martes, 8 de diciembre de 2020

¡Actualizaciones! V.1


Muy buenas a todos, en este ocasión les traigo una pequeña entrada informándole sobre actualizaciones realizadas en episodios anteriores, fanfiction y demás.

Podría convertirse en una especie de noticias del Akaiverse, pero eso lo veremos más adelante.

En mi primer lugar quisiera informarles que en los episodios 18 y 20 fueron actualizados con dibujos hechos por nuestro buen e inigualable Ray, que como siempre les dejaré el enlace a su contenido al final de la entrada.

Por otra parte, el “prototipo” de mi fic de Ranma ½ ha sido corregido por leves errores que tenía, pero más importante ha recibido una gran cantidad de dibujos gracias a la gran Matsu, que realmente se lució con cada uno de ellos.

Les pido que sigan la página de ambos.

Aquí abajo les dejaré el enlace a los tres escritos.

Pokémon XY&Z Second Chance: Episodio 18.

Pokémon XY&Z Second Chance: Episodio 20.

Rompiendo Cadenas: Ranma ½

También más adelante se agregarán más dibujos para el último episodio publicado (20.5), cortesía de Maelo (Hoy también subí uno de sus dibujos al episodio) y Ray.

 

En cosas más insignificantes, se ha actualizado en fanfiction con el episodio 19 de Second, el que curiosamente comenzó a escribirse en estas fechas del año pasado.

Dejaré el enlace en esta imagen de mi persona junto a Zubat :D

Algún día serás un Golbat bb

 

Por último, se ha cambiado la “sinopsis” de Second Chance en fanfiction:

Lysandre había ganado, sin embargo Ash había logrado liberar a Zygarde y esté no tardó en “regresarlo” al pasado como agradecimiento por salvarlo. Ahora Ash trata de ser la mejor versión del mismo, pero quizás el forzar ese cambio puede causar… consecuencias.

No es la gran cosa, pero realmente quería hacerlo desde hace un buen tiempo, ya que cada vez que la leía quedaba… insatisfecho e incluso molesto, recordando ciertos sucesos.

Como un “extra”, mañana se termina el descanso que me di luego del último episodio, trataré de poder traerlos antes de terminar el año (Aunque eso no quiere decir que lo publicaré enseguida, primero espero que los chicos lo lean, vean las escenas que me gustaría que hicieran y que uno pueda ayudarme a revisar el episodio). Quizás les pueda ser molesto, pero usualmente termino harto tras publicar un episodio… salvo en el último, ya que realmente mi equipo, mis panas, mis ctm, realmente me ayudaron y aliviaron bastante mi trabajo.

Shiro y Maelo quizás sean los que han acompañado desde el “regreso” de los escritos, pero Ray y Matsu también otorgan bastante con su apoyo y energía, realmente son un cuarteto que realmente agradezco tenerlo como amigos y apoyo.

Espero que tengan un gran mes, ojalá puedan disfrutar bastante de las festividades con sus seres queridos y que el siguiente año sea mejor para todos. Este año nos ha otorgado resistencia, coraje y determinación que quizás no creíamos poseer, nos ha servido para comprender más de nuestro entorno, de nosotros mismos, los límites y el cómo superarlos.

Les deseo lo mejor y espero que podamos seguir leyéndonos por un largo tiempo más.

Aquí les dejo el enlace a todos mis colegas:

Shiro.

Maelo.

Ray.

Matsu.


Se despide con cariño, un “escritor” de pacotilla.


viernes, 27 de noviembre de 2020

Pokémon XY&Z: Second Chance - Ep 20.5: El tonto.


Episodio anterior.
Siguiente episodio.

También te pueden interesar mis otras historias, ya sean de Pokémon o Ranma 1/2 que están en la sección de "one-shot".

-o-

¿Por qué tardé tanto? Pues… lo de siempre, aparecen inconvenientes, prioridades, lesiones, problemas familiares y todo lo que equivale a tener una vida jajaja.

Ya estamos casi al final de este año y vaya año ¿No? Creo que ha sido clave para todos nosotros de una forma u otra.

Como siempre agradecer a quienes se dan el tiempo para comentar el episodio, realmente aprecio y atesoro cada uno de ellos.

Por eso le mando un saludo a MiguelZero24, Giuliano, NaruAshX y TuAbuelsKbro.

Y como comentarios destacados están Master X y Anbludx, realmente fue disfrutable leer sus “reseñas” jaja.

Ya sin nada más que añadir… Comencemos.

-o-

¿Hmmm? ¿Dónde estoy?

Este lugar… me es demasiado familiar.

Me resulta extraña la calidez que me otorga este bosque, pero más aún la nostalgia que me está invadiendo.

Como si fuera un lugar muy importante para mí.

-Espera…- Apenas puedo articular las palabras a causa de la sorpresa.- Estoy en…

Esos árboles, aquel hermoso lago, pero sobre todo… esas risas tan familiares que puedo escuchar a la lejanía son de ellos.

Bonnie, Clemont y Serena.

-Kalos…- No puede ser, es imposible que me encuentre aquí… yo fallé, les había fallado contra Lysandre.- Juppeta… ¿Estás jugando conmigo?

Tomo mis poké ball, pero entre ellas no se encuentra la ultra ball de la maldita muñeca.

En cambio… tengo a Talonflame, Hawlucha, Noivern y a Greninja.

Corro hacia el lago para ver mi reflejo, esperaba verme en mal estado, cansado y lleno de vendas, pero en cambio me encuentro llevando la ropa que utilizaba durante mi viaje en Kalos… se encuentra en perfecto estado al igual que mi cuerpo.

Mi rostro…

Tengo ojeras.

¡Hahahaha! ¡Ya lo recuerdo, las tengo porque no podía dormir al pensar en la batalla que se avecinaba!

¡Y mi estatura, recuperé esos ocho centímetros que me había quitado Zygarde!

-¿Lo logramos?- Recién noto el tono más grave en mi voz, eso y que soy capaz de razonar… ¿Todo me lo había imaginado?- ¿Realmente ganamos?

-¡Ash!

Serena… mi linda Serena.

-¡Vamos amigo, te estamos esperando!

Clemont… mi hermano pequeño.

-¡Ash ven rápido, Pikachu y Dedenne se comerán tu parte!

¡Hahahaha! ¡Bonnie!

Bonnie… mi pequeña niña.

-¡Ya voy!- Exclamó con todas mis energías antes de voltear hacia atrás.

Y al hacerlo… puedo ver como todo el lugar está envuelto en llamas.

Las risas, el agradable ambiente… todo había desaparecido en un instante.

Entre las llamas aparecen hombres y mujeres llevando ese uniforme que tanto detesto.

Dibujado por: Cadmo (Ray).

-¡Equipo flare!- Exclamo con veneno, con un odio que había estado guardado en lo más profundo de mi pecho.- ¡Acabaré con cada uno de ustedes!

Rápidamente tomó la poké ball de Greninja para acabar con el fuego, pero de esta no sale mi pokémon… fue en ese momento en que me doy cuenta de cierto detalle que no pude detectar antes.

Cada una de las poké ball se encuentran en un estado lamentable, al igual que los pokémon que permanecían dentro de ellas.

No… eso significa…

-Fallaste.

Esa voz, tu… maldito hijo de puta.

-¡Lysandre!- Mi visión se tiñe de rojo, lo único que puedo notar es la figura de aquel hombre que aborrezco con todo mi ser.

Me lanzo contra él, golpeo una, otra y otra vez, pero siempre que estoy a punto de atinarle desaparece y aparece en otro lugar.

No, mis golpes conectan pero lo traspasan… como si de un fantasma se tratara.

Se aleja de mí, tiene incluso el descaro de darme la espalda… ¡bastardo de mierda!

¡Acabas con mi tranquilidad, mis pokémon, mis amigos y ahora te encargas de quitarme el valor como oponente!

-¡Mírame, enfréntame mierda!- ¿Acaso eres incapaz de arrebatar una vida con tus propias manos? ¿Este es el supuesto elegido que limpiará el mundo?- ¡Ten algo de honor y termina lo que iniciaste!

Voltea hacia mí por un instante, podía jurar que en su mirada no había rencor, ni siquiera indiferencia… solamente tristeza.

¿Te doy lastima?

Sigo su mirada, para saber que había llamado su atención y al verlo… quedo en blanco.

El bosque había sido reemplazado por un lugar que yo conocía bastante bien.

Mi pueblo… está en ruinas.

Caigo de rodillas, al mirar a mí alrededor los uniformes rojos habían sido teñidos de negro.

Lysandre había desaparecido, en su lugar estaba Giovanni mirándome con burla.

Sin embargo lo que acabó completamente conmigo fueron sus palabras.

-Volviste a fallar.

Dibujado por: Matsu Hirami.


-o-

-¡!

Desperté sobresaltado, mi respiración era entrecortada y estoy seguro que mi mirada solamente reflejaba desesperación.

¡Puedo sentirlo, incluso con la ausencia de un espejo puedo asegurar que es así!

-Fue un sueño…- Llevo una mano a mi rostro, estoy sudando… ¿Tanto me afecto esa pesadilla?- Solo un maldito sueño.

Repetí aquellas palabras hasta que logré calmarme, si seguía actuando tan agitado no tardaría en despertar a Pikachu.

No quiero que me vea así, reaccionaría muy mal si lograra ver mi rostro.

Vamos… cálmate, recuerda lo aprendido con Ippei y Primeape, ambos me recalcaron lo importante que era saber controlar ciertas emociones.

Dios… la pesadilla que tuve tras salir del monte parece agradable al lado de esta última.

Mis ojos se enfocan en Pikachu, quién dormía plácidamente en los pies de la cama.

-No sabes lo mucho que te envidio en este momento.- Sonrió con pesar, la idea de despertar a Pikachu se me hacía muy apetitosa, pero eso no solucionaría nada y además… debo solucionar esto por mi cuenta.

Me apoyo en la pared y mi mirada se dirige al techo, no digo nada por unos minutos, para no llamar la atención de cierto pokémon que seguramente no fue ajeno de mi arrebato.

-[Capto el mensaje, te dejaré a tu suerte Ashy].

No esperes que te de las gracias.

Mi mente era un caos, no podía recordar todo el sueño, pero se me había quedado grabada la imagen del bosque y del pueblo en llamas.

Como también, las palabras dichas por Lysandre y Giovanni.

-Esta vez no sucederá… Los detendré.

Y es cierto, por muy poco creíble que suene… no volveré a fallar, no me lo permitiré.

El Ash Ketchum que quiero ser… no falla, no retrocede por una simple pesadilla.

Necesito ser ese Ash, para mí, para mamá, para mis pokémon, por el bienestar de todos.

Incluso si debo dejar de ser Ash Ketchum para eso.

-¿?- Tomo mi despertador, veo que recién son las tres y media de la mañana.- Dormí más de lo esperado.

No se lo digo a nadie en particular, pero últimamente no es una sorpresa para mí el dormir tan poco, pues verán; durante mi estadía en el monte plateado mi sueño era interrumpido por los ataques constantes de pokémon salvajes, el frío, el hambre o cuando debía tratar una herida o un estado alterado en uno de mis pokémon.

-Ahora que lo pienso… solamente en casa de Misty pude dormir bien.- Eso explica porque a pesar de todo estaba de tan buen humor, aunque también el huevo dado por Blissey fue crucial también.- Ojala tuviera uno de esos ahora.

Mi estado de ánimo en estos días ha sido como una montaña rusa, estoy harto de eso, pero creo que es algo inevitable.

Con cada hora que pasa menos falta para ese momento, cuando por fin podré aclarar todas las dudas que he cargado desde que desperté en Sinnoh.

Podré callar de una vez por todas la boca de esa maldita Juppeta y también… demostrarme a mí mismo que no soy el mismo inútil de antes.

-No volveré a fallar… no soy ese idiota, ya no.

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Dos meses? ¿Tres?

He entrenado a cada uno de mis pokémon en ese lapso de tiempo, quizás no tanto como hubiese querido, ya que tenía que invertir mi tiempo en otras cosas.

-Jeh… no solamente como entrenador, he fallado como “senpai”, hijo y especialmente como amigo.

Traté de mejorar también en esos ámbitos, me puse al día con las chicas, he aprendido varias cosas de ellas y también he notado otras por mi cuenta.

De May, pues… siempre tiene que meter a Drew en la conversación, de una manera u otra siempre lo logra.

Eso y que su entrenamiento se ha vuelto bastante intenso, quizás demasiado para un simple coordinador.

¿Norman estará influyendo en ella?

-Otra cosa que resolver…- Murmuro para dejar aquellos pensamientos atrás, quizás estoy exagerando, llevo bastante tiempo sin ver a un coordinador en acción y sinceramente no le dedicaba mucha atención a los concursos.

Excepto cuando era el turno de May y Dawn.

Hablando de Dawn, bueno me gusta meterme con ella jejeje siempre logro que hable sin pensar en lo que dice, normalmente me da un cumplido, ya sea de mi apariencia, mi forma de ser o por mi habilidad como entrenador.

Es adorable cuando se percata de lo que dice y trata de evitar cualquier contacto conmigo.

Awww Dawn, no crezcas más ¿Si?

-Van a matarme luego de esto.- Suelto una leve carcajada al imaginármelo, si lo pienso un poco mi destino está marcado, me matan los rocket o lo hacen las chicas.

Incluso ahora… con solo pensar en ellas, me siento un poco mejor.

Debo compensarlas, deben estar muy preocupadas… ¿Es normal que siempre provoque eso en las mujeres?

Ya sea mamá o mis amigas… debo mejorar eso.

Con Serena y los demás no pude interactuar tanto como esperaba, al menos logre que Serena se enfocara más en su entrenamiento con su madre, con mis consejos es seguro que podrá derrotar a Grace antes de lo esperado.

Con Brock seguí en contacto, ha estado estudiando bastante para hacer el examen de ingreso y con ese nuevo conocimiento, le consultaba antes de probar nuevas rutinas de entrenamiento con mis pokémon.

Misty y Tracey aun los tengo pendientes, bueno… con Misty hablé bastante desde que luché con Silver, así que no puedo quejarme.

Mamá me ha enseñado a cocinar, me regañó por depender siempre de mis compañeros de viaje en cuanto a comida se refiere, así que en mis tiempos “muertos” me ensañaba platos fáciles de hacer, con ingredientes que podía conseguir en cualquier lugar.

Quiero seguir aprendiendo, escuchar de su infancia, de mi abuela y también de esos dos bastardos con los que comparto sangre.

Mi abuelo y Egan, que supuestamente es mi padre… que se jodan.

-Si… han pasado varias cosas en estos meses.- Me levanto con cuidado, dudo que pueda volver a dormir, es más, quiero evitarlo… tener otra pesadilla como esa afectara bastante mi rendimiento.- Iré por un energizante, cuando suba tu y yo debemos hablar sobre tu “participación” en la batalla ¿Quedó claro?

-[Más claro que el agua].

Bajo con cuidado, mamá tiene un buen oído y no quiero ser atrapado en el acto… o que terminemos en medio de una charla emocional.

No creo soportarlo… estoy en mi límite.

Estoy cansado de lidiar con los arrebatos de otros, de estar en medio de un combate a muerte cada dos días, de crear en mi cabeza todo tipo de escenarios para poder adaptarme a cualquier situación. Estoy harto de preocupar a las chicas y a mamá, harto de lidiar con Juppeta, cansado de dormir poco, cansado de tener el presentimiento que en cualquier momento vendrán atacarnos y cansado… estoy cansado de mentir.

A mis pokémon, a mis amigos, a mi madre… y a mí.

-De haberlo derrotado… nada de esto hubiera pasado.- Susurre aquellas palabras mientras abría la puerta del refrigerador, mis ojos no tardaron en localizar la bebida energética.- Más te vale ser tan eficiente como dice Kaori.

La bebida es dulce, quizás demasiado dulce para mi gusto, pero mientras cumpla con su cometido… no debería quejarme.

Voy a tomármela con calma de todos modos.

-Si… de no haber fallado.- Me derrumbo con pesar en el comedor, esta rabia, esta pena que aún permanece en mi pecho y que parece que jamás se irá.- Y ahora… puede que vuelva hacerlo.

El poder del equipo flare, incluyendo a Lysandre y a Alain, no es nada comparado al de Silver y Giovanni.

Eso y sin contar a todos los miembros del equipo rocket que desconozco su poder, no debería sorprenderme que hayan tipos más poderosos que el propio bastardo de rojo.

Los rocket no solamente superan a Lysandre en habilidad, también lo hacen en cantidad.

Kanto, Johto… seguramente ya se expandieron hasta Hoenn y Sinnoh desde la ausencia de las demás organizaciones.

-No hay punto de comparación.- Sonará cruel y hasta horrible de mi parte, pero mis amigos no destacaban por su gran habilidad en combate, aun así lograron hacerle frente a varios miembros del equipo flare.- Alain me superaba gracias al poder de la mega-evolución… sin ella, lo hubiera hecho trizas.

En más de una ocasión he recreado un combate entre Silver y Alain, con lo que he visto de ambos; puedo asegurar sin alguna duda que el primero haría trizas al otro imbécil.

Lo mismo se aplicaría con Giovanni y Lysandre, que va, estoy seguro que Silver es suficiente para acabar con todo el equipo flare.

-He mejorado, tengo la experiencia y el poder.- Tengo un buen arsenal, pokémon poderosos y puedo crear varios equipos equilibrados.- Ghetsis, Alain, Lysandre… todos ellos ya no son un problema para mí.

El verdadero problema… es el enemigo actual.

La organización más devastadora en cuanto a combates se refiere, la que controla el bajo mundo, la que posee miles de miembros por todo Japón.

Sin importar como lo vea, el equipo rocket es la organización más peligrosa de todas a las que me he enfrentado, incluso en el futuro dudo que haya otra que le supere.

Si logro superar este obstáculo… ya no habría más dudas.

Demostraría que si he aprovechado la oportunidad que me has dado Zygarde, puedo permitirme liberar esta presión en mi pecho.

Me convertiría… en ese Ash… en ese que todos necesitan.

-[Te infravaloras demasiado].

De la nada, las palabras dichas por Pidgeot en el monte plateado se emiten en mi consciencia.

¿He? ¿Por qué?

-[En tus objetivos nos incluyes, nos dedicas tiempo individualmente… estás siendo muy ambicioso en muchos aspectos y no es algo que yo apruebe, pero estas dándole uso a cada segundo de esta oportunidad].

Pidgeot… esas palabras.

-[Aprovéchala Ash, por todos los que no posean una… deja en claro que tú eres el indicado, quién  enfrentará y frenará cada problema que vendrá].

Esas palabras…

-[Céntrate en nuestro entrenamiento, no estás solo contra el mundo… tonto].

No sabes cuánto quería escucharlas.

No lloré en aquel momento por pura voluntad y no tardé en aferrarme a ti.

Incluso ahora… sin siquiera estar presente me ayudas a estar en calma conmigo mismo.

-Es cierto, no estoy solo.- Tengo a mis queridos pokémon conmigo, tengo a dos castaños increíbles cubriendo mis espaldas y un montón de gente que cuidará de mi madre.

Misty, Brock, Sabrina y los demás líderes de gimnasio también deben sentir una inquietud similar a la mía.

Yo… debo dejar este ciclo.

-Es suficiente.- Murmuro para luego beber todo el contenido de la lata, tratando de aquello reforzara mis palabras.- Ash Ketchum… el que quiero ser… no es afectado por un ciclo lleno de tormento.

Tengo a todo tipo de seres increíbles apoyándome o que dependen de mí.

¡No puedo defraudarlos!

¡Hay muchas cosas que aun debo solucionar!

¡Personas que visitar! ¡Bastardos que patear!

¡Y bikinis que ver!

¡Puedo soportar esta carga, puedo acostumbrarme a esta sensación!

-Es mi responsabilidad después de todo, debo solucionar mis cagadas.

Y con este fuego cálido que comenzó a crecer en mi pecho, mi confianza y voluntad resurge de las cenizas.

Debo aprovecharla para confrontar a la marioneta por última vez.

Pero antes… iré a besar y abrazar a Pidgeot.

-o-

En otro lugar, a miles de kilómetros de Kanto; un joven junto a su fiel pokémon se adentraba en la guarida del equipo plasma.

Todo gracias a las ilusiones de su pokémon, Zoroark, quién los hacía invisibles a los ojos de los guardias del lugar.

El líder de los rebeldes, el ex líder de los plasma sabía que no podía utilizar el mismo truco por siempre, no solamente por toda la energía que utilizaba su compañera para realizar tal hazaña, sino que sus antiguos hombres se habían hecho con nueva tecnología, la cual había sido creada específicamente para ver más allá de las ilusiones de Zoroark.

Muchos pensarían que N se había infiltrado para acabar con tales artefactos, pero eso estaba bastante lejos de la realidad.

El junto a Ruga habían llegado a la conclusión que realizar tal acción no afectaría nada a Ghetsis, ya que teniendo a Colress trabajando para él, podría recuperar aquella tecnología con suma facilidad.

Lo importante era descubrir cómo se había hecho con el capital para realizar tales inventos.

Alguien o algo están apoyando a Ghetsis con sus planes.

-(No me sorprendería que fuera el propio gobierno, con tal de recuperar el control de la región y la confianza de la población hasta parece racional).- El conocía en carne propia el gran nivel de convencimiento de Ghetsis, no por nada creyó en sus palabras por más de una década.- (Eso o está haciendo contratos con alguien del exterior).

Apartó rápidamente aquellos pensamientos, no había tiempo para analizar las cosas en este momento.

Su pokémon le ordenó que se detuviera, N reaccionó rápidamente y frunció el ceño al percatarse quién era el tipo que cuidaba el ascensor.

-Pertenece al trío sombrío.- La mirada de Zoroark se endureció tras las palabras de su compañero, los instintos de esos tres hombres eran agudos, incluso superando a algunos monstruos de bolsillo.- Si nos acercamos demasiado seremos descubiertos.

Permanecieron en aquella esquina, observando el procedimiento de reconocimiento entre los reclutas, no todos tuvieron acceso al ascensor y esto llamó bastante la atención del dúo.

-[Están siendo bastante precavidos… demasiado para un simple ascensor].

-Algo importante debe estar sucediendo allá arriba.- N frunció el ceño, el que se requiera el uso de una tarjeta les impedía crear una ilusión con la cual engañar al sujeto.- Debemos encontrar otra forma de subir.

Miró sus alrededores, tenía bastante conocimiento de la base, había dos caminos extras por los cuales se podía acceder al último piso.

-(En esos lugares podríamos ser interceptados por los demás miembros del trío sombrío).- N también pensó que quizás, estos estén cuidando la entrada a la oficina de Ghetsis, pero de ser ese el caso, aquel hombre que vio como un padre estaba preparando algo de gran calibre.- Zoroark, sin importar el costo…

-[Lo sé… debemos descubrir que está planeado el bastardo].

Ambos continuaron explorando el lugar, identificando a varios soldados de gran nivel protegiendo los distintos accesos al último piso del lugar.

Aun así, no había rastros de los demás miembros del trío sombrío.

N tuvo que recurrir a ciertas bayas para restaurar la energía de su pokémon, se prometió así mismo que plantaría el doble de frutos para estar preparado para todo tipo de combate o situación en el futuro.

Tenía tiempo limitado, tanto para descubrir los planes de Ghetsis como para escapar de la base.

Su vista se centró en ciertas tuberías, recordando que los pokémon roedores que jugaban con el de niño le habían enseñado todas las maneras de ocultarse en aquel edificio.

Y también como llegar a cada habitación.

-(¡Por la ventilación!)- Sus ojos se iluminaron, no tardó en informarle a su pokémon sobre aquellos pasadizos y enseguida pasaron a la acción.- (Vamos Zoroark).

-[Si].

-o-

-Bueno… ya es hora.

Tras esas palabras, tomo la ultra ball de mi escritorio y libero a Juppeta, que para mí desgracia se encontraba en su forma humanoide.

No debería sorprenderme, seguramente conoce la incomodidad que me causa al verla.

-[¿Por qué tardaste tanto?]- Me frunce el ceño ¿Tan poca paciencia tiene?

Jeh… ya tengo una manera de sacarla de quicio.

-Fui a ver a Pidgeot, necesitaba darle algo es todo.- Me encojo de hombros y aquello parece molestarle, parece indignada de que le esté dando prioridad a otro pokémon antes que a ella.

Curioso.

-[Tks… creo que esto es más importante que jugar a ser un entrenador]- ¿Jugar? ¿Qué mierda estás insinuando?

No Ash, cálmate… no caigas en su juego.

-Lo siento, cualquiera de mis pokémon es más importante que todo lo relacionado contigo.- Trato de restarle importancia a mi comentario, mi mirada se desvía hacia Pikachu por un instante.- Como sea… no perdamos más tiempo y vayamos al grano.

-[Diablos… y yo que tenía una increíble respuesta].- Fue un susurro, lo suficientemente fuerte para que lograra oírlo… seguramente lo hizo a propósito para tentarme.

Y casi caigo.

-[Bueno Ashy, durante la tarde creo que fui muy clara ¿No?]- Se sienta en mi escritorio, es una… ¡Tienes una silla a tu lado, animal!- [Quiero participar].

Nos quedamos mirando por un tiempo, yo la miraba con seriedad por varios motivos: Por su petición y por la expresión tan decidida que llevaba en su rostro.

Realmente era extraño verla sin su habitual sonrisa burlesca o siniestra.

Y aquellos ojos… me hacían entender que no aceptaría un “no” como respuesta.

Aunque lo que Juppeta quiera o no… dejó de importarme hace días.

Pero prometí confiar en el juicio de Infernape, como ella confía en el mío.

Tal como se lo dije a Noctowl.

Quizás tenga un buen motivo para unirse a la batalla ¿Verdad?

Bueno… vamos averiguarlo.

-¿Por qué?- Arquea una de sus cejas ante mi pregunta.- ¿Por qué el repentino interés en ayudar?

-[Ahí te equivocas Ashy]- Me sonríe, con esa expresión burlesca que ya comienzo a odiar.- [Dije que quería participar, nunca mencioné algo sobre ayudar].

Hija de puta.

¿Incluso planeas burlarte de mí en medio de tu última oportunidad?

¿¡Tienes mierda en la cabeza acaso!?

¡Maldita muñeca de mierda!

Tks… ¡Grrrr!

¡No!

No…

Cálmate… no le des el gusto de verte furioso.

El Ash que quiero ser, no permitiría que una criatura como Juppeta lo trate como su juguete.

Yo soy su entrenador, soy quién tiene el control.

Si… así es como debe ser.

-Pues con esa actitud, solo lograras volver al ordenador.- Respondo de manera cortante, quizás hasta fría, la vuelvo a encarar y trato de darle la mirada más dura que me sea posible.- Ya no estamos en el monte plateado Juppeta, no tienes ningún control aquí.

¡Ahí está, por un segundo pude notar un poco de sorpresa en su cara!

¡Toma eso trapo de mierda!

Oh… está enfadada.

Realmente toque un punto ¿He?

-[Tú…]- Se levanta y se acerca a mí lentamente, puedo sentir su sed de sangre.- [¿Realmente crees que permitiré que vuelvas hacer eso?]

No retrocedo, la enfrento sin una pisca de miedo y no tardo en responder.- ¿Y crees que puedes evitarlo?

Apretó los dientes frustrada, seguramente ya se percató de la intensa mirada que nos dirige Noctowl desde su posición.

Y no es el único que está preparado para intervenir.

¿Cierto Pikachu?

-Pika…- Juppeta frunce el ceño al notar a mi primer pokémon a mi lado, seguramente recién se percató que su arrebato llamó la atención de mis pokémon.

Juppeta es emocionalmente inestable… desde que nos enfrentamos en el monte plateado pude notarlo, pero no es hasta ahora que decido usar esto a mi favor.

Bueno… ignorando nuestro segundo combate por supuesto.

-¿Lo ves Juppeta?- Me burlo de ella, como tantas veces lo hizo conmigo en el pasado y no negare que su expresión me causa satisfacción.- No puedes hacer nada para evitarlo, así que… oh te comportas o me aseguro que no vuelvas a ver la luz del sol por el resto de tu vida.

Pikachu me mira por un instante, vaya… no te esperabas una amenaza así ¿He?

-[Tks…]- Me dirige una mirada llena de odio, ni siquiera necesito ser tan inteligente para entender el “Esto no se quedará así” que me enviaba, pero decido ignorarlo y esperar su siguiente respuesta.

-Pikachu… no bajes la guardia.

-Pika.

Juppeta nos mira a ambos, para luego mirar a su alrededor… seguramente tratando de percibir la energía de los demás y saber contra quién podría enfrentarse.

-No ganarás.- Respondo sin pensarlo, una parte de mí realmente se sintió insultada al solo imaginarme el pensamiento de Juppeta, creyendo que podría vencer a Pikachu o al resto.- Creo que aquello quedo demostrado en el monte.

-[Fuertes palabras Ashy, quizás demasiadas para un tipo que hace media hora estaba horrorizado por un simple sueño].

-Aquello fue cualquier cosa menos un sueño y tú lo sabes.

-[¿Lo sé? Creo que ya te había hecho entender que los sueños están fuera de mi alcance].- Tks… nuestro intercambio llama la atención de Pikachu, quién parece desviar su mirada hacia mí en cualquier momento.

¡No lo hagas Pikachu, le darás la abertura que necesita para atacarnos!

Como si hubiera leído mis pensamientos, Pikachu se centra completamente en Juppeta y pareciera que en cualquier momento le daría una descarga de 10.000 voltios.

¡Bien hecho, ese es mi pokémon!

Mi mirada se vuelve enfocar completamente en Juppeta, quién oculta su mirada entre sus “mechones”, aun así sus dientes son visibles y es obvio que esta frustrada… aprieta su mandíbula con tanta fuerza que podría destruirla.

Aun así, nadie articuló palabras por varios segundos.

Hasta que ella decidió acabar con el silencio, supongo que logró tragarse el orgullo ¿No?

-[Supongo que debo dejar de arriesgar mi limitada libertad].- Juppeta seguía molesta, pero había logrado recomponerse bastante rápido… quizás demasiado.- [Nuevamente me sorprendes… en menos de una semana me has hecho sentir emociones que desconocí durante años].

Su tono de voz me sorprende, causa una extraña sensación dentro de mí; una mescla entre curiosidad e inquietud… no sé cómo reaccionar ante este giro.

-[¿Estoy agradecida? No lo creo, pero supongo que esto es lo más cercano a estar viva].- Su mirada se dirige al techo y una pequeña, pero triste sonrisa apareció en su rostro.- [Y eso… me alegra y me deprime a la vez].

Yo, no sé cómo reaccionar ante esto.

Creo que no existen las palabras para expresarlo, ni tampoco para comprender lo que trató de expresar Juppeta.

Pero quizás… sea lo más cerca que estaré en saber lo que hay dentro de ella.

En cómo piensa, lo que siente, lo que quiere, lo que busca… lo que anhela.

No, no es tiempo de empatizar.

-[Lo que sí sé… es que te respeto, no mucho pero lo hago].- Vuelve a mirarme y su sonrisa obtiene un poco de alegría.- [Al igual que con el pelirrojo, has superado mis expectativas y creo que sería un desperdicio que mueras tan pronto].

-¿Pronto?

-[Creo que es inevitable, sobre todo por el camino que has escogido… pueden ser los rocket, los plasma, los flare y por supuesto yo].- Ignoraré lo último, sobre todo porque es bastante raro que pueda tener una charla “real” con Juppeta y no negaré que estoy algo interesado en su punto de vista.- [Quiero asegurarme que no caigas contra los rocket, eso arruinaría por completo la diversión].

-Oh…

-[¿Qué pasa? ¿Esperabas que dijera algo más emotivo?]- Supongo que se acabó su momento de seriedad ¿No?- [¡No quiero que mueras, no cuando he comenzado a quererte! ¿Algo como eso?]

Dibujado por: Cadmo - Ray.

Solté una pequeña carcajada, no pude evitarlo al escuchar esos chillidos y al ver esas expresiones tan exageradas.

-No, no suena para nada como tú.- Recibo otra sonrisa de su parte, lentamente vuelve a sentarse al escritorio.- Oye… tienes una silla ahí.

-[Lo sé].

Jeh… hija de puta.





-o-

-[Entonces… ¿Estaré a cargo de los alrededores?]

Asiento con seriedad, para luego especificar su rol contra los rocket.- Siendo más preciso, quiero que te encargues de enfrentarlos en la ruta 1 y si es posible, arrastrar a todo aquel que esté en Ciudad Verde.

-[En otras palabras… quieres que llame la atención de Giovanni].

-Sí.

-[¿Ni siquiera tratarás de negarlo?]

-No es como si vas a cumplir mis órdenes al pie de la letra ¿Verdad?- Me da una sonrisa descarada, al igual que yo es incapaz de negarlo… sé muy bien que evitarás a toda costa captar la atención de Giovanni.

Es más… estoy seguro que harás hasta lo imposible con tal que me enfrente.

Y por mí, eso es perfecto… necesitamos que Giovanni se muestre para obtener la victoria.

Si derrotamos al pilar de la organización, esta se derrumbará.

-[No sé si alegrarme o frustrarme porque estas conociendo mi manera de actuar].

No es como si fuera tan difícil…

-¡Pika!

-Tranquilo Pikachu, lo importante es que debilite a las tropas de Giovanni.- Con menos oponentes, más probabilidades tenemos de vencer, incluso si Juppeta ignora por completo a los más fuertes… mis pokémon estarán a su máxima capacidad para enfrentarlos sin ningún problema.- Además quisiera que le des la oportunidad a la ciudad de defenderse.

-[¿No quieres que los salve?]- Ni tú te la crees.

-No soy tan ingenuo Juppeta, solamente quiero que tengan tiempo para enfrentarse a los rocket.- Aunque estando Silver y Giovanni en la ciudad el resultado es obvio.- Sonará egoísta y cruel, pero mi responsabilidad está con mi pueblo y es más, Ciudad Verde debería ser prioridad del alto mando especialmente de Agatha.

En este momento ya es algo obvio que aquella vieja llegó a un acuerdo con Giovanni… incluso podrían tener una alianza.

Lysandre tenía a una miembro del alto mando en su organización, no debería sorprenderme que los rocket tengan algo similar.

Dejé de idealizar a los campeones hace un tiempo.

Tks… no es momento de pensar en eso.

Juppeta comenzó aplaudir mientras tenía una gran sonrisa en su rostro, como si me estuviera felicitando por decir tales palabras... Mmmm.

-[Puedo hacer eso, pero si noto la presencia de otro fantasma o a la propia anciana me iré de inmediato de la ciudad].- Me quedo observándola por un tiempo, sorprendiéndome por las afirmaciones de Juppeta… nunca había admitido cuando alguien le superaba en habilidad, el poder de los pokémon de Agatha deben estar en un nivel completamente superior al nuestro.

Cálmate, no es momento de dudar.

Ya me he enfrentado a ella, quizás no a su cien por ciento, pero he mejorado bastante desde entonces y puedo sorprenderla de más de una manera gracias a la sincronización.

Seguramente Juppeta evitaría pelear contra cualquier entrenador que se especialice en el tipo fantasma, no sería descabellado desde su perspectiva… después de todo, ellos podrían conocer mil maneras de neutralizar a su especie sin problemas.

E incluso tener a un Banette de su calibre.

¡Por nuestro bien, espero que Agatha no sea el caso!

-[¿Algo más que quieres que haga?]- Las palabras de Juppeta acaban con mis pensamientos, internamente lo agradezco ya que había comenzado a divagar nuevamente.- [¿U otra condición que no me has dicho?]

Condición… ¡Oh, cierto!

-Estaba olvidando algo bastante importante.- Hago una mueca con los labios, pensando en una forma simple de decir esto.- Bueno… solamente quiero que evites toda muerte innecesaria.

Ella me arquea la ceja, como si no estuviera entendiendo lo que estoy diciendo.- [¿Estás pidiendo que no mate? ¿¡A mí!?]

-Baja la voz animal, mi mamá está durmiendo.

-[Como si me impor…]- No termina su frase al notar las miradas que le estamos dando, es más, las mejillas de Pikachu se habían cubierto de electricidad para atacar en cualquier momento.- [Grr… ¿Enserio quieres arriesgarte a darles la oportunidad de volver atacar?]

Iba a responder, pero Juppeta no me lo permitió.

-[Incluso con sus pokémon debilitados, siguen siendo peligrosos para ti o tus amigos].- Aprovecha también de recalcar que soy un grandísimo imbécil… okey, una hora más en el PC.- [Deben tener más de un tipo de arma consigo, además de habilidades para el combate y no creas que me aseguraré de desarmarlos o algo parecido, si algo te pasa a ti o a uno de tus amigos será por tu estupidez].

En otras palabras, si no permito que los mate permitirá que lleguen al pueblo para luchar contra nosotros.

Quiere que cumpla sus caprichos sí o sí.

Aunque… tiene algo de razón.

Estos tipos no se detendrán solamente cuando sus pokémon no puedan seguir combatiendo, pecaría nuevamente de ingenuo como me ocurrió en más de una ocasión en Kalos.

Pero…

Trato de hacerle entender mi razonamiento detrás de esto, lo que me terminó tomando más tiempo de lo esperado y es entendible… hablé demasiado.

El equipo rocket es una organización horrenda sería tonto decir lo contrario, pero en ella hay todo tipo de personas, personas que no tuvieron otra manera de sobrevivir, quienes no tenían otra opción para traer dinero a sus hogares o simplemente… se vieron involucrados por una fuerza superior.

Pueden estar mal encaminadas y que se puedan redimir… un claro ejemplo serían esos tres.

Esos tres que me han traído problemas durante años.

Si ellos logran encontrarse con Juppeta… yo…

Yo, no quiero qué mueran.

No son malos tipos e incluso me han ayudado a salvar el mundo.

Como la vez que fueron a mi rescate cuando fui superado por las tres aves legendarias o por aquel Entei creado por los Unown.

Y también están los pokémon, muchos de ellos solamente están siguiendo órdenes… no tienen otra opción, de no ser así serán castigados por sus “entrenadores”.

Generalmente los miembros de los rocket utilizan pokémon que sean fáciles de manejar, fáciles de lastimar para que puedan tenerlos a su merced.

Como siempre Pikachu me apoya, pero no causo ningún cambio en el rostro de Juppeta… es más, parece mirarme con una pizca de molesta y ¿Decepción?

-[Realmente eres un hipócrita].- Murmuró para luego levantarse del escritorio, caminando lentamente hacia la ventana.- [¿No habías dicho antes que el pasado de una persona no justifica sus acciones?]

La imagen de Silver aparece por un instante en mi cabeza.

Juppeta estaba conmigo cuando presencié las derrotas de mis antiguos rivales a manos de Silver, fue la única testigo del odio y las palabras que solté en aquella noche.

Trato de pensar en una forma de diferenciar el caso de Silver con el resto, pero no encuentro forma de expresarlo… tampoco se me ocurra una forma de hacerlo.

-[La única diferencia sería el daño que Silver te ha causado directa o indirectamente].- Me entrega una sonrisa llena de superioridad, disfrutando de su “ventaja” en este tema.- [De hecho, es probable que Silver sea uno de los miembros más jóvenes de los rocket y en teoría no es tarde para una redención de su parte].

No puedo evitar mirarla con molestia ante eso.

Ese bastardo… ¡Es imposible que cambie en este punto! ¡Le sobraron las oportunidades!

Y sin embargo, una parte de mí que se oculta en lo más profundo me traiciona… me susurra algo que debilita mi determinación.

-¿No es lo mismo con nosotros?

¡!

-Oportunidades tuvimos varias… ¿Qué nos diferencia de Silver?

¡Eso es algo completamente distinto! ¡No hemos lastimado a nadie!

-Mentiroso…

-¿Por eso te enfurece tanto? ¿Por qué te recuerda a nosotros?

¡Soy mucho mejor que Silver!

-¡!- Vuelvo a la realidad tras sentir una enorme presión en la habitación, al levantar la mirada me encuentro con Juppeta que parece analizarme por completo.

¿Ella me sacó de mi trance?

La fugaz mirada que me dedicó terminó aclarando mi duda.

-[El resto de los rocket son adultos… ¿Realmente crees que pueden cambiar en este punto?]- Reanuda la conversación en donde había quedado, en silencio le agradezco que lo haya hecho para enfocar la atención de Pikachu en este tema y no en mí.- [Los humanos si tienen oportunidad de hacer daño lo harán, si pueden ganarse la vida pisoteando al débil y al inocente lo harán… los rocket solamente reafirman el primer pensamiento que tuve al “nacer”].

Hace un exagerado suspiro, como si realmente estuviera molesta por el rumbo que tuvo la conversación.

No la comprendo… y creo que jamás podré hacerlo, acaba de “ganar” y aun así parece insatisfecha.

-[Bueno… basándome en tus recuerdos, quieres evitar que mate a ese trío de ineptos].- Mi sorpresa no tarda en reflejarse en mi rostro, pero no causa alguna reacción en Juppeta y continúa con un tono algo apagado.- [No sentiría ningún tipo de placer acabando con esos payasos… así que no veo razón para que te preocupes por ellos].

Juppeta, tú…

-[Bueno será mejor iniciar con nuestros papeles Ashy, el tiempo pasa y sinceramente nuestra charla ha durado más de lo esperado].- Un leve resplandor iluminó la habitación por un instante, cuando este terminó Juppeta había cambiado a su forma original.- [Una última cosa Ashy… ¿Qué pasa con los otros miembros?]

-Los otros miembros…- Susurro con algo de confusión, pero no tardo en captar lo que me trata de decir.- Te refieres a…

-[Sí a los que se pueden considerar “malas personas”].- Hace énfasis en las últimas palabras, con un tono burlesco característico de ella.- [¿También debo darles el beneficio de la duda?]

Bajo la mirada por unos segundos, pensando seriamente en las siguientes palabras que diría.

Quisiera evitar cualquier muerte innecesaria, pero aquel signo de “amabilidad” puede traer varias consecuencias a nuestro bando.

Aquel acto de bondad, no… ese acto de ingenuidad puede terminar con la muerte de un inocente.

¡Debo evitar eso a toda costa!

Si algo le llegara pasar a mi mamá, a los niños o a mis amigos… ¡No me lo perdonaría jamás!

Sus vidas valen más que mantener mi “conciencia limpia”.

¡!

Esa es mi respuesta ¿He?

Pues… bien, bien por mí.

Suelto un pesado suspiro antes de hablar con bastante dureza.- No, por mi puedes reducirlos a cenizas.

Las orejas de Pikachu se levantan más de lo que nunca había visto antes, su mirada horrorizada se enfocó en mí tras decir tales palabras.

Pikachu… no creo que esto te tranquilice, pero realmente me costó decirlas sin una pizca de remordimiento.

Juppeta hace una mueca para luego soltar una gran carcajada.- [¡Hahahahaha! ¡Estupendo Ashy, quizás no eres tan tonto después de todo!]

Tras eso abandona la habitación por la ventana, solamente me quedo parado observando como desaparece de mi vista en un abrir y cerrar de ojos.

-Hay personas o pokémon que jamás se detendrán…- Murmuro con pesar, tratando de convencerme a mí como también a mi mejor amigo que fue la decisión correcta.- Juppeta es el claro ejemplo de eso.

No sentí la necesidad de voltear, conozco muy bien a Pikachu y sé muy bien cómo reaccionará.

Oí un pequeño ruido y al bajar mi mirada me encontré con el serio rostro de mi pokémon.

Me está reprochando.

Dibujado por: Cadmo - Ray.

Él no está de acuerdo con eso.

-¡Pika!- Pikachu me resalta que hay otras formas, que realmente esperaba no volver a matar tras lo sucedido en el monte plateado.

Puedo entenderte Pikachu, pero aun así… es necesario y no es el mejor momento para replantearnos las cosas.

Incluso si eres tú quién lo pide, no voy a retroceder… hay mucho en juego.

-Si no te crees capaz de hacerlo no lo hagas.- No voy a culparte por no hacerlo, si quieres mantener tu “consciencia limpia” no te obligaré a nada.- Pero no estorbes al resto ¿Si?

De la sorpresa, mi querido e inocente Pikachu pasa a la culpa y luego a la rabia.

Puedo predecir la mayoría de reacciones de él, es normal… es con quién más tiempo he pasado y la mayoría de mis amigos han resaltado que somos como dos gotas de agua.

Los mismos ideales y la misma energía.

Por eso, con Pikachu juzgándome podía verme a mí mismo mirándome con desaprobación.

Siendo más precisos mi “yo” que recorrió la región de Sinnoh hace unos años.

Dibujado por: Cadmo - Ray.

Lo que también me lleva a otro pensamiento… uno que causa un gran vacío en mí.

Pikachu… el Pikachu que está frente a mí, no es el mismo que combatió a mi lado todos estos años.

Mi Pikachu cayó junto a mí aquel día contra Zygarde.

Lo mismo con Serena, Clemont y Bonnie.

Ellos… ya no son mis muchachos.

-¿Pi?

-Lo siento…- Murmuro con pesar, para luego aferrarme con desesperación a mi pequeño amigo.- En verdad, lo siento Pikachu.

Siento y entiendo tu confusión, quizás creas que lamento haber tomado esa decisión de llegar a matar si la situación lo requiere.

Pero lo que realmente lamento, es arrebatarte a tu entrenador, a tu amigo… a tu Ash.

*Suspiro*

Debo calmarme, ya habrá tiempo para lidiar con eso.

Ahora hay algo más importante que mis caprichos.

-Pero no pienso retroceder con esto, pienso cargar con la responsabilidad de mis acciones… no permitiré que otras personas salgan lastimadas por sujetos como ellos.

Si no derrotamos a nuestros enemigos, mamá, Tracey, el profesor y el resto de pueblo saldrán heridos… Pikachu, habrá ocasiones en que la violencia será la única solución para solucionar un problema.

-Quiero que lo entiendas.- Me apartó un poco de él para encararlo, que pueda ver mi mirada y sin necesidad de palabras expresarle mis sentimientos… incluso si no soy el Ash que acostumbras ver, puedo asegurar que seguimos teniendo aquel lazo que otros morirían por tener.- No pido que cargas también con ese peso, yo me aseguraré de aquello mi amigo… luego aceptaré el castigo, ya sea judicial o divino.

Sé que otros de mis pokémon no estarán a favor de mi decisión al igual que Pikachu, no los culparé y respetaré su decisión.

Después de todo… ellos son quienes más mancharan sus manos.

Yo usualmente seré quién dará la orden.

Tal como lo hace Giovanni con sus hombres.

Oh…

Qué ironía… jeh.

-Pi… ¿ka?

Le doy una pequeña sonrisa a mi amigo.- Cuando todo esto termine, te lo prometo Pikachu… hablaremos de esto y de mucho más.

Si… realmente estoy harto.

Estoy harto de mentirles, de ocultarles información.

-Y aun así… lo seguirás haciendo.

No, ya verás…

-¿Pika?

Voy a demostrarlo, ahora mismo.

-En aquel momento estabas durmiendo, pero tuve también una charla con Noctowl… aunque se centró más en Infernape y en Juppeta.- Le di un breve resumen de lo que ocurrió, sorprendiéndose bastante sobre los hilos que estaba moviendo la maldita fantasma.- Es obvio que quiere separarnos, es la única forma que tiene para superarnos… por eso estoy pensando seriamente en hacerla desaparecer.

Pikachu me queda mirando con cautela, cautela que no tardó en convertirse en simpatía.

Comprendiendo más a fondo todo lo que causaba Juppeta con sus palabras o acciones, el estrés que me causaba el lidiar con eso a la vez que tenía que prepararme para la batalla y los otros sucesos que sucedieron a lo largo del día.

-¿Pika pi?- Estoy de acuerdo, el mejor castigo para ella sería dejarla en el sistema de almacenamiento para siempre.- Pika pikachu.

-Gracias amigo, realmente agradezco tu apoyo.- Le acarició la cabeza con gentileza y no puedo evitar sonreír abiertamente, seguramente no lo había hecho desde que desperté de aquella pesadilla.- No te mentiré… estaría encantado que todos me ayudarán a cargar con ese peso.

-¡Pika!

Decir aquello fue reconfortante, me permito tumbarme en la cama por unos minutos… mi corazón está acelerado y siento una leve molestia en mi pecho.

¿Será un efecto secundario de aquella bebida?

Pikachu se une y aunque trata de mantener su sonrisa, no puedo evitar notar su preocupación.- ¿Pikachu?

Le preocupa Juppeta y lo que puede hacer a nuestras espaldas, es comprensible y realmente comparto aquella inquietud.

Incluso estando en nuestras narices, Juppeta es un gran dolor en el trasero.

Pero aun así, su participación puede ser crucial para nuestra victoria y es una de las razones por la cual me he arriesgado en utilizarla.

-Pikachu, no negaré que también accedí principalmente por Infernape, pero hay otro factor importante que tuve en cuenta.

-¿Pi?

-Mi conversación con el profesor Elm.- Menciono con un rostro serio, no todos mis pokémon están al tantos de ese suceso… entre ellos se encuentra Juppeta.- Me hablo sobre Silver, todo lo que sabía de él y la razón por la cual se convirtió en un perro de los rocket.

Pikachu se sorprende que el profesor de Johto conozca tanto a Silver y comienza a cuestionarse varias cosas, me mantengo en silencio y espero que llegue a la respuesta por su cuenta.

Sus orejas se levantan igual como las antenas… bingo.

-Pika… pika pi.

-Exacto Pikachu, Juppeta quizás evitará a Giovanni, pero le será imposible ignorar a Silver y las emociones que guarda dentro de sí.

Agradezco en silencio que Pikachu no me haya preguntado sobre las cosas que me contó Elm, sabiendo que no había tiempo para eso y se centró en lo que realmente importa.

Obvio que este “plan” tiene varios agujeros, pueden haber varios miembros del equipo rocket que estén completamente retorcidos, algo que captara toda la atención de Juppeta.

Pero también, ella disfruta más de atormentar a sus “oponentes” utilizando sus propios demonios internos.

Y si lo que me dijo Elm es cierto… Silver sería el plato principal para Juppeta.

-Si todo sale como espero, Ni Silver o Juppeta saldrán bien parados del combate.- Le doy una pequeña sonrisa para luego levantarme.- No negaré que me gustaría terminar lo que inicié con Silver, pero hay cosas más importantes que tratar con mi “orgullo dañado”.

Pikachu sonríe un poco ante eso y rápidamente salta a mis hombros.- ¡Pika!

Gracias Pikachu, enserio agradezco que estés apoyándome en todo esto.

Puedo sentir tu preocupación y no es precisamente por la batalla que ocurrirá en cualquier momento.

Tampoco es por Juppeta.

Sé que soy yo el causante, estás preocupado por mi manera de actuar... porque eres incapaz de predecir que diré o haré a continuación.

Espero que después de esto puedas entenderme, cuando sepas toda la verdad.

Pero ahora me trago todas esas emociones, como dije antes… debo acabar con esos malos hábitos.

Con el tono más energético que puedo reunir le contesto a mi amigo.-Bien dicho, vamos a patear el trasero de esos bastardos.

El también hace su máximo esfuerzo por parecer energético, tratando de seguir mi ejemplo y no puedo evitar besar una de sus mejillas.

Realmente, no podía pedir un mejor inicial que tu Pikachu.

-o-

Ash y Pikachu eran completamente ajenos a la persona que escuchaba desde el pasillo.

Delia tuvo que cubrir su boca con ambas manos para evitar soltar un gemido lleno de angustia, rabia, miedo y otras emociones que cubrió su pecho durante la charla de su hijo con su primer pokémon.

No quería intervenir el momento entre ambos, además de que si daba a conocer su presencia… seguiría desconociendo aquellos problemas que atormentaban a su pequeño.

-(No… el ya no es mi pequeño).- Se alejó con lentitud de la habitación de su hijo, la mente de Delia era un caos y las preguntas que se hacía a ella misma no ayudaban para nada.

¿Quién es esa tal Juppeta? ¿Por qué le causa tanto daño a su hijo?

¿Tanto le había afectado su estadía en aquella montaña?

¿Por qué parecía que su hijo iba a quebrarse en cualquier momento?

¿Qué lo atormenta tanto?

Delia quería las respuestas ahora mismo, pero era incapaz de agregarle más problemas a su retoño… sobre todo ahora que era la defensa principal del pueblo.

-Está tan decidido a protegernos… que incluso está dispuesto a arrebatar vidas.

Al llegar a su cama se permitió derrumbarse en ella, todavía sorprendida por todo lo que había logrado escuchar.

¿Qué podía hacer?

¿Cómo podía ayudar?

-Cuando todo esto acabe…- Quería ser positiva, realmente quería creer que al final del día todo estaría bien, pero era incapaz de engañarse así misma.- ¿Incluso te será posible hablar luego de esto?

Esta batalla tenía gran peso para su hijo, quizás más de lo que cualquiera pueda imaginar.

Podría notarse en su voz, en su mirada y sobre todo en su accionar.

¿Cómo pudo haber ignorado aquello?

Si Delia se hubiera hecho esa pregunta con una mente fría, se hubiera percatado que no tuvo tiempo para notar tales rasgos en su hijo. Después de todo, solo habrían pasado algunas horas desde que había regresado de su entrenamiento.

Pero también, su hijo estaba cargando con aquel tormento desde que habría regresado de la región Sinnoh.

El estado actual de Delia le impedía ver y relacionar ambas cosas.

-(¿Qué puedo hacer?)- Aquella pregunta, inspiraron a Delia y la hicieron recordar como su niño se hacía aquellas preguntas en el pasado.

-o-

-¡Ash Ketchum, ven aquí en este mismo instante!

Un pequeño entró a su habitación malhumorado, sabiendo muy bien que su madre lo regañaría por estar “jugando”.

Si se podría considerar un juego arrasar con todo lo que estaba a su paso.

Aun así, las palabras y el tono de Delia no parecían afectar al pequeño, solo desviaba la mirada y esperaba que su madre terminara.

Al ver que era completamente ignorada, la joven madre tuvo el impulso de ahorcar a su hijo con todas sus fuerzas solamente para apagar con su frustración.

-(Pero eso no solucionará nada).- Bufó irritada y pronto la creatividad iluminó su mente.- (¡Lo tengo!)

Si había algo que no toleraba Ash era ver a alguien sufriendo.

-¡Buaaaa! ¡Soy una joven y triste madre que es incapaz de educar a su hijo!

El pequeño niño se sobresaltó al ver como su madre cubría su rostro ¿Estaba llorando?

La sorpresa fue reemplazada por el pánico y el niño se acercaba a su madre preguntándose que debería hacer.

-¡Perdón mamá, voy a limpiar! ¡No llores más!- Al ver que el “llanto” de su madre se calmaba, corrió como un Jolteon y recogía cada uno de sus juguetes guardándolos en su lugar.- ¿Lo ves? ¡Mira, mira!

Detrás de sus manos, la joven madre tenía una pequeña sonrisa.- (Todo va de acuerdo al plan).

Ya tenía la forma de controlar a su retoño.

Pero hubo una ocasión, en la que Delia lloró de verdad.

Se sentía sola, abandonada y sin un motivo para seguir.

Mientras las demás chicas de su edad disfrutaban de su juventud, ella fue incapaz de abandonar el pueblo, ya sea por apoyar a su madre con el trabajo familiar o por mantener a Ash a salvo.

De alguna forma, sentía que su padre y Egan le habían arrebato más que el respectivo afecto que tuvieron que brindarle como padre, compañero y esposo respectivamente.

El pequeño Ash solamente miraba preocupado.- ¿Qué puedo hacer?

Que el recordara, no había hecho nada malo para hacerla llorar

Entró con cuidado a la casa, tratando de no alarmar a su madre y fue testigo de tal escena.

Se acercó con cuidado, captando la atención de su madre que parecía aterrada al verlo.

¿Le tenía miedo?

¿¡Por qué!?

No sabía porque, pero Ash estaba molesto… no con su madre, con el responsable de haberla hecho llorar

¡Y estaba seguro que no había sido el!

-Mamá…

-¡No me mires!

Se asustó con tal respuesta, pero no se permitió retroceder y recordó que el mismo respondía así al estar triste.

-Tranquila mamá… soy Ash, estoy aquí para ayudar.

Su madre nuevamente cubrió su rostro entre sus manos, sintiendo que le había fallado a su hijo por derrumbarse en su presencia.

No se sentía digna de recibir aquella mirada llena de preocupación.

El pequeño Ash hizo una mueca al ver aquella reacción, pero no se iba a rendir… ¡Tenía que animar a su mamá!

-¡!- Delia se sobresaltó al sentir la pequeña mano de su hijo acariciando su cabello, con una delicadeza que causaría envidia a cualquiera que estuviera viendo aquel gesto.- ¿Ashy?

-Mamá es la mejor mamá que alguien puede tener.- Pensó en todas las cosas que le gustaban de su madre, habían muchas, pero trató de decir las más importantes.- Es linda, juega conmigo, me habla de los pokémon, me deja trepar los árboles, su comida es la mejor que he probado...

Con cada cumplido que soltaba el pequeño, Delia apartaba sus manos de su rostro y se encontró con una mirada llena de dulzura.

Las pequeñas caricias en su cabeza solamente estrujaban aún más su corazón.

-¡No podría imaginarme un día sin tener a mamá a mi lado!

De un segundo a otro, Ash había sido atrapado entre los brazos de su madre y solamente pudo sonreír antes de corresponder el abrazo gustoso.

-o-

-¿Mamá?

-¿¡Ash!?- Miró sorprendida la entrada de su habitación, encontrándose con su hijo y su fiel pokémon mirándola con preocupación.- ¿Todo bien?

El azabache no fue ajeno a los ojos cristalinos de su madre, toda duda fue apartada de su ser y ahora solo tenía en mente a su progenitora.

-Eso debería decirlo yo.- Se acercó y acarició con delicadeza el rostro de su madre.- ¿Qué sucede mamá?

-(Tú… eso me sucede).- No podría decírselo, no quería darle más cargas y preocupaciones a su hijo.- Solamente me puse nostálgica.

-¿Nostálgica?

-¿Pika?

-Supongo que es por todo lo que está sucediendo.- Con su brazo derecho apartó las lágrimas que querían recorrer por sus mejillas, pensó por un momento lo que diría a continuación, era crucial para Delia reducir por lo menos un poco la presión que llevaba su hijo.- Y no pude evitar pensar en varias cosas…

-Mamá…

-Pensé en papá y en Egan, preguntándome cómo reaccionarían ante todo esto.- Notó como su hijo frunció el ceño y continuó antes de que el azabache soltara algo negativo sobre ellos.- Pero… por mucho que lo pensara, no pude imaginar un escenario tan esperanzador como el que ustedes crearon.

Ash pareció levemente sorprendido ante esto y lentamente apartó su mano del rostro de su madre.

-Papá tenía un corto genio ¿Sabes? Perdía el control de inmediato si algo no salía como quería, ya sea en el trabajo, combatiendo o cuando mamá no apoyaba sus “proyectos”.- Delia sonrío un poco, en retrospectiva el hecho que su padre los abandonara pudo haber sido lo mejor para ambas.- No sabes cuantas mesas mamá tuvo que reemplazar por sus arrebatos.

Ash anotaba en su mente otra razón para golpear al anciano.

-Egan entrenaba hasta el amanecer luego de perder un combate, en los últimos meses parecía distante y ahora que lo pienso… era bastante obvio que se preparaba para viajar.- Agradecía no notarlo en aquel momento, hubiera sido bastante doloroso y hasta peligroso para su embarazo. - Estaba tan entusiasmada por tenerte que ni pude notarlo jeje.

-Mamá… no tienes porque…

-Y como no estarlo, has sido lo mejor que me pudo pasar… mi mayor orgullo.

Pikachu notó la reacción de su entrenador y sutilmente apretó su agarre, con aquella acción le pedía que se mantuviera firme.

Aunque el mismo se había sentido conmovido por el tono tan angelical que había usado Delia.

-Con solo cinco años, me hiciste sentir tan amada… tan importante y me llenaste de vida nuevamente.- Con cariño recordaba cómo Ash había dejado de ser aquel molesto torbellino lleno de energía con tal de evitar otro malestar en ella.- Cambiaste para bien, por mí y con el paso de los años, solamente hiciste sentir especial a más personas.

-Yo trataba de ser tu pilar Ash, pero tú te convertiste en el mío.

-No… sin ti, no sería ni la sombra de lo que soy.

Delia acercó con delicadeza a su hijo, notando cosas que no se había percatado el día anterior… sobre todo el estado tan “frágil” de su cuerpo.

-Has sido más hombre que tu padre y abuelo juntos.- Sentía como su hijo con lentitud correspondía el abrazo, quizás asimilando todo lo que ella estaba liberando.- Te has convertido en el mejor entrenador que ha tenido el pueblo en toda su historia, pero más importante… te estás convirtiendo en un ejemplo para todos nosotros.

-¿U-un ejemplo a seguir?

-Mientras tú corrías por los alrededores cada mañana, más de un vecino se acercaba a comentar de la energía que le contagiabas al resto, tanto novatos como veteranos comenzaron a darse tiempo para entrenar o solamente para compartir junto a sus pokémon.

-Y ahora que has asumido la responsabilidad de proteger al pueblo… ¿Crees que no te admiran? ¿No notaste las miradas que te daban los pequeños?

-No soy la gran cosa mamá… cualquiera de ustedes si tuviera mi nivel hubiera hecho lo mismo.

Delia pensó mucho en aquella respuesta, bastante alejada del entusiasmo y seguridad que había mostrado anteriormente.

Era una buena señal, estaba traspasando aquella barrera.

Esa máscara que había creado su hijo para ocultar aquel problema.

-Pero no cualquiera hubiera recorrido el camino que has seguido amor.

Tomó un poco de aire y continuó.- No hay palabras para decir lo orgullosa que estoy de ti, te has convertido en todo un hombre, pero quiero que recuerdes esto.- Se apartó para encontrarse con los ojos de su hijo, que anhelaban un lugar donde refugiarse y ella iba a dárselo.- Un hombre no es una isla, no eres irrompible y no se supone que lo seas, necesitas consuelo y apoyo como el resto de nosotros.- Acarició con ternura el rostro de su hijo, quién parecía bastante atrapado con aquellas palabras, confirmando su teoría de que hijo estaba decidido a convertirse en el pilar del mundo.- Cada vez que creas no poder seguir… cuando sientas que la carga sea imposible de llevar, por favor, ven conmigo y haré hasta lo imposible para acabar con ese tormento.

-Mamá… tú…

-Shhh… prométemelo corazón ¿Sí? Cuando esto termine permítete descansar.

-Sí… creo que es una promesa que puedo cumplir.- Ash sentía como su pecho se apretaba, sorprendido de que su madre se haya percatado de eso con tanta facilidad.- Te amo mamá.

-Y yo a ti corazón.

Delia sonrío, sintiéndose a gusto con el pequeño avance que había hecho… ya tendría tiempo para manejar ese asunto, lo importante ahora era otorgarle todo el cariño y apoyo a su hijo para que enfrentara sin dudas a los invasores.

Y en silencio, rezaba para que todo saliera bien.

No sabría qué hacer si a Ash le sucediera algo.

-o-

-Primero será Azulona.

-o-

La ciudad que nunca duerme, era quizás el objetivo más importante para Giovanni y esa fue la razón para hacer su primer movimiento en aquel lugar.

Habían varias actividades nocturnas, principalmente el casino que hace tantos años él había fundado.

BOOOM

Dibujado por: Matsu Hirami.
Los habitantes y visitantes de la ciudad se sobresaltaron tras oír aquella explosión. La mirada de todos se dirigió hacia la ruta 16, la confusión y el temor no tardó en aparecer entre los adultos.

-¿Qué estará sucediendo por allá?

-Seguramente debe ser ese grupo de vándalos que usualmente se juntan en las afueras de la ciudad.

Tenía sentido, pero la mayoría descartó aquella opción al recordar que hace días cada integrante de esa pandilla fue ingresado al hospital de la ciudad.

-Antes de ayer sucedió lo mismo en la ruta 7.

-¿Es otra pelea?

BOOOM

Ya no había duda alguna para los habitantes de la ciudad, algo estaba combatiendo allá afuera.

Los jóvenes no tardaron en grabar, tratando de conseguir su momento de fama en las redes sociales.

Sin percatarse de la obvia distracción.

El casino se llenó de gritos y amenazas, disparos al aire y la ciudad se fue envuelta por el pánico.

Los supuestos guardias del casino no opusieron resistencia alguna, es más, no tardaron en utilizar sus armas en contra de los clientes del establecimiento.

La gente trató de oponerse, pero cuando uno de los hombres recibió un balazo en su hombro… todo acto de valentía o resistencia fue reducido a nada.

-Si cooperan, no saldrán heridos.- Mencionó con frialdad uno de los hombres que llevaba aquel uniforme que causaba pánico en la ciudad.- Quédense en el suelo y quienes tengan un pokémon consigo será mejor que lo entreguen.

Tomar el casino de Azulona fue sencillo, lo mismo ocurrió con varios locales de la ciudad hasta que la policía hizo acto de presencia.

Lo último que pudo grabar un joven fue la mandíbula del Houndoom que se lanzó sobre él.

-¡Arhhhhhhh!

Pero antes que el can de fuego causara un daño letal, fue arrastrado por una tormenta de pétalos.

La esperanza había resurgido entre los habitantes de la ciudad.

Dibujado por: Shiki - Maelo.
-Oficiales, les pido que mantengan protegidos a los civiles.- La líder de gimnasio se había dado a conocer, siendo acompañado por las dos formas finales que podía alcanzar el pokémon Oddish.- Nosotras nos encargaremos del resto.

Tras Erika, había una gran cantidad de entrenadoras y ninguna de ellas mostraba alguna pisca de miedo.

En sus rostros, solamente podía reflejarse una gran voluntad.

Algo que molestó bastante a los rocket.

-¡Houndoom, lanzallamas!

-¡Vileplume neutralizalo con bomba lodo!

Así si dio por iniciada la batalla por la región de Kanto.

-o-

-Isla Canela, luego prosigan con Carmín.

-o-

Los civiles solamente podían observar aterrados como un crucero había sido totalmente destruido por aquel Tentacruel.

Y no fue el único que terminó hundiéndose en el mar.

-¡Slowbro, usa danza lluvia!

Las nubes de lluvia no tardaron en cubrir la isla, para que luego un grupo de Electabuzz se unieran a la batalla utilizando uno de los ataques más devastadores del tipo eléctrico.

Trueno.

Tanto los Growlithe y su evolución aullaban de dolor tras recibir aquel poderoso ataque combinado.

La policía perdía terreno rápidamente y la oficial Jenny no sabía qué hacer.

-Todo esto… fue a causa de mi terquedad.

CRACK

PAAAM

Del suelo había surgido un Rhydon, que no tardó en atacar con brutalidad a los pokémon eléctricos más cercanos.

-¡Electabuzz retrocedan, Slowbro usa Surf!

Pero no hubo respuesta.

El dueño del tipo agua volteó y sus ojos se llenaron de sorpresa al ver a su pokémon calcinado.

-En qué momen…- Rhydon aprovechó aquella abertura para acercarse, el soldado apenas tuvo tiempo de cubrirse antes de recibir un devastador puñetazo.

De no ser por su guardia, aquel golpe hubiera destruido su cráneo.

Los demás rocket tomaron distancia, reconociendo el gran poder del recién llegado.

Su compañero yacía inconsciente en el suelo, con ambos brazos destrozados.

-No teman, solo es un simple anciano retirado.-Murmuró a la lejanía el comandante encargado de invadir la isla, junto a su Tentacruel se aseguró que nadie pudiera abandonar la zona turística de Kanto.- Dejó de cumplir con su papel como líder de gimnasio hace un buen tiempo.

Blaine tuve que darle la razón en parte a ese sujeto.

Todo el misterio que había creado para su diversión, los acertijos y las mentiras que soltaba a los entrenadores con tal de confundirlos… solamente limitaban al número de retadores que tenía a lo largo de los años.

No solamente los retadores… ¿Cuántos años llevaba el gimnasio sin discípulos?

¿Cuántos jóvenes fueron los que abandonaron la isla llenos de decepción por no localizarlo?

-Lo siento oficial, de no ser por mis juegos… estaríamos mejor preparados para enfrentar esta amenaza.

-Señor Blaine…

Su Magmortar lanzó una poderosa esfera de fuego, incluso con el clima en su contra la potencia del ataque seguía siendo devastador.

BOOOM

-Pero si hay algo en lo que ese mocoso se equivoca.- El anciano se deshizo de su peluca y gafas, encarando con una ardiente mirada a todos los invasores, que no fueron ajenos a los intensos ojos del líder de gimnasio.- Que he pasado todos estos años llevando a mis pokémon al límite.

Magmortar dio un gran brinco, sorprendiendo tanto a la policía como al equipo rocket.

Dibujado por: Matsu Hirami.
Extendiendo su cañón hacia adelante, comenzó a reunir una enorme cantidad de energía… ninguno fue ajeno al cambio de temperatura que estaba causando el pokémon de fuego.

El instinto de los pokémon no tardó en advertirles del peligro y sin esperar alguna orden, lanzaron sus respectivos ataques contra Magmortar.

Tanto los ataques eléctricos como acuáticos se unieron creando así un poderoso chorro de agua que era rodeado por una gran cantidad de electricidad.

Aun así, incluso sintiendo como las gotas de agua se evaporaban al tener contacto con su cuerpo… Magmortar no dudo y atacó con su poderoso lanzallamas.

El choque de ambos movimientos creó una gran explosión.

BOOOM

-¡No se olviden de Rhydon montón de estúpidos!

-¡Avalancha!

El equipo rocket no pudo hacer nada más que retroceder, en tan solo unos segundo habían perdido toda la ventaja que habían conseguido.

Debían ser cautelosos o al menos, soportar hasta que su comandante terminara con su trabajo.

-Oficial, les daré el tiempo para curar a sus pokémon y alejar a los civiles.- El anciano no pasaría está oportunidad y ordenó a su Rhydon realizar el movimiento día soleado.- Esperaré su regreso, necesitaremos toda la ayuda posible para derrotarlos.

La oficial Jenny no fue ajena a los nuevos miembros que llegaban a la isla, ya sea mediante lanchas, pokémon acuáticos o voladores.

Esto no acabaría pronto.

-Entendido, trate de ser cuidado hasta mi regreso.- Blaine simplemente asintió, para luego centrarse completamente en el combate.- ¡Escuadrón, nos aseguramos de proteger a los civiles!

Blaine les otorgó todas las aperturas que necesitaban para escapar, su vestimenta comenzaba a calcinarse y rasgarse por los ataques y pronto el cansancio llegó a su viejo cuerpo.

-Aun así… ¡Detendré a cada uno de ustedes!

El comandante sonrió desafiante.- Ya lo veremos anciano.

-o-

-¡Por favor, manténganse en sus habitaciones!

El pánico no tardó en llegar a Ciudad Carmín.

La invasión era del mismo nivel o más peligrosa que la realizada en Azulona y en Canela.

Dentro del centro pokémon de la ciudad, cierto entrenador mantenía una fría mirada en su habitación.

Si no hacia movimiento alguno, estaría a salvo y solamente debía esperar hasta que la policía manejara la situación.

Después de todo era su trabajo.

También el mismo conocía la gran fuerza del líder de gimnasio, sus pokémon eléctricos tenían el poder suficiente para paralizar de por vida a sus oponentes.

Y aún con todas esas conclusiones a las que había llegado su cerebro, Paul quería ir a luchar.

No solamente por su orgullo de sentirse excluido, había otras emociones y convicciones que lo obligaban a participar.

Su mente no tardó en unir varios cabos sueltos que había visto desde su estadía en Carmín.

Cuando se sentía observado, con aquel presentimiento que en cualquier momento sería atacado por algo.

No fue ajeno a las miradas de Surge mediante su batalla.

En todo momento estaba vigilando sus alrededores y aun así, fue capaz de darle bastante batalla.

Tomó una de sus poké ball, siendo más precisos del pokémon que más ha utilizado en estos meses.- ¿Es esto lo correcto?

Paul podía sentir la determinada mirada de su Electivire, como si compartiera sus razones para unirse a la batalla.

Aunque no fuera SU batalla.

-No, se volvió nuestra batalla cuando arruinaron nuestro combate con Surge.- Paul frunció el ceño y caminó hacia la ventana de su habitación.- Electivire, no tengas piedad con ninguno de esos tipos.

-o-

Una ventana del centro pokémon se destruyó de un momento a otro, captando la atención de varios miembros del equipo rocket.

El asombro no tardó en ser reflejado en sus rostros, para luego convertirse en pánico.

-¡Roahhhhhhhh!- Con un rugido, el monstruo de bolsillo junto sus manos y las extendió hacia atrás, para luego conectar un devastador “golpe martillo” en un sorprendido Lairon.

CRACK

Creando grietas en aquella resistente armadura, al igual como en el piso de la ciudad.

Electivire no tardó en moverse de su posición, esquivando sin problema las esferas de lodo lanzadas por aquellos Quagsire.

Raticate, Marowak y algunos Furret intentaron llevar un combate cuerpo a cuerpo, pero con una sincronización perfecta entre sus brazos y colas, el pokémon eléctrico neutralizó fácilmente a esos pokémon para luego estrellarlos con brutalidad con el suelo o la pared.

No requirió utilizar técnica alguna, más que su pura fuerza bruta.

-Tks… ¿Alguien jugando a ser héroe?

El comandante dirigió su mirada hacia la ventana destruida, localizando al entrenador de aquel pokémon.

Dispararle era apetitoso, pero no era ajeno del otro pokémon eléctrico que destruía sin piedad a su escuadrón.

Raichu.

-¡Hahahaha! ¡No esperaba que siguieras aquí mocoso!

El teniente Surge hacía acto de presencia, cargando a dos hombres de negro en sus hombros.

-Jeh… presumido.- Utilizando a su Honchkrow aterrizó sin problemas al lado del líder de gimnasio.- Veo que tienes algunos problemas.

-Carmín es enorme, primero tenía que revisar la situación de lo marina y la policía.- Mencionó para luego deshacerse de ambos hombres como si de basura se tratase.- Están haciendo un gran trabajo juntos.

-Oh…- No supo que más comentar y no pudo evitar agradecer la llegada de otros soldados del equipo rocket, aparte de aquel sujeto que aún no hacia su movimiento.- Entonces mi ayuda es innecesaria.

-No dije eso.- Surge sonrío con descaro, estaban rodeados y podía notar solamente por la apariencia de esos hombres y mujeres que eran más peligrosos que los anteriores.- Realmente estaría encantado que un mocoso como tú protegiera mi espalda.

Una pequeña mueca simulando una sonrisa apareció en el rostro de Paul.- Hump, el sentimiento es mutuo.

Ambos cubrieron sus espaldas, mientras sus pokémon se lanzaron hacia sus oponentes.

Electivire inició un intercambio de golpes con un Rhydon, mientras Raichu tenía un veloz combate contra un Flygon.

El comandante en turno notó la diferencia de niveles entre los pokémon eléctricos y los de sus hombres, así que no tardó en realizar su movimiento.

-¡Tyranitar!

Solo con la presencia de aquel pokémon, la ciudad fue envuelta por una tormenta de arena.

Seguido de un rugido que hizo estremecer tanto adultos como niños.

-o-

-Plateada, Celeste, Fucsia y Azafrán.- Giovanni sonrió en su asiento, disfrutando de su copa de vino mientras acariciaba a su Persian.- Ahora solo nos quedan dos lugares.

El antiguo líder de gimnasio no era el único humano en aquella oficina, era acompañado por tres personas que se habían ganado su confianza a través de los años, ya sea por su habilidad, fidelidad o por los ideales que estos traían consigo.

Dos de ellos se encontraban frente de su escritorio, mientras que el faltante se encontraba en un rincón de la habitación ocultándose en la oscuridad.

-Te notó algo ansiosa Katherine.- El hombre de negocios no negaría que se divertía por el reaccionar de la teniente más joven de su organización.- Seguramente te preguntas por qué estás aquí ¿No?

La mencionada ocultó su emoción, era un honor para ella estar al lado de la maestra del tipo fantasma más poderosa del país, como también de aquel mercenario temido en todo el sub-mundo.

-No negaré que tengo varias dudas señor, pero algo me dice que debo sentirme halagada por el simple hecho de estar aquí.- Dio una pequeña reverencia, aquellas palabras eran sinceras y sus superiores se sintieron “conmovidos” por tal gesto.- Agradezco que requiera de mi presencia para esta reunión.

Giovanni apoyó su rostro en su mano derecha y se permitió sonreír, la chica le agradaba bastante, desde el inició demostró ser eficiente en las misiones además de un gran compromiso por la organización.

Eso y que jamás notó una pisca de miedo en su mirada.

-Hump, estás en lo correcto mi pequeña Katherine.- Se detuvo un breve instante, dándole una pequeña mirada al resto de sus aliados.- Los he llamado a ustedes, quienes se han ganado mi confianza para informarles sobre un evento inesperado.

-¿Ha ocurrido un inconveniente?

-Nada que no hubiéramos esperado.- Comentó la miembro del alto mando con un tono calmado, dando a conocer que estaba al tanto de la situación y que no le preocupaba en lo más mínimo.- Lance está al tanto del movimiento, no es una sorpresa que hayamos pedido contacto con más de 10 escuadrones de un momento a otro.

-Y no solamente eso.- Mencionó aquel sujeto entre las sombras, Katherine fue la única que volteó hacia su ubicación, levemente atraída por la afilada mirada que entregaba el mercenario.- Durante la noche, detectamos varios Crobat que se dirigieron a todos los gimnasios de la región.

-Fue obra de Koga.- Mencionó la anciana mirando detenidamente a Giovanni, quién le devolvía la mirada.- Pero es poco probable que se encuentre en la región, de ser así, tus ejecutivos lo hubieran informado.

Mientras la charla se extendía, Katherine tomaba nota en su cabeza de cada nuevo dato que recibía y no tardó en deducir la formación que su líder había formado.

Los ejecutivos, los miembros más “fuertes” de la organización se encargarían de neutralizar a toda ayuda externa que haya pedido Kanto.

Ya sea la élite de la región vecina o la propia policía internacional.

Aun así, incluso juntos no serían suficientes para detenerlos, pero sería bastante ingenuo de su parte pensar que aquellos sujetos no tuvieran más soldados a su posición.

-(Por lo que he escuchado, ellos mismos se han dado el tiempo de entrenarlos).- Algo poco visto dentro de la organización, Katherine no tardó en comprender porque Giovanni tenía en tan alta estima a ese cuarteto.- (Incluso con una cantidad tan reducida de hombres, son capaces de finalizar las misiones sin problemas).

Por lo que sabía, solo la líder de gimnasio de los dragones le ocasionaba problemas.

-Incluso conociendo nuestro objetivo, los líderes de gimnasio no disponen del tiempo necesario para prepararse.- Aunque había excepciones, pero Giovanni se había encargado de que aquellos entrenadores sean interceptados por los mejores hombres que tenía a su disposición.- El inconveniente sucederá en esta ciudad y en Pueblo Paleta.

Los tres no articularon palabra alguna, sabían muy bien los causantes de todo este enrollo.

El primero eran los miembros desaparecidos.

Algunos fueron atrapados por algunos líderes de gimnasio y la propia policía local, aquella no causaría preocupación a Giovanni excepto que habían perdido contacto con un escuadrón que se encontraba en los alrededores de Ciudad Fucsia.

La hija de Koga y los demás miembros de aquel clan tenían las habilidades necesarias para quebrarlos hasta el punto que soltaran cada uno de sus secretos.

Y también estaba el “niño” problemático de la organización.

Silver y sus batallas contra el joven de Pueblo Paleta.

Katherine reconocía la habilidad de aquel azabache, por muy “confiado” que estuviera Tobias, no le quitaba mérito al entrenador de Kanto por debilitar a cuatro legendarios en un solo combate.

Esa hazaña jamás había ocurrido antes… ¡Aquello ya era algo admirable!

El resto eran más experimentados que la joven, solamente necesitaron observar la mirada de aquel entrenador para comprender el nivel que poseía actualmente.

-Ese Ash Ketchum… está por llegar a nuestra categoría.

Giovanni frunció el ceño ante las palabras de Agatha, pero por mucho que quisiera negar el veredicto de la anciana se encontró incapaz de articular palabra alguna.

No podía, era demasiado tarde para aquello.

-Le tienes miedo.

-Temes que Ketchum sea una verdadera amenaza, temes que yo me lance contra ti y aquel vídeo, fortaleció aquellas dudas ¿Verdad?

-Ustedes dos quizás tengas más de un problema contra aquel mocoso.- La anciana sonrió y Katherine pudo notar una pizca de diversión en su mirada.- Niña tu eres la más indicada para enfrentarlo, desde hace años el niño ha demostrado varios problemas contra los pokémon fantasma y del tipo psíquico.

La joven teniente no tardó en captar en mensaje, la combinación de tipo que manejaba era perfecta para neutralizarlo.

-Aun así, puede que haya acabado con esos puntos débiles.- La chica dio una mirada hacia su “colega” que parecía mirarla levemente interesado.- Seré cuidadosa, lo observaré con Dusclops para aprender su patrón y agotar las reservas de sus pokémon; me encargaré del ataque frontal si no te molesta.

-Para nada, es más… iba a decirte algo similar.- Pudo ver una pequeña sonrisa en aquel tipo por un instante, Katherine lo anotó como uno de sus logros personales.- Entraré por la ruta 21, quiero también asegurarme de que Blaine no sea un inconveniente.

-Dudo que lo sea, aquella isla está condenada.- Agatha no tenía mucha esperanza en el maestro de fuego, después de todo fue causante del cambio tan drástico que tuvo Isla Canela a lo largo de las décadas.- (De ser una tierra especializada para el entrenamiento permitiste que fuera un centro turístico… vaya desperdicio).

Giovanni notando la molestia en el rostro de Agatha decidió tomar la palabra.- Me alegra que no tengan inconvenientes en esta alianza, realmente depende de ustedes  frenar a ese mocoso… no sería descabellado que llegará a la ciudad para enfrentarme.

-Agregando a Lorelei, Bruno y Lance… pueden ser realmente un problema.

Agatha sabía que era superior a dos de sus colegas, pero el doma dragones la había superado hace unos años y estaba segura que ni junto a Giovanni podría llevarse la victoria.

-(Si tan solo se hubiera enfocado en su entrenamiento).

-¿Algo más que añadir Giovanni?

Giovanni miró hacia aquel tipo que contrató, podía sentir el instinto asesino de aquel hombre desde que había mencionado la ciudad que era protegida por aquel clan ninja, seguramente recordando viejas heridas del pasado.

-En absoluto, solamente quería asegurarme que no hubiera inconvenientes en colaborar con mis soldados.- El experto en pokémon de tierra no negaría estar intrigado por verlo combatir contra Koga, si todo salía bien, podía compensarlo con la batalla que tanto anhelaba.- Puedes retirarse, Hisao.

-Tks…- De un segundo a otro la presencia de aquel hombre había abandonado el lugar.

-No deberías tentar a tu suerte Giovanni.

-El conoce perfectamente su lugar, sería incapaz de morder la mano que le da de comer.- Una expresión llena de malicia apareció en el rostro de Giovanni.-Sabe muy bien qué ocurrirá si lo hace, ha sido testigo en más de una ocasión de aquello.

Katherine siguió observando aquel lugar con bastante curiosidad.- Hisao, el que fue desterrado del clan por el propio Koga.

Agatha levantó la ceja intrigada por el conocimiento de la chica.- Joh, creo que empiezo a ver porque le tienes en tan buena estima Giovanni.

-Agatha tu sabes muy bien cuál es tu trabajo.- La anciana asintió con una pequeña sonrisa, ya se había contactado con sus discípulos y ya esperaban en sus respectivas posiciones.- Neutralizarás al miembro restante del alto mando.

-¿Restante? ¿Qué ocurre con los demás señor?

-Ya tengo a tres sujetos que se encargarán de Lance y el otro que decida cubrirlo.

No era ajena a los rumores de alianza con aquel grupo externo de la organización, se dice que son capaces de hacerle frente sin problemas a la élite de la región y barrer con los líderes de gimnasio.

Las tres bestias.

-Es su decisión informarles a sus hombres.- Aquellas palabras eran dirigidas principalmente a la entrenadora más joven en aquella habitación.- Si ocurre cualquier inconveniente no duden en informarle, me aseguraré de cubrir sus espaldas.

-(¿Cubrir?)

Agatha se permitió sonreír como un depredador, se daba a la idea de que Giovanni decidiría participar directamente en la batalla y no simplemente observando como el caos se apoderaba de la región.- (Esto se pone interesante… ¿Ganará la voluntad de Lance o la ambición de Giovanni?)

Sentía que el resultado final, sería tan malo como positivo para la región.

Renacería un Kanto más poderoso, como lo había sido hace varias décadas.

-Pueden retirarse.

Katherine hizo una pequeña reverencia antes de seguir los pasos de la anciana, tenía unas enormes ganas de dialogar con la veterana pero el aura que la cubría le advertía que no lo hiciera.

O mejor dicho.

Aquel Gengar que se ocultaba en la sombra de la anciana.

Katherine sonrío con incomodidad, ignorando el escalofrío que recorrió su espalda al tomar una ruta opuesta a la experta en pokémon fantasmas.

-(Parece que Silver sigue estando en el ojo del huracán).- Hizo una mueca ante esto, podría significar los últimos días del pelirrojo si no destacaba en la misión.- (Voy a omitir esto cuando les informe a Mike y Colby, eso arruinaría por completo la estabilidad del equipo).

El hombre robusto no desaprovecharía la oportunidad para lanzarse contra el pelirrojo, lo que terminaría con un asesinato… y no sería el del hijo de Giovanni.

-Por muy temperamental que sea mi calvito es importante para seguir ascendiendo en la organización.- Se llevó ambas manos a la nuca mientras su mirada se dirigía hacia el techo, era de las pocas personas capaz de calmar al tipo con bastante facilidad.- Mi pelotón perdería una gran pieza y Mike pronto tendrá a su propio escuadrón.

Una parte de ella estaba muy entusiasmada por luchar junto al pelirrojo, algo le decía que podrían desarrollar una gran coordinación entre sus pokémon.

-Bueno, lo sabremos en uno minutos.- A lo lejos localizó a su equipo, siendo el único levemente cercano al pelirrojo su colega Mike, quién parecían discutir sobre estrategias sobre un pokémon que compartían en su arsenal.

Curioso.

-¡Silver, chicos!- Chilló con entusiasmo, disfrutando de la irritación reflejada en el rostro del pelirrojo.- (Lo siento Sil, quizás luego de este día no pueda verte y quiero aprovechar el tiempo que nos queda juntos).

-o-

En las afueras de la ruta 22, siendo más precisos en la entrada hacia la calle victoria se encontraba un maestro marcial, su nombre era conocido por todo la región e incluso podía decirse que era admirado y temido por todo el país.

Se había cruzado de brazos y si un pokémon estuviera cerca se hubiera percatado de la pequeña energía que cubría su cuerpo.

Su mirada era dura, casi tanto como uno de los puños de sus pokémon, estaba molesto pero se rehusaba a dejarse llevar por tales emociones.

No era ajeno a lo que estaba sucediendo en la Ciudad Verde.

Giovanni había iniciado su ataque hace más de media hora.

-Tks… sigue riendo mientras puedas bastardo.- Cerró los ojos, tratando de agudizar sus sentidos y no tardó en detectar como algo se acercaba a gran velocidad a su posición.- (Así que por fin hicieron su movimiento).

Separó sus piernas, la izquierda hacia atrás como apoyo mientras que con la derecha enfatizo todo su peso en su rodilla.

Su mirada se volvió fría como el hielo, sobre todo cuando notó cierta figura que descendía del cielo a gran velocidad.

Con el único objetivo de destrozarlo.

PAAAM

El choque de ambos brazos creó una potente ráfaga de aire, la cual hubiera llenado de envidia a cualquier Pidgey.

-¡Volvemos a encontrarnos Bruno!- Exclamó lleno de locura el amante de las batallas del trío bestia, Orm.- ¡Es hora de terminar con lo nuestro!

-Orm…- La analítica mirada de Bruno chocó con la ardiente mirada de aquel robusto hombre, usualmente el tipo era bastante sereno hasta que la adrenalina lo llevaba a un estado similar a la locura.

Eso y que Orm tenía una enfermiza obsesión con Bruno.

La fuerza del artista marcial fue superior, obligando al enorme hombre retroceder para luego reincorporarse con devastadores golpes que eran incapaces de conectar en su objetivo.

Cada puñetazo era capaz de matar a una persona, Bruno no era ajeno al poder bruto de su objetivo, pero este carecía de otras cualidades para el combate.

Velocidad, precisión y técnica.

-(Es como si luchara contra un animal salvaje).- Bruno tomó el brazo derecho de Orm, para luego lanzarlo con todas sus fuerzas gracias a un movimiento básico de judo.- ¿Dónde están tus compañeros? Dudo que tengas el honor de venir solo.

El hombre cayó sin ningún daño al césped y no tardó en darle una mirada llena de furia a Bruno, quién nuevamente lo había comparado con un animal salvaje.

PAAAM

Bruno salió rápidamente de su posición, salvándose a tiempo del ataque de un Steelix que se ocultaba bajo tierra.

-Es una pena que ya empieces a conocer nuestros patrones.- Mencionó un enano que estaba sentado en la cabeza de la serpiente de acero.- Aunque eso no cambiará el resultado.

-¿Sí? ¿Y cuál es ese?

-¡Tu muerte!- Exclamó Carr a todo pulmón, su pokémon respondió a sus emociones lanzando un devastador rayo de energía contra Bruno.

BOOOM

-¡Orm!

-Lo sé.- Murmuró molesto, pero sabía que la misión era lo primordial y ya había tiempo para ansiar su deseo por luchar.- ¡Sal, Conkeldurr!

De aquella súper ball había salido un enorme y poderoso pokémon proveniente de la región de Unova.

En sus manos sostenía dos columnas de cemento como si se tratase de papel, sin esperar alguna orden lanzo una de estas hacía la ubicación de Bruno.

Tanto Orm como Carr pudieron ver una cola compuesta por rocas destruir aquel pilar sin problemas.

Cuando el humo se esparció, se podía ver a Bruno sin ningún daño y acompañado con dos de sus pokémon.

Onix y Machamp.

-¡Muy bien, vengan por mí enclenques!

Carr apretó la mandíbula lleno de frustración para luego arremeter con furia.- ¡Te haré tragar tus palabras!

Orm solamente frunció el ceño a su pokémon, que no tardó en captar el mensaje y se deshizo del pilar restante.

Aquello solo sería un estorbo contra este adversario.

-¡Cola férrea!

-¡Puño dinámico!

-¡Vengan!- Tras su grito de batalla, su Machamp también rugió para lanzarse como un misil contra el tipo lucha.

Onix por otro lado, tomó distancia para darle más movimiento a su colega y entrenador, reducía la velocidad de su oponente creando enormes rocas que Steelix debía destruir para seguir avanzando.

Machamp necesitó de sus dos brazos superiores para bloquear a su oponente, apretó la mandíbula ante la fuerza bruta de su adversario.

 Veía como se creaba un pequeño cráter debajo de sus pies.

-¡Roarrrrrrrrrrh!- Conkeldurr retrocedió en el momento preciso para salir ileso del ataque de Machamp.

Ambos se mataban con la mirada, reconociendo que el combate sería complicado para ambos bandos.

-¡Steelix tormenta arena!

En la lejanía Sird sonrió, era la señal para su entrada.

-o-

-Ivysaur, te encargo a mamá y al resto.

El mencionado asintió, no era ajeno a lo que había sucedió minutos atrás dentro de la casa y analizaba en silencio el estado de su entrenador.

No parecía atormentado o atemorizado, pero que llevara esa mirada tan afilada hacia la entrada del pueblo llamaba bastante su atención.

¿Determinación? O ¿Resentimiento?

Ivysaur había notado las emociones negativas que estaba guardando su entrenador desde su estadía en el monte plateado, a decir verdad estaba sorprendido que no estallara en las discusiones que tuvo a lo largo de la semana con sus propios aliados o pokémon.

Pero todos tenían un límite y estaba seguro que Ash liberaría aquellos sentimientos en medio del combate.

La pregunta es… ¿Favorable o una desventaja que jugará en su contra?

-Ivysaur.- El llamado de su entrenador acabó con sus pensamientos, la mirada serena del pokémon se enfrentó a la determinada del azabache.- Tranquilo, podré liberarme tras esta batalla.

Mensaje breve pero que trasmitía valiosa información.

Ivysaur conocía tan bien a Ash como Pikachu, quizás hasta más… por ende se permitió sonreír un poco para luego asentir.- Saur.

-¿Puedes llamar a los otros?- El azabache se arrodilló para acariciar la cabeza de su pokémon, entregándole una sonrisa cómplice al inicial tipo planta.- Quiero dejar algunas cosas claras antes que se dirijan al refugio.

La forma evolucionada de Bulbasaur no tardó en obedecer la orden de su entrenador, con sus látigos cepa captó la atención de varios de sus colegas, para ser más precisos, quienes habían sido seleccionados para proteger a los aldeanos.

Swellow.

Torkoal.

Corphish.

Gabite.

Y Fearow.

Siendo este último el único que parecía molesto ante las órdenes que había dado el azabache.

-Gracias amigo.- Acarició suavemente la cabeza de Ivysaur por unos segundos antes de dirigirse a los demás pokémon.- Ayer fui bastante claro, no crean que dudo de sus capacidades… de ser así, no les daría una tarea tan importante.

Todos asintieron, incluso el orgulloso pokémon volador que aún se rehusaba a admitir al joven como su entrenador.

-Tampoco negaré que está, la ligera posibilidad de ser derrotados.- Esta vez su tono fue más bajo, evitando así que los pocos pueblerinos que se encontraban a su alrededor lograran escucharle.- Y de ser así… de ustedes dependerá dar el golpe de gracia.

-[Charizard no perderá]- Gruñó levemente ofendido el joven dragón, para luego continuar con un tono más alto.- [Y mucho menos lo harás tu].

Ash sonrío un poco ante la confianza ciega que le tenía Gabite.- Gracias por tener tanta fe en mí, pero tengo que tener en cuenta todo tipo de escenarios… y por eso, quiero que sepan de lo importante que serán en este conflicto.

-[Lo importante que será cada uno de nosotros… todos somos igual de relevantes, incluso si no seamos la primera línea de defensa].- Swellow le daba una determinada mirada, podía ver claramente eso por el intenso brillo en los ojos de su ave.- [Lo sabemos Ash, como también tu sabes que no te fallaremos].

Torkoal asentía frenéticamente ante las palabras de su compañera, ligeramente conmovido por estas, pero no se permitió llorar como usualmente lo hacía en una escena similar.

Corphish abría y cerraba sus tenazas con entusiasmo, no tenía mucho que añadir, salvo hacerle entender a su entrenador que a la leve señal de peligro estaría listo para acabar con cualquier tipo de amenaza.

Algo similar ocurrió con Gabite, quien prometió abiertamente que reduciría a cenizas a cualquiera que tuviera el descaro de acercarse a la madre del azabache.

Ash le sonrió a cada uno de ellos.- Son los mejores pokémon que alguien puede tener… les encargo el resto muchachos.

Swellow asintió y rápidamente emprendió vuelo hacia el lugar acordado.

Fearow lo observó por un momento, sorprendido por la enorme velocidad que tenía aquella ave; era igual o más rápida que la molesta Pidgeot que siempre arruinaba sus planes.

El enorme pájaro ignoró aquellas emociones negativas, no era momento para frustrarse pensando en su viejo rival y en silencio, trató de alcanzar a su compañera que apenas podía identificarla por la distancia.

Debía mantener a su bandada a salvo de los rocket, incluso si ya no era el líder de estos… sentía que seguía siendo su deber.

Y para cumplir eso, debía cooperar con el azabache.

Antes de abandonar por completo el pueblo, Fearow volteó hacia Ash, que solamente asintió otorgándola una mirada decidida.

Inconscientemente el pokémon volador imitó aquel gesto del joven, una parte de él afirmaba que había tomado la decisión correcta.

Gabite junto a los dos pokémon originarios de Hoenn caminaron hacia el túnel que conectaba hacia el refugio. Se abrían paso al mismo ritmo que los habitantes del pueblo, quienes comenzaron a caminar con más confianza al estar junto a los pokémon del entrenador más fuerte del lugar.

Ivysaur estaba a punto de seguirles, pero se detuvo de inmediato al notar a la madre de su entrenador; el inicial de planta era bastante observador, quizás demasiado para su propio bien.

No fue ajeno a la mirada llena de preocupación de la bella mujer, el como esos hermosos ojos delataban su estado emocional… ojos tan cristalinos que amenazaban con derramar lágrimas en cualquier momento.

Ivysaur le dio una leve mirada de advertencia a sus compañeros, dando entender que ninguno de ellos debía interferir.

Ni siquiera Pikachu.

-Cariño…

-Mamá.- El azabache le dio una cariñosa mirada a su progenitora, agradeciéndole en silencio por las palabras que le había dedicado tiempo atrás.- ¿Lista?

Delia ignoró aquella pregunta y decidió aclarar aquella duda que no abandonaba su corazón.- ¿Realmente no puedes prometerme que saldrás bien de esta batalla?

Ash cerró los ojos ante el tono tan débil de su madre, verla así le partía el corazón y una parte de él le pedía a gritos que diera esa promesa para al menos tranquilizarla un poco.

Sin embargo.- Lo siento mamá… pero no voy a mentirte, estoy cansado de eso.- Terminó de decir con una pequeña sonrisa, reflejando la tristeza que le ocasionaba decir aquellas palabras.

Delia se mordió el labio inferior, recordándose así misma que esto era un avance para el bienestar de su hijo.

Aun así… dolía como el infierno.

Antes que se diera cuenta, su hijo la había tomado de los brazos, quizás con más fuerza de lo esperado y articuló casi con desesperación.- ¡Pero puedo prometer que no te pasará nada, que no les pasará nada mientras esté aquí!

Delia ignoraba el dolor en sus brazos, toda su atención estaba en aquella mirada de su hijo.

-¡Luego de esto, luego de patear el trasero de estos bastardos podré cumplir promesas como esa!- Primeape apareció a su lado, alejándolo con cuidado de su madre al percatarse que el azabache era ajeno a la fuerza que estaba aplicando.- Yo… lo siento.

Ivysaur no era ajeno a las miradas de Pidgeot y Noctowl, en silencio le pedían que se llevara a Delia junto al resto de los habitantes del pueblo.

Si seguía junto al azabache sería dañino para ambos.

Utilizando uno de sus látigos tomó la mano derecha de Delia, guiándola con delicadeza hasta el laboratorio del profesor Oak.

-Te la encargo viejo amigo… al igual que al resto.- Pikachu no tardó en saltar a sus hombros para brindarle apoyo, seguido de Quilava y de su amorosa Bayleef.- Tranquilos… estoy bien.

Delia volteó hacia su hijo, esperando encontrarse con la mirada de este; pero Ash simplemente dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la entrada del pueblo.

-¿Estará bien?- Le preguntó al pokémon de su hijo, que simplemente la miró con compasión.- Volverá a salvo ¿Verdad?

Ivysaur asintió para brindarle algo de tranquilidad a la joven madre, ocultando para sí mismo la gran preocupación que tenía por su entrenador y sus compañeros.

El viento hizo llegar a los oídos de Ivysaur las palabras que había susurrado el azabache.- Gracias Saur, déjanos el resto a nosotros.

Cuando Ivysaur y Delia se perdiendo de vista, el azabache soltó un pesado suspiro para luego golpearse ambas mejillas.

-¡Espabila mierda!

Esperó que el ardor en sus mejillas se redujera para continuar con los ejercicios que había aprendido en aquella aldea ninja en la lejana región de Kalos

Sus pokémon ya habían visto aquella rutina respiratoria en el monte plateado, donde Ash tuvo que recurrir a varios trucos que había aprendido a lo largo de sus viajes.

Por eso, fueron pacientes y solamente lo observaron hasta que volvió a tener control completo de sus emociones.

-Chicos… no voy a mentirles.- Con una pequeña sonrisa reanudó su caminar hasta el inicio de la ruta 1.- Muero porque esos imbéciles lleguen pronto...

Dibujado por: Azure Shiro.


Tras eso no tendría duda alguna.

Le demostraría a Juppeta, a Serena, a su madre y al mundo entero que ya no era el mismo imbécil del pasado.

No volvería a fallar.

Jamás.

-o-

Costó más de lo esperado pero aquí tenemos la introducción al nuevo arco “invasión”.

Normalmente me extiendo diciendo los inconvenientes y demás cosas relacionadas al episodio, esta vez quisiera primero agradecer toda la ayuda de mis amigos, ayudándome con sus dibujos y también revisando la redacción tras finalizar el episodio.

Por ende quisiera invitarlos a seguir/apoyar su contenido en sus respectivas cuentas:

Shiro.

Maelo.

Ray.

Matsu.

Ahora enfatizar de qué va el capítulo, pues como notarán, me centré totalmente en los pensamientos de Ash antes de la batalla y lo importante que es para él todos estos sucesos.

Desde que volví a escribir Second he dedicado bastante tiempo en aquello, pero a la vez la escena trataba de algo más relevante, ya sea una batalla, una discusión con tu antiguo rival y así sucesivamente (Incluso en el cap anterior, siento que le di más “sentimiento” a la interacción de Gary y Kaori con sus respectivas familias que al propio protagonista, cosa que  fue a propósito por este cap).

No mentiré que quería algo más corto, pero pensé que era momento preciso para dar pistas para varias cosas que sucederán con el protagonista… además dando a conocer su principal problema con aquel “ciclo”.

También entregando los pasos para la saga de Unova, además de darle algo más de pantalla a los antagonistas, para que puedan resaltar más en sus respectivos combates en el futuro.

En si siento que ya Ash dio un paso hacia adelante, no como entrenador si no para su estabilidad emocional, sobre todo ya con personas que quieren traspasar la barrera que el mismo se ha impuesto (Su madre y Kaori) y también sus pokémon, especialmente lo más cercanos/inteligentes que no son ajenos al cambios drástico y a los tormentos del azabache.

Pero… cualquier otra cosa, lo responderé en los comentarios.

Haré todo lo posible para traer el siguiente episodio en Diciembre (El cual ya llevo 8.000 palabras), espero no confiarme y permitir que el tiempo juegue en mi contra como tantas veces en el pasado (Por engreído).

Para concluir esta entrada, quisiera agradecerles por su apoyo, paciencia y palabras que me han dedicado, son pequeños gestos que realmente se agradecen y dan ganas de seguir con esto.

Sin más que decir, se despide este escritor de pacotilla.

-o-

Episodio anterior. 
Siguiente episodio.