, sino que mi can de fuego podría
causar un incendio del cual quizás no podremos escapar.
-Estaré
con ustedes enseguida.- Ellas asienten y pronto salimos de la habitación.
Corro
con toda la velocidad que me permite mi cuerpo, pensando en las palabras que
debo utilizar para no causar pánico en la familia.
Pero…
¿Realmente existen aquellas palabras?
Incluso
no sé si seré capaz de hablar sin que el miedo se refleje en mi voz.
Dios…
¿Podré resistir hasta que intervenga la policía?
-¡!- Mi
mente es iluminada por la imagen de mi hermano pequeño, aquel que me ve como
alguien ejemplar, el que imita mis frases y gestos.- Tks…
Ese niño,
a quién se le iluminan sus ojos cada vez que voy a verlo, quién recalca que soy
su persona favorita… ¿Voy a fallarle?
No…
No
pienso hacerlo.
¡A él
no!
-¡Rocket
hijos de puta!- Abrí la puerta con brusquedad, sobresaltando a la matriarca de
la casa y a sus dos hijos, no les doy tiempo para replicar y les doy a conocer
la situación.
Tomó a
mi hermano entre mis brazos y no tardó en liderarlos hasta el hatico.
Les
prometo que alejaré a esos bastardos, con un pulgar arriba y una sonrisa
dedicada a mi hermano corro hacia la puerta principal.
Aparto
las dudas y el miedo de mi mente… ¡No los necesito ahora!
Algo
ardiente crece en mi pecho, trato de aferrarme a ese sentimiento para hacerle
frente a esos malparidos que se atrevieron arruinar mis días libres, pero más
importante… la tranquilidad de mi
hermano.
La ira
no me hará mejor combatiente, pero si me dará el valor para confrontarlos.
Al
llegar noto como algo viscoso y de color purpura entra por debajo de la puerta,
mi mirada se endurece y mis pokémon se preparan para luchar.
-Hay que
llamar la atención… la gente debe reaccionar a tiempo para defenderse.- Aun
debo agradecerle a Golbat por despertarme, al salir de esto los llevaré a todos
a comer un helado en los puestos de Carmín.
Cuando salga de esta.
![]() |
Dibujado por: Ray (Cadmo) |
Jeh… usualmente es lo que dice un personaje antes de morir.
Los
Grimer entran y no parecen sorprenderse, mucho menos intimidarse al vernos…
¿Nos menosprecian?
Hijos de
puta.
-¡Aire
afilado Golbat!
-o-
Gracias
a ese grito que dio inicio a una batalla, varios habitantes de la ciudad
despertaron antes de lo esperado, los pocos combatientes de la ciudad
intentaron hacerle frente a esta amenaza, pero no tardaron en ser superados.
En tan
solo unos minutos, los rocket estaban tomando el control de la ciudad.
La
policía al dar el primer paso fuera de la estación se vieron rodeados por un
gran grupo de pokémon.
-¡Rápido
informen a la oficial!- El capitán de aquel grupo no tardó en lanzar a su
Machoke al combate.- ¡Los demás, prepárense para combatir!
-¡Sí!
-Hmmp.-
El capitán de los rocket lanzó a su Hypno al combate, con una sonrisa algo
macabra dio la orden de atacar a su pelotón.- ¡Es hora de tomar lo que nos
pertenece!
-¡Por
Ciudad Verde/Por el equipo rocket!- Exclamaron ambos grupos antes de lanzarse
al ataque.
Todo
mientras se escuchaba gritos de pánico, maldiciones y explosiones por toda la
ciudad.
-o-
Pokémon XY&Z:
Second Chance.
Episodio 21:
¡Inicia el ataque! ¡Cuidado Kanto!
Parte 1
-o-
Los
monstruos de bolsillo nunca paraban de evolucionar.
Ya sea
para adaptarse a un nuevo ambiente o para ser más eficientes combatiendo.
Logrando
aprender ataques que su especie jamás pudo ejecutar en el pasado, desarrollando
un tipo elemental secundario e incluso logrando adaptar ataques del tipo normal
a su propio elemento.
Su
capacidad de mejorar los han llevado a un punto de incluso reemplazar su
habilidad por defecto a una más efectiva.
Las
últimas capturas del entrenador de Noctowl son buenos ejemplos de aquello.
Ninetales
poseyendo un control del clima muy similar al que poseía el devastador Groudon,
aunque en una menor escala aquello seguía siendo sorprendente.
Y
Banette… llevaba aquel proceso evolutivo a escalas nunca antes vistas.
Noctowl
se maldecía internamente por estar tan lejos de lograr tales hazañas.
El ave
icónica de Johto maldecía a su especie por encontrarse aún a medio camino.
Con el
paso de los años, su especie fue capaz de aprender todo tipo de movimientos del
tipo psíquico. Siempre se había sentido orgulloso de aquel logro, pero ahora
desearía poder superar tales límites y obtener ya de una vez el psíquico como
tipo secundario.
Su
habilidad en combate aumentaría bastante por varios factores, pero actualmente aquello
era algo irrelevante para el pokémon variocolor.
Ahora
deseaba con todas sus fuerzas ser del tipo psíquico para saber lo que sucedía
con Ash y Juppeta.
-[Puedo
detectar cuando una emoción domina al resto].- Esto le daba pistas de quién
dominaba la conversación.- [Pero puedo interpretarlo de varias maneras…
terminaré más confundido que antes].
Noctowl
es inteligente y astuto, pero no puede llegar a una conclusión con pistas tan
ambiguas.
Podía
percibir todo tipo de emociones por parte de ambos, ira, odio y luego calma…
para luego volver nuevamente a la ira.
Pero
sobre todo aquella aura siniestra que solamente deseaba matar.
-[Aunque
no fui el único].- Sus ojos se dirigieron hacia el resto de sus compañeros que
lo acompañaban en la guardia, cada uno ansioso por interferir en la habitación
del azabache.- [Mantengan la calma, Pikachu, Beedrill e Infernape están con
él].
Aunque
intentó trasmitir calma en sus compañeros, Noctowl ya tenía preparadas sus alas
para lanzar afiladas ráfagas de aire contra Banette.
-[¿?]-
Para su sorpresa, lentamente aquel instinto asesino comenzó a desaparecer de la
habitación y desde ese punto todo comenzó a ir con calma.- [Qué extraño… no
puedo diferenciar las emociones que están sintiendo en este momento].
Había
dos respuestas a tal hecho; que tanto Ash como Juppeta lograron un control
total de sus emociones y lograron llegar a un acuerdo sin ninguna represalia.
Muy
bonito para ser verdad.
Noctowl
se cargaba hacia su segunda opción; las emociones eran tan complejas que le era
incapaz de descifrarlas con su pobre dominio en habilidades psíquicas.
Le
disgustaba ser un mero observador, sobre todo al percatarse de los planes de
aquel siniestro ser conocido como Juppeta.
Quería
destruir o al menos debilitar el lazo de confianza que poseía Ash y sus
pokémon, cosa que podría suceder al utilizar aquel odio que oculta Infernape en
lo más profundo de su ser y también, por aquello que su entrenador dará a
conocer tras esta batalla.
Aquellos
detalles que había omitido sobre aquella historia que había narrado antes de
partir al monte plateado.
-[Esa
Banette jamás se detendrá… no hasta que sumerja a Ash completamente en la miseria].-
Noctowl predecía ataques sutiles de parte del pokémon fantasma, tales como lo
había hecho con Gary en Ciudad Celeste provocando una pequeña riña entre ambos
jóvenes.
Pero en
esta ocasión, se enfocaría en Ash e Infernape.
No…
quizás iría más allá.
-[Mientras
más tiempo pase con nosotros se nos hará más difícil ocultarle esas
emociones].- Infernape no era el único que ocultaba emociones oscuras, por
supuesto que no, el propio Noctowl guardaba pensamientos y sentimientos hacia el resto.- [Cuando aquellas emociones sean del conocimiento de Juppeta nos
volveremos sus marionetas].
Aquello
que ocultaban, destruiría la armonía del equipo por completo, había envidia,
rencor y dolor que aún no sana.
Pidgeot
aun siente aquel resentimiento contra Charizard, pero trata de dejarlo a un
lado por el azabache.
Quilava
envidia ligeramente al resto de pokémon de fuego, cada uno de ellos destacaba
de una forma en la que él es incapaz de competir.
Y por
último había dolor, que se manifestaba de distinta manera en cada uno de ellos.
Steelix
sufría en silencio la perdida de sus crías, solamente siendo consolada por
Gabite, Totodile, Ivysaur y el propio Ash.
Bayleef
eran quién más sufría por la ignorancia que parecía mostrar Pikachu ante el
accionar del azabache en el monte plateado, Noctowl le entendía pero no
compartía el sentimiento.
-[Banette
puede hacer que todo esto nos explote en la cara].- Había varias cosas que
debían solucionar, necesitan a su entrenador pero también saben que no es el
momento.
El lazo
que poseía cada pokémon con Ash era férreo, pero el que tenían entre ellos era
delgado y frágil como un cristal.
Y
Banette se percató de aquello.
Una
amarga sensación comenzó a ejercer dentro de Noctowl, el llegar a tal
conclusión provocó que viera a Juppeta igual de amenazante que la organización
de Giovanni.
O quizás
como un peligro mayor a estos.
-[¿Mmm?]-
Noctowl poseía la habilidad vista lince,
la cual le otorgaba un gran aumento de visión y no tardó en detectar como una
figura azulada abandonaba la casa de Ash a una gran velocidad.- [Supongo que
llegaron a un acuerdo ¿He?]
Solo fue
un instante, quizás no mayor a dos segundos en los que Banette encaró al otro
pokémon variocolor. Un breve momento en que sus miradas se encontraron y solo
eso bastó para decirse decenas de cosas.
En
ningún momento el pokémon fantasma sonrió confiado, reconociendo para sí mismo
que Noctowl era un oponente peligroso a su manera y solamente en silencio
abandonó el pueblo.
Mientras
tanto el Buhó de Johto endureció la mirada luego de que Juppeta confirmara sus
sospechas.
-[Nosotros
los pokémon no paramos de evolucionar].- Aquello era cierto, pero Noctowl
comenzaba a pensar que aquella Banette tenía un rango de mejora terrorífico
comparado a cualquiera de sus colegas.- [Ella se adapta más rápido que
cualquiera de nosotros… Ash, será mejor que ya tengas planeado algo en contra
de ella].
De no
ser así, el propio pokémon volador se encargaría de acabar con Juppeta antes de
que fuera demasiado tarde.
Pero ya
habría tiempo para lidiar con aquello, no… con ello y todo lo demás.
Guardó
aquella inquietud dentro de sí y se enfocó en lo primordial.
Lidiar
con Giovanni y sus hombres.
-o-
Juppeta
desaceleró en el instante en el que se había adentrado en la primera ruta de la
región.
No
encontró señales de vida en la zona tal como en el día anterior y a primera
vista, lo único que había cambiado era la atmosfera del lugar.
Era más
inquietante, levemente familiar para la fantasma.- [Me recuerda un poco al
silencio del monte… ¡Awwww, me siento algo nostálgica!]
Con gran
entusiasmo saltó a la rama del árbol más cercano, para luego saltar a otra y así
abrirse paso hasta Ciudad Verde.
Volar
hasta allí revelaría su existencia a la experta en pokémon fantasma, quizás
hasta el propio Giovanni, Silver y algunos de sus hombres serían capaces de
percibir su energía.- [Es extraño, pero esto realmente me estimula… quizás
obedezca a Ashy más a menudo].
Sonrío
un poco al recordar el ambiente de la habitación de su entrenador, seguramente
el roedor le hizo pasar un momento bastante emocional a su “marioneta”
favorita.
-[Una
lástima que me lo haya perdido].- Tampoco era ajena a las miradas que le dieron
algunos pokémon, trató de no pensar mucho en ello, pero siempre volvía a
recordar la mirada de Noctowl.- [No me temen, sobre todo ese búho… siento como
si hubiera visto a través de mí].
Una
pequeña mueca se manifestó en su rostro, por un instante pensó en ir a encarar
al otro pokémon variocolor y atormentarlo por un rato; pero algo la detuvo de
hacerlo quizás su subconsciente o instinto.
Quizás
ambos.
Juppeta
sentía que la única que saldría mal parada en aquel encuentro sería ella, de
alguna forma lo vio cuando se encontró con los ojos de Noctowl.
Anteriormente
había pecado de impulsiva e incluso de ingenua, actuando sin pensar en las consecuencias
de sus acciones. Ash y sus pokémon no eran como los habitantes de aquella
montaña, no se cegaban por sus instintos y por ende, no podía manejarlos a su
antojo y aquel error tan simple le había costado caro.
Maldijo
su actuar, había sido divertido y sus acciones llevaron a eventos interesantes
de ver, pero a cambio dio a conocer un punto débil que Ash no dudaría en usar
en su contra.
Estaba
bastante vieja para tales fallos y aun así, pareciera que Juppeta jamás
aprendería.
Como si
fuera un juguete defectuoso.
-[Tks…]-
Tal pensamiento la irritó e inconscientemente aumentó la fuerza de sus saltos,
destruyendo las ramas en el momento de deslizarse a otra.- [Has ganados estas
rondas, pero no será así para siempre Ashy].
El
azabache seguía pecando de ingenuo en varios ámbitos, uno de ellos es la
confianza ciega que posee en sus pokémon y en el juicio de estos.
Infernape
empatiza con el dolor de Juppeta, porque se ve reflejada en ella… siente que
pudo terminar como la fantasma sino fuera por el azabache y el resto de sus
compañeros.
-[Ash
cree que solo me aprovecharé del odio de su pokémon, muy grave error… ella me
ha otorgado el escenario perfecto para fortalecerme].- Sus combates serían
escasos, aquello se introdujo en su mente desde que fue capturada, aun así
había pensado que su fuerza y habilidades serían suficientes para convertir al
azabache en su marioneta.- [No cometeré el mismo error, seré paciente y a decir
verdad, Ashy se lo ha ganado].
Otra
cosa que no esperaba había sido desarrollar un leve respeto por el chico, tanto
para expresar algunas de sus verdaderas intenciones y analizar el cómo
reaccionará a estas.
Juppeta
seguía siendo un pokémon, por muy corrompida que estuviera sigue compartiendo
cualidades que poseen sus semejantes y una de ellas es la pasión por los
combates.
El
combatir es esencial en la vida de todo pokémon, ya sea para desarrollarse,
divertirse o simplemente desahogarse.
Y al
igual que otros monstruos de bolsillo, ella podía sentir respeto por un
combatiente.
Ash se
estaba convirtiendo en un combatiente digno, quizás lo suficiente para poder
acabar con la existencia de ambos.
Sería un
final bastante… ¿Satisfactorio?
![]() |
Dibujado por: Azure Shiro. |
-[Estoy
divagando más de lo usual].- Murmuró antes de cambiar nuevamente a su forma
humana, aun nadie abandonaba la ciudad vecina y los rocket no dudarían en
atacar a una “frágil chica”, en el momento que entraran en el rango de Juppeta
sería el final para ellos.- [Pero… en algún momento aquello debe ocurrir y de
ser así, quisiera caer ante Ashy o contra ese
desgraciado].
¿Honor?
¿Orgullo? ¿Digno luchador?
Todo
aquello debería ser desconocido para ella.
O al
menos eso deberían pensar los pokémon del azabache, razones tenían varias y
bien justificadas por el comportamiento de la fantasma. Si los demás hubieran
escuchado a Juppeta no le hubieran creído, después de todo; había dejado en
claro que el entrenador de Pueblo Paleta no era más que un mero juguete para
ella.
Un
juguete con el que podía hacer lo que quiera, golpearlo, insultarlo, lanzarlo e
incluso destrozarlo.
Igual
como lo habían hecho con ella en el pasado.
Quizás
ella era la primera de su especie en ser creada, no lo sabía a ciencia cierta
ya que jamás había tenido contacto con otro Banette.
Seguramente
hubiera “nacido” antes de no haber sido por el cariño de Nozomi, aunque en ese
tiempo ya había desarrollado consciencia gracias a la energía negativa que
reunió siendo una muñeca de trapo.
Era
irónico, si Nozomi no hubiera sido tan buena con ella se hubiera desarrollado
antes como una “Banette” y hubiera logrado salvarla de aquel incendio.
Pero de
ser así… ¿La hubiera salvado? O ¿Se hubiera asegurado de que muriera calcinada?
Este
último pensamiento la estremeció y trató de borrar aquellas ideas de su cabeza.
-[Ya
inició].- Podía sentir el pánico, el miedo y el horror de los habitantes de
Ciudad Verde, lo estaría disfrutando de no ser porque su mente estaba enfocada
en el pasado… estos gritos se asemejaban bastante a los que dieron los humanos
en aquella torre.- [Al parecer hay cosas que nunca cambiarán].
El miedo
hacia relucir la verdad naturaleza del ser humano, incluso la persona más
confiable del mundo te dejaría a tu suerte con tal de asegurar su bienestar.
Son
seres egoístas por naturaleza, individualistas e hipócritas… a ella le
asqueaban los humanos.
La
imagen de adultos dejando a los niños a su suerte pasó por su mente, haciendo
que la idea de consumir la ciudad en llamas fuera bastante apetecible.
Estaba
tan cegada por su odio, que no se percataba que ella podía percibir fácilmente
emociones negativas… Juppeta era ajena a las demás emociones que había dentro
de los habitantes de la ciudad.
Había
desesperación, pero esta era causada por no poder proteger a sus seres
queridos.
Por
perder todo lo que habían conseguido con esfuerzo y sacrificio.
Era
ajena al valor de los jóvenes, madres, padres, abuelos, hermanos mayores y
pokémon que daban cada parte de si para proteger a quienes apreciaban.
No veía
la determinación de los oficiales y bomberos con su deber.
Si fuera
más abierta al mundo… lo vería, pero era más sencillo aferrarse al odio y al
dolor.
Juppeta
realmente no quería ver el esfuerzo de aquellas personas.
Y si lo
viera… ¿Realmente cambiaría su forma de ser?
Subió a la
punta del árbol más alto de la zona, logrando ver gran parte de la ciudad desde
tal altura.
Ciudad
Verde había cambiado bastante desde su última visita hace algunas horas.
Esta
actualmente era un caos; casas consumidas por las llamas al igual que los
árboles de la ciudad.
Tiendas
reducidas a escombros.
Toda la
ciudad estaba siendo cubierta por una gruesa cortina de humo causada por las
llamas, como también por los ataques de los Koffing y su evolución.
Los
policías perdían terreno con cada acción de sus oponentes, era cosa de tiempo
para que fueran completamente derrotados.
Aun así…
no daban señales de retroceder.
-[…]-
Incluso Juppeta, fue capaz de ver la tenacidad de aquellas personas.
No hubo
una sonrisa burlesca, ni un comentario sarcástico por parte de la fantasma, es
más; su mirada tenía una pizca melancolía y mostraba ligeramente remordimiento.
Aún
estaba atrapada pensando en el pasado.
Banette
nace a causa del despecho, por el odio de ser abandonado a su suerte y al
sentirse utilizado, engañado por aquel falso afecto que demostró su dueño por
él.
Un ser
humano no puede amar a un objeto, ellos lo sabían y aun así… caían ante las
caricias de aquellos niños.
Juppeta
nació por el odio, pero el motivo fue muy diferente a los demás de su especie.
Ella sentía odio consigo misma al no poder protegerla, odio por cada humano que
dejó a Nozomi a su suerte y ese odio aumentó más al ver que aquel legendario no
hizo nada para aliviar el dolor de su dueña.
Ho-oH
solamente observó con pesar como aquella niña era consumida por las llamas,
para luego encarar a lo que en antaño era Juppeta.
Fue el
único testigo de ver como todo ese odio se convertía en energía.
¿Había
nacido con el propósito de protegerla o para vengarla?
No lo
recordaba realmente, pero al final no importaba ¿Verdad?
-[Tardé
demasiado para salvarte… el vengarte no cambió nada].- El dolor y la rabia
seguía ahí, no disminuyó al acabar con la mitad de los habitantes de Ciudad
Iris, hasta que el protector de la ciudad casi acaba con ella, obligándola a
huir hasta lo más profundo de Johto.
El monte
plateado.
Los días
se convirtieron en semanas, meses y años.
En ese
tiempo desarrolló la necesidad de luchar, comer y dormir; también otras
emociones aparte del odio.
Y sin
darse cuenta, comenzó a sentirse atraída por tales emociones.
El
miedo, el pánico, el odio, el arrepentimiento, la envidia, la culpa, todas
estas y más, eran música para Juppeta.
Si
alguien no las tenía… ella obligaba a sentirlas.
Juppeta
sentía que era karma en su estado más puro.
Ahora
los humanos sufrían lo mismo que su especie y las que muchas otras han sufrido
a causa de ellos.
Ash no
era la excepción… el chico tenía un objetivo “heroico”, pero más que nada por
obligación, por querer remediar lo que causó su propia incompetencia.
De haber
ganado aquella batalla con Lysandre… ¿Ash hubiera cambiado?
No.
Juppeta
sabía que no lo hubiera hecho.
-[Un
paso adelante, dos para atrás… eso te resume Ashy].- Negó con la cabeza,
recordar el pasado hizo que su pecho ardiera… casi tanto como el fuego que
consumió todo en aquel día.- [Y pensar que te estaba viendo como un oponente
digno… Jeh ¿En qué estaba pensando? ¿Tanto me afectó estar encerrada?]
El tono
sin emociones del inicio fue reemplazado por uno molesto, al menos hasta la
última pregunta donde pasó a ser una voz quebrada, temerosa… debilitada.
Su
rostro se elevó, como si tratara de encarar al propio cielo con aquella mirada
llena de resentimiento.
-[No
creas que he olvidado esa humillación, vivirás, pero lo harás hasta que yo decida matarte].- Su objetivo era
fortalecerse y asegurarse de que el azabache la tuviera difícil, ya sea con
Giovanni, Silver o ambos.- [¿Oponente? ¡Jah, solo eres una de las tantas
marionetas que he obtenido en estos años!]
Lo
exclamó al cielo, sin importarle si llegaba a captar la atención de los rocket,
es más… ¡Sería perfecto para ella!
-[Todos
los juguetes se rompen… tu no serás la excepción].- Sus ojos rojos brillaron
con el mismo resplandor que demostró en el monte plateado, debía recuperar el
trono que le fue arrebatado al ser derrotada por el azabache.
Era la
más fuerte de aquella zona, ahora solamente le quedaba recuperar su lugar.
-[Comencemos].-
Abrió sus brazos, comenzando a reunir energía en ambas garras para lanzar su
movimiento más poderoso.- [Para suerte de ustedes, estas bolas sombras son
insignificantes ya que solamente quiero captar su atención].
Aunque
no le sorprendería que con una de ellas acabara con un pokémon del bando de los
rocket.
Sin
embargo unas fuertes y frías ráfagas de aire llamaron su atención, sorprendida
porque incluso a esta distancia pudo sentir el cambio tan drástico en la temperatura
de la ciudad.
-[¿¡Qué
mierda!?]- Pero lo que realmente sorprendió a Juppeta fue ver como edificios y
casas fueron congelados en cierta parte de la ciudad.- [En tan solo unos
instantes alguien ha creado una ventisca tan devastadora… que poder].
Quizás
aquella fuerza podría rivalizar con la de Juppeta.
No, era
superior.
¿Quién
era el recién llegado?
Quizás
el movimiento de Juppeta tendría que esperar un poco más.
-o-
Los
miembros del equipo rocket no tardaron en acorralar a la policía.
El
capitán del primer pelotón acabó con cada uno de sus oponentes, todo gracias al
gran poder de su pokémon.
Hypno.
La
energía psíquica cubrió a los oficiales, impidiendo que estos realizaran
cualquier tipo de movimiento.
No hubo
tiempo para sacar su arma o a uno de sus pokémon.
-¡Qué
esto sea una lección para toda la ciudad!- Exclamó con gran voz el líder del
escuadrón, captando la atención de los pocos entrenadores que trataban de
hacerle frente a sus hombres.- ¡Esto le sucede a quienes se opongan al equipo
rocket!
Tras
esas palabras, el pokémon psíquico extendió su mano derecha y el grupo de
policías se estrelló con brutalidad contra el establecimiento.
Pocos
lograron mantenerse conscientes ante aquel golpe.
Aun así,
aquella escena había desmoralizado por completo a los habitantes de Ciudad
Verde.
-(Fue
más difícil de lo que pensé).- El líder del pelotón internamente se sorprendía
de la rapidez con la que había actuado la policía, como si hubieran anticipado
el movimiento del “fundador” de los rocket.- Será mejor que se rindan, mis
hombres y yo no seremos tan amables desde ahora.
Los
demás soldados de Giovanni captaron la señal, ordenando a sus pokémon atacar a
los habitantes de la ciudad e ignorar completamente a los monstruos de
bolsillo.
Con cada
persona lastimada, la voluntad de los habitantes se debilitaba.
Tal como
lo esperaba el equipo rocket.
Unos
Raticate se lanzaban a gran velocidad contra un joven entrenador, este apenas
lograba mantenerse en pie para asistir a su pokémon que combatía contra un
Houndoom. Cuando notó a los roedores fue demasiado tarde para solicitar ayuda a
su monstruo de bolsillo y tampoco tenía tiempo para poder esquivarlos.
La
frustración y el miedo se reflejaban en su rostro, cerró los ojos preparándose
para el golpe.
Pero
este jamás llegó.
Rocas
aparecieron de la nada, cayendo a gran velocidad dentro del rango de los
roedores.
Algunos
lograron reaccionar a tiempo, otros por el contrario recibieron de lleno el
ataque tipo roca que los debilitó en el acto.
-Oh…- El
capitán de aquel pelotón mostraba leve sorpresa al ver al pokémon luchador de
pie.- No esperaba que siguieras consiente tras recibir el psíquico de Hypno.
Observó
de reojo al dueño de ese pokémon, el oficial que trataba de levantarse a
cualquier costo a pesar de que sus piernas no reaccionaban.
No
entendía, el daño en su espalda y cadera había sido grave… el seguir
esforzándose lo llevaría a una lección permanente.
Y aun
así…
La
mirada de aquel oficial era peligrosa, era un fuego que podía consumir el miedo
y las dudas de los demás habitantes de la ciudad.
Y el
líder de escuadrón no permitiría que aquello sucediera.- Hypno… psíquico.
El
Machoke lastimado trató de neutralizar al pokémon hipnosis, utilizando
nuevamente el único ataque en su arsenal que le permitía lastimar severamente a
su contrincante.
Pero no
solamente utilizó el movimiento avalancha para eso, su objetivo era atacar a
todos los miembros del equipo rocket a la vez.
Tristemente…
el esfuerzo de aquel tenaz pokémon fue en vano.
Las
rocas se detuvieron en el aire, para después ser destruidas por el ataque
psíquico de Hypno.
Mientras
trascurría el breve intercambio entre esos dos pokémon, el capitán de los
rocket sacó un arma de fuego y apuntó al policía.
Incluso
ahora, este último no mostró señales de retroceder.
-Admirable…-
Murmuró mientras apretaba el gatillo.- Pero tu valentía solo creará un recuerdo
amargo a los espectadores.
-¡No lo
hagas!- Exclamó aterrada una entrenadora, pero su grito no provocó ninguna
emoción en el miembro del equipo rocket.
Quién no
dudó en disparar.
BANG
Y justo
en ese momento, fue cubierto por un campo de energía creado por Hypno.
-¿Qué
hac…- Las palabras se perdieron en el aire, para ser precisos en la poderosa
ventisca que cubrió aquella parte de la ciudad.
Gran
parte de su pelotón, tanto soldados como pokémon fueron atrapados en “ataúdes
de hielos”
Su
pokémon temblaba, no por el cambio de temperatura sino por el esfuerzo que
requería mantener la barrera protectora.
-Esta
fuerza… esta velocidad.- Un sudor frío recurrió por su rostro al darse cuenta
quién había llegado a proteger a la ciudad.- Solamente puede ser…
Cuando
el poderoso ataque de hielo se detuvo, todos pudieron ver la sombra de la
recién llegada.
Un
cuerpo ardiente, pero una mirada igual de fría que el hielo que cubría a los
miembros del equipo rocket.
-La
miembro del alto mando de Kanto… Lorelei.- Tanto él como su pokémon tomaron
distancia, debían salir del rango de alcance de la maestra de hielo.- ¡Hypno!
Hypno
trató de mover su péndulo, pero este ya se encontraba congelado para sorpresa
de ambos.
-Mier…-
El capitán del pelotón solo pudo ver con frustración como el hielo se expandió
por todo el cuerpo de su pokémon.- (Tendré que sacrificar al resto de mi
equipo, me dará tiempo suficiente para informar a mis superiores).
Con un
veloz movimiento de su mano derecha lanzó dos poké ball al campo de batalla,
con su brazo izquierdo tomó su dispositivo de comunicación para dar a conocer
su situación.
Solo
bastó de dos segundos para que sus pokémon terminaran congelados, un segundo
más para que tanto su poké-gear y su brazo izquierdo tuvieran el mismo destino.
El hielo
siguió esparciéndose por su cuerpo, ya no había nada que pudiera hacer salvo
mirar al causante de su derrota.
Un
Cloyster.
-(Con
que así se siente).- Fueron sus últimos pensamientos antes de que todo
razonamiento acabara, había dado todo de sí y aun así fue totalmente derrotado.
Lorelei
no articuló ninguna palabra, dando entender que aquellos tipos no la merecían…
incluido el líder de escuadrón.
Su
atención estaba dedicada a todos los habitantes de la ciudad que se mantenían
conscientes.- ¿Sus pokémon pueden seguir combatiendo?
-Sí,
pero no creo que pueda luchar por mucho tiempo.
-Los
míos pueden seguir sin problemas.- Exclamó uno con su determinación resurgida
tras la aparición de la hermosa mujer.- ¡Voy a cubrir su espalda señorita
lorelei!
-Mis
pokémon… no… no creo que vuelvan a luchar.
Lorelei
le dio una breve mirada de simpatía a la última chica, pero ahora lo primordial
era mantener a los civiles fuera de peligro.
-Todo
aquel que no tenga como defenderse llevará a los inconscientes a la zona Este
de la ciudad.- Su voz era firme, dando entender que no aceptaría
interrupciones.- Se encontrarán con un pelotón de soldados que los mantendrá a
salvo.
-¿Qué
haremos los demás?- Para sorpresa de los civiles, el oficial había logrado
levantarse con la ayuda de su pokémon.
No…
ambos se apoyaban en el otro para seguir en pie.
Lorelei
les dedicó una pequeña sonrisa a ambos y con un tono gentil respondió.- Van a
cubrirlos, es probable que se encuentren con algunos rocket en el camino.
El
oficial asintió al igual que su Machoke, los demás no tardaron en imitar aquel
gesto.
-¿Qué
hará usted?
-Creo
que no es necesario responder aquella pregunta.- La mirada de la bella mujer
volvió a endurecerse al percatarse que otro pelotón enemigo se dirigía a su
ubicación.- ¡Váyanse ahora!
No hubo
quejas, el grupo obedeció de inmediato la orden de Lorelei al percatarse del
cambio brusco en su tono de voz. No voltearon en ningún momento, había
confianza ciega a las habilidades de la maestra pokémon y a paso veloz se
alejaron del lugar.
Lorelei
estaba satisfecha con la respuesta de los civiles, pero eso no significaría que
iba a relajarse… mucho menos con todo lo que estaba en juego.
-(La
temperatura está aumentando).- Un entrenador novato hubiera levantado la vista
para confirmar el uso del movimiento climático, creando una apertura perfecta
para su oponente; en cambio una experta como Lorelei mantuvo su atención a su
alrededor, tratando de descifrar desde que ángulo vendría el ataque de fuego.-
(Por descarte y lógica, hay un solo movimiento de fuego que les serviría para
crear una apertura, podríamos superarles en fuerza bruta, pero lo primordial es
asegurar la seguridad de los civiles).
Intercambió
la mirada con su pokémon, quién no tardó en captar lo que su entrenadora
trataba de decirle.
Se
aproximaba un ataque frontal, siendo más precisos… atacarían con el movimiento onda
ígnea.
Incluso
con el aumento que otorgaba día soleado,
Cloyster estaba seguro de superar el ataque de fuego con su ataque más
poderoso, pero los civiles seguían estando en el rango de alcance de este nuevo
escuadrón; lo más importante era proteger a los habitantes de la ciudad y por
ende, debían seguirle el juego a los rocket.
Engañarlos
y hacerles pensar que habían creado una apertura para atacarles.
Aunque
estaba segura que se centrarían en su entrenadora en lugar de ella, pero
aquello no importaba… Cloyster no les daría el tiempo para realizar su ataque.
-Aquí
viene…- Luego de que Lorelei hablara, la temperatura aumentó drásticamente
gracias a la poderosa ráfaga de fuego que se dirigía a ellos.- ¡Cloyster,
ventisca!
Ambos
ataques impactaron contra el otro, al tener una potencia similar se
neutralizaron, crearon así una cortina
de vapor que cubrió tanto a Cloyster como a su entrenadora.
Incluso
si todo el vapor les impedía ver, se guiaron por el sonido para descifrar la
ubicación de sus oponentes.
En poco
tiempo se encontraron rodeados, pero aquello no preocupaba a Lorelei.
Todo iba
tal como se lo había imaginado.
-(Como
era de esperarse, decidieron enfocarse en mí).- Había asegurado el escape de
aquellas personas, pero eso no aseguraba el bienestar de estas en lo que
restaba de camino.- (El resto dependerá de ellos mismos).
Ahora
mismo Lorelei debía despejar el camino para otro pelotón enfocado a la búsqueda
y rescate de civiles, al mismo tiempo que su Dewgong eliminaba las toxinas que
estaban en el aire con el único objetivo de debilitar a todo aquel que no
pertenecía al equipo rocket.
Y de tener
suerte, Lorelei captaría la atención de todos los hombres de Giovanni que se
encontraban en la ciudad.
Incluso
los miembros de élite.
-(Ahora…
solo queda esperar que muerdan la carnada).- Por puro instinto, Lorelei
retrocedió rápidamente de un salto, saliendo ilesa del ataque de un Sableye,
que se abalanzó sobre ella de un segundo a otro.
Esta
acción hizo que el rostro de la entrenadora mostrara asombro por unos
instantes, para luego recuperar su mirada serena y centrarse completamente a su
entorno.
El
ataque del pokémon fantasma y siniestro no pasó desapercibido por Cloyster,
quién no tardó en responder con un poderoso chorro de agua, la potencia de la
hidrobomba fue tan grande que noqueó de un segundo a otro a ese Sableye.
Cuando
el cuerpo de este pokémon cayó el suelo, Lorelei notó como otro pokémon intentó
atacarle, pero fue interceptado rápidamente por Cloyster.
-(Hay
que darles crédito, saben que es imposible derrotar a mis pokémon… tratan de
ganar eliminándome del juego).- Pero lo que realmente sorprendía a Lorelei, era
que ni su pokémon o ella habían lograron detectar a los pokémon fantasma,
quienes destacan por la inquietante aura que emiten inconscientemente.- (Han
sido entrenados de una manera excelente, quién sea que lo haya hecho, ha realizado
un trabajo increíble eliminando una característica tan primaria en los pokémon
fantasma).
Lorelei
conocía a dos entrenadores capaces de realizar tal hazaña; el líder de gimnasio
de Ciudad Iris en Johto y su compañera Agatha.
-¡!- Su
análisis fue interrumpido cuando una enorme mano agarró su pierna izquierda, no
tardó en manifestarse el causante, un Haunter que llevaba una escalofriante
sonrisa además de un peculiar brillo en sus inquietantes ojos.- ¡Cloyster!
La otra
mano se manifestó agarrando con brutalidad el brazo derecho de Lorelei, aunque
el agarre no duró mucho, ya que su pokémon se encargó de apartar al fantasma
con una hidrobomba que lo obligó a retroceder.
-(Pokémon
fantasma y de fuego, algo inusual para los soldados ordinarios de Giovanni).-
Inconscientemente Loreleí comenzó a frotar su brazo lastimado, unos segundos
más y ese Haunter hubiera hecho un daño permanente en su cuerpo.- (No estoy
ante un pelotón del montón, no están pecando de prepotentes o realizando
movimientos innecesarios).
Lo mejor
sería acabar esto rápidamente, aquel grupo parecía estar preparado
especialmente para enfrentarla.
-¡Cloyster,
carámbano ahora!
El vapor
comenzaba a desaparecer, aun así seguía limitando la visión de ambos bandos,
pero esto dejó de importar cuando Cloyster realizó su movimiento
característico.
Lanzó un
potente rayo de energía hacia el cielo, creando una lluvia con trozos de hielo,
que tenían como objetivo atravesar a cada miembro del equipo rocket.
Lorelei
podía oír con claridad los quejidos y gritos de sus oponentes, permitiéndose
sonreír levemente mientras esquivaba con elegancia cada carámbano que caía en
su ubicación.
Conocía
perfectamente el movimiento de su pokémon, sabía la velocidad y en qué lugar
impactaría cada trozo de hielo.
La
sincronía que tenía con su pokémon era aterradora.
El vapor
desapareció por completo, dando a conocer el grupo compuesto por cuatro hombres
y dos mujeres, cada uno de ellos se encontraba inconsciente al igual que sus
pokémon.
-(Agatha…
¿Has estado entrenando al equipo rocket?)- Su mirada se enfocó en el moretón de
su brazo, trató de percibir algo fuera de lo común, pero no encontró ninguna
pizca de energía en aquella herida.- (Sé que existía la posibilidad que
estuvieras del lado de Giovanni, pero no esperaba que estuvieras tan
comprometida en asegurar la victoria de este).
Frunció
el ceño, su pokémon no tardó en percatarse de la molestia que sentía en ese
momento.
Todo
parecía que tendrían que enfrentarse a la anciana.
-(Es
imposible que haya abandonado la ciudad en tan poco tiempo).- Debía ser
precavida, un movimiento en falso y sería una presa fácil para la maestra de
pokémon fantasmas.- (Agatha, las tres bestias, Giovanni y su hijo… esto no
pinta nada bien).
-o-
-El
sector norte se encuentra “invadido” por el hielo, repito, el sector norte se
encuentra invadido por el hielo.
-¡Escuadrón
5, 8 y 10 se les ordena a crear tiempo contra la amenaza!
-¡Recibido,
haremos lo que podamos para frenarla!
-¿Algún
pelotón ha podido adentrarse a la ruta 1?
-Negativo,
la llegada de la “invasora” y del ejército ha neutralizado nuestros
movimientos.
-Necesitamos
escuadrones compuestos por tenientes, repito, necesitamos…
-¿Comandante?
¿¡Comandante!?
-Vaya…
no esperaba un movimiento tan arriesgado por parte de Lance.- Giovanni acarició
a su fiel felino con un rostro sereno, dando a entender a su pokémon que no era
afectado por estas pérdidas.- Aunque a su vez fue bastante inteligente, nadie
esperaría que la primera barrera a vencer fuera una elite de la región.
Uno de
sus sirvientes trajo otra copa de vino en una bandeja de plata, tras una
reverencia había abandonado la habitación.
Giovanni
contactó con el mercenario de la organización, darles tanta libertad a los
habitantes de Pueblo Paleta podría ser fatal para su movimiento.- Hisao… ¿Cómo
va la situación en Isla Canela?
-Blaine es un oponente feroz, ha logrado
derrotar a más de un pelotón solamente con Magmortar y su Rhydon.
-Vaya,
no esperaba que aquel anciano mantuviera su habilidad.- Aun así no parecía
sorprendido, con tan pocos retadores, el líder de gimnasio se enfocó
completamente en seguir puliendo sus habilidades.- (Aunque no pudo haber
mejorado tanto sin enfrentar a otros entrenadores, un entrenamiento ordinario
tiene sus límites).
El mismo
era el ejemplo de esto al no entrenar con la misma constancia que en su pasado,
pero se mantenía en forma gracias a los enfrentamientos que tenía contra sus
seguidores más cercanos.
Sobre
todo con su fiel Atenea.
-¿Se
requiere de tu participación?
-Para nada, Blaine causará varias bajas en la
organización, pero al final del día serán tus hombres quienes se harán con la
victoria.
Esto
complació al hombre de negocios, gran parte de sus hombres eran enclenques y
Giovanni quería deshacerse de todos estos.
Una de
las razones de su movimiento tan arriesgado era esto, quienes lograran
sobrevivir, escapar o vencer a sus adversarios tendrían el derecho de
permanecer en su organización.
Esta vez
se centraría en darles una buena formación, prepararlos para todo tipo de
combates.
Se
convertirían en la organización más poderosa del país.
No…
quizás del mundo.
Y por
eso, Giovanni decidió preguntar.- ¿Alguien ha sobresalido?
-Un comandante, le está dando varios
problemas al líder de gimnasio… además de su pelotón que han derrotado a varios
oficiales.
-Ya veo
¿Qué opinas tú?
-Un pelotón con potencial, si llegan a perder es imposible que el resto de soldados se hagan con la victoria.
-Oh…
bueno, sería una lástima que ocurriera eso ¿No lo crees?
-Entiendo, les daré algo de ayuda extra de ser necesario.
-No te
emociones, tu prioridad sigue siendo Pueblo Paleta.
-Recibido.
Tras eso
se dio por finalizada la comunicación y Giovanni bebió un poco de su copa.-
Agatha y Katherine tendrán que lidiar con Lorelei junto a las fuerzas armadas
respectivamente.
Agregando
a su hijo, era cosa de tiempo que la chica y su pelotón se adentraran a la ruta
1.
Y aun
así, Giovanni se sentía ansioso.
-Dios…
tendré que unirme antes de lo esperado.- De su escritorio sacó un maletín, del
cual sacó seis “ultra ball” que pertenecían a los últimos pokémon que había
estado entrenando.- Ustedes seis será mejor que no me decepcionen, yo no le permito a mis juguetes una segunda
oportunidad.
Las seis
esferas se abrieron, los monstruos de bolsillo desaparecieron de un segundo a
otro con solo un objetivo en mente.
Pueblo
Paleta.
-o-
Nos
encontramos en lo más profundo de Pueblo Paleta, una zona algo abandonada por
la sociedad y que vinculaba hacia la ruta 21 la cual, llevaba a la famosa Isla
Canela; pero para abrirse paso por esta zona se requería de un vehículo marino
o un pokémon acuático.
Lo que
nos lleva a este pequeño grupo compuesto por monstruos de bolsillo del tipo
agua.
-Bueno jóvenes, ya escucharon a nuestro
entrenador ¡Estoy a cargo!
-Pienso que fue una pésima
decisión.- Buizel
no parecía afectado por la mirada molesta de su compañero y continuó.- Pienso que el líder debería ser sensato,
algo que ustedes dos no tienen.
Totodile
estaba confundido ante ese término, pero no pudo aclarar sus dudas porque
Wartortle se le adelantó.- Veo que tu ego
te impide ver lo obvio “nutria-san”, pero no te preocupes ¡Tu superior te dará
una clase de humildad!
Buizel
frunció el ceño ante su nuevo apodo y por las últimas palabras del inicial de
Kanto.- (¡Como se atreve!).
-Te lo mostraré al ser el primero en llegar.-
Exclamó con confianza el primer pokémon tipo agua del azabache.- Quizás cuando llegues ya habré acabado con
todos los rocket por mi cuenta.
Totodile
mirada divertido la reacción de Buizel, que no tardo en posicionarse al lado de
Wartortle.- Dudo que una tortuga pueda
superarme, te haré comer algas.
El
pequeño reptil fue contagiado por la competitividad de ambos y entre saltos se
acercó a sus compañeros.- ¡El ganador
será el líder del equipo!
-¡Hecho!- Exclamaron ambos pokémon y tras
la cuenta regresiva los tres saltaron al mar.
Desde el
aire Staraptor los seguía con un rostro molesto, sentía que Ash lo había dejado
a cargo de un grupo de niños que no estaban al tanto de la situación.
-Te noto irritado.- A su lado llegó su
compañero de la región de Sinnoh Gliscor, quién observaba con una sonrisa a los
pokémon que competían en el agua.- Verlos
así, me hace relajarme un poco.
-¿Sí?
-Sí, me hace sentir que estos
combates no son tan diferentes a los que hemos tenido en el pasado.
-Pero aquello no es más que una ilusión.
-También lo sé, pero… me ayuda a no estar tan
inquieto.- Para Staraptor aquello no era algo nuevo, Gliscor siempre había
tenido problemas con su confianza y con ello, era incapaz de poder sacarle todo el provecho a su
potencial.- Este sentimiento es bastante
estremecedor.
La calma
antes de la tormenta.
Staraptor
se quedó en silencio por un momento antes de responderle.- En eso estoy de acuerdo… supongo que cada uno de nosotros lo enfrenta
de manera distinta, pero al llegar a Isla Canela no habrá tiempo para dudar ¿Lo
sabes no?
-Claro que lo sé, estoy consciente
de ello.- Le dio
la última mirada al ave de Sinnoh y con una pequeña sonrisa añadió.- No pienso defraudar a Ash ni a ninguno de
ustedes.
Staraptor
no puedo evitar alegrarse ante esa respuesta.
PAAAM
Se sobresaltaron
al ver como un Gyarados sumergió del mar e intentó atacar a los tres pokémon
acuáticos, quienes por su tamaño y velocidad esquivaron sin problemas el rayo
de energía que había disparado la serpiente marina.
Totodile,
Buizel y Wartortle rodearon a Gyarados, para luego atacar al mismo tiempo con
un chorro de agua.
-¡Groaaaaaaaaaaaargh!-
Aquellos ataques solamente molestaron a la serpiente marina, que no tardó en
atacar con su cola, inquietando así las tranquilas aguas de la ruta 21.
Staraptor
frunció el ceño, pero antes que lograra articular alguna palabra su compañero, este último creo pequeñas pero filosas rocas a su alrededor y de un segundo a otro todas
salieron disparadas hacia Gyarados.
Wartortle
notó el gran daño que había causado el ataque de Gliscor y con una sonrisa
exclamó.- ¡Chicos, les encargo estos sujetos! ¡Ustedes dos, sigamos adelante!
Al ver
que nuevamente el trío de agua se alejaba, Staraptor quedó confundido ante el
término en plural que había utilizado Wartortle.- ¿Estos?
De un
momento a otro se manifestaron varios pokémon de agua, incluso otros voladores
que consistían en Golbat, Fearow y Honchkrow.
Algunos
pokémon acuáticos trataron de frenar a Wartortle y a los otros dos, pero
rápidamente la tortuga neutralizaba sus ataques conectando un fuerte golpe con su
cola.
Para que luego Totodile o Buizel acaben el trabajo atacando con garras dragón y puño
hielo respectivamente.
Staraptor
no perdió tiempo y se lanzó a gran velocidad ante los pokémon que yacían
congelados por causa de Buizel.
PAAAM
PAAAM
PAAAM
Destruyó
cada uno de ellos con su ataque más poderoso, pájaro osado.
Gliscor
se centró en los enemigos voladores, varios de aquellos caían ante la variante
que había desarrollado del movimiento roca
afilada, y quienes llegaban a él caían rápidamente ante un colmillo ígneo o su puya nociva.
Staraptor
se abría paso entre el hiperrayo del agotado Gyarados, para luego conectar
consecutivos ataque impulsándose con ataque rápido hasta que logró debilitar a
la serpiente marina.
Rápidamente
tomó distancia elevándose por los aires, pudo ver como sus compañeros ya se
habían adentrado en lo más profundo de la ruta y por un momento pensó en
desearles suerte, pero al final llegó a la conclusión de que no la
necesitarían.
Después
de todo… ¡Él estaría con ellos!
-¡Gliscor, términos rápido con estos
enclenques!
-¡Cuenta con ello!
-o-
Un
Graveler fue arrastrado por la enorme llamarada que había lanzado Magmortar,
lentamente la estrella de fuego ganaba terreno hasta devorar por completo al
pokémon roca.
El grito
del pokémon fue opacado por la explosión que causó el ataque.
BOOOM
Blaine
tomó distancia prediciendo el ataque del pokémon del comandante y a su vez,
lanzaba a un nuevo pokémon al combate para debilitar a esos molestos
Electabuzz.
Su
Camerupt realizó un excelente trabajo con su movimiento tierra viva.
Aun así…
PAAAM
No
importaba cuantas lanchas, botes o barcos inundara Rhydon…
BOOOM
Ni todos
los pokémon que fueran consumidos por las llamas de Magmortar, al final la
victoria seguía siendo algo inalcanzable para Blaine.
-Dios…-
La energía abandonaba sus piernas, tuvo que correr lo más rápido del lugar para
no ser alcanzado por los tentáculos de aquel Tentacruel.- Si esto sigue así…
-Supongo
que ya te diste cuenta.- Por su tono, era obvio que disfrutaba de ver al
anciano tan frustrado luego de todos los problemas que le había causado.- Tira
lo toalla Blaine, ya no hay mucho que puedas hacer.
El
anciano se mantuvo en silencio por unos segundos, fugazmente observó a sus
pokémon combatir y aun se veían capaces de luchar durante horas, aquello le
causaba una leve sensación de alivio, pero esto no solucionaba su situación y
al contrario de sus compañeros, Blaine respiraba con dificultad, sus piernas
temblaban y su vestimenta era un desastre.
No
duraría mucho.
-¿Nada
que pueda hacer? Joven vándalo, creo que olvidas mi objetivo principal.
-¿Oh?
-Mantener
a mi gente a salvo.- Reunió una gran cantidad de aire para luego soltar un
pesado suspiro.- Desde mi punto de vista, yo llevo la ventaja.
El
comandante frunció el ceño, levemente molesto por aquella motivación tan
“honorable” por parte del anciano.
No, para
aquel soldado aquello era una ridiculez.
-No hay
forma de que abandonen la isla sin que lo sepamos, tampoco pueden escapar
eternamente… tú lucha ha sido inútil desde el principio.
Con
aquella declaración se había reanudado la batalla contra el líder de gimnasio,
el clima soleado no duraría más de un minuto y aquello le quitaría la única
ventaja que tenía Blaine a su favor.
O eso
creían los rocket.
Tentacruel
se enfocó en Magmortar, era el pokémon más peligroso y utilizando cada uno de
sus tentáculos incapacitó al poderoso monstruo de fuego. La gran velocidad del
tipo agua aseguraría conectar más de un golpe y aparte, cada tentáculo fue cubierto por un delgado pero peligroso veneno.
PAAAM
PAAAM
PAAAM
Sin
embargo, por cada golpe que conectaba el pokémon medusa parecía estremecerse
levemente debido a las altas temperaturas que alcanzaba el cuerpo de Magmortar.
PAAAM
Poco a
poco, los ataques eran más débiles debido a las quemaduras y Magmortar pudo
superar el malestar que sentía por el veneno, logrando así contratacar con una
esfera de energía eléctrica.
BOOOM
Ambos
entrenadores aprovecharon aquel momento para acercarse a sus respectivos
pokémon y curarles de todo daño causado en la batalla.
-Tks…
(Su pokémon es igual de terco que él).- La mirada del comandante se elevó al
cielo, los rayos del sol perdieron fuerza y rápidamente la isla volvió a su
temperatura inicial, pero aquello realmente no llamó su atención, sino aquellas
rocas cubiertas de fuego que descendían a gran velocidad por todo el lugar.- Tentacruel
prepárate.
-¡Mierda,
bajamos la guardia!
-Ese
ataque…
-¡Es
estallido!
La mayoría de los hombres de Giovanni fueron
alcanzados por aquel devastador ataque de Camerupt, tanto pokémon como humanos
terminaron cayendo inconscientes e incluso hubo algunos que perdieron la vida
tras ser impactados por aquellos meteoritos.
Por otra
parte, Tentacruel destruía en un abrir y cerrar de ojos toda roca bañada en
fuego que se dirigía a él, a su entrenador e incluso a los soldados cercanos a
su posición.
-¡No
pierdan el tiempo, arrojen a sus pokémon restantes a combatir!
-S… ¡Sí
Adlai!
-¡Rápido,
necesito de alguien que posea danza lluvia, pantalla luz y velo sagrado!
Blaine y
un oculto Hisao estaban impresionados por la rápida adaptación del joven
comandante, en el transcurso de la batalla, ya se había percatado de los puntos
fuertes del equipo del líder de gimnasio y ya planeaba como reducirlos a un
estado insignificante.
-(Vaya…
al final no se necesitará de mi intervención).- El ex ninja del clan Fucsia se
había percatado que su “colega” aseguró el bienestar de los hombres que
llevaban pokémon con aquellas características específicas.- (Ha investigado
bien a sus hombres y sabe cuándo necesita protegerlos o utilizarlos como
carnada, jeh… quién diría que me encontraría con un tipo tan prometedor).
Blaine
sonrió con pesar, este mocoso cada vez lo presionaba más y más.- Es una lástima
que desperdicies tu talento en servir a un sujeto como Giovanni.
El joven
comandante se deshizo del gorro que llevaba, relevando una corta ménela castaña
que hacia juego con sus ojos del mismo color.
-¡Hump! Dices
eso cuando fuiste incapaz de incitar a los jóvenes de esta maldita isla para que se convitieran en entrenadores.- Aquello desconcertó por un instante al líder de
gimnasio, pero el joven no le dio tiempo para asimilar esas palabras.- Nos
diste la espalda durante años.
¿Nos?
-Tú…
-No solo
yo… ¡La mayoría con los que estás luchando crecieron en este inmundo lugar!
-¡!
-¡Tentacruel,
surf ahora!
-o-
Mientras
más se aproximaban a la isla, más sencillo fue para ellos imaginarse el caos
que estaba sucediendo.
Las
oscuras nubes que cubrían la isla solamente enfatizaban aquello.
Wartortle
frunció el ceño, abandonando por completo todo rastro de diversión en su rostro,
la lluvia les daría una leve ventaja en combate, pero aquello dejó de
importarle al percatarse de la gran ola que se estaba formando.
-(Blaine es fuerte, puede resistir algo como
eso).- Aun recordaba aquella aplastante derrota ante el Ninetales del entrenador
de fuego, ni siquiera era uno de sus pokémon más poderosos y bastó de un solo
ataque para derribarlo.- (Pero no
resistirá por mucho).
No
estaba preocupado por los civiles, ya conocía como funcionaba el protocolo
frente a este tipo de amenazas, no por nada ha estado sirviendo como bombero y
cooperando con la policía durante años.
El líder
de gimnasio debe asegurar el escape de los civiles y la justicia local se
encargaría de cubrirlos.
-¡Buizel!- Podía apostar que aquello ya
se había logrado, ahora solamente debían llegar antes de encontrarse con el
cuerpo sin vida del anciano.- ¿Podrás
resistir hasta nuestra llegada?
Totodile
estaba confundido ante esa pregunta, hasta que recordó la habilidad del pokémon
de Sinnoh.
Sin
percatarse de esto último, Wartortle volvió a preguntar con un tono algo
grave.- Buizel ¿Puedes asegurar el
bienestar del viejo?
-Que dudes me ofende.- De un segundo a
otro el pokémon nutria salió disparado como si de un proyectil se tratase.- (Haré todo lo posible, pero sin ustedes solamente
retrasaré lo inevitable).
La
destrucción de Isla Canela.
Tras un
minuto perdieron de vista a Buizel, en silencio Wartortle le deseo suerte,
esperando que el tiempo y la suerte estuviera de su lado en esta ocasión.
-¡Toto, nademos como si nuestras vidas
dependieran de aquello!
-¡Oki doki!
-o-
La ola
creada por Tentacruel había devorado gran parte de la isla, acabando así con
los últimos puestos que quedaban de pie en el lugar.
No
solamente hubo bajas estructurales, no se necesitaba ser un genio para llegar a
tan trágica conclusión.
Los
rocket estaban ilesos, cada uno fue protegido por su respectivo pokémon
utilizando el movimiento protección,
mientras que el comandante de aquel pelotón Adlai, nuevamente estaba sentado en
la cabeza de su gran Tentacruel.
-Vaya,
he de admitir que este es el segundo Rhydon que veo moverse tan rápido… aunque
claro, sigue sin igualar a los del señor Giovanni.
Observó
a su alrededor, notando los restos de rocas que habían quedado del desesperado
intento del pokémon roca para proteger a su entrenador y a cada uno de sus
colegas.
Bajó de
su pokémon y a paso lento se dirigió hacia el debilitado Blaine, este apenas se
encontraba consciente y su mirada solamente estaba enfocada en su debilitado Rhydon que recibió la mayoría del impacto.
Su
cabeza daba vueltas, aun asimilando todo lo que había pasado en tan solo unos
segundos.
-(Si no
fuera por Rhydon seguramente…)
Su
visión era borrosa, aun así se esforzó para identificar a sus pokémon,
solamente para encontrarse con su Camerupt debilitado y a su fiel Magmortar
levantándose con dificultad.
Este
último no era ajeno al estado de su entrenador, realmente se encontraba
lastimado y tampoco era ajeno a los pokémon que apuntaban contra Blaine… un
movimiento en falso y el anciano sufriría las consecuencias.
-Veo que
tu pokémon es razonable.- Adlai sonrío un poco y no negaría que se divertía al
ver al anciano en aquel estado tan lamentable.- ¿Por qué tu no?
-Grrrr…
-¿Qué
pasa viejo? ¿Acaso te mordiste la lengua por el dolor?
Blaine
en silencio se disculpaba con sus pokémon, especialmente con Rhydon que hizo
todo lo posible para asegurar la sobrevivencia de su equipo.- (Lo siento
Rhydon, Camperupt, Magmortar… todos ustedes están sufriendo por culpa de mi
incompetencia).
Las
palabras de aquel castaño seguían repitiéndose dentro de Blaine, cada uno de
estos jóvenes a los que enfrentó… habían sido parte de aquellos entrenadores
que les había dado la espalda durante décadas.
¿Enserio
había sido incapaz de notar algo tan obvio?
No había
querido verlo, eso era todo… había permitido que el comercio se apoderara de la
isla, alejando todo contacto con los combates a cada habitante del lugar.
No había
un lugar donde enfrentarse con pokémon salvajes… ni con otros entrenadores,
todo entrenador novato debía abandonar la isla, solamente para terminar siendo
derrotado por su falta de experiencia en combates reales.
-(¿Cómo
pude equivocarme tanto?)- Blaine dirigió su atención al joven que lo había
derrotado, en otras circunstancias, de no ser por su incompetencia y orgullos, aquel muchacho podría ser un discípulo
de su ya inexistente gimnasio.- (Incluso ahora… ayudé indirectamente a Giovanni
con mis acciones).
Quizás
todo esto era algo que se merecía.
Adlai
lanzó otros de sus pokémon, un Marowak que no tardó en apuntar al anciano con
su hueso.- Este resultado era inevitable así que… ¿Por qué alargarlo?- Aquel
comandante se arrodilló cerca del líder de gimnasio.- No hay porque causar daño
innecesario abuelo, el señor Giovanni te aceptaría gustoso en sus filas… podrías
recompensarnos, entrenarnos y darnos la atención que tanto añorábamos en
nuestra infancia.
-¡!
Con su
conocimiento y poder, Blaine sería una pieza importante en la organización de
Giovanni, en el pasado aquel viejo adicto a los acertijos era un gran investigador
que colaboró con grandes mentes como lo eran Oak y Fuji.
Seguramente
conocía datos muy importantes sobre ciertas criaturas.
Y una de
ellas, podría ser la criatura que tanto añoraba Giovanni.
Mew.
La
fuerza y los pokémon de Blaine era algo extra para el maestro del tipo tierra.
-¿Qué
dices Blaine?- Esta vez dejaría las bromas a un lado, la verdad quisiera
volverse a enfrentar al anciano en condiciones iguales y eso podría hacerlo
dentro de la organización.- Tus pokémon y nuestros vecinos no tendrán que
sufrir por tu terquedad, además… seguirías viviendo por algunos años más, no
quieres morir en este lugar ¿Verdad?
Se quedó
en silencio por un momento, esperando que el anciano se recuperara del golpe
que había recibido y solamente se enfocó en el rostro lleno de dolor de Blaine.
-Se
razonable anciano… no hay otra manera de sobrevivir.
La
lluvia los cubrió a ambos, Magmortar intentó ir por su entrenador, pero en un
abrir y cerrar de ojos fue rodeado por el resto de pokémon que servían al
equipo rocket.
-El
tiempo se acabó… ¿Qué dices Blaine?
El
anciano no dejaba de jadear, por un momento pensó en aceptar la oferta ya que
el resto no debía sufrir por sus errores.
Pero…
¿Valía la pena vivir así?
Aceptar
la oferta de Giovanni solamente añadiría otro fracaso a su vida.
Ya
estaba viejo para seguir cometiendo tales errores, pero por otra parte… Ya les
había fallado a todos estos jóvenes ¿No?
Esta vez
iba enseñarles algo, era su responsabilidad como el único maestro pokémon de la
isla.
Su
mirada se dirigió esta vez a sus preciados camaradas, quienes lo acompañaron
por varias décadas y trató de trasmitir todo el amor que sentía por ellos.
Pero una
mirada no sería suficiente y tampoco disponía del tiempo para utilizar las
palabras.
-Fue un
honor ser su entrenador.- Comentó el anciano, dando entender que había aceptado
su destino y con una débil sonrisa terminó de decir.- Por favor, continúen
protegiendo la isla en mi ausencia.
-¡!-
Tanto los pokémon de Blaine como el propio comandante abrieron los ojos como
platos ante esa respuesta.- ¡Viejo no seas necio!
-Ya…
tomé mi decisión.- Cerró los ojos esperando su final.- Quizás caiga, quizás les
parezca absurdo que prefiera la muerte, pero… ¿Realmente creen que vivir con
miedo es vivir? ¿Enserio creen que vale la pena su seguridad sacrificando su
libertad?- Su visión seguía siendo borrosa, pero podía notar la mirada molesta
del joven comandante.- Eso… no es vida…
-Hablas
como si supieras como vivimos, curioso de alguien que fue incapaz de captar si
quedaban entrenadores a su alrededor.- Adlai no vio razón para seguir
escuchando al anciano, el mejor que nadie sabía que la incompetencia de Blaine
no justificaba que terminaran sirviendo a Giovanni.- Al final… fue nuestra
propia decisión seguir a ese hombre, tu ausencia solamente facilito las cosas
¡Marowak acabalo!
El
agarre a su arma se fortaleció y de un segundo a otro, Marowak lanzó un
devastador golpe hacia la cabeza del líder de gimnasio.
PAAAM
-¡!
-¿Qué?
Marowak
lo único que había destruido fue el terreno, levantando una gran cantidad de
polvo que obligó a su entrenador cubrir sus ojos.
-¿¡Dónde
está Blaine!?- Preguntó alarmado uno de los rocket mientras trataba de
localizar al anciano, hasta que logró notar a cierto pokémon anaranjado que
cargaba al anciano sin ningún problema.- ¿¡Un buizel!?
El
pokémon mencionado lo ignoró por completo y con bastante delicadeza dejó al
anciano cerca de aquel Magmortar que le daba una mirada llena de
agradecimiento.
-De todo corazón te lo agradezco muchacho.
Buizel
lo miró por un instante, notando el fuerte brillo en los ojos de aquel pokémon
de fuego… como si realmente quisiera soltar unas lágrimas de gratitud.
Pero no
tuvo mucho tiempo para pensar en eso, sus instintos le advirtieron y no tardó
en brincar para esquivar el ataque.
-¿?- Buizel
se percató de como aquel hueso cambiaba de dirección y nuevamente se dirigía
hacia el.- (Huesomerang ¿He?)
Repelió
el ataque con un chorro de agua, para su sorpresa tuvo que aplicar más potencia
de lo que esperaba y eso no era muy buena señal.
-(Son fuertes,
al menos los pokémon de ese tipo).- Al aterrizar no perdió tiempo y salió
disparado hacia un sorprendido Marowak.
¿Cómo
puede moverse tan rápido?
Fueron
los pensamientos de algunos al ver como el pequeño pokémon acuático conectaba
un puñetazo congelante en el rostro de Marowak.
PAAAM
PAAAM
Seguido
de dos más que fueron suficientes para obligar a retroceder a su contrincante,
Buizel no perdió tiempo e intentó terminar rápidamente el combate con su
hidrobomba.
Pero los
tentáculos de aquel Tentacruel lo obligaron a tomar distancia.
-Tks…
Adlai
miraba analíticamente al recién llegado.- (Su gran velocidad se debe a su
habilidad seguramente, aun así… un Buizel no puede llegar a ese nivel de
reflejos por su cuenta).- No solamente era por sus instintos agudizados, su
fuerza debía ser destacable para afectar a su Marowak.- (Si vino desde la ruta
21… debe pertenecer a ese chico que se enfrentó a ese bastardo de Silver).
Aquello
era preocupante para aquel comandante, no cualquiera salía ileso de un combate
contra Silver y menos en dos ocasiones.
-(Si
vienen más pokémon como este Buizel, puede que terminemos en problemas).- Había
toda clases de preguntas que crecían en su cabeza, sin embargo había
prioridades y debía acabar con estos intrusos antes que lograran cambiar el
resultado del combate.- Tentacruel… ¡Puya nociva!
Buizel
no tardó en realizar su característico contra-escudo, girando a gran velocidad
mientras lanzaba un chorro de agua que apartaba a cada tentáculo que lanzaba
Tentacruel.
Tanto
Blaine, como los soldados del equipo rocket quedaron levemente atrapados por
aquel espectáculo.
Adlai
maldijo al verse neutralizado tan fácilmente ante ese pequeño pokémon.- (Aun
así, esa combinación no le serviría de nada contra un ataque que no puede ver).
El líder
de gimnasio se enfocó a su alrededor, percatándose de que faltaba cierto
pokémon de tipo tierra.
Su
advertencia llego demasiado tarde para Buizel.
PAAAM
Desde
bajo del pokémon nutria había sumergido un violento Marowak que no tardó en
conectar un devastador golpe con su fiel hueso.
-¡Roaaaaaaaaaaaah!-
Con un grito de batalla, logró lanzar a Buizel por los aires dejándolo
completamente vulnerable ante los ataques consecutivos de Tentacruel.
-Magmortar…
olvídate de mí y ayúdalo.- El pokémon de fuego no tardó en obedecer a su
entrenador y creó rápidamente un rayo que se dirigió velozmente contra
Tentacruel.- (La pantalla luz y el velo sagrado debieron perder su efecto hace
mucho).
Tentacruel
tuvo que neutralizar el ataque eléctrico con una bomba lodo, molesto por la
intervención de Magmortar se preparaba para atacarle pero el grito de su
entrenador lo detuvo.- ¡Enfócate simplemente en ese Buizel, deja que Marowak termine
con Blaine!
Pronto
lo que quedaba de sus hombres se unieron a la batalla, dificultando así las cosas
para Magmortar mientras que su entrenador con dificultad comenzaba a ponerse de
pie.
Buizel
aterrizó sin problemas y tomó algo de distancia, sentía un leve ardor en su
mentón y no pudo evitar dirigir una mirada molesta hacia sus contrincantes.- Tks… Bastardos.
Utilizando
su ataque de prioridad aqua jet conectó
varios golpes a los pokémon del equipo rocket, tanto estos como sus
entrenadores intentaron dañarle, pero la velocidad abrumadora de Buizel lo
convertía en un objetivo casi inalcanzable.
PAAAM
PAAAM
PAAAM
Nuevamente
tomó distancia para no ser alcanzado por los tentáculos de Tentacruel, si
hubiera reaccionado un segundo más tarde hubiera sido fatal para el pokémon de
Ash.
Sin
embargo…
-Grr.- De un momento a otro perdió el
equilibrio, el golpe de Marowak le había afectado más de lo esperado y maldijo
el haberse reincorporado tan rápido.- Mierda.
-¡Ahora
Tentacruel!- Exclamó Adlai al percatarse de la situación de aquel pokémon.- ¡Utiliza
surf ahora!
-No…-
Murmuró Blaine casi sin esperanzas, si era golpeado nuevamente por una ola de
ese calibre sería su fin.- Magmortar debemos incapacitarlo.
Lo que
no se esperaba Blaine era que Marowak creara una avalancha, obligando tanto a
Buizel como a su pokémon destruir las rocas que caían del cielo.
El
pokémon nutria se maldecía, la lluvia estaba parando e incluso con aqua jet era
poco probable que lo detuviera a tiempo.
SPLASH
Las
enormes esferas rojas en la cabeza de Tentacruel comenzaron a brillar,
provocando que de un momento a otro la marea comenzara agitarse, poco a poco se
creaba una enorme ola que amenazaba con devorar gran parte de la isla.
SPLASH
-¡¡Drooooooooooooooooarh!!
Todos
levantado la mirada hacia el cielo, notando como un Wartortle descendía a gran
velocidad hacia un sorprendido Tentacruel.
PAAAM
La cola
del inicial de Kanto se convirtió en un torbellino de agua, con el cual atacó a
la gran medusa que no pude mantener su concentración, siendo incapaz de finalziar su devastador ataque.
Buizel
sonrió con la llegada de su compañero.- Ya
era hora que llegarás tortuga.
Wartortle
le dedicó una pequeña sonrisa y exclamó.- Lo
hiciste muy bien en nuestra ausencia.
Pronto
Totodile aterrizó al lado de Buizel otorgándole una sonrisa amistosa.- ¡Vamos
Buizel!
-Me
estoy irritando de tantas interrupciones.- Exclamó molesto el comandante
observando a los dos nuevos pokémon.- ¡Chicos, no tengan misericordia contra
estas cosas!
-¡Sí!
Wartortle
de la nada sacó sus icónicos lentes, objeto que Blaine reconoció de inmediato.-
Tú… eres el Squirtle de Ash.
El
pokémon tortuga le sonrió al debilitado líder de gimnasio, quizás no podría
entenderle tanto como su entrenador pero de todas modas exclamó.- Tómatelo con calma viejo, nosotros nos
haremos cargo de esto.
Hisao
frunció el ceño, quizás tendría que hacer acto de presencia antes de tiempo.
-Toto, Nutria… ¡Vamos!
-o-
Juppeta
decidió adentrarse nuevamente en la ruta 1, su curiosidad era grande y no
negaría que le encantaría adentrarse en la ciudad para observar la habilidad de
aquella mujer. Sin embargo no iba arriesgar su pellejo frente un adversario
como ella o el propio Giovanni.
Dejó que
su mente creara distintos escenarios que podían ocurrir pronto si ella tan solo moviera ciertos hilos; el más atractivo actualmente era otra confrontación del
pelirrojo contra el azabache, quizás era hasta inevitable que esto ocurriera,
pero debía asegurarse que en esta ocasión ambos entrenadores dejaran todo de sí
dentro de la batalla.
Por
parte de Ash… quizás no sea difícil.- [Quién sabe, todo dependerá de su estado
emocional luego de que abandonara su habitación].- Con un rápido movimiento de sus
garras, la actual “chica” sacó una manzana del árbol donde se encontraba
recostada.- [Y el hijo de Giovanni ya posee instinto asesino, aunque está la
posibilidad de que use a Ashy para debilitar a su papá y dar el golpe de
gracia].
Algo que
realmente le encantaría ver, pero pronto se vio algo disgustada con el
resultado final.- [Pero necesito a Ashy vivo, quizás deba hasta encargarme del
pelirrojo para aumentar las posibilidades de mi “querido” entrenador].
Cuando
estaba a punto de darle una mordida a la manzana, sus instintos se alteraron y
la obligaron a ponerse de piel.- (¿Qué es esta sensación? ¿De dónde proviene?)
Podía
percibirlo, quizás era un reflejo primario de supervivencia que le advertía del
peligro.- (No puedo sentir ningún instinto asesino, ni algún tipo de emoción o
presencia).- ¿Acaso estaba en frente de otro pokémon fantasma? -(Imposible,
podía percibir a cada uno que habitaba cerca de mis dominios… ¿Qué es? ¡Me está
frustrando!)
Algo se
acercaba e inconscientemente, Juppeta había sacado a relucir sus garras listas
para decapitar a cualquier cosa que intente atacarle.
Uno.
No…
tres, cinco, seis.
Los ojos
de Juppeta brillaron con gran intensidad, cualquiera que viera aquellos ojos
rojos se hubiera intimidado.- [Un equipo completo ¿He?]
Sin
embargo… para su sorpresa, aquellas criaturas comenzaban alejarse de su
ubicación rápidamente.
-[¿Huh?
Esa dirección es de…]- Notó como aquel grupo se dirigía al pueblo que ella
misma había abandonado hace algunos minutos.- [Con que de eso se trataba ¿He?]
Ya se
hacía una idea a quienes pertenecían esos monstruos de bolsillo.
-[Pero
no es mi problema].- Su mirada se dirigió al suelo, donde yacía la manzana que
había intentado comer segundos atrás y sin percatarse frunció el ceño.- [Es
algo con lo que tendrá que lidiar Ashy].
-o-
-Extraño.-
Murmuró la maestra tipo hielo mientras corría por Ciudad Verde.- Saben de mi
presencia, pero han venido muy pocos sujetos a enfrentarnos.
Algo no
cuadraba.
De pronto
un resplandor proveniente de una de sus poké ball la hizo detenerse.- ¿Qué?
¿¡Dewong!?- El tono en su voz era lleno de sorpresa a diferencia de su rostro
que apenas parecía alarmado.- (¿Qué sucedió? ¿Cómo pudo ser derrotada?)
No tuvo
tiempo para responder sus propias preguntas al sentir que su cuerpo se inmovilizaba por
completo.- ¡Grm! Mm-mi cuerpo… nno reaaci-cciona.
Su
Cloystar fue en su ayuda, pero pronto detuvo su accionar al sentir una
presencia bastante desagradable que surgía de su entrenadora.
No… de
la sombra de su entrenadora.
-¡!-
Lorelei quedó sin palabras al ver como su propia sombra comenzaba a cambiar de
forma, hasta asimilarse a un monstruo con una inquietante sonrisa.- Ggen…
¡Gengar!
-¿Oh?
Quizás te preguntes en qué momento se apegó a ti.- Con dificultad, los ojos de
la bella mujer se dirigieron hacia el lugar de donde provenía aquella voz.-
Bueno todo fue por el ataque directo que recibiste de aquel Haunter.
Cloyster frunció el ceño y a la vez, su entrenadora maldecía en silencio la llegada de su compañera.- Agatha…
![]() |
Dibujado por: Azure Shiro. |
Caminando con calma la anciana se acercó hacia su colega.- Has causado varios problemas para estos enclenques, tengo que felicitarte por ello.- La pequeña sonrisa en el rostro de la anciana se desvaneció tras estas palabras.- Pero estás interviniendo en nuestros planes.
-¿Nuestros?-
Lorelei apretó los dientes al ver como detrás de la anciana llegaba un gran
grupo de hombres y mujeres que servían a Giovanni.- Eres una…
-Tranquila
querida… ya tendremos tiempo para charlar y más.- Enfatizó en la última palabra para luego captar la atención
de todos sus “subordinados” con un golpe de su bastón.- ¡Todos ustedes, sigan y
encárguense de Pueblo Paleta!
-¡Sí!
Cloyster
planeaba detenerlos, pero pronto su entrenadora comenzó a gemir de dolor a causa
de Gengar, quién le dirigió una pequeña mirada advirtiéndole de sus movimientos.- Grrr.
-Espe…-
Lorelei no pudo hacer nada para detenerlos, estos se abrieron a paso rápido y
abandonaron la ciudad.
Entre
ellos se encontraba Silver y su grupo, el pelirrojo le dedicó una fugaz mirada a
las dos entrenadoras de élite antes de perderse dentro de los árboles de la ruta
1.
-Lorelei será mejor que te calmes, estos pueden ser los últimos minutos que sigas respirando.- Incluso alguien como Lorelei llegó a estremecerse ante tales palabras.
-o-
-Los
noto bastante nerviosos.
-Bueno…
es normal ¿No?- Gary le dio una pequeña sonrisa retadora al azabache.- ¿O vas a
decirme que no quieres orinarte encima?
-Quizás,
quizás… ¿Quién sabe?- El azabache le respondió con el mismo tipo de sonrisa, la
diferencia era que la suya era de mayor tamaño y más “confiable”.- De todas formas, saca a uno de tus pokémon, no sabes en que momento puede llegar un ataque y también… llega a
tranquilizarte un poco.
-Recibido.-
Mencionó el castaño sin abandonar aquella sonrisa, internamente se aliviaba de
ver a su antiguo rival tan “tranquilo”.- ¿Algún otro consejo para estos
novatos?
-¿Desde
cuándo tan humilde?- La castaña aprovechó su oportunidad de unirse a la charla,
igual que Gary, estaba muy atenta a las reacciones del azabache y también a sus
palabras, por lo que no tardó en lanzar a su Pinsir para sentirse más segura.-
Por cierto… ¿No estás preocupado por tus pokémon?
-Por
supuesto, pero confió en Wartortle, en Ivysaur y en todos los demás.- Ash miró
a la castaña con su típica sonrisa amable, tratándole de trasmitir confianza.-
Seguramente ellos sienten lo mismo.
-(Y
también podemos darnos una idea de la fuerza del enemigo).- Pensó el castaño
para sus adentros, todo aquel que logrará entrar al pueblo desde la ruta
acuática daba a entender que eran lo suficientemente fuertes para manejar los
pokémon de Ash.- (Aunque lo mismo va para quienes lleguen desde la entrada
principal, Ash dejó a su Banette “protegiendo” la ruta, no es la decisión más
brillante, pero debe tener sus razones para hacerlo).
El
castaño ignoró la “melosa” charla entre sus dos amigos, si hubiera estado
atento se hubiera percatado que solamente era otra conversación sobre combates
o cualidades de ciertos monstruos de bolsillo. La mente del castaño trataba de
recordar cada palabra que había soltado el azabache sobre esa criatura que
“controló” sus emociones y si todo era cierto, seguramente Ash quería utilizar el
gusto enfermizo que tenía aquella Banette por las emociones negativas contra
los rocket.
¿Qué
mejor que una organización compuesta por criminales para satisfacer los deseos
de una maniática?
-(Aunque
si fuera por mí, no permitiría a esa cosa salir de su poké ball nunca más).-
Gary tenía interés por las habilidades que tenía aquel pokémon, pero el riesgo
era bastante grande… no valía intentarlo.- (Por las palabras de Ash, jamás se
detendrá y dudo que eso cambie por mucho afecto que se le entregue, tampoco
servirá la “presencia” o habilidad que tenga Ash… jamás obedecerá).
Jamás lo
diría abiertamente, pero el joven investigador estaba seguro que con la
habilidad actual del azabache casi ningún pokémon intentaría desobedecerle. Así
que era poco probable que ocurriera otro caso como lo fue Charizard en el
pasado.
Con un
suspiro eliminó aquellos pensamientos.- (Bueno… eso no es importante ahora,
podría aconsejarlo luego de que presenciamos más acciones de parte de Banette).- También
estaba la posibilidad de que esta cayera en manos del pelirrojo, después de todo ese
tipo tenía un nivel similar o quizás hasta superior al azabache.- (Silver no duda en
arrebatar una vida, aquello es lo que lo convierte en un enemigo más peligroso
que Ash).
Sus
pensamientos fueron interrumpidos por la voz del azabache.- Chicos… prepárense,
algo se acerca.
-¡!- El
castaño liberó a su Umbreon, mientras que el escarabajo de Kaori se preparaba
para luchar.- ¿Los sientes?
-…- Ash
no sabía cómo explicarles, no podía decir que era una corazonada, para ser
específicos era una especie de instinto, uno que fue desarrollando en su
estadía en el monte plateado tras tantos ataques.- (¿Por dónde vienen? ¿Aire?
no… Noctowl ya me lo hubiera comentado, si vinieran desde la ruta nos
hubiéramos percatado cuando Juppeta los hubiera atacado).
La idea
de que la fantasma les permitió pasar sin problemas creía en la cabeza de
azabache.
-Grrr…-
Primeape a su lado también trataba de identificarlos, lo que le daba a entender
que no era el único que había notado aquella presencia.- (No, debe tener algo
más de fe en esa bastarda… de otra forma, Infernape se aseguraría de cocinarla
viva).
Sus opciones
se reducían, no podía ser Silver y dudaba que otro soldado de los rocket
tuviera un pokémon que lograra ocultar casi por completo su presencia.
Lo que
deja a Giovanni.
Giovanni…
que se especializa en los pokémon tipo tierra.
Tierra.
-¡!- Al
llegar a esa conclusión no tardó en advertirles a los castaños.- ¡Kaori, Gary,
el suelo!
PAAAM
El grito
de Ash fue recibido a tiempo por el resto de pokémon, que rápidamente se
lanzaron a proteger a sus entrenadores.
-¡Groaaaaaaaaaaaaaargh!-
Un Nidoking salió de la tierra con el único objetivo de acabar con la
sorprendida castaña.
PAAAM
Pero
Pinsir no lo permitió, logrando detener a duras penas el golpe del violento
pokémon veneno.
Furioso
por haber fallado, con su otra mano agarró al escarabajo para levantarlo y
posteriormente lanzarlo brutalmente contra el suelo con una siniestra sonrisa.
Pero su
placer no duro mucho, Kaori no tardó en lanzar a su Rapidash que solo necesitó
de unos instantes para lanzar una potente esfera de fuego que obligó al pokémon
bestia retroceder.
-Pinsir
¿Estás bien?- El pokémon insecto era obstinado y no dudó en reincorporarse, aun
entumecido por el daño, pero utilizó este dolor como impulso para levantarse
rápidamente.- Que alivio…
En ese
mismo momento, Umbreon usaba toda su energía para mantener a esa Nidoqueen
inmovilizada gracias a Psíquico. Tristemente, aquella bestia era fuerte y
haciendo explotar su propia aura logró liberarse y reanudar su ataque.
Pero ese
tiempo le había dado tiempo suficiente a Gary para lanzar a otro pokémon al
combate.- ¡Scizor, puño bala!
Utilizando
el ataque de prioridad y su tipo acero como ventaja, el pokémon del castaño
podía enfrentarse a cuerpo a cuerpo sin problemas contra Nidoqueen.
Por otra
parte, Ash solamente miraba con un rostro serio a su atacante, pero el más
observador hubiera notado la sorpresa en sus ojos al ver a ese monstruo de
bolsillo.
Un
Krookodile, de mayor tamaño al que había “capturado” en su “viaje” por Unova.
Aquel
pokémon no dudó ningún instante y abrió su mandíbula con tal de arrancarle una
extremidad al azabache.
¿O
quizás devorarlo por completo? Podría hacerlo sin problemas guiándonos por su
tamaño.
Sin
embargo, Primeape lo detuvo mientras le entregaba una furiosa mirada, la cual
Krookodile no tardó en devolver.
Forcejearon
unos segundos, pero Primeape se demostró superior y lo hizo retroceder varios
pasos, en aquella distancia observó con gran furia al pokémon luchador que ya
había subido su guardia.
-Giovanni.-
Murmuró el azabache endureciendo la mirada, comprendiendo rápidamente el
movimiento de aquel hombre.- (Quieres mantenerme ocupado hasta que tu hijo
venga a terminar el trabajo ¿He?)
Ash tomó
dos poké ball de su cinturón, como si supiera que aún faltaran otros pokémon que
hicieran su movimiento.
PAAAM
Un
Garchomp.
PAAAM
Un Rhydon.
Pero Ash
solamente necesitó de esos segundos para lanzar a sus pokémon.
SLASH
Sceptile
interceptó al peligroso dragón.
PAAAM
Infernape
conectó un contra-golpe que hizo retroceder al pokémon roca unos pasos, aunque
no parecía muy afectado por el golpe.
Incluso
sonrío.
-Bastardo.- Comentó el azabache y su
inicial de fuego al unísono, sin perder de vista al pokémon característico del
antiguo líder de gimnasio.
Garchomp
inició un breve pero intenso intercambio con Sceptile, los dos internamente se
encontraban sorprendidos al no encontrar alguna apertura en los ataques del
otro.
Lo que
provocó una gran alegría en ambos, casi dejándose llevar de inmediato por sus
instintos salvajes.
Solamente
querían destrozar al otro.
SLASH
Tomaron
distancia, los tres pokémon del tipo tierra se reubicaron y le dedicaron una
fugaz mirada a la pareja “Nido”, notando que tenían ligeros problemas al
enfrentar dos pokémon a la vez.
-Porque
no me sorprende que no estén preocupados por sus compañeros.- Comentó con un
ligero toque de burla el azabache, aunque esto lo utilizó para ocultar el leve
malestar que sintió al ver la indiferencia en la mirada de sus adversarios.-
Cierto, ya recordé al bastardo de su entrenador.
Al no
ver reacción tampoco le sorprendió, no había aprecio… no lo había por ninguno
de los dos lados.
Y aun
así, no dudaban en destruir al azabache y a sus pokémon.
Que
lamentable.
Más que
malestar, sentía una leve pizca de decepción.
-No te notó muy preocupado por tus
compañeros.- Respondió para su sorpresa aquel Krookodile, Ash no lo sabía
pero había provocado cólera en sus adversarios con su mirada y ni ellos
entendían por qué.- No creo que seas el
más indicado para hablar.
-¡Toma
distancia con ataque rápido, ahora ve con roca afilada!
-¡Umbreon
detenlo con psíquico, ahora Scizor ve con viento plata!
-¡Llamarada,
Pinsir arrincónalo para que no pueda escapar!
-No hay
necesidad, confío en ellos… al igual que ellos en mí.- Y era cierto, en ningún
momento el azabache miró hacia uno de ellos con preocupación o malestar, lo mismo
iba para Kaori y Gary, los tres confiaban en la habilidad y fortalezas del
otro.- Y de cualquier forma, si realmente están en peligros no me será difícil
intervenir.
-¡Joh! ¡Fuertes palabras mocoso!- Garchomp
sacó a relucir su mandíbula, entregando así una espeluznante sonrisa.- Espero que tus pokémon sean igual de rápidas
que tu boca.
Ash no
necesitaba ser un genio para saber la reacción de sus pokémon con esa
declaración, ya estaban listos para que el dragón se tragara sus palabras.
-Suficiente charla.- Murmuró el supuesto
líder del grupo, Ash no fue ajeno al peculiar brillo que obtenían las garras de
Krookodile.- Solo vinimos con un solo
objetivo, romper los huesos de cada ser que se encuentra en este inmundo
pueblo.
Ash no
pudo evitar encararlos con una sonrisa retadora, no negaría que estaba algo
ansioso por combatir… habían sido horas muy emocionales y había frustraciones
que solamente podía soltar en medio de un combate.- ¡Vengan malditos!
-¡Groaaaaaaaaaaaaarg!
Ash
retrocedió de un salto en el mismo momento que sus pokémon se lanzaron a
combatir, obteniendo un mayor alcance de visión y asegurarse de salir ileso a
la mayoría de ataques.- Primeape deja los puños para después, quiero que crees
dos rocas afiladas ¡Ahora!
Sus
pokémon no tardaron en captar la idea de su entrenador y no pudieron evitar
tener la misma sonrisa que había tenido el azabache hace unos instantes.
PAAAM
Primeape
golpeó con gran fuerza el césped, creando dos rocas que sus dos colegas
utilizaron para impulsarse a los cielos y al alcanzar una altura considerable, comenzaron a reunir energía para sus movimientos característicos.
Un
lanzallamas y un rayo solar se dirigían a una gran velocidad contra los tres
pokémon de Giovanni.
Rhydon
utilizó el mismo movimiento que Primeape, protegiéndose a sí mismo como también
a sus compañeros.
BOOOM
Aunque
no esperaba que fueran capaces de destruir las rocas con solo un ataque y su
sorpresa no terminó ahí, ya que el pokémon tipo lucha ya se encontraba frente a
ellos.
-¡A
bocajarro!
PAAAM
SLASH
PAAAM
Krookodile
se vio envuelto un brutal intercambio, internamente sorprendido por el esfuerzo
que estaba requiriendo para seguir el ritmo de Primeape.
-Grrr… ¡Qué molesto eres!- La ira era un
buen potenciador para ciertas criaturas, Krookodile era una de ellas y por un
instante logró superar a Primeape para tomar uno de sus puños y así lanzarlos
por los aires.
-(Es
bueno… no, son buenos).- Pensó el azabache al ver como su pokémon “campeón” se
reincorporó sin problemas, al igual como sus otros dos pokémon.- (Giovanni
quiere debilitarnos… ¿He?)
Ash
tomaría esto como una ventaja, si Giovanni quería tenerlo ocupado significaba
que lo veía como una potencial amenaza y eso provocó cierto orgullo en el
entrenador.
-Jeh…
puedes traer todos los “inconvenientes” que quieras.- Murmuró con una extraña
pizca de éxtasis ante la idea de liberar la “sincronización” en este mismo
instante.- Solo nos haremos más, y más fuertes.
Y así
Pueblo Paleta, se unió a la batalla por salvar la región de Kanto.
-o-
¡Ash parece ansioso por acabar
con los pokémon de Giovanni! ¿Será tan sencillo como él espera? ¡Lo sabremos en
algunas semanas más!
Este episodio sería más largo que
el producto final, pero quise terminarlo cuanto antes ya que había pasado
bastante tiempo desde la última publicación… eso y que luego releer un escrito
mayor a 30.000 palabras es bastante para agotador para mí, Shiro, Maelo y
cualquiera que quisiera ayudarme con la revisión.
Quizás así siga pecando con el
ritmo lento que he mantenido desde que retomé esto, pero ya es algo inevitable
y sobre todo con la manía de manejar tantos personajes, por ahora me centré en
los alrededores de Pueblo Paleta, salvo cierta ruta cercana a la liga… pero eso
es para la siguiente actualización.
Ya estamos cerca de finalizar la
batalla en Isla Canela, con ciertos datos que pueden llamar la atención de
algunos, Ciudad Verde se verá envuelto en más mierda con el enfrentamiento de
dos “élites” y la ruta 1 puede cubrirse de rojo si cierta fantasma quiere.
¿Alguien esperaba que Ash mandara
a otros de sus pokémon a combatir?
¿Qué esperan del tal Hisao?
¿Qué pasa con el resto de
ciudades? Eso lo veremos próximamente.
Quizás el inicio le llamó la
atención a más de uno, la escena solamente da a conocer la reacción de una
persona X frente a la invasión de los rocket, durante los meses me imaginaba a mí
mismo el cómo reaccionaría ante eso y bueno… ahí lo tienen.
Seguido de esto vamos a lo que sucedió
en el episodio pasado, pero desde el ángulo de Juppeta y Noctolw, este último
ha destacado levemente en los últimos episodios resaltando lo observador que
es.
Quiero decir mucho, pero tengo la
mente algo ida xD así quizás diga cosas relevantes dependiendo de lo que digan
en los comentarios, usualmente siempre hago eso.
Si todo sale bien, quizás traiga
el siguiente episodio en un transcurso de 3 a 4 semanas ¡Inspiración y tiempo a
mí!
Se despide de ustedes… un creador
de contenido de pacotilla ¡Se cuidan!
¿Ha? ¿No dije escritor?
¿Lo soy?
…
¡Vale, vale! ¡Se despide con
cariño, el escritor de pacotilla!
-o-